El coche rojo

Masturbación conjunta pero no revuelta

Ese día no se encontraba de muy buen humor, pero al final decidio salir a hacer unos recados,se fue a duchar y se vistió como siempre con lo primero que pillo, que ese día fue una falda escocesa,y una camiseta negra y desgastada de Nirvana, sus deportivas preferidas, y tiró millas en su Scort XR3I rojo,

cuando se subía a su coche era la más chula del planeta, y se pasaba todo por el mismísimo...

Con la música a todo trapo se dirigió hacia el centro comercial dónde solía ir a por las cosas,

pero cosas de la vida y para no varia, se metió por una entrada que no era.

Como siempre, no se desesperó y decidió seguir a ver a dónde llegaba. De repente tuvo que parar de golpe porque habían unos tipos discutiendo y estaba todo atascado, así que ahí se quedó en frente de un almacén. Ahí fue donde se le fue la pinza en cuestión de minutos. Donde estaba parada de repente miró por el espejo retrovisor y ahí le vio, el era un tipo de estatura media, algo fornido, tenía barba espesa y rubia igual que su cabello, y una cara como de chulo, de golfo.

Mientras le veía desde el espejo retrovisor le empezó a imaginar... a él se le veía sudoroso, y sin camiseta agotado por tener que estar de un lado a otro atendiendo a su trabajo... Como la espera estaba siendo larga, ella seguía imaginando...

Sin casi darse cuenta tenía su mano debajo de la falsa apartando la braga hacia un lado para poder jugar mientras seguía mirando por el retrovisor. La música sonaba alto en el coche y el tiempo se había parado....y ella poco a poco se había convertido en su propio juguete sexual, sus dedos se movían en circulo alrededor de su erecto y abultado clítoris, mientas el resto de su sexo notaba cómo los líquidos salían poco a poco de su sexo.

Mientras jadeaba imaginando que eran los dedos de él, los que andaban entre sus bragas.... De pronto con claxon ensordecedor la sacó de su éxtasis, se había corrido mirándole.

Tuvo que volver a mirar hacia delante y marchar de allí... De lo que no se percató es de que aunque no se había dado cuenta, él también la observaba y se éxito tanto que tuvo que dejar lo que estaba haciendo para ir a toda prisa a los baños del local, se encerró con llave, se abrió los pantalones y empezó a frotar de arriba abajo apretando con fuerza.

En unos segundos se había corrido, se limpió y salió de allí para seguir trabajando como si nada, aunque en su cabeza estaba la imagen de aquella muchacha masturbándose en su coche rojo…

Fin.

| Fantasias en el coche... |