El club de natación: Viaje hacia la competición
"empezó a sobarme el culo y tras esto a deslizarlos lentamente dejando mi culo al descubierto ante el y haciendo que mi polla erecta rebotara ligeramente golpeándome el abdomen. Yo disfrutaba de cómo me rozaba con sus dedos y más tarde como humedecía con su lengua mi rosada entrada "
Siento haber tardado tanto, exámenes -.-
Cualquier sugerencia comentarme o dejar el correo.
Tras un largo viaje, habíamos llegado a Barcelona, el autobús se había parado junto a otros autobuses de otros clubs venidos de todas partes del país. Nuestro autobús había llegado repleto, entre todas las categorías lo habíamos llenado del todo, dejamos las maletas en el maletero porque antes teníamos que adentrarnos en el edificio donde se iba a realizar la ceremonia de inauguración y no íbamos precisamente bien de tiempo. Nos sentamos en las gradas amontonados, alrededor teníamos equipos de Madrid, Sevilla, Valencia y Barcelona y en todos ellos había chicos guapos, pude apreciar las risas de las chicas mientras miraban a un morenazo de valencia y fue entonces cuando sonreí y miré a mi propio pivon, Ricky estaba al lado de Néstor hablando con el entrenador y no se fijó en que le estaba mirando, pero no me importó lo más mínimo…sólo verle a diario durante la próximas 3 semanas iban a valer la pena.
Yo había venido todo el viaje con David como compañero de asientos, aunque la verdad es que todos estábamos hablando con todos durante las casi 6 horas que duró y poniendo de los nervios a los responsables, que eran los entrenadores. En especial hubo regañinas para todos pero se llevó la palma el grupo de Lucas que era sin duda el que más alboroto había causado. El viaje fue largo y el estar tantas horas metido en el autobús sin apenas que hacer se me hizo aun mas largo, es por eso que al llegar a un área de descanso no pude esperar a precipitar una serie de acontecimientos.
El área de descanso era amplia, poseía un gran edificio restaurante-cafetería que a juzgar por el gran número de camiones aparcados debía de ser bueno o al menos barato. Todos traíamos un poco de comida para almorzar por lo que la mayoría fue directamente a las mesas del camping que había fuera al sol, yo buscaba con la mirada a Ricky, quería tener un encuentro en el baño con el y dar rienda suelta a la pasión que tenía que mantener encerrada delante de todos y durante todo el viaje. Finalmente lo ví hablando con su hermano por lo que me lo quedé mirando hasta que nuestras miradas se cruzaron, el inmediatamente entendió y se acercó a hablarme.
Ricky.- Hola , ¿te pasa algo? Se te van a resecar los ojos de tanto mirarme.- dijo a media voz para que nadie nos oyera mientras empezábamos a andar en dirección al edificio de la cafetería.
Yo.- No aguanto un segundo más sin darte un beso, vamos al baño por favor… tengo muchas ganas de abrazarte.- le contesté sinceramente.
Ricky sonrió y asintió, parecía tener las mismas ganas que yo o más, aún así nos mantuvimos separados como dos personas civilizadas para no levantar sospechas hasta que llegáramos a los baños de la cafetería. Cuando llegamos a la puerta nos dimos cuenta de que había una caja al lado de la puerta, no le dimos importancia hasta que la puerta del baño se mantuvo cerrada a nuestros intentos, al parecer había que consumir algo para acceder a la contraseña y poder utilizar los lavabos. Nos lo confirmaron algunos compañeros que estaban a la cola para comprar un botellín de agua por lo que nos dirigimos a la cola cuando Ricky me dio unas palmadas en la espalda y señaló algo. Señalaba la gasolinera, sin lugar a duda era un buen lugar, no habría tanta gente lo que nos garantizaba intimidad y por supuesto no habría que pagar posiblemente.
Así nos plantamos en la puerta de los lavabos de hombres de la gasolinera, empujamos la puerta y bingo, estaba abierta. Hicimos una comprobación rápida de que no había nadie e inmediatamente me lancé a los brazos de Ricky con auténtica pasión. Lo abrazaba fuertemente igual que el a mi mientras me besaba con ternura y luego con pasión. Nos miramos a los ojos y nos dirigimos a meternos un uno de los cubículos del baño, una vez ahí la pasión se desató en todo su esplendor, nos tocábamos por debajo de la ropa que nos estorbaba y poco a poco nos íbamos quitando. Besar el cuerpo de Ricky era maravilloso, Lamia sus tetillas y deslizaba mi lengua por la fina línea que ofrecían sus abdominales hacia su obligo poco a poco haciendo que Ricky se estremeciera y hiciera leves suspiros de excitación. Podía apreciar la erección en sus vaqueros por lo que me dispuse a desabrocharlo cuando Ricky me paró.
En ese momento fui consciente de que se oían pasos hacia la puerta, esta se abrió y alguien entro ágilmente hacia el fondo de la sala en dirección contraria hacia donde nos encontramos, Ricky y yo aguantábamos el aliento y esperábamos que se marchara para seguir. Instintivamente me agache para observar por debajo de los baños quien era el sujeto, no pude mas que ver unas zapatillas de deporte de buena marca unos instantes antes de que se perdieran por una puerta al fondo de la sala, que sin duda llevaban a algún tipo de almacén de la gasolinera por lo que pensé que los trabajadores debían de guardar algo.
En la posición que me encontraba a 4 patas con la cara cerca del sueño para ver por debajo de las mamparas de los cubículos ofrecía una bonita visión de mis bóxer de marca blancos a Ricky por lo que el empezó a sobarme el culo y tras esto a deslizarlos lentamente dejando mi culo al descubierto ante el y haciendo que mi polla erecta rebotara ligeramente golpeándome el abdomen. Yo disfrutaba de cómo me rozaba con sus dedos y más tarde como humedecía con su lengua mi rosada entrada pero rápidamente entendí que no había tiempo para eso si no queríamos levantar sospechas por lo que enseguida me levante y me puse frente a el con el rabo erecto y con un hilo de presemen brillante deslizándose desde la punta de mi glande. Ricky rápidamente con la lengua evitó que el hilo se precipitara en el suelo llevándolo todo hacia dentro y luego se metió cada uno de mis 16 erectos centímetros en su boca hasta llegar con su nariz a mi abdomen provocándome ese placer que solo el era capaz de darme. El repetía la misma acción varias veces, recorriendo cada uno de mis centímetros deteniéndose jugando en el glande, masajeándome los huevos y acariciándome el resto del cuerpo hasta que no pude más y le dije que me iba a correr el en lugar de apartarse apreció prepararse para recibir con gusto mi corrida mientras se seguía masturbando su rabo. Tras un ahogado gemido por temor a que alguien pudiera oírnos empecé a soltar borbotones de semen dentro de la boca de Ricky que poco a poco le fueron llenando la boca amenazando con sobrepasar la altura de sus labios, a lo que Ricky respondió tragando el contenido permitiéndome que no se desperdiciara nada y acabar todo dentro de su boca. Tras esto se levanto y me beso con pasión llevando a mi boca el gusto salado de los restos de los últimos trallazos de semen que había recibido en su boca. Me hizo un gesto que enseguida entendí, ere mi turno de trabajarle el pilón, pero al contrario que yo no se la mamé puesto que el no me dejó, inmediatamente después de agacharme empezó a masturbarse con ansia su más que desarrollada verga produciéndose gran placer, como había estado haciendo mientras me la comía. No había salido el primer trallazo de semen cuando oímos de nuevo al sujeto que había entrado al almacén salir por la puerta de éste y dirigirse hacia la salida. Yo me giré instintivamente hacia la dirección del ruido y es provocó que los chorros del semen de Ricky no acertaran en su objetivo, el primero de ellos pasó por encima de mi cabeza provocándome un mechón blanco de espesa lefa sobre mi negro pelo, el siguiente dio en mi cara resbalando por toda ella hasta la barbilla y a partir de ahí si me dio tiempo a recibirlos en el interior de mi boca. Ricky acabó exhausto y respiraba aceleradamente, había hecho mucho esfuerzo y en silencio para que el trabajador no nos escuchara, había soltado mucha corrida sobre mi rostro y que ahora había que limpiar. Con cautela salimos por el lavabo y mientras Ricky se fue a vigilar si alguien iba a entrar al lavabo de la gasolinera yo me dirigí a limpiarme al lavabo en la parte posterior de la sala junto a la puerta del almacén y unas taquillas, … aunque la puerta resulto no ser la puerta de un almacén, se trataba de una sala con duchas tal y como indicaba encima de ella con un cartel que ponía eso “DUCHAS” y eran para que los camioneros pudieran asearse durante sus largas rutas transcontinentales sino podían permitirse una estancia hotelera. Yo no me percaté del detalle del cartel de las duchas hasta que sucedió el siguiente incidente.
Justo cuando iba a llegar se abrió la puerta del supuesto almacén y apareció ante mí la imponente imagen de un hombre de unos 50 años desnudo. Tenía un cuerpo algo fuerte y grande y una fina capa de vello rubio cubría su abdomen y sus piernas y se concentraba arremolinado en su pubis sobre su polla, una polla de bastante buen tamaño que se balanceaba a cada paso que daba de un lado a otro. Me quedé observando unos instantes al hombre y no pude evitar fijar mi mirada en su entrepierna, de lo que el hombre se dio cuenta y tras una ligera risotada dijo con acento de Europa del este.
Hombre.- Los españoles jóvenes os encanta mamar pollas alemanas, os gusta su sabor y no dejar gota verdad.- dijo señalándomela.
Yo no sabía que decir, me avergoncé y rápido fui a intentar quitarme la espesa mancha de semen de mi pelo mientras Ricky se acercaba a mi
Hombre.- no te avergüences y no tengáis miedo, un chico me acaba de hacer la mejor mamada de las q llevo en esta ruta, ha sido una suerte que vuestro autobús haya parado aquí, ha sido genial.
Ricky.- Como ha quedado con nuestro compañero, aquí ¿ os conocías de antes?
Hombre.- lo cierto es que estaba descansando n mi camión después d comer algo y gracias a las nuevas tecnologías,- dijo mientras sacaba de la taquilla su ropa y a su vez un móvil con perfiles de hombres.- le encontré con esta app que rastrea gays allá donde paro, y así consigo innumerables felaciones.
Ricky.- ¿Cuál es el perfil de nuestro compañero? Preguntó
Hombre.- No tiene foto pero su Nick es este.. “pool_boysucker”
Ricky y yo nos miramos, podía ser cualquiera de los chicos de nuestro autobús, solo teníamos las pistas de las zapatillas y el nombre de la app, no iba a ser fácil descubrir quién era el que se había comido la salchicha alemana. Mientras lo comentábamos y me acababa de asear el hombre alemán se fue y nosotros salimos tras el hacia el numeroso grupo que había en el merendero cerca de los autobuses. Llegamos al grupo, nadie había reparado en nuestra ausencia, estuve mirando si encontraba a nuestro misterioso sujeto pero no fui capaz de reconocer a nadie con esas zapatillas, todas parecían iguales y muchas se aprecian a la que había visto.
La ceremonia había llegado a su fin tras discursos, homenajes etc.. yo no me había dado cuenta prácticamente ,solo había estado fantaseando con lo sucedido en el área de descanso y de lo que podría pasar en estas semanas en el hotel. Además de cómo iba a conseguir pruebas que humillaran a Lucas.
Salimos entre la multitud que se agolpaba en las salidas y nos fuimos cada uno a nuestros respectivos hoteles, el nuestro era un 3 estrellas bastante agradable y que básicamente era un bloque enorme de pisos reconvertido en hotel. Llegamos a la recepción y nos dieron las llaves de las habitaciones, había dobles y cuádruples y a mi me tocó en una cuádruple con David, Nestor y Ricky mientras que en una doble estaban Alejandro y Ramiro, justo enfrente nuestra. A las chicas las llevaron 5 pisos más abajo para evitar tentaciones que a pesar de esto se iban a llevar a cabo.
Llegamos a la habitación no era muy grande pero lo suficiente para que hubiera una pequeña separación entre las camas y para que hubiera una mesilla de noche. Al final de la habitación al lado de la ventana había un armario espacioso para los 4 y al lado de la puerta el baño. El pasillo del rellano de nuestras habitaciones era muy largo, no solo lo ocupábamos nosotros sino que había al menos 2 clubs más en el, uno de Huesca y otro de Madrid. Nosotros y las categorías de chicos inferiores y superiores nos encontrábamos entre los dos, por lo que se apreciaba un gran alboroto. Los oscenses eran sin duda dioses griegos, había un rubio con el pelo rizado alborotado increíble, chulos pijos, bien vestidos y formados, morenos, castaños, rapados, pelo largo , arreglados y desaliñados… Ricky y yo nos miramos al salir de la habitación afirmando sin hablar, que en efecto estaban increíblemente buenos. Pero sin duda nos llamó la atención un chico de la zona de los madrileños, su belleza era asombrosa de facciones perfectas y proporcionadas, mirada serena y dulce que invitaba a serlo con el. Era castaño y tenía un cuerpo de deportista sin llegar a ser exagerado, además el uniforme del club le sentaba de vicio al chico. No pudimos evitar mirarle un poco de reojo aunque el pareció darse cuenta y disfrutar con ello puesto que esbozó una pequeña sonrisa, mientras se dirigía hacia nuestras habitaciones, y ver por detrás que llevaba escrito el nombre de “Aitor”. Más sorprendente fue que al seguir observándolo el chico se dirigía hacia el grupo de chicos de la categoría de Lucas, al parecer conocía a uno de ellos, no lo había tratado mucho pero sabía que se llamaba Daniel, un chico muy alegre que saludó a Aitor con entusiasmo, sin duda se alegraba de volver a verlo.
Bajamos al comedor ya era hora de la cena, había servida gran cantidad de comida en el buffet que habíamos contratado. Esa noche no cenamos todo lo que queríamos puesto que al día siguiente había que competir y los entrenadores no nos dejaron disfrutar de tan suculentos manjares, aunque sin duda el manjar que más ganas tenía de comer, era el que Ricky guardaba en sus calzoncillos. Rápido subimos a las habitaciones, nos aseamos y nos metimos a la cama a hablar un rato hasta que mas o menos las 12 pasó en entrenador por 3ª vez para que calláramos. Ricky y yo habíamos acordado salir cuando se durmieran y en cuanto David y Néstor roncaban nos escabullimos hacia fuera, necesitábamos encontrar un sitio donde escabullirnos y decidimos ir hacia el armario del principio del pasillo de material de limpieza, pero cuando llegamos el armario estaba cerrado con llave por lo que decidimos ir a la otra punta del largo pasillo a probar suerte en el otro, pero también estaba cerrado. Se oían puertas, sin duda no todos los estudiantes tenían sueño y más de uno tenía intenciones parecidas a las nuestras.
Decidimos probar suerte en los de otro piso así que subimos al d arriba y justo al lado de las escaleras bingo, se abrió uno de los almacenes, pero no nos permitía acceder dentro los dos puesto que casi estaba todo ocupado de material de limpieza. Recorrimos el pasillo resignados hasta plantarnos en otro que también se abrió ofreciéndonos una bonita imagen. Aitor, el chico del club madrileño, recibiendo una felación de…