El club de los 3 orgasmos. 3ra Parte.
Cuando el placer era a tope, nuevas intrigas aparecen...
De pie desde la puerta la dulce anfitriona miraba deseosa nuestro acto, mordiéndose el labio y acariciándose la verga sobre la corta falda de cuero que llevaba, dio unos pasos hacia el interior de la habitación mientras que mi ‘diamante asiático” cabalgaba incesantemente sobre mi verga, sus saltos le otorgaban una penetración profunda e intensa, sus ojos se blanqueaban de placer y la saliva discurría de su boca como en trance…
Yo me iba poniendo más furioso y enérgico, después de haberme corrido y recuperado sentía que tenía el poder para cogerme al mundo entero.
La anfitriona a un par de metros de nosotros estaba más que caliente, imagino que había visto toda nuestra faena y la había excitado tanto que estaba tentada a unirse a nosotros, -Ven- le dije pero ella sonriendo coquetamente me señalo con el dedo que no, pero no dejo de disfrutar la situación, elevo su falda y haciendo a un lado la trusa de encaje roja que llevaba desplego su hermosa y vigorosa polla rosa, era de esas que tienen una curva natural hacia arriba coronada con un grande humedecido por sus fluidos previos, se masturbaba lentamente sincronizando el movimiento de su mano con mis movimientos de cadera cada vez que penetraba a mi diamante, sus pezones parecían que perforarían la blusa de lo duro que estaban.
Sin sacar la polla de ese delicioso culito asiático me levante cargándola y llevando sus piernas a mis hombres la empecé a penetrar de píe, era tan ligera que se me hacia fácil elevarla y bajarla para metérsela, el diamante sorprendido dejo de hacer fuerzas y se soltó del todo, dejando caer los brazos y dejando su cuerpo entero como un peso muerto que yo podía manejar, me había vuelto una bestia, un animal follador, le seguí dando más y más duro, más y más rápido ahí de pie como si estuviese apuñalando cruelmente a mi víctima, un grito y una convulsión me obligaron a dejarla caer pesadamente sobre el acolchado suelo, con la polla explotando en semen a raudales la asiática convulsionaba eléctricamente en el piso teniendo un orgasmo increíble y gimiendo sin parar en un estado de éxtasis total…
Yo parado frente a ella con la verga hecha aún un tronco empecé a masturbarme para bañarla de pies a cabeza con mis fluidos, a mi lado llego la anfitriona que mirándome a los ojos se masturbaba junto a mi como invitándome a que acabemos juntos sobre ella.
Ambas vergas duras y cargadas recibían los furiosos masajes de nuestras manos, nuestras miradas sin parpadear se iban fundiendo con el placer que sentíamos, ligeros roces de nuestros glandes nos ponían más calientes, hasta que explotamos nuestro semen se mezclaba en el aire y caía sobre los labios de mi diamante asiático, eran consumidos por su pequeña boca y la lengua relamía sus comisuras en un acto de complacencia.
Ufff, esto ha estado muy bueno, dijo la anfitriona poniendo su mano en mi hombro, yo estaba totalmente húmedo de sudor y el semen aún me goteaba de la verga, - Ayúdalo a asearse por favor- le dijo a la asiática que exhausta se levantaba del piso con una sonrisa en el rostro y haciendo la señal de 3 con los dedos de la mano…
Si lo sé, le respondió la anfitriona mirándola.
La asiática me tomo cariñosamente la mano y me llevo a las duchas para darme una lavada a conciencia, mientras me enjabonaba el cuerpo la anfitriona se limpiaba la polla con una toalla húmeda en el lavabo, luego se acercó al inodoro y empezó a orinar, verla de pie meando me empezó a calentar nuevamente, mi diamante notaba esto y me acariciaba la polla suavemente haciendo que la sangre fluya y la hinche de nuevo…
-En tu perfil completaste una sección que decía que estabas dispuesto a mantener un contacto más íntimo después de este servicio, dijo la anfitriona sin voltear a mirarme mientras el chorro de orina golpeaba el agua del inodoro…
- Me ha encantado, estaría más que interesado si es que vas a estar tú, le dije.
Sin hacer caso a mi comentario continuó, en la sesión que has pagado con esta dama han llegado entre los dos a los 3 orgasmos y bueno no voy a negar que el mío fue un plus, termino de decir mientras sacudía las ultimas gotas meneando su preciosa verga, y acomodándola dentro de su trusa y bajando su falda…
Te has hecho merecedor a una invitación exclusiva que le brindamos a clientes especiales, a clientes que les gusta el morbo tanto como a nosotras…
¿Una invitación para qué? Pregunte…
Si aceptas, puedes ir mañana a esta dirección, mientras decía eso saco una tarjeta del bolsillo de su blusa y lo dejo junto al lavabo, - ¿Me permites sacarte una foto? Pregunto mientras cogía su teléfono…
- Preferiría que no, le dije…
-No te preocupes, tu rostro es lo que menos nos importa. Preciosa ayúdame con esto por favor, le dijo a mi diamante asiático quien muy rápidamente bajo el calor del agua se arrodillo para mamármela y devolverle el grosor a mi trajinada polla…
-Gracias así está bien, dijo la anfitriona mientras me tomaba unas fotos, -Espero verte mañana, acoto mientras me guiñaba el ojo y se retiraba de la habitación…
Salí de la ducha y cogí la tarjeta, la dirección en letras doradas sobre el cartón negro se veían muy finas, me senté un momento en el inodoro para ordenar un poco mi cabeza, estaba totalmente intrigado, ¿Qué era esto?, ¿Quienes eran estas personas? La tarjeta firmaba “Las Furias”, mientras trataba de sacar conclusiones una deliciosa sensación de placer me empezaba a recorrer el cuerpo, no por la curiosidad si no por esa preciosidad que acababa de hacer llegar dos veces y que nuevamente estaba aprovechando el momento para seguir con sus pasionales succiones, este diamante era insaciable, , me relaje y la deje disfrutar de mi erección una vez más…
Continuará…