EL CLUB - 3 parte
Una violación, drogas y chantaje hace que todos los amigos nos unamos para dar con el culpable.
EL CLUB 3 parte
“Derek Radenmachen hizo hoy el anuncio de una nueva inyección de capitales alemanes a empresas estratégicas nacionales”. Así comenzaba el artículo principal de una prestigiosa revista económica.
Ante la incredulidad de todas nosotras, Andrés continuó leyendo el extracto encontrado en Internet sobre nuestro personaje.
“El empresario chileno alemán además de ser un exitoso hombre de negocios también se destaca por una armoniosa y feliz vida familiar. Casado hace 15 años con la conocida socialité Valeria ER, padre de dos hijos: Ghunter de 14 años y la pequeña Elma de 10.
-Vaya, vaya ¡que increíble! ¡Lo tenemos queridas!- exclamó Andrés incrédulo frente a la pantalla de su portátil.
-Imagino que nadie de su círculo más cercano y menos su esposa sabe de la lujuriosa doble vida que lleva este señor – exclamaba Andrés sin comprender muy bien todavía lo que había leído.
-Este tipo está forrado en billetes. ¿Por qué los chantajes?, algo no me cuadra muy bien en todo esto – musitaba Andrés en voz baja.
-¡Muy bien chicas! – Exclamó de pronto - lo tendremos que confrontar de alguna manera y hacerle ver todo lo que sabemos. Sin duda es un tipo peligroso con recursos ilimitados, tendremos que ser muy cuidadosos en nuestros próximos pasos.
-¡El problema es como lo vamos hacer! – Divagaba Andrés mirándonos a todas - ¡Bueno, ya pensaré en algo! – Exclamó de pronto - ahora estoy agotado, no puedo pensar en nada -
Luego de terminar su café, Maite comenzó a bostezar con la intención de recostarse al lado de Andrés.
-¿Mi amor no sería hora de ir a dormir? - dijo Maite en tono seductor mirándolo fijamente.
Un poco más paciente ante la conducta de su nueva amiga y con cierto grado de ternura
Andrés dejó que posara su cabeza en su hombro por unos momentos.
-Te vas a tener que ir a dormir solita Maite porque Fabiola y yo tenemos planes de tener una noche inolvidable ¿Cierto? - Me preguntó dirigiendo la mirada y guiñándome el ojo para que le siguiera el juego.
-¡Que egoístas los han de ver, pensé que celebraríamos entre todos este gran hallazgo!–respondió Maite en tono burlón – Bueno, vayan recogiendo sus bolsos amiguitas, creo que ya es hora de que nos retiremos para que este par de golosos comiencen con su fiestecita.
Ninguno de nosotros pudo evitar una carcajada ante el desparpajo de nuestra singular amiga.
No hubo fiesta ni nada. Al poco rato Andrés cayó como una piedra rendido en la cama.
Inquieta por los sucesos no podía conciliar el sueño hasta que el ruido del celular me sobresaltó sacándome de mi estado de vigilia.
Eran las 2.30 de la madrugada y extrañada vi que Bernardita era quien llamaba.
-Fabiola, disculpa la hora pero necesito hablar urgente con Andrés –
-Está durmiendo como un tronco Berny, ¿pasó algo grave? – Le pregunté sobresaltada- ¡Lo tengo Fabiola! – exclamó excitada Bernardita
-¡Que tienes que! – pregunté intrigada
- Despierta a Andrés, tengo que hablar con él, se cómo llegar al degenerado sinvergüenza –
-¡Berny, sé que es importante! ¿Pero no puedes esperar hasta mañana? – le dije mientras miraba a Andrés que estaba en un estado catatónico enrollado entre las sabanas.
-¡Despiértalo Fabiola! – Ordenó - si le gusta mi plan lo tengo que empezar a desarrollar ahora mismo, ¡no hay tiempo que perder querida! –
-¡Pero Berny, son casi las 3 de la mañana! – decía mientras con mi otra mano removía a Andrés intentando despertarlo.
Entre gruñidos y quejas se empezó a desperezar preguntando que sucedía.
-¡Bernardita quiere hablar urgente contigo y dice que no puede esperar! – pasándole el celular.
-¡Hola Bernardita, que pasa! – dijo aún medio dormido
-¡Andrés, se cómo agarrar al delincuente ese! –
-¡Explícame como! – dijo Andrés sentándose en la cama encendiendo la lámpara de la mesilla de noche.
- Voy a organizar una fiesta benéfica a nombre de una de las tantas ONG que apadrinan las empresas de mi padre. Invitaré a todo el jet set criollo e indudablemente a esa tal Valeria y su marido. Como recién están intentando entrar en este círculo social sería una estúpida si se negara a venir y el delincuente ese no perderá la oportunidad de codearse con los más altos empresarios y grandes personalidades este país. ¿Qué te parece la idea? – preguntó emocionada. – En la fiesta y delante de todos lo podemos arrinconar y encarar – remató diciendo.
-¡Como idea está genial! – Exclamó entusiasmado Andrés – ¿pero tu padre se prestará para este juego y más aún financiar todo eso? -
-Ese trabajo déjamelo a mí y tú no te preocupes por nada. Encárgate solo de conseguir un esmoquin para ese día y las chicas que se vayan un día antes a una relajante sesión de Spa y peluquería.
¡Bernardita, eres magnifica y gracias por tu generosidad, es una gran idea y una mejor solución! – dijo Andrés ya despierto del todo.
¿Y qué hacemos mientras? ¿Te podemos ayudar en algo? – preguntó.
-¡En nada Andrés, en nada!, ustedes diviértanse y pásenlo bien hasta que les avise. Besitos y buenas noches -
Andrés se quedó sentando en la cama mirando el infinito hasta que me empezó a explicar el plan de Bernardita.
-Mmmmm…interesante – respondí – ¿pero cuando lo enfrentemos que le vamos a decir? ¡Hola Derek, cómo estás! ¡Quiero que me devuelvas las fotos que tienes de Constanza!-.
-¡Qué graciosa estás!- Respondió Andrés siguiéndome el juego – creo que le pediremos por favor que nos dé el nombre de todos los involucrados en su negocio para hacerlo mierda. ¡Qué tal esa idea!
-¡Me parece Perfecto! Es más, le pediremos que nos presente a todo su equipo - exclamé levantándome de la cama abriendo las piernas y sentándome sobre su pene para cabalgarlo.
Andrés no me trato de evitar a pesar de lo cansado que estaba y coloco sus manos en mi culo acariciándolo suavemente hasta que me hizo saltar de un palmazo. Luego empezó a sobar lentamente el contorno de mis pechos apretando mis pezones que ya se habían endurecido. Por mi parte besaba su pecho descubierto que ya no podía disimular su estado de agitación.
Metió su nariz entre mis pechos, olió mi perfume y se dejó llevar por sus ganas para tomarme con fuerza y voltearme de tal forma que mi culo quedo dispuesto a complacerlo.
Su pene erecto y firme jugaba entre mi vagina y mi ano humedeciéndolo para luego embestirme sin previo aviso.
Con una de sus manos acariciaba mis nalgas y con la otra sujetaba mi cabello tirándolo hacia atrás.
-¿Qué me decías Fabiola? - Preguntó Andrés intentando no jadear.
-¡Que de- bi – a- mos pe dir su direc ción- su! - respondí con la voz entrecortada.
-¡Vamos puta! - Volvía a repetir Andrés- ¡vamos! ¿Te vas a correr sin mi permiso?
No alcance a responder cuando mi vagina se comenzó a contraer espasmódicamente una y otra vez mientras la humedad corría entre mis piernas. Estaba teniendo intensos orgasmos de forma ininterrumpida.
No podía dejar de gemir suplicándole a Andrés que no se detuviera.
Sentía como su imponente pene entraba y salía sin parar enérgicamente de mi culo hasta que se detuvo por un instante y un quejido agónico brotó de su garganta y dejándose llevar se corrió violentamente liberando todo su caliente y viscoso semen en mi interior.
Luego de recobrar lentamente el ritmo respiratorio nos acomodamos nuevamente en la cama y sin decir palabras nos dormimos abrazados convencidos de que el plan que había trazado Bernardita era insuperable.
A la mañana siguiente aún con la piel fresca de las caricias de Andrés rápidamente puse mi cabeza a trabajar.
Porque si bien Bernardita había tenido la mejor idea para atrapar a este delincuente, otra cosa era enfrentarlo de buenas a primeras con la posibilidad de llevarnos todos una tremenda querella por injurias y calumnias con cero posibilidad de salir indemnes en todo esto.
Me encargue de avisar al resto de las chicas la noticia de la fiesta y cada una dio su opinión al respecto.
Constanza no pudo articular ni una palabra por un par de segundos. Pude sentir su terror a través del teléfono.
-¡Fabiola, no puedo hacer eso! De solo pensar todo aquello me paralizo, no puedo decir nada y menos disimular mi vergüenza. ¡No amiga, lo siento no cuentes conmigo para ir a la fiesta! -
-¡No te tienes de que preocupar Cony! Bernardita ya se encargó de todo. Y si no quieres ir amiga lo entiendo. Escucha, juntémonos mañana, ¿te parece? Así nos enteramos todas de los detalles- le dije tratando de tranquilizarla.
No me equivoque cuando le dije a Constanza que Bernardita tenía todo bajo control.
Aquella chica nunca me terminaba de sorprender. Porque bajo esa imagen de niña consentida e insatisfecha se ocultaba una verdadera mujer de negocios. Ágil de mente, rápida en la toma de decisiones y lo más importante, valiente y osada en su actuar.
Su padre debía saber que no necesitaba un heredero para su imperio. Si la observaba detalladamente, su hija tenia todos los atributos y condiciones para llevar los negocios de la familia al éxito en las próximas generaciones.
No habría sido necesario armar ese matrimonio conveniente entre familias de estirpe porque Bernardita por si sola había adquirido todos los requisitos necesarios para brillar como Directora General si ella se lo hubiese propuesto. Su instinto de organización y comercial era innato.
Por eso, al otro día cuando nos reunimos todos en la casa nos terminamos de convencer de que esta sería la oportunidad perfecta para atrapar al siniestro Maestro.
Bernardita nos relataba detalladamente la organización de la fiesta que más que ayudarnos en nuestra particular cruzada, era un desafío importante para demostrar que podía tener un lugar privilegiado dentro de las empresas de su padre sin la necesidad de su insignificante marido.
-¡Bernardita querida, que brillante resultó ser tu cabecita esta vez! – exclamó Maite sin el más mínimo cuidado.
-Una que no despertara ninguna sospecha y además resguardaremos nuestra identidad. Usaremos el mismo método de El Maestro Derek. ¡Será un baile de máscaras! -
-¿Usaremos antifaces? - Preguntamos todos al unísono.
-¡Sará un bellissimo ballo in maschera, in vero stile veneziano! ¿Che ne pensi? - añadió Bernardita con aire triunfal.
-¡Queee estás diciendo, no entiendo nada! – preguntó Maite a viva voz.
-¡Hablo y escribo en seis idiomas fuera del castellano, querida! – exclamó riendo Bernardita- y ahora estoy aprendiendo Chino, el idioma del futuro –
-¡Que empollona más grande! – masculló Maite
-Puede ser una buena idea -interrumpió Andrés intentando comprender la intención de Berny.
-¡Claro que lo es! ¡Pongan atención! Hace algún tiempo mi padre tuvo la intención de recaudar fondos para una ONG relacionada con becas para estudiantes de escasos recursos y enviarlos a estudiar a la prestigiosa Universitá Degli Studi Di Milano. Pero no quería hacer un aporte único a la Fundación sino comprometer a sus socios y amigos para dar mayor y mejores beneficios a quienes fueran seleccionados.
Por eso cuando hablaron de encontrar la manera de atrapar al miserable Sr. Radenmachen, se me ocurrió esta idea. Una fiesta al más puro estilo veneciano donde todos los invitados usarán máscaras a la usanza de dicho evento italiano. Por supuesto que las máscaras no serían un obsequio, sino una linda manera de recaudar fondos para la Fundación y por otra parte la mejor manera de resguardar nuestra identidad para cercar al maldito hijo de puta. – e hizo una pausa y preguntó mirándonos uno a uno.
-¿Qué les parece? ¡Vamos, digan algo, no me hagan sentir ridícula! - Terminó por decir Bernardita algo incomoda ante el silencio de todos.
-¡Nadie lo hubiera pensado mejor que tu Bernardita! – Dijo Andrés complacido.- Nunca terminaremos de agradecer tu ayuda. ¡Muchas gracias! -
-¡Soy yo la que les tengo que agradecer a todos ustedes por la confianza y la incondicional amistad que me han entregado!- respondió emocionada.
-¿Y a mí nada Andrés? ¡También me podrías agradecer de alguna manera! -exclamó Maite sentándose seductoramente entre Andrés y yo colocando su mano entre sus piernas a la altura de la bragueta del pantalón.
Bernardita y Josefina dirigieron asombradas su mirada esperando mi reacción. A esas alturas tenía más que asumido que Maite seria nuestra inseparable e incondicional amiga y uno de los costos seria sus insaciables ganas de repetir el encuentro que tuvo con Andrés aquella noche en el Club.
-¡Por supuesto que te damos las gracias Maite, quizá esto nunca lo hubiéramos logrado sin tu grandiosa ayuda! - Respondí ante la mirada de alerta de Andrés, quien a pesar del insipiente cariño que le empezaba a tener, la paciencia era un don escaso en ese hombre.
-¡Bueno ya! basta de tanto agradecimiento y manos a la obra. ¡Vamos a empezar a organizar el asunto! – exclamó de pronto Andrés tratando de ordenar un poco las ideas retirando la mano de Maite de su entrepiernas.
-¿La fiesta será este viernes? ¡Cierto Bernardita! - mirándola fijamente a lo que ella asintió sin reparos.
-¡Esta vez no participaremos todos! Mientras menos seamos más seguros estaremos. Este tipo no es un aficionado es todo lo contrario, maneja muy bien su negocio. ¡Quizá ande con un equipo de seguridad! - Maite, Fabiola y yo iremos a la fiesta, nadie más. Una vez dentro buscaremos el momento oportuno para enfrentar a Derek Radenmachen.
El viernes luego de ir muy temprano a la Clínica para dar de alta a un par de pacientes, pasé a la tienda a buscar el esmoquin de Andrés y mí vestido que deseaba que fuese toda una sorpresa.
Al llegar a casa luego de estar parte de la tarde en una relajante sesión de manicura vi que Andrés estaba un tanto inquieto cambiando constantemente los canales de la televisión.
Podía adivinar que dentro de su cabeza corrían miles de ideas tratando de no dejar cabos sueltos en el plan. Creaba y recreaba un plan A uno B y otro C. Ese era Andrés, cada plazo y cada tiempo planificado, organizado y sin margen de error. Odiaba tener que improvisar.
Por eso me hice la invisible, deje su esmoquin sobre la cama y sin llamar su atención me metí al baño para darme una ligera y reconfortante ducha.
Salí envuelta en la toalla con el cabello suelto y pude ver como Andrés intentaba arreglar el par de colleras de sus puños.
-¡Joder con estas imbecilidades! ¡Este par de botones me sacan de quicio! sabes lo poco amigo que soy de las formalidades y de estos disfraces. - Exclamó buscando mi ayuda con la mirada.
-¡Ven acá, deja que te ayude! - respondí suavemente mientras acomodaba sin problemas las colleras en ambos ojales para después acariciar su entrepiernas.
-¡Fabiola, aun no te has vestido! ¡Pero que estas esperando! – Reclamó nervioso intentando quitarme la toalla.
-¡Bueno, si quieres puedo ir así!- respondí dejando caer la toalla al suelo quedando completamente desnuda.
-¡No ahora Fabiola, ahora no! Esta fiesta ni ninguna otra está a la altura de tu seductora y deliciosa belleza ¡Ya vamos, tienes diez minutos! - Exclamó subiendo el tono de voz y chasqueando los dedos.
Esta vez no sería el típico traje negro que luciría para la fiesta. Si bien era un estilo que me acomodaba tanto por el color como por lo ajustado del modelo. Decidí sorprender a Andrés y también sortear un desafío.
Elegí un vestido de seda muy ligero de rojo intenso que no siendo demasiado ajustado daba esa imagen de que moldeaba a la perfección mis cuerpo.
Sin embargo el detalle de tener un pronunciado escote en la espalda que llegaba hasta el nacimiento del coxis, sin duda era su atractivo más sugerente. Eso daba a entender a todas luces que a lo menos no llevaba sujetador puesto.
Me puse un par de medias con borde de encaje que se pegaba a mi piel sin dificultad y que permitía no llevar ropa interior.
Aretes pequeños y brillantes, labial al tono del vestido y zapatos de tacón rojos fueron los accesorios perfectos al look.
Con el cabello muy bien tomado en una coleta y el clutch negro que mi amiga Muriel me había traído de España como regalo de cumpleaños, corrí de prisa al auto.
Andrés no hizo ningún gesto al verme subir. Ni un músculo se movió de su rostro y no puedo negar que me parecía muy poco gentil.
Habíamos quedado de pasar a buscar a Maite así es que durante el camino marqué su número y la puse en el altavoz del auto.
-¡Querida llegamos, estamos afuera! – le dije apurándola.
-¿Andrés, estas por ahí?- respondió con una pregunta.
-¡Por supuesto que estoy aquí, este auto no se maneja por control remoto! ¡Por Dios que pregunta más tonta! Si Maite, sal pronto que nos queda poco tiempo – le respondió sin inmutarse.
Maite apareció a la salida de su magnífica y hermosa casa con un ajustado vestido negro con pronunciado escote y joyas que sin duda llamaban la atención.
Con el cabello desordenado fiel a su estilo wet y maquillaje perfecto se ubicó por el lado del conductor haciendo el gesto de bajar la ventanilla metiendo la cabeza por la ventana para besar a Andrés directamente en los labios.
El respondió con cierto grado de ternura y sonriendo complaciente le invitó a que se subiera.
-¡Pensaba que con ese beso a lo menos te bajarías a abrirme la puerta! Pero veo que a pesar de ser delicioso, la galantería no es precisamente lo tuyo querido.
-¡Guau Fabiola, que bella estas! - reacciono Maite con verdadero asombro - ¡Andrés eres un afortunado! ¡Dos mujeres estupendas solo para ti! -
-¿Dos? Solo una y vestida de rojo, Maite – exclamó Andrés sin mirarla.
-¡Esta bien, está bien! No vamos a discutir sobre eso ahora, en realidad para que me tiro del avión sin paracaídas.- ¡Ya! conduce con cuidado - exclamó en tono de mandato que Andrés tomo con humor.
Llegamos puntualmente al exclusivo salón de eventos donde se realizaría la fiesta.
Bernardita nos había comentado que había trescientas personas invitadas y entre los confirmados estaba Derek Radenmachen y su esposa Valeria.
A nuestra llegada fuimos presentados por Bernardita como amigos personales y futuros benefactores de la Fundación.
Al ingresar al recinto, una de las anfitrionas nos hizo entrega de los antifaces seleccionados para nosotros previa transferencia a la Fundación de $ 1.000.000 pesos cada uno. Bernardita había insistido que nos devolvería el dinero de la donación. No era la idea que en esta operación incurriéramos en gastos innecesarios.
Maite se tomó de un brazo de Andrés y yo del otro. A paso lento y seguro entramos al lujoso salón donde se encontraban grandes empresarios, renombrados artistas, uno que otro deportista y entre toda esa multitud de gente empezamos a buscar nuestro objetivo.
Maite no disimulaba el placer de ir colgada del brazo de su amigo y se contoneaba con elegancia y sensualidad. Pero Andrés estaba más pendiente de la llegada de Derek que de los coquetos movimientos de su amiga.
Estábamos en el salón conversando con Bernardita cuando decidí ir a retocarme el maquillaje y dando la vuelta le susurré a Andrés al oído hacia donde me dirigía.
Pude sentir claramente como sus ojos se fijaban en mi espalda desnuda así es que con intención camine cadenciosamente y sin apuro para que pudiera deleitarse con el vestido en su máximo esplendor.
Entré al baño que se encontraba vacío y luego de lavar mis manos, al levantar la cabeza vi como Andrés me observaba sonriendo a través del espejo.
-¡Qué haces aquí! ¡Esto no es Europa Andrés! ¡Este servicio es exclusivo para mujeres! - exclamé asombrada.
-¡Este baño es nuestro, Fabiola! - respondió haciendo un gesto con el dedo índice para que guardara silencio mientras colocaba el cerrojo a la puerta.
-¡Solo quiero saber si puedo escribir mi nombre en tu espalda! - me susurro al oído acercándose insinuante acariciando mis caderas.
Al sentir sus manos no pude evitar un profundo suspiro y cerrando los ojos me deje llevar por las caricias indecentes y de su agitada respiración. Sus manos subieron sigilosamente por ambos costados para llegar a mis pechos que con la dureza de los pezones dejaba en evidencia que estaba tan excitada como él.
Mordía mi oreja insistente y buscaba entre mis piernas la humedad que ya era evidente.
Metió uno de sus dedos en mi vagina y suspiró extasiado.
-¡Fabiola, Fabiola, no sabes cómo me calientas! Este vestido solo me invita a saborear tu culo una y otra vez. ¡Qué deliciosa eres! -
-¿Y qué estás esperando? - Pregunte desafiante mientras me volteaba para quedar frente a él. De manera sugerente subí lentamente el vestido y me senté en el borde de la superficie de los lavamanos para quedar con las piernas abiertas.
Andrés se arrodilló y con su lengua comenzó a rodear mi clítoris que como un duro botón me hacía gemir cada vez que lo rozaba. Mordía suavemente mis labios y mi vagina se contraía ante cada mordisco como queriéndolo atrapar.
No podía dejar de gemir, no podía contener mi placer y desesperada hice que Andrés se levantara para ser yo la que ahora quedaba de rodillas y mirándolo directamente a los ojos baje la cremallera de su pantalón, baje su ajustado bóxer para dejar delante de mi boca su grandioso y delicioso pene.
Ese pene que parecía el mayor de los trofeos, firme y duro lo podía recorrer con mi boca en todos sus puntos cardinales para luego atraparlo entre mis labios y chuparlo con toda libertad.
Una y otra vez subía y bajaba con mi lengua para hacerlo aún más grande y turgente hasta que intuyendo que pronto se iba a correr, me levanta de una vez y de espaldas abre mis piernas y me embiste sin aviso. Quede inmóvil hasta que sus caderas me marcaran el ritmo. Entraba y salía de mi culo con la fiereza propia del deseo que nos consumía. Hasta que en un ahogado gemido me deje llevar por la excitación y me comencé a correr descontroladamente. Entre la marea de mis orgasmos pude sentir como el pene de Andrés se contraía con fuerza soltando todo su semen al interior de mí ano.
El ruido que hacía la puerta al intentarse abrir fue la señal para volver a la realidad y acomodándome rápidamente la ropa saqué el cerrojo de la puerta y Maite entró apresuradamente al baño.
-¡Lo sabía! ¡Que ni el baño se salve de sus calenturas! ¡Qué parcito por dios! Arréglense de una vez que nuestro invitado acaba de llegar a la fiesta.
-¡Ya pues vístanse rápido! Y por favor traten de disimular la sonrisa que tienen que los llego hasta a envidiar.
-¡Andrés apresúrate! ¡Déjame que te suba esa cremallera del pantalón, hombre por dios! – terminó por decir Maite ayudando entusiasta y generosamente a introducir debajo del bóxer el pene que aún mantenía parte de su erección. – ¡Dame un segundo! – exclamó Maite aún con el pene de Andrés entre sus dedos – Déjame que lo limpie un poco, está todo mojado – pasándole papel higiénico por todo el contorno del glande – ¡Listo, ahora vamos! -
Efectivamente Derek Radenmachen había ingresado al salón principal elegantemente vestido y cubierto con el antifaz que le habían asignado para el evento. De su brazo se encontraba su mujer quien glamorosamente lucia su hermosa máscara veneciana de vivos y brillantes colores azules y dorados.
El hombre se presentaba con gran parsimonia ante los invitados, al llegar a saludar a Bernardita Maite aprovechó la oportunidad y sin disimulo agregó.
-¡Vaya, pero si usted es el famoso Derek Radenmachen! –
El hombre dudó por unos instantes y fijando intensamente sus ojos azules en Maite, le preguntó.
-¿Nos conocemos? –
-¡Para nada querido! – Contestó Maite mirándolo de soslayo - Lo único que sé es que eres el marido de esta hermosa mujer – Saludando a Valeria con dos besos al estilo europeo –
-¡Querida eres guapísima! -. Las fotos en las revistas no hacen honor a tu belleza – tomándola del brazo y susurrándole al oído – Mas tarde nos tomamos unas copas juntas y te pongo al tanto de todos estos personajes. Te encantará saber de ellos –
Bernardita nerviosa le da la bienvenida a los Radenmachen y los invita a pasar al salón. – Por favor disfruten de la velada y muchas gracias por su presencia, es muy importante para nosotros –
Una vez solas, Bernardita tomó del brazo a Maite y le dice
-¡Estás loca Maite!, como se te ocurre presentarte así como así y hacer semejante estupidez. ¡Si te llega a reconocer todo esto se va a la misma mierda!-
-Pero no lo hizo Berny, tranquila.- respondió Maite con una gran sonrisa guiñándole un ojo - Solo me quería acercar a su esposa para después robársela por un rato y que Andrés lo pudiera abordar libremente. ¡Tranquila amiga, loca y caliente, pero no tonta! –
De pronto se apagaron las luces y empezó a sonar la música del “El fantasma de la ópera” y un grupo de cantantes y bailarines comenzaron a interpretar “Masquerade”. Espectáculo muy ad hoc al momento.
Era una súper producción. No se había escatimado en gastos para la realización del evento.
La velada transcurrió tranquilamente, el buffet era totalmente gourmet y las copas no se alcanzabas a vaciar cuando ya tenías otra en la mano. Después del espectáculo de máscaras, tomó el mando de la diversión un reconocido DJ que empezó a animar la velada. Qué decir de la ambientación. Luces robóticas laser, muchos Par LED, múltiples foco (Beam, Wash, Spot) hasta el Tilt y Pan en el movimiento hacían que el lugar fuera una auténtica locura visual y de colores. La alegría desbordaba el salón, algunos bailando, otros conversando y los más. Haciendo negocios.
Junto a Andrés y Maite no le perdíamos pisada a los Radenmachen. Nos habíamos convertidos en su sombra.
Luego de interactuar con muchas personas los Radenmachen salieron solos a la terraza y se pusieron a conversar y reír entre ellos.
-¡Ahora chicas!, - exclamó de pronto Andrés - ¡es nuestra oportunidad! Ustedes llévense a Valeria a otro lugar para hablar a solas con Derek ¡Vamos! –
Ambas con una copa de espumante en la mano nos dirigimos a la terraza saludando a todos los que pasaban por nuestro lado hasta que llegamos junto a ellos.
-Valeria, que gusto nuevamente de volverte a ver querida. ¡Grandiosa fiesta! ¿No crees?- exclamó Maite mirando hacia el interior.
-¡Pues sí, estupenda! – contestó escuetamente Valeria.
Maite la toma del brazo y le dice - Valeria, te voy a presentar a mi mejor y más guapa amiga. Ella es la doctora Fabiola C. –
-¿Doctora? – me pregunta extendiéndome su mano derecha para saludar.
¡Medica Obstetra! – exclamé sonriendo tomándole la mano.
Te ves muy joven para tener ya una especialidad – exclamó Valeria sin soltar mi mano
-Derek Radenmachen miraba silenciosamente a Maite, como escrutando en su mente de donde conocía a esa mujer que no pasaba desapercibida.
-¡Que aburrida es esta parte de las presentaciones! – Interrumpió Maite sin soltar el brazo a Valeria - Si el señor lo permite – dirigiéndose a Derek - nos gustaría presentarle a su mujer a la creadora de este maravilloso evento y directora de la Fundación. Su amistad puede abrir todas las puertas que su imaginación pueda desear –
Valeria miró sonriente a Derek en busca de su aprobación. Este asintió con la cabeza y las tres tomadas del brazo volvimos a entrar al salón.
Segundos después Andrés se sentó en silencio al lado de Derek. Durante unos instantes permaneció callado mirando el infinito bebiendo de su vaso hasta que mirando a su compañero de asiento le preguntó.
-¿Cómo te debo llamar bajo estas circunstancias? Sr. Radenmachen, Derek o Maestro –
¡Perdón, no lo entiendo! – exclamó desconcertado Derek
¡Supongo que la bella y encantadora dama que lo acompaña no es Madame Bovary! – Exclamó sonriendo Andrés sin dejar de mirarlo.
-¡Creo que me está confundiendo señor, no sé de qué está hablando! – levantándose del sillón con la intención de marcharse.
- ¡Siéntate Derek! – Le ordenó tajantemente Andrés – no te intentes levantar a no ser que quieras que tu encantadora esposa sepa de tus andanzas nocturnas acompañado de una voluptuosa y sensual damisela-
-¡Quien eres y que quieres! – exclamó de pronto Derek recobrando la compostura sentándose tranquilamente al lado de Andrés.
-Ahora recuerdo bien quién eres y la puta que te acompaña – dijo largándose a reír. – ¡menudo para de aficionados!-
- Sabes una cosa imbécil, metete tus amenazas por donde quieras. Cuéntale a Valeria lo que quieras. No te creerá absolutamente nada. ¡Nada, entiendes imbécil! – Acaso piensas que eres el primero que viene con chismes absurdos intentando sacar dinero. Vamos te acompaño para que la puta que anda contigo le cuente todo lo que quiera ¡Vamos idiota, te acompaño donde ella! – dijo casi gritando.
Andrés sin inmutarse ante los insultos y amenazas empezó a dibujar en el aire un titular.
-Prestigioso empresario es sorprendido organizando orgias sadomasoquistas en compañía de una misteriosa dama. Y más abajo unas explicitas fotos a todo color con tu imagen en un primer plano. ¿Qué te parece Derek? Y eso sería solo en los periódicos, para que te cuento como arderían las redes sociales. Videos en YouTube e Instagram, Twitter y donde se me ocurriera publicar. Serías famoso y no propiamente por tus negocios. Tu mundo se vendría abajo estimado amigo y para que te cuento el de Valeria. Imagina que a tu querida esposa se le cerrarían todas las puertas sociales de este país. Y tus hijos, imagina como sería su vida diaria en ese prestigioso colegio donde estudian. Los niños son muy crueles a esta edad. La verdad es que no me gustaría estar en el pellejo de ninguno de ellos por culpa de su bienaventurado y santo padre - ¡No me jodas Derek y tampoco me amenaces! ¡Así que siéntate! -
-¡Toma y mira! Esta es una pequeña muestra del material que tengo para que empecemos a conversar – Entregándole un set de fotografías – También tengo algunos interesantes videos –
Derek Radenmachen empezó a palidecer mientras miraba una a una las fotos. Una vez que las vio todas se las devolvió a Andrés y le dijo.
-¿Cuánto quieres por todas las fotos? –
- La verdad que el dinero no me interesa. Por ahora solo quiero conversar. Después veremos que necesito, pero hay una cosa que me intriga. Tienes mucho dinero, incluso más del que necesitas ¿Porque chantajeas a tus invitados cobrándoles millonadas después de drogarlos y denigrarlos?- preguntó Andrés sin dejar de mirarlo fijamente.
-¿Cómo sabes eso? – preguntó inquieto mirando cómo lentamente se acercaban riendo con una copa en la mano Fabiola, Maite y Valeria.
-¡Se muchas cosas, tantas que ni siquiera imaginas! – exclamó Andrés en tono amenazante.
-¡Hagamos algo! – Exclamó nerviosamente Derek viendo cómo se acercaban las chicas – Te espero el Lunes a las 10 am en mi oficina y conversamos tranquilamente sobre este tema – Pasándole una tarjeta de presentación –
Andrés tomó la tarjeta, la miró por unos segundos y le dijo. – Ok. Derek, estaré en tu oficina el lunes sin falta. Pero una cosa, si me estás engañando para ganar tiempo te vas a arrepentir el resto de tus días, porque no habrá otra oportunidad y tu vida me encargaré personalmente de que se convierta en un infierno -
-¡Lo sé, quédate tranquilo! Aunque no lo creas quiero hablar contigo y contarte algunas cosas. Te espero sin falta el lunes- termino Derek por decir.
-Veo que ya conociste al señor Radenmachen – exclamé haciéndome la sorprendida – Te presento a Valeria, su encantadora mujer –
-Encantado – exclamó Andrés extendiéndole la mano
-Mucho gusto – contestó Valeria – Tanto Fabiola como Maite me han hablado maravillas suyas, ¿será cierto todo lo que han dicho de usted? – preguntó con una agradable sonrisa
-Depende de lo que le hayan contado. Estas dos juntas son muy pícaras y traviesas – contestó riendo guiñándome un ojo.
-Por favor trátame de tu, tanta formalidad no me gusta. Además con Fabiola, Maite y Bernardita, que por cierto es encantadora, hemos quedado de organizar una fiesta en nuestra casa para celebrar tu cumpleaños. ¿Qué te parece, querido? – preguntó sorprendiendo a Derek quien estaba distraído de la conversación.
-Sí, sí, me parece bien – exclamó Derek de forma mecánica.
-OK, chicas, es hora de que nos retiremos – exclamó Andrés mirándonos a ambas.
-¡Ha sido un verdadero placer conversar contigo Derek! Entonces quedamos para el lunes- se despidió Andrés dándole la mano.
-¡Qué bien! – Exclamó Valeria – veo que también congeniaron y harán negocios juntos –
-Por supuesto Valeria, de eso no te quepa la menor duda. Espero que muy buenos negocios. Buenas noches a ambos. –
-¡Las llamo la próxima semana y no juntamos a tomar un café! - grito Valeria cuando ya nos estábamos alejando.
Maite y yo nos dimos vuelta sonrientes y le tiramos un beso con la mano.
Caminamos en silencio hacia el auto. Una vez acomodados dentro grité - ¡No puedo aguantar más, lo tienes que contar todo con detalles! ¿Cómo te fue? ¡Habla por favor! ¡Andrés, por favor deja de reírte! -
-¡Bien, me fue bien!- dijo estirándose en el asiento, sacándose la pajarita y desabotonando los tres primeros botones de su camisa.
-¡Uffff, libre por fin! Este disfraz ya me tenía agobiado – decía mientras nos miraba riendo.
-¡Pero habla de una vez hombre por dios! – gritaba Maite
¡Creo que necesito unos masajes! – Dice riendo estirando a mas no poder sus brazos – todo esto me tenía muy nervioso y tenso –
Te hago lo que quieras – dice Maite – si quieres te hago una mamada aquí mismo, con el permiso de Fabiola por supuesto, pero cuenta de una vez por todas –
-¡Está bien! – nos dice acomodándose en el asiento mirándonos a las dos – Al principio lo negó todo e incluso me amenazó, pero lo fui desarmando poco a poco hasta que me citó a su oficina el próximo lunes para que conversemos sobre el tema. En realidad no afirmó ni negó nada, pero cuando lo amenacé con hacer público y exponerlo ante su familia con todo el material que tenemos fue cuando cedió a que nos reuniéramos. Le mostré algunas de las fotos e incluso me ofreció dinero. Supongo que por nuestro silencio.
-¡Que más! – insistí a que siguiera contando
- No hay nada más Fabiola, eso fue todo. Pero todo esto me sigue sin cuadrar. Cuando le pregunté por los chantajes se sorprendió bastante y me preguntó cómo sabía todo eso. No me alcanzó a responder porque justo aparecieron ustedes. ¡No lo sé, pero hay algo raro en todo esto!
-¿Le pediste las fotos de la Cony? – inquirió rápidamente Maite
-¡No era el momento adecuado! Primero teníamos que tener la certeza de que íbamos por el camino correcto. El lunes en su oficina daremos el siguiente paso.
-¡Uhmmm, tienes razón! – exclamé meditativa
-¡Es temprano aun, así que esto lo tenemos que celebrar! – Exclamó Maite risueña – Donde, ¿en mi casa o en la de ustedes? Aunque en mi casa sería ideal, queda cerca y en el camino ¿Qué les parece una copa? –
-¡Yo por esta vez paso! - Respondí quitándome los zapatos - Estoy muerta y mañana tengo programada una cesárea para la cual debo tener todos mis sentidos en perfectas condiciones -
- Jajajajajajaa- soltó Maite de buena gana una carcajada – claro que debes estar muerta con el tremendo polvo que se pegaron en el baño ¡par de calientes! -
-Y tú mi adorado bombón ¿también estás muerto como para ir por una copa conmigo? - Continuó Maite mientras pasaba su mano entre los asientos para acariciarle las entrepiernas.
-Te pasaremos a dejar a tu casa Maite y sí, creo que nos vendría bien un poco de relajo y una copa. Ok. Maite aceptamos tu invitación ¡Vamos Fabiola, animo! ¡Solo una copa! - Exclamó entusiasmado acariciándome insinuante por sobre la rodilla.
Durante el trayecto Maite estaba bastante sobreexcitada y pasada en revoluciones. Cantaba y bailaba a viva voz una de nuestras canciones preferidas sacando medio cuerpo por el Sunroof del auto.
-¡We could've had it all
Rolling in the deep
You had my heart inside your hand
But you played it with a beating! -
No podíamos contener la risa por la escasa afinación musical de nuestra amiga, pero sin duda tenía una personalidad fuera de serie.
Llegamos en la madrugada a su casa y en total silencio bajamos del auto para no despertar a los vecinos.
Entramos a la terraza por el estacionamiento y nos ubicamos cerca de la piscina. Fue inevitable no rememorar en mi mente la fiesta que tuvimos en aquel lugar cuando conocí a Alex y Paloma.
Estaba pensando que había sido de esa hermosa chica cuando Andrés me abraza por la espalda e intenta tirarme al agua.
-¿Nos damos un chapuzón? - Susurro Andrés insinuante.
-¡Yo encantada acepto! - respondió Maite por el otro lado entregándome una copa de espumante y un generoso vaso de Whisky para Andrés.
-¡Pero están locos! ¡Son casi las dos de la mañana! – Exclamé sonriente – Maite ¡No paras nunca, tu energía jamás se agota, pareces el conejito de las pilas! -
- ¿Yo? La vida es una sola querida y en este momento necesito un chapuzón. ¡Andrés vamos! ¡Fabiola, ven! -
Maite se sacó el vestido y desnuda se tiró un perfecto clavado en la piscina. Andrés bastante relajado se dejó llevar por el entusiasmo y sin pudor se quitó la ropa para también meterse al agua.
Maite no perdió la oportunidad y nadó para colgarse del cuello abrazándolo entre sus piernas haciendo un koala.
-¡Cuidado que me ahogo! – Gritaba risueñamente Maite.
Miraba a la pareja como chapoteaban dentro del agua y no dudé un instante sobre las intenciones de Maite, que si bien era nuestra fiel y leal amiga, sabía perfectamente que Andrés era su debilidad y obsesión.
Entonces me puse de pie lentamente al borde de la piscina y me comencé a sacar el vestido de forma insinuante para que Andrés me prestara atención.
No fue difícil que notara mi intención de seducirlo y comenzó a aplaudir mi actuación.
-¡No sabes cuánto me calientas verte así, Fabiola! Ven - dijo Andrés ya totalmente excitado.
Me lancé al agua y rápidamente me integré al juego.
Andrés me beso apasionadamente mordiéndome los labios mientras que con sus dedos exprimía mis pezones con suavidad.
Maite aprovechó la oportunidad para tomar entre sus manos el tremendo pene erecto de Andrés y lo comenzó a masturbar. Este metió los dedos dentro de su vagina logrando que sus gemidos fueran aumentando en intensidad. Maite y Andrés se estaban masturbando mutuamente.
Al ver cómo ambos se complacían no pude evitar sonreír por las ironías del destino y me comencé a masturbar suavemente sin dejar de mirar cómo gozaban de sus cuerpos.
Andrés tomó a Maite sacándola del agua, la sentó en el borde de la piscina y le abrió las piernas.
Con medio de su cuerpo metido en el agua comenzó a lamer su clítoris, morder sus labios y sus entrepiernas hasta que ella comenzó a perder el control moviendo sus caderas al ritmo de la lengua de Andrés. En un momento curvó su espalda y suspendida en el aire se comenzó a contraer en un intenso y prolongado orgasmo que la hizo perder la respiración.
Luego Andrés rápidamente llegó hasta donde estaba y tomando mis caderas me volteo para dejar mi culo frente a su pene.
Empezó a jugar rozando su glande lentamente en mi ano hasta hacerme rogar que no acrecentara más la espera y me penetrara de una vez.
-¡Por eso me gustas tanto Fabiola! ¡Siempre sabes lo qué quieres! - Y sin más palabras me embistió sin darme tregua una y otra vez hasta que las deliciosas contracciones resultantes de un potente orgasmo me hicieron caer rendida.
Andrés salió del agua con su pene duro y erecto y se dirigió dónde estaba Maite bebiendo de una copa y mirando sonriente como follábamos dentro de la piscina.
Se paró frente a ella mientras me llamaba para que también me acercara y me reuniera con ellos. Una vez los tres juntos le dice a Maite – ¡Ponte de rodillas, cierra los ojos y escucha!
Maite obedientemente se arrodillo y cerró los ojos.
-¡Te has portado bien, has sido leal con nosotros dos y sobre todo con Fabiola que es lo que más me importa, eres una incondicional y buena amiga. ¡Por eso te voy hacer un regalo que estoy seguro te gustará! -
¡Pero hay una condición! -
-¿Cuál es? – susurró Maite con la voz entrecortada presa de la excitación.
-Puedes ser siempre tú misma, loca, divertida, caliente, juguetona, provocadora y todo lo que quieras pero ¡No quiero que me acoses nunca más delante de otras personas! –
-¿Hay trato? – preguntó Andrés aun con su pene erecto.
-De acuerdo- susurró Maite
-¡Muy bien, Mantén los ojos cerrados! -
- ¡Fabiola, mastúrbame, hazme gozar como solo tú lo sabes hacer!-
Tomé su pene entre mis manos y lo comencé lentamente a acariciar, lo apreté y lo empecé a masturbar de arriba, abajo, abajo hacia arriba, cambiando el ritmo en la medida de cómo su respiración se iba agitando. A veces lento otras más rápido y así sucesivamente. Luego de unos minutos dice – ¡Ahora Fabiola! –
Tomó su pene con su mano, apunto al rostro de Maite y empezó a escupir una y otra vez sobre su cara cubriéndola por completo de su caliente semen. Maite instintivamente abrió su boca recibiendo dentro de ella algunas gotas del exquisito elixir que manaba de Andrés.
Maite abrió sorprendida sus ojos y sonriente empezó a esparcir todo el semen por su cara y todo lo que quedaba en sus dedos lo saboreaba dentro de su boca.
-Hace bien para el cutis- Dijo mirándonos inocentemente para luego soltar una carcajada a la vez que continuaba feliz esparciendo los restos de semen por toda su cara.
Después de un rato los tres brindamos relajados.
-¡Porque esta hermosa amistad sea eterna! - Dijo Maite levantando su copa - Porque con este par de amigos jamás se pasan penas. ¡Pero si penes! – Jajajaja.
El lunes a las 10 en punto Andrés estaba delante de la imponente oficina de Derek Radenmachen. Su secretaria amablemente le ofreció un café mientras esperaba hasta que de pronto le dice.
-El señor Radenmachen lo recibirá ahora, adelante por favor –
Derek esperaba de pie detrás de su gran escritorio de vidrio. Al ver a Andrés lo salió a recibir extendiéndole la mano para saludarlo a lo que exclamó.
-¡Acabemos de una vez con todo esto! ¡Que es lo que quieres! ¡Dame una cifra y te lo daré de inmediato! – exclamó volviendo a sentarse detrás de su escritorio sacando un talonario de cheques.
-Por dios que antiguo eres Derek, los cheques ya no se usan para nada – dijo sonriendo Andrés mientras se sentaba en la silla que quedaba al otro lado y continuó - Se hacen transferencias electrónicas, de la misma forma como chantajeas después de drogar a los invitados a tus orgías. Aunque supongo que ellos no tienen una cuenta en Panamá. Y que algo te quede claro. ¡Lo que menos me interesa es tu puto dinero! ¡Así que no me vuelvas a intentar sobornar! -
Derek soltó lentamente la lapicera MontBlanc con pluma de oro con la que iba a escribir el cheque y empalideció.
-Sabes Derek, está reunión está bastante aburrida y se está alargando demasiado. Soy un hombre bastante ocupado e impaciente así que voy a ir directamente al grano. – dijo Andrés molesto elevando el tono de voz
-A una de tus fiestecitas invitaste a una querida amiga a la cual la drogaron, violaron y más encima la fotografiaron en poses bastante indignas y denigrantes para posteriormente chantajearla con hacer públicas las fotos a cambio de una cuantiosa suma de dinero. ¿Continuo?, porque tengo mucho más todavía – preguntó Andrés.
Derek escuchaba pálido sin poder decir nada en su defensa hasta que de pronto dice.
-Siento mucho lo de tu amiga, pero no tengo nada que ver con eso –
-¡Ok, Ya me aburriste Derek, te haré famoso! – dijo Andrés levantándose abruptamente de la silla.
-¡Por favor siéntate y escucha! – dijo en tono suplicante.
-¡Derek, Es tu ultima bala, úsala bien! – Remató Andrés sentándose nuevamente - ¡Te escucho! –
-De verdad Andrés, siento mucho lo de tu amiga pero no tengo nada que ver con el tema de los chantajes. ¡Soy una víctima al igual que tu amiga! – exclamó Derek bajando la cabeza.
-Me debo haber levantado esta mañana con cara de estúpido – exclamó molesto Andrés -¿Por quién me estas tomando? ¡Esa no te la crees ni tú mismo! ¡Vamos Derek, lo puedes hacer mejor! ¡Cuéntame algo que me crea de verdad y no esa estupidez! ¡Estas insultando mi inteligencia! ¡Vamos que puedes! –
-¡Te estoy diciendo la verdad! – ¡Piensas que quiero arriesgar toda mi vida y mi familia diciendo algo que no sea cierto! ¡Es la verdad! –
-¡Ok, eres una víctima de todo esto! Entonces el que sale sonriente y feliz en las fotos vejando a mi amiga es Santa Claus - ¡Ya me estoy creyendo de verdad que hoy amanecí con cara de tonto! –
-Mejor empiezo por el principio – dice Derek – ¡Voy a confiar en ti! mi vida y mi familia están en tus manos. ¡No sé por qué mi instinto me dice que eres buena persona! –
-¡Joder que dramático! ¡Ya menos azúcar y empieza hablar de una puta vez! – exclamó Andrés perdiendo casi la paciencia.
- Hace algún tiempo conocí en un evento social a la que ustedes conocen como Madame Bovary. Tuvimos un intenso romance clandestino ya que ella también es casada. A veces me acompañaba en mis viajes de negocios y le verdad es que disfrutaba mucho de su compañía. Una mujer culta, bella, refinada, divertida y muy alegre. Pero tenía algo que me fue seduciendo paulatinamente. Le gustaba el sexo fuerte y duro. No conocía para nada ese tipo de prácticas. En realidad mi vida era bastante normal y rutinaria. Pero te debo dejar algo muy claro. Amo a mi esposa y a mis hijos. Pero esa práctica me empezó a gustar cada día más y empecé a depender emocionalmente de ella. Un día cualquiera, me invitó a una fiesta especial. Mi primera experiencia BDSM grupal y también practique el spanking con otra chica. Para ser sincero ese poder que se siente sobre otra persona no lo compra el dinero. Me gustaba esa sensación, no lo voy a negar. Así que poco a poco empecé a asistir de forma asidua a sus fiestas hasta que fui parte de importante de ellas. Las empecé a organizar. Hasta ese momento no sabía en lo que me estaba metiendo. Para mí era solo diversión y porque no decirlo. Madame Bovary me tenía loco y me dominaba con su sexo. En sus fiestas pasaba de todo lo que puedas imaginar. Lo que quisieras lo tenías. La mayoría de las veces las fiestas se convertían en unas bacanales orgias donde todos tenían sexo con todos sin distinción de ninguna especie. Mucha drogas, Mucho alcohol y demasiado sexo.
Una noche que estábamos solo los dos en una sesión especial de intercambio de roles donde estaba haciendo el papel de sumiso atado a una barra y ella vestida con una atuendo rojo de látex, me propuso mientras me daba latigazos que podríamos hacer una sociedad y ganar dinero organizando estas reuniones sexuales. Le dije que para mí era una diversión y que no necesitaba dinero. Entonces fue cuando me dijo que ella si lo necesitaba porque su marido estaba pasando un mal momento económico ya que había perdido casi todo especulando en la bolsa y ella no podía bajar su estándar ni calidad de vida. Le propuse hacerle un préstamo hasta que se recuperara o mantenerla sin que mis contables notaran fugas demasiado altas de dinero sin explicación. Mi fortuna no es solo mía, mi mujer posee el 49% de las acciones de todas las empresas así que tiene personas de su confianza en el directorio. No es porque desconfiemos el uno del otro, sino que todas las decisiones empresariales las tomamos juntos y de forma unánime. Valeria puede parecer una mujer frívola pero es brillante y fría a la hora de hacer negocios. Bueno, sigo. No aceptó ninguna de las dos propuestas, ella no quería depender de nadie e insistió en que nos asociáramos en la organización de los eventos BDSM donde traficaríamos y venderíamos droga además de contar con un nutrido catálogo de prostitutas y prostitutos de alto nivel-.
Derek se levantó de su sitio, bebió un vaso de agua y continuó.
-Esta mujer me tenía loco, me dominaba como quería. Así que le hice un plan estratégico de empresa bastante básico, le abrí una cuenta en el extranjero y le aporté el primer capital para que empezara. A excepción del tema de las drogas todo lo demás me gustaba. Era diferente a todo lo que hacía rutinariamente en mi vida.
Creamos toda una infraestructura empresarial con su respectiva página web y extenso cuestionario verificable para invitar a las personas. La idea era ofrecer adrenalina sexual a quien la pudiera pagar. Las dos primeras fiestas fueron todo un éxito y se recaudó bastante dinero. Pero esta mujer es insaciable económicamente así que fue a por más. Contrató un equipo de seguridad expertos en vigilancia electrónica y a un hacker. –
-No imaginas la cantidad de personas sexualmente insatisfechas que buscan cosas diferentes. Cada vez que publicábamos una invitación a una fiesta eran cientos los que se inscribían y el equipo de seguridad investigaba exhaustivamente cada solicitud y seleccionaba solo 60 invitados previo pago de una alta cuota de incorporación. Bueno, para que te cuento el proceso si ya lo conoces. Aunque todavía no sé cómo burlaste todos los controles de seguridad.
Bueno, continúo. Cuando organizamos la tercera fiesta bajo este riguroso sistema de selección incluido el código QR y punto del evento enviados hora antes del inicio, me empecé a dar cuenta que los invitados no eran personas adineradas, sino que simples personas con un buen pasar económico, profesionales con buenos empleos dispuestos a invertir una suma de dinero en una inolvidable juerga sin límites. Fue esa noche cuando conocí a la primera víctima de la burudanga y su propósito. Me horroricé al ver hasta donde había llegado esta mujer en su ambición y lo bajo que había caído para conseguir sus objetivos. En ese mismo instante decidí que no seguiría en esta inmundicia y me largué de la fiesta sin avisar a nadie.
A los dos días llegó un sobre a mi oficina con una serie de fotografías cada una más escandalosa que la otra con una nota que decía solamente “Llámame”.
-¡Parece que eres un tipo fotogénico! Sales en todas las fotos. Podrías abrir una cuenta en Instagram, colgar historias y algunas selfies – exclamó Andrés sin demasiado tino – ¡Disculpa, continua! –
La llamé y me dijo que quería conversar personalmente conmigo. Así que quedamos de reunirnos al otro día en un restaurante.
Me presenté a la hora acordada y ella ya me estaba esperando. Le pregunté molesto que significaba el sobre que me había enviado y simplemente me contestó –Nuestro contrato – es indefinido e indisoluble. Le dije que ya no quería seguir metido en todo eso y que me dejara en paz. Bueno, el resultado de la conversación fue el mismo que contigo. Haría pública toda la información que tenía guardada sobre mí y que además se lo haría llegar a Valeria. Si la abandonaba me iba a arruinar en todo sentido. No sé si fue por cobardía a perderlo todo o porque su sola presencia me doblegaba los sentidos que terminamos la velada en la suite de un hotel.
Fue en ese momento con toda mi voluntad anulada y seducido por su abrumador encanto que empecé a participar decididamente en todas las actividades como El Maestro. Pero solo como anfitrión y a veces, las menos participaba en alguna actividad. Solo sé que drogaban en cada evento a dos o tres invitados y había personas de confianza de Madame Bovary que se encargaban de hacer las extorsiones. Y la verdad, es que no sé quiénes son y tampoco nunca lo quise saber.
-¡Entonces si cumplías solo el papel de prestar tu imagen como El Maestro! ¿Cómo es que apareces en las fotos con tus victimas en poses indecorosas y anuladas de su voluntad por la burundanga? ¡No me parece un rol muy secundario! –
- ¡Fue parte del contrato que tuve que suscribir para que no hicieran efectiva mi garantía! Tenía que participar en alguna actividad de vez en cuando. Así demostraba mi compromiso y lealtad con la empresa y con ella – -¿Te puedo hacer una pregunta? – exclamó Derek
-¡Las que quieras! – exclamó Andrés
-¿Cómo me descubriste? –
- Derek, Derek. El crimen perfecto no existe, solo malos investigadores. Y yo soy muy bueno – contestó Andrés displicentemente. – Siempre quedarás con la duda del error que cometiste para que te descubriéramos –
-¡Y ahora que harás! – preguntó Derek
¡Quiero que me entregues todas las fotos y videos que tengan de mi amiga! Ese es mi único precio y es innegociable - exclamó tajantemente Andrés.
¡Lo haría encantado, pero no puedo! Simplemente porque yo no las tengo –
-Entonces quedamos nuevamente en el punto de partida – exclamó Andrés – Es decir, estás hasta más arriba de los huevos de problemas. Me cuentas una triste y dramática historia de amor donde eres víctima de la malvada bruja que te tiene seducido y hechizado. Tu voluntad totalmente anulada y a su disposición. --¡Vamos hombre! ¡Dame algo más potente! Y deja de imitar a Walt Disney, ya estoy muy grande para ese tipo de cuentos. Porque si no lo haces, saliendo de esta oficina le diré a toda mi gente que te haga mierda en las RRSS. De la prensa me encargo personalmente con algunos editores amigos míos que les encanta escribir historias truculentas de sexo y dinero. ¡Un exquisito manjar para sus lectores! – concluyó Andrés sonriendo irónicamente.
-¡No puedes hacer eso! – Exclamó Derek casi al borde de las lágrimas – Por favor –
Andrés miró su reloj y le dice – Tienes 30 segundos a partir de ahora para que me des una solución. 30, 29,28, 27……-te queda poco tiempo –
¡María Josefina WR, es el nombre de Madame Bovary y vive en Viña del Mar! Está casada con Juan Ignacio RD. ¡Tengo su dirección particular y su número privado de celular! – gritó al instante Derek desesperado.
-¡Ummmm, ya nos empezamos a entender! – dijo Andrés con una sonrisa triunfal en los labios.
-¡Por favor, ayúdame a terminar con toda esta pesadilla! – Suplicó de pronto Derek – ¡Te pago lo que quieras, pero ayúdame! –
Andrés lo quedó mirando por unos instantes y sintió lastima por ese hombre. Era una víctima más de Madame Bovary pero eso no lo exculpaba de todo el daño que había causado. Un hombre poderoso en los negocios pero débil, voluble y manejable en la intimidad.
-Dame unos minutos Derek, debo hacer urgente una llamada – dijo Andrés mirándolo fijamente con suma tranquilidad.
-¡Si, si, por supuesto adelante! – exclamó Derek
-¡Solo! – dijo Andrés sin dejar de mirarlo – Anda a tomar un café, a dar una vuelta por tu imperio o lo que quieras hacer. Té avisaré cuando esté listo para que volvamos a hablar –
Derek asintió con la cabeza y salió de su oficina.
Andrés tomó su celular y efectuó la llamada.
-Hola Fabiola, puedes hablar o estás ocupada… Ok. Te cuento brevemente. Creo que volvimos a fojas cero. Derek es culpable pero no es más que un pelele temeroso de Madame Bovary. Ella es la cabeza e ideóloga de todo esto y es a quien debemos cazar. Es la que maneja todo este negocio y la que tiene las fotos y videos de Constanza….de eso no tengo idea, son otros, no sé quién es el que amenaza y cobra los chantajes. Derek tampoco lo sabe. ¡Ahhh, antes que me olvide! ¿Cuándo es el primer pago de Constanza? … perfecto.
Quiero que reúnas a todas las chicas esta tarde para que analicemos la situación.
Te voy a enviar la grabación completa de la reunión que tuve con Derek… ¡Por supuesto que la grabé!, ¿qué pensaste? que iba a conversar así no más sin guardar una carta que nos pudiera servir a futuro por si acaso. Ahora lo tenemos hasta los huevos. “A confesión de parte relevo de pruebas”. Si nos juega chueco, no solo lo jodemos socialmente si no que lo enviamos directamente a la cárcel. Ok. …vale…yo también te quiero.
Andrés guardó su celular, se quedó unos instantes meditando y mirando la imponente vista de Santiago que se observaba desde la lujosa oficina de Derek. ¿Y ahora que vamos a hacer? Se preguntó antes de avisarle a Derek de que volviera a su despacho.
-Muy bien, ahora podemos seguir conversando – dijo Andrés una vez que Derek se sentó nuevamente en su cómodo sillón ergonométrico.
-Quiero que me cuentes todo sobre María Josefina. Que hace, que le gusta, que come, como viste, que sueña, cuando va al baño. cuando tiene la regla ¡Todo! – Pero antes de que empieces te voy a ser una sencilla pregunta y quiero que seas lo más honesto posible en responder, ¡si puedes ser honesto alguna vez, por supuesto! –
-¡Que sientes por ella! ¿Estás enamorado? – preguntó Andrés
- Como te dije antes, amo a mi mujer y a mis hijos, pero esta mujer me vuelve loco en la cama y pierdo la cabeza cuando estoy con ella –
-¿Estás dispuesto a sacrificarla? –volvió a contra preguntar Andrés
- Por el bienestar de mi familia absolutamente y sin lugar a dudas, SI. Pero siendo sincero, si fuera por mí y sin esta presión de por medio No. -
-¡Entonces estamos en problemas! – Dijo tranquilamente Andrés – ¡Porque voy a ir a degüello por ella y espero que no te interpongas si no quieres salir perjudicado! –
- No lo haré, al contrario te ayudare en todo lo que necesites –
Andrés se quedó por unos instantes mirándolo y le dijo.
-¡Perfecto! entonces, porque tu primer gesto de buena voluntad a esta insipiente sociedad será pagar la primera cuota del chantaje que está sufriendo mi amiga y que vence mañana –
-Ningún problema, dime cuanto es y te transfiero de inmediato la cantidad -
-Primer problema solucionado – dijo Andrés – Ahora cuéntame todo sobre María Josefina. –
Así transcurrió otra hora donde Andrés conoció de primera fuente la vida completa de Cote como la llamaban sus amigos más cercanos, de María Josefina WR. Los que no lo eran tanto y de Madame Bovary en el oscuro mundo de los negocios.
-¡Vaya mujer! – exclamó Andrés cuando Derek terminó su exposición.
Andrés se levantó de la silla dando por terminada la reunión y le dice a Derek – Volveremos a conversar – estrechándole la mano.
Derek lo mira por unos instantes y sin soltar la mano le dice – Ahora que somos socios en esta cacería te voy a dar otra información adicional. Cuídate mucho porque te anda buscando por cielo, mar y tierra. Desde la noche de la fiesta no te ha dejado de buscar. Está obsesionada contigo. Debes ser muy bueno ocultando tu identidad porque hasta ahora no te ha podido encontrar –
-Gracias por la información y no te preocupes, ella no me encontrará sino que yo la encontraré a ella –
“Reunión en el Centro de Operaciones hoy a las 19:00. Es decir, mi casa. No se les ocurra faltar “
Y apreté el botón de enviar en mi celular a cada una de las integrantes de este particular grupo que a estas alturas ya se había convertido en el mejor equipo logístico y de investigación privada.
En menos de un minuto el sonido del WhatsApp no dejaba de sonar. Una y otra preguntaban al mismo tiempo sin dejar espacio para responder.
-¿Qué pasó, ya tienen las fotos? - Preguntó Bernardita
-¿Lo atraparon finalmente? - Preguntaba Constanza
-¡No me digan que escapó el maldito! - Aseguraba Josefina
Y la que no podía faltar - ¡Le cortaron los huevos al Maestro! ¿Los comeremos fritos, revueltos o duros esta tarde? - escribió Maite con su cuota de humor descarado.
Sin embargo, faltando pocos minutos para las seis de la tarde empezó a sonar el timbre de la casa.
Ese sonido constante y molesto me hizo dudar si no serían solo un par de chicos que estaban jugando al rin rin raja.
¡Por Dios quien tiene tanta prisa que se le pego el botón en los dedos! - Reclamé en voz alta.
¡Pues yo Fabiola! - Respondió Bernardita abriéndose paso con sus bolsas de comida hacia la cocina como era su costumbre junto a Josefina y Constanza.
Perdona que hayamos llegado tan temprano, pero no lo pudimos evitar ¡Todo el día pendiente de este tema! ¡Estábamos demasiado inquietas, así que nos vinimos no más! -
¡Hola amigas, adelante, con confianza! -repetía mentalmente en solitario, porque Josefina, Bernardita y Constanza ya se encontraban sacando la comida recién comprada y colocándola en la mesa.
-¿Y Maite? - Pregunté preocupada al no verla dentro del grupo.
-¡Verdad!- Exclamó Josefina percatándose también de su ausencia mientras miraba para todos los lados del salón – Siempre es la primera en llegar a las citas -
-¡Viene en camino! - contestó Constanza algo desanimada - Dice que un par de hijos de puta la retuvieron en la reunión de la tarde en su oficina. ¡Textual, eso dice el mensaje de WhatsApp que me envió! – por si hay dudas. -
Constanza miraba constantemente la pantalla de su celular y no dejaba de teclear distraída del resto del grupo. Su cuerpo estaba con nosotras pero su mente no.
Estábamos concentradas preparando los platos para comer cuando sentimos que se abría la puerta principal.
Pero para nuestra sorpresa Andrés no venía solo. Maite lo traía tomado del brazo y entraba con aire triunfal a su lado.
¿Qué tal queridas? ¿No van a saludar a la estrella de esta misión? - Saludo con aires de grandeza conteniendo su risa.
¡Hola mi amor! - saludé a Andrés con un ligero beso en los labios y preguntándole con la mirada que hacía Maite llegando con él.
Maite venía detrás de mi auto. No podía ser otra persona porque casi me dejó sordo con tanto bocinazo -
¡No exageres querido! Solo fue un intenso saludo de auto a auto - Respondió inocentemente
Mmmmm, veo que Bernardita nuevamente nos agasaja con comida rica -
Mientras Andrés saludaba a cada una con un beso, al llegar a Maite hizo el gesto de saludarla y en vez de hacerlo metió su nariz oliendo una de las bolsas.
-¿Que no me vas a saludar? Insistió Maite rodeándolo por la espalda.
¡Ya nos saludamos fresca! – Respondió riendo Andrés – ¿O quieres que te salude como la otra noche en la piscina? - Siguiendo el diálogo en tono delator.
Creo que en este momento que no es necesario, Andrés – respondió algo sonrojada – pero te puedo asegurar que mis arrugas son ya casi invisibles y otra dosis de esa maravillosa crema no me
vendría nada de mal. Así que cuando quieras me la regalas nuevamente, querido – terminó Maite por decir tirándole un beso.
No pude contener la risa junto con Andrés, pero el resto se miraba sin comprender el motivo de nuestra conversación.
¡Sabia que no te olvidarías de mí, adorada Berny! - Exclamó Andrés sacando con un tenedor un tremendo trozo de filete recién asado.
¡Por supuesto! – Complacer tus gustos cavernícolas es parte del cariño que te tengo, querido – dijo largándose a reír.
-¡Bueno Bernardita!, ya hablamos el fin de semana respecto a la fiesta, pero te quiero dar las gracias públicamente delante de todas. ¡Resulto todo un éxito!-
-¡Ya lo creo, muy buen pero muy buena! – exclamó sonriente Maite desde el otro extremo de la mesa.
- Andrés porque no empiezas mientras comemos y nos cuentas que pasó en la reunión de esta mañana con Derek Radenmachen – manifesté ansiosa por conocer más detalles
-¡Ok, pero antes les debo dar una excelente información entre tanta mierda en la que hemos estado metido! – exclamó Andrés mirándonos una a una.
- ¡Constanza, no te preocupes más por el pago! Este ya fue realizado, así que por ahora relájate y quédate tranquila. No me preguntes del cómo se hizo porque no tiene mayor relevancia ¡Lo verdaderamente importante es que tenemos que solucionar a la mayor brevedad posible lo que viene por delante! Y para lograr eso las necesito a todas concentradas y comprometidas. – terminó por decir Andrés.
Constanza al escuchar la noticia abrió los ojos, se llevó las manos a la cara y se largó a llorar desconsoladamente. Todas corrimos donde ella, la abrazamos y lloramos juntas de tranquilidad, emoción y alegría.
Mientras tanto, Andrés nos miraba a todas y comía relajadamente su filete.
Una vez que estábamos todas más tranquilas y relajadas proseguimos con la reunión. Ahora en un ambiente risueño, festivo y distendido.
-¡Bien chicas! pongámonos serios, por favor- gritaba Andrés tratando de que volviéramos al orden.
- Van a escuchar el audio de la reunión que tuve con Derek Radenmachen esta mañana. Después que terminemos de oír la grabación, les tengo que contar de otro personaje que salió a la palestra y es el más importante de todos. Esa parte de la historia no la tengo grabada porque me quedé sin batería en el celular. Lo siento. – Se quejaba Andrés mientras conectaba vía Bluetooth el audio de su teléfono a un equipo Bosé.
Escuchamos en completo mutismo la grabación hasta que terminó. Josefina rompió el silencio con un – ¡Maldito hijo de puta! –
¿Y quién es la cabrona de Madame Bovary? – Preguntó Bernardita – y disculpen el vocabulario, pero todo esto me descompone -
-¡Ahora les cuento quien es! – Exclamó Andrés – Esa es la segunda parte de la historia.
- Esa mina tetona no le quitó el ojo de encima a mi bombón la noche que fuimos a su fiestecita. Me descuido un segundo y se lo come entero ¿No es cierto lo estoy diciendo, Andrés? – preguntó Maite.
Andrés la miró, sonrió, meneó la cabeza y prosiguió con el relato detallando todo lo que le había dicho Derek Radenmachen.
Bueno chicas, a quien debemos cazar es a María Josefina WR o Cote para sus amigos. Ella es nuestro objetivo y vive en Viña del Mar. Les recuerdo que es una mujer de la alta sociedad viñamarina, aunque venida a menos y eso la convierte en peligrosa. Además cuenta con muchos contactos importantes.
-¡Escucho sugerencias! – exclamó Andrés mirándonos a todas.
-¡No sé!, podría hablar con mi padre y llegar a ella a través de su marido – manifestó Bernardita.
-Es una buena posibilidad, pero cuál sería el motivo de tu papá para llegar a ella. Porque tu padre podría hablar de negocios con su marido, pero de su mujer. No lo sé. Aunque no lo descartemos a priori. -
-No se me ocurre nada – a lo más investigar por Internet y eso – respondió Josefina levantando los hombros.
- ¡Yo tengo una idea! – Gritó de pronto Maite – una graaan idea que la hizo levantarse de su silla.
-¡Una idea que en lo que a mí concierne me repugna! puajjj y a mi hermana Fabiola le dará más asco todavía – dejando las siguientes palabras en el aire
-¿Cuál es esa gran idea Maite? – interrumpió extrañado Andrés
-¡Que seas tú la carnada, querido! – remató seriamente
¿Pero que está diciendo Maite? – Salté molesta – ¡que ocurrente amaneciste hoy!-
Pero si tiene unas ganas locas de comérselo –dijo Maite seriamente – Pongámosle el bocado en la boca – y listo ¡Pesca segura! -
-¡No me parece tu idea, Maite! - respondí con actitud indiferente – ¿Alguien tiene otro ingenioso aporte que hacer? - Intentando obviar a Maite - Entonces ¡No se habla más del tema! ¿Alguien tiene otra idea menos descabellada? – pregunté molesta a todas mirándolas fijamente una a una.
Andrés observaba en silencio la escena con cierto aire de desconcierto hasta que dijo tranquilamente.
-¡Maite tiene razón! ¡Me anda buscando, así es que haré que me encuentre! Chicas preparen sus bolsos, ¡Nos vamos a Viña del Mar! – remató Andrés
- ¡Pero tú estás loco o que! – Grité destempladamente – ¡Yo esta vez, no voy a ninguna parte! ¡Vayan ustedes si quieren pero no cuenten conmigo! –
La cara de sorpresa de cada uno de los participantes no me dejó indiferente así es que decidí explicar con una tensa calma mi reacción.
¡A ver, no me miren como una extraterrestre! Soy humana, no ven - suspire para agarrar el valor necesario y continúe.
Andrés, Ya estoy cansada de que te andes exponiendo, de que siempre seas el que se arriesga en todo, el que se involucra con gente inescrupulosa y que seas tú el primero que anda poniendo el pecho a las balas. Deberías hacerte una regresión urgente porque no me cabe duda que en otra vida fuiste un héroe desconocido.
¡Incluso es más! Tu próximo regalo de cumpleaños será una capa ¿te parece? -
¡Chicas de verdad!, ¡me cansé de todo esto! ¡Ya no quiero más, lo siento! – termine por decir con lágrimas en los ojos pero conservando la dignidad.
Todos se quedaron en silencio, como si esa pausa haya llevado al grupo a reflexionar sobre todo el camino que habíamos recorrido.
No habíamos tomado conciencia de que si bien teníamos buenas intenciones, no habíamos sido capaces de comprender que estábamos expuestos constantemente al peligro.
Fue Constanza la que rompió el silencio y sollozando me dice – ¡Todo esto es por mi culpa! Perdóname por favor Fabiola por haberlos metido en este problema. Dejemos esto hasta aquí y no hagan nada más. No quiero seguir causando más daño y menos crear conflicto entre ustedes. Veré más adelante como soluciono todo lo que viene. Infinitas gracias a cada una y en especial a ti Andrés. Eres un gran hombre. Muchas gracias. ¡Yo, ahora me retiro! -
-También me voy- dice Bernardita levantándose de la silla – Te llevo a tu casa, Cony –
Llegamos las tres y nos vamos las tres – dice Josefina –
En eso Constanza se acerca a despedirse y abrazándome muy fuerte me susurra – No te preocupes, te entiendo perfectamente. ¡Muchas gracias por todo! –
Me quedé unos segundos paralizada con la mente en blanco miré a Andrés de reojo y de pronto reaccioné. Me pude dar cuenta que no solo era un juego de espías y detectives. Lo que estábamos haciendo era devolverle la vida que le habían robado a nuestra amiga. Fue como una inyección de adrenalina a la vena. Respire profundo y mirándolas decidida exclamé.
-¡Adonde creen que van! -
-¡Esto no ha terminado todavía! – ¡Si nos metimos todas juntas en esto, lo terminamos juntas! – Y les pido mil disculpas por mi destemplada reacción. Exploté, simplemente fue eso. Mucho tiempo sometida a un intenso estrés, pero ya pasó. ¡Ahora lista y dispuesta a todo! – ¡Hagamos mierda a esa maldita hija de puta! –
-¡Vamos chicas! No me miren de esa manera ¿No me digan que son rencorosas? -
Andrés sentado en un sillón nos miraba impávido con una cerveza en la mano como todas nos abrazábamos y nos dábamos ánimo unas a otras. De pronto se levanta y se coloca frente a nosotras y nos dice – ¿Se acabó el show, terminaron con la catarsis colectiva? ¿Podemos continuar? –
Todas volvimos a nuestros sitios y asentimos en silencio.
-Bien, para que se queden tranquilas, creo que era más peligroso enfrentar a Radenmachen de lo será hacerlo con esta mujer. Por lo demás, llevo varios años conviviendo contigo Fabiola – mirándome fijamente – y prácticamente dos meses con ustedes cuatro - mirando a las demás – O sea, actualmente estoy viviendo con cinco mujeres. Y como pueden ver ¡milagrosamente, todavía sigo vivo! Así que con una sola, será pan comido – terminó Andrés largándose a reír.
Me invito a que me sentara a su lado con un amoroso gesto de besarme la frente. Sabía perfectamente que mi reacción no era más que un gesto de preocupación contenida por un tiempo.
-¡Ahora en serio! Nos vamos a Viña y buscaremos a María Josefina. Una vez que la encontremos, dependiendo de las circunstancias haremos nuestro próximo movimiento. Por el momento buscaré un lugar en Viña o alrededores donde podamos montar nuestra central de operaciones.
- ¡Un gran detalle que se me había pasado por alto! – exclamó golpeando su frente con la palma de su mano ¿Todas pueden ir? ¿Cierto? -
-¡Fabiola, tendrás que pedir unos días, digamos una semana de permiso en la Clínica!
-¿Podrías? - Me preguntó mirando fijamente mi escote.
Sentí su penetrante mirada en mis pechos y sonrojada, asentí afirmativamente con la cabeza.
-¿Maite, puedes ir? – continuó Andrés con tono serio.
- ¡Por supuesto, me las arreglaré de alguna manera! Esto no me lo pierdo por nada en el mundo –
-¿Bernardita? - prosiguió con su encuesta.
- ¡Nos vamos ahora mismo, si quieres! – contestó entusiasmada
-¿Josefina? ¿Te sumas?-
-¡Pues no lo sé! ¿Soy indispensable para algo en particular?
-¡Nadie es indispensable en esta vida Jo! - Respondió Andrés con precisión ¡Puedes o no! - reiteró la pregunta Andrés apurando la respuesta.
Mientras no me tenga que acostar con ningún viejo asqueroso, me apunto. Si –
Constanza, tu estas eximida de todo esto. Pero si nos quieres acompañar y cooperar con nosotros, encantado de tenerte en nuestro grupo – Exclamó Andrés con un tono más conciliador
-Por supuesto, los ayudo en todo. Cuenten conmigo para lo que sea-
-¡Fantástico, esa es la actitud que me gusta!
Entonces preparen sus bolsos, nos vamos a Viña del Mar. ¡Ahhhh! Echen un traje de baño, quizá tengamos tiempo para ir un rato a la playa.
Les aviso cuando partimos.
-¡Buenas tardes Derek! ¿Nuestra sociedad sigue vigente? – preguntó hablando por el celular
-¡Por supuesto que sí, que necesitas! – respondió
¿Seguro que aún nos quieres ayudar? – contra preguntó Andrés
Ya te lo dije el lunes, te voy a ayudar en todo lo que esté a mi alcance. ¡Andrés, estoy por entrar a una reunión! ¡Dime que necesitas, por favor! – manifestó Derek con urgencia
-¡Dinero! El suficiente para arrendar una casa grande en Viña del Mar, digamos que al menos por una semana o quizá un poco más, una Suv de esas gigantes con tres corridas de asientos y algunas menudencias electrónicas. ¡Poca cosa! – Viáticos no te voy a pedir. Eso corre por cuenta nuestra –
-Ufff, No me digas ni quiero saber lo que piensas hacer. Te voy a transferir 10 millones a tu cuenta y nos es necesario que los rindas. Creo que eso cubre todos los gastos y por favor no me vuelvas a llamar. Solo hazlo cuanto todo esto haya acabado. Solo te voy a prometer una cosa. Cuando hayas recuperado el material que compromete a tu amiga y todo lo que me involucra con ese antro, les voy a regalar a todos unas merecidas vacaciones con gastos pagados en las Islas Maldivas.
-¿Cuántos son ustedes? – preguntó Derek
-¡Muchos, Derek! Más de los que imaginas. Así que empieza a ahorrar bastante para el regalo. Chao –
CONTINUA...