EL CLUB - 1 parte

Una violación, drogas y chantaje hace que todos los amigos nos unamos para dar con el culpable.

-No me puedes hacer esto Alex .Siempre dijiste que tenías contactos en la policía y ahora que necesitamos acudir a ellos extraoficialmente, me dices que no puedes ¡La tenemos que ayudar! - dijo Maite  tomándose el café ya frío.

  • Lo puedo intentar Maite, pero Cony tiene que hacer antes la denuncia. La policía sin una orden de la fiscalía no puede intervenir, entiende por favor. ¡Esto no es un delito flagrante! No es que no lo quiera hacer. Quizá pueda conseguir algo de información, pero que intervengan directamente en un caso como este sin una orden judicial de por medio, es imposible. Más aún si es algo tan grave como esto.

-¡Que no entiendes hombre por dios! ¡Ya no se puede, por la puta! Ya enviaron las primeras fotos para chantajearla y te aseguro que si sus padres se llegan enterar, Cony los mata de pena y dolor. Sería decepcionante para ellos. Ya son mayores y no comprenden ciertas cosas. Y  para que hablar de lo que sucedería con su trabajo. ¡Sería su muerte laboral y social! -

-¡De verdad es que no las entiendo! ¡Quieren hacer justicia pero sin recurrir a ella! ¿Qué pretenden? ¿Entrar a balazos a ese antro y matarlos a todos? ¡Eso no es posible, Maite!  El Club al que fue Constanza fue simplemente un muy mal dato.- respondió Alex moviendo la cabeza en señal de incredulidad y continuó -  Para meterse en ese extraño mundo que por lo demás nadie conoce, tienes que estar segura y resguardada si no, sucede esto : chantaje del sucio.

  • ¡Ya lo sé Alex, ya lo sé! El problema ya está y no me lo tienes que estar repitiendo como disco rayado,  no voy a dejar sola a mi amiga. Eso tenlo por seguro. ¡Podrías usar un poco tus escasas neuronas y  pensar en algo más provechoso, que no sea para drogarte ni para andar persiguiendo chicas que te puedas follar! - respondió Maite perdiendo la paciencia.

-¿Quizá le podrías preguntar a tu amiga Fabiola, la doctora? - agregó Alex con la intención de que Maite aceptara su sugerencia.- ¡Tal vez ella pueda saber algo sobre estos temas! –

-¡Tienes toda la razón!  ¡Mi amiga puede ser más útil que todos tus falsos e imaginarios contactos juntos! - Exclamó Maite golpeando con ambas manos en la mesa llamando al camarero para pedir la cuenta.

A pesar de lo impertinente y falto de tino que a veces Maite podía llegar a ser, era una extraordinaria y leal amiga. Por ese motivo Constanza acudió a ella para encontrar la ayuda  necesaria. Dar con los culpables del chantaje y de paso, si es que era posible, darles un merecido castigo.

Me llamó la atención que aquella tarde Maite me invitara un café en la pequeña cafetería que hay cerca de la clínica y no en mi casa como lo acostumbraba hacer.

-¡Maite! Debe ser algo muy importante para que me citaras en este café, incluso diría para algo muy secreto como para que no quisieras ver a Andrés de pasada- exclamé con algo de ironía en mis palabras.

  • ¡Fabiola querida! que tengas un compañero tan irresistible como Andrés no me convierte en una babosa por él aunque le tenga muchas ganas. ¡Perdona la sinceridad querida!, pero no te cité para hablar de Andrés, ni de su tremendo pedazo de pene, ni como folla, ni nada por el estilo. Esto es un asunto tan privado, tan secreto que ni Andrés lo  puede saber.

-¡No me asustes Maite! ¿Qué sucede? ¿Estás en algún problema? – le pregunté bajando el tono de voz y aumentando mi preocupación.

  • ¡Es Constanza, Fabiola! ¿La recuerdas? Si no la ayudamos ahora, podríamos ser responsables de una terrible tragedia - Exclamó Maite sumamente angustiada.

-¿Pero en que la puedo ayudar? ¡Sabes que no hago abortos por si está embarazada! – le pregunté intrigada por el misterio.

-No es eso Fabiola, un embarazo no sería nada del otro mundo. Esto es sumamente grave y delicado -

-¡Entonces no sé cómo la podría ayudar! Si mal no recuerdo, Constanza es la chica que nos presentaste en aquella fiesta que organizaste en la cordillera ¿cierto? La que estaba…

  • ¡Si, si, la misma¡ y no te hagas la tonta, Fabiola ¡Tu memoria es prodigiosa! Sabes perfectamente quien es – respondió  intentando seguir explicando la historia.

-¡Vamos es mejor que te cuente lo que sucedió! – Continuó Maite -  En aquella fiesta conoció a un tipo que no diré su nombre pero supongo que ya sabes quién es y este le comentó que le gustaba practicar el BDSM. Posteriormente salió un par de veces con él para ver de qué se trataba de pura curiosa.

-¿Salió con un tipo que practicaba BDSM sin apenas conocerlo? ¿Es una broma, cierto? ¡Eso es ir directo al matadero!- exclamé incrédula.

  • Bueno, déjame seguir. En la cuarta o quinta cita, Cony no se quiso someter a otro tipo de juegos más violentos y humillantes y ante su negativa la echó del departamento para no volverla a ver nunca más.

  • Bueno, algo es algo – respondí – por lo menos el tipo fue honesto y no la forzó, ¡Maite! –

  • ¡Ahí está el problema, Fabiola! Constanza quedó intrigada con el tema y decidió investigar por su cuenta sobre el tema y practicarlo de forma suave, ya que según me contó, cuando le dieron nalgadas o latigazos en el culo se había excitado como nunca lo había hecho, pero no se atrevió a dar los siguientes pasos. Por ese motivo quiso averiguar cómo era el ambiente y conocer a gente que tuviera la misma inquietud que ella - agregó Maite con cierto aire de misterio.

  • ¡A ver Maite, menos vueltas! – Respondí ya cansada – vamos al grano porque aún no veo donde puedo entrar en escena y ayudar a tu amiga.

-¡Calma amiga!, para allá voy, ¡un poco de paciencia! – Exclamó tomándome las manos-  Te resumiré la historia-.

Constanza fue a un lugar llamado el Club. Quería aprender y conocer la práctica del BDSM  y en la primera sesión: La drogaron y la violaron.-

-¡Pero qué tonterías estás diciendo por dios! ¡Esta vez se te pasó la mano, Maite!  ¡No estoy para este tipo de bromas! ¡Me voy! se me acabó el tiempo, debo volver a mi trabajo – respondí levantándome de la silla.

  • ¡No he terminado todavía, amiga! ¡Siéntate, por favor! – tomándome del brazo obligándome a que me sentara.

  • ¡La están chantajeando! ¡Si, lo que oyes! Ayer le enviaron unas fotos donde sale desnuda atada con esposas a una cama y un tipo con una máscara mordiéndole los pezones y metiéndole los dedos en la vagina.-

  • ¡Ya! Y que tengo que ver con todo eso. ¡Te lo pregunto por enésima vez! Bueno, si tiene algún tipo de infección vaginal la puedo tratar, pero no sé qué más puedo hacer -

  • ¡Fabiola la debemos ayudar! La violaron, la drogaron y ahora la chantajean ¿te parece poco?

-Entonces hay que poner la denuncia en la policía Maite. – Exclamé - ¿Supongo que ya lo hizo? Es un delito muy grave ¿Cómo está  ella?

-¡Muy mal!, no va a estar saltando en un pie como podrás comprender. Además no puede hacer la denuncia porque en ese mismo momento, ella es capaz de tirarse de un puente. La amenazaron con que si denunciaba, sus fotos y videos saldrían en todos los portales porno que hay en internet, se los mandarían a su familia y a todos sus compañeros de trabajo ¡Nadie lo puede saber!

-  ¡A ver, Maite! esto no es un juego. ¡Si ella no lo hace, estoy obligada por Ley a que lo haga yo! ¡Es mi deber profesional denunciar una violación! – ¡En estos casos no corre el secreto médico! - ¿Fabiola puedes mantener la calma, por favor? Para empezar, ella no es tu paciente ni la recibiste en urgencias, por tanto no tienes nada que denunciar. Segundo, ella no sabe que te estoy contando esto. Lo que yo quiero es ayudarla a encontrar a esos tipos del Club y evitar que sigan enviando fotos con la intención de sacarle dinero. Le están pidiendo varios millones por las fotos y videos. Una vez que pague la totalidad le entregan todo el set de fotos y videos que tienen en su poder. Según dijeron.-

-¡Maite! Esto es un trabajo para la policía. ¿Porque me buscas entonces a mí?

-¡Bueno! - exclamó Maite cambiando el tono de voz – alguna vez escuché por ahí- continuó comentando burlona

  • Que tú y Andrés practicaban eso del BDSM-

La miré sonriente meneando la cabeza y le dije

-¡Ahhh bueno! – la verdad es que nunca hemos ido a ningún sitio como ese. Nuestros juegos los hacemos de forma privada y bastante suave. Tampoco soy una practicante avezada, pero Andrés me enseñó algunas  prácticas – respondí con una sonrisa cómplice – Él es el Maestro Maite. ¡Él es mi amo! -

-¡Entonces pregúntale a tu Amo si conoce el Club! O quizá conozca a alguien que nos pueda ayudar a enfrentar este tema - Respondió emocionada Maite.

-¿Me estás hablando en serio? ¿Quieres que Andrés te ayude con el asunto de Constanza? Jajajajaja ¡Ahora sí que me hiciste el día! ¡Tú no lo conoces!-.

-¡Por eso, Fabiola! ¡Como yo no lo conozco taaaaaaanto como tú! Aunque me muero de ganas de hacerlo – agrego sin mirarme – ayúdame con la Cony, por favor ¿Que te cuesta? Seamos solidarias entre nosotras. - Insistió haciendo el gesto de oración con ambas manos.

Me quedé meditando por algunos segundos hasta que finalmente le dije.

-¡No te voy a prometer nada,  pero lo puedo intentar! ¡Eso sí! Le tendré que contar el motivo y en eso no voy a transar. Con Andrés no puedo ir con mentiras.  ¡Tómalo o déjalo!- .

-¡Lo tomó amiga! – Contestó de inmediato - Todo sea por no dejar que esos tipos se salgan con la suya y que la pobre Cony pueda volver a dormir tranquila. ¡Gracias amiga! ¡Sabía que podía contar contigo!

Una vez terminado el café  regresé a la Clínica para terminar con los últimos pacientes citados.

De regreso a casa mientras conducía no podía dejar de pensar en Constanza. Como una mujer profesional con un excelente trabajo, con una vida tranquila y sin sobresaltos haya tenido que saciar su curiosidad con una persona extraña. Y más aún caer en manos de delincuentes que no solo le hicieron daño físico y emocional sino que además, la quieren llevar al fondo del abismo.

Estacione en el jardín y pude ver que el auto de Andrés ya estaba en el otro estacionamiento.

Abrí silenciosamente la puerta, me quité los zapatos y en puntillas subí a la habitación mientras me iba desnudando en la escalera quedando en ropa interior.

En el umbral de la puerta adopte mi pose más sexy, con la cabeza inclinada hacia atrás y una de mis piernas levantada y dije

-¿Puedo acompañar a este hombre tan guapo y solitario en su cama? -

-¡Por supuesto que puede señorita! – Respondió Andrés sorprendido quitándose la sabana que lo cubría quedando completamente desnudo ante mis ojos.

  • Hummmmm. ¡Veo que me estabas esperando! - susurré mientras me acercaba a la cama para besarlo.

-¡Bueno, si! pero deja que termine de ver el resumen de los goles del Barça. ¡Messi es un genio con la pelota! – exclamó sin dejar de mirar la televisión.

-¡Jajajaja, no tienes remedio! : Podría estar desnuda encima de tuyo a punto de correrme ¿y tú? ¡Viendo el futbol! -

  • ¡No te quejes!  ¡Puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo!- exclamó respondiendo apasionadamente  a mi beso.

Me tendí en la cama con mi cabeza apoyada entre sus piernas mientras seguía ensimismado mirando la pantalla exclamando por cada jugada que veía en la televisión.

En eso estaba cuando decidí preguntar de golpe y sin rodeos.

-¿Andrés? ¿Conoces un sitio llamado el Club donde se practica el BDSM?

-¿Un Club de BDSM aquí en Santiago? ¡No tengo idea y tampoco tengo interés en conocerlo! – exclamó sin dejar de mirar la pantalla.

De pronto deja de mirar la televisión y me empieza a mirar fijamente preguntándome

¿A qué se debe tu pregunta, Fabiola? – respondió Andrés cambiando su centro de atención sentándose en la cama con actitud seria.

-¡Bueno!, te pregunto porque eres entendido en ese tema y…-

-¿Y, qué? - continuó Andrés tratando de entender la pregunta.

¡Y pensé que lo podrías conocer! –

-¿Por qué lo tendría que conocer? ¿Acaso tú lo quieres conocer?

  • ¡No, no es eso! – respondí titubeante

-¡Entonces que, mi amor! -  tomándome de las manos me pregunta - Sin tanta vuelta que me mareo ¿Qué quieres saber y por qué? -

-¡Esta bien! Esta tarde me fue a ver Maite a la clínica para contarme que Constanza, su amiga, ¿la recuerdas, cierto? Fue a ese Club para conocer sobre la práctica del BDSM y en su primera visita ¡la drogaron  y… la violaron!-

-¿La violaron? - Preguntó Andrés levantando la voz -¡eso no puede ser, no tiene sentido! No es el estilo de los que practican el BDSM Fabiola y lo sabes. Debe existir un acuerdo tácito para todas y cada una de las reglas que rigen esta práctica, empezando primordialmente por el respeto. Recuerdo una sigla que me dijeron la primera vez que visité un sitio como estos en Barcelona. SSC significa: Seguro, Sano y Consensuado.

-¡Lo sé, Andrés, por eso te lo pregunto! Esto le pasó a Constanza y para terminar ¡le están chantajeando! Le están enviando fotos y videos de la sesión a la que asistió de la cual no recuerda nada pidiéndole bastante dinero a cambio.-

Me mira pensativo unos segundos y dice

-¡Mal asunto Fabiola, muy mal asunto! Si quieres conocer mi opinión yo no me metería en ese problema. Es probable que sea un antro ilegal con gente inescrupulosa que encontró en Constanza la víctima perfecta –

¿Hizo la denuncia? – preguntó Andrés

-¡No, no puede! La amenazaron con publicar todo lo que tienen en la red si los denunciaba y también hacer llegar a su familia, amigos y compañeros de trabajo. ¡Está frita! ¡Pero! ¿No tienes ningún dato o contacto que nos pudiera ayudar? – insistía en saber

-¿Nos pueda ayudar, Fabiola?  ¿Que ya la convertiste en tú bandera de lucha? – Preguntó Andrés tomándome la cara con las manos largándose a reír -¡Pero como se me ocurre preguntar eso! ¡Claro que lo hiciste! - Y me besó mordiéndome los labios.

Yo respondí de la misma forma y pude sentir como tomó con fuerza mi cabello ordenándome que cerrara los ojos.

-¡Mmmmm! ¿cómo te has portado Fabiola? – me susurró al oído mientras con la otra mano me sacaba con fuerza la ropa interior.

  • ¡Amo! - respondí – no creo tener la respuesta a su pregunta pero me gustaría decir que muy mal para recibir su justo castigo.

-¡Que no tienes respuesta! - Agregó metiendo su pene entre mis piernas sin dejar de sostener mi cabello.

-¡Siempre debes tener una respuesta a mis preguntas! ¡Mi puta deliciosa! –

¡Ahora date vuelta! – me dice mientras recibo mi primera nalgada.

-¡Vuelvo a preguntar! ¿Cómo te has portado Fabiola? - Preguntó haciendo círculos con la palma de su mano en mi culo.

-¡Confieso que he pecado, Amo! ¡Castígame con rigor! ¡Ven dame más! – suspiré y me entregué a sus ardientes deseos.

A la mañana siguiente el despertador sonó a la hora programada y rogué para que se fundiera en ese instante. Lo odiaba.

Desnuda en la cama tome el teléfono para acallar el insoportable sonido. Para eso me tuve que girar y pasar por encima de la espalda de Andrés. Este despertó y reacciono de inmediato.

Era inevitable, su piel y la mía se atraían como un imán. Así es que ante el más pequeño roce no podíamos evitar comenzar a acariciarnos sin freno.

Intente zafarme de sus intentos de retenerme en la cama pero tampoco fue mucho mi esfuerzo y me quedé retozando en su pecho.

-¿Mi Amo? – Pregunté con la voz más sensual que podía tener a esa hora de la mañana a la vez que lo comenzaba a acariciar sobre la sabana- ¿Recordaste algún dato sobre El Club?

Andrés suspiro profundamente tratando de concentrarse en la respuesta y tomándome la mano la llevó hacia su pene donde lo comencé a masturbar suavemente.

  • ¡No quiero que volvamos a tocar el tema! ¡Si no sabes bien quien es quien, ¡Es muy peligroso meterse en ese mundo Fabiola! Lo mejor es que te mantengas totalmente alejada de ese tipo lugares y menos, ¡entiéndeme bien! Menos por tratar de ayudar a esa tal Constanza, que ni siquiera es amiga tuya -

-Andrés, mi amor - volví a insistir con la voz melosa- ¿Cómo no vamos a poder ayudar a una mujer en peligro? ¡Vamos  di que sí! ¿Por qué no lo haces por mí?-

-¡Tú no me estás entendiendo, mi amor! – exclamó Andrés apretando mi mano fuertemente contra su pené erecto y firme.

-¡Porque si aceptara ayudar y me metiera en esto, quizá te pondría en peligro! Y lo que menos quiero es exponerte tonta e inútilmente a cualquier situación que pudiera ser arriesgada. Además ni siquiera sabemos quién está detrás de todo esto. Pueden ser tipos extremadamente violentos y peligrosos – respondió con un suave gemido.

-¿Qué podría hacer para convencerte, Amo? -  Insistí montándome sobre sus caderas dejando que su pene rozara mi vagina y sintiera como la humedad salía a chorros de ella.

-¡Qué delicia!  Mmmmm, ¿qué quieres? - Preguntó con dificultad para mantener en control.

  • ¡Piénsalo mi amor!, no te cuesta nada ayudarnos – continúe mientras comenzaba a levantar mis caderas introduciendo su pene hasta el fondo de mi vagina.

Ambos suspiramos profundamente. Andrés se sentó en la cama para tener el control.

Me tome el cabello y mis caderas se comenzaron a mover al ritmo que él iba marcando.

Mordía los pezones con suavidad, me acariciaba el culo con firmeza hasta que no pudimos contener más nuestras ganas.

Aumentamos el ritmo como también los gemidos hasta que sentí como mi vagina se contraía sin control aprisionando en mi interior el pene de Andrés. Un profundo y ahogado suspiro brotó de mis entrañas y comencé a tener miles de deliciosas contracciones que me dejaron exhausta.

Andrés se dejó llevar por mi intenso orgasmo y comenzó a liberar espasmódicamente todo su semen en lo más profundo de mí vagina.

Me deje caer totalmente extenuada y satisfecha sobre su pecho. Podía sentir como mis latidos retumbaban en toda la habitación. Cuando me preparaba para dejarme caer hacia un lado, Andrés me detuvo mordiéndome nuevamente los pezones y  me dijo.

  • ¡Así cualquiera dice si a lo que pidas Fabiola. ¡Eres tan exquisita y deliciosa que no me puedo negar a nada! Pero si una cosa – me dice riendo – eres tan o más delincuente y chantajista que los que quieres encontrar. ¡Además de manipuladora! – Bueno, que le vamos hacer, eso es parte de tu encanto -

  • ¿Entonces nos ayudarás mi amor? - Pregunté asombrada con una leve sonrisa de triunfo en mis labios

  • ¡No lo sé! porque no tengo idea de que se trata el asunto, pero haré lo posible. Antes de tomar cualquier decisión quisiera conversar con Constanza.-

  • ¡Ni en sueños, Andrés! - Respondí categóricamente - Ella no se imagina que nosotros sabemos de su situación. Se muere si llega a saber de qué estamos enterados por lo que está pasando. ¡Además, imagina la vergüenza! -

  • Jajajaja ¡Por favor Fabiola! ¡De que vergüenza me hablas! - Dice largándose a reír - Si mal no recuerdo fue ella la que se quitó el vestido cuando la desafiaste y luego estaba follando como una procesa delante de todo el mundo con el cabeza de zanahoria, ese colorín que ni me acuerdo como se llamaba.

  • ¡Joaquín se llama y ya basta de ironías! ¡Entendí el mensaje! Constanza debe venir a contarte todo lo que sucedió esa noche. Veré con Maite como lo podemos arreglar para que venga y lo haga-.

  • ¡Quiero que me lo cuente todo con pelos y señales! ¡Ah, Que no olvide traer las fotos! - Agregó finalmente dejando la cama entrando al baño a ducharse.

Durante toda la mañana Maite me estuvo bombardeando de mensajes que no pude responder hasta la hora de almuerzo. Estaba en esa tarea cuando escuché su inconfundible voz en la entrada de la cafetería.

-¡Por fin te encuentro mujer! ¡Encontrarte es más difícil que seducir a Andrés! Dijo en voz alta mientras se sentaba en mi mesa.

  • ¡Hola Maite!, ¿cómo estás? ¡Yo, bien! , con mucho trabajo ¿y tú? – le contesté seriamente

-¡Perdona amiga! - Respondió entendiendo el mensaje bajando el tono de la voz – ¿pero quién puede amanecer mal estando al lado de Andrés? - Agregó sacando con los dedos una aceituna de mi plato de ensalada.

-¡Si no te quisiera Maite, si no te quisiera! – Respondí moviendo la cabeza – Hace mucho que te habría borrado del mapa.

  • ¡Ya, basta de rodeos y cuéntame! ¿Nuestro Andrés te dio algún dato sobre el asunto en particular?- Dijo hablando casi en secreto.

-Jajajajaja. Por dios Maite que me haces reír  y ¡sí, Maite! Nuestro Andrés aceptó ayudarnos. Él tratará de averiguar dentro de sus contactos si existe tal sitio y si existe, como se puede acceder a él.-

-Qué lindo es - respondió suspirando - ¿le diste todos los detalles, supongo?

-¡Supones bien!, pero no hará nada hasta no conversar con Constanza y escuchar su versión de su propia boca. ¡Es su condición!-

  • ¡Ahhh claro! y de paso ¿también quiere que le autografíe las fotos? - agregó en tono irónico.

-¡No, como se te ocurre! ¡Con que las lleve es suficiente, Maite! – proseguí sin evitar sonreír .

  • ¿De verdad dijo eso? - Preguntó Maite, mientras yo asentía con la cabeza – ¡Bueno! -  E  hizo una pausa  y siguió diciendo - Con tal de que Constanza vuelva a estar tranquila haremos todo lo que esté a nuestro alcance y sea necesario -

De pronto me mira y me dice - ´ ¿Una para todas? - colocando su mano sobre la mía.

-¡Todas por Constanza! – contesté con cierto aire de conciliación.

Esa misma noche nos reunimos con Maite y Constanza en nuestra casa esperando que llegara Andrés  De pronto sentimos como estacionaba su auto y al sentir el sonido de la llave en la cerradura Constanza de un salto se pone de pie sumamente nerviosa mientras decía con voz llorosa.

  • ¡No puedo hacer esto amigas! -  ¡Si tuviera todo ese dinero ya habría salido del problema!

  • ¿Por qué mejor no le pedimos a Bernardita que me haga un préstamo y arreglamos el asunto?

  • ¡Estás verdaderamente loca! -dijo Maite intentando calmarla – ¡Eso sería solo el comienzo! podrías estar toda una vida pagando y no hay amistad que aguante tantos millones.

  • ¡Tranquila Constanza! – Le dije tomándola por los hombros para volvernos a sentar en el sofá - Andrés es sumamente discreto y tiene cero prejuicios. No te va a juzgar ni recriminar por nada.  Solo cuéntale la historia tal cual es, mientras más detalles le des, mejor. ¿Trajiste las fotos? – le pregunté

Constanza respondió moviendo afirmativamente su cabeza con la mirada fija en la puerta.

Cuando Andrés apareció en el umbral no se sorprendió con las visitas. Más bien podría asegurar que la esperaba.

-¡Hola chicas!- Saludó con su tono y sonrisa más encantadora- ¡Constanza, Maite! – las besó doblemente en la mejilla y a mí en la boca muy suavemente para después morder mi labio inferior.

Le respondí con una sonrisa – Mientras ustedes conversan yo iré por algo de beber -

-¿Cerveza mi amor? - Pregunte a Andrés guiñándole un ojo – Maite, Constanza. ¿Ustedes que quieren tomar?

-¡Agua Fabiola, por favor! – dijo Constanza sin levantar la vista.

  • ¡Lo mismo que Andrés! – Dijo Maite -  Veamos cuáles son los gustos del amo de la casa, perdón, del dueño de casa – exclamó dándose cuenta de su indiscreción.

Andrés se sentó frente a Constanza y sin rodeos como es su estilo habitual comenzó a preguntar.

  • ¡A ver Constanza!, Fabiola me conto algo de lo que te sucedido hace algunas semanas pero necesito que me detalles paso a paso desde la A a la Z sin omitir absolutamente nada. Nadie te va a juzgar por lo que pasó y por lo que hiciste. Fue un error o una equivocación que puede cometer cualquiera de nosotros. Te vamos a intentar ayudar como mejor lo podamos hacer. Por favor, confía en mí que algo conozco de este mundo. Disculpa si alguna pregunta te incomoda, pero necesito que me cuentes hasta el más mínimo detalle que puedas recordar.

Quiero escuchar tu versión de los hechos y después te haré las preguntas pertinentes. ¿Estamos de acuerdo, Constanza? -

-¡Está bien, lo voy a intentar! - dijo Cony muy tensa e incómoda.

-¡Empecemos entonces! – Dice Andrés - ¿cómo descubriste y entraste a este sitio? y ¿cómo terminaste siendo chantajeada? ¡Por favor no omitas nada de nada! -

-Bueno, todo comenzó hace un mes atrás mientras buscaba en internet grupos que se querían iniciar en este mundo. Visité muchas páginas y participé en varios chat pero ninguno era chileno. Mi curiosidad y mis ganas aumentaban día a día. Después de mucho buscar encontré un sitio en la web donde te podías inscribir para participar en Santiago de encuentros de iniciación en el BDSM.

Había que rellenar una extensa ficha solicitando la invitación al evento. Incluso debías indicar que tipo de iniciación deseaba experimentar.   Después de eso había que esperar que te aceptaran. Si eso ocurría te enviarían un mail de confirmación con instrucciones. Uno de sus lemas era que la discreción era una de sus principales preocupaciones.

Durante una semana no tuve noticias de mi fichaje, pero mientras tanto visitaba a menudo el sitio web leyendo los comentarios de algunos socios, los relatos de algunas personas que habían asistido a sus fiestas y veía fotografías muy seductoras.

Hasta que un día llego el correo que esperaba.

Constanza:

Has sido aceptada para que te inicies en nuestra disciplina. Por este placentero motivo te invitamos al Club para celebrar tu adhesión a nuestro selecto y exclusivo grupo de socios. El evento se realizará el viernes 17 de Mayo a las 21:00 en punto.

Enviaremos a tu teléfono celular las instrucciones y la dirección algunas horas antes del inicio.

Por favor depositar US 300 en la cuenta señalada como cuota de incorporación.

Eres bienvenida a vivir junto a nosotros de una experiencia única e inolvidable.

El Maestro.

No podía más de alegría porque por fin podría estrenar mi traje de látex similar al de Gatúbela. Lo había mandado a confeccionar para darle una sorpresa a Joaquín.

-¡Bueno! –Suspiró - Llegue a todo esto por su influencia y por tonta -

  • ¡Vamos amiga! deja eso para después, toma un poco de espumante.- le dice Maite pasándole una copa para mantenerla en calma.

  • ¡Ya no bebo Maite!, desde ese día prometí no tomar nunca más una gota de alcohol ¡Me ha salido bastante cara la borrachera! ¡Si es que fue eso en realidad!-

  • Constanza, sigue por favor – le dijo Andrés atento a cada palabra mientras tomaba notas de lo que iba relatando en una libreta.

  • ¿En qué iba? Ahhh en la invitación. El día viernes a las 17 hrs. Llegó un mensaje de texto con las instrucciones para aquellos que asistirían al evento.

  • Recuerdo perfectamente los detalles del mensaje -

  • Había que ir con vestuario ad hoc al evento.

  • No había que llevar joyas ni nada de gran valor.

  • El teléfono celular o cualquier tipo de medio de comunicación o grabación sería retenido y guardado en un casillero sellado antes de ingresar al evento.

-La invitación era intransferible y adjuntaba un código QR de identificación que sería escaneado en la entrada.

  • No se podría ingresar ningún tipo de bolso. Solo los accesorios necesarios para la práctica seleccionada.

Dirección: Era en una parcela con una casa de tres plantas muy hermosa en las afueras de Santiago. Me enviaron las coordenadas y como llegar por Waze desde mi casa.

  • Llegué a las 21 en punto y estacione mi auto en el lugar que me habían asignado. Entregué todas mis pertenencias en seguridad y me dirigí  a la puerta de entrada.

La casa era de una imponente arquitectura la mayoría de piedra tallada con las ventanas con sus celosías cerradas que al trasluz se podía observar que había bastante movimiento en su interior.

-Me salió a recibir El Maestro en persona. Hombre de mediana estatura con un físico bien trabajado con pantalones y polera de cuero negro muy ajustado que marcaba muy detalladamente cada uno de sus músculos.

No le pude ver completamente el rostro porque usaba un antifaz negro que le cubría la mayor parte de la cara, pero si recuerdo que sus ojos eran de un penetrante color azul, su nariz bien proporcionada a su rostro y su boca con labios delineados de forma natural.

Usaba una capa negra que le daba un aire de misterio y fantasía.

Mientras subíamos la escalera a la segunda planta besaba mi mano seductoramente a la vez que exclama.

  • ¡Constanza, Constanza! bienvenida a nuestro Club. Es un privilegio tener en esta fiesta a una mujer tan hermosa como tú. Te aseguro que esta será una velada que no olvidarás.

  • ¡Maestro!- le respondí emocionada – Le agradezco a usted que me haya aceptado.

Había leído en ciertos foros que se había que arrodillar ante tu maestro como señal de obediencia, respeto y sumisión. Así que me arrodillé ante su presencia.

El Maestro levantó mi barbilla y mirándome fijamente me ordenó que me levantara y me pusiera de pie. Aun no habíamos empezado la ceremonia de iniciación donde tendría que firmar un contrato de acuerdo a las prácticas que había elegido. En mi caso dominación –sumisión pero por sobre todo me interesaba el spanking.

  • Puedes beber lo que quieras y si necesitas algo más solo lo tienes que pedir- Me dice el Maestro – Pero ahora me vas a disculpar, tengo que atender a los otros invitados

Agradecí el ofrecimiento y fui directo a la barra para pedir un Vodka con naranja. No puse demasiada atención al Barman, más bien estaba centrada en los asistentes.

Había todo lo que uno siempre imaginó cuando le hablaban del BDSM, ustedes ya pueden suponer. La gran mayoría estaba con el rostro cubierto y yo era la única que usaba un traje de cuero ajustado Una gran mayoría estaba desnudo y otros con vestimentas bastante curiosas llenos de broches, tachas y cadenas. De pronto, alguien me pasó un antifaz para que cubriera mi rostro.

  • ¿Y en qué momento empezaste a sentir que algo andaba mal? pregunto inquietó Andrés apurando el relato, bebiendo su cerveza y mirando de reojo mi blusa que tenía unos botones desabrochados dejando ver el nacimiento de mis pechos.

  • La verdad es que nunca me di cuenta, llevaba algo más de dos tragos y mientras bailaba en la pista con unas chicas comencé a ver algo borroso y de pronto Paffff!

  • Se vino todo a negro -

  • Cuando desperté estaba sentada en el asiento delantero de mi auto solo con calzones, mi bolso, el celular y las llaves.

Poco podía entender a esa hora de la mañana porque además me dolía mucho la cabeza. Me cubrí con una manta que siempre llevo en el maletero del auto, me bajé como pude y volví a revisar la casa. Esta estaba cerrada como si nunca hubiera pasado nada esa noche. Mi auto era el único que estaba en el estacionamiento y ni siquiera había un guardia que me dejara salir. No había absolutamente nadie. Estaba todo totalmente abandonado.

  • ¡Y lo peor de todo era que no recordaba nada de nada de lo que había pasado! Por más que lo intentaba mi cabeza no podía recrear ni una sola imagen de lo que había sucedido. ¡Tenía una amnesia total!-

-¡Burundanga! – Exclamó interrumpiendo de golpe Andrés el relato – ¡eso te dieron a beber! lo peor de todo es que a  las pocas horas no queda ni un rastro de ella en tu cuerpo. No sale ni en un examen de sangre ni orina-.

¡Continua, por favor! – dice Andrés

El lunes pasado llegó un hombre a la portería de mi condominio que dejó un sobre a mi nombre.

Por la noche al llegar a mi casa, el conserje me lo entregó y al estacionar el auto abrí el sobre y  ¡no podía creer lo que había en su interior! Una serie de fotos mías amarrada de pies y manos a una cama con un tipo encima de mí mordiéndome los pezones.

En otra estoy en cuatro mientras el Maestro me tenía amarrada por el cuello con un tipo correa y su pené estaba en medio de mi culo.

  • ¡En mi culo! Lo podrán creer, ¡jamás he permitido que me penetren por el ano.

  • Y para terminar en la tercera foto sale de pie el Maestro con su pene introducido en mi boca sonriéndole a la cámara.

Esa misma noche cuando ni siquiera me había alcanzado a reponer de la impresión sonó mi teléfono y una voz muy grave me dijo:

  • Buenas noches querida Constanza supongo que a esta hora ya habrás recibido nuestro presente. ¿Buenas fotos no crees? ¿Qué puterio, cierto? A tu familia sin duda no le gustaría mucho mirarlas porque creo sinceramente que son un poco intimas e incomodas, ¿no crees? Aunque sí creo que a tus amigos y compañeros de la empresa donde trabajas les gustaría recibirlas. ¡Más de alguno se haría una paja mirando lo caliente y deliciosa que estás Constanza! Para que decir de tu jefe, ese gozaría como un perro con dos colas. También tengo unos videos donde sales estupenda follando, gritando y gozando de buena gana. Hizo una pequeña pausa y siguió hablando.

  • Ahora querida Constanza hablemos de negocios – dice la voz al teléfono

Primer punto. Nada de hablar ni llamar a la policía. Tenemos buenos amigos dentro y lo sabríamos de inmediato. Si lo hicieras, tus fotos y videos inundarían la red y no creo que quieras ser famosa de esa manera tan vulgar y poco digna.

Segundo punto. 24 millones al contado en un plazo de dos semanas a partir de hoy. ¡Ese es el precio total por todas las imágenes que poseemos! Ahora si quieres facilidades de pago te aplicamos un pequeño interés, tú mejor que nadie sabe cómo se devalúa el dinero en estos tiempos. ¡Bien, podría haber dos modalidades! 30 millones en dos plazos de 15 millones semestrales o 36 millones divididos en 3 millones mensuales. Como puedes apreciar querida Constanza somos flexibles en los pagos. No como los bancos que te aprietan el cuello hasta que te ahogan.  Tú decides como más te acomode. Y no te hagas tanto drama. Tienes un bonito auto y un hermoso departamento a que echar mano. Tienes buenos amigos con mucho dinero y tus padres tienen un buen pasar económico. Así que no te debes preocupar mucho por unas miserables y pocas monedas. Sabemos todo de ti querida Constanza.

Bueno, te volveré a llamar dentro de unos días para conocer tu plan de pago. Ahhh, una última cosa. Te prometo que una vez que me hayas pagado, te entregaré todas las fotos y videos. ¡Es una promesa y siempre cumplo lo que digo! – termino de decir eso y colgó.

  • Después de eso mi vida ha sido un infierno Andrés, tengo miedo hasta de ir a trabajar. Imagino que prenderé mi computador y allí estarán esas malditas fotos-  Ahora estoy con licencia médica por estrés.-

Constanza no pudo contener su llanto y bajando la cabeza empezó a llorar de forma incontrolada. Maite y yo nos acercamos para abrazarla. Andrés se quedó pensativo en el sofá releyendo sus notas.

De pronto salió de su estado de concentración y le ordenó a Constanza.

  • ¡Dame tu teléfono, anda confía en mí. ¡Dame tu teléfono!

Constanza se secó las lágrimas y algo más calmada tomó su bolso sacando su teléfono móvil más un sobre de oficio con las fotografías.

  • Toma el teléfono Andrés, pero no creo que encuentres nada que te pueda ayudar. Intente llamar al número que quedó registrado y nada. Ni una respuesta. Es como si no existiera.

  • ¡Veamos si hay algo por acá! - Dijo Andrés concentrado. Tomó el celular y lo conectó a su portátil, tecleo unos cuantas cifras y el  equipo empezó a descargar los archivos que contenía en su interior.

-Es un sistema Android, bastante sencillo de explorar y destripar su contenido-.

  • No habían pasado ni cinco minutos cuando Andrés exclamó en voz alta.

  • ¡Joder con el cabrón bien hijo de puta!-

  • ¿Qué pasa mi amor? Pregunte asustada.

  • ¡Tienen hackeado tu celular Constanza! Instalaron un pequeño dispositivo en el sistema que es capaz de robar toda tu información sin que te des cuenta. Por eso dieron contigo. Incluso tienes el GPS activado 24/7. Saben exactamente cada paso que estás dando.

  • ¡Hijo de la gran puta! - Grito Maite a punto de salirse de sus casillas - Les vamos a cortar no solo las bolas amiga,  ¡te lo prometo!

  • Como agradecer todo lo que están haciendo por mí. ¡Gracias!. Tener amigos como ustedes es una bendición. Me niego aceptar que de pura caliente y curiosa- dijo Constanza  bajando la cabeza – esté tan jodida. ¡Si me libro de esta! nunca más voy a follar! ¡Prometo mantenerme célibe hasta que muera!

  • ¡Y tú! sóplame este ojo – exclamó Maite sin  poder contener la risa – Promete otra cosa amiga ¡Follar es un derecho universal! - Dijo levantándose del sofá como una proclama.

-¡Bueno chicas, es todo por hoy! - Dijo Andrés -  voy a ordenar toda la información que me entregó Constanza. Estudiaré los antecedentes y veré que podemos hacer.-

-¡Constanza! – Te prometo que haremos todo lo posible por sacarte de la mejor forma de este  problema. – Terminó diciendo  Andrés tomándole  la mano – ¡tienes un par de amigas que cualquiera desearía tener!

-¡Bueno! una definitivamente loca y la otra un poco más cuerda para ser más exacto.

-¡Fabiola! No sabía que eras la loca del grupo - Dijo Maite mirando fijamente a Andrés-  Cuenta con la más cuerda para… ¡Lo que quieras, querido! -

Andrés se puso de pie y se comenzó a  despedir de las invitadas. - Iré por una ducha, ¡mi amor te espero para que me enjabones la espalda! – dijo sonriente guiñando un ojo.

-¡Subo en seguida mi amor! Déjame despedirme de Maite y Constanza y estoy contigo, dame un par de minutos. -

  • ¡Si quieres, te puedo ayudar mientras tanto! - le susurro coquetamente Maite a Andrés mientras pasaba por su lado despidiéndose.

-Gracias Maite, pero no es necesario. ¡La puedo esperar! -

Viendo Maite que los ánimos para quedarse no eran de los mejores, no le quedó otra alternativa que marcharse con Constanza quien un poco más relajada logró esbozar una leve sonrisa al despedirse.

No quedaba mucho tiempo para idear una estrategia. Así que luego de pasar unos días volví a tocar el tema con Andrés.

-¿Has pensado algo de nuestro asunto? No me has comentado nada desde la otra noche que nos reunimos. – le pregunté con un tono sensual pasándole una cerveza a la vez que bebía un sorbo de espumante helado.

-¡Fabiola! ¡Qué bueno que me lo recordaste! Necesito que mañana cites a Maite, Constanza e incluso a Josefina. Tengo algo en mi cabeza y me gustaría comentarlo con ustedes y ver qué opinan. En menos de dos semanas, Cony  deberá pagar el primero de los chantajes por lo tanto nos tenemos que poner a trabajar de inmediato.

-¡Perfecto, les mandaré un mensaje ahora mismo! - Respondí diligentemente– ¿pero Josefina que tiene que ver en esto? – pregunté sorprendida.

-¡Ella nos puede ayudar en todo esto y la necesito para poner en marcha lo que he pensado.-

-¿Pero en que nos puede ayudar?

  • Fabiola, ahora no me hagas tantas preguntas, ¿quieres? Cuando estemos todos reunidos y les cuente lo que he pensado, lo entenderás. ¡Por ahora sólo cítalas, por favor! - terminó su frase sin levantar la vista de la pantalla de su PC.

Sabía perfectamente que esa actitud era para que no le siguiera preguntando cosas. Pero como no me quería dar por vencida, me paré enfrente dejando caer intencionalmente la camisola de seda que me había traído de su último viaje a China quedando completamente desnuda.

-¡Upsss, perdón! – Está tela es taaaaaaaan suave que se cae ante el más mínimo movimiento -Andrés levantó la vista por encima de sus anteojos y esbozó una sonrisa.

-¡No, No y No Fabiola!, ya conozco tus artimañas.- exclamó sin sacarme los ojos de encima.

-Pero si solo estoy mostrando que tu regalo es muy escurridizo ¡nada más! – le respondí  arrodillándome bajando la cremallera de su pantalón y cogiendo su pene entre mis manos.

-¡Ahhhh!— sigue así mi deliciosa puta caliente ¡me encanta! Decía con la voz entrecortada.

  • pero te advierto que hagas lo que hagas no te anticiparé absolutamente nada -

-Mmmmm ¿nada de nada? - repetí atrapando su pene entre mis labios.

¡Ahhhhhhhhh, Nada!- volvió a repetir Andrés ya rendido sobre el sofá.

A la mañana siguiente muy temprano comencé a reiterar por medio del WhatsApp la reunión para la noche en casa.

Todas aceptaron reunirse a las 20:00 hrs.

-¿Porque Josefina? - Preguntaron Maite y Constanza con cierta actitud negativa.

-¡Por que Andrés así lo pidió! – respondí zanjando el tema.

-¡Bueno!, si el Amo lo ordena quienes somos nosotras para contradecirlo ¿Cierto amigas?- escribió Maite en el WhatsApp de forma irónica.

Ni Constanza ni  yo respondimos a su comentario.

Constanza llegó con Maite porque desde el día del suceso no quería conducir y menos a  andar sola por las calles.

Josefina por su parte también llegó puntual y consternada después del breve relato que hizo Maite de lo sucedido y del porque la habían citado.

Al llegar las tres se abrazaron por un largo tiempo sin decir ni una palabra. Por mi parte no pude dejar de emocionarme con la escena. Mujeres tan distintas entre sí. Sin embargo, si había una que lo estaba pasando mal, estábamos todas juntas para sostenerla. Un claro ejemplo de sororidad pura.

Finalmente Andrés se integró a la reunión saludando seriamente a cada una de ellas con su infaltable portátil en las manos sentándose concentrado y mirándonos una a una.

-¡Bueno chicas! Me alegro que estén todas aquí dispuestas a ayudar a Constanza – saludó antes de comenzar  - ¿Cony cómo estás? – pregunto suavemente.

  • ¡No lo sé, Andrés! - Contestó Constanza con los ojos llorosos.

-¡Entonces empecemos! –Exclamó Andrés - ¿Josefina conoces la historia, cierto? Preguntó Andrés seriamente.

-¡Por desgracia ya la conozco! Maite me lo contó todo y todavía no lo puedo creer. En lo que pueda ayudar, estoy totalmente disponible para a lo que ustedes necesiten.- respondió decidida.

-¡Excelente Josefina! Les cuento lo que he pensado.-

La idea es lograr conseguir una invitación y poder ingresar a una de sus fiestas. Para eso necesitamos crear una identidad lo suficientemente atractiva que les sea imposible de rechazar. Con mucha vida social, amistades influyentes y lo más importante ¡mucho dinero!-

Josefina y yo seremos la pareja que crearemos para intentar que nos inviten a sus eventos. Para eso vamos a empezar a crear perfiles de una pareja que practica BDSM en Facebook, Instagram y todas las redes sociales.-

-¿Entienden la idea?

-¡No!- Respondimos Jo y yo al mismo tiempo.

-¿Que no entienden?-Preguntó Andrés algo molesto.

-¡Qué Josefina sea quien te acompañe Andrés! – Respondí de inmediato – ¡No creo que sea la opción correcta! -

-¡Ni yo!  – Agregó a Josefina confundida – ¿pareja tuya para ir a ese antro? No sé, no me parece -

-¿Que no les parece? ¡Es la mejor alternativa! Con Josefina nos conocemos  lo suficientemente bien como para fingir ser pareja. Solo le tendría que enseñar cómo se comporta y la actitud que debe tener una Dominatrix, papel que perfectamente lo puede hacer ella.-

-¿Yo que? ¿Hacer el papel de Matrix? - ¿así como en la película? -  Contra preguntó Josefina aún más confundida. - ¡No creo lo que pueda hacer, lo siento! -

La propuesta de Andrés no estaba teniendo la aceptación que esperaba. No contaba con que Josefina se negara a representar su papel.

-¡Lo siento amigos y perdóname Cony! Pero no puedo hacer eso que me piden.- ¡No me atrevo!

Me da un miedo terrible echar a perder todo. Hago cualquier otra cosa, pero no me pidan que me disfrace y actúe como Matrix, nunca he sido una buena actriz y me pondría muy nerviosa. Follar nuevamente con Andrés  no sería problema, al contrario sería un gran placer. Pero intentar hacerlo delante de esos mafiosos, ¡me muero! – finalizó diciendo bajando su cabeza a modo de disculpa.

-¡Entonces!, ¿qué hacemos? – Dice Maite – vamos a abortar el plan dejando a Constanza  arruinada y célibe.-

-¡Mi amor! deja que te ayude- le digo a Andrés - ¡Sé perfectamente cómo se debe hacer! Sabes que puedo representar muy bien ese papel -

Andrés me miró seriamente y sin titubear agregó:

-¡Fabiola! Tu papel será otro. No sigas insistiendo por favor- ¡Tengo todo estructurado! -

-¡Bueno, bueno, bueno! - Exclamó Maite sin poder disimular su sonrisa - vamos por el plan B entonces… ¿Querido, que tienes? -

  • ¡No tengo plan B! – Respondió afligido Andrés - así es que Josefina ¡estamos en tus manos!- .

  • ¡No Andrés! – Respondió a Josefina nuevamente – no puedo representar lo que me pides.

-¡Pero yo lo puedo hacer! - dijo Maite mirándonos a cada uno - ¡Solo por ayudar, que quede claro! –-

-¿Tú qué? - Pregunté incrédula

  • ¡Yo puedo hacer el papel que no quiere Josefina!- continuó poniéndose de pie y sentándose en las piernas de Andrés:

-¡Seré tu Dominatrix querido! Te trataré con todo el cariño que mereces, ¡eso no lo dudes! -

-¡Por ningún motivo! - Dijo Andrés levantando la voz – ¡eso sí que no! ¡Puros problemas, de esta forma es imposible diseñar cualquier plan. ¡Cero cooperación! Nadie está conforme con los roles asignados y todas quieren hacer algo distinto -

Estaba disfrutando de la escena. Maite tenía la oportunidad de estar muy cerca de Andrés y él se oponía con uñas y muelas hasta que levantando la voz le dije.

-¿Porque no aceptas, mi amor? Si Josefina no lo puede hacer ¿por qué no lo intentas con Maite? -

  • ¡Fabiola! lo único que quiere es tener la oportunidad de que me la pueda follar ¡Vamos! No pierde la oportunidad de mostrarme el culo cuando anda sin ropa interior-

-¡Ehhhh, Sin calzones no ¡ -  Respondió Maite levantándose el vestido – estos que estoy usando son tan bellos ¿no crees? -

-¡No creo! – respondió Andrés casi a punto de estallar.

-¡Me los saco entonces! – dice Maite largándose a reír  mientras hace el movimiento de quitárselos cuando irrumpió nuevamente Andrés.

  • ¡Lo ven! ¡Está loca! –

-¡Jajaja! reí e imitando a Maite y me senté  sobre sus piernas mientras le decía  – ¿Andrés, porque no lo piensas un poquito? ¡Ahora será por una noble causa! –

-¡Fabiola no te entiendo! – Exclamó Andrés algo afligido - ambos sabemos cuáles son las intenciones de tu amiga –

-¡Mi amor, esta vez no te encuentro razón! – Respondí acariciando su entrepiernas mientras le mordía los labios - te hayas follado a todas mis amigas, menos a ella y eso no es justo. ¡Dale en el gusto!  Yo, como estoy inundada – le digo mientras tomo su mano dirigiéndola bajo mi vestido haciendo que tocara mi vagina  – o húmeda de solidaridad. Ayudemos al prójimo y el prójimo – señalando a Maite – - nos ayudará a nosotros -

Maite incrédula se levantó de su asiento dejando los calzones tirados en la alfombra y corrió hacia donde me encontraba abrazándome sin control.

-¡Fabiola, amiga!- ¡eres, eres una mujer fantástica! ¡Haré lo que me pidan! ¡Lo prometo!- gritaba Maite entusiasmada con la idea.

-¡Andrés, cariño! Cambia esa cara hombre, estaré a la altura. ¡No los voy a defraudar! -

¿Cuándo comienzo mi entrenamiento?-

-¿Necesitaré látigos? ¡Tacones! ¡Fustas! ¿Un par de esposas? ¿Cuerdas? ¡Díganme todo lo que necesito!  ¡Haré todo lo posible para someter a mi voluntad a esta poderosa y sexy fiera! – exclamaba Maite sonriendo coquetamente.

Andrés nos escuchaba resignadamente meneando negativamente la cabeza hasta que dijo.

-¡Esta bien, Maite! Solo porque Constanza necesita de nuestra ayuda voy a aceptar que seas mi acompañante – Y mirándome me dice - Esta es la primera y última vez que me pides que me folle a alguien, Fabiola. ¡Ese no es nuestro acuerdo!- .

-¡Mi amor, lo sé! -  respondí serenamente para terminar el asunto – ¡esta vez y nunca más!-

Ya con todo decidido terminamos la reunión y nos despedimos de nuestras visitas con el compromiso de reunirnos con Maite al día siguiente para iniciar su entrenamiento.

Luego de apagar las luces de la sala subí a la habitación sabiendo que Andrés estaba molesto con mi petición, así es que estaba dispuesta a asumir las consecuencias.

Pero me sorprendí verlo encima de la cama estudiando detenidamente una y otra vez las fotos con las que habían chantajeado a Constanza.

-¿Qué buscas Andrés? – Le pregunté abrazándolo por la espalda para que notara que estaba solo cubierta con una ligera bata.

-Busco un detalle, una pista, un indicio, una señal o un milagro. Cualquier cosa que nos sirva para identificar a ese tipo- señalando al hombre de la fotografía.

-¿Un detalle? Mmmmm ¿este sirve? - Respondí señalándole una diminuta mancha en la muñeca del hombre que sonreía a la cámara con su pene introducido en la boca de Constanza.

  • ¡Déjame ver!  – Exclamó Andrés quitándome la foto de las manos – saltando de la cama y abriendo inmediatamente su portátil.

-¿Veamos qué hay aquí?- dijo intrigado mientras miraba la foto ampliándola con una lupa –

Una vez abierto el sistema operativo de su portátil me dice – Voy a vectorizar esta foto hasta se le vean los puntos negros de la nariz a este tipo. -

-¡Este proceso va a tardar un rato guapísima! – Mirándome libidinosamente – Ahora vas a pagar por lo que me hiciste hace un rato. No me he olvidado y no te vas a librar tan fácilmente de esa jugada - Dice Andrés mientras me toma por la cintura y me deja caer de espaldas sobre la cama recostándose encima de mí.

-¡Andrés! - exclamé aturdida – sabes que no me gusta esta postura -

-¿Cuál postura? – Preguntó sonriendo y besándome suavemente la boca pasando por mi cuello para terminar en mis pechos.

  • ¡Esta!- intentando quitármelo de encima – ¡como en las películas románticas! -

-Ahhhh – ¿Esta donde lentamente con mis rodillas entreabro tus piernas para luego hacer que mi pene juegue con tu vagina, la que lo espera ansiosa, húmeda, caliente?

  • ¡Andrés por favor!  Tú sabes lo frágil que me siento cuando hacemos el amor de esta manera- exclamé aun resistiéndome.

-¡Ya calla mi amor!- me encanta sentirte así, tan emocionada, tan entregada, tan mía.

Y en ese momento sentí como su pené entraba suavemente en mi interior con la sutileza propia de quien solo desea disfrutar del momento y hacerlo inolvidable.

Hicimos el amor como quería y luego follamos como yo quería. Lo cabalgué salvajemente hasta caer agotada y resollando sobre la cama después de miles e intensos orgasmos.

Pasaron tres horas hasta que Andrés logró en su computador el tamaño y resolución que buscaba en la fotografía.

¡Lo tenemos, Fabiola! ¡Este es el Maestro!

-¿Cómo lo sabes amor? – pregunte sin poder creer lo que decía mientras miraba la fotografía

-¡Mira el tatuaje en su muñeca!  Es como el que describió Constanza cuando saludó al Maestro en la fiesta ¿recuerdas? -

¡Eres un genio, Fabiola! ¡Tú lo descubriste!  Si no fuera porque son las tres de la mañana y tenemos que trabajar temprano, ¡celebraríamos nuevamente! – dijo Andrés sonriendo tirándose de espaldas de un salto sobre la cama.

El día siguiente fue agotador en la clínica  que casi olvido que por la tarde noche Maite empezaría su entrenamiento como Dominatrix.

Cuando llegue a casa ella ya estaba sentada en el sofá con un atuendo que no me dejó de sorprender. Llevaba puesto un traje negro de una pieza muy ajustado que dejaba entrever sus sinuosas curvas. Maite a sus cuarenta años era una mujer sumamente sexy y atractiva. Morena de facciones finas y un cuerpo trabajado a punta de gimnasio. Generosa de pecho y un culo que no dejaba indiferente a nadie. Su estilo moderno con un peinado blunt wet cut la convertían siempre en el centro de atracción. El problema era su avasalladora personalidad, impertinencia y su constante desatino. Además de la enfermiza obsesión que tenía con Andrés.

Llevaba unas medias con ligas y zapatos negros stiletto que sin duda le daban un cierto aire seductor.

-¿Maite?, hola amiga. ¿Qué haces sola aquí? ¿Andrés no bajo a recibirte? – pregunté con extrañeza.

-¡Si Fabiola! me abrió la puerta y me dijo que tomara lo que quisiera del bar mientras él terminaba su trabajo y que le avisáramos cuando llegaras para comenzar ¿Que amable no? – Exclamó algo contrariada – no dijo nada sobre mi vestuario ¡nada! -

Sabía que Andrés cuando no quería ser amable ponía todo de su parte en hacerlo saber así que yo misma lo fui a buscar a su  estudio de trabajo.

-¡Mi amor, hola! estamos listas esperándote ¿vamos? - Lo invite seductoramente acariciando su pene sobre el pantalón.

-¡Ahhhh! - exclamó Andrés suspirando profundamente - por favor sigue. Tu amiga no me calienta ni con el ridículo traje que lleva puesto. Me tendré que tomar una botella de whisky y un kilo de Viagra para podérmela follar – terminó por decir tomándome del culo y acercándome lo suficiente para que pudiera sentir lo excitado que estaba

-No sé si sea una buena idea que me la tenga que follar, Fabiola ¡Está loca! – me dice mientras empieza a acariciar mi vulva sobre el calzón.

-Andrés – le digo – Te has follado tantas mujeres en tu vida que una más da lo mismo. Hazla feliz de una vez por todas y verás que la tendrás en tu mano para lo que quieras, sobre todo en este momento la necesitamos entusiasmada tal como está – le terminaba de decir mientras metía su mano en mi vagina y empezaba a jugar con mi clítoris.

Estábamos en eso cuando Maite apareció en la puerta. Con un leve carraspeo llamó nuestra atención.

-¡Perdón que los interrumpa chicos!, pero me muero de ganas ¡No! - corrigiéndose de inmediato -  me muero de ansiedad de que comencemos ¿les parece? -

-¡Maite! Claro que si ¡Vamos, ya estamos listos!- Respondí soltando a Andrés dejando en evidencia la potente erección  que tenía bajo su pantalón.

-¡Andrés! Dijo levantando la voz sin dejar de mirar su entrepiernas- ¡A partir de ahora eres mi esclavo! ¿No sabes que soy tu dueña, cariño? -  decía tratando de comportarse como una Dominatrix.

Andrés con toda calma camino hacia ella desabotonándose la camisa  y haciendo un gesto me indicó que me sentara en la butaca al lado del escritorio.

Yo obedecí de inmediato, él era mi Amo.

-Vamos a ver Maite – le dice – Primero. No tienes para que venir disfrazada, esto es solo una pequeña clase de cómo actúa una domina. Segundo. En este juego me voy a convertir en tu sumiso lo que no significa que puedas abusar y sobre actuar delante de otros cuando no sea estrictamente necesario incluso si es innecesario, porque se puede ir toda nuestra planificación a la mierda y terminaras perjudicando a Constanza.

Tercero. El BDSM implica varías disciplinas. Bondage que significa esclavitud o cautivero, lo más común en esta práctica son las amarras, luego está la Disciplina donde aparecen los látigos o nalgadas, después está Dominación y Sumisión que su nombre lo dice todo y finalmente está el Masoquismo o Sadomasoquismo que es cuando se logra el placer causando o recibiendo dolor y humillación siempre consensuada entre las partes. En este juego cualquiera sea la disciplina que practiques está todo previamente pactado.

-¿Entendiste de que va todo esto?- le preguntó Andrés a Maite - ¿Te sientes capacitada para seguir con esto? –

-Por supuesto cariño. ¡Siempre dispuesta! – Respondió Maite sonriendo – ¿Solo una pregunta?

-¿A que juegan ustedes dos?-

A lo que me adelante a responder – Él es mi Amo, Maite. ¡Practicamos de todo un poco!

-Una última cosa Maite- dice Andrés -Nada de besos en la boca, nada de frases sugerentes ni muestras de cariño. ¡Tú ordenas y tú sumiso obedece! ¡Quieres sexo y tú sumiso té dará sexo!

¿Entendido? – la mira fijamente y le dice.

-Muy bien Ama. ¿Que deseas de mí? – preguntó Andrés intuyendo lo que venía

¿Ya empezamos? – preguntó Maite mirándonos sorprendida a ambos

-¡Por supuesto Ama! ¡Usted manda y yo obedezco!

¡Quiero que me folles como nunca lo has hecho con nadie! – Exclamó Maite casi gritando – ¡Quiero sentir esa hermosa monstruosidad que tienes entre las piernas dentro de mí por todas partes. ¡Fóllame por favor! –

-¡Muy bien Ama, como usted ordene! - ¿Prefiere empezar usted o prefiere que lo haga yo?

Andrés se estaba burlando de Maite dilatando y magnificando su actuación.

¡Empieza tú, pero rápido que me tienes hirviendo de caliente! – exclamó Maite en tono de súplica.

-Ama, por favor. Sería tan amable de quitarse usted ese ridículo traje que lleva puesto, está demasiado apretado.

-¡Te ayudo a sacarte eso Maite! No sé cómo te lo pudiste poner sola.- le dije al borde de las carcajadas mientras ella se afanaba desesperadamente por quitárselo. – ¡Parece un traje de surf! –

Mientras luchábamos sobre la cama intentando sacar el ajustado traje de látex que Maite traía puesto, Andrés nos observaba pensativamente hasta que exclama levantando la voz dirigiéndonos a las dos.

-¡Esto no va a resultar Fabiola! – Maite no tiene la actitud de una Domina. Así que vamos a invertir los papeles. ¡Ella asumirá el papel de sumisa! Creo que así será la única forma de que esto pueda funcionar. ¡Yo seré el Amo! ¡Será más sencillo, pero le tendremos que enseñar su nuevo papel! –

-¡Claro que va a resultar! - Exclamó Maite totalmente desnuda una vez que se había logrado sacar el ajustado traje de látex. – ¡Quiero ser la Ama!, me gusta eso de que seas mi esclavo - ¡Ya estoy lista esclavo. ¡Follame! ¡Te lo ordeno!  –  indicándole a  Andrés con el dedo índice que  la obedeciera.

-Jajajaja, Maite – exclamó riéndose Andrés – ¡Así no lograrás que se me pare ni siquiera el pelo!-

-¿Entonces qué debo decir?-  pregunto Maite contrariada

-¡Tu tiempo de Domina terminó, Maite! ¡Yo haré ese papel! ¡De ahora en adelante serás mi sumisa o nada! –

-¡Ahora obedecerás y harás lo que te indique sin quejarte! En que hagas bien tu papel radica el éxito de nuestra misión.- terminó por decir Andrés mirando seriamente a Maite – Recuerda que seremos una pareja avezada en estas lides, así que tendrás que estar preparada para todo.-

-¡Lo que tú digas Andrés! - respondió Maite con urgencia –

  • ¡Allá vamos! – Masculló Andrés con cierto aire de resignación – ¡Fabiola tú te quedas!

Sin pronunciar ninguna otra palabra se acercó a  Maite  y la tomó del cabello con tal firmeza que la dejó sin aliento con la cabeza flectada hacia atrás.

Ella pensó que la besaría e instintivamente cerró los ojos.

-¡Recuerda que es sin besos! – le susurró al oído mordiéndole la oreja - ¡Fabiola, busca en la cajonera los antifaces y cuerdas! – ordenó sin mirarme.

Tomó el antifaz y cubrió la vista de Maite quien se resistió sacándosela de un golpe de sus ojos

-¡Quiero ver todo Andrés! ¡Te quiero ver! – exclamó ansiosa.

  • Maite, tranquilízate, eres su Sumisa y eso significa que debes obedecer sin resistir ni contradecir nada. Déjate llevar y disfruta de las sensaciones – le aconsejé mientras Andrés hacía lo posible por ser paciente y no abandonar la causa.

Andrés volvió a cubrir sus ojos y con la una cuerda de seda amarró sus manos por encima de su cabeza.

Se ubicó entre sus piernas para que no las cerrara. Comenzó a acariciar sus grandes pero bien formados pechos y a morder sus pezones que estaban duros y erectos con cierto grado de rudeza

Maite empezó agitadamente a gemir y retorcerse cada vez que lo sentía.

Con  ambos índices y pulgares los pellizcaba alternadamente hasta que la sintió bastante excitada. Su pubis y vagina totalmente depilada era un rio de fluidos que manaban desbordadamente.

Se puso de pie a la orilla de la cama que había en el estudio y puso a Maite de rodillas de tal manera que su boca quedara frente a su pene.

Le tomó la cabeza ordenándole que lo metiera en su boca. Maite lo aprisionó entre sus labios con tan poca delicadeza que Andrés de un grito la quitó de inmediato.-

¡Maite, así no! - ¡suponía que eras una experta en el arte de la felación! ¡Ufff, esto no va a resultar! –

-¡Andrés, disculpa! – Estoy muy nerviosa además tu pene es demasiado grande – exclamó justificándose

-¡Mi amor, ten paciencia!  Espera un momento – le dije Andrés mientras le quitaba el antifaz  a Maite y mirándola fijamente le dije.

-¡Amiga, mírame! Déjame que te muestre como lo tienes que hacer y como le gusta que le chupen.  Esto es muy serio y no olvides porque estamos haciendo esto.-

-¡Andrés, véndame los ojos!- exclamé

Totalmente desmotivado y haciendo caso omiso a su desgano tome su pene con las manos y suavemente lo comencé a recorrer con mi lengua hasta dejarlo excitado en su máxima potencia.

Luego lo metí en mi boca y con calma fui chupando suavemente hasta que sus músculos  dejaron de estar tensos.

-¡Ahora tú, Maite! , ¡Vamos tú puedes! -

Con más calma Maite repitió mis acciones y esta vez Andrés no opuso resistencia. La tomó con firmeza del cabello y comenzó a dirigir sus movimientos

Maite había entendido  el mensaje y rendida se dejó llevar por el deseo.

Observaba sentada en una silla como Maite disfrutaba lo que estaba haciendo. Por fin su sueño se estaba haciendo realidad. Andrés la tomó y la tiro sobre la cama ordenándole que abriera las piernas y que si las intentaba cerrar recibiría un intenso castigo.

Metió su cabeza en sus entrepiernas mordiendo y lamiendo sus labios mayores. Maite se quiso sentar al sentir los dientes de Andrés pero el rápidamente la regreso a su lugar. Siguió mordiendo sus labios y subió hasta su clítoris.

Con su lengua fue haciendo movimientos circulares hasta que Maite fue perdiendo el control y se comenzó a mover temblorosamente.

Gemía una y otra vez pidiendo que no se detuviera hasta que levantó sus caderas y por unos segundos las dejó suspendidas en el aire conteniendo las intensas contracciones de su vagina.

Sin dejar que se repusiera del intenso orgasmo, Andrés se colocó un preservativo y lentamente la fue penetrando ocupando por completo su interior.

Un ahogado grito de satisfacción salió de lo más profundo de sus entrañas.

Andrés se empezó a mover enérgicamente  entrando y saliendo rítmica y sostenidamente sin dar ninguna tregua a Maite.

Entraba y salía. Dejaba su pene por unos segundos en la entrada de su vagina para luego embestirla profundamente. Maite no podía más de sí.

Nuevamente sucumbió ante un intenso orgasmo quedando jadeante y casi sin respiración sobre  la cama.

Pero Andrés aún no había terminado y le ordenó a Maite.

-¡Ahora quiero tu culo! ¡Obedece puta! ¡Ponte en cuatro perra caliente! ¡Vamos obedece, ponte en cuatro! -

-¿Queee dices Ammmmo?- Respondió agotada y jadeante casi sin fuerzas.

-¡Lo que te ordeno! - respondió Andrés esperando que obedeciera.

Maite obedeció sin decir palabra y poniéndose en cuatro levantó el culo para dejarlo frente a los ojos de Andrés.

Comenzó a acariciarlo de manera circular primero una nalga, después la otra. Hasta que le da su primera nalgada.

Maite se quedó en su lugar y gimió muy despacio. Andrés le dio una segunda nalgada y una tercera sin que ella se moviera.

Me busco con la mirada insistentemente hasta que me ordenó agitado.

Fabiola, pásame un látigo y una fusta y también te pones en cuatro junto a Maite.

-¿Pero Andrés, para qué? -

-¡Porque soy tu amo y te lo ordeno! - Respondió alzando la voz.

Me quité obedientemente el vestido y  me puse al lado de Maite quien estaba tan excitada que ni siquiera se dio cuenta que estaba a su costado.

Maite y yo estábamos con el culo levantado con la cabeza apoyada en la cama hasta que empezamos a recibir latigazos. Uno tras otro. Me excitaba sentir como mis nalgas iban  enrojeciéndose y cobrando vida convirtiéndose en un apéndice de mi clítoris. Disfrutaba de cada golpe que recibía. Me había excitado intensamente. Maite también lo estaba, igual o más caliente que yo.

Andrés tomó un lubricante y empezó con sus dedos a untar el ano de Maite intentando dilatarlo con suaves movimientos circulares. Se colocó un nuevo preservativo, colocó su pene en la entrada y la empezó a penetrar suavemente.  Maite emitió un profundo suspiro que la dejó sin aliento y sin habla. Como no hubo resistencia la volvió a embestir comenzando a entrar y salir sostenidamente hasta que Maite temblando y sin control contrajo su ano atrapando a Andrés en su interior mientras mordía y arañaba las sábanas. Cuando Maite intentaba regresar de su intenso orgasmo anal. Andrés salió de ella, se sacó el preservativo y me penetró con urgencia por el culo.

Un vez introducido totalmente en mi interior emitió un hondo suspiro abrazándome por detrás recostándose sobre mi espalda y con sus manos apretó mis pechos comenzando a exprimir mis pezones. Entraba y salía de mi ano con cierta suavidad prolongando el intenso momento de placer. Empezó a aumentar el ritmo de sus movimientos hasta lograr que mi ano se empezara a contraer y sin poder controlar las fuertes sensaciones me corrí violentamente. Uno tras otro se fueron sucediendo hasta quedar jadeante sobre la cama.

Apuró sus embestidas, me tomó de las caderas y gimiendo empezó a repetir mi nombre.

-¡No hay una puta más rica que tú Fabiola! ¡No hay puta más rica que tú…! en ese instante sentí como su pene expulsaba a borbotones todo su delicioso semen en el interior de mi ano.

Los tres nos quedamos por un momento agitados y tirados sobre la cama sin decir palabra.

Hasta que Andrés ya recuperado me besa la nuca y me dice.

-¿Nos duchamos? ¿Me acompañas?

Maite como pudo se incorporó de la cama y le respondió.

-¡Por supuesto que sí, Amo! deja que arme este bello cuerpo que quedó totalmente destartalado y te sigo de inmediato.

-¡Lo siento Maite! hasta aquí no más llegó tu entrenamiento, la ducha es con Fabiola. Solo ella sabe cómo enjabonar mi espalda.

-¡Vale, ya entendí, ya entendí! – Exclamó sonriente Maite con voz agotada- Con este entrenamiento quedaré fuera de circulación por todo lo que resta del año. ¡Nadie ma había dado tan rico y tan duro! ¡Sin lugar a dudas el mejor polvo de mi vida y eso que era de entrenamiento! – Y acercándose a Andrés le toma su pene y lo acaricia suavemente diciendo – ¡Tu gran amiguito merece una inmensa estatua, es sencillamente fabuloso! ¡Pídanme lo que quieran, amigos. Sé que me regalaron lo que siempre quise hacer, así que estaré agradecida en todo momento y dispuesta para lo ustedes necesiten ¡Lo que quieran! ¡Andrés, te has ganado una amiga incondicional de por vida! ¡Gracias amigos! -

Maite se puso un vestido que traía en su bolso, tomó el resto de su vestuario, tomó las llaves de su auto que estaban sobre la mesa de entrada y se marchó alegremente  tarareando una canción.

Andrés ya en la ducha dejando caer el agua caliente sobre su espalda hizo caso omiso a mis mojadas caricias. Por un buen rato solo dejaba que mis manos lo recorrieran sin mayor esfuerzo.

Luego de cerrar el grifo de la ducha dejó que lo secara con una toalla. Su mente estaba en otro sitio. Estaba pensando.

-¡No disfruté de esto Fabiola! Esto de tener que follarme a Maite no me convence. Incluso quizá, ni siquiera lo tengamos que hacer si es que nos invitan a la fiesta. Lo que me preocupa es que está tan  loca que sea capaz de seguir acosándome-

.-Mi amor – respondí cariñosamente – tener una loca contenta siempre es bueno ¡piensa en positivo! hiciste la obra del mes .Generosamente le cumpliste a Maite su secreto deseo y con esto tienes el cielo ganado -

-Solo espero que el sacrificio haya valido la pena. Con tal de ayudar a Constanza es suficiente. ¡Ya sabes lo que pienso de esto! -

-¡Lo se mi amor! , pero ahora tienes a Maite a tus pies. ¡Además lo disfrutaste, vi en tu cara como gozabas pilluelo!- .le dije sonriendo.

  • ¡La quiero a kilómetros! ¡Te lo  aseguro!-

-¡Ya Andrés, vamos a la cama que aún tenemos un tema pendiente! -  le susurré al oído mientras le acariciaba el culo.

-¡No lo sueñes Fabiola! ¡Solo quiero dormir! – exclamó Andrés tirándose sobre la cama.

Con el portátil en la mano me senté a su lado mientras intentaba cerrar los ojos para quedarse dormido.

Mañana crearemos todas las cuentas en las redes sociales. Tenemos fotos muy buenas y convincentes para publicar.

  • Ahora se tienen que inscribir en el sitio – y riendo le digo – la hermosa y gozadora parejita de Andrés y Maite ya están listos para entrar en acción. ¿Quién lo iba a pensar? ¡Ustedes dos juntos! – exclamé muerta de la risa.

Mientras esperábamos ansiosos que nos respondieran la solicitud, Bernardita apareció por sorpresa en nuestra casa. Al abrir la puerta, entro muy agitada y rápidamente se sentó temblando en el sofá.

-¡Fabiola! ¿Porque no me contaron lo que sucedió a la Cony? ¿En que estaban pensando?-

-¿Bernardita? – Pregunté preocupada  - ¿Cómo lo supiste? -

-¡Bueno, Maite y Josefina me lo comentaron ayer por la tarde mientras estábamos en el gimnasio. ¡Cuando lo supe no sabía si llorar o salir arrancando!-

. Ellas me contaron que ustedes tenían un plan para tratar de descubrir a los autores de esta infamia, de esta inmundicia y decidí venir para decirles que pueden contar conmigo para lo que necesiten -

-¿Andrés, no está? – Preguntó mirando hacia todos los lados de la casa – ¡lo llamé toda la mañana y nada!

-¡Hola Bernardita, aquí estoy! - Saludó Andrés apareciendo en la sala con su portátil en la mano sentándose a mi lado – Disculpa por no haber tomado tus llamadas pero tengo mi celular apagado. No quiero interrupciones en este momento -

-¡Bernardita nos viene a ofrecer su ayuda,  mi amor! – le respondí acariciando su pierna.

La quedó mirando pensando por unos instantes y le preguntó -¿Bernardita, tu padre o tú misma tienen algún contacto comercial en Estados Unidos?-

-¿Un dealer? – Preguntó – Bueno sí, mi padre tiene muchos pero depende para lo que necesites - , respondió Bernardita algo intrigada.- Pero conozco algunos ¿Por qué lo preguntas? -

  • Necesito comprar un artículo que venden exclusivamente en Estados Unidos y lo que lo envíen casi para la semana pasada. ¡En realidad lo necesito urgente! Es de vital importancia para lo que tengo pensado en la cabeza y ayudar a Constanza.

  • ¿Qué necesitas Andrés? – Preguntó Bernardita -¿De qué estamos hablamos?-

-¡Una cámara fotográfica especial con visión nocturna SPIX27 de largo alcance! - . Vale aproximadamente US 25000. ¡Es exclusiva! -

-¡No, mejor aún cámara de video con las mismas características! ¡Creo que nos sería más útil!- Exclamó Andrés mirando el infinito.

-¿Porque no mejor las dos Andrés, si es necesario? – preguntó Bernardita

  • ¡Bernardita, qué más quisiera! Pero con mucho esfuerzo puedo costear una. ¡Este gasto extra no estaba en mi presupuesto! -

-¿Cuánto es? ¿Cincuenta mil dólares? -  Preguntó Bernardita a la vez que nos pasaba su tarjeta de crédito. - ¡Toma, compra las dos y las cargas a mi tarjeta! -

-¿Estas segura? - Preguntó Andrés  sin salir de su asombro – ¡qué va a decir tu marido!-

-¡Nada, ese no pinta nada en esto! ¡Esta tarjeta me la pasó mi papá y él jamás me preguntaría en qué la utilizo! ¡Soy la niña de sus ojos! –

-¿Dónde vas a comprar las cámaras? – preguntó Bernardita

-¡La fábrica SPI está en Las Vegas! ¡Con ellos tengo que contactar! – dice Andrés

Bernardita toma su celular y empieza a llamar.

  • ¡Hi Franklin! Bernardita speaks. ¡I urgently need your help! Needed...-

Habíamos comprado dos teléfonos móviles que iban a ser utilizados exclusivamente para este evento y desecharlos apenas saliéramos de la fiesta. Lo más probable era que los hackearan cuando quedaran en custodia y así poder rastrearlos posteriormente.

Solo nos quedaba esperar el correo de confirmación o alguna llama telefónica para echar  a andar nuestra planificación.

Un par de días antes de que se cumpliera para el primer pago que debía hacer Constanza, recibimos la tan esperada notificación.

Han  sido aceptados para que se  inicien en nuestra disciplina. Por este placentero motivo los invitamos  al Club para celebrar  vuestra adhesión a nuestro selecto y exclusivo grupo de socios. El evento se realizará el viernes 19 de Junio  a las 21:00 en punto.

Enviaremos a su teléfono celular las instrucciones y la dirección algunas horas antes del inicio.

Por favor depositar US  500 en la cuenta señalada como cuota de incorporación.

Hemos hecho una excepción al considerarlos a ambos en este magno evento.

Son bienvenidos a vivir junto a nosotros una experiencia única e inolvidable.

El Maestro.-

CONTINUARÁ.