El cliché del elevador| Mi primer anal I Parte.
Es trillado, ya lo sé pero me pasó... Lo que no le di al cabrón de mi novio se lo entregué a un desconocido en el ascensor... Tan sólo de recordarlo me mojo.
[...] Recuerdo ese día... Había encontrado al cabrón de mi novio con el que llevaba 3 años de una relación aparentemente sólida, divertida y versátil con los pantalones abajo mientras la daba por el 'culo' a mi jefa... La hija de puta era hasta casada. ¡¡¡Qué iras que sentí!!!... Ese día le dije hasta el mal que se iba morir. >.< Ahora creo que exagere un poco pero el muy desgraciado me había lavado el cerebro con la fidelidad y bla bla bla... ¡Qué tonta!... La peor parte es que el día estaba frío y para sorprenderlo me había comprado un ligero de color negro con un corsé que hacía que mis senos se vean más grandes (Soy una chica de test trigueña con caderas grandes y cinturita de avispa, apenas llegó al 1.62Mtrs. Si soy chiquita pero ya saben los 'mejores perfúmenes viene en frascos pequeños'... y tengo unas tetas que volvían loco a mi novio, si gorda ni blanca tengo donde agarrar, en esa época tenía el cabello largo (color negro) hasta la cintura). En fin... me había puesto unos tacos tipo aguja con el ligero y por encima solo el abrigo, la idea era sorprenderlo con una 'mamada' o un rapidito rico para que se caliente y luego le invitaría que se escape de la oficina, pero el muy desgraciado terminó por sorprenderme a mí...
Salí hecha una furia e ingresé al elevador, odiaba esa mierda porque es de los antiguos con esos botones que hay apretarlos varias veces y con esas puertas de vidrios gruesos que no se van nada, mejor hubiera tomado las escaleras (eso pensé, pero estaba muy oscuro) y me daba miedo bajar sola. No vaya ser que me caiga, si soy algo torpe cuando ando con prisa, el punto es que sin pensarlo esa porquería se paró, me pegué el susto de mí vida y me puse hiperventilar.
—Cálmese.
¡Mierda! No sabía de dónde había salido esa voz pero había un hombre de más o menos 1.85 Mtrs. De altura calculo yo... bien vestido el condenado pero eso no me importó con tantas películas policiacas que he leído yo ya decía este sujeto me va matar, y hasta ahí llegué. No sé qué cara abre puesto pero el tipo (Era de tez blanca, solo que por la oscuridad no veía) se empezó a reír y me dijo:
—No sé qué está usted pensando... pero no le pienso hacer nada, es más... póngase cómoda porque esto va para largo.
Ahí me di cuenta que esa porquería de ascensor no era la primera vez que se dañaba, seguro que el tipo o frecuentaba el lugar o trabajaba ahí.
Vi que aplastó la alarma varias veces pero no sonaba nada.
—¿Y ahora?— pregunté intentando sonar serena. XD Fracasé en el acto.
Me quedé fría cuando se sentó en el piso y me dijo:
—Yo de usted me saco el abrigo y me pongo cómoda... eso va para largo. —susurró con fastidio mientras empezaba a jugar con un cigarro que saco no sé de dónde... me quedé inmóvil en mi lugar... cómo me iba sacar el abrigo cuando casi estaba desnuda, porque lo que me había puesto era digno de una puta. A mi novio (Ex-novio ahora) le gustaba las transparencia y lo único que no era transparente era mi corsé de ahí el resto, negro traslucido.
—Maldición... Ni moto tocará sentarse... —Fue la única frase que dije al dejarme caer contra la pared del ascensor, la oscuridad nos envolvió. El problema fue que a los pocos minutos el abrigo me estaba dando calor, claro había unas pequeñas rajillas de ventilación pero a mí no me llegaba aire fresco y empezaba a sofocarme.
—Debería quitarse el abrigo.
—No gracias.
No podía ver al hombre pero sabía que se había reído. Creo que adivino lo que me pasaba y más cuando me preguntó descaradamente:
—¿Acaso estás desnuda?
—No. (Pero tampoco iba quedar en interiores ante un extraño). Pero no tuve tiempo de decir nada porque sentí su mano (enorme debo decir) debajo de mi abrigo. Estaba aterrada y más porque aquel hombre la otra mano en mi boca para evitar que grite.
'Por Dios este hombre me va violar' Pensé con terror.
Su mano iba subiendo lentamente por encima de mi pantimedia o más bien ligero, y aunque apreté las piernas el muy desgraciado se las ingenió para meter su mano con algo de fuerza y con uno de sus largos dedos llegó a tocarme por encima de la tanga transparente que tenía sin llegar a lastimarme. Hubiera jadeado si no tuviera miedo de estar inmovilizada.
—Mira que eres una zorra... te has mojado apenas te toqué. —Hasta yo me sorprendí de ese comentario y más cuando él me susurró en un tono ronco—: No haré nada que no quieras...
No sé por qué mierda abrí las piernas y sentí relajar mi cuerpo cuando él seguía restregando sus largos dedos sobre mi tanga.
Cuando me iba soltar la boca me dijo al oído:
—Te puedo hacer cosas más ricas si me dejas ver tus tetas.
Yo estaba temblando por la forma como ahora metió sus largos dedos por debajo de mi tanga que no sé en qué momento me abrió el abrigo y estrujó con algo de fuerza uno de mis senos e intentaba pasar del uno a otro.
—¡Qué ricas tetas tienes, mami! —Esa frase me puso muy cachonda, pensé que me correría ahí mismo porque él me tenía a su merced, en ningún momento dejo de masturbarme con sus largos dedos, me sentí cansada.
Cuando me di cuenta estaba en el piso del ascensor con las tetas al aire y el corsé sin abrir, no fue necesario porque él se las ingenió para bajarme el panty y fue cuando me dijo:
—Te dije que te haría cosas ricas... —No necesito completar la frase porque enterró su cabeza entre mis piernas, no me pregunten cómo lo hizo porque yo estaba jadeando al sentir esa gran lengua dentro de mí y casi pegue un gritito cuando sentí uno de sus dedos andando o más bien entre mis nalgas.
—¿Qué haces...? —pregunté entre excitada y asustada.
El solo gimió y no contestó hasta que yo di un grito, me había metido el dedo atrás, eso era territorio prohibido para mí pero no tuve tiempo para reaccionar porque él seguía chupándome adelante con tan ahínco que yo estaba en el paraíso... cuando pensé que me iba correr hizo un lato y me preguntó:
—¿Te han culiado alguna vez?...