El cine
En un momento y casi sin saberlo se encuentra arrodillado comiendo polla y al poco siendo invadido por detrás.
Tengo 25 años y esto me sucedió hace dos meses. Estaba soltero y sin compromiso, y llevaba más de seis meses sin tener sexo por lo que me decidí a ir a un cine x.
Un chico de mi edad con un aspecto bastante rudo me vendió la entrada, ésta te va a gustar es de las buenas, me dijo.
Había poca luz, sólo la de la película, dos negros se follaban a una gordita tetona con carita de niña picara. Me senté en un lateral, cerca del final, me daba algo de vergüenza que me vieran. A los dos minutos apareció el chico de la ventanilla, y se sentó dos asientos más para allá.
¿Qué te he dicho?, a qué es buena - Sí, esta muy bien, vaya caña que le están metiendo - Sí, a la muy zorra la están dejando a gusto. - No me extraña, con esos rabos, vaya pollones, quién fuera negro
- Se limitó a mirarme y sonreír. A los cinco mintuos, y con un calentón subido, el chico me dijo: - - - Oye, yo voy a hacerme una paja, tengo papel, si quieres...
Gracias, no he traído, pero ¿¿¿no nos dirán nada??? - Tranquilo no pasa nada
- Empecé a bajarme los pantalones y mi polla saltó dura como una roca, me senté y al girarme para pedirle el papel, instintivamente le miré la suya. Era grande, mucho más grande que la mía no sé si como la de los negros, pero parecía enorme.
- Qué, no habías visto una así, ¿verdad? - No, qué grande la tienes, oye cuánto te mide - 19 y pico, no llego a 20 por poquito, - Joder que pedazo rabo - Sí, no esta mal, oye como hay confianza, quieres que nos pajeemos mutuamente. - No sé, me da corte, y así con el brazo de la butaca es incomodo, ¿no? - Sí, lo mejor sería que el que la hace esté en el suelo, entre las piernas del otro, ¿no crees? - Sí, supongo que sí. ¿Quién empieza? - Hombre, ya que yo la tengo más grande, empieza tú.
Anda, vaya cara, es que no se lo he hecho nunca a nadie - Venga, no seas tonto, ponte aquí y cógela con suavidad, es como la tuya, pero el doble de grande. - No sé, me da cosa. - Va no seas tonto, ven. - Me subí los pantalones, y me puse entre sus piernas, al final la postura era de rodillas, no se cabía de otra manera. Se la cogí con suavidad, con miedo, era enorme, que grande y que caliente estaba, y empecé a masturbarlo lentamente. - - Al rato me indicó la pantalla, la gordita se estaba comiendo las pollas de los negros por turnos.
- Eso si que mola, que te la chupen bien - Eso es verdad, dije. - Oye, por qué no te animas, y me la mamas un rato, y luego te lo hago yo. - Anda, eso no, no lo he hecho nunca, eso ya es muy fuerte, ¿no? - Venga, ¿a ti no te la chupa tu novia? - Es que ahora no tengo, - Cuando tenías. - Sí, sí que me la chupaba, y me gustaba mucho - Y ¿¿¿qué es lo que más te hubiera gustado??? - Correrme en su boca, pero ella nunca me dejó hacerlo, - Pues si quieres hoy nos lo hacemos hasta el final, - Pero, es que no sé. - Venga, no seas tonto, si nos lo vamos a pasar muy bien - Es que me da cosa - Qué te va a dar, si llevas un montón hablando y no me has soltado el rabo ni un minuto, venga, anímate... - Bueno, y ¿qué hacemos, empiezo yo? - Si quieres. - Lo digo porque como ya estoy aquí - Venga, que de ésta sales mamona profesional, dijo medio sonriendo.
- Me incorporé un poco, y acerqué mi boca al capullo, iba a introducírmelo cuando me dijo:
- Espera, que antes harás algo - ¿¿¿Qué??? - Saca la lengua que tengo una gotita y quiero que me la lamas
- Le lamí la rajita del pollón, la gotita y luego me la metí en la boca, muy lentamente empecé a lamersela con suavidad, como si fuera un helado me dijo él.
Poco a poco me fui desinhibiendo y empecé a chupársela como lo había visto en las pelis, primero la cabeza, el tronco y toda o casi toda dentro, los huevos peludos; así estuvimos un rato hasta que una linterna me enfocó la cara. Eran el dueño y dos hombres más. Qué vergüenza, quería morirme. Nos llevaron a un despacho en un sótano. Uno de los hombres se sentó en una mesa, a su lado un perro, y los dos hombres, y nosotros de pie. Al chico le soltaron una bronca y le echaron del despacho diciéndole que estaba despedido. - - Y a ti también te toca pagar. - A mí, dije dudando - Sí, el niñato se ha quedado sin empleo pero y tú - Yo, yo no he hecho nada...
Mira,de entrada desnúdate, sácate la ropa miraremos si llevas dinero
- Me desnudé, y me robaron las dos mil que llevaba, y cuando iba a vestirme
- -Así que la mamona no tiene dinero - Pues con algo tendrás que pagar tu castigo - Yo estoy muy caliente, y a ti parece que te gustan los rabos grandes - No, no lo había hecho antes, de verdad - Pero te ha gustado hacérselo al niñato - Bueno, es que él me lo haría después
Sabes que, nos la vas a chupar a los tres, y luego ya veremos
- Cuando iba a protestar me soltó una bofetada. - - - Qué pasa al niñato sí, y a nosotros no, mamona - Es que yo no lo he hecho antes, de verdad - Mira, pues hoy te vas a estrenar, y para empezar se la vas a chupar a mi perro - ¿¿¿Al perro???, dije asustado - Sí mamona, haz las practicas con el perro
- No, con el perro no, por favor, - Por qué no, pobre animal tiene ganas de vaciarte y tu boca y tu culo son buenos para él - Por favor el perro no, vosotros sí, lo que queráis pero el perro no
Bueno, empezamos a entendernos, venga vamos a empezar. Ponte de rodillas y bájanos los pantalones putita
- Les empecé a desnudar y sus pollas fueron apareciendo, eran grandes pero no tanto como las del chico, cogí dos con las manos y una me la metí en la boca.
- Hazlo bien putita, recuerda que nuestro perro te está esperando,
- Estuvimos un rato cambiando de polla y masturbando, hasta que uno decidió que se iba al sofá, para estar más cómodo, los otros dos salieron, uno a buscar cervezas dijo y otro a guardar al perro, que ya andaba molestando. Mientras se la estaba chupando, iba hablándome, con mucha más cordialidad.
- Así que es tu primera vez, ¿no lo habías hecho nunca? - Nunca - Es que lo haces muy bien, seguro te fijabas en los pollones de los de la peli - Sí, es que son enormes, y esa chica se los metía por todas partes - Todo se dilata - Ya pero en el culo, no sé cómo no les duele
Tú te has metido algún dedito, - Sí, hasta dos, pero me dolía - Sigue chupando, que lo haces divinamente
- Al rato llegó el que había ido a sacar el perro, se desnudó, y se puso a acariciarme la espalda
- Cómo va la putita, la mama bien - Sí, lo hace como una profesional, sabes, le gusta meterse dedos por el culo - No es así, tampoco - Tranquilo, sigue mamando que yo me ocupo de tu culo - Pero no me hagas nada - No, tranquilo, solo un dedito, venga chúpamelo que te lo meto
- Poco a poco fui sintiendo cómo un dedo entraba en mi culo, suavemente, y noté cómo se movía e instintivamente me movía al compás.
- La putita esta culeando, esto le gusta - Pero no me metas más, vale - Tranquilo, que me ha dicho que se ha metido hasta dos
- Yo seguía mamando cuando llegaron las cervezas. El hombre se quedó plantado en la puerta, yo estaba a cuatro gatas, mamando una polla y moviendo el culo como si me follase a dos dedos.
- Qué putita más zorra hemos encontrado, me parece que te vamos a llenar de polla ese culito
Pero no me hagaís daño - Tranquilo, cuando terminemos te gustara más esto que las películas, de aquí sales marica perdido. - Pero si a mí me gustan las chicas - Sí, claro, cállate y sigue moviendo ese culazo.
- Al rato pasó lo que me temía, los dedos dejaron su sitio a las pollas que me fueron follando por turnos, hasta llenarme el culo de esperma. Al final de la tarde, estaba dolorido y bañado en semen. Me dejaron ducharme y me fui a casa.
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Si alguien está interesado por favor escriba a tengo28@hotmail.com