El cielo entre sus piernas 3

Paré un momento a ver sus ojos, negros, si es cierto que los ojos son el reflejo del alma, su alma debía de ser la mas bonita de todas...

Estábamos montándonos en el coche, dispuestas a irnos al pueblo. Yo y Estefania colocábamos las maletas en la parte de atrás, mientras Lucia y Alex ponían música en la radio. Al arrancar el coche, las posiciones eran: yo conducía, Alex y Lucia en la parte trasera y Estefania en el asiento de copiloto. Habían pasado tres horas y ya casi llegábamos. Era Agosto, y como acorde con mi madre, iría el 1. Sonaba la canción Die Young de Kesha, mientras Estefania y yo discutíamos sobre quien iba a esperarnos allí. Que ella y Lucia viniesen durante el mes entero seria una sorpresa para todos, pues solo venian durante una semana, si llegaban a venir. La canción cambio a City Of Dreams de Alesso & Dirty South. Alex nos mando a callar, diciendo que ''Esa canción era la mejor del año, que si no callábamos, nos tiraría por las ventanas del auto'' Punto y no se hable mas.

-¡Mira ya estamos! -Gritó Lucia cuando vio el cartel de CHIPIONA. Aceleré para llegar cuanto antes, debíamos dejar a Estefania y a Lucia, y luego llegar a mi casa, a ver que sorpresa nos tenían preparada. Las dejamos en casa de Estefania, las ayudé a bajar el equipaje, salude a su madre, que estaba contentísima de vernos allí, y mas aún al saber que su hija se quedaría todo el mes. Arranqué el coche y seguí calle arriba, asta llegar a una casa con barrotes azul, una moto de cross roja en la terraza y flores por todas partes. Apagué el motor y bajamos las maletas. Me acerqué con cuidado a la puerta, cogí mi antigua llave, la metí en la cerradura, y despacio la hice girar. Primero silencio, luego una oleada de gritos de bienvenida inundaron mis oídos y me hicieron sonreír con la sonrisa mas sincera que pueda haber. Primero, vino hacia mí Jose, me abrazo y me dio dos besos, luego mi madre y mi abuela, repitiendo los mismos gestos. Todos estaban allí, esperándome a mi, mis primos pequeños, los mas grandes, amigas y amigos de la infancia que vinieron a felicitarme por mi recién estrenada carrera, y ella. Estaba sentada junto al viejo televisor, cruzada de piernas, con un pantalón de cuero negro, su pelo negro y ondulado caía sobre sus hombros. Se levantó y vino hacia mi con gesto agradable, pero se me olvido por completo Alex, que se interpuso ante ella con una sonrisa falsa.

-Hola, Alex, la novia de Luisa, encantada, ¿Tu eres...? -Alex sabía bastante bien quien era aquella mujer, lo que no sé es como la pudo reconocer, si no le hablé de ella, supongo que seria mi manera de mirarla.

-Sandra, soy Sandra, encantada -Se dieron las manos, la tensión se podía mascar. Alex, con su mirada negra y cabello rubio con mechas oscuras, con su metro 70 y medidas de diosa, superaba claramente a Sandra, pero ella tenia algo que Alex podía ver, pero no le causaba el mismo efecto que a mi. Eran sus ojos, esos ojos que atraían, los ojos mas bonitos que había visto nunca, azules, azules como el mismo cielo.

-Hola Alex, Jose, el hermano pequeño de Luisa -Le dio dos besos- ¿Quieres algo de comer? ¿De beber? ¿Te enseño las habitaciones? -Mi hermano podía ser pesado, pero en el buen sentido de la palabra. Dejamos las maletas en mi antigua habitación y volvimos al salón, mis amistades hablaban con Alex, quien parecía caer bien. Mi madre me apartó y me llevó asta la cocina.

-Parece buena chica... -Mi madre cogió varios vasos y echó en ellos un poco de mosto.- ¿Cuando la conociste?

-Pues... en junio.

-¿Donde?

-En la discoteca mama, ¿Por qué no cortas un poco de jamón y lo servimos allí? -Lo dije para cortar la conversación, no quería pelearme con mi madre por temas amorosos. Entró mi hermano riéndose mucho, demasiado diría yo. Se me acercó y lo mire desde arriba, la diferencia de altura era bastante clara.

-Hermanita, tu novia es genial, de verdad -¿Como? mi hermano diciendo que mi pareja era genial, no lo dijo ni con Merchi, que le regalaba dinero por su cumpleaños y por Navidad.

-¿Que a echo para que te caiga tan bien? -Mi madre rio como si me hubiese leído el pensamiento.

-Vacilar al tío Baldo -Siguió riendo como un loco. Había vacilado a mi tío, ¿Que le habrá dicho?

-Nos a salido fiera la muchacha -Entró mi tío riendo con Alex detrás.

-Si si, anda calla, solo me estoy defendiendo -Alex tenia ese carácter que sobresalía en una mujer tan joven. Eso era lo que mas me gustaba de ella, no callaba ni amenazada de muerte, siempre respondía con algo sencillo, pero que te dejaba sin ganas de seguir con la conversación. Se echó encima mía, haciendo que me sonrojara.

-Que has echo ahora Alex...

-¿YO? Preguntarle a el, es el que me a echo decir esa burrada -Ya no era una palabra, seguro había sido un taco, seguro.

-Solo le pregunte que si sabia que tu y Sandra fueron pareja, y que esta noche habría una fiesta en la playa para celebrar que estas aquí, y Sandra no perderá la oportunidad de acercasete.

-¿Y tu le contestaste...?

-Que se atreviera a tocarte, que tu eras mía y nadie te iba a tocar sin mi permiso, y menos una Pu*a. -Mi madre rompió a carcajadas junto con mi hermano. Tremendo.

-Oye, aquí la que te protege soy yo.

-Eso no es proteger cariño, eso es ''Marcar lo que es mio'' -Guiño el ojo derecho de esa manera que me volvía loca.

Después de una tarde de bebidas, carcajadas y jamón, me fui a duchar. Puse el grifo al máximo de frio, hacía mucho calor. Las cortinas se abrieron y por reflejo me tapé.

-¿Ya no me dejas verte? -Era Alex, que se coló en mi ducha.

-Creía que eras otra persona, no estoy acostumbrada a que entren en mi ducha a mitad del baño... -Paré un momento a ver sus ojos, negros, si es cierto que los ojos son el reflejo del alma, su alma debía de ser la mas bonita de todas. Me dejé llevar por el deseo y la empujé contra la pared besándola, tocándola, sintiendo a esa australiana que me había cautivado desde la primera palabra.

-¿Por que te pones tan celosa? Sandra ya no significa nada para mi -Susurré a sus labios

-Por que a lo que tu llamas celos, yo lo llamo miedo a perderte -Me dejo sin palabras. En ese momento, mi hermano llamó a la puerta.

-¡Venga, vamos a la playa! Te esperan todos, rápido -Salimos de la ducha juntas, y mi hermano se echó a reír.- Valla, ¿Cuando te casas hermanita?

-No pienso casarme -Contesté de mala gana.

-Ah ¿No te vas a casar con esta belleza de mujer? -Estaba segura de que a Alex no le hacia falta nadie que le dijera que era preciosa, ella ya lo sabia.

-Por ahora, paso de papeles. -Desde pequeña, había tenido claro lo de casarme, siempre lo vi como la perdida de tiempo mas grande- Luego te separas y ¿Que?

-Pero eso de ''Separarse'' conmigo no va a pasar...-Oh Alex, tu y tus frases en el momento exacto. Me besó y mi hermano se retiro lentamente. Me vestí con unos Shorts vaqueros y mi camisa rasgada por la espalda. Ella se puso un vestido de gasa blanco, con mi cinturón de cuero negro. Cogió unos tacones altos, estilo sandalia romana, yo decidí ponerme mis Vans negros. Aún era de día, en verano a las siete de la tarde el sol todavía esta en lo mas alto, así que cogí mis gafas Carrera S y me hice una cola que me llegaba hasta la cintura. Alex se dejó el pelo suelto, a excepción de una pequeña trenza india en el lado izquierdo. Mi madre había dejado una nota en la mesa del salón junto las llaves de la moto, ponía: Luisa, vete a la playa de Regla, nosotros nos hemos ido allí ya. Coge la moto de cross por que te hará falta. Besos.

-Venga, coge el casco Alex.

-¿Que vamos en moto?

-¿Algún problema? -Hacía tiempo que no cogía mi moto, pero sabia conducirla todavía. Tome las llaves y mi casco negro con dibujos fluorescentes y saqué la moto hacia fuera. Alex se montó con un poco de miedo, a lo que respondí con una aceleración de la moto, que la hizo saltar.

-¿Por que has echo eso?

-Para reírme un poco de ti. -Mi sonrisa la enfado durante unos instantes, después se agarró tanto a mi cintura que casi me ahoga. Al llegar, la playa estaba llena de gente de todas las edades, con un Dj que reconocería en cualquier parte. Dj Neiko actúa en mi fiesta de bienvenida, que emoción. Mi hermano se acercó cariñoso y con un cubata en mano.

-Hermanita, ese es mi regalo de cumpleaños.

-Pero hasta que llegue el 8 de agosto falta..

-No importa, disfrútalo. Y lleva la moto a la playa, mama y el tío Baldo tienen otra sorpresa. -¿Que seria? no me lo quería perder. Cogí la moto y la bajé a la playa, Alex se encargo de llenarme un baso de ron Barceló, y me acompañó a dejar la moto en una esquina.

-Señoras y señores, estamos hoy aquí reunidos para celebrar que Luisa se a graduado con honores en la carrera de derecho -Me quedé paralizada. Todo el mundo me miraba y aclamaban mi nombre a coro. Alguien me arrastró al escenario donde el Dj me esperaba con una sonrisa. Me echó una mano por encima y sonriendo abiertamente anunció que también celebraban mi relación con Alex, a la que también arrastraron al escenario.

-Venga chicas, un beso para pasar a poner la música de verdad -Todos nos miraban esperando el beso. Sin pensármelo dos veces le di un pico sin importancia a Alex. -Un beso en condiciones, no eso -Chilló el Dj. Por un impulso de arrogancia, cerré los ojos y besé a Alex, que se vino abajo en mis brazos, para terminar el beso, le mordí el labio inferior.

-¡¡Wuuujuuu!! ¡Eso si a sido un beso de amor, si señor! -Al instante pincho Diamons de Rihanna. Nos bajamos del escenario ante una ola de abrazos y besos. La música era buenísima, bailamos pegadas las dos, asta que puso Your Song de Elton Jonh. Todos bailaron con sus parejas, asta Sandra bailo de mala gana con mi hermano borracho. Un momento mágico de la noche. Pero sin duda fue cuando empezó a sonar el remix de Call Me Maybe, la canción con la que la conocí. Nuestra canción. Empezamos a cantar, o chillar mejor dicho, a saltar, a besarnos ante las miradas inquietas, bebiendo una del vaso de la otra. Sin duda, entre ella y yo había algo. Comenzó Making Luv. Cantábamos una en la cara de la otra. Mi madre subió al escenario y cogió el micro haciéndole una señal al Dj de que bajara la música.

-Quiero decirle una cosa a mi pequeña... -Sin duda esa era yo, abracé a Alex por la cintura y ella me cogió las manos. Nos fumábamos un cigarrillo entre las dos cuando mi madre empezó a hablar.- Sé que no te esperabas esta bienvenida, pero solo quiero lo mejor para mi niña, la que se acaba de graduar en derecho, asegurándose un buen futuro...-Se le saltaron las lagrimas, ella era así.- Estoy orgullosa de ti, y espero que hagas tu vida con Alex, que es preciosa, simpática, y se nota que te quiere mas que a su vida... -Alex se sonrojó, me acerque a su oído y le susurré un te quiero que salio directo de mi alma.- Que te valla muy, muy bien, y ahora te traemos la sorpresa de la moto de cross -Se me olvidó por completo la moto- Kino...  adelante muchacho- Kino era uno de mis mejores amigos, que corría en moto cross, y con el que siempre quise hacer una carrera, para comprobar quien era el mejor.

-Hola a todos, ¿Luisa? ¿Lista para la carrera? -Me guiño un ojo, a la vez que me separé de Alex y fui a por mi moto. Corrí adonde estaba el, y me coloqué en la marca señalada en la arena. Alex dio la señal de salida, provocando una manta de arena que salio disparada detrás de nuestras motos. Pude contar 4 vueltas a la pista señalizada por conos, a la quinta lo adelanté y por sorprendente que parezca, gané. Alex vino hacia mi y me besó. Fue un beso que nos calentó por igual, nos despedimos de todos y nos fuimos. Al llegar a mi casa la cogí y la levanté, haciendo que agarrara sus piernas a mi cintura. Nos tiramos en la cama como la primera vez. Ese momento me recordó a los versos ''Solo somos tu y yo, bailando así pidiendo mas y mas calor, sintiendo que soy para ti''

-Abrázame fuerte, por favor no me sueltes -Me dijo Alex al oído. La desnude a la misma vez que ella a mi. Su cuerpo estaba sudoso por el calor y el baile, pero no importaba, esta noche sería mía y tan solo mía. Bajó por mu abdomen, besando cada centímetro del tribal tatuado en mi piel. bajo y bajo, asta llegar a mi clítoris, que empezó a morder y absorber. Era increíble que en tan solo unos minutos me hiciera tener un orgasmo. La noche empezó bien, ahora era mi turno. la tomé y le levanté la cabeza, la puse de espaldas a mi, y la abracé por la cintura, ejerciendo presión sobre su espalda para que se agachara un poco. La penetré con dos dedos desde atrás, y exhalo un ''Uhh'' de placer. Apreté la mano que la agarraba de la cintura, probablemente le dejaría marca. La penetré mas rápido, mas y mas, haciendo que en tan solo 2 minutos, el orgasmo saliera de su boca a la vez que se escuchaba abrir la puerta principal. Lentamente me separe de ella, y chupé mis dedos, para probarla. Nos acostamos abrazadas, sudosas por el calor y la pasión de ese momento. Alex todavía no se había recuperado del orgasmo cuando mi hermano entro con cautela en la habitación. Se acostó en su cama y durmió toda la noche.

-Luisa... -Su voz estaba dormida, como si hiciese el esfuerzo de decir cada palabra. Yo, que no podía dormir, conteste con mi voz normal.- Sabes... Pensé que solo serias un lio de una noche.. -Yo también pensé eso la primera noche, pero a la mañana siguiente todo cambió.- Fueron tus ojos verdes los que me dijeron que eras el amor de mi vida...