El cielo entre sus piernas 1
Si quieres te monto en mi coche y te llevo a ver las estrellas...
-Venga ya, no me creo que te vallas a California.
-¿Que no por que? Ya termine la universidad, y me voy allí para trabajar.
-Si ya. ¿Pero se puede saber de donde sacas el dinero? No lo entiendo.
Estafania y yo estábamos en Terra's Cafe, Nos reunimos allí, bueno, mas bien la reuní allí para darle la gran noticia, yo, Maria Luisa Nostades Cebrián, había terminado la carrera de derecho, y me iba a California a ponerla en practica. La fortuna de mis padres me permitía el viaje, y muchos mas lujos que a ella le resultaban difíciles de pagar. Ella y yo nos conocíamos desde pequeñitas, estudiamos hasta bachiller juntas, cuando ella se fue a la rama de Ciencias. Eramos las que armábamos jaleo en las fiestas y reuniones, me la llevaba a mis viajes a Portugal para ver a mi familia, en resumen, Las típicas amigas inseparables. Ella sabia mis relaciones con diferentes mujeres, y según su ver decía ''No me sorprende que todas las lesbianas de la provincia anden detrás tuya, sobre todo por ese Cuerpo que tienes'' Bueno, era evidente que toda la provincia no iría detrás mía, que yo supiera.
Al salir del bar, tomamos mi Alfa Romeo y la lleve a su casa para que se preparara para la noche de celebraciones alocadas, chicas, muchas chicas y sobre todo, alcohol. Después me prepare yo, con mi vestido versace, verde vivo de tirantas y con corte en el muslo derecho, dejando ver el tribal que tenia tatuado, Tacones de plataforma altos, haciendo que mi 1,75 se convirtiera en un 1,85. Salí de la casa a las 11:50, entonces ya habría ambiente en Bugyx, la discoteca del momento. Al llegar, las dos nos repartimos para sitios diferentes, ella se fue con los chicos, Víctor, Hugo, Chema y Sabreda, yo fui a reunirme con mis chicas, Merchi, Lucia, Irene y Tania, esperándome para ir a la barra para pedir unos Martinis Rosatos, y empezar la noche mirando a la puerta a ver que chicas entraban y poder invitarlas a algo. Yo había estado alguna vez con Merchi y Tania, pero nos llevábamos bien por el bien del grupo. Exactamente a las 1:30, entraba una rubia de ojos negros, vestido Carolina Herrera rojo, Simplemente preciosa. Observe como las demás la desnudaban con la mirada, provocando que me levantara sin decir nada y con la velocidad del rayo, casi cayendo sobre la muchacha, que entro sola.
-¡Hola!-Dije sonriendo, de fondo Call Me Maybe- ¿Te apetece una copa?
-¡Hola!-Dijo entre risas-Bueno, siempre que Nos vallamos conociendo ¿No?-Guiño el ojo derecho, me mato en ese instante.
Fuimos a la barra, las chicas boquiabiertas por mi hazaña, haciendo gestos con la boca diciendo traidora, que las avisara, Respondí sacando mi lengua en un gesto que las echo a reír.
-Bueno, ¿Que quieres tomar? o mejor ¿Tu nombre?
-Jajaja, Un Cubata bien lleno, y mi nombre es Alexandra, o Alex si lo prefieres-Sonrió picara.
-Ok, Yo Maria Luisa, o Luisa Mejor, un cubata para ti y para mi un whisky Chivas Regal.
Estuvimos hablando y riendo, contándonos anécdotas y explicándonos nuestras vidas, todo bien, hasta que apareció Lucia a estropear la magia, para variar.
-¿Bailas?-Le preguntó a Alex.
-No... No estoy aquí con ella ¿Ves?-Me cogió de la mano, levantándola para que se viera.
-Ya, si quieres algo, avísame preciosa-Se fue con las demás, provocando un monto de risas a su costa.
-¿Por que me has cogido de la mano?-Mira hacia abajo, las manos todavía juntas.
-Por que acabo de llegar a Madrid, he entrado en la discoteca mas cara de la ciudad sola, y voy a salir con la mujer mas hermosa del lugar en unos minutos-Vale, indirecta captada, mis latidos aumentaron en la ilusión de tenerla en mi cama, Dios, bendita fortuna.
Salimos de allí disparadas y nos montamos en mi coche, mi iphone sonó en la señal de un imessage de Estefania Preguntando dónde estaba.
No contesté, estaba demasiado ocupada intentando no perder el control del auto, porque Alex estaba besándome el cuello, uf no podía aguantar.
Paré el coche en la puerta salí y la cogí del brazo, casi arrastrándola, ella reía de la excitación, yo pensaba en la noche que iba a pasar. llegamos a mi cama, la levante en peso y me recosté sobre ella en la cama, besándonos como si no hubiera mañana. La desnude rápidamente, mi deseo se cumplió, allí estaba ella, desnuda en toda su belleza, Guapa donde las halla, esperando mi primer movimiento.
Yo respondí con un sensual chupón en el cuello, dejando le marca, bajando lentamente, para centrarme por un momento en sus pezones erectos. La temperatura subía tan rápido, que cuando me quise dar cuenta estaba entra sus piernas, ella hincando sus dedos en mi pelo y espalda, aviando de lo que venia.
Después de toda la noche ''haciéndole el amor'' Desperté el sábado, con ella apoyada en mi pecho y abrazándome por la cintura, parecía un ángel, un ángel que me había arañado la espalda, mi abdomen y mi cuello. Se despertó con un sensual ''Hmmm'' y bostezó.
-Buenos días, pitusa-Guiño su ojo derecho de igual manera que la noche anterior, me volvió a matar.
-Buenos días princesa, ¿Pasaste bien tu primera noche en España?.
CONTINUARÁ...