El chulo de clase - 1

Relato del primer contacto con el chulo hetero de clase.

Esta historia tuvo lugar cuando yo tenía 18 años. Estaba en el instituto, en el último curso de Bachillerato, cuando las hormonas nos controlaban a todos.

Era época de exámenes finales y todos estábamos un poco estresados por intentar aprobar todas para después hacer selectividad.

Yo llevaba todo el curso fijándome en el chico más guapo de mi clase, Juanjo. Lo malo? Era hetero, y además era el típico hetero que le gusta el fútbol, la cerveza y siempre hablaba de cómo le ponía alguna chica de clase. Yo nunca le hice la más mínima señal porque yo no había salido del armario y porque sabía que a él no le gustaba yo. Yo no destaqué mucho en mi clase, era delgado, 1'70 de altura, pelo y ojos castaños y no sacaba notas excelentes, pero tampoco suspendía, vamos, pasaba desapercibido.

Él en cambio, era un chico en el que todo el mundo se fijaba por los pasillos: rubio de ojos verdes, 1'85 y bastante fibrado para su edad, ya que estaba apuntado a fútbol casi todas las tardes. Era casi el único de la clase que tenía los abdominales y los pectorales bien marcados, y después de las clases de educación física todo sus amigos se lo recordaban en los vestuarios, donde siempre nos duchábamos y nos cambiábamos de ropa para la clase siguiente.

Fue en uno de esos días de educación física cuando tuve mi primer 'contacto' con él, ya que no pertenecía a su grupo de amigos. Habíamos terminado la clase y estábamos super cansados y sudados, ya que el profesor nos había hecho correr casi toda la hora por el patio bajo el sol caluroso de aquel día.

Como siempre nos dirigimos a los vestuarios y nos empezamos a duchar, yo siempre era de los últimos en ducharme porque acababa muy cansado y llegaba después que la mayoría de mis compañeros. Según vi que me iba a tocar la ducha, me fijé en ese momento en Juanjo, que justo también le iba a tocar ducharse. Yo miraba de reojo como se quitaba la ropa y al quedarse en bóxers me fijé en sus anchas piernas, propias de una persona ya acostumbrada a correr y jugar al fútbol. Vi que llegan sus amigos de las duchas y aparté la mirada.

-Raúl: "Madre mía Juanjo menudo pecho estás echando no?" empezó a apertar los pectorales de Juanjo por detrás suya.

Él ya estaba acostumbrado y sabía que esa acción no tenía ninguna connotación sexual para Raúl, era la típica broma entre amigos heteros.

-Juanjo: "Sí tío, llevo tiempo dándole duro y levantando más peso en el gym." En ese momento Juanjo contraía los pectorales, primero el izquierdo y luego el derecho, lo que resultó realmente hipnotizante.

Sin darme cuenta yo me encontraba hipnotizado por ese movimiento de músculos y Juanjo se dio cuenta. Yo miré hacia otro lado rápidamente, pero sabía que me había visto, aunque no dijo nada.

Se bajó los bóxers y se fue a las duchas, yo no podía atreverme a mirarle mientras iba, no podía correr el riesgo de que mi pillara una segunda vez, por muchas ganas que tuviera de hacerlo.

A los 5 minutos de meterse él en la ducha me metí yo en otra no muy lejana de la misma fila. Las duchas estaban divididas así que solo podía verle la cara, ya que las separaban semimuros que llegaban a la altura del cuello.

Aunque podía verle la cara con el agua mojando su pelo y bajando por su cuello, me había quedado con las ganas de verle el cuerpo entero y solo de imaginarme como el jabón recorría su fibrado cuerpo y como él lo repartía por todas partes con sus grandes manos me ponía cachondísimo. Me esperé a que él saliera de la ducha para poder verle un poco, no pareció darse cuenta.

-Raúl: "Juanjo tío venga date prisa que la clase es en 5 minutos."

-Juanjo: "No me esperéis que después de vestirme tengo que ir a la taquilla a coger el libro."

-Raúl: "Joder Juanjo." Raúl se fue corriendo para no perderse la clase.

Yo aún seguía en la ducha, no había logrado bajar mi erección de antes pero ya se me hacía tarde y no iba a llegar a tiempo, así que salí rápido y me dirigí a mi mochila. Me di cuenta que sólo quedábamos Juanjo y yo, y que él ni siquiera se había puesto los bóxers aunque llevaba tiempo fuera de la ducha, solo llevaba la toalla alrededor de la cintura.

-Juanjo: "Jorge, que sepas que te he visto antes mirándome los pectorales."

-Yo: "Ah, lo siento."

-Juanjo: "Qué pasa? Que te gustan?" dijo viendo mi erección y acercándose a mí.

-Yo: "No no, es que..."

Juanjo no me dio tiempo a acabar la frase y me cogió la mano para ponerla en su pecho, yo no sabía qué hacer y me quedé quieto, sin apartárla de su cuerpo.

-Juanjo:" Ya sabía yo que eras una zorra, que te crees que no me he dado cuenta de cómo me mirabas al salir de la ducha?" dijo con una leve sonrisa.

-Yo: "Por favor no se lo digas a nadie."

Juanjo me empujó contra la pared apoyando su mano contra el muro, dejandóme sin posibilidad de escapar.

-Juanjo: "Entonces tendrás que hacerme un favor, quedamos aquí depués de última hora." Yo me quedé en shock y no dije nada. Él se vistió y salió no sin antes darse la vuelta y sobarse el paquete mientras se mordía el labio inferior.

Continuará...

Espero que os haya gustado, es la primera vez que escribo un relato, este capítulo solo es para crear el contexto de la historia, en futuros relatos entraré mucho más en detalle. Cualquier comentario o sugerencia es bien recibida. Gracias