El chófer de última hora

El chófer más atractivo

Mi nombre es Pablo, soy de una provincia del oeste de España, tengo 27 años, soy rubio, mido 1.77 y pesare unos 80kg. Soy una persona muy masculina y mi apariencia suele engañar.

Esto que les voy a contar me sucedió una tarde de este invierno. Donde vivo hay una solo área de descanso que conozca donde hay movimiento de cruising con camioneros. Los camioneros son mi debilidad, me encantan los rudos, masculinos y con buena presencia.

Aquella tarde llevaba esperando metido en el coche como una hora de reloj, ya estaba empezando a oscurecer y apenas se podía ver las caras de la gente con tanta oscuridad. Hacia como 10 min que había llegado un tráiler con matricula portuguesa que había aparcado al lado de donde yo estaba, pero de la cabina no salía luz de ningún tipo ni se apreciaba movimiento alguno del chófer.

Al no ver movimiento, salí del coche y me di una vuela alrededor de mi coche acercándome hacía la cabina del camión aún sin apreciar movimiento de dentro. Con las mismas que salí me volví a meter en el coche ya que el frío en la calle impedía que te quedaras fuera por mucho rato.

Seguí mi espera en el coche por unos 20 min en los cuales llegaron dos coche más, serían sobre las ocho de la tarde y se empezaba a notar más movimiento de gente. Una vez empezó el movimiento de coches, el chófer que había aparcado a mi lado arrancó el camión con todas las de marcharse de allí, una vez estaba haciendo la maniobra me dio las largas del camión, yo en ese momento no sabía si de verdad me las había dado o era efecto de estar a oscuras y que enciendan las luces de golpe. Yo por si acaso en cuanto salió del área le seguí hasta una salida de la carretera que había unos kilómetros, allí aparcó el camión y yo aparqué detrás de el.

Con miedo me baje del coche y me dirigí por el lado del copiloto hacía la cabina, él estaba corriendo las cortinas del camión, me abrió la puerta, me miró y yo me quede mirándole también. Era uno de los camioneros más atractivos con los que había y he estado, tenía el pelo cortito y unas patillas en pico que le daban un aspecto varonil; vestía una camisa de rayas y unos vaqueros, lo cual me encantó porque me ponen muchísimo los hombres con camisa y vaqueros.

Una vez estaba debajo de la puerta me preguntó lo típico, que qué me gustaba… le dije que era pasivo a lo que el me respondió que el era solo activo y me invitó a subir al camión.

Una vez dentro me mando poner de rodillas y se colocó delante de mí. En ese momento le desabroché el cinturón y poco a poco fui abriendo los botones del vaquero. Una vez abierto se lo baje junto con el calzoncillo dejando al aire su polla en ese momento flácida. La agarré y me la llevé a la boca, él según sintió que me metía la polla en la boca se estremeció y suspiró.

Le empecé a hacer una buena mamada y poco a poco aquello empezó a crecer hasta alcanzar unas dimensiones más que considerables, me costaba meterla en la boca, era gorda y mediría unos 20cm bien a gusto, pero no fue problema porque al verla tan grande más ganas tenía de metérmela. Seguí con la mamada por unos diez minutos hasta que me separó la cabeza diciéndome que parará o se corría, paré y le pregunté si le estaba gustando a lo cual me dijo que si mucho. Le pregunté si daba mucha leche y también me dijo que mucha, lo cual me puso muy cachondo y el me lo vio en la cara.

Me dijo que me quería follar a lo cual accedí gustosamente, me mando poner a cuatro en la cama, según me coloqué se acercó y me dio un azote, me escupió en el culo y me empezó a rozar la polla por el agujero. He de decir que iba bien limpito porque antes de ir de cruising siempre me aseo por lo que pueda pasar…

Empezó a rozarme la polla por el agujero, me lo escupía y de vez en cuando me iba metiendo un dedo haciéndome ver las estrellas, siguió trabajando hasta meterme dos dedos con soltura y en una de las veces que los sacó, acercó su polla y me la clavó de un golpe provocando que me arquera mirándole a la cara, su cara me lo decía todo, estaba disfrutando y así me lo hizo saber cuando empezó a clavármela con fuerza, me la sacaba y me la volvía a clavar de un golpe lo más profundo que podía, yo gemía y le miraba a la cara. Me estuvo follando durante diez minutos con fuerza, demostrándome lo macho que era hasta que se paró y me pregunto donde quería la leche, le dije que me la diera en la boca, me gusta tragar leche y sabiendo que me había dicho que daba mucha no me negué a ello.

Me la sacó y me la metió en la boca, empecé a hacerle una mamada rápido y al poco me agarró por la nuca y me la metió lo máximo que pudo y empezó a correrse en mi boca, no sé los chorros que echó, solo sé que me costó tragar tanta leche. Se la seguí chupando hasta dejársela limpia y flácida, mientras yo me hacía una paja y me corría en mi mano llevándome mi leche a la boca también.

Cuando acabamos, se vistió y me miró riendo, le pregunté que si le había gustado y me dijo que había sido uno de los mejores polvos que había echado en el camión.

Espero les haya gustado.