El Chico que Conocí por Internet III
El chico que conocí hace unos meses por internet se presenta de repente en mi vida en carne y hueso y todo cambia. ¿Para bien o para mal? (En esta parte hay acción)
(Recomiendo leer las otras partes para poder comprender mejor la historia)
Parte III
Sigo a Carlos hasta que llega a una parte digamos menos iluminada de la ciudad. Me escondo de vez en cuando para que no vea que lo estoy siguiendo. Llega a una especie de solar abandonado y espera ahí unos cuantos minutos, mira a todos lados para ver si alguien le ha visto. Menos mal, no me ha visto. Al cabo de un rato, veo como una figura musculosa y llena de tatuajes se acerca a él, le da un beso en la boca y le pregunta:
-¿Te ha seguido alguien?-Es un hombre más mayor que el, yo le echaría unos treinta y pico años. Tiene un tatuaje enorme en el brazo, el pelo corto y rubio.
-No, nadie me ha seguido.-Dice Carlos con una sonrisa de oreja a oreja.El hombre se baja los pantalones y comienza a acariciarse la polla.
Carlos se la comienza a tragar su gran polla de 20 centímetros, no le cabe toda en la boca, así que tiene que ir yendo poco a poco para poder chuparla. Mi pene también comienza a reaccionar y decido sacarlo de mis pantalones para poder masturbarme correctamente y disfrutar del espectáculo. Mientras le come la polla, Carlos se masturba muy lentamente.
Durante un buen rato se la sigue chupando , después pasa a pellizcarle los pezones al hombre, el cual lo aprecia mucho. Después, el hombre comienza a comerle todo el cuerpo a besos, primero la boca, después el pecho, sus abdominales, y por último su polla, la cual también estaba a cien. La comienza a chupar lenta pero decisivamente,
-Joder Guillermo, como la chupas.
-Aprendí del mejor. ¿Como te ha ido en el trabajo?
-Buf, me han echado. Me he ausentado tantas veces que el jefe y mi compañera se han hartado de mí, pero ha valido la pena, gracias a ello he podido follar contigo…-Después de ese comentario, se besan apasionadamente y veo como sus lenguas bailan entre sí.
De repente, dejo escapar un pequeño gemido. Me tapo la boca con las dos manos con la esperanza de que no me hayan oído.
-¿Que ha sido eso?- Pregunta Carlos.Los dos se ponen en alerta rápidamente, pero gracias al cielo, un perro ladra justo en después.
-Nada, un perro callejero, como tú y yo.- Eso pareció excitarles porque se volvieron al lío inmediatamente.
Con el susto, mi polla se ha puesto flácida de nuevo, pero solo el hecho de pensar en qué habría podido pasar si me llegan a pillar me calienta de nuevo. Me podrían haber violado, o haberme invitado a su juego. Me imagino todas las posibilidades, todas las posiciones ¿Como sabrá el sémen? A ver, he probado el mío, pero ¿y el suyo?
Cuando vuelvo a la realidad, parece que entro en una nueva fantasía. Carlos y Guillermo están haciendo un puto 69 en la pared. Carlos haciendo el pino y comiendose el pene de Guillermo mientras guillermo se come el pene de Carlos abriendole las piernas.
Poco después, Guillermo deja a Carlos en el suelo y le comienza a lamer el culo. Después de un rato, le dice a Carlos:
-Te quiero follar el culo, perrito.
-Por fin.-Exclama Carlos con entusiasmo.- El lubricante y los condones están en mi bolsa.
-¿Qué bolsa?
-La que está ahí.-Carlos le mira extrañado. Pero no hay ninguna bolsa. A los pocos segundos, se da cuenta.-Mierda, me dejé mi bolsa de deporte con todas mis cosas en la tienda, si entro ahora me va a matar.-Mira a Guillermo profundamente en los ojos.- Da igual, sin condón.
-No tío no, si tengo algo y te lo transmito, no me lo perdonaré. Además, hay otras maneras de disfrutar. -Se vuelven a besar y más que nunca quiero formar parte.
Tengo una idea, es un poco loca, pero es que no quiero dejar a Carlos sin follar esta noche. Lo acaban de despedir. Salgo disimuladamente de ahí y corro lo más rápido posible a la tienda de Rosa.
-Oye Rosa, dónde está la bolsa de deporte de Carlos. Me dá 50 pavos si me la llevo a su entrenamiento.-Hasta a mi me impresiona lo creíble que ha sonado esa mentira
-Aquí la tienes. El muy pardillo siempre se deja las cosas por ahí tiradas. No te prometo que ese hombre cumpla con su palabra.-Asiento con la cabeza, me lanza la bolsa y la recojo en el aire.. Llego de nuevo al sitio y me vuelvo a colocar disimuladamente en el lugar en el que estaba antes para que no me vean. Estaban ahí follando hasta que Carlos se incorpora y resopla.
-Mierda, que fallo, tu no tendrás algo de dinero para comprar condones, ¿Verdad?- Le pregunta Guillermo a Carlos.
-Cero. También está en mi bolsa.- Carlos se lleva las manos a la cabeza
-Joder tío, tienes que tener más cuidado con tus cosas.
-Lo sé, pero tengo que ir a por ella, si no mis padres me van a crujir
-No te preocupes, voy yo a por unos cuantos y ya, ¿Vale?- Se dirige a coger su ropa para ponérsela y veo la hora de intervenir.
-Conque esto es lo que has estado haciendo todo este tiempo. Carlitos yo pensaba que a tí te iban las almejas.-Se quedaron los dos blancos.
-Joder, al final si que te han seguido, y encima te conoce.-Guillermo mira con rabia a Carlos el cual está simplemente paralizado y pálido. No puedo contener más la risa. Los dos se extrañan. Dejo a la vista la bolsa de Carlos y la pongo delicadamente en el suelo. La abro y cojo el lubricante y los condones, se los doy a Carlos. Además, también cojo del suelo sus dos calzoncillos sudados, los de Guillermo y los de Carlos y les doy una buena esnifada. Veo en carlos una mirada de alivio y lujuria, se la comienza a menear y se le pone dura.
-Estas dos monadas me las quedo, lo consideraré el favor de vuelta. Buenas noches, señores.- Al final decido irme porque creo que están en su salsa. Pero antes de que pueda irme, una mano me coge el brazo y me gira bruscamente.
-¿Tú adónde coño te crees que vas?-Me asusto por unos segundo, pero me doy cuenta de que la expresión que tiene Guillermo ya no es de furia, si no de placer. Con un movimiento brusco me atrae hasta su cuerpo y acerca sus labios a los míos.
Guillermo me besa apasionadamente, con lengua y todo. Carlos también se une, y de repente paso de no haber besado nunca a un hombre a estar besando a tres. Me separo unos segundos y les pregunto: -¿Por qué no vamos a otro sitio a continuar esto?
-En mi casa está mi novio, y en la suya están sus padres. No vamos a moteles porque no nos mola ese rollo. Pero si pudiéramos, claro que follaríamos en una cama.-Guillermo aclara. Al oír eso cojo mi teléfono y llamo a Rosa.
-Oye Rosa, ¿Te importa que esta noche duermas con tu novia Elisa? Es que he encontrado a alguien y digamos que quiero pasar la noche con él.- Mientras que hablo con ella, Carlos y yo se siguen besando.
-Vale, supongo...-A Rosa no le hace mucha gracia.
Nos vestimos y vamos a mi casa.
-Bueno, antes de nada, quiero aclarar que esta es literalmente mi primera vez haciendolo con hombres.
-¿Eres vírgen? Joder que calentón tío, ¿Te puedo follar? - La cara de Carlos estaba llena de placer, se saca la polla. Es un pelín más pequeña que la mía
-Te la chupo.-Me arrodillo y comienzo a tragarme su polla, estaba buena. Veo como Guillermo coge uno de los condones, abre el envoltorio y se lo pone en el pene. Lo lubrica con lubricante y se la comienza a meter a Carlos,el cual gime a más no poder al estar siendo follado en las dos direcciones.
-Estoy en el puto paraíso. Joder. Llego a saber que eres gay Artoni y te follo hace tiempo.
-Soy Bi.- Me aparto un segundo y después regreso a chupársela.
-Ah, Joder lo siento tío, no… lo sabía. A la mierda, ¡¡¡¡me corro!!!!!-De su capullo salió disparado su semen. Intento tragarmelo, pero no puedo. Acaba saliendo un poco de mi boca. Guillermo saca su cipote del culo de Carlos y se quita el condón.
-¿Te atreves a chuparla?- Trato de metermela toda en la boca pero es imposible, es demasiado grande.
-¿Estás seguro de que no eres un caballo? No creo que los perros callejeros las tengan tan grandes.-Hago referencia a su encuentro de antes.
-Sabía que sonó como un gemido. ¿Cuánto tiempo estuviste espiandonos? ¿Esta no será la primera vez?- Pregunta Carlos
-¡Lo es!- Al enterarse de esto se les iluminó la cara con una sonrisa.-Casi me pilláis, pero un perro me salvó la vida.- Nos reimos todos.
-¿La vida? ¿Qué te pensabas, que te ibamos a violar? No, no, somos buena gente, que te lo diga Carlos.-Se ponen los dos a reír.-Oye, ese pantalón tuyo va a explotar ¿Te doy una ayudita?.
-Si, claro, claro.-Me quito los pantalones y calzoncillos y dejo ver mi polla.
-Es más grande que la mía. ¡Hijo de puta!- Carlos exclama
- ¿Te la quieres comer, Guille?
Guillermo asiente. Se pone de rodillas y comienza a chuparme la polla sin descanso. Mientras, me beso en la boca con Carlos. Nuestras lenguas bailan y juguetean. Cuando me doy cuenta, Guille se ha apartado de mi polla y se dispone a coger un condón.
-Un manjar tío.-Guillermo, para mi sorpresa lo pone en mi polla.- Oye Artoni, ¿Listo para follarme?- Antes de poder decir nada, ya se la ha metido. Carlos encuentra mi consolador y me lo introduce también por el ano. Yo no me muevo, ellos hacen todo por mi. Tanta excitación deja mis bolas vacías y las de Guillermo también.
-Tíos, creo que ya basta por hoy, ha sido una puta locura.
-Si, tienes razón, además, mi turno en el club empieza dentro de media hora. Me tengo que ir.- Guillermo nos da un beso a los dos y se va de la habitación. Carlos y yo nos tumbamos en la cama y nos pasamos 5 o 10 minutos para procesar todo lo que ha pasado en silencio. Un silencio que yo decido romper.
-¿Cómo os conocisteis Guillermo y tú?
-En su club. Yo quería conocer a alguien pero no veía a nadie especial, hasta que le vi a él en la barra. En ese momento nos pusimos a hablar, nos pasamos números, y ahora aquí estamos.
-Qué pena que ya tenga novio.
-Ya, si no lo tuviera, me casaba con él mañana mismo.-Nos echamos los dos a reir.- Por cierto tío, ¿Quieres repetir mañana? Sobre la misma hora.
-Claro, pero en otra parte. Creo que Rosa comenzará a sospechar si le pido tanto que se vaya.¿Te quedas?-
-Me encantaría poder quedarme a dormir contigo, pero, mis padres van a enfadarse si llego muy tarde.Ya sé que soy mayor de edad, pero vivo “bajo su mismo techo”. Bueno, Hasta mañana.- Me da un beso en la boca, se viste rápidamente y se va. Mientras voy recogiendo mis cosas, me percato de que sus calzoncillos siguen en los bolsillos de mis vaqueros. Les doy una última esnifada y me tumbo en la cama. Cuando me doy cuenta ya son las 7 de la mañana, me he dormido instantáneamente y he descansado como un tronco. En cuanto a lo de los otros encuentros, al final Guillermo no pudo por temas con su novio y Carlos tuvo sus prácticas, esta vez de verdad. Llega el lunes y es un día aburrido. Pero cuando salgo de la Uni veo a alguien en una moto. Me saluda.
-Oye, Artoni, ¿Te llevo a casa?
Es Samuel. Al final iba a tener razón Rosa.
Continuará...