El chico de mis sueños. Capítulo 6

Hola!, no pude recuperar los capítulos finales que tenía ya escritos, así que tuve que reescribir tratando de conservar la idea que ya había redactado antes;

espero les guste y gracias por la paciencia; pedí prestada una computadora para poder subir nuevo capítulo; la mía aún no está en mis manos.

Capítulo VI.

Sueños rotos. (Parte 2)

Continuando con esa madrugada…

Abel sin poder dormir, daba de vueltas sobre su cama, no dejaba de pensar en Julián y ese muchacho al que apenas tenía días de conocer y que ya pareciera su novio; se tallaba los ojos y justo cuando pensaba en retomar su sueño, recibía un WhatsApp de su exnovia Gina, que le decía.

– “Hola, ¿cómo estás?, espero y bien, seguro estás durmiendo, pero cuando despiertes, deseo charlar contigo, lo nuestro termino mal y no debería ser así”, “que tengas bonitos sueños”.

– Abel al escuchar su celular sonar y vibrar, lo tomaba y al ver quién era, abría y leía el WhatsApp; para así responderle.

– “Hola, bien gracias, todo bien, espero tú igual”.

– Ella en un antro de Cancún le respondía.

– “Sí, muy bien, me la estoy pasando de maravilla”, “conocí a alguien aquí que curiosamente es de la misma ciudad y vino de vacaciones acá”.

– Abel suspiraba y le respondía un poco serio. – “Muy bien disfruta el momento”.

– A lo que Gina al leer, le escribía. – “Sí, quiero disfrutar, comenzar de nuevo, es por eso que quiero conversar contigo sobre lo nuestro”.

– Gina enviaba ese mensaje y estaba por escribir para mandarle otro.

Abel al leer eso, molesto le escribía. – “Ya no hay nuestro, ya acabó”.

– Gina leía ese mensaje y reescribía su mensaje poniendo al principio.

– “Ya sé que no habrá de nuevo algo entre nosotros, ya lo sé bien es por eso que te escribí”, “quiero que las cosas queden en buenos términos, me perdones por haber sido tan grosera con Julián y espero él igual me perdone, fui una estúpida sin sentimientos, me siento mal, por eso para que pueda tener un futuro agradable con el chico que acabó de conocer, deseo finalizar esto por la paz”, “¿crees que se pueda?”

– Abel al recibir los mensajes, suspiraba nuevamente para luego sonreír y responder. – “! Qué bueno, me da gusto por ti!”, “mereces rehacer tu vida amorosa, eres una chica muy hermosa, espero ese muchacho te quiera mucho y respete”

– Gina sentada en una periquera mientras veía caminar a su pretendiente; ella se sonreía escribiendo.

– “Abel, eres un chico muy guapo, tierno, amable y sobretodo CABALLEROSO, me dio gusto compartir contigo muchas cosas y vivir cosas bonitas, lo nuestro será un buen recuerdo”, “espero igual encuentres al ser que te haga feliz y te quiera como tal, me gustaría mucho verte feliz”, “y sí, este chico estudia en el otro edificio, dice que le gusto y que espera poder salir conmigo seguido estando ya allá de regreso, por el momento nos estamos conociendo y creo yo que simpatizamos mucho, es muy amable conmigo”.

– Abel al leer eso, sentía libertad moral; él sonreía diciendo. – Bien Gina, mereces tener a alguien que te quiera mucho y te amé; yo estaba perdiendo el amor y la atracción hacía ti, pero no sabía cómo terminar contigo, creo que esto fue lo mejor que pudo suceder en el momento exacto.

– Él le escribía con emoticones de sonrisas. – “Bien, pues seremos amigos”, “por Julián no te preocupes, creo él igual te disculpará, no es rencoroso, es un muchacho de buen corazón, tanto que la vida le ha permitido encontrar al chico que buscaba”.

– Gina dándole un sorbo a su Martini que su pretendiente Alfredo le había traído, leía los mensajes y exaltada le decía a Alfredo. – ¡Qué barbaridad, se me estaba olvidando lo que descubrí en Facebook!

– Alfredo preguntaba serio. – ¿Qué es pequeña?

– A lo que ella apresurada entraba a su perfil y copiaba una dirección, hasta le tomaba captura de pantalla respondiendo. – Te explico en un momento, déjame hacer esto.

– Alfredo sonreía diciendo. – Bien, en lo que haces eso, iré al baño, no ligues a nadie guapa.

– Gina sonreía diciendo. – No, no lo haré, espero tú tampoco.

– Él se iba al baño feliz de estar con ella, y Gina escribía presurosa un WhatsApp a Abel con lo siguiente. – “Refiriéndote al chico que buscaba Julián”

– Abel leía desconcertado, enviando lo siguiente. – “¿No entiendo?”

– Gina preocupada le respondía. – “Entra ahí, seguramente así como yo te sorprenderás, el chico de los sueños de Julián, existe, pero es casado”.

– Ella le mandaba la dirección de Facebook, el enlace así como la captura de pantalla.

– Abel muy intrigado por ese enlace, ingresaba en su celular y sorprendido exclamaba. – ¡No puede ser, es Benjamín!

– Al descargar la imagen, se daba cuenta de las cosas.

Él mandaba un audio a Gina muy preocupado. – “Gracias, de verdad gracias, no puedo creer lo que estoy viendo”

– Gina se acercaba su celular al oído y escuchaba la nota; para responderle de igual forma. – “No agradezcas, mejor alerta a Julián de la clase de persona con la que está saliendo, seguramente lo        engañará y no le dirá que es casado”.

– Gina sentía que había realizado algo bueno, esperando que Abel y Edna lograran salvar a Julián de los engaños de Alfonso.

Ella deseando buena suerte, continuaba disfrutando de esa noche que ya era casi de mañana con Alfredo; quien al regresar del baño, le platicaba lo que estaba aconteciendo en la ciudad con su ahora amigo Abel y su compañero Julián en su encuentro con el “amor”.

Abel confundido en su recamara, escuchaba el audio y levantándose de su cama, tomaba su laptop, se metía al mismo Facebook para ver las fotos, al darse cuenta que estaban privadas, decidió buscar alguien entre los amigos de ese perfil, quien pudiera satisfacer esa curiosidad; topándose así con el perfil de Dolores; a quien comenzaba a espiar y se sorprendía de algunas fotos abiertas al público de su boda con “Benjamín” ; quién aparecía etiquetado con su nombre real, Alfonso Torres.

Abel muy desconcertado e impactado exclamaba. – ¡Julián está siendo engañado de la peor manera!, ¡Debe saberlo ya!

– Siendo las 5:10 de la madrugada , muy impaciente y desesperado le marcaba a Edna; ella estaba durmiendo plácidamente, cuando su teléfono comenzaba a timbrar y vibrar.

Ella molesta, lo tomaba y cancelaba la llamada diciendo adormitada. – Ay Abel, espera a que sean las 10 de la mañana.

– Ella se volvía a acomodar en la cama y Abel desesperado volvía a llamar.

Ella repetía la acción y él insistía dos veces más, hasta que al fin, Edna muy desesperada, atendía molesta el teléfono. – ¡¿Qué quieres Abel?!, ¡¿no te das cuenta de la hora?! , ¡hay gente como yo que si nos gusta dormir mucho y más en vacaciones!

– Abel, muy impaciente decía. – Lo siento mucho Edna, pero esto no puede esperar, es sobre Julián, está en problemas.

– Edna se asustaba y preguntaba. – ¿Qué sucedió con él?

– Seguido de una exclamación alarmante. – ¡Habla ya, dime! ¡¿Qué sucede?!

– Abel le comenzaba a platicar lo que pasaba y Edna al teléfono preocupada, tomaba su iPad e ingresaba a su Facebook.

Ella le pedía a Abel que le mandara por mensaje privado el enlace del perfil de Dolores y de Alfonso; pues no creía que esto estuviese pasando.

Impactada prendía la luz de su habitación y le decía a Abel. – Por favor no hagas nada hasta que yo llegue, les diré a mis papás lo que sucede, tomaré vuelo a la ciudad y trataré de llegar lo antes posible, bueno eso espero, pero por favor, por favor no le vayas a decir nada a Julián hasta que estemos los dos juntos, ¿lo prometes?

– Abel dudando un poco, le decía. – Edna con mucho cuidado, esperaré a que llegues, aunque espero no sea demasiado tarde.

– Edna enviaba solicitud de amistad a Dolores y a Alfonso; pues él no la conocía en persona ni por foto.

Edna al teléfono le decía presurosa. – Llegaré antes de las 11 de la mañana, haré mi maleta y estaré ahí, espero estar a tiempo de que haya algo más entre ellos.

– Abel miraba el reloj e impaciente le decía. – No creo aguantar a quedarme callado.

– Edna le gritaba. – ¡No Abel, no le rompas el corazón a mi amigo, tengo que estar ahí con él para poder ayudarlo a qué no se desmorone!, ¡Tú no sabes cómo ha sufrido porqué sus papás no lo aceptan    como gay, no sabes lo noble que él ha sido, lo soñador que es y lo entusiasmado que estaba por ese muchacho!, ¡Tú no sabes nada, así que no hagas nada hasta que yo llegue!, ¡¿Entendido?!

– Abel impaciente y a la vez muy desconcertado contestaba. – Sí, sí entendí, no te alteres, buen viaje y estaré con el celular prendido a todo volumen para comunicarnos.

– Edna respiraba profundo y apenada le decía. – Discúlpame por alterarme demasiado, de verdad, no era mi intención, pero las cosas, bueno tu sabes, disculpa.

– Abel le decía para calmarla. – Los verdaderos amigos se preocupan por los buenos amigos, tú y yo salvaremos a nuestro amigo, así que no hay nada que disculpar, se entiende que estés así.

– Edna sonreía y le decía por último. – Tienes razón, nos vemos en unas horas, se paciente.

– Ella finalizaba la llamada y sus papás al haber escuchado esos gritos de su hija, se despertaban para irla a ver, justo cuando ella estaba haciendo su maleta, ellos entraban preguntando ¿qué sucedía?,    a lo que ella les respondía y explicaba las circunstancias; sus padres entendían las cosas y la apoyaban en su decisión.

Siendo casi las 7 de la mañana,Benjamín/Alfonso , despertaba sintiéndose cansado por el buen sexo que había tenido con el muchachito César.

Él con mucho cuidado se levantaba de la cama, miraba dormir al joven y pensaba. – “Pobre putito virginal, apretabas muy rico, te hacías el santo, pero bien que deseabas tener una verga como la mía en tu boca y tu culo delicioso, si por mí fuera te cogería otra vez, pero debo editar este nuevo vídeo y poner en marcha en como grabaré a Julián pues se me ha ocurrido una perfecta idea; una vez realizado mi plan, enviaré este y el vídeo con Julián para así poderme ir lejos con el dinero que me den, dejaré a la gorda asquerosa de Dolores, reharé mi vida con otro nombre y otra identidad”.

– Benjamín se sonreía y se decía en voz baja. – Que ingenioso eres Alfonso, muy ingenioso, tendré suficiente dinero como para vivir como lo que soy un rey muy guapo.

– Él comenzaba a apagar las cámaras, sin fijarse que César estaba despertando al percatarse que él ya no estaba en la cama.

Desnudo y adormilado abría los ojos y veía borroso a Alfonso, quién estaba quitando las cámaras de vídeo donde las había escondido; asustado y nervioso César pensaba. – “Me grabó, ese infeliz me grabó, ¿qué haré?”.

– Alfonso se volteaba y César se hacía el dormido.

Él no se había dado cuenta que ya estaba despierto, así que continuaba desconectando con mucho cuidado el equipo; César temeroso, pero siendo inteligente, hacia ruidos para alertar a Alfonso de que ya estaba por despertar.

Muy nervioso Alfonso, colocaba una toalla encima de sus cosas y se acercaba poco a poco a César; el joven se levantaba y Alfonso lo miraba sonriente preguntando. – ¿Dormiste bien lindo niño?

– A lo que él le respondía tratando de mantener la calma. – Bien guapo, muchas gracias, ¿y tú?

– Alfonso se sentaba y le acariciaba el pecho diciendo en forma de incitación. – Muy bien, con ganas de que hagamos otra vez el amor.

– César le decía mientras se enderezaba. – Sí, me parece bien, pero tengo una idea.

– Alfonso se tocaba su pene con la mano izquierda mientras bajaba lentamente su mano derecha entre las ingles de César, preguntando impaciente. – ¿Qué tienes en mente?

– César ingenioso, le respondía. – Hagámoslo en la regadera.

– A lo qué Alfonso decía sonriendo. – En el jacuzzi estaría mejor.

– César  guiñaba el ojo y le sugería. – Bien, pues ve a prepararlo, cuando esté listo vienes por mí, cargándome y besándome para hacerlo otra vez.

– Alfonso entusiasmado por esas ganas de volver a tener sexo con él, pensaba. – “El clásico mañanero no estaría mal, una cogida rápida y te mando a la verga mocoso”.

– Alfonso sonreía diciéndole. – Iré a preparar nuestro lugar, enseguida vuelvo.

– Él rápido desnudo se iba para ambientar el baño.

En lo que César muy nervioso y presuroso, se colocaba su ropa interior, su playera, temblando tomaba su celular y se acercaba a ver las cosas que estaban debajo de la toalla; con su móvil grababa en pocos segundos lo que estaba viendo y sin querer tomaba fotos; el ruido de la cámara inquietaba a César; quien nervioso, con miedo terminaba de agarrar sus cosas y con mucha prisa se salía de la habitación del hotel, para correr por el pasillo, bajar por las escaleras y vestirse en el descanso del piso siguiente.

Alfonso quién por el ruido del agua cayendo en la tina, no se había dado cuenta del ruido en la habitación; muy entusiasmado y con su pene semi-erecto salía del baño por César y se sorprendía de no verlo en la cama.

Él volteaba nervioso a donde estaba su material de grabación y veía la toalla tirada; furioso exclamaba. – ¡No, no, no!, ¡no puede ser, maldito joto de mierda, maldito!, ¡mil veces maldito!

– Alfonso muy exaltado pateaba la cama y volteaba a verse al espejo diciéndose desquiciado. – ¡Cálmate Alfonso, calmado!, tal vez la toalla se cayó sin querer cuando el joto se salió, no pasará nada,    no dirá nada, este putito será como los demás, tonto e imbécil que seguramente ofrecerá dinero con tal de tener el vídeo en sus manos y destruirlo, así será, tranquilo, no te exaltes, mejor respira y    alístate, que está misma tarde Benjamín se llevará a la cama al estúpido y tonto Julián.

– Alfonso se calmaba, recogía la toalla, se metía al baño para masturbarse y  luego ducharse.

En tanto César ya vestido y muy asustado por lo que sucedió, salía del hotel sin ser visto y le tomaba fotos a la parte de enfrente del hotel; para así después agitado tomar un taxi y llamarle a su amiga Andy diciéndole que estaba en un lío muy grave y que necesitaba ayuda para denunciar a un tipo que lo engañó; la chica quién es 3 años mayor que él; le decía que viniera a su casa y que ella junto con su mamá lo acompañarían a la policía por lo sucedido y luego hablarían con su mamá; pues César es un chico abiertamente gay de padres divorciados y su amiga Andy junto con su madre han apoyado a ellos en momentos difíciles y ahora más.

Las 7:21 de la mañana ; Edna en pleno vuelo, nerviosa abría su Facebook y se daba cuenta que tanto Dolores como Alfonso, la habían aceptado como “amiga” ; de inmediato comenzaba a descargar varias fotos en su iPad.

En lo que estaba haciendo eso, un mensaje privado le era enviado; nerviosa abría ese mensaje que decía así. – “Hola, buenos días, ¿quién eres?”

– Edna se percataba que era Dolores quién le escribía y estaba en línea, a lo que nerviosa le respondía. – “Hola buenos días, me llamo Edna”.

– A lo que le escribía Dolores. – “Ya sé quién eres, leí tu nombre, pero quiero saber ¿quién eres y de donde conoces a mi esposo, a quién acabas de agregar?”

– Edna confundida e invadida por la curiosidad contestaba. – “Tu esposo anda jugando contigo, al parecer te está siendo infiel”

– Dolores en su casa, se molestaba diciendo. – ¡Maldito, mis sospechas son ciertas!

– Ella le escribía. – “Y dime niña, ¿cómo estas tan segura de eso?”

– A lo que de inmediato le contestaba Edna. – “Porque está saliendo con mi amigo y se está usando otro perfil de Facebook con diferente nombre”.

– Dolores no le creía y dudaba, diciendo. – ¡Esto es una broma seguramente!

– Justo cuando estaba por bloquear a Edna, recibía el enlace del otro perfil de Alfonso con una foto y el siguiente mensaje. – “Seguramente no me crees, pero esté es el perfil que usa él y aquí una    captura de pantalla para que te des cuenta del engaño”.

– Dolores entraba a ese perfil, sorprendiéndose de lo que veía, maximizaba la foto y muy enojada le gritaba a uno de sus sirvientes. – ¡Hugo, alista mis cosas, saldremos de viaje!

– El sirviente sin preguntar acataba las órdenes de ella.

Irritada y dolida escribía. – “Debes saber en dónde está él ahora, dime, dame tu número de celular y te daré el mío, quiero atrapar a ese cretino en pleno engaño y así poder divorciarme de ese imbécil”, “ya tenía mis sospechas de la infidelidad, por sus supuestos viajes de negocios y movimientos con su tarjeta, desde hace un tiempo lo vengo investigando, pero no me imaginaba que estuviese haciendo ese tipo de cosas con otros hombres”, “tranquila, tu amigo no tiene la culpa, seguramente al igual que yo esta idiotizado por lo guapo y atractivo que es él, pero se acabó, este infeliz las pagará caro”.

– Edna sorprendida al leer lo que Dolores le ponía, no le quedaba de otra más que aliarse con ella, intercambiaba número de celular y le indicaba en qué ciudad estaba.

Así pues, Dolores y su sirviente, se alistaban para salir de viaje, no sin antes realizar una llamada matutina a su asesor bancario privado para cancelar y detener todo tipo de movimiento de tarjetas de crédito y débito que ella compartía con Alfonso, dejándole así sin dinero; lo qué no contaba era que con su otra identidad, tenía una cuenta con cantidad modesta de dinero.

Siendo las 10:30 de la mañana ; el avión aterrizaba, Edna muy presurosa caminaba para recoger su maleta y tomar un taxi que la llevará a su casa; pero para su sorpresa, Abel estaba ahí, esperándola con cara de preocupación.

Él al verla la abrazo y le dijo. – Hola, me alegra verte, ¿cómo estuvo tu viaje?

– Edna muy exaltada le respondía. – Bien, bien gracias y gracias por venir a esperarme, no imaginé para nada qué estuvieses aquí.

– Abel le decía impaciente. – La verdad es que estoy aquí desde las 8 de la mañana, desayuné en el restaurante de aquí, no me puedo aguantar las ganas de desenmascarar a ese imbécil que está    jugando con nuestro amigo.

– Edna le ponía una mano en el hombro diciéndole. – Vamos para hablar con Julián y sus primos, deben saber la verdad, ya tengo mi maleta, así que no perdamos tiempo.

– Abel le ayudaba y caminaban para salir al estacionamiento, pues él había llevado su carro.

En el trayecto, ambos iban muy serios y para romper ese silencio, Edna le comentaba lo que había hecho en el Facebook, al agregar a Dolores y Alfonso; ella había sido precavida y había bloqueado álbumes y algunas fotos para que Alfonso no viera el nexo que existe entre ella y Julián; él le decía que había sido muy inteligente pero a la vez muy arriesgado; ella no se preocupaba, pues lo hacía con tal de ayudar a su mejor amigo.

Edna al ver que Abel de verdad estaba preocupado, le decía. – Oye, veo que estás muy preocupado por Julián.

– Abel se detenía en el semáforo diciendo. – Al igual que tú, lo estoy.

– A lo que Edna le decía muy directa. – Pero tu preocupación antes eran celos, me di cuenta por tus indirectas en estados de Facebook.

– Ambos se miraban a los ojos y ella le decía. – Julián te gusta, te gusta y mucho.

– Abel se ponía nervioso y evitaba responder, avanzando en luz verde.

Ella sonreía diciendo. – El que calla otorga, así que descuida, guardaré el secreto; el ser bisexual no es malo, pero debes al menos respetar en géneros.

– Abel incomodado, ponía su iPod y le subía un poco a la música, haciendo entender a Edna que no deseaba hablar del tema.

Siendo las 10:55 de la mañana; César, Andy y sus respectivas madres, estaban en la secretaria de seguridad pública; donde nervioso y muy apenado César levantaba la denuncia en contra de Alfonso, mostrando las fotos y vídeo que tomó con su celular al agente; lamentablemente se le pido que diera detalles al respecto de lo acontecido durante la noche y, aunque él tenía en parte culpa, eso no deslindaba a que Alfonso había cometido un delito muy grave.

Su mamá estaba molesta, indignada y apenada por lo que su hijo había hecho; pues la engañó diciendo que estaría en casa de Andy, pero ya no se podía hacer nada, solo esperar a que procedieran contra Alfonso; en tanto Andy como su mamá trataban de calmar a la señora y pues sí, César hizo mal en mentir, pero esperaban a que aprendiera la lección de no meterse a la primera con desconocidos de internet.

En lo que ellos estaban en la espera de recibir unos papales para firmar y proceder; en otra oficina una empleada del lobby del hotel, Lorena; en un mar de lágrimas, apenada y destrozada moralmente, levantaba una denuncia en contra de “Benjamín Ruelas” , por haberla grabado en secreto durante pleno acto sexual y haber subido el vídeo a internet sin consentimiento alguno; ella al agente le daba detalles y cuando menciono el nombre del hotel y habitación, el agente hizo una pausa y sorprendido por la coincidencia, pedía de favor que ella y César describieran al hombre por separado; después de unos minutos ambos retratos eran mostrados frente de ellos en la misma oficina; al verlos, ellos quedaban muy impactados y turbados, al no saber el nombre real si era “Benjamín” o “Alfonso” ; al tener todos esos motivos, con las pruebas y testimonios, el agente comenzaba a organizar la forma de cómo lo detendrían.

Al mismo tiempo que ocurría eso; Abel y Edna llegaban a casa de los primos de Julián.

Ambos nerviosos estaban por tocar el timbre, a lo que Edna nerviosa le decía. – A Julián se le romperá el corazón.

– Abel intranquilo decía. –Sí, más por lo sensible que es él, su sueño de haber encontrado al chico ideal se romperá.

– Edna por tocar el timbre, nerviosa preguntaba. – ¿Listo para esto?

– Abel serio le respondía. – Sí, debemos prevenir a nuestro amigo, aprieta.

– Edna apretaba el botón dos veces muy presurosa y Abel lo apretaba tres más.

Alba al escuchar el timbre sonar así, se molestaba y dejando a medio tomar su café, caminaba de la cocina a la puerta diciendo. – ¡Voy, voy!, pareciera que soy la única que está aquí en la casa.

– Aldo bajando apenas tres escalones, recién bañado y a medio vestir le decía. – Perdón, perdón, me estaba vistiendo.

– Alba molesta abría la puerta y al verlos, su semblante cambiaba y preguntaba sorprendida. – Abel, Edna, ¿qué hacen ustedes aquí?

– Aldo terminaba de bajar las escaleras diciendo. – Pasen, pasen chavos.

– Alba los hacía pasar y amable preguntaba. – ¿Quieren café, galletas, pan?

– A lo que Edna y Abel amablemente rechazaban lo ofrecido.

Aldo inquieto, preguntaba. – ¿Edna qué no estabas de vacaciones?

– A lo que nerviosa le respondía. – Pues sí, pero ocurrió una emergencia y tuve que regresar.

– Alba preocupada preguntaba. – ¿Qué sucedió, tu familia está bien?

– A lo que ella respondía impaciente. – Sí, ellos están bien, solo que la emergencia es relacionada con ustedes y Julián.

– Aldo y Alba se miraban entre sí y regresaban su atención a ellos.

Aldo preguntaba preocupado. – ¿Qué sucede?

– Alba exclamaba. – ¡Respondan!

– A lo que seriamente Abel preguntaba. – ¿Está despierto Julián?

– Aldo respondía impetuoso. – No, no está, tiene como media hora que se fue.

– Edna molesta exclamaba. – ¡Me lleva la chingada, maldito trafico!

– Abel irritado decía. – ¡Debí haber dado vuelta en la otra avenida y evitar esos carros!

– Los primos alarmados, cuestionaban. – ¿Qué es lo que sucede?, ¿por qué reaccionan así?, ¿Cuál es esa emergencia?

– Abel y Edna se miraban y pedían que se calmaran ellos, que se sentaran para lo que les iban a decir.

Los amigos les mostraban a los primos las fotos de Alfonso de su boda y el otro perfil que tenía de Facebook.

Alba perpleja decía. – ¡Sabía que ese tipo no era de fiar, algo me lo decía!

– Aldo la abrazaba diciendo. – Tranquila hermana, tranquila, igual yo tuve esa sensación, pero que iba uno a saber.

– Abel inundado de preocupación, preguntaba. – ¿Saben dónde puede estar Julián ahora?

– Edna exclamaba. – ¡Les dijo algo de dónde iría con el tipo!

– Los primos se miraban tensos y contestaban que no, no sabían a dónde se había ido, qué solo dijo que ya iba tarde y tomaría taxi para llegar al hotel dónde él se hospedaba.

Abel sin esperar más, decía. – Pues vamos todos al hotel, esperemos llegar a tiempo, no sabemos el nivel de peligro en el que Julián este.

– Alba se quitaba el mandil aventándolo al piso y Aldo subía veloz a ponerse los tenis y una playera, para así salir de inmediato a buscar a Julián y prevenirle el continuar y frecuentar a ese tipo.

¿Qué más sucederá?, ¿qué castigo recibirá Alfonso por lo que ha cometido?, ¿cómo reaccionará Julián?

El chico de mis sueños.

Últimos Capítulos.

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