El chico de mis sueños. Capítulo 2
¿Se han preguntado sí de verdad el chico de sus sueños existe y no es sólo un sueño?, Julián está teniendo suerte con su página, pues muchos han compartido y buscado alguien similar a sus dibujos, pero eso dejará de ser una fantasía para convertirse en realidad... Les invito a leer.
Hola! Muchas gracias a quienes tienen la molestía de leer mis historias/relatos/sagas de mucha fantasía y también por escribir al mail y valorar; no son la gran cosa mis escritos,
pero se les agradece mucho su tiempo brindado; no será una historia de muchos capítulos, será algo corta debido a que está historia nació gracias a "Sueños de una noche",
relato que escribí hace un mes y medio, que sólo consta de una descripción de lo que me sucedió; sí desean leerlo adelante, se encuentra en mi perfil en la categoría otros textos;
les deseo un grandioso día y pues son bienvenidas todas sus criticas y comentarios ya sea aquí o por mail; un fuerte abrazo del tamaño del mundo.
Capítulo II
Fantasía de un sueño por cumplir.
Bien, Julián nuestro protagonista, está teniendo suerte con su página, ya que desde que la abrió Edna, ha sido compartida por muchos usuarios e incluso han respondido posteando imágenes de fotos de personas que son poco similares al dibujo que él había realizado; recuerdan que él estaba en clase dibujando la complexión física de ese hombre al igual que el color de su piel y ojos; bueno pues él finalizó los dibujos justo cuando la clase terminaba; él y su amiga habían ido a escanear los dibujos para subirlas a la página; gracias a eso incrementaban las visitas y las diversas visitas; por ser el último día de clases, Edna se despedía de Julián; pues ella se iría de vacaciones con su familia, pero no sin antes dejarle la clave de usuario administrativo de la página para que así entrará las veces que quisiera; ambos amigos se daban un fuerte y gran abrazo y tomaban rumbo distintos.
Julián caminaba suspirando e imaginando sí de verdad llegará a encontrar a ese chico de sus sueños; llevando varias calles de trayecto, no se percataba que su autobús ya había pasado en dos ocasiones.
Julián sonreía y se decía. – No me hará mal caminar, sirve que imaginó como sería el encontrarme contigo, ojalá sea de tu agrado y te guste.
– En lo que él iba imaginando y caminando, muy ilusionado; a unos pasos de él, Abel corría tras de él.
Y al alcanzarlo le decía fatigado. – Julián, Julián espera.
– Julián algo asustado, volteaba y preguntaba. – ¿Qué pasa?
– A lo que le respondía sofocado. – Nada, nada, quería hacerte compañía.
– Julián desconcertado continuaba su caminar y tras de él Abel.
Quien con mucha curiosidad le decía. – Con que andas buscando a un desconocido en el Facebook, ¿a qué se debe?
– Julián sonreía y le decía ilusionado. – Sí, tengo deseos de amar y ser amado, me siento preparado, sí ese chico es el ideal para mí pues deseo encontrarlo.
– Abel intrigado le iba cuestionando con un poco de incomodidad sobre la página a Julián, quién le respondía a sus preguntas sin pena alguna; ambos amigos caminando y charlando, llegaban al punto donde Abel debía despedirse de Julián.
Él serio le decía. – Pues espero esa página que crearon tenga suerte y encuentres al chico de tus sueños, sí de algo puedo ayudar, compartiré la página para beneficio tuyo.
– Julián se acomodaba sus lentes diciendo. – Muchas gracias, sí me harías el favor, te lo agradezco de corazón.
– Abel estrechaba su mano para despedirse y luego con un choque breve de puños le decía. – Mereces quién te quiera, no eres mala persona, un poco raro pero mereces tener pareja.
– Julián sonreía diciendo. – Pues creo que por ser raro no le gusto a nadie, pero como dice el dicho, siempre hay un roto para un descocido , espero me aparezca mi descocido, sino ni modo.
– Abel sonreía diciéndole. – Loco, te ayudaré en la búsqueda de tu chico, no tendré nada que hacer en vacaciones.
– Julián preguntaba. – ¿Gina, qué hay de ella?
– Le respondía él de una forma optimista. – Se irá de vacaciones, tendré tiempo para mí, para continuar dibujando los comics y la verdad me alegra que se vaya, necesito tiempo para mí y para mi soledad, así que te ayudaré en tu búsqueda.
– Julián moviendo la cabeza le decía. – Perfecto, gracias por tu ayuda.
– Abel y Julián retomaban sus caminos para sus casas.
Julián llegaba a casa; sus primos aún no estaban; así que él para comer, tomaba un tazón, lo llenaba de cereal azucarado, con leche y un poco de chocolate; yéndose para el comedor, prendía su computador y comiendo, fantaseaba con el chico de sus sueños.
Al ingresar a la página, tenía muchos “me gusta” , muchas veces compartida la página y demasiados mensajes privados; los cuales les tomo más importancia y comenzaba a leerlos, contestando detenidamente uno por uno; detalladamente veía las imágenes y fotos que le mandaban; la mayoría de los usuarios que participaban en la búsqueda eran chavos gay y bisexuales; esa misma tarde, se vino una gran tormenta, lo cual ocasionaba que sus primos tardaran más en regresar a casa.
En las casi 4 horas que duró la tempestad, Julián revisaba casi todos los mensajes, hasta que se topó con uno de un perfil raro; pues no tenía fotos de perfil, ni contactos, ni nada; extrañado Julián leía el mensaje que decía más o menos así: “Hola, supe que andas buscando a un hombre, creo poder ayudarte, respóndeme este mensaje y en cuanto lo lea te daré más detalles; pero antes, ¿me podrás agregar desde tu perfil de Facebook?, gracias, saludos”.
Julián estaba entusiasmado y a la vez con temor por ese extraño mensaje; aunque él sentía desconfianza, le respondió el mensaje así: “Hola, no puedo anexarte a mi perfil, pero responde, ¿cómo podrás ayudarme?, saludos y gracias". Envió el mensaje y siguió revisando la página.
En un comentario al muro de la página, Gina escribía con cierta burla lo siguiente: “Se me hace tan absurdo y patético que busques una persona a quién sólo has visto en tus sueños, es algo tonto y estúpido, no pienso compartir tu página ni mucho menos ayudar, espero estés consiente que el amor a los homosexuales casi no se les da, más si eres o estás feito pues menos; deja de buscar a alguien que tal vez sea heterosexual y jamás en su vida le vayas a inspirar un gramo de amor”.
Julián suspiro frente a la pantalla, recargo su cabeza en ambas manos diciendo triste. – Pues desgraciadamente tienes razón Georgina, lo más probable es que ese tipo sea heterosexual y que le gusten más las mujeres como tú de fáciles, sí llegará a ser gay jamás se fijaría en mí por ser como soy.
– Julián desanimado estaba, cuando de momento, a ese comentario su amigo Abel le respondía de la siguiente forma: “Creo que eres un poco fría y bastante envidiosa ante la búsqueda de esta persona por alguien que cree que es el amor de su vida, deberías ser un poco menos envidiosa y darte cuenta que hay personas que de verdad desean encontrar el amor, no como otras personas que lo tienen y no lo valoran, si te molesta no hagas nada, no comentes y deja de envenenar a los que si desean encontrar la felicidad”.
Julián sonrío y se rió diciendo. – Vaya Abel, ahora si me sorprenden tus comentarios, pero mejor que yo no lo pude haber dicho.
– Julián le tomaba una foto a la pantalla con su celular y la mandaba por WhatsApp a Edna diciéndole en una nota de audio. – Mira lo que Gina escribió y lo que Abel le respondió.
– Edna al ver la foto y escuchar el audio le respondía de igual forma. – Jajajaja… eso fue genial, bien por Abel, deja entrar y escribirle algo a la tipa esa.
– Julián sonreía y de momento la página se actualizaba y el comentario de Gina lo había eliminado, así como también desaparecía el comentario de Abel.
Julián le mandaba un texto que decía. – “Demasiado tarde amiga, ya lo borró”.
– Edna le respondía. – “Sí ya vi, en fin, para la otra, saludos y suerte amigo”.
– Julián sonreía escribiendo. – “Diviértete y pásala genial”.
– Julián comenzaba a aburrirse y estando por salirse de la página, veía que Abel compartía la página con un comentario positivo que decía así. – “Por favor, si saben de algún chico que sea similar a él, contacten al dueño de la página, pues anda en busca del que probablemente sea el amor de su vida, la verdad se merece ser feliz”.
– Julián sonreía diciendo. – Gracias amigo.
– Regresaba a la página principal y ya por salir, recibía un mensaje privado del perfil misterioso.
Julián extrañado abría ese mensaje y le decía así. – “Amigo, yo soy la persona que buscas, de verdad me gustas, también te he soñado”.
– A lo que Julián decía. – Sí claro.
– Él le escribía siguiéndole la corriente. – “Igual me gustas, de hecho no he dejado de soñarte, como dice la introducción y motivo de la página, busco el amor de mi vida”.
– El perfil misterioso le contestaba. – “No me crees, debo entender, mira, te mandaré pruebas”.
– Julián se sentía raro; en la espera de unos segundos, ese perfil falso mando una foto suya de cara diciendo. – “Soy yo”.
– Julián al abrir la foto y verla, se asustaba mucho exclamando. – ¡No puede ser verdad, no puede ser verdad, es una broma seguramente!
– El perfil misterioso mandaba otra foto suya de medio cuerpo escribiéndole. – “Para que me creas”.
– Julián nervioso, con las manos frías le escribía. – “Dudo mucho que seas tú”.
– A lo que esa persona mandaba un audio diciéndole con voz gruesa. – Soy yo de verdad, para que me creas escríbeme tu número o dirección de Skype para que charlemos, por favor debes de creerme.
– Julián nervioso, pero astuto le escribía. – “Tomate una foto de ahorita con la siguiente frase”.
– Julián pensaba nervioso una frase para comprobar que fuera él la persona de esas fotos.
Dicha persona le escribía. – “Sí, con tal de que me creas, lo haré”.
– Luego de pensarle, Julián le escribía la frase. – “Fantasía de un sueño por cumplir”.
– Seguido de… – “Esa es tu frase, espero a que me mandes la foto”.
– Dicha persona tardaba en mandarle la foto; Julián en la espera, descargaba las fotos que le fueron enviadas.
Él analizaba detenidamente las imágenes; eran de tamaño mediano a la común del formato de una foto normal que se envía por inbox; además que notaba que las imágenes estaban cortadas y modificadas, evitando que se mostrará algo más.
Julián decía serio. – Lo sabía eres un charlatán, pero esas fotos significan que esa persona de verdad existe, que no eres solamente un sueño.
– Cerraba el chat y ahora sí, estando por cerrar la página, el misterioso, le mandaba la foto mostrándose de medio cuerpo con ambas manos sosteniendo el letrero con la frase, “Fantasía de un sueño por cumplir”.
Julián se asustaba mucho así como se sorprendía; él gritaba. – ¡Existes de verdad existes!
– El misterioso le mandaba un audio que decía. – Perdona la demora, es que no encontraba la cámara, tampoco una hoja para escribir tu frase, tome varias y seleccione la mejor, ¿ahora si me crees?
– Julián nervioso le escribía. – “Me sorprende mucho que de verdad existas, no creí que fueras a ser verdad.”
– El misterioso le escribía su número de celular; que indicaba que era de otra ciudad; seguido de un mensaje que decía. – “Envíame un WhatsApp, debo irme, tengo cosas por hacer, ojala pueda saber más de ti y seas la persona con la que también he estado soñando”.
– Julián suspiraba y tomando su celular anexaba el número de esa persona, pero con una duda, no sabía cuál era el nombre de él; así que le ponía “misterioso” en contactos y suspiraba.
Él emocionado, ilusionado, decía. – No puedo creer que de verdad existas y no hayas sido producto de mi imaginación, ¡estoy feliz!
– La puerta se escuchaba abrir; entrando Aldo y Alba empapados.
Julián al verles así, les ayudaba con sus cosas y les decía. – Por eso les he dicho que deben comprar un carro.
– Los hermanos empapados, subían a sus habitaciones a cambiarse y bañarse; mientras que Julián sonriente y contento, preparaba la cena.
Él tomando su celular escribía un mensaje a ese chico. – “Hola, soy yo el de la página, ¿cómo estás?"
– Emocionado, impaciente y sonriente esperaba a que él le respondiera, pero veía que su última conexión había sido desde hace ya una media hora atrás; mucho antes de que se desconectara del Facebook.
Él sin perder los ánimos, le escribía otro mensaje. – “Bueno sólo espero que no se te olvide anexarme, me llamo Julián, ¿y tú?, espero me respondas pronto”.
– Él dejaba su celular cerca en lo que hacía algo de cenar y colocaba la cafetera para sus primos.
Un tanto desesperado, Julián tomaba la iPad y entraba a la página para ver el nombre de aquel muchacho, pero ¡oh sorpresa!, ya que él ya había bloqueado y cancelado ese Facebook; un tanto preocupado, desesperado y con muchas dudas, dejaba de insistir comunicándose con ese chico.
Minutos después; sus primos bajaban a cenar, en la cocina, Alba y Aldo le cuestionaban sobre la página que había creado en busca de ese muchacho; su prima le decía que debía tener mucho cuidado y no dar datos personales; pues nunca se sabe que intenciones tenga la persona; Aldo de igual forma, le decía los cuidados que debía tener y no ser tan especifico con datos personales.
Julián les decía un tanto cohibido. – Sí, sí descuiden soy precavido, además como les dije, la página la creo Edna y ella se encarga de administrarla, me dirá sí alguien llegará a tener las características de la persona que supuestamente debe existir; si en una semana no aparece esa persona, daremos de baja esa página.
– Julián estaba algo nervioso, por haberle enviado mensaje a ese hombre.
Después de un rato; el celular de Julián sonaba varias veces; él extasiado lo tomaba y desbloqueaba, observando que eran los WhatsApp del hombre misterioso, que le decía. – “Disculpa que te responda ahorita, estaba manejando y no respondo el celular mientras conduzco”, “Mil disculpas, perdón, ojalá me respondas”, “Me llamo Benjamín, me gusta tu nombre, es muy bonito”, “¿Puedo hablarte?”, “Quiero escuchar la voz del chico con quién he soñado durante varias noches atrás”.
– Julián suspiraba, sonreía muy ilusionado y les decía a sus primos. – Disculpen, debo charlar con Edna, me tiene noticias.
– Aldo y Alba se miraban de forma intrigante.
Ella le decía. – Sí, descuida me toca lavar trastes.
– Aldo decía. – Te ayudo, anda ve a chismorrear con tu amiga, esperemos que ya haya aparecido tu príncipe azul y sea de buenas intenciones.
– Julián sonreía contento, se levantaba del asiento y subía corriendo las escaleras, para encerrarse en su habitación.
Estando ahí, muy nervioso, con el corazón acelerado, le escribía. – “Buenas noches, bonito nombre Benjamín, me gustaría también escucharte, claro que me puedes marcar, te espero”.
– Emocionado se miraba al espejo y se decía. – El amor toca mi puerta y debo abrirle, encontré a mi príncipe azul, al hombre más guapo que puede existir y que tiene un interés por mí, ¡no soy una persona agraciada, pero se ha fijado él en mí!
– Su celular comenzaba a sonar, marcando en la pantalla un número privado.
Nervioso e impaciente, atendía diciendo. – Hola.
– Una voz varonil le decía. – Hola niño, buenas noches.
– Con el corazón palpitando al mil, Julián respondía. – Buenas noches.
– Benjamín le decía. – Te siento nervioso, no debes estar así, me encanta tu voz, es como la imaginé.
– Julián se sonrojaba, se recostaba en la cama y le decía sonriente. – Gracias, no creí que te fuera a gustar mi voz, es algo rara, se escucha muy gay, entre mujer y de hombre, algo…
– Benjamín le interrumpía diciendo. – ¡Algo nada!, tu voz me encanta, es perfecta con tu ser, te mandaré más fotos mías para que te sientas en confianza.
– Julián le decía sonriente. – No serán necesarias más fotos, con sólo escuchar tu voz te siento real, muy real, más cerca, me gusta tu voz es perfecta con tu fisionomía, de verdad me gustas.
– Benjamín suspiraba al teléfono y le decía algo triste. – Eres la persona ideal para mí, muchos se van por el físico, pero tú no eres así, tú eres especial, espero conocerte.
– Julián sonreía, suspiraba y le decía sincero. – Yo pensaba que tú no existirías, que eras una persona fabricada por mi imaginación, pero ahora sé que no es así, de verdad deseo conocerte en persona y darte un muy, muy, muy fuerte abrazo.
– Benjamín al teléfono le mandaba un beso y comenzaban a charlar muy detalladamente, sin ser interrumpidos.
Durante casi dos horas al teléfono, ambos se estaban conociendo e intercambiando gustos que eran similares al otro; luego de finalizar la llamada; Julián le enviaba fotos a él para que lo conociera bien; Benjamín le mandaba varias fotos dónde se le veía recostado en la cama, con mirada cansada.
Julián le mandaba un mensaje diciendo. – “Duerme ya, tienes ojos de cansado, charlamos mañana”.
– Benjamín le respondía con una foto mandando un beso. – “Te mando un beso, espero estar en tu ciudad el domingo por la mañana, dormiré por qué me lo pides, tú igual deberías de hacer lo mismo precioso flaquito”.
– Julián le escribía sonriendo. – “Sí, eso haré, besos mi precioso hermoso”.
– Julián abrazaba su almohada y sonriendo decía. – ¡Existes, existes, me gustas, te gusto, seremos el uno para el otro, me estoy enamorando de ti, quiero ya abrazarte y estar entre tus brazos!
– Julián le mandaba a Edna un mensaje al WhatsApp que decía. – “Amiga, misión cumplida, ya apareció mi príncipe azul y ya charlé con él, te mando una foto de él”.
– Edna en ese momento tenía casi una hora de haberse conectado; ya que estaba dormida.
Pero al ver el mensaje y la foto que Julián mandó del rostro del chico soñado, hasta el sueño se le iba y le respondía. – “! Esta guapísimo, hermoso, bello, precioso! mejor que en tu boceto, me encanta, cuéntame de él”.
– Edna y Julián charlaban por WhatsApp de cómo fue que lo contacto y detallando en varias cosas de él.
En el proceso de conversación con ella, Julián comenzaba a hacer memoria de cómo fue que lo vio por primera vez; hace un año y medio él y su grupo universitario fueron a una conferencia a México, dónde en un rato libre que les dieron, sus compañeros y él recorrieron parte del centro histórico de la ciudad, dónde sorpresiva y esporádicamente Julián se topaba con Benjamín caminando hablando por celular; aunque únicamente fueron unos segundos en que sus miradas se conectaron, sus caras quedaban grabadas para así visualizarse en sueños.
Julián una vez que recordó lo sucedido, le escribía a Edna de cómo fue que su cara quedo memorizada en su mente; para así después de una extendida charla recordando aquel acontecimiento del viaje, ambos amigos, luego de 40 minutos charlando se despedían para disponerse a dormir; ya que rebasaban ya de media noche y Edna debía viajar en la mañana del sábado.
El Chico de mis Sueños.