El chico de la Universidad
La vida es un instante algo tan breve que sólo se debe vivir..
EN LA UNIVERSIDAD…
Aín no se, si fueron aquellos ojos verdes… pero lo que aquel chico me hizo es indescriptible, eramos los reyes de la universidad y a la vez un desastre.
Era como bailar en medio de la noche, jovenes guapos y emocionalmente dañados.
A Julio lo conocí en la universidad cuando me mude de país, el primer día de clases se me hizo tarde, cuando encontré el salón de clases tuve mi entrada triunfal, iba con una polo amarilla que es mi color favorito; ya todos los alumnos se encontraban sentados, la clase llevaba media hora de haber comenzado. Cuando abri la puerta todos se me quedaron viendo no había nadie interesante para mí. Todos eran menores que yo como 3 años ya que esta era la segunda carrera que yo estudiaba, identifique a una chica que se veía mas o menos de mi edad y me senté con ella. Entablamos amistad rapidamente con Ari, ella tenía mi misma edad y nos complementamos muy bien, en esos días la maestra de una clase nos junto en grupos para hacer un proyecto, en eso me toco con Julio, la verdad no me había fijado en él, era de mi estatura con unos ojos color verde, cabello castaño claro, piel blanca y sonrojada, su actitud era algo engreida, me hablaba muy cortante y eso me extraño, creo que se sentía intimidado. Esa misma tarde vi que me siguió en instagram, ¿Cómo me habia encontrado? No lo sé… me resultaba intrigante este chico, era como si lo conociera, como si estuviese conectado con él de otra época… me preguntaba acerca de la tarea y temas de la clase por mensajes, pero en la universidad me ignoraba y evitaba el contacto visual conmigo. Mi nueva amiga Ari, me decía que Julio me miraba mucho, que no me quitaba la mirada de encima, entonces comencé a descubrir cuando me miraba, me le quedaba viendo y él inmediatamente se sonrojaba. Me enternecia Julio, quería ser su amigo, asi que poco a poco me acerque a él.
En la escuela siempre me ignoraba, pero luego me escribia por mensajes, me tomaba fotos a escondidas y me las mandaba, una tarde fui a comer a un restaurante y me lo encontré a él junto con su amiga, estaban hablando de mí, pero yo fingí demencia. Luego quedamos de ir a comer a un restaurant, me dijo que su comida favorita eran los mariscos, estuvimos platicando casi toda la tarde; según lo que me contaba parecía tener bastante experiencia con chicos para su corta edad, en comparación a mí yo había estado con muy pocos. Ahí comenzó todo, me perdía en su mirada, podiamos pasar largo tiempo sólo mirandonos y sonriendonos. Comenzabamos clases a las 8am, pero nosotros llegabamos a las 7am, el se estacionaba al lado de mi auto y se subía conmigo y platicabamos hasta la entrada de la clase. Eramos como dos desconocidos en público. Así paso una semana, luego de eso él me dijo que tenía que decirme algo, yo ya sabía que era… que yo le gustaba era eso. Pero yo no quería eso, es decir teniamos una conexión muy especial, nos veiamos desde la mañana, en clase nos la pasabamos mensajeando, en la tarde nos veiamos, y en la noche también nos llamabamos, nos agarramos mucho cariño muy rápido, pero yo no quería perder eso por intentar algo que no creía que fuese a funcionar, los dos estabamos atravesando situaciones complejas, él en su casa con sus padres y yo en mi vida empezando todo de nuevo. Debo confesar que la sensación de cada mensaje que Julio me enviaba era de felicidad, cada vez que lo veía me hacía sentir que la vida en sí no era tan difícil, tonteabamos hasta que una de esas mañanas nos quedamos viendo a los ojos y nos dimos nuestro primer beso. Fue un beso que comenzó de manera tierna y termino apasionado, Julio mordía un poco mis labios para reafirmarme que el era alguien dominante. Fue un beso largo muy largo, apenas se asomaban los primeros rayos del sol, estabamos en mi auto, cuando terminó el beso simplemente nos sonreimos.
-Me embola tu cara.
-¿Que quiere decir eso?
-Que me encanta..
-Y a mi me encantan tus ojos verdes.
El papá de Julio temía que le gustaran los hombres, ya que había alguna vez sabido de algunos “amigos” él le había dicho a su padre que era bisexual, pero su padre por supuesto no le creyó, así que lo controlaba mucho, lo estaba llamando cada 5 minutos. Nos ibamos a una colonia privada que tenía un gran parque, allá nos besabamos durante horas, el tiempo no se medía cuando estabamos juntos, en una ocasión me quede viendole, admirando aquellos bellos ojos, esos ojos me cautivaron, y yo sabía que resistirme era inútil, en mi mente siempre quedara grabado ese momento, los rayos del sol de la tarde se posaban en la cara de Julio y sus ojos se veían aún más claros y brillantes, en mi mente se reprodujo la canción de summertime sadness. Suspirabamos a cada rato, porque los dos sabiamos que lo nuestro era algo pasajero, aunque muy intenso pero pasajero. Julio logró despertar en mi sensaciones tan intensas que no sabía que podía llegar a experimentar.
Pasamos a vernos diario, antes de clases y después de clases, yo le agarraba su miembro por encima del pantalón, era un pene grueso, nos besabamos por un buen rato y él se lubricaba por mi parte metía mi mando para tomar un poco de su precum y luego llevarme los dedos a la boca para probarlo, él hacía lo mismo con mi precum, agarraba mi verga y me decía que quería sentirla algún día, pero no pasabamos de ahí, lo nuestro era más platónico.
Pasabamos horas hablando…
Antes de dormir hablabamos por llamada y antes de colgar siempre me hacía la misma pregunta.
-¿Me quieres?
Cada que me decía eso me desarmaba completamente. Yo siendo una persona más bien fría sentía una ternura inmensa al escuchar esa pregunta con su particular tono de voz. Sentía que me moría de amor. No se imaginan aquella hermosa sensación, hasta el día de hoy en marzo de 2020 no he vuelto a sentir aquella sensación, aquella conexión, era como si con una mirada nos dijeramos todo y nada, ver esa sonrisa era todo lo que necesitaba para estar bien el resto del día. Pero los problemas no aguardaron, Julio comenzó a molestarse por todo. Porque ya no podiamos vernos tanto, porque otros chicos me miraban. Pensaba que cada chico que me hablaba era porque quería conmigo. Yo trataba de decirle que no, pero él se sintió al descubierto. Yo con mi amiga Ari tenía complicidad pero no le había dicho nada de lo que tenía con Julio, pero él era algo paranoíco, y un dia me escribio que si yo le había contado algo a Ari, no me dio tiempo de responderle el mensaje cuando ya me había bloqueado, y todo fue porque yo me estaba sonriendo con Ari de algo que ella me había contado. En su mente Julio armo toda una historia, pensó que yo le había contado todo a Ari y que Ari se encargaria de propagar el chisme en la escuela. Así que duramos días sin hablar, luego le expliqué pero Julio estaba molesto. Desde ahí nos distanciamos, yo me tuve que mudar de ciudad y él se salió de la escuela. Ahí acabo nuestra historia. Luego de unos meses me escribió, me contó que había estado en una clinica de reposo porque había tenido un cuadro depresivo por toda la situación conmigo. Me sentí algo culpable, me dijo que se arrepentía de haberme conocido y eso me hizo sentir muy triste. Nunca me había entristecido tanto por alguien… Luego de un año, quedamos en vernos, fuimos a comer y no hablamos de nosotros, solo de un intercambio que él había hecho, pera la tensión y conexión entre nosotros estaba intacta, era como si el tiempo no hubiese pasado. Nos despedimos de forma normal.
Cuando llegué a casa recibi un mensaje que decía -Te quiero.
Y ahí acabo todo, no volvimos ni a escribirnos.
No hubo sexo, sólo besos intensos y caricias.
Pero fue tan fuerte que conmociono todos mis sentidos…