El chico de la otra clase 2ºparte (final)
Cuando llegué a casa esperé impaciente la llegada de mi novio, que llegaría a media tarde, cuando oí la puerta se me aceleró el corazón, estaba nervioso a pesar de estar seguro de que no iba a molestarle mi encuentro con Jose en el baño de la facultad, es más, seguramente al contárselo conseguiría p
Continuación de “El chico de la otra clase”
Así termino mi anterior relato:
…Ahora tenía que contarle a mi novio que le acababa de poner los cuernos, aunque no estaba muy preocupado, estaba seguro de que se iba a poner cachondo…
Cuando llegué a casa esperé impaciente la llegada de mi novio, que llegaría a media tarde, cuando oí la puerta se me aceleró el corazón, estaba nervioso a pesar de estar seguro de que no iba a molestarle mi encuentro con Jose en el baño de la facultad, es más, seguramente al contárselo conseguiría ponerle tan cachondo que echaríamos un buen polvo.
A eso de las 7 de la tarde llegó Pedro, tan bien vestido como siempre, elegante pero modernete. Llegaba de buen humor asique no me anduve con rodeos, después del beso y los arrumacos de bienvenida, le dije que se sentara que tenía que contarle una cosa:
-Yo: Cariño, tengo que contarte una cosa, espero que no te sepa mal, pero no he podido -soportarlo más.
-Pedro: Me estás asustando, dime ya que coño pasa!
-Yo: Te acuerdas del chico de la otra clase que te decía que me molaba y creía que tonteaba conmigo?
-Pedro: Sí, claro que me acuerdo… anda que no me lo has contado veces
-Yo: Bueno, pues hoy el tonteo era descarado, se ha exibido a mas no poder, y al final ha pasado, NOS LO HEMOS MONTADO EN EL BAÑO!
-Pedro: ¿Qué dices? ¿en serio?
Su cara lejos de mostrar enfado, mostraba más una mezcla entre sorpresa, envidia y curiosidad por saber más.
-Pedro: Joder cariño, me habias asustado, he de decirte que no es algo que me emocione, pero la verdad el imaginarme la escenita me pone bastante cachondo (estaba sobándose el paquete y yo sabía que quería guerra)
-Yo: De verdad no te molesta? Ha sido algo totalmente improvisado, es más, le he hablado de ti y me ha dicho que le molaría que quedaramos los tres.
-Pedro: mmm… asique el chaval quiere conocerme? Pues no se a que estamos esperando, escríbele y que se pase por casa, le invitamos a cenar… con postre y todo jajaja
A estas alturas mi novio ya tenia la polla reventona, se le marcaban esos 23cm de rabo gordo bajo el pantalón, y si Jose no acudía a la cita, yo sería el encargado de comerme ese rico nabo con venas.
Jose respondió casi de inmediato, y me dijo que a eso de las 9:30 estaría en casa. El rato de espera hasta entonces Pedro estuvo preguntándome detalles de lo ocurrido por la mañana, y yo se los fui contando con pelos y señales, contribuyendo a aumentar su calentón considerablemente.
Llegó la hora, y con puntualidad inglesa Jose llamó al timbre, mi chico se metió en nuestro cuarto y le recibí yo, nada más entrar pude verle algo nervioso, pero inmediatamente le cogí y le planté una buena comida de boca para que se relajara.
-Jose: Joder tío, estás a tope eh? Oye tu novio no está?
-Yo: ¿Cómo quieres que esté cabrón? Si es que me pones a 100! Mi chico está en la habitación esperándonos
-Jose: pfff, que corte tio, y si no le gusto?
-Yo: Ya te digo yo que le vas a gustar, y el a ti también, nos espera con un regalito.
Fuimos directos a la habitación y allí estaba Pedro, en pelotas y con su pollón tieso listo para pasar una noche de sexo entre machos.
Jose al entrar y ver aquello se quedó algo asustado, pero enseguida se le fue quitando la vergüenza.
-Jose: Bue… nas, Joder! Que pollón macho!
-Pedro: Encantado de conocerte yo también! Te gusta? Es mas grande que el de mi novio eh? Venga a que esperás, ven aquí!
Jose se quitó la camiseta y se puso de rodillas en la cama acercándose a mi novio, que con brusquedad le cogió del cuello y le comió la boca con lujuria, intercambiando saliva con sus lenguas de una forma desenfrenada.
El ver aquella escena me puso tan cachondo que en segundos yo estaba detrás de Jose sobándole ese pechazo peludo y comiéndole el cuello mientras el seguía morreándose a tope con mi novio.
El guarreo y el sobeteo fue en aumento entre los tres, llegando a comernos la boca y jugar con nuestras lenguas entre todos, intentando juntar nuestras bocas mientras nos sobábamos los pezones y pajeabamos los rabos de los otros.
Tras esos preliminares que por mi parte podrían haber sido eternos, los tres teníamos ya los rabos chorreando precum, pero en tamaño nos superaba ampliamente mi chico, que además ese día estaba especialmente dominante, con lo que nos cogió de la cabeza a ambos y nos bajó hasta tenes su rabazo a la altura de nuestras bocas
-Pedro: Venga maricones, comeos la boca y comedme el rabo! Que tengo para los dos!
Dicho y hecho! Jose y yo empezamos a jugar con el capullazo de Pedro, lo salivábamos bien con nuestras lenguas y a la vez nos comíamos la boca con el en medio. Jose optó por comenzar la mamada y se tragó casi medio rabo de golpe mientras yo me abalancé a oler y lamer los huevos de mi novio. Podía ver como Jose intentaba tragar cada vez más y más, sus babas caian por el tronco de aquel tremendo rabo!
Seguimos así, Jose amorrado al pollón de Pedro y yo, que conocía a mi novio como nadie, había pasado a comerle el culo. Me flipaba ese culo peludo, lamer suavemente y después follarle con mi lengua el ojete, ese olor y ese sabor me volvían loco, y el oírle gemir de placer por mi comida de ojete y la mamada de Jose aún más.
De repende Pedro cogió a Jose y lo puso a cuatro patas, y sin miramientos metió su cara en ese culazo deborándolo con furia. Jose gemía de una forma descomunal y mi chico estaba ahí en medio de esa comida de culo en trenecito.
Con la comida de culo, Jose estaba fuera de sí
-Jose: Joserrr! Follame cabrón! Méteme ese rabo ya! Quiero que me partas en dos!
-Pedro: Joder cariño, menudo cabrón este Jose! Normal que no hayas podido resistirte, es un maricón de cuidado! Le voy a reventar hasta que le arda ese culazo que tiene!
Yo estaba flipando… ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado aquella escena!
Mi chico estaba ya fuera de sí, se encundó un condón, echó un poco de lubricante en el ojete de Jose, y se la clavó sin piedad! Mientras yo aproveche y le metí mi polla a Jose en la boca, la imagen de ese tio chulito con pinta de hetero sometido por nosotros dos me estaba poniendo muy muy muy cachondo.
Pedro le estaba taladrando el ojete a Jose, y éste gemía sin parar moviendo el culo hacia atrás a la vez que engullía mi polla como si fuera lo único que hubiera en el mundo! A todo esto mi chico y yo nos comíamos la boca con furia, casi como una pelea por ver quien invadia la boca del otro con su lengua, escupiéndonos y soltando babas como dos buenos machos, las cuales acababan sobre el cuerpo de Jose que no paraba de recibir polla por todos los orificios.
El maricón de Jose estaba disfrutando tanto que tenia la polla como una piedra sin nisiquiera tocarse, y para nuestra sorpresa empezó a soltar trallazos de lefa que le salpicaron toda la barba aunque el seguía comiéndome la polla y gimiendo como una perra.
Nosotros ya estábamos a punto asique le pusimos a nuestros pies, y mientras nos morreábamos nos corrimos en su cara, el se relamía y nosotros pronto lo levantamos y empezamos a comernos todos los lefazos jugando con nuestras lenguas.
Después de semejante polvazo, nos metimos los tres a la ducha (tenemos una ducha amplia) y nos limpiamos bien, no sin aprovechar para seguir jugando un poco.
Había que reponer fuerzas asique pedimos unas pizzas, y cenamos hablando de todo, Jose acepto nuestra invitación de quedarse a dormir y pasamos una noche que no olvidare jamás, follamos otras dos veces intercambiando el puesto de pasivo de forma que todos recibimos polla.
Jose se convirtió en un amigo para ambos, y a día de hoy seguimos quedando para tomar cañas y si se tercia, se viene con Pedro y conmigo a “dormir” a casa.