El chico de la grúa

Me voy con mis amigos a pasar la Nochevieja fuera de la ciudad y se me pincha una rueda

El fin de año de 2017 decidimos mis tres mejores amigos y yo pasarlo fuera de la ciudad. Hacía tiempo que no hacíamos nada los cuatro juntos. Ellos también son gays y además pasivos. Por eso nuestro grupo de WhatsApp se llama “Las pasis”. Nunca nos hemos enrollado entre nosotros aunque sí hemos participado en orgías los cuatros juntos. Por eso nos llevamos tan bien. Ese fin de año queríamos alejarnos de la ciudad. Alquilamos una casa rural y organizamos todo. Sergio se encargó de la comida, le encanta cocinar. Julián del cotillón y la música, yo de la bebida. Jose, el más folclórico se encargó de buscar los disfraces. La casa estaba en un pueblo pequeño muy bonito de Aragón. Típico de casas de piedra y calles estrechas con adoquines grandes. Estaba rodeado de un bosque enorme con un río en el que reinaba la calma absoluta. Además hacía buen tiempo y nos dio la oportunidad de dar algún paseo. El pueblo no contaba con más de cinco mil habitantes pero aun así disponía de todos los servicios, hasta vimos por internet que existía un bar de ambiente por la zona. Fuimos en mi coche porque era el que tenía más capacidad. Cuando llegamos vimos que la casa estaba ubicada en una calle muy estrecha. Si dejaba el coche ahí no podría pasar nadie. Así que me fui a buscar algún lugar espacioso donde dejarlo, con tanta mala suerte que al girar, la curva era tan estrecha que la rueda delantera se montó en la acera, rascó con la pared y acabó reventándose. Mis amigos y yo en plan drama, ahora qué hacemos? quién sabe cambiar ruedas? tanta histeria alertó a los vecinos de la calle que salieron a ver qué turistas locas habían venido a invadir su pueblo. Uno de los vecinos nos indicó dónde podíamos dejar el coche para que no molestara, no sin antes mirarnos de arriba a abajo y pensar qué hacían Priscila y sus amigas en su pueblo. Llevé el coche hasta la plaza donde me indicó el buen hombre y llamé a la grúa. Mientras esperaba, mis amigos se fueron a comprar hielo y lo que faltara antes que cerraran los supermercados. Recibí una llamada del conductor de la grúa. Con una voz grave muy masculina me dijo que se retrasaría unos 15 minutos. Pero como diría Marco Antonio Valió la pena. Porque al cuarto de hora de estar esperando apareció un tiarrón a juego con el tamaño de la grúa. 1,85m, 86kg, rubio rapado y con los ojos claros.

  • Hola. Soy David - me estrechó la mano. Vaya apretón, este es de pueblo pueblo pensé.

  • Hola David - le dije timidamente.

  • Perdona la espera pero tenía otro servicio y solo somos dos grúas por la zona y vamos un poco de culo. - De culo me ponía yo contigo pensé.

  • No te preocupes, de aquí no me muevo en todo el fin de semana - le dije sonriendo, casi coqueteando, indicándole que estaría ahí a su servicio por si le apetecía.

Él se puso a cambiar la rueda y yo a mirarle detenidamente. No era especialmente guapo pero a mí nunca me han gustado los modelos. Tenía las manos grandes, no llevaba anillo bien por mí pensé. Cuando se agachaba analizaba su cuerpo con mis rayos X-gay. El uniforme azul y gris de la compañía se le apretaba bien a su cuerpo marcando una espalda ancha y unas piernas largas y fuertes. Su culo se veía grande también. No tuve opción de verle el paquete en ese momento pero minutos después me pude deleitar.

  • Esto ya está. Pero tienes las cuatro ruedas un poco mal. Deberías cambiarlas.

  • Soy un desastre para el coche, nunca me acuerdo de revisar nada.

  • Podemos hacer una cosa. Tengo un amigo que es mecánico, igual te puede hacer precio.

  • Pues me parece bien.

Subimos a la grúa y yo le puse un mensaje a mis amigos que me iba con un gruista tío bueno a un taller mecánico. Me bombardearon a palabrotas que me hicieron reír mucho. David me miró.

  • Mis amigos que son muy graciosos - le dije.

Arrancó y nos fuimos al taller que estaba como a media hora, en otro pueblo. Durante el trayecto charlamos mucho. Era muy simpático. Me dijo que era del pueblo de al lado, que tenía 28 años y que se había comprado una casa de pueblo que él mismo iba reformando poco a poco. Le gustaban mucho las motos, me dijo que tenía tres. La verdad es que hablaba un montón, yo casi no le conté nada de mi vida, solo me dedicaba a mirar disimuladamente el bulto que se le formaba entre las piernas. Parecía que estaba bien dotado.

  • Hasta cuándo estaréis por aquí?

  • Hasta el domingo.

  • Ah bien, podréis hacer alguna ruta de montaña. Hay de muy bonitas. Si quieres os marco alguna.

  • O quizás puedas hacernos de guía - le dije picarón. Él se puso rojo. Se rascó la cabeza y sonrió.

  • Sí, bueno, claro, a ver cómo tengo el trabajo.

  • Hay mucha fiesta en estos pueblos?

  • Bueno, hay algunos pubs y dos o tres discotecas que no están mal. Yo es que soy más de una copa en una terraza. No sé bailar mucho jeje…

  • Ese plan está bien. A mí me encanta bailar. Ya nos dirás los bares para ir en Nochevieja.

  • Claro, yo iba mucho al…- en ese momento sonó su móvil. Se puso el auricular.

- Hola…trabajando…no mucho, estoy llevando a un cliente a un taller mecánico…ahora no puedo…yo qué sé!…a las nueve o así, como siempre…eres un poco capullo…

“Capullo” sonó en mi cabeza como un chispazo. Estaba discutiendo con un tío, que parecía su novio? La pantalla de su móvil me hizo salir de dudas cuando al colgar leí el nombre de Alex.

  • Perdona - me dijo mientras lanzaba el teléfono al salpicadero.

  • Estás bien?

  • Sí. Mi pareja que se aburre.

  • Lleváis mucho juntos? - me di cuenta de mi intromisión - perdona si pregunto.

  • No te preocupes. Llevamos juntos tres años. Los dos primeros fueron muy buenos pero este último me tiene controlado - me miró fijamente - algún motivo tiene porque le he engañado un par de veces. Pero es que no es nada sexual, aunque le quiero muchísimo, ya casi nunca lo hacemos. - No sé si fue al cabreo pero el tío se empezó a desahogar conmigo como si me conociera de toda la vida.

  • Perdona, te estoy rallando con mi vida sin casi conocerte.

  • Bueno me has cambiado la rueda del coche y tengo tu teléfono, podríamos decir que somos conocidos. Estás mejor? - le puse una mano sobre el hombro buscando un acercamiento. Él me miró y sonrió. Yo deslicé mi mano hasta su nuca y empecé a acariciarlo. Le gustó.

  • Cómo sabes que me gustan los tíos? - me preguntó.

  • Has llamado “capullo” al teléfono - seguí masajeando su cuello.

  • Es que me pone de los nervios.

  • Estás muy tensando… - seguí apretando su cuello - quieres parar? - no me hizo falta decírselo dos veces. Al momento mi cabeza estaba entre sus piernas y mi boca comiéndose su “capullo” gordo con sabor a meado y precum. Cuando se lo dejé bien limpio empecé a tragarme su tronco, haciendo que creciera en mi boca. Tenía un sabor a macho muy bueno. De esos que se crean cuando llevas tantas horas sentado en un coche calentando los huevos. David puso su mano en mi cabeza acompañando el ritmo de la mamada.

  • Ufff qué gusto, desde que te he visto te he calado y he sabido que eras un buen mamón - sus palabras me animaron a chuparle más rápido, sin dejar de metérmela hasta el fondo haciendo que mi nariz chocara con sus pelos rubios. En poco tiempo su polla alcanzó los 18cm. Entonces la saqué de mi boca y empecé a pajearla.

  • Tienes condones? - le pregunté. Abrió su cartera y sacó uno. Se bajó los pantalones hasta los tobillos y tiró el asiento hacia atrás. Yo me desnudé de cintura para abajo, me abrí de piernas poniendo una sobre el salpicadero y otra en el asiento del conductor. Empecé a ensalivar mi ano, metiendo dos dedos, dilatando mi culo, mientras David se enfundaba la polla sin dejar de mirarme asombrado. Yo alargué mi mano hasta su cara y le pedí que escupiera. Un buen lapo cayó en mi mano, lo llevé hasta la entrada de mi culo y me metí los dedos de nuevo. Me incorporé y me senté encima de David. Ahora fui yo el que escupió en mi mano y la llevé hasta la polla durísima de David. La lubriqué bien y la coloqué a la entrada de mi culo. Fui haciendo presión y David también hasta que llegó a entrar toda, provocando ambos gritos de placer. Yo agarré el cuello de David con dos manos y empecé a moverme arriba y abajo haciendo que su polla se deslizara muy bien dentro de mi culo. David cogió mis nalgas con sus dos manazas y empezó a acompañar el ritmo de la cabalgada.

  • A qué hora cierran el taller de tu amigo? - le pregunte mientras jadeaba.

  • A las ocho. Tenemos quince minutos - agarró más fuerte mi culo para ser él quien marcara la follada - te gusta que te follen fuerte?

  • Siiii…

  • A mí también! Te voy a reventar como la rueda de tu coche!

  • Sí cabrón destrozame - me quité el jersey y llevé su cara a mis tetas. Él empezó a chupar y a morderme los pezones.

  • Ah sí, muérdelos fuerte! - empecé a saltar más fuerte sobre su polla. Pero él no me permitió llevar el ritmo.

  • Ponte en cuatro - me ordenó. Me salí de encima de él poniendo mis rodillas sobre el asiento del copiloto, levantado mi culo al máximo y separando mis nalgas para que viera mi ano palpitando. Apuntó su polla de nuevo y me la clavó de golpe. Empezó a empotrarme muy fuerte, haciendo que mi cara se pegara al cristal

  • Joder qué aguante tienes! - me dijo - ojalá mi novio pudiera aguantar así - me dio dos azotes en el culo y siguió bombeando. El tío era un auténtico bestia follando. Igual por eso su pareja no quería follar con él.  Menos mal que a mí me encanta a lo bestia.

  • Igual le haces daño, deberías bajar el ritmo con él -  le dije mientras gemía de gusto.

  • Es que a mí me mola así de fuerte como te estoy dando - y así subiendo el ritmo me avisó que se corría.

  • Hazlo en mi boca - saqué mi culo de su polla y fui en busca de su leche. David se puso tenso y empezó a pajearse muy rápido mientras con su mano aguantaba mi cabeza para no desplazar la trayectoria de su corrida.

  • Ya ya, me corro me corro - gritaba a la vez que un montón de leche espesa entraba en mi boca. Yo atrapé con mis labios su polla haciendo que sus últimas gotas gotearan en mi lengua.

  • Ufff qué manera de follar me has destrozado - le dije.

  • Es que un culo como el tuyo no se ve todos los días - me dijo mientras se subía los pantalones - y además cuando estoy cabreado fallo mejor jajaja - Yo empecé a vestirme.

  • Quiero volver a verte - le dije.

  • A mí me encantaría. A ver si puedo montármelo - me dijo. Y arrancó el camión. Me dejó en el taller mecánico y él siguió con su trabajo. El mecánico no me cobró el cambio de las ruedas por ser amigo de David. Y porque hacia un momento la herramienta de su colega estaba en mi culo.

El sábado no supe nada en todo el día de David, tan solo un mensaje que estaba a tope de curro y que no sabía si podría quedar. Decidimos los cuatro amigos hacer una ruta de montaña y visitar algunos pueblos. Fue muy agradable compartir el día con ellos y ver que después de tantos años seguimos siendo tan amigos como siempre. Cuando estábamos regresando de la excursión me llegó un mensaje de David. Había discutido con su novio y me preguntaba por el plan de nochevieja. Le dije que cenaríamos en casa y que después saldríamos a bailar a alguna discoteca. Me preguntó si se podía apuntar y yo encantado. Sobre las ocho de la noche llegó David. Vestía muy guapo, con una camisa blanca y un pantalón de pinza de cuadros grises que se le ajustaba muy bien a sus piernas. Olía muy bien también cuando me dio dos besos.

  • Qué formal - le dije. Y le planté un morreo de caerse. Él me respondió metiendo su lengua hasta mi garganta y agarrándome el culo.

Entramos en el comedor y le presenté a todo el grupo. Ellos le hicieron sentir como en casa y él se sintió uno más. No paraban de lanzarle piropos y David no para de ruborizarse.

  • A ver fieras, que el postre es mío! - les advertí a lo que me respondieron que era una avariciosa.

Cenamos muy bien y después de las uvas pusimos música y servimos unas copas. David recibió mensajes de Alex para felicitarle el año nuevo y el tozudo no quiso contestarle.

  • Deberías decirle donde estás por lo menos.

  • Casi que me ha echado de su casa.

  • No seas cabezón - insistí. Mientras él llamaba a Alex yo me puse a bailar con mis amigos sin dejar de mirar a David sensualmente. Empocé a contonearme rozándome con cada uno de mis amigos, buscando la mirada de David que empezaba a ponerse nervioso y a sudar mientras se desabrochaba dos botones de la camisa. Cuando colgó el teléfono yo le hice un gesto para que viniera. Él se levantó y me agarró por la cintura.

  • Bailo muy mal -  me dijo.

  • Esto es como follar y eso lo haces muy bien. Tú muévete adelante y atrás - y empecé a mover mis caderas chocando mi paquete con el suyo. Yo agarré su cuello con mis dos manos y me dejé caer hacia atrás sin dejar de mover mi cintura. Entonces él me cogió de la camiseta y me atrajo hasta su cara. Me besó apasionadamente.

  • Te vas con Alex o te quedas?

  • Hemos decidido pasar la noche separados y hablar mañana.

  • Entonces te voy a hacer pasar la mejor noche tu vida - le volví a besar - qué te parece follarte cuatro culos? - su cara era un auténtico susto.

  • Yo…no sé si podré - me dijo - no será una trampa para secuestrarme y descuartizarme?

  • Sí, ya hemos elegido que parte de tu cuerpo queremos cada uno. La polla la compartimos.

Mis amigos y yo nos vestimos con los disfraces que había traído Jose, mientras David esperaba sentado en sofá con un gintonic. Eran unas túnicas transparentes de colores y lentejuelas y dijo que éramos 4 princesas árabes. La verdad que era muy sexy el disfraz porque dejaba intuir la ropa interior. Los cuatro decidimos ponernos tanga rojo en honor a la noche. Cuando nos vio David no supo qué decir, solo nos miraba asombrado. Nosotros cuatro empezamos a movernos en plan danza del vientre dando la vuelta para que pudiera ver nuestra lencería.

  • Somos tus princesas árabes y tú vas a ser nuestro sultán - le dije.

  • Sois cuatro guarras que me voy a follar - Le pusimos de pie y le empezamos a desnudar mientras íbamos frotando nuestros cuerpos con el suyo. Le dejamos completamente en pelotas. El único atuendo que le pusimos fue una sabana en forma de turbante. Lo volvimos a sentar en el sofá y le servimos otro gintonic. Pusimos una música más relajante y empezamos a calentarlo. Espatarremos sus piernas dejando bien a la vista su polla y sus huevos. Yo me senté sobre su pierna izquierda y Jose sobre la derecha. Empezamos a besarlo por la cara y por el cuello mientras frotábamos nuestras rajas en sus piernas. Nos besamos los tres a la vez. Las tres lenguas se juntaron para morrearse bien. Mientras Sergio y Julián se ocupaban de la parte inferior. Le empezaron a besar y lamer sus pies, chupando cada uno de los dedos de su talla 45.

  • Ufff me estoy poniendo como una moto - dijo.

  • Esto no te lo esperabas eh machote - le pregunté - mis amigos son tan calientes como yo.

Jose empezó a lamer el pecho y los pezones de David mientras yo seguía besándolo con lengua y lamiendo su cuello. En la parte inferior seguían chupando pie y poco a poco iban  subiendo por las piernas peludas de David llegando a la entrepierna. Su polla empezaba a crecer cuando notó que la lengua de Sergio lamia sus pelotas y la boca de Julian succionaba su capullo.

  • Dos bocas para mi rabo, esto es un sueño - dijo David.

  • Dos bocas no, guapo, tres - dijo Jose y bajó hasta el rabo de David para compartirlo con Julian. Ambos empezaron a lamer la polla de David desde el capullo hasta la base, donde la cabeza de Sergio seguía lamiéndolas los cojones de David. Empezaron una mamada a tres digna de campeonato. Mientras yo iba lamiendo la oreja izquierda de David metiendo mi lengua en el interior de su oido.

  • Te debía el favor de las ruedas -  le susurré - tu amigo no me ha cobrado nada por el cambio.

  • Ufff pues si te cambio el coche entero que me haces? - me preguntó y volvió a morrearme.

En su entrepierna seguí la lucha de las bocas de mis amigos por ver quién la comía mejor. Desde mi perspectiva en picado podía ver como los tres se esmeraban por darle placer al macho con turbante. Era muy excitante ver como David cerraba sus ojos y suspiraba balbuceando que que siguieran que lo estaba haciendo genial. En la parte de abajo Sergio optó por dejar la polla de David y bajar su lengua hasta el perineo y colarse en la raja de David. - Ufff si, el cuko, qué gusto, dale dale - y levantó sus piernas facilitando el trabajo a Sergio mientras las otras dos carnívoras iban comiendo carne. Y del culo de David al mío. Me puse de pie entre sus piernas, levanté mi túnica y me quité el tanga para restregárselo por la boca. Él lo agarró con sus dientes y me lo arrancó de las manos. Me senté de rodillas sobre el respaldo del sofá, haciendo que mi culo quedara encima de la cara de David. Él agarro culo y empezó a comérmelo con ganas. Con la punta de su lengua lamía mi ano para después pasar la lengua entera. Yo empecé a mover mi culo sobre su cara mientras agarraba su cabeza y hacía presión. Mis tres amigos chupones seguían poniendo dura la polla de David y limpiando su culo. Cuando consideraron que la polla estaba a tope y bien de venas, Jose y Julián se pusieron de pie y se fueron quitando los tangas, mientras Sergio seguía metido en el agujero negro. Cuando vio libre la polla de David se la engulló entera hasta el fono haciendo que el macho con turbante me comiera el culo con más fuerza. Cuando me sentí bien dilatado me salí de su cara y me puse a cuatro patas en el sofá levantando mi túnica por atrás descubriendo mi culo. Mis amigos me copiaron y quedamos los cuatro arrodillados sobre el sofá con nuestros culos bien en pompa a disposición del sultán.

  • Vaya cuatro coños me voy a comer hoy - exclamó David mientras se iba pajeando su polla dura a la vez que nos iba dando azotes en nuestros culos. Plas plas plas uno tras otro fuimos recibiendo las hostias de David en las nalgas. Nosotros empezamos a menear nuestros traseros pidiendo guerra. David se lanzó a por culo de Sergio haciendo que este empezara a suspirar. Estuvo un rato comiendo el primer culo cuando decidió pasar al segundo, el de Julián. Se lo comió con las mismas ganas hasta que decidió empezar a devorar el de Jose. Los gritos que pegaba mi amigo asustaron un poco a David que dejó de comer. Es el que tiene la voz más fina de todos y sus gritos parecen de un animalito.

  • Te duele? - preguntó.

  • Noooooo me encanta - dijo Jose chillando.

  • Es que ella es muy escandalosa -  dije y cogí la cabeza de David y la aplasté de nuevo el culo de Jose. Después fue mi turno. Como ya me lo había dilatado antes ahora era capaz de que su lengua entrara con facilidad en mi ano.

  • Esto está listo ya - me dio dos azotes.

  • Pues adelante machote! - se puso un condón, un poco de lubricante y empezó a entrenar su pija en mi culo. Entró con tanta facilidad que casi me mete los huevos.

  • Ooooooooh si, fóllame fóllame - le pedía. David empezó a bombear mi culo mientras metía un dedo en el culo de Jose.

  • Jajajajajajaa me encanta como chillas - decía el cabrón.

  • Verás cuando se la metas -  dijo Julián. Y David se salió de mi culo y se fue a por el de la chillona de Jose. Cuando tuvo dentro su capullo empujó con fuerza haciendo que Jose se irguiera mientras gritaba como un gorrino. Todos empezamos a reírnos.

  • Hijos de puta!! - exclamó Jose

  • Siii chilla cerda -  le decía David mientras empezaba a penetrarlo con fuerza. Y cuanta más fuerza más gritos. David estaba en su salsa en el papel de activo dominante.

  • Venga me toca a mí - dijo Julian separando sus nalgas mostrándole a David un ano hambriento. David se salió de Jose dejándolo libre de gritos. Escupió en el ano de Julián y se la metió también de golpe. Lo agarró de la cintura y empezó a follárselo con ganas. Parecía que cada culo que embestía más arriba se venía. Porque cuando se salió de Julian para ir al culo de Sergio, se subió al sofá quedando en cuclillas sobre la espalda de Sergio y clavando su espada hasta el pecho de mi amigo.

  • Joder - gritó Sergio - qué bestia!

  • Os dije o no que era un burro? - dije yo. Pero realmente un burro que sabía mucho de sexo.

  • Lo teníais planeado? - preguntó - y se la volvió a clavar a Sergio hasta el fondo.

  • Claro guapo, a ver si te crees que era tu dseo de fin de año. Esto era nuestro deseo - dijo Jose.

  • Qué zorras! - nos dijo y empezó a follarse a Sergio durante un buen rato hasta que les propuse cambiar de posición. Sentamos a David en una silla y fuimos pasando uno a uno para sentarnos encima de su polla para cabalgarle. Unas veces lo hacíamos de frente a él, otras a su espalda. Las cabalgadas eran realmente excitantes. Jose optó por poner sus pies encima de las pierna de David y saltar sobre su polla. Yo le daba la espalda y me doblaba mucho poniendo mis manos en el suelo y movía mi culo en círculos sobre su rabo. Julian se lo folló de frente agarrando su cuello y  dejando sus piernas suspendidas dejando que David hiciera todo el trabajo. Sergio por su parte le dio la espalda, cerro sus piernas y abrió mucho las de David y se lo follaba lentamente. Así estuvimos bastante rato hasta que David nos ordenó que nos tumbáramos en el suelo y nos espatarrásemos. Nos quitamos las túnicas y nos pusimos en fila con nuestras piernas bien abiertas esperando la estocada de David. El primero en recibirla fue Jose. Estaba claro que le hacía mucha gracia hacerle gritar. El sultán se quitó el turbante y así desnudo completamente, se metió entre las piernas de Jose y se la clavó de golpe haciendo claro, que mi amigo gritara fuerte y David se descoronara de risa. El siguiente en gritar no tan fuerte, fue Julián. Mientras David embestía con fuerza su culo, Julián le agarraba las nalgas fuertemente pidiendo que se la metiera más fuerte. Sergio también recibió de golpe la polla de David y también le pedía mas agarrándole el culo. El cuarto un servidor, no me libré de recibir su polla con genio.

  • Qué culazo tienes! - y me besó haciendo que mis tres amiguis se pusieran tiernas. Hizo un par o tres de rondas más por nuestros culos hasta que nos dijo que quería correrse en nuestras bocas. Nos arrodillamos ante él esperando su corrida. Él nos miraba morboso con su pecho hinchado y sus piernas tensas.

  • Me corro zorras - nos avisó. Y empezó a disparar varios chorros de lefa caliente sobre nuestras bocas. Los cuatro teníamos una buena ración y empezamos a besarnos compartiendo nuestra parte de leche, mientras nos íbamos corriendo.

  • Menudas guarras estáis hechas - nos dijo David a la vez que sacudía las ultimas gotas sobre nosotros.

  • Has disfrutado? - le pregunté.

  • No, lo he pasado fatal - y me pegó una bofetada, para después coger un poco de lefa de mi cara y meterlo en mi bcoa.

  • Menudo polvazo!! - dijo Jose.

  • Por tus gritos parecía que tú también lo estabas pasando mal jajaja - dijo Sergio.

Tras la orgía nos limpiamos, nos vestimos y decidimos ir a la discoteca. David optó por ir en busca de Alex.

  • Quizá deberías ser más comprensivo con él, preguntarle qué le gusta que le hagan y poco a poco ir aumentado el ritmo - le dije.

  • Quizá sí. Pero cuando quiera follarme un culo a lo bestia te llamaré - me besó y se fue.