El chico de la biblioteca. Cap. 2

Retrocedemos un poco en vida. Al verano de mi primer año de carrera.

Por fin llegó el verano!! Ya ha terminado mi primer año de universidad y la verdad que ha ido mejor de lo me podía imaginar. Solo suspendí cristalografía, esque… a ver a quién le importa esa área de la geología… jajaja

Como todas las tardes desde que llegaron las vacaciones nos vamos a ir a las piscinas. Es el típico lugar donde mis amigos se empeñan en ligar con algún grupo de chavalillas, yo antes también participada en ese rollito. Pero ya dije que desde que vi al chico de la biblioteca mis sentimientos estaban desbocados. Ahora había descubierto que en las piscinas de la ciudad había una gran concentración de buenorros. También había descubierto que alguno de esos macizos era sin ir más lejos algunos de mis amigos. Desde que empezamos bachiller les había dado la neura de apuntarse al gimnasio, yo solo dure 6 meses jaja… Pero dos de ellos se no habían desistido y ya tenían un cuerpo muy goloso. A mi sobre todo me gusta uno. Éramos amigos desde pequeños y nunca le había visto como nada más, pero este verano… Cuando llegaba la hora de irse de la piscina y pasábamos por las duchas, madre… Veía su cuerpo ya moreno y musculado desnudo bajo el chorro de la ducha. Iba casi totalmente depilado y eso me ponía aún más. Y digo casi porque su entrepierna tenía un vello recortado muy sexy. Ya que estamos en esa zona comentaros que el chico no andaba mal de rabo… nada mal! Es muy difícil saber cómo será una polla después de ponerse bien dura pero esta se la veía muy grande. Totalmente descapullada, gordita… En fin, ya sabréis como llegaba todos los días a casa después de mis tardes de piscina.

Pero bueno, este amigo mío no es el protagonista de esta historia. Al día siguiente no pude ir a la piscina porque me tocó trabajar. Estaba metido en una empresa de ocio y tiempo libre y como era verano salían bastantes cosillas para trabajar. Esa tarde me tocó estar en uno de esos castillos hinchables en una fiesta de un colegio. Estaba muy bien el dinerillo que me ganaba, pero esa tarde no me apetecía nada… Llegué allí puntual a las 3 de la tarde y salude a los cuatro chicos que había allí y que ya conocía de otras veces. Pero a los cinco minutos llegó un chaval que no conocía de nada con la camiseta de la empresa y que estaba realmente bien.

No sé de donde saqué el morro, pero fui directo a él y empecé a saludarle y contarle lo que nos tocaba hacer hoy. Él me contó que se llamaba Javi y que un primo suyo le había dicho de la empresa y era nuevo aquí. Yo para que no se sintiera solo ni desplazo estuve bastante con él, le dije de ponerse de pareja conmigo en uno de los castillos, y así estuvimos toda la tarde juntos. Yo estaba gozando, el chico además de estar muy bien era majísimo. Cuando le vi por primera vez pensaba que sería de mi edad pero tenía 3 años más que yo. Me contó que había estudiado un ciclo superior de educación física y este año se había metido en INEF. De ahí que tuviera ese cuerpo, no era típico musculado cachitas. Ni siquiera llegaba al nivel de chavalillo de gimnasio de mis amigos. Era un cuerpo hecho por el deporte, delgado pero fibrado. Sus brazos eran lo que más me llamaba la atención bien fuertes y morenos con el vello rubio del sol que habría estado tomando.

Llegaron las 19.30 y ya era hora de terminar la jornada. En el fondo había sido una buena tarde, había conocido a Javi y habíamos hecho muy buenas migas. Como era viernes los demás compañeros dijeron de ir a cenar un bocadillo y después irnos un poco de fiesta. Al principio Javi no estaba muy receptivo, al fin los demás nos conocíamos desde hace tiempo y él había llegado nuevo esta tarde. No sé cómo, pero al final conseguí convencerle. A esas alturas yo ya estaba un poco nervioso, porque me estaba empezando a gustar bastante y tenía miedo de que se me notara.

Después del bocadillo nos fuimos a la zona de bares de la ciudad. Javi ya estaba mucho más integrado y ya era uno de los nuestros. Por el camino empezamos a hablar de algo que me dejo un poco tocado…

-Javi: Oye tío, gracias por haberme animado. Me daba mazo de vergüenza al principio pero ahora ya genial. Se os ve buena gente

-Yo: Venga anda, de nada. Por eso insistí tanto porque sabía que te lo ibas a pasar muy bien.

-Javi: Jeje. Sí!! Y aún queda mucha noche. Ahora a qué bar vamos?

-Yo: Pues un bar que descubrimos un día y la verdad está bastante bien. Hay mucha chica de nuestra edad y en general suelen estar bastante bien todas, jajaja.

-Javi: Jajaja, eso siempre está bien!! Aunque bueno ya te ayudaré yo a buscarte a alguna, que yo hoy por hoy estoy ocupado. Llevo 3 años con mi novia.

Me quedé bastante planchado, la verdad que no tenía mucho sentido le acababa de conocer. Pero el chico me molaba y ya me estaba haciendo ilusiones. Entramos en el bar y empezamos a beber, algún que otro chupito, un cubata. La noche iba bastante bien y nos lo estábamos pasando genial. Así que a las 2.30 decidimos que la noche debía seguir y fuimos a una discoteca que pillaba cerca de allí. Dentro nos bebimos las otras dos copas que incluía la entrada. Íbamos bastante bien puestos ya, pero el royo que llevábamos todos era genial. Seguimos bailando y la discoteca cada vez estaba más llena. En una de estas empiezo a notar que alguien estaba detrás de mí bastante pegado. No era que me molestase, pero tampoco me gustaba que estuvieran acosándome en mitad de la pista. Me aparto un poco y me giro para ver quién estaba detrás bailando. Era Javi, que estaba con una copa en la mano y una sonrisa en la boca. Se debió dar cuenta de la cara que se me había quedado.

-Javi: Qué te pasa figura!! Que has dejado de bailar así de golpe. Con lo bien que estábamos.- y se empezó a reír  y a acercarse.

-Yo: Anda, anda deja de vacilar!! Que como alguien nos vea se van a pensar que estamos haciendo otras cosas.

Me di la vuelta y me fui al baño a reponerme un poco. Eché una meada, me lave las manos y me moje un poco la cara. No íbamos tan borrachos como para que se nos fuera la olla de esa manera, y tampoco entendía que se me estuviera insinuando si hacía unas horas me había dicho que tenía novia sería. Me iba a ir del baño cuando apareció Javi:

-Javi: Joe tío que has salido corriendo

-Yo: Ya, jajaja… esque me estaba meando jejeje…

-Que lo siento si te he molestado o algo. Es que era una canción de Reggaeton, y a mí me enseñaron a bailarla bien pegados. Jajajaj.

-Ya Javi, pero eso se hace con una tía- Cada vez me estaba poniendo más nervioso. La situación podía pensarse que se estaba poniendo a mi favor, pero a la hora de la verdad el momento estaba pudiendo conmigo.

-Bueno, ya… pero la verdad que no hay ninguna chica que me ponga en esta discoteca y bueno, tú no estás nada mal…

-Javi, Javi… quee…. A ver… tú tienes novia y yo no…

-Jajaja, venga no me engañes que en los castillos hinchables cada vez que me agachaba a ayudar un niño te pillaba mirándome el culo. Y lo de la novía… En teoría sí que tengo novia pero hace una semana que no nos hablamos la cosa se está acabando.

Hay veces que no sé de donde saco valor pero esa fue una de esas veces, me imagino que parte del valor se debía a las copas que llevaba encima. Como decía, esa fue una de las veces que saqué valor de donde no lo había. Me acerqué a él, le agarré de la cintura y le empecé a besar. Él no se echó a atrás se pegó más a mi juntando nuestras pollas que ya estaban bastante duras. Me agarro el culo y siguió besándome con ganas. Uuf… estaba en la gloria la primera vez que hacía algo con un chico y la situación no podía ser más morbosa. Pero ahí mi mente actúo más rápido que mi miembro y me separé. Estábamos en los baños de una discoteca y nos podía pillar cualquiera.

-Javi: Qué pasa? No te gusta?

-Yo: Ya has visto que sí- le dije mientras me agarraba por encima del pantalón el paquete mostrándole la erección que llevaba- pero tío aquí nos puede pillar cualquiera

-Uff… pues a mí me has dejado muy mal, y esto hay que acabarlo de alguna manera.

-Si quieres puedes venirte a mi casa a dormir, ya sabes. Está solo mi madre y en la habitación no se oye nada. A la mañana siguiente le puedo decir que eres un amigo y ya está.

-Venga vale tío vámonos!!

Salimos del baño y nos fuimos a la pista a buscar a los demás me inventé, que estaba muy cansado y que Javi se estaba poniendo muy borracho y que le iba a acompañar a la parada del bus nocturno. Nos fuimos de la discoteca y salimos dirección a mi casa. El camino fue muy interesante. Íbamos hablando como dos amigos cualquiera pero de vez en cuando nos dábamos un buen apretón en el culo o nos dábamos un morreo en la puerta de algún garaje.

Por fin llegamos a mi casa, intentamos hacer el mínimo ruido posible y nos metimos en mi habitación. Él debía tener todavía más ganas que yo, porque mientras estaba intentando cerrar la puerta con el mínimo ruido posible, se pegó detrás de mí abrazándome y hundiendo su polla bien duro en mi culo. Me di la vuelta, y nos besamos otra vez con la misma intensidad que en los baños de la discoteca. Había besado a muchas chicas, pero esto era diferente. El sabor que tenía, el calor que producía su cara pegada a la mía. Para el no debería ser la primera vez porque se notaba que llevaba la iniciativa en todo. Comenzó a quitarme la camiseta, y después se quitó la suya. Sin despegarse de mí fue andando poco a poco hacia atrás y al final caímos en la cama, yo encima de él. La sensación era algo inexplicable, yo encima de ese hombre, con un cuerpo tan perfecto para mí. Su pecho era fuerte y caliente, no estaba totalmente depilado, pero los pocos pelos que tenía me volvían locos.

Seguimos besándonos y restregándonos el uno con el otro. Me encantaba el roce de nuestras pollas, así que le quité los pantalones y el hizo lo mismo con los míos. Ya solo nos quedaban los calzoncillos. El lucía un paquete enorme en ese Calvin Klein naranja con goma negra. Por primera vez toque una polla que no era la mía. Empecé a palpar cada centímetro de ese rabo, al principio solo por encima del calzoncillo, pero no pude aguantarme más y enseguida le quite los calzoncillos. Le agarré todo su falo con mi mano, con fuerza. Él tenía los ojos cerrados y mientras le acariciaba el pecho le pajeaba con fuerza. Ya se oían sus primeros suspiros.

Se quitó de debajo y me sentó al borde de la cama. Él se arrodillo en el suelo y me quito el calzoncillo, no le vi dudar un momento y se metió mi polla entera en la boca. Madre mía. No tenía nada que ver con una mamada de una tía. Como estaba disfrutando, se la metía hasta el fondo y luego la volvía a sacar. Me chupaba la punta, jugaba con mis bolas.

-Javi: Tio, que polla tan buena que tienes me vuelve loco!! No puedo parar de chuparla.

-Yo: Pues sigue, que me está encantando.

Mientras, seguía comiéndomela me incline un poco y empecé a acariciarle la espalda hasta llegar a su culo. Siempre me habían puesto mucho los culos, no había hecho nada con un tío pero me consideraba activo. Seguí acariciándole el culo. No me pude resistir y empecé a meterle un dedo por el ano. Me daba miedo su reacción. Pero le gusto! Soltó un suspiro muy hondo con mi polla dentro. Yo cada vez le metía más dentro el dedo y se lo movía más rápido. Él se sacó mi polla de la boca y empezó a pajearme, con fuerza.

Le dije que subiera a la cama y le agarre la polla. Nos empezamos a pajear los dos mientas nos besábamos. Las veces que había fantaseado yo con eso.

-Yo: Como sigas así me voy a correr tío, no aguanto más.

Se agacho a la altura de mi polla y me empezó a pajear más duro. No tarde en correrme y él se tragó toda mi leche. Yo fui muy buen aprendiz e hice lo mismo con él. Mientras iba pajeándole se la chupaba de vez en cuando. Al final se corrió en el momento en que yo tenía su polla en la boca. Me inundo con su leche, uff que placer.

Por esa noche había sido suficiente. Tras limpiarnos un poco con unos kleenex, saque la cama de debajo de la mía y la hicimos. No hizo mucha falta, pero era necesario para el numerito. Dormimos los dos en mi cama bien abrazados y desnudos.

El capítulo 3 será el día siguiente. A partir del 4 ya seguirá la historia del chico de la biblioteca.