El chaval - II -
Entre mi hija Susana y yo.
Me levante del sofá y me abroche el botón de pantalón vi que eran las siete de la tarde y me fui a la cocina para ir preparando la cena.. Mi marido llegaría a las ocho y media y normalmente siempre cenamos a las nueve
- Mama venimos ahora vamos a casa de Eva un momento. – dice Susana.-
- Vale hijas, ir tranquilas cenamos a las nueve. – les conteste yo.-
- Vale mami. – contesto gritándome Silvia.-
Estaba haciendo la cena tranquilamente, sin pensar en lo que había sucedido, a lo que de repente siento que alguien anda en la puerta, mire el reloj de la cocina y vi que eran las ocho menos cuarto, por lo que me imagina que eran mis hijas, así que segui cocinando.
- Hola cariño, ya llegue a casa . – Dice mi marido, entrando por la puerta de la cocina. –
- Hola, ¿Cómo llegaste tan pronto?
- Pues, ya ves…
Mi reacción ya no fue dejarle contestar, tape su boca con la mía, dándole un apasionado beso.
- Pero que te pasa . – exclamo mi marido.-
Sin contestarle mi manos fueron a su camisa, mis besos eran continuos en sus labios, a lo que el intentaban decir algo.
- Cariño…
- ¿Qué estam…
- …nuestras hi…
Le abri totalmente la camisa y lo besaba con desesperación de lo caliente que estaba a lo que me contestaba a los besos tímidamente
- Tranquilo mi amor, nuestras hijas no están. – conteste yo-
La reacción del fue cogerme en brazos, yo rodee con mis piernas su cintura, puso mi culo encima de la mesa de la cocina, nuestras lenguas estaban unidas mientras, que sus manos hábilmente ya habían desabrochado mi sujetador y mi camiseta media sacada, mientras que la comida se seguía haciendo o se estaba quemando en el horno.
- Estoy caliente como una perra, mi amor. - le llegue a decir.-
- Pues te voy a dar lo que necesitas. – me dice el.-
Nos seguíamos besando, estaba desabrochándole el pantalón, cuando sentimos andar en la puerta de casa.
- Joder no – dije yo-
- Hola mami . – escuche decir-
Rápidamente nos vestimos, yo colorada como un tomate y caliente como una perra. Entraron en la cocina y al ver a su padre se abrazaron a él, a lo que me fui, para que no se me notase mi calentura y que estaba sin sujetador. Nos pusimos a cenar, estuvimos hablando de varias cosas y al acabar de comer y de recoger les dije.
- Esta tarde no acabe de trabajar, por lo que voy a seguir un rato en la oficina.
- Vale cariño. – dijo mi marido.-
- Nosotras vamos para cama, que mañana tenemos que salir a la biblioteca. – dice Susana
- Vale, pues yo me voy para cama y veo un rato allí la televisión. – nuevamente dice mi marido.-
Así fue, cada uno fue para donde dijo, yo me senté en la silla, delante del ordenador, pero en vez de ponerme a trabajar lo que hice fue entrar en el blog del chaval, no se me puse a leerlo y ver lo que ponía, me estaba excitando y calentando un poco más de lo que ya estaba, abrí el chat y puse algo, rápidamente me di cuenta, y cerré todo, hasta apague el ordenador, mi calentura era tal, que decidí marchar para la habitación y montármelo con mi marido.
Pues así fue, subí arriba, decidida y olvidarme de ese chico, para tener sexo con mi marido, pero al llegar arriba, encontré una luz encendida en la habitación de mis hijas, y mire y vi que Silvia estaba durmiendo y la que tenía la luz encendida era Susana, a lo que le pregunte.
- ¿Qué te pasa Susana?
- Nada mama, pasa ven aquí, acuéstate un poco conmigo.
- Pero hija, es muy tarde.
- Por favor, anda.
- Vale, está bien un rato
Tuve que dejar un instante lo que quería hacer y me acosté al lado de mi hija.
- Cuéntame, que quieres.
- No nada mami, tenía ganas de estar contigo.
- Pero hija, ya estoy con vosotras siempre.
- Ya lo sé, pero bueno es que, tenía ganas de estar a solas, contigo mama – dice Susana, acariciándome el pelo.-
- Vale, está bien, estaré contigo cinco minutos a solas . – le dije con la mirada fija en sus ojos-
Mi hija seguía acariciando mi pelo, las dos acostadas con la cabeza apoyada en la almohada mirando la una para otra fijamente, a lo cual cada una tenía su pensamiento, mi calentura era descomunal, tenía unas ganas increíbles de ir a junto mi marido.
Cerré los ojos por un instante, y noto que suavemente me besan en los labios. Abrí los ojos y me di cuenta que era mi hija, me separe de ella y le puse cara de estupor, no me salían palabras. A lo que ella volvió a besarme, nuevamente con un pequeño beso, no sé qué me pasaba, no le decía nada, mi mente me jugaba una mala pasada, ya que llevaba todo el día caliente.
Volvió a besarme, intentándome introducir la lengua en mi interior, en un instante lo acepte, pero rápidamente me eche para atrás y le dije en voz baja.
- Susana, estoy no está bien soy tu madre.
- Shhhhh,- me dice ella.-
Su boca se une con la mía de nuevo, nuestras lenguas se ponen nuevamente en contacto, a lo que reacciono y me alejo para atrás y le digo.
- Susana, por favor, esto no está bien. Además soy tu madre y si se despierta tu hermana y nos ve. Déjame me voy para mi cama. Esto no puede seguir
Ella no me dice nada, yo ya de pie de lado de la cama, me coge de la mano, e inconscientemente hago que se levante, no sabía porque, salimos de su habitación yo primero y ella después agarradas de la mano, apoye mi espalda en la pared del pasillo y le dije.
- Ya está bien, eso es una locura, no puede ser así.
- No te gusta lo que estoy haciendo .- me dice ella.-
- No, bueno si . -le contesto yo dubitativa.-
- Entonces si te gusta porque protestas. Dice ella.
- No, quería decir no, y no esta…
Ya no me dejo acabar y nuestras bocas estaban de nuevo juntas y empezamos a jugar con nuestras lenguas, cuando noto que su mano se cuela por debajo de mi braga y de mi pantalón de mi pijama, eche un pequeño gemido de placer cuando tocó mi encharcado coño.
- Dios estas caliente como una perra . – dice mi hija.
- Si, cielo. Pero no sigas. – le conteste yo.-
Hizo caso omiso a mi petición, y nuestras bocas se unían de nuevo, al final la calentura hizo que me dejara llevar por la situación.
- Hija, vamos para la habitación de invitados . -Le dije yo, en voz baja.-
- Vale. -Me contesto ella.-
Fuimos agarradas de la mano, y llegamos a la habitación de invitados que estaba continua a mi habitación de matrimonio, ella se apoyó en el marco de la puerta donde nos besamos de nuevo y al separarse de mi, abre la puerta de mi dormitorio y ve que su padre está durmiendo, suavemente tira de mi para el interior para junto su padre
- ¿ A dónde vas?. – le digo yo-
Ella sin contestarme me sienta en mi propia cama, y me saca la parte de arriba del pijama, donde quedan mis pechos al aire, continuación se arrodilla y quedamos a la misma altura.
- Estas loca. – le dije-
- Ya lo sabias, mama. Cuantas ganas tenía de hacer esto . – me contesto ella-
- Lo que. – le respondí yo tímidamente.-
No recibí, ninguna contestación, inicialmente me beso y fue bajando por mi cuello hasta llegar a mis pezones, ufff, me estaba matando, no podía más, yo me dejaba hacer mientras le acariciaba el pelo, su boca estaba en mi pezón chupándolo, muy despacio mientras que una de sus manos jugaba con el otro. Hizo reclinarme hacia atrás, quedándome acostada de lado de mi marido, nos besamos nuevamente, las caricias eran reciprocas, llevo su mano nuevamente a mi coño y dándole un pequeño masaje que hacia que estuviera, ufff ya no se en donde, mientras que me dice al oído.
- Zorra, esto es solo el principio, pero para la próxima vez esta mota de pelo la tenemos que arreglar.
- Si hija, lo que tú digas, mi amor.
Los insultos de mi hija, me ponían mas cachonda, no sabía el motivo, ella se incorporó y me bajo el pantalón del pijama y la braga a lo que yo le facilite la labor. Mi marido era difícil que se despertara a no ser que lo movieras para decirle algo. Mi hija llevo su cabeza y me empezó a comer el coño, joder la muy puta como lo hacía. Estaba gozando de placer, mis gemidos los tenia que retener, para no despertar a mi marido.
- Disfrutaszorra . – me dice ella en tono bajo.-
- Ufff si, mucho . -Le conteste en voz baja.-
Aquellos insultos, me ponían más caliente, sabía que era la primera vez que me insultaba, pero veía que me gustaba.
Ella paro por un instante, mire y vi que se quería arrodillar entre mis piernas, una vez que estaba situada una de sus manos se puso a masajear mi ardiente coño, uff no podía con la situación, mis gemidos ya eran difícil de retener estaba a punto de correrme, pero me pare un momento al ver lo que iba hacer
- ¿ Qué haces? Lo vas a despertar. Para quieta. – le dije en voz baja y con cara de enfado.-
Ella no dijo nada, y seguía con su plan, no me podía mover, el placer me estaba matando, su mano seguía en mi coño mientras que la otra mano estaba masajeando el miembro de mi marido por encima del pijama, aquello me ponía más caliente, el morbo de ser descubierta y el placer que me producía, me mataba y eso hacía que me dejara llevar. Al ver sus intenciones y ver que mi marido no despertaba, me senté delante de ella, y la bese en los labios, nuestras bocas no se separaban, cuando su mano dejo mi coño y se puso en mi espalda,, mi mente me seguía traicionando y con mi otra mano que quedaba libre fue también acariciar aquel miembro que tenía mi marido.
Paramos de besarnos y nos miramos fijamente, por unos segundos, no sé lo que paso, pero debió entender que le dijera algo con la mirada, a lo que ella empezó a bajarle el pantalón y el calzoncillo, donde aquel pequeño miembro casi totalmente empalmado empezó a salir para fuera. Frustrada o no, ayude a mi hija a conseguir su objetivo.
Una vez sacado aquel miembro fuera, con su mano empezó acariciarlo suavemente y con tranquilidad, mire para mi marido vi que algo reaccionaba, se veía con una cara de felicidad increíble, mire para mi hija indicándole que parase, pero su boca tapo la mía.
Nuestros besos eran continuos, mi calentura era mayor, no deseaba que aquello acabase, para de besarme, se aleja de mí y mire para el miembro de mi marido que fue absorbido por la boca de mi hija, se la estaba chupando a su propio padre, no podía creer a donde habíamos llegado, pero la deje seguir, aun mas puse mi mano encima de su cabeza y yo le marque el ritmo a mi hija, ya cuando llevaba un tiempo exprimiendo aquella polla, me invito a que lo hiciese, a lo no me negué. Y me puse a trabajar un poco más, aquel dichoso miembro, mientras que mi hija le comía los huevos.
Ufff, ahora pensándolo mientras que chupaba la polla, era una de las fantasías de mi marido que estaba cumpliendo, ya que siempre me decía de hacer un trio con la vecina. Notaba que se iba a correr y con gestos se lo indique a mi hija, yo saque la boca, para acabar el trabajo a mano, pero mi hija la metió de nuevo en la boca hasta hacerlo correr en su boca, introduciéndome al mismo tiempo unos dedos en mi coño que hizo que me corriera con gran placer, vi que mi marido se había corrido en la boca de mi hija.
Se levantó con la boca llena, pensando que iba a ir al baño, pero no fue así, cogió de mi mano y salimos de la habitación y fuimos para la de invitados, su boca seguía llena, me acostó en la cama y se puso a horcajadas mía, es decir, una pierna a cada lado de mi cintura, una mano la llevo a mi encharcado coño, empezó a introducir dos dedos, a lo que provoco, que abriera la boca echando unos leves gemidos, momento que aprovecho ella para dejar que cayese el semen de mi marido en mi boca, aquello me parecía repugnante, pero la excitación podía más que el pudor, cuando acabo, se acercó a mí y nuestras lenguas se juntaron sintiendo una sensación de asco o de deseo, que ya no sabía, lo que era.
Seguimos haciendo el amor o el sexo, no sé cómo llamarlo, me puso en varias posturas que yo desconocía ya que me estaba sumergiendo en el mundo lésbico, nos corrimos unas cuantas veces y acabamos exhaustas en la cama, quedándonos dormidas una de lado de la otra.
A eso de las seis de la mañana me despierta y nos vamos cada una para su cama. Me quede dormida nuevamente y a eso de las siete de la mañana, suena el reloj de mi marido, para ir a trabajar. Se acerca a mí y me dice.
- Gracias mi amor, por darme una de mis fantasías más bonitas esta noche, ya me dirás quien fue.
Me quede a cuadros. No dije nada, me gire nuevamente y me hice la dormida.
MARTES
Ya eran la ocho y media, yo ya estaba levantada haciéndole el desayuno a mis hijas, ya que iban a ir a la biblioteca, bajaron por las escaleras, primero bajo Silvia, y se acercó a mi dándome el beso de buenos días, como hace siempre, cuando ella se sentó dándome la espalda, porque es el sitio de ella, Susana entro por la puerta y también se acercó a mí, también para darme el beso. Yo le puse la mejilla, pero ella hábilmente miro para su hermana y vio que estaba desayunando con su mano me cogió por el mentón y me dio un beso de buenos días en los labios.
No le dije nada, pero le puse una cara de enfado, a lo que ella solo me echo una sonrisa, se sentó en frente de su hermana y se pusieron hablar, yo me senté entre ellas y nos pusimos a desayunar las tres juntas. Hablamos de cosas cotidianas a eso de las nueve, cogen las cosas y se van., no si antes darme un beso a lo que mi hija Susana aprovecha mientras que me da un beso en la mejilla, apretarme con cariño mi duro culo.
Una vez que se marcharon y recoger las cosas, iba a salir hacia la oficina y lo cogí y era mi jefe diciéndome que no viniera a la oficina, ya que se iban de viaje él y la secretaria, colgué y lo iba a poner en la mesa cuando suena de nuevo, y veo que era mi marido, y me comenta que hasta el viernes no llega que se va con nuestro hijo a Barcelona por temas de trabajo, y que mi nuera venia esta tarde para casa, a lo que le conteste, vale sin problema un beso.
Bueno, a quedarme en casa, me dispuse hacer las tareas y empezaba a aspirar cuando me suena el sonido de un whatsapp.
Ayer me lo pase genial, mama, fue maravilloso.
Hija, yo también lo pase bien, pero tenemos que hablar esto no puede volver a pasar.
JAJAJA, eso te lo crees tú, con lo zorra y perra que eres piensas que esto se acaba aquí.
Aquellos insultos en vez de parecerme mal, era todo lo contrario, me gustaba, me calentaba me hacía convertirme en un zorra viciosa.
Hija, para por favor, tenemos que hablar de papa
Vale voy a casa ahora y hablamos.
NO. Ya hablaremos en otro momento.
Bueno espero vuestras opiniones y vuestras sugerencias, si queréis ayudarme un poco con la historia mandarme vuestras ideas al correo.
Padremorboso