El chaval - I -

El intercomunicador

Antes de todo…

Mi casa, un edificio de dos plantas de 324 metros cuadrados, la planta baja, consta de una cocina abierta que comunica con la zona de la sala a través de una barra americana, a continuación tenemos un pequeño trastero donde se guardan variedad de cosas, también esta una pequeña habitación donde está mi pequeña oficina de trabajo y un cuarto de baño, hay unas escaleras que llevan a la primera planta, en dicha planta hay cuatro habitaciones, la de invitados, las de mis hijas que es una habitación bastante grande, la de mi hijo que le queda pequeña, ya que antes tenía una cama pequeña y ahora desde que se caso tiene una cama de matrimonio y sitio le quedo reducido, y por ultimo queda nuestra habitación, que tiene un cuarto de baño amplio y decir también que hay otro pequeño baño para mis hijos e invitados.

Mi familia, mi marido que se llama Antonio tiene 44 años, un gran abogado, está en uno de los mejores bufetes de la ciudad, en casa pasa poco tiempo, mi hijo de 24 años, su nombre es Sergio se casó con una chica de 21 años que se llama Isabel, mi hijo es informático en el bufete de mi marido y mi nuera es enfermera, mis dos hijas son gemelas se llaman Susana y Silvia, son idénticas, son difíciles de identificar cual es cual, a lo que a mí también me cuesta reconocerlas, después esta mi nietecito que lleva con nosotros dos semanas se llama Rubén, y por ultimo yo , me llamo Ana tengo 40 años y soy ama de casa, hago teletrabajo de la empresa por las tardes.

Voy empezar con la historia pero antes de todo, decir que la cuna del bebe está en la habitación de mis hijas ya que la habitación de mi hijo es algo pequeña para tener todo allí dentro, por eso decidieron poner la cuna en la habitación de mis hijas, a lo que ellas están encantadas al cuidado de su pequeño sobrino.

Allí hay un intercomunicador de voz, para escuchar a mi nieto cuando duerme y el receptor está en la pequeña oficina donde yo trabajo, ya que mi hijo y su mujer, siempre se pasan el fin de semana con nosotros, y por eso siempre esta encendido, ya que nadie se acuerda de apagarlo.

PUES AQUÍ EMPIEZA LA HISTORI:

LUNES

Estoy en la silla de la oficina trabajando, eran las cuatro de la tarde, mis hijas están en la habitación estudiando, cuando las escucho por el intercomunicador algunas cosas.

  • Joder tía, no tengo ganas de estudiar, no me apetece hacer nada.– Dice Susana, con pocas ganas.-

  • ¿Qué te pasa?– Le pregunta su hermana.-

  • No, me pasa nada, pero es que este fin de semana conocí a un chico. – Dice de nuevo Susana-

  • Pues cuéntame, descansamos un rato y después seguimos. – Le contesta Silvia.-

  • Sabes que este viernes, salí con Cristina e Irene a la bolera. – Le comenta Susana a su hermana.-

  • Si, lo sé, que yo fui con Eva al cine. – Le contesto.-

  • Bueno pues entro un grupo de chicos en la bolera, haciendo un poco de jaleo, y uno de ellos que venía detrás del grupo, desde que entro no me dejo de mirarnos y principalmente a mí.

  • JAJAJA, eso no te lo crees ni tú, mira esta creída. – Le dice Silvia riéndose de su hermana –

Decidí tomar un descanso y escuchar aquella conversación, por lo que me senté en un pequeño sofá te tengo.

  • Susana, mira que eres. Pues como te decía, no dejaba de mirarnos, parecía que nos desnudaba con la vista era increíble, nos lo comentamos unas a otras y de vez en cuando nos reíamos, seguíamos jugando a los bolos, pero nos era difícil con tanta risa, fue así, que hasta me caí al suelo.

  • JAJAJAJA, si lo que te digo yo, JAJAJAJA nerviosa a tope. – le dice Susana riéndose nuevamente de ella.-

  • Una de las veces que me caí….

  • Pero, ¿Cuántas veces te caíste? – le dice riéndose Susana-

  • Yo que se no las conté, JAJAJA. Pero bueno, déjame seguir que si no tenemos para toda la tarde y esto va para largo.– comento Silvia.-

La conversación ya veía que iba para largo, y sabía que yo no me podía entretener mucho, pero decidí esperar cinco minutos y después trabajar de nuevo

  • El vino, se acercó a mí, y me extendió la mano, accedí a cogerla y una vez que estaba de pie iba a darle las gracias, pero con su dedo lo acerco a mis labios sin dejarme decir absolutamente nada, mientras que su mirada estaba fija en la mía.

  • Joba, esto se pone interesante. Sigue hermanita. – le dice Susana toda interesada y con voz serena-

  • Se dio la vuelta miro para sus colegas y se acercó a mi más de lo que estaba, con un tono de voz dulce y convincente, me pregunto cómo me llamaba. Me quede quieta no sabía que decirle, porque aquella voz entro en mi mente como una orden y de mis labios tímidamente y en voz baja, salió mi nombre.

  • Joder, que tío… - le corto Susana.-

  • Si hermanita, pero ahí no se quedó el cuento, puso sus dedos en mi mentón y acerco sus labios a los míos dándome un pequeño pico.

  • Ostia, que espabilado el chaval, le diste una bofetada. –salto diciéndole Susana.-

  • No, todo lo contrario, me deje llevar.

No podía creer lo que estaba escuchando, pero la conversación estaba interesante y no podía dejar de escuchar a mis hijas, por lo que seguí tirada en el sofá escuchando.

  • Puso su mano en mi cintura y de nuevo se acercó a mi oído, me preguntó; como se llaman tus amigas, y le conteste.

  • Muy bien hermanita, sensata nuevamente. – dice Susana, sonriendo-.

  • Si, ya, como siempre. Pero espera, que aun viene lo mejor.

  • Dime, hermanita estoy esperando a ver qué me dices, porque¡¡¡. – dice Susana dubitativa.-

Me estaba estremeciendo aquella conversación, no se, me estaba dando hasta un pequeño morbo en mi interior de la forma que lo contaba mi hija, no podía creer lo que estaba contando. Por lo que seguí sentada, escuchando aquello.

  • El chaval, que no sabía aun como se llamaba, se acercó nuevamente a mi oído y me dice coge este papel y mándame un chat a mi blog a través de esta dirección y dame tu número de móvil.

  • Dios, te negaste a dárselo – le pregunto Susana toda preocupada.-

  • No, para nada, se lo di como, si de una orden se tratase.

  • Joder hermanita, sigue contándome.

  • Pues como te decía, cogí el papel que me dio y le di mi número de móvil.

  • Pero tía, que has hecho, como te atreviste, coger el papel sí, pero darle tu número, me parece increíble sabiendo cómo eres

  • Hermanita, cállate y escucha. Se acercó a mí, miro nuevamente a mis ojos fijamente, con gran sigilo acerco mis labios a los míos, con suavidad y dulzura, yo me deje llevar introdujo su lengua en el interior de mi boca, a lo que no me negué, su lengua jugo con la mía, con una tranquilidad absoluta sin prisas y sin pausa, recorrió mi boca, como investigador veterano recorriendo todas las esquinas, mientras que su manos estaban quietas una en mi espalda y otra en mi cintura, cuando acabo ese fantástico beso, se separó de mi, vete para casa y haz lo que te mande, se dio la vuelta y se marchó, sin mirar para atrás ni en un solo momento.

  • Joder que cabrón, el muy capullo por lo que veo besa genial, como me has puesto, tengo el chocho ya caliente. – Dice Susana-

No podía creer la conversación que estaba teniendo mis dos hijas, pero es verdad, sentía también un pequeño cosquilleo en mis partes íntimas, que no podía creer que me estuviera pasando esto.

  • Pero , ¿Qué coño haces? Susana. – dice Silvia gritándole.-

  • Es que me estas calentando y me estoy poniendo más cómoda.

  • Joder para ti. Bueno, como te contaba, entonces me acerque a Irene y a Cristina y le comente que me iba para casa y ellas querían saber, el porqué, pero no les di explicación alguna.

  • Hermanita, no les dijiste nada, en serio. –pregunta Susana.-

  • No, no le dije nada. Cuando llegue a casa, me metí en la habitación, nuestros padres estaban en la terraza de la piscina y mire la dirección que ponía, cuando la leí, me hizo gracia.

  • ¿Por qué, te hizo gracia? - pregunto Susana.-

  • Porque el nombre lo decía todo, “Soy el amo, del sexo opuesto”

Empezaron a reírse las dos, a mi también me hizo gracia, las estaba escuchando veía que no paraban de reírse. A lo que Susana le dijo

  • Hermanita sigue con la historia, que hoy veo que no estudiamos mas.

  • JAJAJA, veo que lo quieres saber todo. Pero espera voy abajo a junto mama, para que no desconfié.

Rápidamente me levante apague el intercomunicador y me puse de nuevo al trabajo

  • Mama, que tal, te queda mucho trabajo

  • No Silvia, ¿Por qué?

  • Ahhhhh, nada, era por saber, si necesitas algo estábamos arriba estudiando

Cuando mi hija marcho, me acerque a la puerta y observe que estaba subiendo las escaleras, a lo que nuevamente me acerque al intercomunicador y lo encendí, me senté en el sofá e inconscientemente me desabroche el pantalón vaquero notando húmeda un poco mi braguita, no podía creerlo.

  • Ya estás aquí, vamos sigue contándome Silvia.- dice Susana.-

  • Está bien Susana ya voy. Mientras que el ordenador encendía me dispuse a poner el pijama, al acabar me senté y busque “Soy el amo, del sexo opuesto” , me venía la risa al escribirlo. – comento Silvia.-

  • JAJAJAJA, no me extraña – exclamo Susana.-

  • Vi la página, estaba leyendo y vi que le gustaba el mundo de la dominación, no podía creer lo que veía, pero me estaba dando algo de miedo y morbo aquella situación.

  • Ya te digo hermanita.

Me levante del sofá, y busque yo el mismo enlace, al encontrarlo lo guarde para poder seguir escuchando aquella conversación.

  • Abrí el chat, no sabía que ponerle y sin darme cuenta pulse una letra y le di a intro.

  • Jo que putada, - dice Susana.-

  • Putada, eso no es nada. Lo peor fue la contestación y después lo que le conteste.

  • ¡Como¡ No me creo nada Silvia. ¿Dime que te dijo?

  • Pues, mira tú la conversación tienes el ordenador encendido y léelo.

  • Voy a ver.

No podía creer, que me iba a perder esa parte, lo que puso en ese chat, hasta que oigo que dice Silvia

  • Léelo en alto, por favor, que no creo lo que puse

  • Vale, lo hare. – Contesto Susana -

Chat

Ñ

Hola perrita, eres Silvia

Sí, soy yo, Silvia.

El otro día te portaste genial, debes ser buena.

Si, lo soy, ¿porque no debería de serlo?.

No todas las mujeres se comportan así,

pero veo, que tu quieres ser así, una sumisa empedernida.

Pero, ¿Qué dices?

Si perrita, que veo que eres una buena sumisa. ¿Quieres ser mi sumisa?

Sí, quiero.

Así me gusta, decidida y valiente. Estás segura, después no te vuelvas atrás.

Que si, te dije. Pesado

Perrita, no me vuelvas a contestar así,

y a partir de ahora,

soy tu amo o tu señor .

Si mi amo. Lo que diga.

Mi cabeza se puso a mil, no podía entender como le había sucedido eso a mi hija Silvia

  • Joba, pero que has hecho, estás loca, ¿Cómo has podido hacer eso? – dice Susana levándole la voz a su hermana.-

  • Yo que se. Que quieres que te diga. Me salió así, en ese momento, y no se…

  • Te salió así, mejor que no se entere mama.

  • Anda calla vamos para abajo. Que tenemos que ir a casa de Eva.

  • Ostia si tía es verdad, y me vas a dejar así de caliente, eh zorra . –dice Susana alterada.-

  • Susana, joder como te pones, no soy tu sumisa. – dice riéndose Silvia-

  • JAJAJA, vale perdona

  • Si, te voy dejar así, que lo que viene después en el cine el sábado, tiene salsa y de la buena.

Bueno espero vuestras opiniones y vuestras sugerencias, si quereis ayudarme un poco con la historia mandarme vuestras ideas al correo.

Continuara, si ustedes queren...

Padremorboso