El chat de las tías calientes
Un chico candente descubre que su madre y sus tías están obsesionadas con el cuerpo de sus hijos, y su madre en particular de su perfecto culo.
Tenía meses sin coger, y la verdad me estaba poniendo más bueno, me la pasaba entre el gym y la prepa, con mis amigos competíamos por quien conseguía el mejor cuerpo de verano y claro romper la racha de sequía en la cama escapándonos de vacaciones al caribe. No obstante, la abstinencia me estaba afectando, las hormonas y las energías de los suplementos y el ejercicio lo sacaba a pajas. Yo creo que por eso comencé a aumentar mi percepción del sexo opuesto, así noté que muchos chicos y chicas de la prepa me miraban con mucha lujuria, dios si no tuviera que ganar en tiempo de abstinencia y el mejor cuerpo para que mis amigos me pagaran un día de juerga completo en Cancún me las hubiera cogido sin pensar en más en los baños o en las aulas vacías de la preparatoria. La tenia sencilla de mis cinco amigos, tres ya habían perdido, no debí ir a la fiesta de los tíos nos dijo Ramón un día saliendo del gym, abrimos los ojos como platos cuando nos dijo.
- Te la cogiste-. Grito Alex-. Te cogiste a la puta de tu prima Yuliana.
- Si no mames, estuvimos bailando un buen rato, pegaba sus nalgas duras y turgentes en mi miembro cada vez y me miraba como una verdadera golfa.
- Uy de recordar esas nalgas como me recibían hace no mucho tiempo-. Exclamé recordando la ultima vez que la puse en cuatro en el bosque del pueblo.
- No manches ahora a base de gimnasio y de seguro de andar de zorra con todos los de su trabajo las tiene mejor, cuando estaba terminando la fiesta me dijo que la acompañara al baño pues ya estaba obscuro y no manches la golfa se subió el vestido frente a mí, estábamos junto a unos arbustos y protegidos de la vista de todos y cuando vi que llevaba una tanguita negra de encaje, me le abalance, cogimos duro, entraba en ella como la mantequilla, la muy zorra estaba toda húmeda. Me dijo que me deseaba desde hace años y que ese día cuando me vio entrar supo que me la iba a coger.
- ¿Y allí quedo la cosa? -. Susurró Fabian con una voz afectada por la excitación.
- Toda la noche en casa de mis tíos cogimos como locos, como gemía y como me ofreció el culo, ufff perdón, pero ver esas nalgas me hizo perder la apuesta.
Todos quedamos de piedra y aunque no podíamos evitar pensar en la apuesta que ya le habíamos ganado nos matamos a pajas pensando en esa prima zorra. En los días siguientes otros dos perdieron la apuesta, a uno su novia prácticamente lo violó en casa de sus padres ausentes y al tercero una maestra a la que ya casi todos le habíamos metido mano le hizo una mamada, antes de que él se la cogiera en su camioneta. Me dijo que iba a reprobar sino le rompía el culo, si reprobaba no iba a ir a Cancún y pues la verdad mejor perder un día de peda gratis que una semana entera de fiesta.
Como les mencioné antes toda esa energía se estaba traduciendo en una percepción de deseo cada vez mayor, y así casi sin darme cuenta me di cuenta qué mi madre me miraba de una forma extraña casi lujuriosa, eso me descolocó y hasta cierto punto me hizo sentir tan excitado. Noté que mi madre se ponía nerviosa y levantaba las nalgas cuando pasaba por detrás de ella, todo eso me hizo apostar un poco más y de vez en cuando estado en casa me quitaba la camisa, ella se me quedaba mirando de una forma que podía imaginar como me imaginaba desnudo o incluso cogiéndomela. Yo me sonreía, ella estaba muy buena, tenia unas tetas de silicón que se había puesto por mi padre, él trabajaba casi toda la semana en una ciudad cercana y los fines de semana ambos se desquitaban, también se cuidaba el trasero con pilates y se le veía como de una mujer mucho más joven. La verdad me estaba poniendo loco por ella.
Una tarde regresando del gym, sabia que le encantaba mirarme llegar sudado desde la sala e incluso morderse el labio, dios me deseaba tanto como yo a ella. Me hablo y me dijo que su whats app tenia problemas, apenas me lo dio y su piel tocó la mía sentí el choque eléctrico en todo mi cuerpo. Lo revisé y noté que no tenia registrado un correo para las copias de seguridad, solucioné el problema y puse el mío, desde ese día supe que sus conversaciones intimas estaban a mi alcancé, pero me mantuve firme a mis principios hasta la noche de la conversación con ramón, imaginarme todo ese sexo salvaje me descolocó y tras tres pajas continuas, abrí mi laptop y entre a la nube. Allí estaban los chats de mi mamá. Conversaciones típicas, con las vecinas o con las compañeras de la zumba, hasta que lo descubrí, un chat con mis tías, con el nombre “chicas calientes”, en esas conversaciones se hablaban de cosas muy extrañas, de como sus esposos se mantenían en forma en la cama, las posiciones, todo eso me despertó de nuevo mi herramienta, estaba lleno de calentura.
Dios Guillermo esta cada vez más bueno, mi tía Cecilia hablaba de mi primo, de como lo espiaba en la ducha, al parecer eso se lo escribían todos lo martes. Mi tía Camila hablaba de como mi primo ángel le ponía en cuatro y le abría el culo, mientras ella sólo gemía de placer, de cómo Ángel le ponía caliente cuando llegaba de nadar toda la tarde con su cuerpo sexy e impresionante. La tía Rosa contaba que Humberto, le ponía mal cuando llegaba con su uniforme todo pegado al cuerpo, que le encantaba entrar a su habitación de noche y verlo semi desnudo y masturbarse en silencio frente a su imagen, yo estaba alucinado y tan caliente que me pude haber echado la cuarta paja y entonces descubrí que mi mamá me llamaba Diego el Culon, decía que estaba loca por mi culo, y que su fantasía era arrancarme el pantalón de la prepa y que me la cogiera en la cocina mientras ella tomaba mis nalgas y me hacia entrar más profundo en ella.
Seguí leyendo, sus fantasías se volvían más vividas cada semana, mis tías hablaban de mis primos como su fueran trozos de carne, con grandes músculos y herramientas, yo me tocaba y en silencio sabía que mis primos estarían felices de cogérselas si lo supieran como yo con mi mamita. Esa noche decidí que mi mamá me iba a rogar que me la cogiera, llevaría su deseo al limite y cumpliría sus deseos.
- Mamita-. Le dije llegando de la escuela al día siguiente-. Mira siente aquí creo que me desligue algo-. mientras bebía de un vaso y dejaba caer un poco de agua entre mis labios mojando mi ya de por si camisa polo del uniforme, mi mamá estaba como en trance, era lo más parecido que pude actuar una de sus fantasías.
- ¿Dónde hijo? -. Me preguntó con la voz temblorosa.
- Aquí-. Tomé su mano y la lleve a mis duros glúteos, ella casi se desmayó al tocarlo y tocando como sólo una mujer lo haría se mordió los labios.
- No hijo si se sienten perfectos-. Me miró quitando las manos, yo me quitaba la camisa.
- Uy me mojé mucho en el entrenamiento de americano hoy-. Pasé junto a ella y sus manos rozaron mis pectorales-. Me voy a duchar.
En su fantasía yo subía a bañarme y dejaba la puerta completamente abierta, no lo hice, más adivine que subiría cerciorarse, sus pasos nerviosos se detuvieron en la puerta, pero se marcho a toda prisa. Por la noche revise el chat y vi que les había descrito lo que sucedió, mis tías se volvieron locas, la tía Cecilia envió fotos borrosas de Guillermo en la ducha, su espalda lucía monstruosa, tendría que pedirle la rutina, me dije. Eso animo a todas a enviar fotos de mis primos, en una Ángel salía de la alberca donde practicaba marcando un gran paquete, Armando en su uniforme de lucha grecorromana sometiendo a un chico y mostrando tensos todos sus músculos y en una yo en la playa, en nuestras ultimas vacaciones juntos, mostraba mi bien ejercitado culo de espaldas saliendo del mar. Me imagine en la habitación contigua a mi madre metiéndose uno o dos dedos.
En las semanas siguientes me deje ver y acariciar más, mi madre poco a poco se liberaba más e incluso el sábado y domingo siguientes la oí ronronear más con mi padre en la cama, un martes, día de fantasías calientes con mis tías, decidí que me valía la borrachera gratis, tenía los huevos hinchados y tras un entrenamiento modo bestia mirando a las culonas y tetonas del gym, no podía contenerme más, iba a echar toda la carne al asador cumpliendo su más guarra fantasía.
- Mami-. Dije mientras me sentaba junto a ella en el sillón de la sala, ella también se refrescaba tras su clase de spining-. Te puedo hacer una pregunta.
- Claro que si hijo-. Me dijo revolviéndose en su sitio y mirándome a los ojos.
- Un chico como yo puede llegar a gustarle a una mujer mayor, como tu
- Hay amor, esa pregunta no es del todo correcta entre madre e hijo-. Me sonreí era la respuesta que me esperaba.
- Bueno es que una mujer como tu… tan excitante a todo vuelve loco hasta a un chico de mi edad-. Ella río y me puso la mano en mi muslo.
- Me haces un gran favor.
- Vamos mami-. Le dije poniendo una cara de niño-. Ya me sinceré contigo, dime ¿te podría llegar a gustar un chico como yo?
- Cualquier mujer que vea a un hombre con ese cuerpo tuyo, esos bíceps, esos pectorales y ese culote, se volvería loca por ti.
- Gracias mami-. Le di un abrazo y pude sentir sus pezones erectos-. ¿Quieres ver cómo estoy avanzando en el gym?
- Hijo…-. Se lo pensó unos minutos y luego movió la cabeza afirmando-. Vamos enséñale a mami, me voy a sentir muy orgullosa estoy segura.
Me quité la camisa lentamente ella me miraba en silencio, luego baje mi ajustado pantalón de deporte, dejando a la vista una trusa blanca, como la que ella describía siempre arrancándomela, amor estás hecho todo un mango, me dijo, me acerque a ella, me toco todo, su mano estaba fría por la excitación, pero se combinaba con mi caliente piel de una forma armónica. Hasta allí podía ir yo todo dependía si ella daba el siguiente paso, el que ella escribió hace un mes en ese chat particularmente caliente.
- Amor hace poco leía de un juego en Europa entre madres e hijos para probar nuestra cercanía y amor.
- ¿si mami? -. le dije mientras le daba la espalda y salía hacia la cocina-. Yo me apunto sea lo que sea le dije regresando con dos cervezas.
- Pues consta de flotar nuestros sexos, sin ropa, deberíamos no sentir nada, ya que nos amamos más allá de lo carnal.
- Ummm, se escucha medio extraño mami, pero vamos ¿te animas tu?
- Claro que si amor-. Para mi sorpresa se quito su top deportivo y esas hermosas tetas sintéticas rebotaron como nunca, mi pene se despertó y apunto al cielo.
- Mami que grandes se te ven-. Le dije y los dos nos reímos no había duda de que era lo único que se podía hacer en esa situación
- Umm amor-. Me dijo mientras se ponía de espaldas en el respaldo del sofá-. Bájame las leggins-. Lo hice y sentir su sensual piel hizo que la erección se intensificara, tras bajarle también las panties, le di una sonora nalgada que ella correspondió con una estruendosa risa.
- Ahora déjame verte a mi-. Me dijo mirándome mientras me deshacía de mi trusa, mostrando mi pene en erección-. Uy que combo tienes mi amor, verga y nalga, me tienes asombrada.
- ¿Y cómo se juega mami? -. volvió a darme la espalda y ahora me dijo-. Pon tu verga en mi entrada, pero no haremos más que platicar ¿va?
- Tu manda mami-. Puse mi fierro caliente en su vagina y pude sentir un calor intenso cubriendo mi cuerpo, era increíble, ella se movió poseída también por ese cúmulo de emociones.
- Amor ¿puedes sentir como palpita mi vagina? -. me dijo tras unos minutos de silencio.
- Si mami, la siento latir.
- Te quiere dentro-. Susurró, ella se tocaba su clítoris, su cuerpo no se atrevía a moverse-. Hijo si fueras un hombre cualquiera te hubiera mordido esas nalgas hace tanto-. No dijo más le metí una segunda nalgada y ella gimió haciendo que su vagina tocará más mi verga y ambos sólo tomáramos saliva.
- Tú también mami, estas nalgas y esas tetas ya me hubieran conocido si no fueras mi madre.
- Amorcito-me dijo mientras su vagina seguía boqueando tan cerca de mi y de mi verga-. Me tienes loca desde que te pusiste como todo un machote ummm me haces sudar cuando te veo.
- Y tu con esas tetas mami, que pedazo de cuarentona caliente eres-. Le dije mientras ella seguía mordiéndose los labios sin moverse y yo sólo tocando.
Y de pronto para mi asombro, ella recargo todo su cuerpo en mí, permitiendo que la penetrara, el gemido que soltó, rodeado de lujuria, sus gritos cuando la tomé por detrás, y le estruje las tetas me llevaron al cielo. Amor cógeme ya, ya no aguanto me dijo mientras le daba tan duro que pensé romperla. Suspiramos, gemimos, la mordí en los labios. Cambiamos de posición y luego cumplió su fantasía de clavarme las uñas en las nalgas mientras la llenaba de leche y ella gritaba como posesa.
Al día siguiente ambos despertamos en el suelo de la sala, ella con mi verga en la boca y yo en el paraíso sabiendo que la putita caliente que había descubierto en su chat ahora estaba justo enfrente de mi y era toda mía.
Por demás está decir que no gané la apuesta, pero quien quiere una noche de borrachera gratis cuando tienes a ese pedazo de hembra pidiendo a su Diego nalgon todo el tiempo.