El chantaje

La historia que narra un chantaje del que fui objeto en la vida real y aderezado con algo de fantasia.

Capítulo I: El viaje.

Yo trabajo como ingeniero constructor para una secretaría gubernamental y por un proyecto constructivo muy grande me pidieron que me trasladara a una ciudad que esta como a cuatro horas de la ciudad donde originalmente radico; yo no estaba muy convencido de irme ya que mi relación con mi esposa no estaba muy bien pero si no aceptaba el traslado me quedaba sin empleo, lo bueno de esto es que no me iría solo ya que otros tres compañeros del trabajo también fueron notificados del traslado y como sea no estaría solo por allá. Platique con mi esposa de ello y quedamos de acuerdo que ella no podría ir ya que también ella trabajaba y la situación económica no estaba como para que uno de los dos dejara su empleo.

El día llegó y partimos con nuestras pocas cosas mis amigos: Gerardo, Liliana y Mónica; Rentamos una casa bastante grande y cada cual eligió una habitación para tener su espacio intimo.

Un día que Gerardo y Mónica salieron a comprar algunas provisiones al mercado nos quedamos Liliana y yo solos, yo estaba aburrido porque era un domingo y no tenia dinero aunque fuera para ir al cine ya que lo había mandado casi todo a mi esposa, me acerque a la habitación de Lily y le pregunte si podía pasar, ella accedió y al entrar vi que se estaba maquillando:

¿Aburrida?

Un poco pero esto es mejor a no hacer nada!!!

Yo también estoy aburridísimo pero no tengo nada de lana para salir.

¿Qué podemos hacer? Yo por lo menos me entretengo maquillan…. Oye ¿me dejas maquillarte?

Claro que no!!! estoy aburrido pero no desesperado.

Ándale!!! Mira, té pinto tu boquita, los ojitos y te dejo hecha toda una muñequita y así conoces un poco de esto del maquillaje.

No estes......

Al tiempo que le decía que no ella sacó su polvo base y sin darme oportunidad de nada me paso una esponjita por el rostro, yo ya no insistí porqué a fin de cuentas no tenia nada que perder excepto tiempo; así estuvimos como media hora y conforme sacaba cosas de su bolsita del maquillaje me explicaba que estaba haciendo y para que servía cada cosa, al cabo del tiempo terminó y me pidió que me acercara al espejo, al verme sabia que era yo pero veía el rostro de una damita, mi tez blanca se vio más blanca que de costumbre por la base y por el contraste de esas sombras oscuras, delineado negro de mis parpados y ese rojo intenso exquisitamente plasmado en mis labios.

-¿Cómo te sientes?

  • Raro, digo, no estoy acostumbrado a ver mi rostro con maquillaje y sobre todo ver que uno puede cambiar enormemente cuando esta maquillado.

  • Y no mas porqué mi ropa no te queda si no te aseguro que ya te estaría tratando de convencer para vestirte con un vestido o una faldita, amigaaa!!!!!

  • Ja, ja, ja, que graciosa eh?!!

En ese momento se escuchó que entraron Gerardo y Mónica a la casa y yo me puse como loco, no hallaba por donde meterme y Lily solo se reía de verme todo histérico, cuando escuché que subían por las escaleras no me quedo otra que aceptar que me verían así los muchachos, Lily les habló y al entrar a la habitación se me quedaron viendo con una cara de sorpresa, se rieron de mi hasta el cansancio y no paraban de hacer comentarios alusivos a mi "nueva etapa femenina"; Mónica sin embargo no lo disfrutaba mucho ya que no se reía espontáneamente, parecía que le molestaba lo que había pasado, el asunto quedó así y ya nadie comentó nada de lo sucedido.

Cuatro o cinco meses habían pasado desde ese evento y mi relación con mi esposa se había enfriado aun más ya que ahora iba cada dos o tres semanas y solo estaba allá sábado y domingo; yo inconcientemente empecé a sentir atracción por Mónica y poco a poco nos empezamos a mostrar mas cariñosos uno al otro pero siempre en la intimidad o en lo oscurito para que nadie supiera lo que pasaba entre nosotros, con el tiempo ella se enamoró perdidamente y me insistía en que dejara a mi esposa, cosa que nunca acepté; ella siempre me complacía en mis gustos cuando la invitaba a salir (aunque a veces ella pagaba):

Me gusta verte siempre con minifalda, creo que tienes bonitas piernas y deberías de mostrarlas más seguido.

Blusas escotadas, tacones altos, maquíllate, píntate el cabello de rubia, ahora minifalda. ¿Que quieres hacer de mi? Un maniquí o una sex symbol?

Uyyy, que carácter, yo soy de la idea de que una mujer debe verse siempre bien coqueta y sexy y si tienes cosas ricas que mostrar pues adelante. Digo, es el precio a pagar por ser mujer.

Pues quizás así deba ser en tu mundo pero es muy pesado soportar los tacones altos durante tanto tiempo y ahora quieres que también me este cuidando de no mostrar más allá de lo permitido con esta minifalda!!!

Poco a poco fuimos compartiendo más cosas y más afinidades fueron surgiendo, empezamos a hacer ejercicio junto, preparamos comida juntos y creo que ese sentimiento de gran cariño me estaba haciendo cuidarme más de mi aspecto físico, llegué a bajar mas de 12 kilos, jamás me había visto tan delgado.

Un día cenando los dos recibí una llamada de Lily, al colgar vi que Mónica estaba con un gesto de enfado que no podía disimular:

¿Qué tienes?

¿Por qué Lily no te deja en paz un momento?

O sea? Me habló para decirme que van a salir un rato y que no llevan llave de la casa para que les dejemos abierto!!!

Tu compartes muchas cosas con ella, ya ves, hasta te dejaste maquillar por ella!!

¿Cuál es el problema? Tú sabes que la conozco desde hace mucho tiempo y eso de la maquillada no es que yo lo haya querido hacer; además, yo recuerdo que tú estabas molesta de que ella lo hizo.

No!!!! No estaba molesta con ella por ello, estaba molesta porqué ella lo hizo y no yo!!!

Me quede sorprendido de su respuesta, durante todo este tiempo creí que ella se había molestado porqué permití que me maquillara Y ahora resulta que en realidad se molestó porqué ella no fue la que me maquillo a mi. Durante el resto de la cena permanecimos prácticamente callados, al llegar a la casa nos pusimos a platicar de lo sucedido

En realidad te molestaste porqué fue Lily la que hizo eso y no tu?

Sí.

¿Por qué?

Siempre me ha gustado esto de juegos eróticos y cosas similares y creo que esto de transformar a un hombre en una mujer es algo excitante.

Quizás lo sea pero cuando ambos comparten el mismo gusto, no lo crees?

Pues si tu no compartes ese gusto ¿porqué fue que dejaste que Lily lo hiciera?

Fue un momento de aburrimiento y de juego!!!

En ocasiones Mónica discutía conmigo insistiendo en que quería que dejara a mi esposa y me dedicara a ella de por vida; esa última vez que insistió le dije de manera rotunda que jamás lo haría. Ella se fue no sin antes decirme que jamás me quería volver a ver y que maldecía el momento en que me conoció.

Ella se cambió de casa y en el trabajo ya no nos veíamos muy seguido, si nos llegábamos a topar su mirada era fría, como si le fuera completamente indiferente. Un viernes en la tarde me habló para decirme que me necesitaba porqué se sentía mal con su actitud hacia mí y que quería que nos viéramos por última vez para dejar las cosas en buen termino; me dio la dirección de un hotel, yo inmediatamente me entusiasme ya que nunca había tenido relaciones sexuales con ella y este podría ser el momento destinado para ello. Llegué nervioso al hotel pero con una gran ilusión, al tocar a la puerta abre Mónica y la veo con una sonrisa enorme, malévola.

Pasa…….mi amor!!!

¿Estás bien?

Yo sí

¿Tú si? No entiendo.

Pásale; quiero mostrarte unas cosas hermosas que tengo para nosotros.

Cuando entre nos dirigimos al baño, en el estaba un closet de tamaño considerable, al abrirlo Mónica me mostró un Corselete negro, una minifalda pequeñísima, unas pantimedias transparentes y brillantes, unos zapatos de tacón de aguja de 12 cms., una peluca rubia alaciada hasta media espalda y me mostró una bolsa de la cual no me mostró el contenido.

Espero que te guste la ropita que te traje para que me permitas transformarte en toda una mujercita.

¿Para esto me hablaste? Estas mal de la cabeza! Ya me voy.

Si tú te vas me veré obligada a hablar con tu señora y decirle todo lo que pasó entre nosotros y no creo que tú quieras que eso pase. Ya no verías a esposa.

Maldita, desgraciada….

Que cosas tan feas dices. Mejor déjate transformar y me dejas jugar contigo un ratito, me dedicas el fin de semana y asunto arreglado.

No había mucho para donde hacerse, mí sentido machista de tener un amor en otro sitio me estaba llevando a verme en el otro extremo opuesto de éste: el feminismo. Soy victima de un chantaje amoroso y ahora no sé como me libraré de el.

A…acepto.

Muy bien!!! Verás que al cabo de unas horas serás una mujer encantadora y sensual; tendrás que hacer lo que yo diga durante todo este tiempo y sin queja alguna, te enseñare el arte de ser mujer, de sentirte admirada y deseada, y te enseñaré a hacer algunas cositas más.

Me quitó toda la ropa y sin más me metió a la tina de baño para quitarme el olor de mi loción, rasurarme a la perfección y para que quedara perfumado mi cuerpo con unas sales que puso en el agua, al salir me embadurno de crema para depilar todo mi cuerpo, mi sensación al terminar esto era muy diferente, nunca me había sentido así, la piel era suave y el olor a feminidad ya empezaba a surgir., me enjuagó todo el cuerpo, luego colocó el corselete en la cama y me acostó boca abajo encima de el y comenzó a apretarlo de tal forma que empezaba a sentir dificultad para respirar pero a ella eso no le importó, ella solo quería crear en mí una cintura deliciosa y diminuta y lo logró, enseguida sacó de la bolsa una tanguita de hilo dental que hacia juego con el corselete, acomodó mi paquete para disimularlo y continuó colocando las pantimedias; yo seguía enredado en un conflicto de sentimientos por estar experimentando cosas que yo no quería que hubieran sucedido pero que eran novedosas y placenteras a más no poder, las suavidad de las pantimedias me estaban dejando extasiado!!! Mónica se empezó a dirigir a mí en sentido femenino como si yo fuera una chica más, me empezó a acariciar mis piernas y a decirme que lucían hermosas, en ese momento me ordenó que me acostara boca arriba en la cama y me puso una mascarilla en todo el rostro, me comenzó a masajear el cuerpo y caí en una relajación inmensa, al cabo de unos veinte minutos sentí un dolor increíble en mis cejas, me las delineó con unas tiritas con adhesivo o algo así y jaló de ellas al mismo tiempo en ambas cejas, era un dolor inmenso .

Esto es para que vayas viendo todas las cosas por lo que pasamos las mujeres para estar presentables para nuestros hombres y tu debes de estar presentable.

Sus comentarios nuevamente causaban nerviosismo en mí pero el estado de pánico tampoco me dejaba hablar. Continuó colocándome unas uñas larguisimas y las pintó de rojo y después le aplicó un transparente, me ordenó que me levantará y de la bolsa sacó una cantidad enorme de algodón que fue acomodando debajo del corselete de tal forma que al cabo de un rato mi cuerpo lucía un par de pechos naturales, me puso una blusa roja súper escotada, muy sugestiva que dejaba muy poco a la imaginación y muy entallada, continuó con la minifalda y por último me ordenó ponerme los zapatos de tacón, al ponérmelos sentí que mi equilibrio se pondría a prueba pero pude dominar mi andar; enseguida me enredó en sabanas para que no viera como estaba luciendo su transformación, me ordenó que la acompañara al baño y me sentó frente al espejo, ahí comenzó por ponerme un par de pupilentes de color verde y acto seguido comenzó a maquillarme de tal forma que el rostro de el hombre contrariado y confundido se fue desapareciendo para dar paso al rostro de una bellísima y candente mujer: las sombras felinas, el delineado de parpados de forma que alargaban los ojos, y las pestañas postizas enmarcaron de manera atrevida y sensual los ojos; los labios bellamente maquillados en un rojo intenso y con brillo en exceso provocaban una apariencia de ser una mujer fatal dispuesta a salir a buscar una aventura sin medir consecuencias; el perfume continuó como una etapa más en la transformación: fragancia dulce y emborrachadora que inundaba el lugar; los aretes negros y de forma alargada eran el toque final para la aparición de una bella mujer a la cual yo nunca había visto y que yo deseaba conocer; la peluca rubia y con algunos arreglos hechos al momento fueron el toque que enmarcó ese rostro. Por fin llegó el momento que Mónica deseaba con ansiedad, me ordenó que me levantara y me quedara frente al espejo, al retirar las sabanas me acercó al espejo y me quedé en silencio viendo la obra de arte que habían esculpido sobre mi cuerpo: unas piernas tersas y deliciosamente torneadas, una cintura envidiable, un trasero bien paradito y contorneado, los pechos bien definidos y bellamente resaltados por ese escote, las manos finamente terminadas por esas uñas tan femeninas y con joyería y ese rostro tan hermoso, tan femenino, solo una mujer podría entender lo que en ese momento yo empecé a sentir: la dicha de verse como una diosa!! Mónica entendía lo que yo sentía porqué no quiso interrumpir el estado de éxtasis que viví, solo se retiró unos pasos atrás y me dejó frente al espejo admirando a la mujer que ahí se reflejó; me hizo ponerme de perfil, de espalda y me ordenó acariciarme frente al espejo; al volver a la realidad me enseñó en clases rápidas como caminar y como sentarme pero lo mejor para ella estaba por llegar.

Bueno Jenny, es hora de que me retribuyas parte de lo que te he dado.

Jenny? Mónica, me duelen los pies, ya tengo mas de media hora de pie y quiero descansar un rato!

No, chiquita!!! Apenas empieza la noche así que tú y yo saldremos a pasear un rato a los antros y a buscar chicos guapos. ¿Sabes? Necesito distraerme porque estoy muy triste. Acá entre mujeres te voy a confesar algo: Yo me enamoré de una persona bien buena onda pero es casado y no quiere dejar a su esposa; por eso estoy triste pero ya veras como me voy a vengar de él. En fin, para que te aburro con mis cosas, amiguita preciosa, mejor vayamos de fiesta!!!!

No me hagas esto!! Ya bastante te estas vengando de mí al hacerme vestir de mujer

Y que mujer!!!!

Por favor, dime que hago para que no me hagas salir así. Mira esta minifalda, esta demasiado corta, apenas me cubre mi trasero (al momento que le decía eso me quede frío dentro de mí porqué cuando le decía esto a Mónica yo adopté una posición muy femenina viéndome en el espejo de espalda para ver que tan corta estaba la minifalda y estaba acariciándome el trasero con esas manitas tan bonitas que recién me fueron otorgadas).

Mira Jenny, tengo todo un fin de semana para hacer contigo lo que me plazca y hacerte sentir toda una mujer y la única manera que te puedes librar de esto es que el hombre que esta escondido ahí deje a su esposa pero como sé que eso no va a pasar pues sigo con nuestro jueguito. Vamonos de parranda!!!!