El chantaje

Mi hermano comenzó a besarla metiéndole la lengua hasta la garganta mientras le amasaba ambas tetas...

El chantaje

Era insoportable el ambiente que se sentía cada vez que mi padre estaba en casa, él acostumbraba trabajar todo el día y por las noches se dedicaba a celar a mi madre, a quien obligaba a vestir ropas muy cortas y escotadas, esto para placer de mi hermano gemelo y mio. Mi madre se había casado muy joven de 15 años pues mi padre la había embarazado cuando él tenía casi 40, por lo que ahora, a mis 14 años, más que mi padre parecía mi abuelo.

Todas las noches era lo mismo, mi padre le gritaba a mi madre porque, según él, ella lo engañaba con todos los hombres que llegaban a la casa. Ya en su cama los escuchaba cuando hacían el amor, mi padre siempre terminaba primero y mi madre solo gemía, pero yo estaba seguro nunca llegaba al climax. Yo acostumbraba a masturbarme después de estarlos escuchando, imaginándome lo que sería estar con una mujer como ella.

Una noche después de masturbarme escuche que mi hermano también lo hacía, le pregunté si al él también lo excitaba el escuchar a nuestra madre.

¡Claro! -contestó él- es algo con lo que he fantaseado muchas noches

Y si tuvieras la oportunidad de cogértela… ¿Lo harías? –lo cuestioné

Mmmhh… ¿lo preguntas es serio?... pues sí, tal vez sí

Pues yo tengo una idea para hacerlo. ¿Quieres escucharla?

Ok

Papá va a salir durante una semana a partir del sábado, vamos a tomarle una foto en alguna situación comprometedora a mamá y la usaremos para chantajearla.

Tengo un amigo que nos puede prestar una… pero ¿qué tipo de situación?

Bueno, no he llegado a tanto, pero tenemos 3 días para pensar.

Después de varias noches soñando como mi madre sería nuestra, se nos ocurrió que podíamos fotografiarla mientras me pegaba un botón suelto del pantalón, así parecería que estaba a punto de mamarle la verga a alguien. Mi hermano consiguió la cámara y tuvimos todo preparado para el sábado por la mañana.

Esa mañana después de que mi padre se marchara, ella vestía un vestido sumamente ajustado color rojo que dejaba a la vista una muy buena vista de sus hermosos y firmes senos. Tan corto que casi podía verle el inicio de su trasero perfecto y el pequeño pliegue que se le formaba entre las nalgas y el inicio de sus duros muslos. Le pedí que me compusiera el botón, que a propósito había despegado de mi pantalón, ella se hincó frente a mi para componerlo, cuando vi que mi hermano se preparaba para tomar la foto, yo saqué mi miembro y se lo puse frente a ella.

¡Hey! –se asustó ella mientras se escuchaba un click y un flashazo relumbraba por la cocina- ¿qué te pasa? ¿porqué haces eso?

Guarda silencio perra, tengo una foto donde estás a punto de chuparle la verga al repartidor de la tienda –dijo mi hermano

Pero eso no es cierto, tú sabes que no lo es –dijo ella haciendo un puchero

Yo lo sé, pero… ¿Cómo harás para explicárselo a Papá?

No, por favor no se lo digan, ya saben como es él, es capaz de matarme

Bueno, pues esto te va a costar –contesté

¿Cuánto quieres? No tengo mucho dinero –nos dijo de manera triste

Guarda tu dinero, no lo queremos. Estamos pensando en algo mucho más divertido –dijo mi hermano mientras la acercaba hacia el con una mano en la cintura y con la otra le agarraba un seno

¡Suéltame! ¡Dile a tu hermano que me suelte!

Lo siento pero yo también quiero lo mismo –le espeté acercándome a su espalda poniendo mi miembro entre la raja de sus preciosas nalgas

Muchachos, ustedes saben que esto no es correcto –dijo mi madre tratando de poner un poco de resistencia en sus palabras

La llevamos hasta su cama y la desnudamos, ¡era un espectáculo digno de un rey!. Tenerla completamente desnuda con su coño recién afeitado oliendo a un perfume muy erótico era invaluable. Mi hermano comenzó a besarla metiéndole la lengua hasta la garganta mientras le amasaba ambas tetas de una manera sumamente morbosa, yo aproveché para irme directo a su coño. Inserté la lengua y estuve lamiendo ese tibio orificio mientras mis dedos se paseaban por entre sus nalgas buscando su apretado ano.

Mi hermano entonces le metió la verga en la boca y yo me cambié a chupar su ano, escuchaba como mi madre le mamaba la verga de forma desesperada. Yo le metí la lengua tratando de aflojarle el esfínter, mientras mis dedos jugueteaban con el botoncito de su clítoris.

Después de un momento escuchándola gozar, la recostamos y mi hermano le metió de un solo empujón su miembro en la vagina, ella soltó un grito de satisfacción comenzando a moverse para permitir que la verga la introdujera lo más posible. Yo le metí la verga en el agujero tibio de su boca; era como de terciopelo, podía sentir como su lengua me acariciaba mientras luchaba por tomar aire para resistir las embestidas de mi hermano.

Veinte minutos después me acosté de espalda con ella encima de frente a mi, le metí la verga en su resbaloso y deseoso agujero. Mi hermano entonces se puso a sus espaldas, escuché como ella comenzó a gritar ya que él estaba tratando de perforarle el ano con su enorme instrumento.

AAAgggghhhh!!! AAAAAgggghhh!!!! – gemía ahogadamente sintiendo como sus carnes luchaban por mantenerse unidas mientras dos arietes la invadían sin misericordia – OOOOOOhhhh!!!! AAAAAhhhh!!!!! –gimió cuando el primer orgasmo se aproximaba.

Después supe que era el primero de su vida. Estuvimos moviéndonos como locos por casi quince minutos hasta que mi hermano se vino dentro de ella haciéndola sentir otro tremendo orgasmo. Yo continué recostado en mi espalda pero le pedí que se pusiera de espaldas a mi para poder penetrarla analmente mientras le acariciaba las enormes tetas con mis manos. Yo le besaba el cuello mientras alcanzamos un orgasmo más.

Pensé en dejarla descansar, pero mi hermano que había acabado antes que yo, la puso de rodillas y le metió la verga nuevamente en la boca. Vi como se la metía y se la sacaba hasta la garganta, después de un rato se vino en su cara llenándola de semen que ella trataba de lamer tan pronto salía.

Ahora yo estaba listo, así que la acosté en el piso boca abajo, cerré sus piernas y le introduje el miembro nuevamente en el ano, ella se quejó por lo apretada de la penetración. Era delicioso el roce que sentía de sus nalgas y me excitaba tremendamente el gutural quejido que hacía cada vez que la embestía. Ella tuvo 3 orgasmos más.

Descansamos por un hora y nuevamente nos la cogimos, así estuvimos todo el día. Aprovechamos toda la semana que papá estuvo fuera para hacerla nuestra cada vez que queríamos. Sobra decir que fue lo mejor que nos pudo haber pasado, ahora tenemos sexo con ella cada vez que tenemos deseo, ella ha pensado en divorciarse e irnos a vivir juntos.