El chantaje (4)
Mónica ya no tolera esas amenazas y decide hacer algo que me hará humillarme aún más.
Capitulo IV: El enojo y el perdón.
Salimos del lugar con una cantidad increíble de cosas que había comprado Mónica:
Mónica, ni creas que me vas a obligar a ponerme todas estas madres en todo el tiempo que estaré de vacaciones. Estas empezando a colmar mi paciencia y no sabes de lo que soy capaz de hacer si me sigues presionando de esa manera.
Acabo de gastar mas de $5000 en puras cositas tuyas y no me vas a arruinar mi plan.
Esto no estaba dentro del plan que me dijiste del fin de semana.
En ese momento Mónica soltó las bolsas y las dejo caer de manera violenta al piso, agarró su celular y marcó a mi casa donde estaba mi esposa:
Bueno? Hola, Cristina. ¿como estas? Yo muy bien, gracias. Oye, tengo algo que decirte con respecto a tu marido.
En ese momento le agarré la mano y prácticamente me hinqué ante ella para pedirle que no hiciera nada, en voz baja me dijo que hasta aquí había llegado todo y yo le apreté más la mano para rogarle aun más que no dijera nada:
No le digas nada, hago lo que quieras, Mónica. No digas nada.
Este, bueno. Perdón por la interrupción, una mujer aquí se le cayeron unas cosas y me puse a ayudarle a recogerlas. Como te decía, tu señor me pidió desde ayer que te hablara para decirte que tuvo que salir al extranjero para un diplomado que le ofreció la empresa y estará como un mes en USA pero se me olvidó llamarte y por ello es que te hablo hasta ahorita. Me dijo que él te hablará de su celular en cuanto llegue para que estés tranquila. Te mando un beso. Bye.
Cuando colgó me sentí aliviado por ver que no pasó a mayores.
La próxima vez que me retes de esa forma, Jenny, no habrá poder humano en el mundo que logré convencerme de no decirle todo a la esposa del maricon que llevas dentro de tí. Ahora ya no te puedes echar para atrás porqué tu señora ya sabe que estarás fuera por más de un mes y todo ese tiempo estará Jenny, mi sirvienta, mi zorrita, mi damita en mi casa. Y como mi nueva sirvienta que eres, recoge las bolsas que están en el suelo y vamos al auto. Prometiste que harás lo que yo quiera y créeme, ya habrá oportunidad de que me demuestres que sabes cumplir tus promesas.
No te preocupes. Lo haré aunque sé que no será de mi agrado.
Por lo pronto te digo una cosa, estoy invirtiendo en ti una cantidad muy fuerte de dinero y me lo vas a pagar.
No tengo dinero.
Me lo vas a pagar de otra manera; ahora vamos a gastar más en ti pero te aseguro que todo es en pro de tu belleza, mi niña hermosa.
En el mismo centro comercial esta un salón de belleza que es atendido por algunas chicas y algunos gays. Mónica me llevó ahí:
Buenos días.
En que podemos servirles.
Mi amiga tiene un problema de personalidad, físicamente es un hombre pero siempre ha querido ser una delicada mujer y por ello venimos con ustedes para que le ayuden a feminizarse aun más.
¿De verdad, Chiquita? Nosotros te vamos ayudar a que tengas una apariencia más femenina y hermosa; ya veras, te vamos a dejar hecha una muñequita.
Aquí tengo un vestidito y unas botas que acabamos de comprar para ella y que te pueden ayudar con ese cambio.
Ay!! Que bonito y atrevido esta este vestido, las botas estan muy hermosas; nena!! Quieres quitarnos a todos los hombres? Bueno. Mira, nena, te voy a decir lo que te haremos: Te vamos a quitar esas uñas que traes y te pondremos unas de acabado diamante que te duran mínimo unos 20 días sin que se caiga una, te las vamos a dejar igual de largas porqué veo que así te gustan; te haremos una electrólisis para que no tengas problemas de barba y bigote durante un muy buen rato; continuaremos con una aplicación de pestañas postizas de una en una, estas tienen un acabado natural muy bonito y duradero, y lo mejor es que las tienes puestas todo el día y siempre están bien rizaditas.
Quiero que también le hagas un bonito peinado con esta peluca que acabamos de comprar.
Mejor le ponemos unas extensiones de cabello y le enseñamos a cuidarlo.
¿Es muy costoso?
La belleza de tu amiga cuesta pero el resultado sería increíble; imagínate una frondosa cabellera pelirroja alaciada con unos mechones rubios, en capas y larga hasta la mitad de la espalda.
Ayyy que lindo!!! Esta bien. Vale la pena.
También le haremos una limpieza profunda de su rostro.
No había nada que discutir, yo solo era un conejillo de indias con el que podían experimentar y hacer lo que quisieran; solo guarde un silencio sepulcral y dejé que empezaran a hacer su trabajo. Pasaron más de cuatro horas y yo seguía en el asiento de ese salón de belleza. Poco a poco fui viendo esos cambios que realizaron y el resultado cada vez era más evidente. La electrólisis fue algo muy traumático pero la piel quedó como seda. Me pidieron que acompañara a uno de los chicos a un cuarto para que pudiera ayudarme a cambiarme el corselete por otro que compró Mónica pero en color blanco, el corselete negro ya no me molestaba en lo más mínimo, sin embargo no sé si el corselete blanco era más chico o la fuerza del chico al apretarlo fue mayor porqué sentí que me apretó aun más. Me ayudó a ponerme el relleno para los pechos y ahora un poco de relleno en las pompas para tener aun más volumen; me puse las pantimedias transparentes y enseguida ese mini vestido blanco, el toque final del vestuario fueron esas botas blancas con el tacón de aguja muy fino y alto. Ya para ese momento el traer tacón alto era un sufrimiento tolerable porqué mis pies estaban dormidos y el usar un vestido de esas diminutas dimensiones no debía de ser un problema. Me llevaron otra vez a la silla para poder peinarme y en lo que me peinaban, la recepcionista se acercó a Mónica y le dijo:
Si tuviera hoyitos en las orejas le podríamos poner unos aretes de fantasía bien hermosos que parecen diamantes y están larguisimos.
Pero aun no quiere tener hoyitos.
Le ponemos Xilocaina y ni cuenta se va a dar.
Bueno. Háganlo.
Y efectivamente, dejaron de lado el peinado y al cabo de un rato yo ya tenia puestos esos aretes, yo sentía una molestia muy ligera, los muchachos me dijeron que era porqué los aretes eran de presión y sentía que me apretaban un poco.
Me empezaron a maquillar con unos tonos claros muy bonitos que resaltaban mis ojos verdes, el rimel se extendió de manera uniforme e increíble para obtener unas pestañas larguisimas y finamente rizadas, el delineado de los parpados nuevamente sacó en mí la mirada felina y provocadora; finalmente maquillaron deliciosamente mis arqueadas cejas; mis labios fueron bellamente delineados con un color rosa y rellenados con un color blanco perla, el remate de estos fue el gloss. Al terminar el maquillaje me pusieron un delicioso perfume que me hipnotizó; me pusieron una gargantilla y una pulsera que hacían juego con los aretes. Me pasaron al frente de una mesita y me empezaron a colocar las nuevas uñas que me habían dicho, al terminar el trabajo pude observar que estaban igual de largas que las anteriores pero ahora tenia un acabado francés; ver esas uñas transparentes y con esa franjita blanca despertó mi feminidad de nueva cuenta. Nuevamente me quedé sorprendido al sentir que instintivamente al levantarme de la silla pasé mi mano por mi trasero como pretendiendo mantener pegado el vestido al cuerpo (como si se pudiera ceñir aun más). Por último me plancharon el cabello y me dejaron una partidura en medio, me descubrieron las orejas para que lucieran los aretes. Me llevaron ante Mónica y me dejaron frente al espejo. Mi imagen solo reflejaba a una bella dama, joven, sensual y provocativa. Al verme de cerca en el espejo separé ligeramente mis labios y los contemplé por un instante; me puse de lado y recorrí con mis manos mi cuerpo desde mis pechos hasta el vientre.
No puedo creer lo que estoy haciendo, me puse de lado frente al espejo, me estoy deleitando con la imagen de esta mujer que veo en el espejo, me estoy feminizando!!!
Si, mi Jenny, estas empezando a aceptar a esta bella mujer y difícilmente la podrás olvidar de ahora en adelante. Tu castigo eterno será el querer sacar a Jenny y no poder hacerlo como tú quisieras; bueno podrías decirle a tu esposa de tu nueva personalidad y quizás lo comprenda y te ayude.
Veo que disfrutas de esto que me haces.
Hablando de disfrutar; veo que tienes unas piernas hermosas y bien torneadas. Cámbiate las botas por los zapatos blancos para ver como se ven.
Me senté en un sillón para cambiarme las botas por los zapatos; mis piernas cruzadas y el cambio de calzado provocaron en mi mente una escena muy femenina al ver mis manos femeninas bajando la cremallera de una de las botas, colocar el zapato y cerrar la hebilla, sintiendo la suavidad de las pantimedias. Fue algo indescriptible. Pero al cabo de verme al espejo entre todos los que estaban viéndome decidieron que me quedara con las botas porque me veía cachonda y muy sexy.
Al salir del salón de belleza eran casi las 20 hrs.
Jenny, tengo un hambre espantosa que puedo comerme una vaca completa
Yo también tengo mucha hambre. ¿Podemos ir a comer algo?
¿Sabes? El verme acompañada por tan bella dama me hace sentirme obligada a complacerle sus deseos de niña caprichosa. De verdad que tu siendo una mujer serías un éxito total!!!
Ya deja de molestar. Ándale, vamos a comer a la casa.
Noooo. Claro que no, vamos a un restaurante bonito para que podamos cenar rico y a gusto, quien quite y nos liguemos por ahí a un par de galanes.
No, chiquita, tú te ligaras a alguien, luego para que les digas que estoy casada y que soy medio piruja. No, gracias!
Te prometo que ahora no tomarás nada que te haga sentir calentura y si sale el ligue que sea por ti, si no sale nada nos vamos a la casa y ahí te diré que sigue.
Me lo dices como si yo tuviera el deseo de estar con un hombre y sobre todo como si pudiera entablar una conversación con ese individuo.
Ya veré que hago en ese sentido, por lo pronto vamonos a cenar.
El restaurante al que llegamos servía unos cortes de carne muy selectos y el lugar en sí era muy fino, gente de clase media alta y alta concurren ahí. Al llegar a la puerta principal el valet parking abrió mi puerta y no pudo resistir mirarme, sus ojos querían ver todo, uno ojo ver a mis piernas y otro a mis pechos, me esbozó una sonrisa, me extendió su mano y me tomó mi mano para ayudarme a salir del auto. Empezaba a ver algunas de las ventajas que tienen las mujeres por saberse hermosas, la cortesía de los demás era una de ellas. El servicio que nos brindaron meseros y capitán de meseros fue estupendo, solo buscaban cualquier pretexto para poder acercarse a la mesa y poder vernos; yo ya no sentía un nerviosismo excesivo ya que empecé a ver que en realidad yo pasaba por una chica más, una hermosa chica más!! Mi nervio estaba en el presente por saber que en cualquier momento alguien se podía dirigir a mí directamente y no saber como contestarles ya que mi tono de voz es cualquier cosa menos femenina. Al cabo de dos horas salimos sin un galán que deseara estar con nosotras un rato. Mónica no estaba conforme y comenzó a pasear por algunas avenidas tratando de buscar con quien ligar. Mientras Mónica buscaba alguna aventura para nosotras ella me acariciaba mis piernas y el vientre. Yo sentía muy bonito el toque de sus manos sobre las pantimedias y sobre el vestido. Al cabo de unos minutos la cacería de galanes dio frutos ya que un grupo de chavos que también paseaban se emparejaron al auto y comenzaron a decirnos mil y un cosas:
Porque tan solas? Las podemos acompañar?
A donde? No tenemos ningún sitio contemplado para pasar el rato.
Podemos invitarlas a una fiesta en casa de un amigo, esta aquí cerca y podemos pasarla muy bien un rato.
Perfecto, nosotras los seguimos.
Mi rostro otra vez se llenó de nervios por saber que ya no regresaría a la casa en un buen rato y estaría otra vez asediada por unos individuos que veían en mí a una mujer a la que podían conquistar esa noche; yo le pedí a Mónica que no los siguiera y mejor fuéramos a otro lado pero ella solo quería ver como me comportaba ante estas personas.
Finge tu voz lo más que puedas porqué eso de que estas ronca nadie lo va a creer con esa ropita que apenas te tapa el ombligo.
Tu sabes que no puedo hacer eso, Mónica. Si me descubren entre todos esos individuos me van a partir la madre!!!!
Bueno, eso es un motivo más para que te comportes como toda una dama y hables con un tono de voz muy sensual y femenino.