El chalet de las lujurias

El chalet de las lujurias Voy a contar un relato real narrando un fin de semana de pasión y lujuria en un chalet donde fui sodomizado y follado por dos tíos hasta la saciedad, paseando por la calle en tanga y tacones...

El chalet de las lujurias

Voy a contar un relato real narrando un fin de semana de pasión y lujuria en un chalet donde fui sodomizado y follado por dos tíos hasta la saciedad, paseando por la calle en tanga y tacones... y haciendo la puta, que es lo que mejor se me da.

Me llamo David, tengo 26 añitos, soy delgadito (50kg), mido 1.70, cabello rizado rubio oscuro, ojos marrones, unas facciones normales... respecto al sexo, soy gay pasivo y me encanta el sexo fuerte, los tríos, sentirme dominado como una puta...

Un día a través de una aplicación para encontrar pareja, conocí a Pedro, un hombre de 46 años varonil de piel morena y bronceada, cabello corto de color negro canoso  y con una gran coronilla en el centro de la cabeza, cuerpo velludo, de estatura era más alto que yo, cerca del 1.85, cuerpo corpulento y grande, de unos 120 kilogramos, con una gran barriga llena de pelo...

Pedro quedó prendado con las fotos picantes que había colgado en dicha aplicación. Fotos en las que salía depiladito mostrándome sensualmente con tanguitas, lencería, tacones...

Cuando comenzamos a hablar y a conocernos, aun quedó más prendado de mí al escuchas mis experiencias y ver lo puta que soy y todo lo que estoy dispuesto a dejarme hacer.

Por supuesto a mi Pedro me gustaba. Soy de los que les encantan los hombres maduros, pues te colman de halagos y luego te follan sin piedad atrapándote con sus sudorosos brazos, y por lo que iba conociendo de Pedro, sabía que disfrutaría tanto con su polla como con lo atento y que era conmigo y todos los cumplidos que me decía por chat.

Un día tras una semana y poco chateando a diario, Pedro me confesó que le había gustando mucho que fuera una persona tan abierta y dispuesta, y que le encantaba eso de que hubiera hecho tríos y gangbangs. Me dijo también que a él le encantaría el poder follarme con un amigo suyo y me propuso  un fin de semana en un chalet que tiene en una urbanización tranquila.

-¿Un chalet? Le pregunté yo.

A lo que Pedro me respondió: -Tengo un chalet al que podemos ir y pasar todo el fin de semana y ya sabes... puede venir un amiguete muy vicioso que seguro que si le enseño tus fotos me dirá que si sin dudarlo jeje.

Yo que estaba con ganas de ser follado de verdad y estaba hartándome ya de los consoladores, accedí encantado.

Pedro se ofreció a recogerme el sábado por la mañana para irnos los tres al chalet y volvernos el domingo por la noche.

Quedamos a las 10 de la mañana en la estación de metro que hay cerca de mi casa. A los pocos minutos de llegar apareció Pedro con el coche.

Aparcó al lado de donde estaba y bajaron él y su amigo. Me saludaron y se presentaron.

A Pedro ya lo había visto en varias fotos y me resultó muy natural conocerle. Su amigo se presentó como Jorge.

Jorge era un hombre de 48 años, muy alto, mediría cerca de 1.9 y muy corpulento también. A diferencia de Pedro, Jorge no tenía tripa, era grande y fuerte, pero no obeso. Tenía pelo rizado negro y canoso, barba de dos días y unos ojos claros.

Terminadas las presentaciones subimos al coche para emprender la marcha al chalet.

Jorge se sentó en la parte de detrás del coche conmigo y Pedro arrancó el coche para ponernos en marcha.

Mientras salíamos del pueblo Pedro y Jorge me decían que tenían muchas ganas de llegar y follarme. Jorge me decía que Pedro le había hablado muy bien de mi, que le había dicho que era muy puta, que me dejaba follar fuerte, etc.

Yo por supuesto no lo negué, de hecho, sonriendo le dije que iban a pasar un fin de semana brutal follando mi culo y mi boda como si no hubiera mañana.

Cuando salimos a la autovía, Jorge mostró rápidamente el motivo por el que se había sentado detrás. Me dijo que le gusta mucho el exhibicionismo, sexo en lugares públicos y demás... Me propuso chuparle la polla en el coche mientras llegábamos al chalet:

-¿Te atreverías a chuparme la polla ahora? Tengo muchas ganas y no sé si aguantaré, tenerte cerca después de ver tus fotos... buffff, me estoy poniendo muy caliente.

Yo sonreí, agache mi cabeza hacia su polla y al ver mis intenciones, Jorge se la sacó rápidamente por la cremallera del pantalón.

Tenía una polla grande, de unos 18 centímetros, gorda, con venas marcadas... apenas la sacó del pantalón y poniendo su mano sobre mi cabeza, me metió toda polla dentro.

Yo iba chupando y chupando, notando la parte blandita de la punta, y el resto del miembro más duro que dura. Mientras subía y bajaba la cabeza, iba moviendo la lengua para salivar más y que la mamada fuera más viscosa.  Jorge estaba disfrutando. Gemía y cada vez empujaba mi cabeza contra su polla más rápido y más fuerte.

Yo tragaba hasta el fondo, hasta que mis dientes chocaban y se clavaban en el pantalón vaquero de Jorge, quedando su polla metida entera en mi garganta.

Me atragantaba y sentía al mismo tiempo la mano de Jorge agarrándome de la cabeza y del pelo para meter su polla cada vez más y más rápido.

Finalmente mis sonidos de angustia al atragantarme con semejante pollón se mezclaron con los gemidos de placer de Jorge, y sentí como brotaba de su polla una corrida enorme de leche calentita dentro de mi garganta.

Jorge redujo los gemidos y la fuerza con la que me hacía tragar su polla, suspiró, me levantó la cabeza y me dijo que había sido increíble.

Una vez llegamos al chalet, Pedro abrió la verja y me mostró la parte de fuera mientras Jorge, que ya había estado antes, abría la casa para ir ventilándola.

El chalet tenía una piscina, varias zonas con césped y árboles y una casa en el centro de la parcela.

Cuando fuimos Pedro y yo a la casa, Jorge ya había abierto la puerta y varias ventanas, y estaba impaciente por empezar a follarme.

-Tranquilos, tenemos todo el fin de semana para follar jejeje. Dejad al menos que me vista y me haga la lavativa. Les respondí yo.

Ellos accedieron y tal como habíamos hablado en el coche, fui al baño para ponerme guapa para el polvo.

Pedro le dijo a Jorge:

-Venga, tomémonos una cerveza mientras la puta se prepara.

Sacó un par de cervezas de la nevera y salieron a tumbarse fuera en un par de tumbonas mientras yo me preparaba.

Entré al baño con mi mochilita. Saqué todos los artilugios y me preparé una pera para hacerme una lavativa anal. Tras llenar de agua templada la pera e introducirme toda el agua en el culo, me senté en la taza a esperar.

Una vez limpio por dentro, comencé a maquillarme. me pinté los ojos, las pestañas, los labios de un color rojo chillón... Me puse unas medias de rejilla, unos tacones negros, un plug dentro del culo con una joya en la parte exterior de color rojo, un tanguita negro y unos tacones negros.

Para cuando salí Pedro y Jorge estaban hablando y tomando su cerveza. En cuanto me vieron dejaron de hablar y se quedaron mirándome con la boca abierta.

-Madre mía que follada te voy a pegar puta. Dijo Pedro.

Me acerqué a ellos y me puse en medio de los dos. Rápidamente tenía sus manos tocando mi culo, pellizcando mis pezones, azotando mis nalgas...

Se pusieron en pie rodeándome uno a cada lado, me apretaron con sus cuerpos y empezaron a besarme entre ambos. Uno me besaba la boca, otro me besaba el cuello, se cambiaban, me tocaban mientras tanto... yo sentía 4 manos, 2 bocas y dos hombretones tocándome, lamiéndome y besándome... estaba encantado.

Tras magrearme un rato de pie junto a las tumbonas, Jorge me preguntó si saldría fuera y me pasearía por la calle. Trató de convencerme diciéndome que esto es una urbanización pequeña, que apenas hay gente, que no me vería nadie... no fue necesario mucho para convencerme, yo llevaba un calentón impresionante y accedí a lo que me pidió.

Nos acercamos a la puerta, Pedro abrió la verja y yo salí a la calle.

La calle era una calle pequeña llena de chalets a ambos lados, y una rotonda en el cruce de calles de la parte derecha.

Yo en medio de la calle, delante del chalet, mientras Jorge y Pedro me miraban desde dentro, comencé a tocarme, a ponerme en pompa sacando el culo con el tanga y la perla metida hacia fuera para que me vieran bien, y a ponerles cachondos con movimientos sensuales.

Lo cierto es que el riesgo de estar fuera en la calle, con tanga, tacones, medias de rejilla, maquillado... me estaba poniendo muy cachondo a mi también.

Sin necesidad de que ellos me lo pidieran, tras un minuto o dos zorreando en la puerta del chalet, comencé a caminar calle a abajo hacia la rotonda.

Camina de forma sensual, contoneando mi culo y girándome cada dos por tres para poner ojitos y cara sexy a Pedro y Jorge que me miraban asomados desde la puerta del chalet.

Al llegar a la rotonda, me puse a cuatro patas y comencé a tocarme y a meterme y sacarme el plug.

Tras cosa de un minuto metiendo y sacando, apareció un coche, y no tuve ni tiempo de reaccionar. Con el corazón bombeando a gran velocidad y muy nervioso y excitado, decidí seguir y hacer como si nada. Cuando el coche pasó a mi lado escuché como reducía de velocidad. Me giré disimuladamente y vi un coche con 4 chavales jóvenes.  Se rieron, me pirón con el coche y siguieron su camino.

Mi corazón latía a cien por hora. Me levante del suelo y caminé nuevamente hacia el chalet, donde Pedro y Jorge me esperaban con cara de querer empotrarme asomados en la puerta.

Al llegar al chalet tanto Pedro como Jorge soltaron una exclamación y me dijeron que había sido increíble, que estaban muy cachondos.

Me llevaron hacia las tumbonas.

-Nos hemos tomado una viagra cada uno para poder aprovechar más tiempo y bombearte a tope. ¿No vendrás con rollos o historias de que te duele y que sólo mamada y follar no verdad?

En ese momento supe que me iba a doler.

-Claro, soy vuestra puta, folladme sin piedad. Le respondí yo.

Agarrándome del pelo y de forma muy brusca y violenta, Pedro me hizo agacharme y poner de rodillas.

Pronto sus pantalones y sus calzoncillos acabaron en el suelo y yo me vi rodeado de dos pollas.

Agarrándome la cabeza, Pedro me llevó la boca hacia su polla y comenzó a metérmela hasta el fondo de la garganta. Levanté la otra mano para agarrar la polla de Jorge, y este me apartó la mano, me agarró la cabeza y acercó su polla para tal como estaba haciendo Pedro, meterme su polla hasta el fondo de la garganta.

Prácticamente sujetaban mi cabeza y embestían con la cadera metiéndola toda. Su barriga se estampaba contra mi cara, su polla se metía hasta la garganta, y mientras me follaban la boca entre ambos cambiándome cada 4 o 5 metidas, yo no hacía más que babear y babear y sentir unas increíbles arcadas con la brusquedad de las embestidas.

De pronto Jorge me agarro de pelo, me empujo hacia detrás quedando yo en vez de arrodillado, con el culo sentado en el suelo, me abofeteó la cara con dos bofetones fuertes y empotrándome contra las tumbonas dejando mi cuerpo en el suelo y la cabeza mirando hacia arriba apoyada en la tumbona, metió su polla en mi boca metiendo y sacando y dejando todo su peso contra mí, clavando su polla y dejando mi cabeza atrapada entre su cuerpo y la tumbona.

Tras follarme un poco la boca en esa postura, me levanto para quitarme el tanga y me puso a cuatro patas sobre la tumbona.

Me azotó el culo, sacó el plug de mi culo tras haberlo metido y sacado unas pocas veces, y  quedando yo en pompa, se untó lubricante en su polla, unto lubricante en mi culo y sobre mis nalgas, y me metió la polla de una hasta el fondo.

Yo solté un gemidito de dolor y me eché un poco hacia delante, pero él me agarró la cadera con las dos manos, la sacó y la metió de nuevo de forma brusca hasta el fondo.

Siguió así durante un par de minutos. Yo sentía su enorme polla entrar de golpe dentro de mi culo. Sentía como se abría y notaba un escozor y un calor muy fuerte  con cada embestía que daba.

Mientras Jorge me follaba embestida tras embestida, de forma lenta pero metiendo hasta el fondo de golpe, Pedro se puso delante de mí y mientras me acariciaba la cara me dijo:

-Te vamos a pegar una follada durante todo el fin de semana, que vas a flipar.

Pedro que notaba que mi culo se dilataba cada vez más y me acostumbraba al dolorcillo que ya casi ni se notaba, comenzó a follarme rápido metiendo y metiendo.

Metía y sacaba la polla tan rápido y fuerte que algunas veces se salía y tenía que cogerla de nueva para ponerla enfocando al agujero y seguir metiendo.

Pedro que desde la otra tumbona miraba como Jorge me follaba dijo:

-Déjame un rato a mí, que voy a enseñarle a esta puta como se folla un culo bien follado.

Pedro sacó su polla, azotó mi culo y se lo cedió a Pedro.

Ahora era Pedro el que estaba detrás de mí y Jorge en la tumbona de al lado mirando.

Mientras esperaba a que Pedro metiera su polla, sentí un fuerte azote en la nalga. Pedro se unto un poco de lubricante y me metió la polla hasta el fondo.

La metió suave, pero una vez dentro comenzó a sacar y meter muy fuerte.

Pedro se jactaba de lo fuerte que me estaba follando, y Jorge se reía y se iba tocando la polla mientras tanto.

Pedro me agarró los brazos, me los puso a la espalda y quedando yo indefenso metía y metía su polla sin piedad y con mucha violencia dentro de mí.

Yo sentía su polla y su barriga golpeando con fuerza mi espalda y la parte de abajo de mi culo.

-Me toca. Dijo Jorge.

Pedro sacó su polla, y mientras Jorge se ponía detrás para continuar follando mi culo ya más abierto que un bebedero de patos, se puso delante de mí para follarme mientras tanto la boca.

Yo estaba a cuatro patas pero con la parte delantera levantada, más de rodillas podría decirse. Pedro me puso a cuatro patas con la parte delantera agachada, quedando yo a cuatro patas sobre la tumbona, y ellos de pie delante y detrás de mí con sus pollas a la altura de mi boca y mi culo.

Se pusieron a darme cada uno por un lado, Pedro me follaba la boca mientras me agarraba la cabeza del pelo y me embestía su polla dentro hasta llegar a la garganta y atragantarme con ella, y Jorge detrás de mí se cebaba con mi culo embistiendo con fuerza una y otra vez.

Tras unos 15 minutos recibiendo así de los dos, Jorge dijo de cambiar de postura.

Yo estaba ya reventado y por lo visto no habíamos hecho nada más que empezar.

Jorge se tumbó en la hamaca de al lado, y me agarró para ponerme a mi encima de él.

Yo con las piernas abiertas y mirando hacia él, me puse encima y metí su polla dentro de mi culo. Apenas empecé a moverme un poco cuando Jorge me agarró del culo con las manos, y comenzó a moverse él metiendo y sacando con fuerza.

Mientras tanto Pedro en la parte de detrás miraba. No había recibido ni 10 embestidas de Jorge, cuando Pedro se puso detrás y acercó su polla a mi culo sobre la polla de Jorge que ya tenía dentro.

Jorge sabiendo lo que intentaba Pedro, dejó de moverse y Pedro aprovechó y metió su polla dentro de mi culo.

Fue increíble. Reconozco que dolió cuando Pedro metió su polla, pero cuando empezaron a moverse el culo se dilató rápidamente y fue increíble sentir las dos pollas moviéndose por independiente dentro de mi culo.

Ambos notaban como yo gemía, disfrutaba y me sentía muy cachondo.

Siguieron fallándome los dos a la vez metiendo sus pollas al mismo tiempo dentro de mi culo hasta que Pedro la sacó, me agarró del pelo y me llevo a rastras a la tumbona del lada para acostarme boca abajo en ella.

Yo me quedé tumbado boca abajo con las piernas juntas y los brazos extendidos hacia delante. Pedro se puso detrás, metió su polla en mi culo y dejó todo su peso encima de mí.

Mientras me aplastaba con su cuerpo, me rodeaba con sus brazos, me mordía la oreja con pasión y me embestía con fuerza y violencia un pollazo tras otro.

Tras follarme así unos minutos, vino Jorge y siguió fallándome del mismo modo durante unos 5 o 10 minutos más.

Pedro y Jorge ya exhaustos, sudados, cansados, se sentaron en la tumbona para descansar un poco pero agarrándome previamente para ponerme de rodillas y hacerme chupar sus pollas.

Mientras chupaba la de Pedro, con la mano movía la de Jorge, y cuando cambiaba y chupaba la de Jorge, agarraba con la mano la de Pedro.

Estuvimos así unos minutos. Yo notaba como cogían energía, como respiraban más lento y como sus pollas palpitaban más y más a cada minuto.

-Ven, ponte de pie. Dijo Jorge.

Me puse de pie y le di la espalda pues el mi giró agarrándome de los hombros. Detrás de mí, sentí como se acercaba su cuerpo y so polla chocaba contra mi culo para terminar metida hasta el fondo.

-Ya vuelven a la carga pensé yo.

Jorge de pie a mi espalda, abrazándome con sus brazos y besándome el cuello mientras me metía su polla con fuerza una y otra vez. Pedro se levantó, se puso delante de mí y comenzó a meterme la mano en la boca hasta la garganta y a retorcerme los pezones.

Se turnaron dos o tres veces y estuvieron fallándome de pie, con las piernas cerradas y empujándome muy fuerte sus pollas.

-Doble otra vez. Dijo Pedro.

Esta vez se tumbó Pedro en la tumbona. Yo me monté encima, me metí su polla y esperé a que se pusiera detrás Jorge para meter la suya.

Una vez metidas las dos pollas dentro, Jorge empezaba a meter y sacar suavemente, le seguía Pedro, y si veían que todo iba bien y no se les salían las pollas fueras, empezaban a follarme de nuevo de forma bruta y salvaje.

A medida que entraban u salían sus pollas de mi culo, Jorge me agarraba del pelo y me ponía la cabeza mirando hacia arriba, Pedro me pellizcaba los pezones, cuando Jorge me soltaba la cabeza, Pedro me escupía en la boca y me agarraba también del pelo...

-Me gusta eso de escupirle. Dijo Jorge al ver que Pedro me escupía repetidas veces.

Agarrándome del pelo y poniéndome de rodillas en el suelo, tras darme un par de bofetadas me dijo Jorge:

-¿Te gusta que te escupan puta?

-Sí, me gusta mucho. Respondí yo siguiéndoles el royo y tratando de que acabara cuando antes el polvo.

-Abre la boca. Dijo Jorge.

Con forme la abrí, me sujetó la cabeza del pelo y me escupió en la boca. Pedro escupió en mi boca también y aun con la boca abierta para recibir los dos escupitajos, Jorge metió su polla en mi boca. Empezó frotando su polla por toda mi boca para restregar la saliva y sentir las babas, y acabó agarrando mi cabeza y metiendo la polla hasta el fondo una y otra vez.

-¿Y si le meamos? Dijo Jorge.

-Eso para el final si quieres, que yo no quiero fallármela meada. Respondió Pedro.

-Vale, acabamos y la meamos. Contestó Jorge.

-Sí, de todas formas a ver si vamos acabando que llevamos más de una hora y media follando. Acabamos, nos duchamos, comemos y a la tarde más.

-Perfecto. Respondió Jorge.

Dispuestos a tener un final majestuoso, Pedro me agarró del pelo, me puso de pie, y quedando él detrás de mí, comenzó a follarme de pie mientras me agarraba del pelo. Mientras tanto Jorge delante de mí con una cara de vicio que aterraba, me agarraba del cuello con una mano y me metía la otra mano dentro de la boca como si me follara con una polla.

De pronto Pedro dijo:

-Joder, yo me corro ya, que este culo me tiene ya a tope. Agáchate y abre la boca.

Yo hice caso, me arrodillé delante de en con la boca abierta. Pedro acerco su polla a mi boca y la soltó para que la agarrara yo.

Yo me la metí en la boca y mientras chupaba adentro y afuera, movía su polla adelante y atrás. Pedro gimió y yo sentí toda su leche en la boca.

-Trágatela. Dijo Pedro.

Me la trague, les abrí la boca para que vieran que me la había tragado, y Jorge me puso de pie al instante para seguir él con mi culo.

Jorge comenzó a bombear sin piedad su polla dentro de mí culo mientras sus manos agarrándome por la cintura, se aseguraban que no me echaría hacia delante y ayudaban a empotrarme contra él con cada embestida que daba.

Pedro gimió, embistió fuerte y se corrió en mi culo. Sentí su polla resbaladiza por el semen y el calor de la leche que acaba de emanar en mi culo.

-Buf, ponte ahora de rodillas chaval. Dijo Jorge tras correrse y sacar su polla de mi culo.

-¿Le meo yo primero? Dijo Pedro.

-Si. Le respondió Jorge.

Pero agarró su polla ya medio flácida, se acercó a mí que estaba de rodillas en el césped un poco apartado de las tumbonas para que no se mancharan, y comenzó a mearme encima.

Al principio me meaba el pecho y el cuerpo, y yo me frotaba su meado por encima. Poco a poco empezó a subir el chorro y dirigirlo más arriba, hacia mi cara, mi pelo... acabe empapado con su orina.

Una vez terminó, Jorge que estaba disfrutando con el espectáculo dijo:

-Ponte a cuatro patas, que yo te quiero mear dentro.

Me puse a cuatro patas, Jorge se puso detrás, metió su polla en mi culo, y la aguanto un poco para comenzar a mear dentro.

Empezó soltando un chorro pequeño. Yo sentí presión dentro del culo, y notaba el chorro salir y llenarme el culo. Soltó otro chorro pequeño, y zas, comenzó a mear de seguido. Tras soltar una buena meada dentro de la que no calló ni una gota fuera, sacó con cuidado la polla del culo y se levantó.

Yo seguía a cuatro patas con el cuerpo reclinado hacia delante y turado contra el césped.

-Ponte de pie y que te caiga el chorro poco a poco.

Yo me puse de pie, crucé las piernas, y comencé a soltar el chorrito.

Al principio apreté un poco y salió un chorro, pero una vez había bajando toda la orina al final del culo, con relajarlo bastaba para que empezara a emanar la orina de Jorge cayendo de mi culo y resbalando por mis piernas hasta el suelo.

-Frótatelo o algo hombre! Me dijo Jorge.

Yo abriendo un poco las piernas y sacando el culo un poco hacia fuera, puse mi mano abierta en mi culo e iba recogiendo la orina para lamerla y frotármela por la cara y el cuerpo.

Tras un rato hasta soltar toda la orina y la lefada de Jorge, ambos me reconocieron que había sido un polvo increíble.

-Vamos a ducharnos y a comer. Dijo Pedro.

Bueno, sobra decir que tras ducharnos y comer, seguimos esa tarde, seguimos esa noche, seguimos al día siguiente...