El CEO y sus dos secretarias.

Un importante CEO mimado ha abusado de sus secretarias por todo un año, hartas de la situación, decidieron al fin vengarse dándole donde más le dolía, su hombría. Pero las cosas no son tan fáciles como parecen. ¿Lograrán su objetivo?

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Esta historia es inventada por mi, contiene temas como la dominación femenina, degradación, la humillación y por último transformación. Te recomiendo leer su resumen antes de leer todo el relato, tal vez el contenido no es para todos.

La vida de Cristian era perfecta, era un joven que apenas cumplía los 25 años, pese a su joven edad, ya tenía bastante carácter formado y no era la más agradable.

Sin pensar en las consecuencias, se la ha pasado humillando a sus 2 secretaria

s. Sara y Andrea, quienes ambas tenían 26, pues las tenía bajo control porque se había enterado que estaban endeudadas hasta el cuello, por lo tanto ambas chicas soportan todo el maltrato a cambio de mucho dinero.

La situación da un giro de 180° cuando ambas mujeres se enteren de los planes de su jefe, sin saberlo, pronto Cristian estaría en una terrible situación ante sus secretarias.

En este relato, las mujeres son que que llevarán el control de la situación... ¿Lograrán cumplir su objetivo?

Capitulo 1: Ni una humillación más.

La vida de las secretarias no es fácil, mucho menos si tienes a un jefe patán como lo era Cristian, el CEO de una empresa importante en la industria automotriz.

Llegó a eso puesto gracias a su padre, quien era un importante empresario multimillonario que había cobrado muchos favores con varios contactos que tenía el, gracias a eso ahora el tenía el control de una empresa bastante grande e importante.

Para la mala suerte de sus empleados, era un chico mimado, grosero, sin experiencia, machista y sobre todo soberbio. Su vida de riquezas lo convirtió en una persona sin preocupaciones y sin talento alguno, algo que su padre no le importaba mientras no manchara la reputación de la familia.

Su padre no era muy diferente a el, la única diferencia era que el no había crecido entre la clase alta, el tuvo que trabajar para obtener lo que tenía. Por lo demos, era igual que su hijo, un hombre machista con una mente cerrada de superioridad varonil absoluta. Mientras que su hijo no lo molestara, no le importaba lo que el hiciera.

Cristian en un momento pensó que no podría lograr hacer un buen trabajo en una empresa tan prestigiosa en la que estaba, que tendría que volver a la empresa de su padre y trabajar como su pasante otra vez, pero encontró a un par de mujeres muy especiales.

Sara y Andrea, mujeres muy bien preparadas para el campo laboral, siendo las mejores estudiantes en sus escuelas, bastante hermosas y inteligentes al mismo tiempo. Pero tenían un punto débil que Cristian supo aprovechar en su momento, ambas necesitaban mucho dinero por los préstamos de la universidad que habían solicitado para terminar la carrera, además de que eran muy pobres de por sí.

Desde ahí , Cristian supo que tenía todo solucionado, solo tenía que pagarle a este par de chicas para que hicieran su trabajo mientras que el podría seguir disfrutando de su vida como millonario.

Todo iba para el, pero nunca se paró a pensar que ellas tenían un límite en la humillación, y el si que disfrutaba humillarlas y ver cómo lo trataban como su rey...

  • Oficina del CEO Cristian Miller *

– Te ves hermosa, Sara.

– Gracias, señor. – Dijo desviando su vista al notar la mirada pervertida hacia su falda.

– Debes estar cansada por esos tacones, ¿Porque no te sientas?

– Si señor.

Movió la silla de visitas que estaba adelante de ella, pero fue interrumpida de inmediato.

– Nunca te dije que en la silla.

– ¿Señor?

– Ven acá lindura. – Dijo señalando su pierna derecha.

Sara se quedó callada, no era la primera vez que le pedía sentarse en su rodilla como una niña pequeña e indefensa, solo quedaba obedecerlo como era costumbre, al final nunca pasaba más que un coqueteo y un poco de manoseo.

– ¿Sabes que has hecho un buen trabajo? ¿Verdad?

– No se que decirle, señor.

– No seas tan modesta Sami... – Decía mientras acariciaba el abdomen de Sara.

– No me llamo Sami , señor. – Dijo Interrumpiendo y al mismo tiempo tratando de detener la mano de su jefe.

– No me interrumpas ¿De acuerdo?...bien, tal vez creas que soy un mal jefe pero conmigo no solo podrías conseguir dinero, sabes a lo que me refiero cariño. – Decía mientras abría el chaleco de Sara, poco a poco hasta poder ver su par de pecho rebotar por la presión que antes ejercía la ropa.

– Por favor señor... No me siento cómoda

Movió la mano de Cristian para apartarlo de inmediato.

– Sara, Sara, Sara. ¿Cuántas veces tenemos que hablar de esto? No me importa si te sientes cómoda o no, aquí yo soy tu jefe y por lo tanto tienes que obedecer mis órdenes ¿O me equivoco?

– Si... Señor.

– Ya quítate, lograste arruinar el ambiente.

– Perdón señor. «¿Porque tengo que disculparme con este idiota, si no fuera por su maldito dinero...» pensó Sara al levantarse y tratando de bajarse su minifalda que estaba obligada a usar.

¡TOC,TOC!

– Más vale que seas tú Andrea.

Una charola de plata se asomo por la puerta, sostenía una taza ,una jarra llena de café y a su lado también estaba una jarra con agua.

Andrea apenas lograba sostener la charola y avanzaba lentamente, Sara iba a ayudarla pero fue detenida por Cristian.

– Es mejor que te apures con mi café, no tengo todo el día.

– Si señor. « Que gran hijo de puta, ve que estoy apunto de caerme y el solo se preocupa por su café», pensó Andrea mientas dejaba la charola sobre el escritorio

– ¿Y que esperas? ¿Que me sirva el café?

– Lo siento, en un momento se lo sirvió.

Solo tomo un sorbo del café y lo escupió enfrente de ambas chicas.

– ¿Llamas esto un café? ¡CARAJO ANDREA!, Llevas un año trabajando conmigo, ¿Y aún no sabes cómo me gusta el café? – Dijo enojado mientras se limpiaba sus labios.

– Perdón señor, he estado muy ocupada y no tuve tiempo de...

– ¿Acaso me estas dando excusas de tu ineficiencia?

– ¡No señor! Solo le estaba explicando porque...

– Me importa una mierda si estás muy ocupada, te pago para que hagas bien tu trabajo, o que, ¿Me pedirás un aumento? ¿No crees que te pago lo suficiente ya?

– No señor... Perdón.

– A la próxima solo asume tu culpa y no digas nada mas, recuerda que las mujeres se ven más bonitas cuando están calladas, ¿Okay?

« Otro maldito comentario machista, ¿es que este tipo no se cansa de decir tanta estupidez? », pensó Andrea al mirar a Sara con la mirada baja.

– Y tú Sara, ve por otra jarra con agua, tengo que hablar de algo importante con Andrea.

– Si señor.

La puerta se cerró y ambos se quedaron solos, Andrea estaba nerviosa, no sabía porque estaba enojado ahora Cristian.

– Dime, ¿Porque eres tan desobediente Andrea?

– No comprendo señor.

– No estás cumpliendo con el uniforme establecido – Dijo señalando la falda de Sara.

« ¡Diablos! Se me olvidó cambiarme la falda», Pensó al darse cuenta que usaba la falda con la que venía al trabajo, eran muy parecidas pero una era mucho más corta que la otra.

– Mire señor, he sufrido bastante acoso en la calle y la gente me toca... ¡Pero es que siempre estoy en la oficina con la falda de la empresa! Solo uso está para cuando venga o salga de la empresa, hoy se me olvidó cambiarme por tantos pendientes que tenía en la cabeza.

– Ya veo, aún así Sara, te voy a solicitar que solo vengas con la falda de la empresa. Es la imagen de este gran corporativo y principalmente de la oficina del CEO , tienes que estar siempre presentable y elegante. Por lo tanto, tienes prohibido traer otra ropa que no pertenezca a tu uniforme.

– ¡Pero señor! Ya no puedo soportar el acoso que sufro a diario, hasta nuestros compañeros se burlan de nosotras.

– Repito, ¿Y? , No es mi culpa que tengas un cuerpo provocativo. Es tu culpa por estar ahí presumiendo tu cuerpo enfrente de los ojos de los demás, luego vienes aquí y me dices que la gente te manosea, tu misma eres la que provoca esas situaciones por ese culo que te cargas.

« ¿Porque trato de razonar con un misógino? Sin importar que, el creerá que siempre es mi maldita culpa lo que me pase » Pensó Andrea, mientras volteaba a ver a Sara quien traía la otra jarra con agua.

– Aquí está señor.

– Ahora sigamos con el trabajo, tengo que comentarles 2 cosas, la primera es que necesito que suban su falda unos 2 o 3 centímetros más, por cuestiones de estética.

Las 2 secretarias se miraron, ya tenían miedo de responder, lo mejor en esta situación era no discutirlo más.

– Y la otra, necesito que pasen a todos los cubículos de sus compañeros para recoger los informes mensuales de la compañía.

– ¿Algo más? – Dijo en la forma más amable que pudo Sara, ya quería salir de la oficina tan rápido como fuera posible.

– ¡Gracias por recordarme!, Ante su insistencia de querer sobrepasar mi autoridad en este empresa, he decidió castigarlas por este día.

Su sonrisa era similar a un niño a punto de hacer una travesura, pero el estaba seguro que no pasaría nada malo si hacía algo contra sus secretarias, ¿Verdad?

Cristian tomo una jarra de agua en cada mano, ya sabiendo que no habría ninguna consecuencia, aventó el agua hacia los pechos de sus secretarias. Ambas quedaron mojadas y congeladas, nunca esperaron que su jefe hiciera tal acto pero tampoco era lo más grave que les habría hecho.

– Quítense su chalecos, el resto del día trabajarán solamente con su blusa.

Las 2 chicas no se movieron, solo se quedaron quietas sin decir o pensar algo.

– Tienen 5 segundos para quitarse sus chalecos o pueden olvidarse de su trabajo y del dinero, para siempre.

Al escuchar eso, ya no dudaron y se empezaron a quitar sus chalecos negros, se quedaron con sus blusas mojadas que ya transparentaban sus bustos.

– Ahora vayan y recojan esos informes que los necesito de inmediato, por cierto, no vayan a secarse su ropa, y Andrea, no te olvides de cambiarte la falda antes de hacer el encargo.

Las pobres secretarias salieron, Sara acompaño a Andrea al baño, necesitaban hablar de lo que acababa de pasar. Al llegar, se aseguraron de que no hubiera nadie, cerraron la puerta y empezaron a hablar.

– Está loco, definitivamente loco.

– Lo se Andrea, pero no podemos hacer nada.

– ¿En serio solo vas a decir eso? ¿Después de lo que nos hizo?

– Comprendo tu enojo y la comparto, pero es la realidad. El es un Ceo de una importante empresa, mientras que nosotras solo somos unas simples secretarias.

– ¡Pero si nosotras hacemos todo su puto trabajo!

– Ya se, pero necesitamos mucho el dinero y el es el único que nos puede dar tanto sin mayor problema.

– En eso tienes razón... ¡Pero no justifica todo lo que nos ha hecho todo este año!

– Si... Cada vez se comporta con más descaro, antes solamente nos coqueteaba , después paso a decirnos cosas pervertidas y al final nos ha estado humillando como a ninguna otra empleada en esta empresa.

– Nosotras le hemos permitido todo eso, debimos denunciarlo en el primer acto de acoso.

– No tiene caso, tiene demasiadas influencias como para tratar de denunciarlo. En el mejor de los casos solo terminaríamos despedidas, y el no tendría ningún castigo por todo lo que nos ha hecho.

– Tiene que haber algo que podamos hacer, este tipo es el peor misógino que hayamos conocido.

– Desafortunadamente no hay nada que podamos hacer, solo tenemos que aguantar otro año trabajando con el. Después de eso ya habremos pagado nuestras deudas, además de que tendremos bastante experiencia en el manejo de una empresa.

– Otro jodido año con este poco hombre, si tan solo no fuera un tipo importante.

– Si... Pero no te preocupes, pronto se irá de vacaciones 2 semanas, podremos descansar al fin

– ¡Por fin!

– Es mejor que nos demos prisa Andrea, es mejor no enfadarlo más.

Andrea termino de ponerse la minifalda, le subió los 2 centímetros pero ya parecía más una auténtica prostituta y no una secretaria profesional. Solo respiraron y ya estando tranquilas, salieron a recoger esos informes.

Todos los hombres les fueron diciendo "cumplidos" por esa exhibición de tetas mojadas mientras desfilaban por los cubículos para recoger los papeles, las mujeres solo se limitaron a reírse de ellas mientras les iban sacando fotos en todo ángulo pero que ellas no notaban.

Pasaron por un terrible rato, pero lograron recoger todos los informes y regresar a la oficina de Cristian.

– Aquí están los informes, señor.

– Al parecer aprendieron la lección, solo quería que sepan que es por su bien, si no aprenden a respetar a sus superiores no llegarán a nada.

– Si señor – Dijeron al unísono, serías y enojadas.

– Tengo una buena noticia para ustedes, me iré en un par de días de vacaciones...

Al escuchar eso, ambas chicas sonrieron, como si no hubiera una mejor noticia.

– Y ustedes me acompañarán.

– ¡¿QUÉ?! – Dijo Andrea, al no poder evitar mostrarse sorprendida.

– Así es, necesito unas damas de compañía para no estar solo y ustedes me parecieron las mujeres perfectas para estar con un hombre exitoso como yo. Aunque tengo que comentarles que las tomaré como sus vacaciones, así que no habrá paga extra o algo por el estilo.

Sara apretó sus dientes y sus puños al mismo tiempo, pero Andrea estaba furiosa por dentro, queriendo gritar y golpear a su jefe en ese mismo instante, hasta el punto de quererlo matar.

– Es todo, pueden irse a sus escritorios, nos iremos directo al aeropuerto mañana después del turno laboral. Andrea, prepara sus solicitudes de vacaciones, van hacer 14 días así que después van a tener que trabajar el resto del año sin descanso, eso si quieren pagar sus deudas.

Las secretarias salieron, aparentando estar tranquilas, pero al llegar a sus escritorios, Andrea no puedo resistirse más y tiro todo lo que estaba sobre su escritorio.

– ¡HIJO DE PUTA!

– Cálmate Andrea, no resolveremos nada haciendo un alboroto.

– ¡¿Cómo quieres que me calme?! Ese gran inútil cree que somos sus juguetes que puede usar disponer cuando quiera, y nosotras tuvimos la maldita culpa en el momento que entramos a trabajar aquí. Deberíamos largarnos sin más, luego nos preocupamos por las deudas.

– Lo se, lo se, pero es que...

¡RIIIN, RIIIN!

Andrea levanto el teléfono y contesto lo más tranquila que pudo.

– Hola buenas tardes, en que le...

– Pásame a Cristian de inmediato, soy su amigo William.

– De acuerdo señor...

Presionando un solo botón, dejo la llamada en espera y trato de avisar a Cristian quien contestó de inmediato.

– ¿Ahora que quieren? ¿No saben que estoy ocupado?

– Es su amigo Will , señor, ¿Le pasó la llamada?

– ¡Claro! Cómo no voy aceptar la llamada de mi mejor amigo, estúpida, pásamelo de inmediato y pónganse a trabajar.

– Si señor.– Dijo lo más seria y enojada posible, pero disimulando, claro.

Conecto la llamada y estaba apunto de colgar el teléfono pero la curiosidad le ganó, solo presionó uno de tantos botones para evitar que ellos escuchase algo de parte de ella.

– ¿Que haces? – Pregunto Andrea al ver qué puso la llamada en altavoz.

– ¿No tienes curiosidad de lo que hablan estos 2 idiotas? Son igualitos en sus actitudes, machitos que creen que las mujeres solo estamos para obedecer.

– Pero si se entera...

– ¿Que se va a enterar? Apenas sabe usar el teléfono, estate tranquila que se lo que hago.

– ¿Cristian? – Dijo primero el amigo, para confirmar que al fin se conecto la llamada.

– Will , que gusto escucharte hombre, ¿Que cuentas?

– Nada hermano, mi padre me acaba de comprar un departamento en Dubái ¿Lo creerías? , es una maravilla, en unas semanas estará listo e iré unos días haya en cuento se pueda.

– Felicidades amigo, por lo al menos tienes un padre que te quiere, el anciano de mi padre solo me dejó una pequeña empresa para que la manejará. Ya sabes, es una gran responsabilidad y es bastante difícil...

– Debes de estarlo pasando mal amigo, ¿Pero que hay de ese par de secretarias que tienes? ¿Ya lograste llevarlas a la cama?

– Ah si, ese par de putas, la verdad es que son imposibles de convencer. No saben el lugar que les corresponde y me siguen desafiando, me estoy cansando de ellas.

– ¿Y te vas a rendir sin más?

– JAJAJAJA , como crees, no... Tengo un plan, en mis vacaciones las voy a drogar y ahí es cuando tendré mi oportunidad con las 2, cuando por fin se despierten será demasiado tarde, las tendré a mi completa merced.

– ¿Estás hablando en serio?

– Muy en serio, este par de zorras se merecen que las ponga en su lugar, además no creo que haya algún problema, solo son mujeres ¿Que me pueden hacer?

– Hombre, ten mucho cuidado y no hagas una tontería. Pero cuando ya te la hayas follado, ¿Me las prestarías?

– ¡Por supuesto! En cuanto regrese de mis vacaciones te la mando, vas a ver qué con una buena follada van a cambiar su actitud, hasta te juro que rogaran por mi polla.

– ¡Así se habla campeón!, pero bueno, solo llamaba para saludarte y ver qué estuvieras bien.

– Muchas gracias Will, es bueno saber que alguien en el mundo piense igual a mi, ahora ya ves lo que pasa con su lucha por sus derechos... Es un desastre.

– Ni me digas que nos quedamos hablar por una buena hora, me tengo que ir Cris, pero espero verte pronto.

– Igualmente amigo, hasta pronto...

Los 2 grandes amigos colgaron sin saber que estaban siendo escuchados. Las chicas no creían lo que había escuchado, nunca se habrían imaginado que Cristian llegaría al punto de hacerles algo tan cruel y despreciable.

– Sabía que Cris era un pervertido y tal vez el peor sujeto que haya conocido, pero no pensé que se atrevería a tanto.

– ¿De que te sorprendes Sara? Sabemos cómo es Cris y también como son sus pensamientos tan vulgares, su mente está muy mal para pensar que está bien violarnos.

– ¿Que hacemos? ¿Renunciamos? – Dijo Sara, bastante pensativa y convencida de que era ya la mejor opción.

– No , ya no basta con eso.

– ¡Pero si tú eras la que quería renunciar hace unos minutos!

– Si, pero después de escuchar los planes que tiene Cristian, creo de todo corazón que el merece el peor castigo que un macho como el pueda recibir.

– No te entiendo , ¿Que quieres hacer?

– Quiero darle una cucharada de su propia medicina, y no solo eso, quiero que se arrepienta de corazón de haberse metido con nosotras.

– Mmmh , te estoy empezando a entender, creo.

– Está fue la gota que derramó el vaso , Sara, es mejor que empezamos a pensar que hacer con este Cristian y creo que tengo varias ideas...

Ambas se sonrieron y se quedaron viéndose fijamente a los ojos, con esa sonrisa malévola marcaron su objetivo. Cristian ya no estaba a salvo con sus dos secretarias, que el considera muy inferiores, pronto los papeles se intercambiarán.

Su lazo como amigas se unió más para poder vengarse contra Cristian, se habían hartado de sus humillaciones, maltratos, de ese acoso sexual que diariamente tenían que vivir. Ya no más, llegaron al punto que quebranto su mente como para volverlas tal vez más dominantes y fuertes que el mismo Cristian.

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Llego el fin de este primer capítulo , donde se que no hubo mucho contenido erótico, pero solo quiero comentarles que está historia está pensada para ser lenta y con muchos detalles que tal vez no importen o tal ves si.

Quisiera leer sus comentarios, malos o bueno, eso me motiva a escribir sin importar lo que me digan, mientras sea constructivo jejeje.

Saludos y hasta la próxima.