El centro comercial

Chorreaba como una perra en celo.

Aquella mañana iba vestida como una puta, ya que había perdido una apuesta con mi novio y tenia que hacer lo que el quisiese durante todo un día. Llevaba una minifalda de pliegues a cuadros, con unas medias y unas botas altas hasta la rodilla, además de un top azul con escote que me había comprado unos días antes en una tienda de mi ciudad.

Ese día me deparó muchas sorpresas, la primera fue que apareció el con una braguitas en la mano que llevaban incorporado un pequeño vibrador que se activaba con un mando a distancia que por supuesto se quedo el cuando me hizo ponérmelas en mi casa antes de salir de compras. Me las puse y el las probó antes de salir para que luego no tuviese ninguna sorpresa ay no llevara pilas. Cuando las encendió, el pequeño vibrador empezó a hacer un rudito casi inaudible, pero vibraba como un condenado. Me estremecí al momento al sentir aquello en mi pepitilla y casi me muero del gusto allí mismo. Hecha la prueba lo apago y salimos de casa a montarnos en el coche.

Llegamos al Corte Paleto (es por no hacer propaganda) y todo fue entrar por la puerta cuando empecé a sentir aquella vibración encantadora y a la vez endemoniada en mi clítoris. Me tuve que parar un poco hasta que me recompuse del escalofrío que me recorrió entera. De allí fuimos a la sección de caballero don de mi novio quería comprar unas cosas. Cada vez estaba mas excitada y mi coñito se mojaba un poco mas, hasta que llego el primer orgasmo mientras cogíamos unas camisas para el, me tuve que agarrar a una estantería y apretar mis labios fuerte para reprimir un gemido.

Mi novio esbozó una risita burlona mientras me miraba como me corría, el era el único que sabia mi secreto y lo estaba disfrutando. Me recompuse como pude ya que el dichoso aparatito no paraba en su empeño de darme placer. Mi coñito se mojaba por momentos y las braguitas también. Mientras seguíamos mirando cosas por allí, me llego el segundo orgasmo, esta vez mas intenso ya que mi excitación había crecido sobre manera en el transcurso de un rato. Esta vez me costo mas disimularlo pero lo conseguí a malas penas, ya que una dependienta al verme cogida de la estantería se acerco a preguntarme si me pasaba algo, a lo que como pude conteste que estaba bien. Mi novio disfrutaba viéndome en esos apuros y a mi me excitaba mas.

La humedad de mi coñito mojaba ya toda la braguita y parte de las medias que llevaba, empezaba a notar por mis muslos una humedad y un calor que no eran normales en esa zona. Fuimos a un probador y entramos los dos. En cuando entramos me sobrevino otro orgasmo pero ya no pude reprimir los gemidos y pegue mi boca al cuerpo de mi novio y empecé a gemir así para intentar amortiguar el ruido. Cuando acabe apago el vibrador y me metió la mano por debajo de la falda y palpo las medias mojadas y las braguitas también, lo que a mi hombre le causo una excitación increíble. Por su pantalón asomaba un gran bulto que me puso más cachonda. Sin pensármelo dos veces me puse de rodillas y le saque su polla para metérmela entera en mi boca.

Se la chupe un rato hasta que el me cogió por las axilas y me puso de pie. Me quito las medias y las braguitas y se asombro de ver lo mojada que estaba, mi coño estaba muy mojado y mis muslos y mi culo también, ya que mis jugos habían llegado a todas parte de mi entrepierna. El se sentó en un pequeño saliente que había en el probador y con su polla dura como una piedra mirando hacia el techo, me hizo sentarme encima de ella dándole la espalda a el. Yo empecé a saltar como una loca ya que estaba muy excitada, mientras el me sobaba mis tetas con sus grandes manos. Estando así me corrí otras dos veces más y casi no pude contener mis gemidos. Mi novio estaba también a punto de correrse ya que su respiración era agitada y discontinua, por lo que yo salte con más fuerza si cabe para hacerlo que se corriera como nunca. Al poco tiempo note una gran cantidad de leche caliente y espesa en mi interior, señal d que se había corrido. Me beso el cuello y la espalda y me levante, sintiendo como la leche se derramaba por mi entrepierna. No me dejo limpiarme y me obligo a ponerme de nuevo las braguitas mojadas y las medias, me dio su polla para que se la limpiara y saborease sus jugos mezclados con los míos.

Cuando acabe con la tarea salimos del probador y seguimos con las comprar, yo notaba mi coño chorrear y su leche recorrerme la entrepierna hasta llegar casi a mis rodillas. Le suplique que me dejase limpiarme a lo que accedió, pero me dijo que entraría conmigo para ver como lo hacia.

Entramos al baño y yo me quité las medias y las bragas que iban llenas de su leche blanca y viscosa y cuando fui a coger papel para limpiarme, no me dejo me hizo lamer esa leche y mis jugos que empapaban mis bragas. Primero me negué pero me recordó nuestra apuesta y tuve que acceder a su petición. Conforme chupaba su leche mi excitación subía y mi temperatura también, así que cuando acabe me puse de nuevo de rodillas me quite la camiseta y el sujetador y empecé a chuparle la polla a mi novio, que por supuesto no puso ninguna pega. Cuando ya estaba muy excitado me piso de pie con el culo en pompa y me metió toda su polla de golpe, esta vez no me corte en mis gemidos ya que estábamos en el baño y no había nadie.

El empujaba con todas sus fuerzas mientras mis tetas se movían rítmicamente con sus embestidas que cada vez eran más fuertes. Yo gemía como una loca y me corrí varias veces. Cuando estaba a punto de correrse me hizo ponerme de nuevo de rodillas y de corrió en toda mi cara y mis tetas. Quede toda llena de su leche, algo que me encanto y que me comí toda la que pude mientras el me la quitaba de mi cuerpo con su mano y me la daba para que me la comiera toda.