El Castillo de las Fantasías 3 - Final del Día 2
María y Jorge siguen con su excitante experiencia en este descomunal lugar, otra fantasía del día dos, esta vez de María.
La peculiar familia se despidió al terminar aquella aventura no planeada, pero quedamos de verlos más tarde ese mismo día; María y yo descansamos todo lo que pudimos para seguir con nuestro itinerario planeado. Dormimos casi toda la tarde, nos bañamos, cenamos algo ligero y de postre me dieron una bebida especial que me ayudaría en la fantasía de ese día, regresamos a nuestra habitación que ya estaba preparada con una camilla de masajes sencilla y con una sección del piso cubierta con un plástico especial para el evento de la noche: un Bukkake para María.
El escenario, como ya comenté, estaba listo para la ocasión, había una parte del piso en el cuarto que apenas se hundía unos leves centímetros como una pequeña piscina redonda, justo ahí estaba un plastificado especial en donde la fantasía de María se haría realidad esa noche. Llegaron nuestros invitados especiales, Sergio, Greta y la joven Alexa, justo después de ellos llegó “el personal” del Castillo, 8 jóvenes hombres, 5 blancos y 3 negros que, a petición nuestra, tenían por lo menos dos días de abstinencia y estaban especialmente recomendados por la administración del castillo como los que "mayor carga ofrecían". En fin, todos llevábamos nuestras ropas blancas, los jóvenes sólo pantalón blanco tipo pijama, sin nada arriba, y María una bata blanca de tela más delgada que la de el resto, a través de la cual se veían perfectamente sus tetas redondas sus pezones y la redondez de sus curvas.
Después de las presentaciones formales servimos una copa de vino para cada uno de los invitados a nuestra habitación, entonces uno de los chicos dijo "Es hora de comenzar con la velada" y tomó de la mano a María dirigiéndola hacia la cama, él y otro de los chicos la desnudaron quitándole la bata y la acostaron mientras acariciaban y besaban su cuerpo, enseguida nos llamaron a todos los presentes para acercarnos, todos nos desnudamos y rodeamos a María acostada en la cama, yo estaba a la altura de su cara, uno de los chicos llevaba en su mano un frasco de loción para masaje, de textura muy suave, nada aceitoso, todos nos pusimos en las manos y comenzamos a masajear a mi hermosa mujer que se dejaba llevar con los ojos cerrados y la boca entre abierta.
Yo y otro de los chicos acariciábamos su cuello y sus tetas, pellizcábamos sus pezones suavemente y las apretábamos una contra la otra, los demás acariciaban sus piernas, vientre, caderas y uno de ellos le metía mano en la entrepierna, sobándole el clítoris y bajando hasta su culo, María gemía de placer, alzó su mirada para buscarme y me encontró justo a su lado, me sonrió y volvió a cerrar los ojos, entonces uno de los chicos dijo "Bocas" y todos dejaron de acariciarla para comenzar a besar y lamer su cuerpo, yo besaba su cuello y me recorría hasta su teta mientras otro chico hacía lo mismo del otro lado y uno más la besaba en la boca metiéndole la lengua, Greta y Sergio besaban las caderas y lo que podían de sus nalgas, la joven Alexa le comía los pies y los demás chicos el resto del cuerpo, un chico negro le comía su clítoris y daba lengüetazos dentro de su vagina, de reojo vi como algunos de ellos comenzaban a masturbarse suavemente, yo tenía a Greta a mi lado y comencé a acariciar sus nalgas carnosas y a meterle dedo, ella ya chorreaba de lo caliente que estaba, mi verga también estaba roja y dura y aproveché para frotársela entre las nalgas.
Después de un rato volví junto a María para besar su boca, ella no tocaba a nadie, solo se dejaba acariciar, besar, lamer, entonces me dijo "Quiero chupártela, quiero a alguien dentro de mí." Yo me levante y le ofrecí mi verga que ya chorreaba con mis jugos y los de Greta, María me dijo "Huele delicioso" y comenzó a chupármela, yo volteé con el chico negro que se masturbaba entre sus piernas, con mi mano alcancé los labios vaginales de María los abrí para frotar su clítoris, mis dedos resbalaban entre saliva y la lubricación que ella despedía de tan excitada que estaba, volteé con el chico negro y él sin pensarlo mucho se acercó y lentamente metió su enorme verga dentro de María, ella dio un pequeño gemido aun con mi verga en su boca, sus tetas brincaban y se resbalaban entre nuestras manos mientras el chico la bombeaba, otro de los chicos acercó su verga a su boca y ella comenzó a alternar las mamadas, el chico negro estuvo cogiéndose a María por varios minutos hasta que ella dejó de mamar nuestras vergas mientras se contorneaba y temblaba por el orgasmo que tenía, sus ojos se pusieron en blanco por unos segundos, y no dejaba de decir "Así, así, así"" tratando de gritar sin poder lograrlo. Justo después del gran orgasmo de mi mujer, los chicos dejaron de masajearla y besarla, dos de ellos la tomaron de las manos, la levantaron y la llevaron a la sección plastificada, ella se hincó en el centro y todos la rodeamos para que ella nos chupara la verga a todos y nos masturbara, éramos siete hombres en total además de Greta y Alexa que en momentos ayudaban a María en su mamada múltiple y en otros momentos solo besaban su cuerpo y la tocaban o se paraban detrás de los hombres para acariciarnos y besarnos.
María lamía, chupaba y masturbaba a cada hombre y nosotros nos limitábamos a acariciar su cabello o su rostro, así estuvimos hasta que uno de los chicos comenzó a masturbarse solo y anunció su orgasmo, María acercó su rostro lo más que pudo a su pene sin dejar de tocarnos al resto, entonces salieron los chorros de leche sobre la cara de mi mujer, era blanca, espesa y mucha la carga que cubrió totalmente su cara, ella sonreía excitada y sacaba su lengua para lamer los restos de la verga del chico que seguía dando espasmos de placer, los demás comenzamos a masturbarnos y enseguida uno de los chicos negros aventó su carga sobre el pecho de María, otra vez bastante leche espesa que ella aprovechaba para frotar en sus redondas tetas, otro chico y Sergio se pusieron detrás de ella y aventaron todo lo que pudieron en su espalda y su trasero, María se untaba toda la leche cremosa que podía en sus nalgas carnosas y en sus piernas y lo que alcanzaba de su espalda, quedábamos tres por terminar, el siguiente fui yo, María se acostó y se abrió de piernas, apunté a su pubis y lancé un gran chorro de leche gracias a la bebida que me ofrecieron en la cena, no podía creer la cantidad que salía de mí, no era tanto como los otros chicos pero fue muy respetable, María se unto mi leche en su clítoris, pubis y en el estómago, me guiñó un ojo mientras se mordía los labios, yo me levanté para tomar aire y recuperar fuerza, vi como Greta y Alexa daban una sesión de besos y caricias a la verga de Sergio, que estaba sentado en una silla y acariciaba las cabezas de sus mujeres, enseguida se vinieron los otros dos chicos que quedaban, uno otra vez en el rostro y otro en las tetas de María, ahora sí estaba casi completamente bañada en semen blanco y resbaloso, se escuchaba como el liquido pasaba por sus manos y su piel mientras ella lo untaba y esparcía por todos lados.
El primer chico negro en venirse estaba listo para una segunda ronda, los demás estaban en eso, María se puso en cuatro y se metía todo el dedo índice en su culo, le dijo al chico "Entra aquí", él, que tenía piernas muy largas, puso la rodilla izquierda en el suelo plastificado y plantó el pie derecho fuera del plástico para no mancharse tanto y para darle mayor empuje a su verga dentro del ano de mi esposa, quien una vez teniéndola dentro solo gemía como gatita en celo con la boca abierta y los ojos bien cerrados, otro de los chicos le metió la verga dentro de la boca sin avisar pero ella lo recibió con gusto, y así estuvieron bombeando a María por "delante" y por "detrás", el negro seguía culeandola mientras el otro chico se venía en su cara, después llegó otro chico a ofrecerle más verga de comer a María y también se vino en su cara mientras el negro continuaba, y luego otro más, el negro no paraba de cogerse a María por el culo, yo ya estaba retomando fuerzas, tomé una silla y me senté muy cerca de mi esposa para ver como entraba la enorme verga del negro dentro de su culo y escuchaba todo ese semen pegándose en entre las nalgas de ella y el pubis de él.
El negro sacó su verga del culo de María y ella se volteó para hacerlo venir en sus tetas, yo interrumpí la acción y tomé la mano de mi mujer para que me agarrara el nabo y me lo jalara, y entonces le dije al negro "Permíteme" y con mi mano derecha comencé a sobarle su enorme verga, solo de sentirla en mis manos me excito al grado de tener la mía dura, hinchada en las manos de mi mujer, ella se dio cuenta y me la chupo un poco, el negro avisó que se venía, le apreté mas la verga y la jalé aún más rápido, le masajeé los huevos y le sobé la punta cada vez que llegaba a ella, la leche comenzó a salirle a borbotones sobre las tetas de María, ella se untó todo en el pecho y estómago y siguió chupándomela; los dos chicos que quedaban se acercaron y María me dijo que esperara, otra vez se puso en cuatro para que uno la penetrara ahora por la vagina mientras masturbaba y chupaba al otro, volteé a ver a Sergio que ya estaba en la cama con su mujer y su hija, volví mi mirada a María que no tardó en hacer venirse a los otros chicos, ahora sí, su cuerpo estaba completamente cubierto de semen caliente, ella me dijo "Ven aquí conmigo" me tomó de la mano y me hizo acostar en el suelo plastificado y resbaloso, y entonces se sentó encima de mi cara y se abalanzó sobre mi verga para hacer un 69, sus ricas nalgas estaban cubiertas de leche de otros 6 hombres, sus tetas se pegaban en mi estómago y resbalaban, cada parte de su cuerpo que yo tocaba estaba cubierto de leche espesa, yo sentía que mi verga reventaba, dentro de su boca, nos vinimos casi al mismo tiempo, esta vez ella se tragó toda mi descarga y yo olí, sentí y probé el placer de la fantasía de María a flor de piel.