El castigo
Perversiones... Dominación
“Sé que han sido días pesados mi liante y quería darnos un break algo... algo fogoso ¡Como me malcrías! Y si estoy agotadita mucho esfuerzo físico eso y que cocinas mejor que yo” Ambos nos reímos y unos besitos, me cuelgo de tus brazos para unirnos en un apasionado beso, me acomodo las prendas "¿Dime me pongo algo más cómodo?" sonrió pícaramente. "tu veras laztana Por mí puedes dejártelo pero eso sí atente a las consecuencias. No creo poder resistirme demasiado con esa vestimenta Grrr. ¡Mira! Se nos ha manchado la faldita de semen...“ Cuando bajo mi preciosa carita para mirar, con tu dedo le das un golpecito a mi nariz " Uno a cero, jejejeje" Y de esta forma tan inocente, crees que has empezado un guerra sin cuartel "Bueno, prepararemos unas Basa-burguesas..."
"Siii sabes que me encantan, sinceramente sino hiciera tantas cosas me tendrías como una vaca a veces pienso que me ves ¡cara de pavo!" Ríes con mis ocurrencias, sé que con tanta locura que digo hacerte reír es una de mis especialidades. Dudo en la vestimenta, pero quiero algo más cómodo para el resto del día, salgo como rayo al cuarto y sin pensarlo mucho, una de tus camisas sin nada de debajo, mi vestimenta típica de muchos días en casa "¿Por qué tu ropa es tan cómoda?" digo mientras me remango la camisa y veo que ya sacas todos los ingredientes para preparar las "Basa-burguesas" Mientras preparas las basa-burguesas me ves entrar y tienes que desviar tus pensamientos. Esa vestimenta tampoco ayuda mucho, pero en fin. "Laztana, ayúdame con esto un poquito" Me vas dando indicaciones y preparamos una rica cena de la que damos buena cuenta mientras vemos una vieja serie en la TV. Tras cenar, recogemos todo. "¿qué prefieres hacer, maitia? Podemos salir a tomar el fresco a la calle, dar un paseo y tomar algo, o ponemos una peli. He bajado Pulp Fiction, que no has visto, pero con esta noche...”
"Me apetece un paseo Bihotza la noche está muy bonita además debemos salir a la calle o pensaran que somos asesinos seriales o algo así, mira que los finde ni asomamos la cabeza ¡O peor! pensaran que somos vampiros, aunque eso no tiene mucha lógica ya que salimos entre semana..." sigo hablando y hablando sabes que suelo perderme en mis argumentos un besito me trae de vuelta "¿un rápido paseo y la peli? Todavía es temprano y nos daría tiempo ¿no crees?" sé que no tengo que insistir demasiado, a veces pienso que me malcrías. Pongo esa cara de niña a la que no te puedes resistir, tomo tu mano y vamos rapidito a nuestra habitación y me siento en la cama "ya que mí camarógrafo sabe que es lo que me queda bien debe elegir que llevare puesto" suelto una nueva carcajada, en muchas ocasiones te sorprende mi actuar
“Vamos a ver lo que tenemos aquí. ¿Minifalda y top? Nooop. No quiero peleas ¿Pichi y parisinas? Tentador ¿Pantalones negros ajustados marcando culito y camiseta heavy? Mmm. Mejor algo casual, para estar por el pueblo. Toma, shorts de jeans, esta camiseta blanca de snoopy y tus deportivas. Estarás preciosa.” Te encantaría vestirme con la camiseta de hello kitty y los shorts rostas pero crees que provocarías demasiadas miradas y algún tortazo de las chicas a sus parejas… Nop. Mejor así. Me encierro en la habitación para vestirme pero esa mirada que te lanzo…
Es una invitación a que me sigas con la mirada. Dejo la puerta entreabierta y me quito tu camisa, fácil no llevo más debajo. En mi piel todavía el olor a sexo se puede sentir, me doy la vuelta y observo mi culito en el espejo todavía un poquito abierto. Tomo unas braguitas de snoopy también, estas son de un color celeste suave pienso en si ponérmelas o no, pero creo que por hoy las dejare de lado al igual que el sostén, abro la puerta y como era de esperar das al piso por estar apoyado espiándome "¿te parece bien si no llevo nada debajo? es por si queremos hacer travesuras..." sonrió pícaramente y noto tus ojos clavados en mis senitos que se notan redonditos “Como tu veas princesa, pero si te vas a poner los shorts igual vas incomoda sin nada debajo, si fuera el pichi… pero el sostén déjalo si quieres. De todas formas refresca a las noches, toma también la chaqueta vaquera por si acaso.” Deseas verme provocativa, pero no quieres que tu niña atrape un resfriado. Observas con deleite como me visto, como las prendas de vestir cubren mi precioso cuerpo. Y a pesar de haberte descargado ya esa tarde, no puedes evitar un respingo de tu verga cuando cubro mi cuerpo con la camiseta y mis erizados pezones se clavan en ella. “Er, sip. Mejor ponte la chaqueta mi vida”
"está bien vida, pero el sostén si lo dejo, me dejaste muy sensible" Entiendo perfectamente ese tono donde sé que estas tratando de controlarte para no arrancarme la ropa. Me coloco la chaqueta, a pesar de cargarla se puede notar lo duro de mis pezoncitos "te parece un paseo y tomamos algo para alegrarnos, no se ¿una copita?" Me cuelgo a tu cuello para besarte y sin descaro aprietas mis nalgas, amasándolas a tu gusto. "vida controla a hulk" te digo. "Me parece perfecto. Podemos acercarnos al muga y nos tomamos algo allí, y tranki... hulk está dormidito... por ahora" Las últimas palabras las acompañas de una sonora nalgada en mi trasero y un escalofrió recorre tu cuerpo al recordar como escasos minutos atrás, mi culito se tragaba tu verga por completo. Salimos de la casa y nos damos de la mano para el paseo. La caminata hasta el muga es placentera y no dejamos de hablar de F1, WWE, comics y pelis, intercambiando opiniones, como siempre. "Aupa Suar, a mí me apetece un gic tonic y para mi princesa..."
"Para mí una bebida de verdad ponme un buen... Me apetece a ver… dame un whisky, como ves yo si tengo buen gusto para beber no como mi Bihotza" suelto una risa y empezamos a alegrarnos con la bebida, eso dispara la dureza de mis pezones que pareciera quieren atravesar la camisa. Me acerco a ti para darte un beso y como me he quitado la chaqueta mis pezoncitos se clavan en tu pecho al notarlo me sonrojo y te miro de manera inocente. "Aiiiins laztana no tienes remedio." Me dices sin perder detalle de mis pezoncitos. "Me parece que cuando regresemos sacare a mi colega de nuevo de paseo, jejeje" Me das un suave beso e intentas cambiar de tema para distraerte de esos preciosos y fantásticos diamantes. Me sonrojo un poco más y comenzamos a hablar de comics, sabes lo mucho que me gusta Deadpool así que me entretengo un rato explicándote detalles del personaje que no sabías y juntos tratamos de entender mejor como se desarrollan los multiversos de Flash, me quedo mirándote un momento y me acerco a ti y te susurro al oído "te cuento un secreto... eres mordible" digo mientras muerdo tu cuello algo fuerte "en serio" digo al poco con una sonrisa de niña inocente.
" Auch! Me has dejado marca. Tendrás que darle cuentas a mi mama..." Tus ojos se clavan en los míos y dibujas una sonrisa picarona en tu cara. "Tendré que castigarte por esta falta, niñita. Suar, por favor, un paquetón de palomitas, de las grandes" Ensanchas tu lobuna sonrisa y diriges tus ojos a mis duros pezoncitos. Te acercas moviendo un poco tu silla y lanzas una furtiva mirada a la parroquia. Nadie observa. Tu mano se desliza por mis piernas y sube por mi vientre y avanza con velocidad hasta apretar una de mis tetitas con suavidad provocando una de mis miradas de reproche a lo que respondes sacándome la lengua. "A este juego podemos jugar los dos" miro alrededor nadie nos presta atención tampoco hay muchas personas así que me acerco a ti y mi mano recorre tu pierna hasta rozar suavemente tu miembro lo aprieto un poco y luego me separo de ti. Tomo mí bebida y le doy un buen sorbo dedicándote una sonrisa provocativa, bajo mi mirada hacia mis senitos el alcohol no ayuda porque siguen duros como puntas de diamante y por lo visto mi travesura te ha pasado factura.
Mi maniobra te ha desconcertado y sorprendido y sobre todo, ha puesto a tu amiguito en pie de guerra. No te importaría demasiado, si no fuera por la pequeña pega de que tienes que ir al baño. Como tantas otras veces, miras la tele y desvías tus pensamientos para disminuir el bulto, que se nota de forma exagerada dentro de tus pantalones. Cuando se acerca Suar con las palomitas y otras dos bebidas te relajas un poco, porque eso seguro que te distrae. “Muchas gracias amigo ¿Alguna novedad por el pueblo?” Suar se queda un poquito hablando con nosotros y le ves como se le escapan miradas fugaces a mis diamantes y no puede evitar dejar escapar una sonrisita cómplice cuando se cruzan sus miradas. Cuando se levanta, te diriges al baño como una exhalación. Cuando entras al baño noto varias miradas sobre mí en especial la de dos sujetos que no nos han quitado la vista desde que entramos. Aprovecho que no hay mucho movimiento y le saco platica a Suar para sentirme más cómoda, por mi mente pasa "(¿por qué duras tanto en el baño?)" cuando por fin sales me siento mucho más cómoda y busco tus brazos para sentirme completamente segura. "¿oye que estabas haciendo allí? ya te imaginaba en una escena amorosa con algún chaval" A tu regreso, tras esperar en la puerta a que un abuelete del pueblo saliese y hablar con el de cosas triviales, me ves con carita preocupada. Mis palabras te dan un ataque de risa “Ains mi celosilla” ambos reímos, nos acercamos y me siento en una de tus piernas para terminar de disfrutar las palomitas "tenemos espectadores ¿te apetece jugar un rato liante?"
Cuando te indico con la mirada las personas que supongo nos observan, no puedes evitar sorprenderte y alegrarte muchísimo. “Son dos viejos amigos míos laztana, a los que hace años que no veo.” Les saludas con la mano y ellos te devuelven el saludo. “Seguramente les daba corte acercarse. ¿Quieres conocerles? Venían a la escuela conmigo y uno de ellos jugaba a basket también. ¿Te animas?" Creo que de las cosas que más te gustan de mi es que mantengo ese lado infantil y sumamente tímido que me ha costado superar. Asiento con la cabeza y cuando te adelantas me quedo un poquito atrás, lo pienso dos veces y me voy detrás de ti. Cuando llegamos a la mesa los saludas animadamente, eres una persona sociable todo lo contrario a mí. Asomo mi cabeza desde tu espalda como una marmota que sale al exterior y te haces a un lado presentándomelos.
Tras las presentaciones, nos sentamos a charlar animadamente con ellos y en seguida me siento como pez en el agua, puesto que me hacen participar de la conversación. Hablamos de los viejos tiempos de la escuela y me acribillan a preguntas acerca de todo lo que ha cambiado su vieja alma mater desde que la abandonaron. Tus queridos amigos, sacan tus colores contándome, entre sonoras carcajadas, algunas de tus “liadas”, sobre todo Iñaki, que te conoce desde los 4 años. Adoras ver cómo me río y mi cantarina risa es bien recibida por todos. Tras un par de horas de risas e historias, nos despedimos con la promesa de volver a quedar otro día con más tiempo y de una cena entre todos los viejos amigos.
El camino a casa es rápido te platico que me han agradado tus viejos amigos. Al llegar a casa levanto un poco todo para que quede más ordenado. Aún queda bastante de la noche, mis ojitos brillan cuando pongo lo que va de la nueva temporada de Doctor Who. Me acerco a ti como una gatita y casi ronroneándote te digo "¿podemos verla laztana?" no es que me sea muy difícil convencerte para algo, pero sé que así no puedes decirme que no. Sonrió y me cuelgo de tu cuello para darte un beso, un beso dulce y meloso. "Por supuesto mi vida." Sigues abrazándome y besándome, acompañándome hasta el sofá, donde me siento, y me quitas el calzado y mis shorts para que este mas cómoda, poniendo muchísimo cuidado en darme un beso justo encima de mi botoncito cuando lo haces. Segundos después, desapareces de la sala para quitarte la ropa y ponerte cómoda. Tengo ya sintonizada la tele cuando llegas, por lo que te acoplas a mi lado, abrazándome fuerte para ver la serie. En esa posición y totalmente relajados, luchas contra tus parpados que pesan como el plomo. Mientras pasa la primera mitad del primer capítulo de la temporada me emociono, la nueva acompañante del doctor ¿qué hace en esa universidad?, todas ellas son respuestas que van surgiendo en mi mente cuando te dedico una mirada, hemos adoptado una de muestras posiciones favoritas con tu cabeza recostada en mi pecho. Luchas por mantenerte despierto. "Laztana anda mí amor. Vamos a dormir, estas agotado" insistes en quedarte despierto un poco más pero sé que estás cansado así que me levanto mientras te incorporadas de esa posición y voy apagando todo, te levantas abrazándome por detrás, siento tu calor te doy mi mano que se entrelaza con la tuya y nos dirigimos a la camita.
Abres tus ojos y una tenue claridad asoma por la rendija de la puerta. Miras tu reloj debajo de la sabana para no despertarme con la luz. Las 9.30. Intentas hacer memoria de la noche anterior. ¿Cómo llegaste a la cama? Recuerdas que estábamos viendo la serie, pero… ¿llegaste a ver el inicio? Supones que te moverías en automático hasta la cama. Sigo profundamente dormidita. Te encanta verme así. Te pegas de nuevo a mi cuerpo, suave y calentito y como un resorte, mis manos atrapan tus brazos y los llevan a mi pecho. Vuelves a cerrar los ojitos, un poco más. Un suave movimiento mío vuelve a despertarte, pero sigo dormida. Aun así, he liberado tu mano. Hora: 10.53. Y tengo un poquito de gusa. Me miras, estoy dormida y un poco destapada. Tomas el borde del edredón para taparme pero al mirarme desnudita y con esa pose tan…sugerente, sete ocurre una maldad. Te posicionas muy lentamente, mi respiración sigue profunda. Olfateas mi cuerpo. Adoras esa mezcla de olores, de niña, sexo y gel de baño. Estas sobre mi depilada rajita y pasas tu lengua sobre ella muy muy lentamente, para poder darme el mejor de los despertares.
Mmmmm, te estás dando un banquete delicioso y yo dormidita. Te asombras como aun así, me mojo nada más invadir mi almejita con mi lengua. Mis jadeos, suave indican que aun duermo. Mejor. Buscarás ese sueño húmedo. Suspiro, mi respiración que sale de su tranquilo sueño, movimientos que provienen de la parte sur de mi cuerpo. Mis ojos se abren algo desorientados, con mi respiración ya mucho más agitada. Cuando logro enfocar, la sabana hecha a un lado, mis piernas sobre tus hombros y tu lengua en mi almejita, estas absorto en tu labor "¿Mmmm adelantando el desayuno?" digo entre unos suaves jadeitos que te ha tomado por sorpresa. Te animas a seguir nuevamente en tu labor y lames con más ganas "mmm sigue laztana" tu lengua recorre mi botoncito "hoy te mmm tengo una sorpresa mmmm" sonrío de manera perversa y veo el brillo de tus ojos. Cuando me despierto y comento algo de una sorpresa te agitas de excitación, pero pronto recuerdas tu actitud de ayer hacia mí, y el temor te invade. "¿Es buena mi niña?" Consigues articular con tu cara empapada por mis flujos. Y sin esperar una repuesta, te zambulles de nuevo entre mis piernas, que es donde más te gusta estar, lamiendo mi depilado coñito y presionando tu lengua en su imparable camino hacia mi culo.
Mi sonrisa la conoces perfectamente, es esa que esconde una venganza y que te produce excitación y algo de temor a la vez. "Mmmm es buena para mi" mi risa es flojita, mezclada entre suaves jadeos la habitación esta oscura así que no tengo mucha idea de que hora podría ser, al poco dejo de preocuparme del tiempo y cruzo mis piernas aprisionando tu cabeza "cómeme" suelto en un tonito algo exigente y te lanzo otra sonrisa. Tienes tu cara apretada contra mi raja y mi movimiento te ha pillado despistado, pero es donde te encanta estar. Adoras la presión que mis piernas hacen sobre tu cabeza, apretándote contra si, porque lejos de tomártelo como una sumisión, que lo es, lo consideras como una muestra de que disfruto con tu comida, tanto o más, como tu realizándola. Piensas acercarme a la cordura, al delirio, al éxtasis. Intentas zafarte unos segundos para coger el trípode y encenderlo todo de nuevo…. "Deja las cámaras para después concéntrate en mi" digo en un tono de reproche un tanto infantil. Te sujeto con fuerza a mis piernas para sentir al máximo el recorrido de tu lengua, mis gemidos flojitos van en aumento y te lanzo miraditas perversas, pensando en todo lo que tengo planeado para el día que sin duda será una experiencia muy gratificante para mí...
"Vaaale, pero es que quería documentarlo todo, jejeje. " Me dices con tu cara ya empapada en mis flujos, pero de sobra sabes que es inútil insistir. Sigues deleitándote con mi sabor, enterrando dentro de mi almeja la punta de yu lengua que busca el más preciado tesoro, alternándolo con suaves apretones de mi clítoris y continuas succiones que hacen que me estremezcas. Por el aumento de mis gemidos, crees que mi orgasmo está cerca y cada vez, te apetece más, esos deliciosos jugos. Mi cuerpo no lo puede resistir por mucho más. Y aprieto mis piernas contra tu cara al momento de estallar en un intenso orgasmo. Mis gemidos inundan la habitación y a la vez se va relajando mi cuerpo. Tomo mí móvil, pasadas las 11... "dormimos mucho... ¿desarmuerzo?" digo para comer el desayuno como almuerzo mientras te acercas a besarme pegando tu verga dura a mi tripita "¿poli o cuero?" susurro en tu oído puedo notar algo de desconcierto y curiosidad cuando pronuncio esas palabras, pero me muevo de la cama, sino no nos levantaremos y tengo otros planes...
"Estas deliciosa, mi vida. Cada día estas más rica" Te desplomas sobre mi tras mi potente orgasmo. Mis palabras te descolocan. Poli o cuero. Que miedito. "¿Por qué no ambas? el finde es muy largo. Cuero para empezar, pero ahorita pondré el desayuno." Y te vas a la cocina, con la cabeza llena de confusión. Cuando preparas el café, y bates la leche para mi chocochino, una fugaz maldad cruza tu mente “(¿y si me corro sobre su café?)” la idea es muy tentadora pero decides no hacerlo la lechita tiene que ser servida de forma directa, jejejeje. “¡¡Princesa!! ¡Tienes el desayuno!" Me levanto relajadita, como es habitual me coloco una de tus viejas camisas para andar cómoda por casa. Dando unos saltitos llego a la cocina y mi café favorito recién hecho. Te sientas y yo también lo hago mientras comienzo a devorar el desayuno sigo planeando el resto del día. (Todavía es temprano, quizás un paseo... o ver algo de tele... Y más tarde...) Me sacas de mis pensamientos animándome a platicar te dedico una sonrisa sabes que es muy fácil que me pierda en mis pensares. Un buen sorbo a mi chocochino y te digo lo bien que te ha salido, me acerco a ti sentándome en tus piernas "¿qué te parece si antes del cuero hacemos otra cosa?" sonrió mientras mis dedos dibujan círculos en tu pecho.
El desayuno te está encantando, lo estas disfrutando al máximo. Al terminar, cuando me siento sobre ti, tus manos se posan en mis piernas Y se mueven hacia mi culito. “Te escucho mi vida, ¿tienes algo en la cabeza O nos vamos directamente a dar un paseo en la moto y tomamos algo?“ Tienes curiosidad por saber que te espera con el cuero, pero sabes que conmigo las prisas no son buenas, así que te harás el despistado huidizo. Te doy un beso intenso "pues me apetece la idea vida" me estoy dando mi tiempo sé que lo curioso que eres y de seguro te debes estar comiendo la cabeza pensado que te espera más tarde. Tus manos juguetean con mi culito amasándolo, te lanzo una mirada de reproche. "Quédate tranquilo... oh y recuerda algo la navaja no sirve de nada con unas esposas" suelto una risita malvada y salgo corriendo a nuestro cuarto "hoy te toca lavar los platos" me asomo sacándote la lengua. "¿Esposas? ¿Qué esposas? ¿DONDE ESPOSAS? ¡¡No corras!! ¡Getilla! ¡Que el desayuno lo hice yooooo!" Sales corriendo para darme caza y un pequeño escarmiento. Cuentas con que mi risa me retrasará pero no es suficiente, así que me lanzas tu camiseta. Tienes que detenerme antes de que llegue al cuarto o todo habrá terminado. Si me atrapas, al fin sabrás lo que tramo. Me lo sacaras a cosquilla limpia.
Cuando te siento pisándome los talones logro entrar al cuarto y te lanzo la puerta en la cara "no no no, todavía no vas a saber nada" suelto mi tono juguetón "anda vida lava los platos y yo hago la cena" suelto ese tonito de súplica medio infantil al cual se no te puedes negar. Me rio detrás de la puerta, mi mente sigue maquinando lo que sucederá más tarde, coloco el seguro en la puerta para evitar alguna emboscada... (Perfecto todo esta... Jaja la sorpresa que se va a llevar) me digo para mis adentros mientras empiezo a buscar la ropa para el paseo. Te vuelves desolado a la cocina y lavas los platos a todo correr, pero dejas el grifo semi abierto para que haga ruido. Te mueves en silencio por el pasillo y tratas de escuchar a través de la puerta. Pero no has conseguido nada porque en ese momento enciendo la música y una bala de Scorpions inunda el piso. Terminas de recoger todo y regresas, con la firme intención de entrar ahí dentro y descubrir lo que tramo. Aporreas la puerta jugando. “Abre la puerta, quiero pasar, si no lo haces, soplare y soplare hasta derribarla “
"Eh... ¡No! que me estoy vistiendo y me da pena que me veas" digo partiéndome de risa pues sabes que me encanta fastidiarte "además sé que me harás algo si entras, mejor se buen chico y anda a la cocina jeje" Sé que no te rendirás pero debo mantenerme firme en mi decisión busco entre mi ropa unas botas de cuero negro que me regalaste hace unas cuantas semanas. Luego de pensarlo el día esta agradable así que opto por unos shorts de jean que están acompañados por unas medias de malla. Una camiseta de Iron Maiden y la chaqueta. Me acerco a la puerta "si te atreves a hacer algo, adiós sorpresa y adiós a mí culito durante la próxima semana" espero la amenaza surta el efecto que deseo Buena amenaza, sí. Y lo peor es que soy perfectamente capaz de cumplirla. Una retirada a tiempo es una victoria. Sales corriendo de detrás de la puerta, pero te esconderás, pera que me cueste encontrarte.
El escondite es perfecto. Desde aquí, puedo ver, sin ser visto. Salgo de la habitación desconfiada, mirando de un lado a otro y te llamo. Silencio. Comienzo a caminar por la casa, con paso lento, tanteando, mirando detrás de cada puerta y con ese tono infantil de niñita asustada, que escucha un ruido en casa cuando está sola. Me acerco. Cada vez estoy más cerca. Debes morder tus labios para no reírte a carcajadas. Continúo acercándome. “(Solo un par de pasitos más, y serás mía. Bwwwaaa, ha, ha, haa)” Tan imperceptible pero puedo escuchar un breve intento de risa, se perfectamente que me dirijo a la trampa pero acepto el desafío quiero ver si serás capaz de atacarme y de ser así deberás atenerte a las consecuencias... "laztana..." digo casi como un susurro me acerco y... fallido no estás en ese lugar siento crecer la tensión en mí, sé que te escondes cual vil lobo... "Falcón... ya sabes lo que puede pasar" afirmo triunfante
Escuchas mis susurros y mi silencio, intentando localizarte. Escuchas mis sutiles amenazas, muy bien dirigidas, pero vanas. Me escuchas cada vez más cerca y además, puedes verme. Estoy cada vez más cerca. Ahora ya puedes sentir mi fragancia, ese delicioso perfume que tanto nos gusta a ambos. Paso por delante sin tan siquiera mirar donde estas escondido. Sospechabas que no sabía de este sitio. Entro en la cocina y continúo con susurros, intentando provocarte. Cuando ya no puedes verme, sales de tu escondite y te mueves sin hacer ruido hacia la habitación, con la intención de fisgonear fugazmente lo que tramo, pero cambias de idea. Me he currado la sorpresa y no quieres estropearla. Te escondes dentro del armario empotrado del salón, que ya he revisado y dejas escapar una risita malévola. Comienzo a frustrarme cada vez un poco más, sabes que puedo hacerlo con suma facilidad y pienso darme por vencida ya revise cada parte de la casa y no he dado contigo, pienso en emplear otra técnica quizás apunte a mi favor "Bueno ya que te desapareciste supongo que ya no quieres mi sorpresa así que me voy al paseo sola" me acerco a la puerta la abro y luego la vuelvo a cerrar, pero me he escondido a ver si de esa manera te hago salir.
Agudizas el oído para averiguar si estoy, o si me he ido de verdad. No oyes nada. Estas tentado de dejarme ir, solo por testaruda. Pero, no merece la pena empezar un enfado. Sales del armario y ves mis llaves encima de la mesa. Nunca salgo sin mis llaves. Estoy escondida. Ves que el cazador, se convierte en presa. Muy despacito y sin hacer ruido, atento a cada movimiento, roce o respiración. Piensas un poco. Solo puedo estar en el estudio. Te vas de caza de nuevo. Me rio para mis adentros me has pasado por el lado y ni cuenta te has dado. El más puro silencio es el que hace vida en casa. Con sumo cuidado me quito las botas para que mis pisadas sean más ligeras. Pienso en la manera adecuada, opto por lo mejor una emboscada rápida. Con ligereza me acerco a ti, te diriges al estudio que equivocado estabas de mi localización. Un rápido movimiento y salto sobre tu espalda. Mis manos rodean tu cuello y tu instintivamente sujetas mis piernas para no perder el equilibrio "cazador, cazado" muerdo tu cuello y suelto un gruñidito "soy una tigrita goaaarrrr"
Iras despacito para atraparme sin resistencia y ¡epa! En el momento que salto sobre ti, eres consciente de que te he derrotado. Has caído en mi trampa como un corderito. Tus manos se aferran a mis piernas para que no caiga, pero también para que no me escape. Al tiempo que muerdo tu cuello, te diriges con premura hacia el salón, y te inclino hacia atrás para depositarme sobre el sofá. "Ya eres mía, gatita" Tus manos vuelan por mi cuerpo buscando mis cosquillas que hacen que ría a carcajadas. Mis tentadores senos se sienten firmes y duros bajo la camiseta y puedes apreciar como mis pezones se encrespan como rocas. "¡pero bueno mi niña! desconocía que la risa te provocase eso." Te hago pucheros con mi boca, y sabes que debes detenerte "quiero dar el paseo..." digo un tanto sonrojada, el contacto de tus manos rozando mi piel ha hecho que mis pezones salen como puntas de diamante bastante duras. Te acercas a mí para besarme y aprovecho ese momento para atacarte con mis manitas provocándote cosquillas, a final de cuentas quien tiene más cosquillas de los dos eres tú.
Mi contraataque te sorprende y ríes a carcajadas. Sí, tienes más cosquillas que yo. Tras unos minutos de risas incontenibles por ambas partes, haces valer tu inmensa superioridad física para inmovilizarme y mirándome a los ojos, me besas con la máxima ternura. "Vayamos a dar ese paseo mi niña" Me tomas de la mano y juntitos, salimos por la puerta rumbo al garaje. No puedo evitar mirarte de manera embobada, cuanto te amo. Me acerco a ti colgándome de tu cuello para darte un próximo beso, Tus manos sujetan mi cadera y el instinto te hace llevarlas a mi culito, muerdo un poco mi labio creo que con esta pinta provocare a más de uno "modo koala activado" te digo mientras alistamos todo y enciendes la moto, me coloco detrás de ti sujetándote con firmeza, me pasas el casco y te colocas el tuyo también. Arrancamos para disfrutar parte del día, pero mi mente no puede apartarse de mi plan.
Te encanta sentirme a tu lado, apretada contra ti. Empezamos el paseo suave, por una ruta fácil y conocida. Tampoco quieres alejarnos mucho para que no se nos pase mucho la hora. Además, estas deseoso de conocer mis planes para hoy. Subimos por una carretera de montaña que no conozco y nos aproximamos al sitio. Aprietas mi pierna para llamar mi atención hacia la derecha, entre árboles y esperas mi reacción que no se hace esperar. Te pido que pares la moto, pero no lo harás. Avanzaras un poco más, hasta el mirador para que pueda apreciar toda la belleza del lugar. Que puedo decir, la vista es sublime, estacionas y todavía suelo maravillarme con facilidad ante este tipo de paisajes. Sacas el móvil antes de que me dé cuenta y comienzas a tomarme fotos. "Estoy empezando a creer que necesitas más de un Tera..." reímos, me acerco a ti apartando el móvil y guardándolo en tu bolsillo. Rozo tu miembro casi sin intención solo para ver tu reacción. Te beso, tus manos se aprovechan para pasearse por todo mi cuerpo "que bella es la libertad de movimientos, yo mejor fuese elegido poli..." suelto una risita y pienso darme a la fuga, pero tus manos me sujetan cuando estoy por emprender la huida, me sujetas con firmeza de mí tripita. Tu mano se posa sobre el short y aprietas mi almejita, muerdes suave mi cuello pensando que de esa manera confesare pero estas equivocado.
"Sé que no te voy a sonsacar, laztana. Relaaaajate." Tus labios juegan en mi cuello, tus manos acarician mi cuerpo, subiendo por mi tripita hacia mis firmes tetitas a las que se aferran, tan solo para comenzar un nuevo descenso. Suben ligeramente mi top, dejando al aire mi ombliguito con el que te entretienes, mientras sigues besando mi cuello y susurrando seseantes palabras en mi oído. Tu mano se desliza sibilina dentro de mi ajustado short, rozando mi lunar, rozando mi pubis. Tu erección no puede ser más potente. Un poquito más y tu mano habrá alcanzado su objetivo, cuando, justo en ese momento, ruidos de motos irrumpen en la tranquilidad del monte. "¡Salvada por la campana!" Nos apartamos un poco, mi cara no puede estar más colorada, sonrojada. Me acomodo rápidamente, el ruido se hace cada vez más cerca. Un par de motos unos hombres con su respectiva pareja que se estacionan no muy lejos de nosotros, el bombillo de mí picardía se enciende. Busco tus labios con uno de esos besos que te ponen a punto, tus manos aferradas a mi culito son muestra de que estas dejándote llevar.
Ves cómo me sonrojo y te encanta. Pero la sorpresa también es tuya, cuando vuelvo a la carga, y en esta ocasión, el que se sonroja eres tú. Te dejas llevar y besas mis labios. Tus manos se deslizan por mis pantalones y se aferran a mi culito, sujetándolo con fuerza. Tu boca se desliza por mis mejillas y busca mi cuello que se desplaza a un lado. Uno de los moteros, casi tan alto y corpulento como yo, se acerca a nosotros. “Perdonad amigos. ¿Tenéis fuego?“ Te acercas a la moto y abras el arcón para sacar un encendedor, que siempre tienes a mano junto con tu navaja. Los otros tres también se acercan y comenzamos una agradable charla entre hermanos moteros. Me da algo de risa, estas algo rojo por nuestras travesura anterior, empezamos a hablar de las motos y de la vía, para tener una pinta tan intimidante son personas muy amables, como suele suceder... Te abrazo mientras continuamos la plática. Me sujetas de mi cadera, algunas miradas fugaces por parte de los moteros, pero nada de qué preocuparse. Tu mano que baja y sujeta mi culito con fuerza es una reafirmación de que te pertenezco.
Tras una amistosa y agradable charla en la que intercambiamos nuestros teléfonos para futuras rutas moteras, continuamos el camino. Completamos la preciosa vuelta y dejamos la moto, pero antes de entrar a comer, me propones dar un pequeño paseo a pie, para desentumecernos. Un ratito después, y ya en casa, me pides ayudita para terminar de preparar la comida, de la que damos buena cuenta. Tras el postre, un delicioso helado. Te diriges a la sala habiendo olvidado nuestro juego de esta tarde. "Amor voy a revisar unos apuntes de la uni. Dame unos min y te alcanzo" Espero tu respuesta, veo cómo te acomodas en el sofá, mi sonrisa de oreja a oreja no se hace esperar. Me dirijo con paso ligero a nuestro cuarto. Saco los juguetes que escondí antes de irnos y la vestimenta. Me preparo para ver tu reacción, un sexy conjuntito de domina negro, con encajes y bastante sugerentes. Debajo una tanguita negra de encaje que se pierde a la perfección en mi culito. Suelto mi cabello y me coloco las botas con tacón, en mis manos llevo una fusta (no pienso usarla o ¿sí?) Eso lo veré luego y las esposas colgando de mí cintura. Tomo una de tus corbatas y le hago el nudo, me acerco lentamente en la sala me coloco frente a ti colocándote la corbata justa en el cuello "tu chica me ha contratado para darte una lección, pues el día de ayer fuiste un salvaje con ella"
En ese momento, al verme entrar en la sala, suceden dos cosas de forma instantánea. Por un lado, te quedas atónito, mirándome embobado, sin poder hablar y por otra, una potentísima e instantánea erección que aprieta tu verga dentro de tus pantalones. La excitación y el embeleso no te permiten decir nada más que balbuceos. Aprovecho tu momento de atontamiento "vamos" te ordeno mientras te jalo de la corbata al cuarto, sigues sin rechistar se nota que sigues embobado por la imagen que te he presentado, es la primera vez que tomo el control de ese manera. Te empujo contra la cama y ante de que te des cuenta quedas esposado a la cabecera de la cama, cuando comienzas a reaccionar y te ves indefenso no puedo evitar soltar una carcajada. No sabes cómo, ni de qué manera, pero ha sucedido. De repente, eres consciente de la realidad y te ves esposado a tu propia cama, indefenso. La situación te produce excitación, morbo y temor a partes iguales. La visión de mi cuerpo, de mi atuendo, hace que tu erección sea cada vez mayor. "Mmm mi niña, ¿qué pretendes? Mmmmm. Me parece una idea excelente, peeeero... Escucha, suéltame, y preparo las cámaras de video, para poder grabarlo todo. De verdad." Pones tu mejor cara de bueno, esa cara de cachorrito que sabes que derrite. "¡¡Sera un video espectacular que podemos titular: El castigo!!"
"Shhh no es que no confié en ti... Pero eres un escorpión y si te suelto yo seré la rana" Saco las cámaras y las monto a la perfección "no eres el único que sabe hacerlo bihotza" Siento mi interior estallar en jugos, le doy inicio a las cámaras, una montada de lado, la otra de frente y te coloco la que va en tu cabeza, en ese momento puedo sentir lo intenso de tu aliento sobre mí. Me alejo y admito el morbo que me produce es increíble, pues siendo honestos quien manda en la cama eres tú y jamás me he podido resistir a tu manos. Pero estas atado... Suelto un suave azote entre tus piernas "hoy serás castigado" mi tono es algo brusco y fuerte, no ese de niña/mujer al que estás acostumbrado y la expresión en tu rostro lo dice todo. Te quedas atónito ante mis movimientos y mis palabras. Lo tenía todo pensado y ves que esta vez, no podrás engañarme. La dulce niñita se ha convertido en una amazona, en una domina. No estás acostumbrado a ceder el mando en ninguno de los aspectos de tu vida, pero crees que te gustara experimentar esa nueva sensación. Cuando mi ardiente cuerpo se acerca al tuyo, intentas tocarme, lamerme, besarme, pero estas totalmente esposado a la cama. "Mi vida... me encanta este juego, pero ¿has oído hablar alguna vez del juego de Gerald?"
Te lanzo una mirada picara "¿Se te olvida que lo leímos hace un par de meses cuando nos dimos buena cuenta de los libros de King?" susurro en tu oído que solo tú puedas captarlo. "Hoy yo mando" mi voz vuelve a tener ese tono estricto, paseo la punta de la fusta por toda tu piel... Mi mirada de morbo, tu mirada impaciente... Me coloco sobre ti con mi rajita en tu cara sentándome en tu rostro "come" Impaciente, sudoroso, expectante y sobre-excitado observas mi cuerpo cada vez más cerca. Puedes ver el brillo de mi almejita, apretada y rezumando flujos. Puedes sentir su olor. Y lo deseas. Estoy cada vez más cerca. La excitación te impide escuchar mis palabras, solo quieres saborearme. Cada vez más cerca. Te haces de rogar apretándote contra la almohada todo lo que puedo, pero no resistiré más. Cuando aprieto mi carne contra tu cara, los jugos de mi vagina se escurren hacia fuera por la presión. Acatas tu orden con celeridad y entierras tu lengua en lo más profundo de mi coño. Tus manos se mueven para intentar agarrarte el culo, pero están condenadamente encadenadas. Quieres sentir mi presión en tu cara, por lo que aprietas tu cabeza contra mi cuerpo y tu lengua se mueve veloz, juguetona, y hábil dentro de mí. Absorbes mis flujos y aprietas mi clítoris con tus labios, lo que hace que me mojes más, ofreciéndote el néctar más delicioso del mundo.
De forma súbita me levanto, lo veo en tu rostro no te agrada lo que acabo de hacer. Me acerco a tu oído "tengo una sorpresita" me acercó a la cómoda para tomar un pequeño consolador anal "Siempre he querido intentarlo" mi sonrisa y lo colorado de mis pómulos indican que estoy perdiendo los papeles Te estás dando un auténtico banquete, disfrutando de mi deliciosa rajita. Es deliciosa, jugosa y... "¡Eh! ¡No te levantes!" Tu cara de enojo es clara. Cuando te digo lo de la sorpresita la intriga te invade. Segundos después saco el consolador y te dejo descolocado. "P-peero... mi vida....no puedo jugar contigo con eso, tengo mis manos atadas. Poo por que eso es para ti, ¿verdad? ¿verdaaad?" Tengo una sonrisa lobuna en la cara y me acerco muy despacito. Tu polla esta dura como una roca, mirando al techo, amenazante. "Vas a darme un espectáculo de cómo lo usas en tu cuerpecito, ¿verdad?"
"No es muy grande... Aunque debo lubricarlo primero.... Y no... No es para mí" me acerco a tu rostro mostrándote mi rajita. Dejo ir el consolador para que se lubrique como es debido. Todo cerquita de ti pero sin poder tocar, ese es el peor de los castigos para alguien como tú que difícilmente me quita las manos de encima. Tienes mi rajita tan cerca que si sacas tu lengua y te estiras un poco…. No. No alcanzas. La perfecta visión de mi coño, mi magnifico olor, mi proximidad y mis roces, te están Matando. Literalmente. Fuerzas tus brazos para soltarte, pero las esposas son buenas, Por fortuna para mí, porque de lo contrario, la follada seria épica. Me acerco nuevamente a tu polla y me coloco entre tus piernas para que no las vayas a cerrar, primero te pajeo suavemente y me detengo en medio de tu placer. Saco el consolador ya muy empapado por mis flujos y lo acerco a tu anito, mi sonrisa lobuna no se hace esperar al ver tu cara de sorpresa Mi suave masturbación calma tus nervios, pero mis palabras lo acrecientan. Me he colocado muy ágilmente entre tus piernas, impidiéndote cerrarlas. Ves el consolador en mis manos y lo estoy lubricando. “Enga niña, como broma, está muy bien. Jajajajajaja. Ya nos hemos divertido. Ahora, suéltame, o cabálgame anda” Mi sonrisa no te inspira nada bueno.
Mi sonrisa esta acompaña de una sonora carcajada "¿a qué le temes?" pregunto en tono coqueto "será solo... la puntita" continuo riéndome mientras lubrico un poco más con mis juguitos, luego de eso pienso torturarte un poco más, tratas de zafarte pero es complicado. Y comienzo a pasear el consolador por tu zona anal sin intenciones de meterlo ¿o quizás sí? “venga, vale. Lo comprendo. Yo desvirgue tu tierno culito y ahora tú quieres hacer lo mismo conmigo. De acuerdo. Pero recuerda que yo fui muy suave, tierno y amoroso ¿vale?” Me pones tu mejor cara de niño bueno, pero la verdad es que una parte de ti, quiere experimentar esa nueva sensación. En tu mente aparece una imagen de un juguetito que viste en una peli, un consolador doble, con dos “penes”, mirando en direcciones opuestas, donde la chica se coloca uno en el interior de su vagina, y penetra al chico con el otro extremo. Podría ser interesante, pero te lo archivarás en secreto en tu cabeza de momento. Mi pícara sonrisa no puede ser más clara “Mi vida, recuerda que yo lo lamí muy muy bien primero, y primero metí mis deditos, y al final, con mucho gel…”
Sigo punteando tu anito sin hacerte mucho caso, pero lo hago solo por fastidiarte. Me acerco a tus labios y te beso suavemente para luego susurrarte "tranquilo lo haré con cuidado" tomo el lubricante en mis manos y unto bastante en mis deditos, masajeo suavemente y veo cómo te inquietas un poco. Con delicadeza dejo entrar un dedito, ese mismo de siempre pero al poco está acompañado de otro, lo hago suave con movimientos circulares. Tu respiración se acelera y noto tu erección más dura que antes "ah alguien le gusta lo que estoy haciendo" suelto en tono pícaro. Reconoces que el juego te está gustando cada vez más, pero te descoloca tu falta de dominio. Falta de costumbre. Sientes el juguete en tu culito, rondando y el frio gel. Sientes mi dedito colándose, como tantas veces, y cuando ya te acostumbras a él, un segundo invitado. Mis hábiles dedos se mueven con suavidad y decisión y sientes como busco ese famoso punto "g" que los hombres tienen escondido. Mis infantiles palabras te excitan, el sutil movimiento de mis dedos también. Quieres tocarte, pero tus manos están firmemente sujetas. "princesa, la tengo dura como una roca. Pajeame un poquito anda..."
Suelto una leve carcajada y no me distraigo de mí labor pero tu mirada me pide a gritos que te ayude con ello. Cuando mis deditos están bien adentro mi otra mano te regala una suave masturbación que te arranca gruñiditos. Tenerte a mi merced me encantan, aunque me fascina cuando tomas el control, no pienso decírtelo y desaprovechar esta oportunidad. Luego me alejo nuevamente, coloco mi rajita en tu cara que devoras sin piedad, cuando ya he calmado algo mí deseo te quejas cuando me aparto y me dirijo nuevamente a tu anito, esta vez con el consolador. Tanteo un poco el terreno y si bien opone un poquito de resistencia entra sin mucha dificultad La situación te está desquiciando. Lujuria disparada y tú sin poder moverte. Fuerzas las cadenas intentando agarrar mi culito, mi cuerpo, mi… lo que sea. “Por tu bien, no me sueltes o te violare.” El sabor de mi rajita te calma, pero poco ha sido insuficiente igual que mi suave paja. Mis dedos dentro de tu culo junto con el sabor de mi vagina, te han causado un placer más grande de lo que pensabas, supones, multiplicado por la excitación. Ves y sientes la entrada del consolador en tu culo. Sientes su invasión y no puedes reprimir un sonido gutural, mezcla de gemido, gruñido y suspiro. Ha entrado del todo y tienes que reconocer que no te desagrada, mi mano en tu polla hace una mezcla de sensaciones deliciosa. Empiezo un suave movimiento que empieza a gustarte. Tu polla da fuertes latigazos de excitación. “por tu bien, princesa… no me sueltes”
"No te preocupes te quedaras atadito" mi siguiente acción es colocarme sobre tu polla y me dejo caer suavemente clavándome por completo, mis dedos toman el consolador y empiezo un ritmo lento de esos delirantes para ambos. Los movimientos de mi cadera son acompañados por el movimiento del consolador. Siento como intentas zafarte, te estoy dando la espalda y sé que anhelas con muchas ganas poder enterrar tus dedos en mi culito y hacer una penetración brutal. Pero te estoy torturando en ese sentido "mmm si sigues así te lastimaras las muñecas" suspiro, jadeo y disfruto de mi poder.
El placer que sientes es el mayor de tu vida, ¡pero! ¡¡¡Quieres el control!!! No te importa que meta el juguete por tu culito de hecho es excitante, pero quieres follarme fuerte mientras tanto. El ritmo lento te está poniendo y ver mi culo, el agujerito de mi culo, allí, tan cerca que casi puedes rozarlo... casi "Mi vida, siéntate un ratito en mi boca, anda. Que quiero saborearte un poquito..." Tu tono suplicante me hace soltar una risita, es la primera vez que te noto tan descolocado. Me levanto sin muchas ganas dejando el consolador dentro de ti y cumplo tu petición te dejo saborearme un ratito pero cuando más lo disfrutas nuevamente me alejo, la protesta de tu parte no se hace esperar pero regreso a la posición de antes con ese ritmo lento y delirante que deseas cambiar a uno salvaje pero estas en mi control. Este juego delirante te está desquiciando, enloqueciendo y descontrolando. Tus manos atadas te impiden atacar mi culito, tu lengua y tu boca sedienta, piden a gritos un poquito más de mi flujo, tu polla, desea velocidad y fuerza, y yo con ese endiabladamente lento ritmo que te saca de tus casillas. Y para más consternación, el consolador en tu culito y mi mano manejando el ritmo. Consigues reunir fuerzas y aliento, entre lentos jadeos y suspiros consigues articular unas palabras: "mi niña, no me sueltes. Por tu bien. Y cuando lo hagas..... Corre y escóndete"
"No te soltare hasta que te calmes mmm que me vas a violar cuando lo haga..." Hago un puchero mientras mis deditos adentran un poco más el consolador en ti, aumento el ritmo de mis caderas, mucho más fuerte porque así me lo pide mi rajita, es una satisfacción para ambos, pienso que estoy siendo un poco dura por tenerte como León enjaulado. Por otro lado ¿cuándo volveré a tener esta oportunidad? me rio un poco al ver tu cara "¡que te vas a lastimar las muñecas!" te digo al ver que ya tu blanca piel se encuentra roja alrededor de las esposas por tu intento de zafarte. La situación es nueva para ti, pero tienes que reconocer que en el fondo, te está encantando cederme el control. Lo manejo a la perfección. El aumento de mi ritmo calma levemente tu lujuria, pero no poder tocar, no poder oler, no poder lamer... Te está desquiciando y de forma inconsciente tiras de las esposas que no ceden ni un ápice. Una carcajada se escapa de tu boca imaginándote libre de repente, la carita de sorpresa que pondría y la furiosa follada que me darías. "Uf, mi vida. NO ME SUELTES" Noto inquieta como de manera inconsciente sigues moviendo tus manos en un intento desesperado por soltarte. Me doy vuelta clavándome lentamente de nuevo, el juguete queda en tu interior y mis manos sobre tu pecho para ayudarme con mis movimientos, me muevo con gracia y soltura, emitiendo suaves gemiditos. Me acerco a tu boca que devora la mía de una manera insaciable me aparto nuevamente y un sonido de queja de tus labios es silenciado por mi dedo "shhhh, lo menos que haré es soltarte hulk" sonrío y doy una lamidita en tu nariz.
La excitación a penas te permite hablar y crees que será mejor que deje de forzar los brazos porque podrías lastimarte. Mi deliciosa cadencia, mi ritmo lento y demencial, te colma de placer, pero quieres la lujuria, te hace desear fuerza y velocidad. Quieres tocarme, quiero acariciarme, quiero agarrarme el culo y darme alguna nalgada. Quieres comerme y sentir mi sabor, pero te dejas llevar con resignación y gozo. "mi niña, lo haces de lujo. Sigue. Porfi..." Pronuncias cada palabra acompañada de una pausa y un sonoro jadeo. La eyaculación ya puede dejarte en coma porque si no... Siento algo de penita por ti, dudo por un segundo pero luego me rectifico no debo soltarte, no al menos antes de que termines. Me aferro bien a tu pecho para aumentar mucho más el ritmo, mis senitos vuelan se bambolean con esa potencia cada vez que me clavo un poco más, puedo sentir como tu polla llega hasta lo más profundo de mi ser. Noto tu cara de placer esa que me muestra cuando deseas hacérmelo con fuerza, este juego tendrá sus consecuencias.
“Así, mi vida, perfecto ¡Sigue así!” No sabes ni cómo has sido capaz de pronunciar esas palabras entre jadeos y suspiros. El aumento del ritmo y la profundidad de la penetración, calman tus instintos y el goce en estos momentos, es mayúsculo, uno de los mayores que puedes recordar. Sientes el juguetito clavado en tu culo, estimulándolo por completo, multiplicando tu placer. Ves mis tetitas rebotando danzarinas, y sientes deseos de agarrarlas, besarlas, chupetearlas, pero tus manos siguen firmemente sujetas a las esposas. Detengo levemente el ritmo frenético que llevo, para manipular el consolador e introducirlo un poco más, arrancándote otro gruñido y una potentísima palpitación de tu polla, que de seguro he notado en mi interior. Sonrío, te beso y continúo mis delirantes movimientos. Un poco más de potencia, justo lo que necesitábamos. Muevo mis caderas con soltura, con experiencia esa que he adquirido a tu lado. Mis uñas rasguñan algo tu pecho, y decido cambiar por un movimiento circular que se perfectamente nos pone a tono a los dos. Cada vez siento más los latigazos de tu polla que anuncian falta poco para tu corrida. Levantadas tus caderas mientras más me clavas también más se clava el juguete dentro de ti. Jadeo, sudorosa las gotitas bajan por mi cuerpo y caen en tu pecho, un beso otra vez y continúo el movimiento frenético. Estas a punto de perder el sentido y desfallecer de placer y tienes la sensación de que cuando te corras, la eyaculación será tan potente, que me elevará unos metros hacia el techo. No puedes estar más excitado ni más lujurioso. Pensabas que con la película filmada, habíamos alcanzado el sumun, pero es evidente que te equivocaste. ¡Las cámaras! Con toda la excitación te habías olvidado de ellas. Esta escena marcara una época “mi vida, estoy a puntito… “
Sé que es lo que necesitas, impulso mis caderas con ganas, deseo y determinación ayudada por el impulso de tus caderas, yo también estoy a puntito, tus gruñidos, lo sé no resistirás mucho, yo tampoco. Me apoyo en tu pecho clavándome con fuerza a tu miembro. Unos cuantos movimientos bastan... Mis paredes se contraen, tu verga pega latigazos soltando tu leche y yo empapándote con mis juguitos. Lo intenso de un orgasmo simultáneo las sensaciones que nos invaden, tus gruñidos y mis gemidos ahogados, tus chorros disparados hacia lo más profundo de mí y mis jugos mojándote por completo El orgasmo ha sido brutal. Ambos orgasmos lo han sido. Las sensaciones increíbles. Sentir tu polla apretada por mi coñito, mis uñas en tu pecho y el juguetito firmemente clavado en tu culo, añadido a la inmovilidad. Que más se puede pedir. El desmayo casi nos alcanza tras los orgasmos, y finalmente me desplomo sobre ti. Mi cuerpo descansa sobre el tuyo, mientras la química natural hace su efecto. Tu verga, aun semi rígida, da pequeñas sacudidas en mi interior. Mi respiración se hace más lenta desearías acariciar mi sedosa cabecita y mi pequeña espalda, pero no puedes. "princesa, antes de que te adormezcas... ¿te importaría retirar el juguetito de mi culo?" Medio adormilada y con una sonrisa juguetona, lo retiro suavemente y me estiro un poco para soltar las esposas. En cuanto tus manos se liberan como un pulpo comienzas a acariciarme. Nos besamos dulcemente, nos acurrucamos dormitándonos, con tus manos por fin libres no pierdes tiempo y yo me relajo por completo sintiendo tus caricias y el sueño me golpea pero no quiero dormirme deseo alargar este momento, sentirme en tus brazos, cada uno demandando toda la atención del otro…