El castigo de mi padre
Mi padre esta muy enfadado por una cosa que hago.
El castigo de mi padre
Hola me llamo Laura y soy de Madrid. Vivo muy cerca del centro de la ciudad y estudio bachillerato, aunque preferiría estar trabajando para pagarme mis caprichitos, pero mi familia es muy clásica y mi padre no aceptaría que su hija trabajara. Suelo pasar casi todo el tiempo con mi novio Javi. Llevábamos ya tres meses, le conocí en el instituto, es el típico niño de papa con mucho dinero. Era la envidia de todas las chicas del instituto, era guapo y tenía una moto, que mas puede pedir una chica de 18 años.
Javi y yo solíamos ir al parque con sus amigos o a dar vueltas con la moto, aprovechaba cualquier ocasión para meterme mano, yo se lo ponía difícil y no dejaba que me penetrara, nunca lo había hecho y tenía mucho miedo. La verdad es que soy una chica muy maciza, como dirían sus amigos. Melena rubia, ojos azules, labios carnosos, rasgos felinos, delgadita pero con unas buenas tetas incipientes. Me gustaba depilarme el pubis, cuando lo hacia no podía evitar acariciarme con mis dedos humedecidos en saliva, estaba empezando a tener ya muchas ganas y esto lo repetía cada vez que me bañaba o lavaba. Notar la sensación de agua caliente lubricado con mucho jabón corriendo por todo mi cuerpo, me excitaba mucho. Me solía frotar mis partes con mucha delicadeza y tocaba con la otra mano las tetas poniéndome muy cachonda.
Un día nos escapamos de clase por la mañana y nos fuimos con la moto a un parque muy tranquilo que había a las afueras, ese día estaba dispuesta a todo, no podía mas aguantar lo excitada que estaba y la curiosidad que sentía. Pero de camino nos empezó a llover con fuerza. Decidimos entonces ir a mi casa a refugiarnos, al instituto no podíamos volver y en su casa estaba su madre que no trabajaba. En la mía no había nadie mis padres trabajaban todo el día y teníamos la casa para nosotros solos.
Entre yo sola primero, y cuando comprobé que estaba allí sola le hice una llamada perdida al móvil y subió. Yo estaba un tanto nerviosa, tenia ganas de empezar a disfrutar pero tenia mucho miedo por si pudiera aparecer alguien, aunque ya seria mala suerte.
Nos fuimos a mi habitación y empezamos besándonos unos minutos pero pronto nos aceleramos, me quito la camiseta y el sujetador de golpe, cogiendo con sus manos mis dos tetas. Las agarraba con fuerza, y mientras su lengua humedecía mis pezones que estaban poniéndose muy duros. Yo con mi mano le sujetaba la cabeza, con la otra mano le palpaba el paquete. Lo tenía totalmente duro, no era muy grande pero era perfecto para mi primera vez. Él estaba desatado y sin aguantarlo más se bajo totalmente los pantalones y me arrastro la cabeza hasta su polla. Se la mame con todas mis ganas, el sabor me estaba resultando delicioso y absorbía toda mi saliva, no quería desperdiciar nada de ese rico placer.
-"Pero que coño esta pasando aquí ¡joder!". Me quede blanca sin saber lo que hacer, era la voz de mi padre, me di la vuelta y le vi. Estaba allí de pie en la puerta de mi habitación, con cara de enfurecido, apunto de estallarle las venas del cuello. No podía creer lo que estaba pasando.
Sin previo aviso se abalanzo sobre mi novio y empezó a darle puñetazos por todos lados gritando:
-"Hijo de la gran puta, vete de aquí, me cago en Dios", estaba totalmente ido, loco, fuera de si. Yo le intentaba sujetar pero me era imposible, no podía dejar de llorar al ver aquella escena, pidiéndole que parara. Mi padre se dio la vuelta y me tiro a la cama de un tortazo, nunca me había pegado pero ese día estaba un poco borracho y se le fue la situación de las manos.
Acabo echándole a puñetazo limpio de casa medio desnudo a la calle. Mi padre es un hombre muy fornido y fibroso, aunque tiene 50 años, se mantiene en forma por el deporte que hace. Yo me había quedado sola en la habitación sin dejar de llorar esperando lo peor que me pudiera pasar. Mi padre desatado, con la cara desencajada vino corriendo a mi habitación. No paraba de gritar dando vueltas por ella preguntándome porque coño había echo eso y como había tenido la poca vergüenza de traérmelo a casa. Me decía constantemente:
-"¡Eres un golfa!, una puta y una golfa, porque eso solo lo hacen las putas y las golfas". Gritando enfurecido.
Yo estaba sentada en la cama era como una autentica pesadilla, le pedía que se calmara que solo estábamos besándonos.
-"¿Besándoos?, ¡zorra!, tu que te crees que yo soy tonto joder o ¿que? Le estabas comiendo la polla que te he visto, ya veras cuando se entere tu madre de la hija tan puta que tiene" me gritaba.
-"No por favor no digas nada de esto a mama, te lo suplico". Le dije.
-"¿¡Por que!? Se tiene que enterar de lo tontas y puta que eres, que encima te lo traes a casa, ¡puta!" me respondió.
Me puse de rodillas y sin dejar el llanto le suplicaba:
-"No papi por favor, ¡no!"
-"Pero que coño estabas haciendo joder" gritaba enfurecido, le notaba cada vez mas nervioso y yo estaba atemorizaba, temía que en cualquier momento me lanzaría un torta sin esperarla.
-"Que querías ¿eh? contesta, querías polla ¡¡eh!!" .Sin parar de gritar.
-"¡Maldita zorra!, seguro que era eso lo que querías, una polla en tu boca, era eso ¿no?". Yo estaba muy asustada de lo que me fuera a pasar.
-"¡Pues toma polla!" de pronto me agarro fuertemente del pelo y puso mi cara en todo su paquete, me apretaba con mucha fuerza y me estaba quedando sin respiración, yo le golpeaba en la tripa sin parar de llorar, mientras que él me aplastaba la cara contra su pantalón con mas y mas fuerza sin parar de gritarme:
-"Ahora que ¡eh!, te juro por tu madre que vas a acabar harta de tanta polla, por puta".
Me tuvo así mas de un minuto sin dejar de restregarse mi cara por sus partes, yo me estaba quedando sin aliento por aquella humillación, tenia la cara dolorida de sus botones incrustados en mis mejillas, boca y ojos. Y él seguía apretando con muchísima fuerza.
Tras un rato ya estábamos cansados, el de gritar y yo de llorar y de soportar el dolor, cuando de pronto empecé a notar con la cara como se estaba poniendo cachondo. Su polla se empezaba a poner dura, eso despertó en mí una sensación paradigmática e indescriptible, estaba viendo como crecía la gran polla de mi padre.
El bulto que empezaba a despertar de su pantalón era enorme, no podía evitar el también ponerme caliente de lo que le estaba sucediendo a su polla. Él se quedo sin palabras y el forcejeo que tenia conmigo empezó a disminuir aunque nunca me soltó de la cabellera.
-"Mira como me la has puesto ahora, zorra eso era lo que querías ¿no? Pues vas a ver ahora lo que es bueno" me dijo con su voz grave y varonil. Yo seguía en el suelo de rodillas sin dejar de llorar aunque por dentro estaba totalmente excitada por sus palabras, en el fondo estaba deseando que se bajara los pantalones y me enseñara esa polla enorme.
Y lo hizo, se saco toda la verga entera por la abertura de la cremallera, era muy morena como él, de unos 23cm, muy gorda y con un gran capullo rojizo, estaba fuera toda la polla enfrente mía con unas gotitas recién salidas del calentón y las venas se le marcaban como si del brazo de un culturista se tratara, yo no podía dejar de mirarla y mi padre me decía:
-"Ahora si que te la vas a comer de verdad, puta, venga empieza".
Yo empecé sin ningún pudor, estábamos los dos solos y muy calientes de una situación tan morbosa como la que estábamos viviendo y con las energías a flor de piel de aquella discusión que habíamos mantenido. Cerré los ojos y me acerque lentamente, y con la lengua recogí esas gotitas que estaban a punto de caer, mi cara tenia una expresión de tristeza marcada por los restos de lagrimas que aun caían por mi rostro, pero en mi interior mi corazón no dejaba de palpitar como si fuera a reventar, aunque mas adelante descubrí que no seria lo único.
Primero fui despacito chupando detenidamente el capullo pero pronto él me agarro otra vez de la cabeza obligándome a que me la tragara entera, fue cuando me desate, coloque mi melena rubia hacia un lado e inclinando la cabeza, cogí con mis manos fuertemente su polla y empecé a chupar sin parar. Aquella polla iba a destrozar mi boca pero yo gozaba viéndole la cara que estaba poniendo, él apretaba sus labios levantado el bigote en señal de placer mientras que yo procuraba no dejar nada fuera de mi boca, tragaba y tragaba sin parar me faltaba aire pero me daba igual solo quería disfrutar de esa polla. Mi boca estaba totalmente llena de carne no había ni un hueco, se me salía la saliva por los dos lados como si de una catarata se tratara. Me la saco de la boca y bruscamente me cogio y me lanzo a la cama boca arriba, yo no dejaba de relamerme mis carnosos labios de lo rico que era su gran miembro, se acerco a mi y se lanzo encima mía poniendo sus rodilla a cada lado de mi cabeza y otra vez me la introdujo con fuerza follándome la boca sin parar como si estuviera totalmente loco.
Estaba supercachonda era un experiencia única, tenia a mi padre follandome la boca con su grandísima polla, y estaba empezando a lubricar y mucho mis braguitas blancas que las tenias metidas dentro de mi, marcándome el coñito. Cuando mi padre giro la cabeza y se percato de este detalle enseguida con uno de sus enormes dedos aparto la braguita y lo unto recogiendo el jugo que de ahí salía, llevándoselo directamente a la boca.
-"Joder Laurita como te voy a poner""menuda putita estas echas" me decía una y otra vez mirándome con una cara que nunca olvidare.
La saco de mi boca y deslizándose hacia abajo iba rozando su cuerpo ya sudoroso contra él mío. Primero paro en las tetas mordiendo con los dientes la punta de mis pezones, era muy doloroso como si te clavaran pequeñas agujas pero mi placentero, yo no podía parar de mojar no se lo que me estaba pasado, según me comía las tetas notaba como su capullo palpaba mi vientre, estaba deseosa, y como loca por que me penetrara.
Siguió bajando hasta que llego a mis partes mas intimas, lo primero que hizo fue apartar los labios del capuchón que lo cubría y con unos golpecitos con su dedo note como vibraba mi cuerpo entero, me paso la lengua, una, dos, .como si un león fuera lamiendo su presa, yo no lo pude evitar y le apreté con fuerza la cabeza como si lo quisiese introducir dentro de mi, con la otra mano no dejaba de sobarme los pezones para seguir con la sensación que él me había dejado. Un escalofrió de placer empezó a recorrer todo mi cuerpo. Ya no podía más y le dije con un susurro gimiendo:
-"Por favor follame ya" no podía creer que se lo estuviera diciendo a él.
-"Ahora voy gatita" me respondió, me resulto muy chocante porque gatita era como me llamaba desde pequeña.
Se incorporó y se puso delante mía de rodillas en la cama, no podía dejar de verle a él y como su polla se balancea de un lado al otro con sus movimientos, puso sus dos manos sobre mis rodillas y abriéndomelas empezó a recorrer el camino de la perdida de mi virginidad, no me lo podía creer era todo totalmente surrealista. Pero enseguida desperté de mis pensamientos y empecé a notar como su polla me estaba penetrando entera. Lo hizo muy lentamente pero enseguida recupero el ritmo que hasta ahora estábamos teniendo, yo no podía dejar de correrme tenia las sabanas blancas totalmente empapadas y notaba una gran presión dentro de mi, fue un placer extremo y pronto me relaje dando paso a que la pudiera introducir entera. Mi padre no dejaba de gemir con voz grave y profunda al lado de mi oreja mientras me comía el cuello y yo le acariciaba y le agarraba fuertemente la espalda para que no se separara.
Estuvimos follando mucho tiempo aunque a mi se me estaba pasando muy rápido, cuando de repente saco su enorme polla y levantándose me giro violentamente poniéndome a cuatro patas.
-"Venga putita que te voy a follar el culo" me dijo, aunque yo le suplique que no.
-"Por favor eso no, por favor" grite asustada.
Y con un buen azote en el trasero me dijo:
-"Como que no, quédate ahí anda y cállate ¡joder! "me respondió. Era como si todavía estuviera enfadado, pero me gustaba esa forma tan violenta y agresiva con la que me trataba.
Mis piernas estaban temblando y me estaba poniendo muy nerviosa eso empeoraba las cosas porque impedía que su polla me follara el culo, me mojo el ano con mucha saliva y sin previo aviso, como si de un toro se tratara me envistió por detrás con una fuerza descomunal. Perdí la noción por segundos, sentía mi cuerpo desvalido y cuando regrese en mi, tenia toda su gran polla follándome el culo sin parar, gire la cabeza y le vi a él que estaba con una cara de vicio impresionante en breve incline mi cuerpo hacia delante para rebajar el dolor, mientras él me cogía por la cintura fuertemente para que no me escapara. Notaba una presión enorme dentro de mi, pero la fricción de su polla en mi ano era un placer que me hacia retorcerme de gusto, el dolor se había convertido en un vicio exquisito. Tras unos minutos follándome con mucha fuerza, me volvió a girar y dejándome sentada en la cama me sujeto la cabeza y una explosión de semen empezó a brotar de su pene inundándome la cara, emitiendo un gemido largo y profundo que nunca pude olvidar. Yo no podía mas estaba extasiada pero todavía me quedaban fuerzas para relamer ese rico majar calentito que me estaba dando mi padre.
Sin decirme nada se marcho de la habitación desnudo y con la polla todavía tiesa, y yo me quede recordando todos los momentos de la follada que me había, lo que empezó siendo un castigo fue un autentico placer.