El carpintero Ponciano y su nieto.
Entonces Poncho limpió el semen que salía de su pene con mi vestido, se acomodó el pantalón y camino donde estábamos Remigio y yo. Creo que le pellizco una nalga por qué Remigio respingo haciendo que metiera su flácido pene en mi vagina, yo me estremecí y poncho le dijo;
- Ya párate escuintle qué hay que comer.
- Es que se siente chingon estar abrazado de la señorita Martha.
- Hazle caso a tu abuelo que ya tenemos que comer, quítate que voy a tener que calentar todo de nuevo.
- Si chamaco ya hace hambre. Este escuintle con tal de seguir montado en el guayabo ni de la comida se acuerda.
- Poncho ¿para qué te limpias con mi vestido? Voy a tener que buscar algo más que ponerme.
- Solo ponte tú calzoncito y tus chicheros, quiero que nos atiendas así.
- ¿En serio?
- Claro quiero mirarte por la casa en tu ropa íntima.
Dudé un poco, pero hacía calor, estaba en casa y ya había pasado el umbral de lo prohibido así que me puse la tanga, el sostén que por el encaje se transparentaban las areolas de mis pezones entonces fui a calentar la comida, mientras eso pasaba fui a el baño por un panti protector -si hay una mujer leyendo esto entenderá- regresé a servir de nuevo, Remigio ya estaba vestido y sentado esperando con poncho la comida en la mesa. Entonces comenzó a llover de una forma bárbara fue entonces cuando Poncho hizo una llamada, por lo que escuché avisaba que ya no iban a poder llegar a su casa por qué estaba lloviendo muy fuerte y que se quedaban en casa de un compadre suyo.
- Es todavía algo temprano ¿y si se pasa la lluvia?
- Como pasas a creer, esta lluvia ya se cerró, por eso de una vez avisé, porque luego se preocupan por el escuintle. Digo anduviera solo ps ni quien se acuerde.
- Está bien que cuides a Remigio, ¿está cerca donde vive tu compadre?
- Jajajaja Donde crees jajaja, eso lo dije pa destantear, si la mera verdad es que nos vamos a quedar aquí contigo.
- ¿En serio?
- ¡Que! ¿No te parece la idea?
- No, por mi está bien sirve que me hacen compañía, ahora hay que comer si no se vuelve a enfriar la comida.
- Se ve muy bonita.
- Gracias Remigio.
Terminamos de comer, poncho me comentó que como les faltaba poco iban aprovechar para acabar así que se dirigieron a terminar el mueble yo aproveché para prender el boiler y bañarme. Ni se dieron cuenta, cuando estaba bañándome pensaba en lo que había hecho me remordía la conciencia, aun cuando la había pasado bien otra parte de mi quería estar con Poncho quería estar de nuevo con el anciano que me había iniciado en el camino de la lujuria. Me puse él pants ligero que uso para dormir y una playera de tirantes delgada pues hacía calor, claro está que sin ropa interior. Cuando salí me mencionó Poncho:
- Ya terminamos
- ¡Qué bien! Si gustan bañarse pueden pasar al baño que el agua está caliente.
- Hora no manches yo quería bañarme contigo.
- No, lo siento se van a bañar ustedes aparte.
El saco una bolsa de plástico y de ahí saco ropa;
- Hoy si viniste preparado.
- Si mija no quería que me pasara lo mismo.
Ellos acudieron a bañarse y yo mientras me puse a ver una película. Esta vez sí tenía toallas que podían usar ellos. Al salir poncho se sentó a mi lado y yo aproveché para acorrucarme en sus brazos él me comenzó a acariciar el cabello, después empezó a sobarme mi brazo y por encima de mi camiseta acariciaba mis senos, esto hizo que mis pezones se pusieran erectos. Remigio quiso acercarse, pero poncho le dijo;
- ¿Onde vas? Vuélvete pa’ allá.
- Quería sentarme cerca de Martha.
- Tú quédate allá y termina de ver la película.
El metió mano por debajo de mi camiseta y estaba feliz sobando mis senos. Pronto pude presenciar el bulto que se le hacía en el pantalón. Yo comencé a sobar por encima de su pantalón y sentía como semejante trozo de carne se ponía a todo lo que da, mi vagina comenzó a lubricarse, pues se preparaba para albergarlo. El sobaba mis senos y yo su pene sin ningún recato, justo cuando iba a desabrochar su pantalón el saco su mano de mi camiseta y me dio una nalgada y me dijo;
- Tranquila mija vamos pa tu cuarto.
Yo solo asentí con la cabeza. Remigio se quería parar, pero Poncho le dijo;
- Ya estuvo bueno de lecciones para ti, quédate ahí y ve la tele.
Remigio a regaña dientes se volvió a sentar mientras nosotros nos dirigimos al cuarto. Yo entre primero el me siguió, prendí la luz y el me dio una nalgada, me estremecí y no puedo negarlo me gusto. Me tomo de la cintura me dio la vuelta y comenzó a besarme apasionadamente mientras masajeaba mis pompis. Dejo caer su pantalón junto con sus calzoncillos se quitó la camisa y quedó desnudó frente a mí, su pene estaba erecto así que lo tome con una mano y comencé a masturbarlo mientras nos besábamos, paramos un poco pues me baje el pants y el subió mi camiseta dejándome desnuda frente a él. Me tomo de la cintura y comenzó a chupar mis senos y a morder mis pezones.
- ¡Aaaaaahhhh!
- ¿Te lastime?
- No para nada me gusto, solo que me estremeció los mordiscos, solo se delicado Poncho.
- Mmmmmm shuck, shuck, shuck, muack, muack, muack
En eso puso sus dedos en mi boca para que los chupara, así lo hice, acto seguido los dirigió a mi vagina masajeo por encima la entrada de mi vagina, mis labios estaban mojados. Entonces encontró mi clítoris e inicio un suave masajeo circular algo torpe, pero me excito demasiado.
- Wow que rico aaaaaaaahhhhh mmmmm, siiiiiiiiiiii papi
- Te voy a sacar todo el jugo de tu pucha. Muack, muack, muack
- Si papi soy tuya haaaaaaas conmmmmmigo lo que quieraaaaaaas.
No podía pronunciar bien las palabras pues estaba disfrutando mucho. Su pene estaba contra mi estómago y ya me había manchado de su líquido preseminal. En eso se animó a meter su dedo en mi vagina y yo me estremecí al sentirlo dentro de mí, comenzó a meterlo y sacarlo...
- Aaaaaaaahhhhhh Diooooooos
- ¿Te encanta Mija?
- Siiiiii mmmmmmm muack, muack, muack mmmmm
Lo besaba mientras él metía su dedo en mi pequeña vagina depilada. De pronto saco su dedo y lo puso en mi boca al principio me hice hacia atrás, entonces Poncho me besó y me dijo;
- Chiquita quiero ver que pruebes de tu miel.
- ¿En serio? Pero yo no...
No me dejo terminar y metió su dedo humedecido por mis fluidos, yo probé con algo de asco, aunque para ser sincera no sabía mal quizá por la situación o por el momento de calentura y eso me puso al cien.
- Shuck mmmm shuck, shuck
- Así mi amor, lámelo, sigue, sigue, sigue
Poncho me trataba de forma dominante, ahora era el quien tomaba el control de la situación y eso me estaba gustando. Se separó y se arrodilló sobre el colchón y me dijo;
- Quiero que vengas en cuatro a mamarme el pito.
- Mmmju ¿eso quieras?
- No seas arisca que sé que te urge por chuparmela.
Para ser sincera no me hice de rogar y a gatas me dirigí y chupe ese gran trozo de carne, lamí su enorme glande que llenaba mi pequeña boquita saboree su líquido preseminal. Yo estaba de nuevo dando placer a ese viejo gordo que se estremecía y hacía todo lo posible por meter por completo a mi boquita ese gran trozo de carne.
- ¡Ooooohhhhhh! Sigue, chupa, chupa sácame la leche. ¿te gusta el dulce que te trae tu macho?
- Mmmmmmjuu muack shuck shuck
El sacaba su enorme pene y lo golpeaba a mis mejillas con su enorme glande, yo comencé un sube y baja con mi mano mientras lamía el gran glande de Poncho él estaba en la gloria.
- Así mija oooooohhhh chupa, chupa, chupa sácame la leche aaaaaaahhhhh.
- Shuck, shuck, shuck, muack, muack,
A veces el me presionaba de más haciendo que su glande llegara hasta mi campanilla provocándome ascos y por consecuencia todo el cuerpo de su pene quedo bañado por mi saliva. Tomo su pene y me dijo
- Chupame los huevo
- Muack shuck shuck
Yo comencé a lamer esos enormes testículos, los succionaba y los sobaba con mis dedos, el solo gruñía de placer. Tomo de mi cabello y me separo de su pene y me dijo;
- Quiero que te acuestes
Yo me volteé y me recosté abriendo las piernas pues pensé que me iba a penetrar, puso su dedo medio en mi boca lo chupé, acto seguido lo dirigió a mi vagina y lo introdujo,
- !Aaaaaaahhhhhh! Mmmmmm
- ¿Te gusta tener mi dedo en tu panocha?
- Si papi ¡Aaaayyy!
Lo saco y se lo llevo a la boca.
- Está bien requete rica tu miel de hembra caliente.
Volvió a meter su dedo y comenzó un mete y saca a lo que yo le dije:
- Quiero que hagas un movimiento como si me llamaras.
- Si ¿así corazón?
Era algo torpe al hacerlo, pero eso hizo que me pusiera como loca pues comencé a retorcerme como poseída, arqueaba mi espalda y poncho ponía su mano en mi pelvis para someterme, luego comenzó a mover su mano de modo que su dedo giraba como tornillo, yo sujetaba las sábanas e intentaba moverme, pero Poncho me tenía prisionera. Estuvo un buen rato así que no me aguante y tuve un orgasmo.
- Aaaaaaaahhhhhhhh por dioooooooossss mmmmmmm papiiii así, así, así me gusta corazón
Tenía muchas ganas de hacer pipí así que le dije;
- Para por favor tantito.
- Tas requete mojada chamaca.
- Por favor haaaaaaayyyyyy por diiiioooooooooossss.
- Voltéate que quiero cogerte de a perrito. Vas a sentir lo que es bueno canija.
Me incorpore y lo besé como muestra de mi agradecimiento, después de eso me voltee y me puse en cuatro era la primera vez que alguien me iba a penetrar así, golpeo en un par de ocasiones su pene contra mis pompis después sentí su glande en mis húmedos labios vaginales respiré profundo me aferré a las sabanas y hundí mi cara en la almohada. Sentí como su enorme glande forzaba la entrada de mi vagina yo gemía y ahogaba mis gemidos mordiendo la almohada.
- ay mija que chula panocha te cargas si pudieras ver como se hunde en tu conchita mi reata.
- Mmmmmm aaaaaaaayyyyyy es toda tuya Poncho métemela toda papi.
Por fin logro penetrarme, yo lo sentía en mi útero. Comenzó el mete y saca de forma lenta, pero me embestía con todas sus fuerzas su glande se abría paso al entrar y salir de mi vagina todo me daba vueltas yo estaba en la gloria y no me percaté en qué momento entro Remigio al cuarto. Cuando me incorporé lo vi totalmente desnudo con su pene erecto frente a mi cara. De inmediato voltee a ver a Poncho con algo de preocupación, pero el sin dejar de penetrarme me dijo;
- chúpela mija quiero que te llenemos todita de leche.
- Ay Poncho ¿en serio? Aaaaaahhhhh mmmmmmmm
- Claro mija ¿O acaso quieres que te la saque? plas, plas,plas has lo que te digo Martha
Unas nalgadas cimbraron mi cuerpo eso me excito demasiado y debido a mi calentura voltee y metí el joven pene a mi boca, Remigio tomo mi cabeza para penetrar mi boca con fuerza, yo lo pare un poco y me separe pues se me hacía muy brusco.
- Remigio, aaaaahhhhh ten cuidado que me lastimas.
- Perdóneme señorita, pero es que siento muy rico y quiero sentir de nuevo como me saca la leche.
- Remigio, haces lo que te dice Martha o salte pa fuera.
- Ponme tu pene frente a mí y solo no te muevas yo voy a chupártelo.
Así lo hizo, yo comencé a mover mi cuello para succionar mejor el pene de Remigio, ahí estaba yo sodomizada por un anciano regordete, moreno curtido por una vida dura que podría ser mí abuelo y por su nieto que a su corta edad no había imaginado estar con una mujer como yo. El primero arremetía de forma lenta pero inclemente contra mi pequeña vagina y el segundo tenía el rostro desencajado por el placer que le provocaba mi pequeña boca. Poncho comenzó a jadear, a bufar y se detuvo mientras pude sentir en mi coxis unas gotas de su sudor por lo que se me ocurrió una idea:
- Poncho, Remigio quiero que se acuesten.
Poncho se salió, yo me estremecí. Ellos se acostaron, les dije que abrieran las piernas para que pudiera arrodillarme entre sus piernas, entonces tome ambos penes cada uno con una de mis manos, comencé un sube y baja lento para no lastimarlos, pero poco a poco fui subiendo el ritmo. El pene de poncho estaba todo lleno de mis fluidos mismos que facilitaban su masturbación. Mis amores estaban más que extasiados con la situación en eso Poncho me dijo:
- Aaaaaahhhhhhh así, así, así Martha quiero que me montes.
- Mmmmmm aaaaahhhhh yo también quiero que me montes.
- Tranquilo Remigio tu abue tiene prioridad
La verdad yo quería sentir de nuevo a Poncho dentro de mí, así que pare de masturbarlos le pedí a Poncho que cerrara sus piernas me acomode encima de el y puse su pene a la entrada de mi vagina, su glande rosaba mis labios vaginales y se abría paso para entrar, estaba en la gloria:
- Remigio párate quiero que me pongas tu pene que quiero seguir chupando tu pene.
Remigio ni tardo ni perezoso se levantó y me puso su pene en mi boca, yo estaba moviendo mis caderas frotando mi clítoris con el gordito que se hace en la pelvis de Poncho y tomaba de los líquidos lubricantes que salían de Remigio, su sabor era más simple supongo por su edad, yo estaba en éxtasis.
- Shuck, suck, shuck, splack splack, splack, así les gusta mis amores ummm, ummm aaaahhhh
- Si señito, me encanta que rico, chupe, chupe, chupe
- Te mueves muy rico amor tu conchita esta apretada que rico amor, que rico aaaaaaahhhhh
Yo comencé a sentir como en mi vientre se originaba un calor intenso deje de chupar el pene de remigio pues estaba experimentando otro orgasmo me aferre al estómago de Poncho y comencé a tener contracciones vaginales, que poncho disfrutaba enormemente, él me tomo de la cintura para seguir penetrándome, acto seguido Remigio se agacho a chupar mis senos eso hizo que mi orgasmo se intensificara.
- Estas empapada me has empapado todos los huevos aaaaaahhhhhhhh
Yo aprete mucho el vientre y seguía el movimiento de mi pelvis al y volví a engullir en mis labios el pene de Remigio comencé a darme unos sentones sobre ese enorme trozo de carne me encantaba en sonido plack, plack plack plack, no tardo mucho Poncho en comenzar a gruñir y a jadear eso anunciaba su eyaculación, esta vez no intente hacerme a un lado al contrario esperaba con ansias que me llenara con su semen.
- Aaaaaaahhhhhh voy a preñarte Marthaaaaaaa, por Dios ggggggrrrrrrrr mmmmmmm me vas a dejar seco.
- Aaaaaa aaaaa aaaa si, si, si, si mi amor lléname de tu semen. Shuck, shuck, shuck, muack, muack, muack.
Solté el pene de Remigio y le di un beso profundo que Poncho correspondió estaba tan caliente que no le importo que yo estuviera haciéndole previamente una felación a su nieto. Sentí los potentes chorros de semen llenar mi vagina, estábamos sudando tome un respiro y volví a besar a Poncho, volteé a ver a Remigio que se estaba masturbando y me dijo:
- Yo también quiero meterle el pito señorita.
Poncho me separo y me dijo:
- Es hora de que Poncho te dé también su dosis de leche.
Me levante y comenzó a salir semen de mi vagina le pedí a Remigio que se hiciera a un lado para recostarme a un lado de Poncho.
- Remigio es tu turno corazón ven.
Remigio me veía compungido así que le pregunte:
- ¿Qué pasa remigio no me vas a penetrar?
- Lo que pasa es que no quiero entrar donde se deslecho mi abue.
- Ven Remigio te voy a chupar el Pene hasta que te vengas en mi boca.
- No, Martha Ponte en cuatro.
- No Poncho si Remigio no quiere estar en mi vagina no hay porque obligarlo.
- La verdad señito quiero ver si puedo entrar por atrás.
- ¿Cómo?
- Martha el chamaco quiere deslecharse en tu culito.
- No Poncho yo nunca he tenido un pene en esa parte de mi cuerpo, me va a doler.
- No te preocupes mija lo va hacer con cuidado.
- Si señito no se preocupe yo voy hacer lo que me diga.
- Ándale Martha acomódate.
No sabía qué hacer entonces poncho me volteo me acaricio la cara y me beso y me dijo;
- Hazlo por mí, me calienta mirar cómo te coje mi chamaco.
Algo aturdida pero quizá por el deseo de complacer a Poncho por haber hecho que yo conociera nuevas experiencias acepte, así que me voltee dejando a merced de Remigio mis pompis.
- Hora chamaco quiero que lamas su culito
- Si, mmmm shuck shuck shuck
- Ahora escúpele mucha saliva y comienza a meter tu dedo
Yo estaba en la gloria al sentir sus lengüetazos en mi cavidad anal se me enchinaba la piel a cada lamida, luego sentí su saliva, era mucha pues sentí como bajaba fundiéndose con el semen que todavía emanaba de mi vagina. Cuando escuche la orden que Poncho le dio a Remigio respire profundamente y trate de no apretar mi orificio anal, pues no quería que me doliera, aun así, sentí dolor, digo no fue mucho porque sus dedos no son muy grandes.
- Empieza a meterlo para que su culito lo consienta.
- Aaaayyyy, remigio por favor despacio, recuerda que me duele. Aaaayyyy
Poncho sobaba mis senos, mi espalda, acomodaba el cabello para ver las expresiones de mi rostro mientras Remigio estaba metiendo y sacando su dedo en mi colita.
- Creo que ya está a punto chamaco, hora si huelvele a escupir en el culito y comienza a meterle el pito.
- Si, hora si señito déjeme disfrutar de su rico culito.
- Con cuidado mi amor que mi colita es virgen y no quiero que me lastimes, no seas brusco por faaaaaavooooor aaaaaaayyyyyy aaaaaaahhhhhh esperaaaaaa, esperaaaa por Dios.
Mordí la almohada y me aferré a la sabana, sentí un dolor punzante, remigio estaba entrando en mi colita, separaba mis pompis yo sentía como su glande se abría paso, por fin mi ano cedió y logro entrar por completo pues sentía sus testículos en mi vagina.
- Aaaaaahhhhhh aaaaayyyyy Por favor Remigio por lo que más quieras comienza el mete y saca despacio mi amor.
- Puff si no te preocupes
Comenzó de forma lenta eso hizo que me acostumbrara al huésped que estaba ingresando por primera vez en mi colita, pero pronto apelo a sus instintos y comenzó un mete y saca poderoso con una endiablada fuerza que sentí que me partía mi colita, pronto la sensación desapareció y me acople a su pene.
- Por Dios Remigio aaaaahhhhh, por Dios que me partes mi colita, noooooo, para, para, para, con cuidadooooo mmmmm
- Aguanta un poco Martha ya falta poco pa que mi chamaco se descargue
- Mmmm señito está muy apretado, ya va a salir mi leche aaaaaaahhhhhh, aaaaahhhhh, por Dios
No tardó mucho en soltar sus potentes chorros en mi colita, termino sus bestiales embestidas y su cálido semen alivio el dolor que tenía en mi colita, saco su pene y yo me desvanecí de inmediato exhausta entre Remigio y Poncho. Poncho me dio un beso cálido y acaricio mis pompis, remigio me besaba la espalda, todo el cuarto olía a sexo y sudor. Estábamos exhaustos así que me acurruque en los brazos de Poncho, no tardamos mucho en dormirnos así desnudos los tres.
A mitad de la noche pude sentir como lamian mis senos, como chupaban mis pezones, para mi sorpresa era remigio, Poncho estaba muy dormido, pero Remigio se estaba dando gusto otra vez con mis senos yo estaba cansada así que no deje, de repente él se subió sobre mi y me penetro, no le costo pues mi vagina seguía húmeda por los fluidos de Poncho, sonreí y le pregunte:
- ¿ya no te importa que tu abuelo estuviera antes ahí?
- Nooo, solo quiero cogerte oh Martha te voy a embarazar
Estaba totalmente ido no se si estaba sonámbulo o muy excitado, pero arremetía muy rápido y resoplaba, eso me comenzó a excitar así que lo bese, él siguió con el mete y saca de manera bestial no tardo mucho en eyacular, sentí su cálido semen. Remigio se quito de encima y se durmió rápidamente yo sonreí pues había complacido a mi jovencito, y si ellos supieran que uso anticonceptivos, pero bueno me dispuse a dormir pues esperaba que amaneciera para ver que otras aventuras me traería el nuevo día…