El camino del deseo incestuoso II: La profesora II

Los días posteriores a la primera experiencia

Los días después de la paja fueron increíbles. El recuerdo duró días y me asaltaba en todo momento. Especialmente cada vez que estaba cerca de mi mama, que tiene las tetas mas chicas que Juliana, pero parecidas. Además de la edad y que ella los fines de semana se junta con Juliana y su grupo de amigas, lo cual me sumaba mucho morbo a la situación.

El lunes en el que tenía clases, estaba excitadisimo. Fui vestido muy similar, con otro short pero buscando la misma respuesta. Cuando la atendi, vi que iba a ser distinto. En vez de la camisa con corpiño deportivo y el pantalón apretado, estaba con una remera que la cubría toda y un notorio corpiño muy tradicional. No llegaban a disimular sus tetas grandes, pero si el sentido era claro. El pantalón apretado había sido reemplazado por un jean gastado y que resaltaba poco su cola.

-Pasa, así te hago el informe y terminamo, dijo en un tono seco

-Hola, no?

-Ah, si, perdón, hola. Pasa nomas.

Nos sentamos igual que siempre y ella saca unas hojas, en un sobre.

-Bueno, este es informe, no se si vale la pena que te lo lea, mejor llevaselo a tus padres.

-Mejor, así pasamos a otras cosas que podemos hacer…

-Bueno, ya sabia que ahi ibamos. No, no vamos a “hacer” nada más, afirmó poniendo tono duro, pero muy forzado. Estábamos sentados a la mesa, pero ella miraba para adelante, con los brazos extendidos sobre los papeles del informe.

-Lo que pasó la semana pasada fue un error. Me dejé llevar por una situación y estuve muy mal. Estuve toda la semana muy tensionada, dormí mal. Espero que vos no te haya puesto mal

-Bueno, no pasa nada, le dije mientras muy silenciosamente me pare y me puse detrás de ella. Le agarre los hombros y le empecé a hacer un masaje. Hizo una mueca con el cuerpo de correrse, pero cuando me escuchó se frenó.

-Relajate. Se que debes sentir culpa, no? Al fin y al cabo, podrías ser mi mama.

Cuando escucho eso se tensó y se movió en la silla. Sin dejarla decir nada, seguí hablando.

-Imaginate que me llevas 17 años. Con lo buena que estás, seguro que a los 18 cogías mucho. Y alguna vez, de calentona, como se que te pones, no te cuidaste, no? Con lo lindo que es coger sin forro y acabar juntos después de coger un buen rato.

Seguía tensionada, pero empecé a sentir como la respiración se le iba un poco. La estaba logrando calentar? No lo sabía, pero ya llevar yo la iniciativa me encanto. Y si, ya estaba caliente.

-No puedo dejar de pensar cómo sería vivir con vos en la misma casa. Con lo que me gusta pajearme, y a veces lo hago puerta abierta. Seguro me hubieras visto de pendejo. Y con esas tetas, me hubiera dado cuenta cuando te excitas, se te marcan los pezones.

Simulando que con la yema de los dedos gordos le masajeaba el nacimiento de la nuca, baje las puntas de mis dedos hasta el nacimiento de sus tetas, metiendo la punta de los dedos por debajo de la remera apretada.

-Algún verano, con mis ganas de sentirte, hubiéramos jugado a hundirnos como madre e hijo. Y apoyandote mi verga dura, se que hubiera terminado chupandote esas tetas. Es obvio. Somos dos calentones incorregibles.

Hice mi movimiento y baje una mano entera hasta la teta derecha. Corri el corpiño y me encontre con un pezon durisimo y ese calor que despiden las tetas grandes, sumado a la agitación de su respiración. Al instante abrió la boca, pero no dijo nada y sentí un leve gemido saliendo de ella.

-Y a partir de ahi, cogeriamos siempre, no? Imaginate, papa se va a atrabajar, Santiago en el jardín de infantes y nosotros dos con la casa sola. Con lo que te gusta mi verga dura…

Con la mano que todavía la masajeaba, me baje el boxer y saque la pija. De lo caliente que estaba, hasta se me habia bajado la piel y tenía la cabeza al aire.

-Sería levantar la mano -empezó a moverla- por encima de tu hombro y encontrarla cuando quieras…

Terminé de decir eso y sus dedos agarraron tímidamente el tronco. Empezó una paja lenta, timida pero caliente, como quien sabe que se entrega a algo que piensa que está mal pero la desborda.

-Cada desayuno estaríamos así… ¿quien sospecharia de una madre y un hijo) Aunque seguro no te vas a conformar. Cuánto aguantarías sin dar vuelta la cara, para mirarla como está dura…

Lentamente dio vuelta la cara y abrió los ojos, lo que le aceleró aún más la respiración y el calor del cuerpo.

-Mama, le dije en un tono seco y estricto y alzó los ojos hacia mi.

-¿Te vas a conformar con solo mirarla con la boca abierta?

No dijo nada. Abrió un poco más y sacó la lengua y me chupo la cabeza. A la segunda chupada, empezó un pete hermoso, con el cuello torcido pero con unas ganas incomparables.

Listo, ya había caído. Disfrute un minuto y seguí avanzando.

-Mami, mi desayuno no estaría completo si no como.

Saque mi mano de su teta derecha y la estire hacia abajo. Agarre el borde de la remera y se la alcé hasta el cuello. Y con las dos manos, le baje las copas del corpiño y libere esas mamas hermosas y se las empecé a manosear. Sentí un gemido largo que me resonó en la verga.

-No me imagino lo caliente que te debe poner estar peteando a tu hijo… mostrame como te pajeas mientras la chupas…

Cada vez que dije “pete” y “pajeas” gimió ruidosamente de nuevo, ya estaba muy caliente. En unos segundos había desabrochado el jean y estaba con un dedo en el clitoris. El olor me llego a la nariz y me calentó de sobremanera.

-Me diste tanto tiempo la leche, que ahora voy a tener que darte a la vos, má.

-No, no, hablo por primera vez dejando de chuparme la verga solo un poco.

-Por?

-Necesito… mmmmm.... que me…. mmmmm, que verga…

-¿Qué necesitas?

-mmmm, te lo tengo que decir? -asentí- cogeme, por favor

-¿A quien se lo estas pidiendo?

-A… mi hijo… cogeme hijo, coge a mamá, no me dejes asi.

Le saque la verga de la boca y la hice parar. La puse mirando a la pared, apoyada con las manos en la mesa. Le termine de bajar el cierre del jean y de un tirón, con la tanga y todo, se la baje hasta medio muslo. Le separe un poquito las piernas y empecé a pasarle la cabeza de la verga por los labios de la concha. Estaba mojadisima

-Mmmmm, dale, metela. Dasela a mami, te necesito adentroooo

Se la fui metiendo gozando centimetro a centimetro, haciéndola sentir como la cabeza le iba abriendo la concha, mojándose cada vez más.

-AHHHHHHHHH, DIOS, COMO LA SIENTO, dijo casi gritando, sin poder contenerse.

Pensé en su hijo durmiendo, pero no se lo quise decir. Preferí llevarle 3 dedos a la boca, que comenzó a chupar viciosamente.

-Uffff, mamá, como tardamos tanto en coger!!! Que linda concha tenés!!!

-Ay, te hubiera cogido apenas te vi la verga dura, no lo puedo creer, que caliente me pones! Seguime cogiendo Tomás, llename toda así te siento adentro de nuevo!!

Durante un segundo pensé en si alguien nos veía. Un pendejo de 18 años, completamente en bolas, cogiendo a una mujer de 37, con la remera levantada al cuello, las tetas al aire, el corpiño bajada a medias y el pantalón y la tanga a medio muslo, gimiendo y gozandose mientras dicen ser madre e hijo. No termine de pensarlo que se me dibujó una sonrisa y se me empezó a subir toda la leche de los huevos a la pija. Lleve mi mano derecha de su teta a la concha y le empecé a tocar el clítoris.

Enloqueció

-NO, PARA QUE VOY A MOJAR TODO, SIENTO QUE ME MEOOOO!!!!

Nunca paré.

-AHHHH, VOY A ACABARTE TODA LA VERGA!!

En dos minutos, estaba acabando como nunca vi acabar a una mujer. No, no fue un squirt, esto no es una porno. Pero si mojó sus ´piernas, el pantalón y mis huevos.

-¿Donde te acabo mami?

-en la cola, poneme la leche en el agujero del culo!!

Me sorprendió, pero con sus dos manos se abrió la cola, mientras se recostaba en la mesa. No lo dude, empecé a pajearme en su agujero y a los 30 segundos empecé a tirarle todo lo que tenía, que fue mucho, sin dudas.

-MAAAAA, TE LLENO EL CULO DE LECHE, QUE LINDO!!

Apenas termine, después de jugar un poquito con la punta de la verga en su culo y ver que un poquito se dilataba, ella se pasó las manos por la leche que caía y se la llevó a la concha, tocandose los labios y el clítoris.

-Mmmmm, como me gusta sentir los labios llenos de leche…

Caí en la silla, rendido. No había sido larguísimo, pero si muy intenso. Juliana no podía maniobrar por los pantalones que tenía, entonces la agarre de los costados de la cola y la senté a upa mio. Coloque su cola en linea con mi verga, así no me dolía.

-Y pensar que vos no querías…

-Es que el finde la vi a tu mama, me dio culpa. Pero me diste muchas ganas, turro…

-Si realmente no querías nada, me frenabas. O me dabas el “informe” en la mano en la puerta.

-Es que no quería al principio, pero me daba una curiosidad de que ibas a querer vos. Y esa verga que tenes.

-Ahora ya sabes. Y esto recién empieza.

Nos dimos un beso bien húmedo cruzando nuestras lenguas. Hasta ese momento no nos habíamos besado.

Me sonó el teléfono y de reojo Juliana vió la hora.

-En 20 minutos llega Aníbal, me tengo que bañar.

-Bueno, me voy. No creo que por ahora se banque vernos así.

-Jajajajaja, no creo…

-Tengo telefono nuevo, mi número es ***

-Listo

-Mandame un mensaje y ya te agendo con otro nombre y hablamos por ahi

Me vestí, mientras se subía el pantalón le chupe las tetas para joderla y calentarla. En la puerta nos dimos unos besos y nos despedimos. Empezaría un gran tiempo de mi vida.