El camino del deseo
Relato corto sobre una relación lesbica.
La mañana de ese verano era agradable, el rocío dejaba un manto de frescura en el parque , flores por doquier engalanaban los canteros libres entre esos árboles frondosos de verde reluciente a los rayos proveniente del este, todo era vida, como lo era ver a esos cuerpos desperezarse en la cama, nada en ellos contradecía el hermoso equilibrio de lo natural con lo hermoso, Nadia un metro setenta, cuerpo privilegiado, senos firmes, cara egipcia coincidente con un pelo negro brillante corto y lacio , 26 años , profesional del derecho y Carmen un metro sesenta y ocho, pelo marrón claro brillante , unos senos más sensuales y grandes que los de Nadia, cintura perfecta sin adiposidades , treinta años, ambas enmarcadas en ese lecho eran imagen de dulzura, los maridos de ambas habían viajado a Europa por negocios en conjunto, ellas amigas del trato comercial inauguraron esa noche un trato más intimo, si bien habían dormido juntas no implicaba ningún toque lesbianismo y lejos de ese rol sus cuerpos cubiertos con satén reflejaban femineidad .
Se bañaron temprano y cambiadas con ropa sport iniciaron una caminata por el barrio, el recorrido lo marcaba Carmen por ser la que en verdad lo conocía, no tardaron en ponerse a charlar de sus cosas en común, ver el lomo de ese muchacho que cortaba el césped llamo a comentario de Nadia, la necesidad del sexo y las barreras de la fidelidad conyugal, Carmen no contesto dejo que ella continuara , así lo hizo , dejo claro que para ella el sexo era una necesidad , que solo una vez la puso en el juego de la infidelidad y fue con un amigo de la familia, lo que produjo encuentros esporádicos, después de hablar con lujos de detalles de su primer acto de infidelidad, Carmen le pregunto directamente ¿Te gusto , no te dio culpa?
La respuesta se reflejaba en su rostro ¿Culpa? ¿Vos crees que estos dos en Europa no se descargan? Esa tarde el lomo de ese muchacho les dio a ambas paso a pensar en su falo y las ganas de hacer el amor , la curiosidad estaba abriendo caminos para satisfacer el deseo, al irse a dormir, fue Nadia quién puso el canal Venus incito a su amiga a ver un juego de lesbianas ver como se refregaba su raja no le llamaba a nada, si cuando su boca se le acerco y se sorprendió encontrarse jugando con sus lenguas y empezar a sentir el flujo del deseo en su sangre, las caricias en sus senos la llevo a responder de igual forma, su vaina se mojaba en flujos y una mano iniciaba el juego que en la juventud había manejado bastante veces, poco a poco se entregaba , su pequeña resistencia solo hizo en Nadía el efecto de avanzar, sentir esa lengua en su vagina, le provoco pedir que continuara que siguiera, que lo hiciera al acabar, ambas se recostaron mirándose y sonriendo se sintieron gozosas .
Al otro día a la mañana, la pregunta de Nadia ¿te gusto? Fue contestada con una sonrisa y un ¡SI! Seducida Carmen no entendió cuando ella se paro ante el muchachote enorme y le pidió que fuera a la casa a la tarde, para ver que trabajo podría hacer, Carmen por lo bajo le decía que el jardinero de ellos vendría al otro día, la respuesta fue ¿Quien quiere un jardinero?
La hora era especial, al entrar al living , ese cuerpo brillaba con el sudor y los músculos, su hablar era educado a pedido de Nadia ella lo entrevisto, sin tapujos le preguntó sino que querría que ambas lo amaran, ¿cobras? Aparentemente acostumbrado a vender su cuerpo le pidió cien pesos por cuatro horas, ella misma se lo dio , Carmen recostada en su cama matrimonial no había considerado posible lo que ha su vista se presentaba, un hombre desnudo muy bien provisto era llevado al baño de su habitación matrimonial por una amiga que la noche anterior la había seducido.
Salto de la cama para increparla, un beso de ella la callo y escucho ¿Vamos a divertirnos? No hagas nada que no quieras hacer.
Verla arrodillada mamando esa verga , movilizó su sangre, contemplar esa película porno en directo le movió primeramente los celos sobre ella, pero dejo al muchacho ducho en estas cosas , le tomo su mano y la hizo que apretara , con su marido las cosas eran más formales, ver la cara de goce en Nadia, las caricias en su cuerpo , la mano abriendo sus piernas, indicando el camino, ya sobre la cama, Nadia le lamía e introducía su lengua mágica en su concha, mientras sentía repercutir la pernada desde atrás a la que era sometida su amante, acabo a igual que ella, el cuerpo mojado a su lado era una tentación que no pudo resistir ya en bandera el glande de ese extraño la atraía , un empujón de Nadia que pareció adivinar su intención la hizo ponerse en cuclillas acomodo esa barra que penetro totalmente , algo se apoderó de ella gemidos de goce y pedido de ¡MAS! Eran calmados con besos en sus senos, ese macho la calmo
Fue ella la que besaba a su amiga mientras fue nuevamente conformada por el prostituto elegido.
En la noche ambas se masturbaron mutuamente, sus besos en esta relación eran lésbicos y también de amigas en el sexo , el ducharse después de transpirar , fue algo así como el sello necesario de unir sus pieles, las vulvas se lubricaban entre sí entre jabón y jugos, los senos de ambas pedían esas caricias cercanas al dolor de sus manos necesitadas, desparramarse los flujos en sus bocas, saborear el salado gusto, olfatear el olor a sexo, las dejo extenuadas.
Al otro día recorriendo el barrio se les acerco a preguntarles si querían sus servicios esa tarde, una negativa inentendible para Carmen salio de la boca de Nadia, a eso de la cuatro de la tarde Nadia se fue al centro, llego a las ocho para cenar y eso hicieron, después de charlar sobre sus sentimientos se desnudaron mutuamente acariciándose se ducharon al secarse se echaron sobre la cama, Nadia salto y de su bolso saco varios "juguetes" Carmen solamente había visto eso en alguna porno, un consolador en sus manos, no era seguramente común, pero allí estaba la mano lo dirigió y abrió poco a poco esa vagina con los labios abiertos y lo fue penetrando, el goce explicito en gritos de satisfacción produjo una percusión frenética , sentir acabar a ese cuerpo la lleno de deseos libidinosos, besar , chupar esos senos la dejo en la posición perfecta para ser penetrada, gozo el pequeño movimiento dentro suyo, el frenesí se fue apoderado de todo su ser acabar una y otra vez , tampoco estaba en sus planes pero ahí estaba pidiendo más como su amiga, se besaron mientras esa falo imposible se caía al suelo recorriendo el piso de madera marcando su presencia firmando la obra realizada.
El goce estaba instalado , los dedos en las vainas resultaban poco y como caricias llamaban a los señores consoladores para hacer de ellas esclavas por siempre.
Las amigas inseparables, unen sus cuerpos en cada oportunidad, mantienen a sus maridos como necesario mal proveedores de dinero y gozan del sexo homosexual , alguna que otra vez hacen tríos con algún machito porque el goce total lo encuentran en el falo sea de carne, plástico, goma o metálico.