El camino del cazador 1. Aventuras de niños

El camino del cazador

Capítulo 1. Aventuras de niños

Como siempre comemos todos juntos, con una diferencia un amigo de papá ha venido con él a comer; es poco frecuente pero a veces cuando el día ha ido bien, se trae al amigo para celebrarlo y puedo ver dos troncos arrastrados hasta la parcela trasera de la casa que da al bosque del norte.

-          Gerd - pronunció y mi padre me mira severo, con su pelo negro su piel morena tostada por el sol y sus ojos verdes - quiero decir padre, ¿habéis talado y arrastrado esos troncos hasta aquí sin ayuda? - pregunto sorprendido.

-          cuéntaselo tú, Jensen - le pide socarrón mi padre, con una cerveza en la mano.

-          tu padre talo estos dos madroños de 7 metros él solo, les dio con su hacha hasta que los tiro; por mi parte solo los limpié, entre los dos trajimos ambos a la casa. - se apunta un tanto su compinche, pero cuidando de no destacar sobre mi padre; este sí que sabe llevarse bien con el competitivo de mi padre.

-          ¿y tú Ivar que hiciste? - me pregunta mi hermano mayor, para rebajarme a mí y ascender él; para variar.

-          yo...yo, Sven; yo ayudé a madre. - titubeo y mi padre me felicita.

-          al final sacaste la habilidad de tu madre - me palmea la espalda mi padre con esas manos que son duras como piedras, casi me tira de bruces; a pesar de estar sentado.

-          tu hijo trajo todos los paquetes de la tienda de Bernie, el solo. - corrige a mi padre, sin ánimo de minimizarme como mi hermano mayor; pero lo hace, aunque ella está orgullosa a su manera.

-          ¿si, entonces habrá sacado la fuerza de su padre? - pregunta jocoso mi padre, nada parece empañar el buen humor hoy de mi padre; por fortuna.

-          sí, ¿y cuánto tardó madre? - pregunta sonriendo con malicia, mi hermano mayor con sus ojos marrones; su pelo pelirrojo oscuro y su piel morena, aún no tiene barba ni pelo en ninguna parte.

Liga mucho, según he escuchado a mis padres hablar de él; aunque no sé qué significa ese término, exactamente.

-          toda la mañana, pero eran muchas cosas. - me defiende a ultranza mi madre.

-          entonces saco el tesón de mi padre. - argumenta Gerd, fastidiado por Sven; mucho menos contento, mi hermano se da por satisfecho porque ahora la conversación gira a su alrededor.

-          ¿y tú qué hiciste muchacho? - pregunta Jensen, interesado a mi hermano.

Sven habló durante toda la hora de la comida como había arreglado un par de tejados, dos o tres suelos maltrechos; recolocado un par de puertas en su sitio, he de reconocer que mi hermano aparte de ser carpintero tiene un don y ese don es engrandecer todo lo que hace...también sabe hacer lo contrario para los demás.

Una vez la comida termina.

-          padre, madre; hermano, señor Jensen. ¿Puedo ir a jugar con mis amigos? - pido permiso haciendo una reverencia.

-          sí, puedes ir; diviértete y aprende algo, para variar. - da permiso mi padre, que es la máxima autoridad en casa y cuando está él se siguen las reglas a rajatabla; todavía con mi madre se puede conversar las cosas a veces y con mi hermano, incluso discutir.

A paso lento, agarro mi bolsa; meto mis juguetes y disfraces, luego me escabulló sin que me vean. Me dirijo al árbol muerto, donde quedamos los muchachos y yo si es que nos dejan salir; a veces estamos todos aunque pocas veces, la mayoría faltamos 1 o 2 y a veces te encuentras allí solo.

Cuando llego al árbol me llevo una grata sorpresa, hoy será un día en el que estemos todos; sobre todo esta mi amiga de la infancia: Dahlia, es la que más falta y sin embargo es con la que mejor me lo paso.

Niels el que nos juntó a todos también está, antes quedaba con los hermanos Crawford y con Bily; pero un día me pegaron, entonces Niels se metió y me defendió desde entonces es mi mejor amigo.

Luego están Jorgen y Axe, son hermanos pero solo los separa un año; por eso son inseparables y se defienden el uno al otro, al contrario que mi hermano y yo.

Dahlia es alta, tiene una melena larga y lisa negra; cuerpo robusto pero femenino a la vez, ojos negros como la noche y mirada profunda.

Niels tiene el pelo negro despeinado, la barba ha empezado a salirle aún a edad temprana; es de los chicos jóvenes más alto del pueblo, tiene complexión robusta pero ágil.

Jorgen y Axe como hermanos son muy similares incluso en su forma de vestir, de echo Axe el menor usa la ropa de años anteriores de Jorgen; ambos van repeinados de forma similar y corre el rumor de que los peina su madre, tienen una pelusilla a la que llaman bigote y están orgullosos de parecerse entre sí.

Por último estoy yo: delgado, bajito; tengo el pelo castaño claro, un ojo verde y uno azul...con la piel ni clara, ni oscura; soy bastante diferente al resto, me atrevería a decir.

La mayoría son robustos, altos; morenos de ojos oscuros, pero es normal mis padres también son diferentes.

-          Hola Dahlia - sonrío mucho - hola chicos - reitero sonriendo, al darme cuenta que ellos también están.

-          Hola Ivar - saluda sonrojándose, siempre se sonroja al hablarme; es un poco rara, pero aun así me cae bien.

-          al fin llegaste - se queja Niels con una sonrisa.

-          ya casi nos íbamos sin ti. - avisa Axe, afable.

-          no importa, hubiera ido al claro; para ver si estabais. - comento, quitándole importancia.

-          y allí nos hubiéramos dirigido. - confirma Jorgen lo que ya sabía.

-          ¿qué te pasó? - pregunta Niels, el más hablador.

-          mi padre trajo visita. - les cuento y todos ya saben lo que eso significa sin necesidad de preguntarlo.

Por el camino todos van contando sus anécdotas de esta mañana, Niels como siempre todo lo que hace lo hace bien; puede hacer cualquiera de los oficios de sus padres, herrero como su padre o joyero como su madre. Axel es el hijo del carpintero rival de mi hermano, a veces lo ayuda y se le da bien; quedo con el también para fastidiarle un poco, si soy sincero. A Jorgen le gusta más la medicina como a su madre y la ayuda a veces, por lo que tiene conocimientos básicos de ello; cuando nos hacemos daño, siempre nos cura el o nos lleva con su madre si es grave.

Llegamos al claro, el lugar más fresco a estas horas de máximo calor en Silcape; igual que por la mañana hace bastante fresco y por la noche te mueres de frío, a esta hora el sol da fuerte.

-          ¿a qué nos dedicamos hoy? - pregunto abriendo mi bolsa, para saber que saco.

-          ¿jugamos a los piratas rapta doncellas? - pregunta Niels, todos ponemos cara rara.

Niels siempre piensa en juegos raros cuando esta Dahlia con nosotros.

-          ¿y si jugamos a los caballeros que rescatan a la princesa del dragón? - propone Niels, nos miramos entre nosotros extrañados.

-          hoy no das una - lamento y los hermanos me dan la razón

-          ¿por qué no jugamos a robar un botín? - propone Axel

-          ¿o a salvar a la coalición de los malvados imperios del este o del oeste o del ducado de Norman? - añade Jorgen.

-          pues a mí me gustan los juegos que propone Niels - protesta Dahlia

-          a mí también - miento sonriendo y Dahlia se sonroja nuevamente.

-          podríamos jugar a que los héroes quieren destruir a la bruja malvada, que el caballero de la bruja protege; porque envenenó a la bella pueblerina, por envidia a su belleza. - propone Dahlia, la que más imaginación tiene del grupo.

-          un juego estupendo - acepta Niels sonriendo mucho a Dahlia.

-          yo quiero ser un héroe. - levanto la mano y esta se sonroja.

-          bueno si quiere la mayoría... - dice sin mucho interés Axe - héroe. - se designa así mismo, aunque él no es precisamente el más valiente del grupo.

-          héroe - suelta Jorgen, con el mismo tono que el hermano; ambos suelen estar de acuerdo casi en todo.

-          está bien, yo seré el caballero de la bruja entonces. - Se posiciona Niels

-          a falta de otra chica en el grupo, yo haré de bruja y de bella pueblerina - sonríe Dahlia, adjudicándose los dos papeles; de todas formas ninguno iba a querer disfrazarse de chica asi que está bien.

Cuando íbamos a sacar nuestros disfraces y juguetes de la bolsa...tuve el presentimiento de que alguien nos miraba y al levantar la cabeza vi a los hermanos Crawford con Bily a la cabeza acercándose.

-          que juego tan tonto - opina Bily

-          chicos... - dice Niels muy serio.

-          solo unos panolis podrían jugar a eso - ríe Alan, haciendo reír a los otros dos.

Axe retrocede y se pone detrás de Jorgen, Niels mantiene el puesto; por mi lado iba a retroceder, cuando noto que Dahlia se pega a mi asustada y me veo obligado a mantener mi posición.

-          nosotros no os hemos molestado en vuestro baño al río, dejadnos en paz. - Pide Niels.

-          es cierto - acepta Bily.

-          pero nosotros no somos unos panolis, que juegan a cosas de críos. - se mofa Emerk, causando la risa de los otros dos.

-          marchaos - digo tras reunir el valor necesario para hacerlo, aunque mi voz tiembla tanto como yo.

-          ¿eso que ha sido un gallo? - se burla Bily

-          os vais a ganar una lección de Jorgen - amenaza Axe desde atrás del todo.

-          aquí tenemos el corral completo - suelta Alan.

-          si porque allí veo 2 gallinas - se ríe Emerk, haciendo reír a sus amigos de nuevo.

Niels cansado de esta situación avanza y encara a Bily.

-          ¿qué haces cambia amigos? - increpa Bily sorprendido.

-          te perdone cuando le pegaste a Ivar, pero no voy a perdonarte si sigues molestándonos hoy; come barro. - avisa Niels.

-          oh que miedo ¿y qué piensas hacer? - le presiona Bily.

Niels se agacha coge barro y le mancha la cara a Bily con este.

-          ¿cómo te atreves? - alza la voz Alan

Salen corriendo hacia atrás y empezamos una pelea de barro, como somos más tenemos las de ganar; pero cuando ven que están perdiendo, Emerk agarra una piedra y la lanza contra Dahlia.

Niels está celebrando la victoria y de espaldas, Axe y Jorgen no prestan atención ya que se están abrazando; Dahlia está gritando y saltando de alegría eufórica, soy el único que mantuvo la vista en el enemigo hasta el final.

Me vuelvo a sentir observado, me muevo lo más rápido que puedo y abrazo a Dahlia; me llevo la piedra en su lugar en la nuca, pierdo el conocimiento ante el susto de mis amigos y sus gritos de terror.