El camino de la exploración VIII

Sesión de dominación femenina, bdsm, castración química y bestialismo Había llegado a un punto difícilmente imaginado solo unos meses antes Por un lado, había iniciado una relación de sumisión absoluta con ama

El camino de la exploración VIII

Sesión de dominación femenina, bdsm, castración química y bestialismo. Lo incluiré dentro de dominación aunque....

Había llegado a un punto difícilmente imaginado solo unos meses antes.

Por un lado, había iniciado una relación de sumisión absoluta con ama Sandra con sesiones de BDSM extremo con tortura de pezones, dilataciones anales y uretrales, bisexualidad forzada, castidad forzada con mini cajas de castidad con sondas uretrales cada vez más anchas y largas, sondaje vesical con sondas Foley y con la obligación de beberme mi propia orina directamente de mi vejiga desde la sonda o del recipiente receptáculo, lluvia dorada, exhibición en público, y siempre limpieza sexual de mi ama después de ser penetrada por sus machos alfas y con castración química con depo-progevera 150mg, un estrógeno, con acción antiestrogénica y antiandrogénica y que en hombres produce disminuye la testosterona y consecuentemente produce disfunción eréctil y cancelación de la producción de esperma, inyectada en la última sesión y que disminuyó, incluso más, el tamaño de mi pequeño pene de apenas 2cm y que impedía la erección y la posible eyaculación sin perder sin embargo la excitación sexual

Por otro lado, había comenzado una relación de sumisión y de cornudo consentido con mi mujer Chantal, cada día más excitante, provocativa y lasciva con amantes desconocidos y obligado a ver como se follaban a mi mujer una y otra vez sin poder participar hasta el final y solo para limpiar con mi boca y lengua su sexo mezclado de secreciones vaginales y el semen de sus amantes

Mi excitación era continua al no poder tener una erección debido a la acción de la medicación y a mí disfunción eréctil por la andropausia y no poder eyacular para así poder aliviarme.

Estaba encendido y excitado todo el día por lo que no paraba de comerle el sexo y sus enormes tetas a mi mujer, lo que a su vez la excitaba llegando al orgasmo clitoriano y que incrementaba su deseo de ser penetrada por machos alfa con grandes penes que la pudieran follar y satisfacer intensamente varias veces y así se creaba un bucle sin poder salida

Mis secretos deseos de sumisión se estaban cumpliendo, y aunque no podía eyacular la penetración anal con dildos cada vez mayores y vibradores permitía la pequeña emisión de secreciones prostáticas que, aunque no me aliviaban permitían descargar mi próstata

No pasó demasiado tiempo cuando recibí un WhatsApp de ama Sandra demandando mi presencia. Debía llevar como siempre en su presencia, mi pequeña caja de castidad con sonda uretral, un dildo anal hinchado al máximo, de 10cm de diámetro sin encender la función de vibración, y las pinzas eléctricas en mis pezones

No tarde en llegar, como siempre me recibió su recepcionista que me hizo pasar a su sala-mazmorra, me desnude completamente y me arrodillé esperando su presencia. La luz estaba al mínimo, pero al final de la sala me pareció ver a una mujer atada a una cruz de San Andrés.

Se encendió la luz y pude comprobar que era una mujer de mediana edad, diría que entre los 40 -45años, de pelo castaño, corpulenta y con grandes pechos y grandes muslos prietos vestida con un mini corsé que casi permitía ver su sexo y sus pezones. Tenía su boca tapada por una mordaza de bola bucal. Cruzamos nuestras miradas observando nuestros cuerpos, en espera de la presencia de ama Sandra, una auténtica mujerona también de mediana edad, corpulenta de 1.80m y de unos 90Kg y con unos grandes pechos redondos y con un corsé mini de vinilo negro muy ajustado, realmente provocador y excitante que dejaba ver sus grandes pechos, cubría sus hombros y abdomen dejando visible sus braguitas negras y con ligas, así como unas botas altas al muslo con tacones en forma de aguja alto de unos 10 cm, lo que la convertía en una diosa de casi 190 cm mucho más alta que yo para así reafirmar su dominio sobre el sumiso. ¡¡¡Estaba espectacular!!! Y yo sabía que aceptaría cualquier cosa que me solicitase sin poder negarme a nada

Nos presentó como perra sumisa y cornudo sumiso

Se sentó en su sillón, se dirigió a mí y me pregunto si estaba excitado y si aceptaría todos sus deseos. Me retiró la caja de castidad para observar mi pequeño pene y la respuesta a estímulos. Comprobó que seguía flácido y diminuto sin poder tener una erección.

Me preguntó si había tenido alguna erección en este tiempo y si me había podido eyacular masturbándome, a lo que le conteste que no, pero, que seguía teniendo un estado de excitación sexual alto y continuado, dibujó en su cara una sonrisa pérfida

La perra sumisa contemplaba la escena atada de muñecas y tobillos a la cruz de San Andrés. Ama Sandra me pidió que me acercara a la sumisa y la excitara sexualmente sin que llegara a tener un orgasmo a lo que accedí encantado, además debía de introducirle un dildo vibratorio vaginal y anal de tamaños considerables….

Me acerqué a ella y le besé dulcemente sus labios, intentaba calmarla y no asustarla…. Con las puntas de los dedos comencé a tocar sus redondos pechos y acaricias sus piernas, al estar abierta de piernas teníamos aproximadamente la misma altura. Comenzó a gemir suavemente de placer al sentir mis dedos y manos recorriendo su cuerpo excitado por la situación de estar sometida por ama Sandra a través de mis manos. Deslicé su vestido dejando descubiertos sus bonitos y grandes pechos que agarré con mis manos, tocándole los pezones mientras que con la otra mano acariciaba su mojado sexo. Estaba excitada y yo también, aunque mi pene siguiera tan flácido como siempre

Cuando pensé que su grado de excitación subía aproveché para untar su vulva, vagina y ano con lubricante para facilitar la introducción genital y anal de los dildos, empecé por el vaginal que pareció entrar sin demasiadas dificultades a pesar de tener un tamaño considerable y posteriormente el anal, que costó un poco más, que me hicieron pensar que no era la primera vez. Besé sus pezones y puse una pinza eléctrica de las mías para que ama Sandra pudiese activarla con el mando a distancia y nos pudiese estimular nuestros pezones conjuntamente, notamos ambos una ligera vibración todavía no dolorosa y tuve que me retirarme a la orden de ama Sandra

En ese momento ama Sandra me informó que, si quería continuar la sesión y continuar bajo su tutela debía aceptar una nueva dosis inyectable de medicación, Depo-progevera 150 para así seguir en un estado de castración química, puesto que ya había pasado un cuatrimestre y que en cualquier momento podría volver a tener un cierto despertar sexual

Estaba excitadísimo, vi el vial preparado encima de una mesita, el cuatrimestre había pasado muy rápido sin poder tener un alivio a mi estado de excitación continuada sin poder tener un orgasmo en ningún momento y ahora que parecía que el efecto podía ir despareciendo y poder tener al menos una eyaculación satisfactoria, me pedía que siguiera en estado de castración por más tiempo como forma de sumisión a ella, con el riego de poder ser permanente. Tuve que decidir rápido, me estaba exigiendo una respuesta ya.

Calibré las opciones, no quería perderla, por lo que finalmente acepté una nueva inyección y además me dio un pote de pastillas de Androcur 50 para tomar 1 comp cada 12horas la primera semana para más tarde aumentarlo a 2 comp cada 12 durante 1 mes y después disminuir a ½ cada 12 horas para así reforzar el efecto del inyectable y aumentar su efecto castrante y de disminución, incluso más de mi pene de 2cm. Lo quería reducido a la mínima expresión. Acepté y firmé el consentimiento. Continuaría siendo un sumiso cornudo castrado con micropene sin posibilidad de erección ni de eyaculación, como un eunuco. Me informo que con el aumento del tratamiento posiblemente disminuiría mi deseo sexual, pero que debía seguir con todas las pautas indicadas respecto a mis deberes como sumiso

Como compensación por continuar bajo su tutela, conecto los mandos a distancia, tanto los de los pezones como los de la vagina y ano de la sumisa y mío, los infló al máximo, los anales y vaginales hinchados tenían una circunferencia de 25cm. Lentamente fue subiendo la intensidad alternando el programa y finalmente los puso en automático y el placer inicial de las vibraciones en los pezones se fue convirtiendo en dolor, al principio ligero, luego soportable y finalmente doloroso mientras sentíamos como nuestro recto y su vagina se hinchaban y vibraban y sin embargo tanto la perra sumisa como yo estábamos extremadamente excitados y nuestra ama disfrutaba viéndonos excitados y doloridos al mismo tiempo

La sesión de hoy acababa de empezar… Llamó a su secretaria recepcionista para que acudiese a la sala y nos pidió que nos prostráramos de rodillas con la cabeza baja ante ella mientras desconectaba los mandos de las pinzas y de los vibradores anales y vaginal

No tardo en aparecer la secretaria con un gran perro negro, posiblemente un gran danés y no informó que hoy seriamos follados y que nos preparásemos para ser penetrados

Aunque en mis fantasías había pensado en ser sometido por un animal, nunca antes, pensé realmente en esta posibilidad. También había visto películas de porno animal en internet, algunas muy sugerentes y ahora parecía que se iba a convertir en realidad

Miré a la perra sumisa que parecía excitada en ser sometida y penetrada por este gran danés, aunque debido a su mordaza bucal no podía más que emitir sonidos incomprensibles

Ama Sandra dirigiéndose a mí, solicitó que me acercara al gran danés y le lo estimulara porque tenía que penetrar a su perra sumisa. Empecé a acariciar su cuello y espalda, lo tumbé para poder acariciar sus costados y acercarme lentamente a su pene, no sabía demasiado bien como estimularlo, pensé en las películas y al cabo de unos minutos apareció una punta roja de su pene, parecía que se estaba estimulando y excitando. Ama Sandra me ordenó que le chupara el pene para conseguir así una total erección, situación que me produjo una mezcla de sensaciones contradictorias de asco y deseo. Empecé chupándole lentamente el glande con mi lengua, el perro no era la primera vez que se dejaba chupar y tampoco sería la primera vez que penetraba a un humano, para una vez más erecto metérmelo en toda mi boca. De su pene salía liquido pre seminal muy líquido que con el estado de gran excitación no lo encontré desagradable, lo chupé y me lo tragué. El gran danés, Thor era su nombre, tenía su miembro totalmente erecto, duro como un hueso, por la propia anatomía del pene canino que tiene el hueso peneano que le sirve de guía para el acoplamiento con la hembra, de unos 25cm de largo y bastante más grueso de lo esperado

Mientras, perra sumisa ya estaba en posición, de rodillas con los brazos extendidos en el suelo y apoyando su frente en ellos, respiraba profundamente y todo su cuerpo denotaba una gran excitación sus pezones erectos, su sexo húmedo y bañado y sus grandes tetas tocando el suelo…todo preparado para ser embestida y penetrada salvajemente por esa bestia

Ama Sandra, le coloco unos calcetines en sus patas anteriores, imagine para que no le rasgara el cuerpo a la sumisa

Me indicó, que debía ayudar a Thor a alcanzar el sexo de la perra sumisa, que esperaba expectante que Thor se acercara y comenzase a chupar su sexo mojado con su lengua, lametones que le provocaron un gran placer, posiblemente llegó al orgasmo en ese mismo momento. Thor se empezó a mover excitado, empujando el culo de la perra sumisa y montándose encima buscando como penetrarla y yo cogí su pene por la base y así controlar y disminuir las duras y fuertes envestidas de Thor consiguiendo por fin la penetración vaginal, noté como su miembro se hinchaba completamente en la base como una gran manzana hasta desaparecer entre sollozos de placer y dolor de la perra sumisa, en el interior de su vagina completándose así el abotonamiento. El dildo vaginal que había llevado anteriormente había ya dilatado su vagina, pero aún y así el tamaño del nudo de Thor era más grande. La perra sumisa estaba extasiada disfrutando como una verdadera perra

Ama Sandra, cogió mí flácido pene le puso un pedazo pelado de lo que entendí debía ser jengibre (vegetal irritante) y también el el ano y me ordeno que me pusiese debajo de la perra sumisa para así poder lamerle su sexo penetrado y estimular su clítoris y aumentar más si cabe su placer. Yo debía seguir es esa posición hasta el desabotonamiento y tragarme los fluidos mezclados del semen del can sin dejar ni gota, situación que como cleanup (limpiador vaginal y otros) en que me había convertido me produjo un gran placer. Anteriormente con ama Sandra y con mi mujer, una vez convertida en hotwife, había limpiado el sexo de ellas infinidad de veces una vez habían terminado, pero nunca antes había chupado, sorbido, tragado esta nueva mezcla de secreciones vaginales y semen de perro, por cierto, mucho más líquido y de mucha más cantidad. En el momento del desabotonamiento, vi como su nudo salía lentamente y con esfuerzo del sexo de la perra sumisa extendiendo el esfínter y dejando salir una gran cantidad de líquido claro que sorbí y tragué con fruición antes que Thor comenzase a lamer el coño de su perra. Habían sido como 30 minutos penetrada con gran intensidad y ella estaba completamente exhausta y satisfecha. Ama Sandra también se había estado masturbando mientes la perra sumisa era penetrada por el gran danés mientras yo chupaba el sexo de la sumisa y me tragaba toda la eyaculación.

Ahora sería mi turno, imaginaba y así fue. La secretaria recogió a Thor y desapareció para aparecer poco después con otro gran danés, de color tierra de nombre Odín. Seguía excitadísimo con la sesión previa y con el pensamiento de ser penetrado analmente y poder así estimular mi próstata. Tenía el ano y pene totalmente irritados y escocidos por la acción del jengibre.

Conocía el placer anal por los dildo y vibradores que usaba frecuentemente, así como el placer de la dilatación rectal, pero no había sido penetrado nunca por hombre u animal

Ama Sandra colocó las pinzas eléctricas en mis pezones para estimularme al máximo, me indicó que me pusiera en posición porque iba a ser penetrado por primera vez por un animal, un perro gran danés y esta vez seria la perra sumisa la encargada de excitarlo como yo lo había hecho antes. Yo esperaba en cuclillas con la frente al frente, entre las piernas de ama Sandra que quería que le chupara su sexo mientras yo era penetrado y la perra sumisa estaba debajo de mí chupándome el micro pene irritado por el jengibre

No tardo mucho la perra sumisa en conseguir una gran erección de Odín chupándole su enorme miembro, incluso más grande que el de Thor y mucho más grueso. Solo pensar que en breves momentos estaría dentro de mi casi me provocó un orgasmo que hubiese tenido a no ser por la medicación castrante que estaba tomado

Así que me preparé para la embestida salvaje y el abotonamiento que imagine sería enorme y que me estaría penetrando sin parar largo tiempo y sin poder desbotonarse por el aumento del tamaño del bulbo del pene antes de eyacular totalmente varias veces y poder desinflarse y mientras yo le estaría chupando el sexo a mi ama, que aprovecharía para estimular eléctricamente mis pezones con la máxima intensidad y la perra sumisa estaría chupándome mi micro pene, una estampa realmente excitante!!!!

Y así fue, noté como Odín taladró mi esfínter anal abriéndolo totalmente hasta entrar completamente en mi recto, produciéndome un gran dolor y placer. No sé el jengibre que me había puesto ama Sandra con su efecto irritante lo estimulo más de lo normal, pero la penetración fue intensísima y muy duradera.

Al cabo de un rato levanto su patas, se giró y se colocó en posición de culo con culo que hacía que notase mucho más su inmenso nudo dentro de mi recto, hasta notar por fin como eyaculaba una gran cantidad de semen en su interior y que aprovechó para desbotonarse dilatando al máximo mi dolido culo. Por mi ano salió una gran cantidad de semen vertiéndose en el suelo, a lo que ama Sandra nos hizo sorberlo todo a nosotros dos con nuestras lenguas hasta dejar el suelo completamente limpio

Estábamos agotados y satisfechos, ellas más que yo porque habían podido disfrutar de varios orgasmos de gran intensidad mientras que yo como impotente que era no había podido tener ningún orgasmo y solo la satisfacción de la estimulación prostática

Nos duchamos y nos fuimos

Hasta la próxima

NOTA: todo fármaco debe de ser supervisado medicamente y valorarse sus efectos secundarios

Agradezco vuestros comentarios y sugerencias, así como la votación del relato