Él cambió mi vida VIII

No pude reaccionar, cuando él se acercó mucho más y juntó nuestros labios. En ese momento, me sentí morir.

VIII

…¿Eres tú?

No me gusta pelear, para nada; pero, cuando se agota mi paciencia, pues se agota, y NO permitiré que nada ni nadie, ataque a las personas que quiero.

Voy a tomar cartas en este asunto.

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Al llegar a la finca, donde se armaría el campamento y se harían los juegos, todos estaban ansioso por ver lo que nos esperaba.

Yo cargaba una sonrisa de oreja a oreja, de lo más entretenido; David estaba muy preocupado, sin dejar de mirarme; tal vez era porque nunca me había visto así... Era eso, o era por el hecho, de que le sostenía la mano, tan duro, que sus dedos se tornaron blancos.

Todos ni cuenta se daban porque revisaban las instalaciones del campamento, que al parecer, duraría tres días antes de comenzar los juegos.

Noel iba delante de nosotros; cuando volteó hacia nosotros, cambié la posición de las manos de forma de que pareciera que David me agarraba a mí.

David se sonrojó, incómodo, pero no me soltó, y, jalé de él para ir a ver todo el lugar. Noté cómo Noel fruncía los labios y el ceño al ver nuestras manos... Asesinando con la mirada a David.

Todo el día fue muy normal después de eso. No dejé que David se me despegara de mí, ni un solo segundó; él me dijo todo el día, cosas como: "Estás loco, Cris". "Noel me va a matar". "¿Qué piensas hace con esto". "Chamo, pareces desquiciado". "Cris, me preocupas". "Y se supone que lo amabas"... Y cosas por el estilo.

Me tenía cansado con lo mismo.

—Basta David —zanjé muy enojado. Él bufó, negando con la cabeza.

—Pero, Cris, no lo entiendo; tú lo amas-. —Le di un golpe en el hombro para callarlo–. ¡Auch! ¿Desde cuándo tienes tanta fuerza?

—Desde que el cabrón de Noel se metió contigo —gruñí—; tú eres como mi hermano y no voy a permitir que se metan contigo, mucho menos, en la delicada situación en la que estás con tu novia —Dije muy serio.

—Cris, en verdad no tienes que ponerte así por mí. —David observó el suelo, algo triste—. No quiero que te pelees por mi culpa.

—Pues claro que me pongo así. —fruncí el ceño—. Los amigos son lo primero, y más que un amigo, tú eres como mi hermano, David. Sí te tengo que proteger, lo haré sin dudarlo. —Le sonreí al final, para que viera que más que por estar molesto con Noel, lo hacía por él.

—Cris... —susurró algo sorprendido y con los ojos cristalinos, para luego darme un fuerte abrazo, que con gusto correspondí.

Ese día solo nos enseñaron todo el lugar y disfrutamos de la piscina, para luego ir a dormir; con la advertencia del profesor, de que él próximo día íbamos a entrenar duro.

Nos dividimos es unas pequeñas cabañas instaladas en los alrededores de la finca, y por suerte, el profesor me dejó nuevamente con David. Yo no podía estar más feliz.

Si me hubiese tocado con Noel... Muy probablemente, lo habría ahogado con la almohada durante la noche.

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La mañana siguiente fue bastante desafiante. El profesor nos dió unos uniformes geniales, especialmente diseñados para estos juegos, eran unas camisetas con estampado militar en azul, gris y verde oscuro; unos shorts negros hasta la rodilla; unas medias gruesas muy altas, hasta las rodillas también y zapatos deportivos.

El profesor literalmente nos machacó con ejercicios sin parar, eran básicos, pero fueron en una sucesiva repetición y sin apenas descanso; incluso hubo un par que vomitaron al no poder soportar el entrenamiento. Fue genial.

Cuando terminamos, estaba casi fuerzas y me mantenía inclinado, respirando con dificultad, mientras resto estaba en suelto, a punto de tener una apoplejía... Pero admito que solo pensaba, en cómo me quedaría el cuerpo de escultural, luego de hacer esto.

Sí, sí. Se que me he vuelto todo un maníaco del ejercicio.

—Sandoval, bien hecho —me celebró el profesor. Yo solo pude levantar el pulgar—. Los demás, aprendan de Cristóbal. Esto es todo por hoy; mañana, practicaremos con los juegos que se realizarán. Así que coman, relájense un poco, que en la tarde haremos otra cosa.

No sé los demás, pero yo me la estaba pasando fabulosamente... Con todo y el tema de Noel.

Seguí pegado a la costilla de David por lo que quedó de día; aunque Noel se notaba incómodo por nuestra unión, no dijo nada en frente de todos... Al parecer, él era de los que ataca por la espalda. Bien.

Yo lo iba a atacar por delante.

Como a las 3:00 p.m., el profesor nos volvió a reunir.

—Bien chicos; verán, lo último que harán, será revisar el bosque. —Señaló hacía el horizonte, más allá de la lejana cerca que bordeaba la finca—. Uno de los juegos más importantes, es recolectar la mayor cantidad de banderas de allá y volver antes de una hora —explicó—. Es importante que sepan moverse por la zona para que no se pierdan, así que quiero que paseen por ahí, pero, quiero que tengan mucho cuidado; ya me advirtieron que últimamente ha estado lloviendo mucho, y, está zona está llena de pendientes, precipicios y barrancos, así que irán en parejas. Estén al tanto de sus alrededores, por favor.

Y así el profesor nos dividió. ¿Adivinen que con quién quedé yo?

Aunque David se quejó un poco, no le presté atención y seguí siendo la pareja de Noel.

—Bueno chicos, vayan y vuelvan dentro de tres horas, buena suerte —indicó el profesor, una vez que llegamos al borde del bosque—. Y recuerden; si pasa algo, toquen los silbatos que le dí.

Las parejas entramos en un principio juntas, pero al poco, lentamente nos separamos. El plan era, que cada dúo se aprendiera una parte de la zona, de manera de que no nos tropezaramos entre nosotros a la hora de buscar y así no malgastar tiempo.

Apenas perdimos de vista a los demás, Noel carraspeó de forma casual... Demasiado casual.

—Y… ¿Cómo te va con David? —me preguntó de pronto

—Bien, bien; como siempre... Somos muy unidos. —Me encogí de hombros distraídamente, como si no me importara la conversación.

—Ah. Que bien… Que bien. Y... ¿No has notado algo raro en él? —Noel observó nuestro alrededor mientras marcaba un tronco.

—¿Eh? ¿Cómo qué? —Fruncí el ceño.

—Cristóbal… —me llamó de repente, serio.

Era el momento.

—Dime... —Me giré hacia él, ajustando mis lentes un poco... Buscando qué hacer con mis manos, o de lo contrario, lo ahorcaría ahí mismo.

—Verás. Creo que, últimamente, David ha estado haciéndole creer a todos que ustedes tienen al-

Noel se calló cuando lo golpeé en la boca, tan duro, que también lo tiré al suelo. La mano de molió y él miraba confundido, pero nada me importó. Nada.

—¡Cállate la boca! —grité furioso. No le rompí la boca, pero ganas de hacerlo, no me faltaron—. ¡No te atrevas a hablar así de David!

—¿Q-qué? ¿Por q-?

Antes de que lograra decir algo más. Me paré sobre él y lo agarré por el cuello de la camisa. La costura sonó como si se rompieran, no me importó.

—¡Escúchame bien, malnacido! David es una persona increíble; él es bueno, amable, humilde, divertido, muy buen amigo y muchas otras cosas que tú dejaste de ser de un tiempo para acá.

Y me importa una mierda lo que digas porque David es hetero, ¡HETERO, HE-TE-RO! Está enamorado de Dalia y le mortifica el hecho de que, por el rumor ese de que nosotros somos pareja, Dalia lo termine dejando; esa tipa que ahora me cae mal porque lo hizo llorar.

Así que, ¿adivina qué, perro?; resulta que yo soy sí que soy gay, ¡YO SOY EL GAY! ¡YO SOY BISEXUAL! David es como mi hermano, y, no voy a permitir que un desgraciado hijo de puta como tú, se meta con él; aunque tú me hayas gustado, aunque yo estuviera enamorado de ti; David es como mi familia, y si tengo que mandarte derechito a un hospital, lo hago; ¿te quedó claro, maldito homofóbico?

Considera esto, como el fin de cualquier tipo de relación que tengamos. Te odio Noel, ¡TE ODIO! —Y lo solté.

Noel se quedó petrificado en el suelo, observándome fijamente, ni un solo musculo se movió.

Yo lo miraba desde arriba, respirando con fuerza. Ambos no observamos unos segundos.

Entonces Noel abrió la boca.

Y yo me marché de ahí, con los ojos llenos de lágrimas.

—Cr-Cristo...

No escuché más, caminé lo más rápido posible en medio de ese montón de matas, atravesando unos arbustos aunque estos me raguñaban por ello.

Me quité un momento los lentes para limpiarlos, los tenía empañados con mis lágrimas... Con mi corazón roto.

¿Por qué las cosas eran así?, ¿por qué nada era fácil?

"No hay tiempo para pensar en eso, Cristóbal, debemos de volver a donde él profesor" Pensó el lado más sereno en mi mente, el que siempre me salvaba la patria.

Respiré profundamente para concentrarme y terminé de atravesar la maleza.

Cuando salí de entre los arbustos, dí unos pasos hacia adelante para limpiar más cómodamente mis len-

Solté un grito ahogado cuando toda la tierra a mi alrededor, con todo y plantas, se movió hacia abajo.

Y abajo.

Y ab-

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Lo primero que sentí, fue una repentina ráfaga de dolor por todo mi cuerpo, como si antes no supiera que existía y ahora así; me costó abrir los ojos, especialmente porque la luz me hacía doler más la cabeza, pero lo logré.

Estaba tirado en el suelo; estaba de lado y pegado a un árbol enorme; habían arbustos de los que había cruzado, tirados por todos lados. Mi cuerpo estaba totalmente cubierto de barro, hojas, ramas y piedras.

Me dolía el cuerpo entero, me sentía como sí un elefante hubiese bailado jarabe tapatío encima de mí. Traté de acomodarme, pero mi pecho literalmente crujió y lanzó una ráfaga de dolor que me hizo gritar, o por lo menos lo hubiese logrado, si no me hubiera sentido tan confundido y sin fuerzas.

Lo único que podía recordar, era el cómo había peleado con Noel; crucé un montón de arbustos; caminé un poco.

Y luego la tierra se volvió nada bajo mis pies, cayendo rápido entre el monte y la tierra; golpeándome la cabeza con algo.

Observé mi alrededor con dificultad; no tenía lentes, aún así, logré observar que estaba al fondo de una gran, gran pendiente casi vertical, debía de haber como cuarenta metros de caída.

Eso explicaba el dolor en todo mi cuerpo... Debí de haberme golpeado con todo lo que había en mi camino.

Así que estaba al final de una pendiente; no podía moverme en absolutos; estaba acostado al lado de un enorme árbol, mojado en barro y sin sentir algo más que dolor; sin alguna clase de ayuda posible.

Era una bonita forma de morir... Y por lo menos, me iré en paz sabiendo que al final, logré decirle a Noel todo lo que tenía por dentro, incluyendo el cómo me sentía desde hace tiempo.

No sé qué hora es, pero tengo la certeza que no saldré de aquí... Volví a sumirme en el sueño, con esa certeza en mente.

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Me he vuelto a despertar. El sueño que había amortiguado el terrible dolor que me molía en esos momentos, como si fuera alguna clase de anestesia, se había evaporado y ahora el dolor volvía con todas sus fuerzas.

Esta vez aguanté la respiración y me obligué a levantarme hasta apoyarme en el árbol. Y esta vez si que grité de dolor, grité mucho, aunque casi apenas si me escuché entre el sonido de este lugar, que era puro monte y culebra.

"Oh. Dios mío, que no se aparezca una serpiente, por favor" Pensé aterrado al caer en cuenta de que sí podría pasar. Odio las serpientes con todo mi ser.

Cuando el dolor pasó de ser, extremadamente insoportable, a simplemente insoportable, me revisé como pude.

Estaba terriblemente mal.

Mi cuerpo esta bombardeado de puro cortes, raspones, rasguños y golpes; gracias a Dios no me incrusté una rama o algo en el cuerpo. Tengo un horrible hematoma, entre morado y verde, en el costado derecho, y que se propaga a casi todo mi torso; no me puedo mover; con un horrible dolor de cabeza e incluso, respirar era una tarea casi imposible.

Mi situación iba de mal en peor; debería de tener miedo en esos momento, pero honestamente, me sentía bien conmigo mismo. ¿Por qué?; pues creo que es porque todo en mi vida lo he hecho con el corazón; hasta ahora, nunca ha habido nada de lo que me arrepintiera de hacer; bueno… solo hay una cosa, y es el no haberles dicho a mis padres que soy bisexual; se los habría dicho algún día, tal vez no hoy o mañana, pero lo habría hecho cuando estuviera económicamente bien independizado y listo para el calvario, eso sería lo único.

"Ah. No siento nada más que dolor... Pero los mosquitos deben de estar dándose un festín conmigo" Pensé de pronto... Creo que estoy en shock.

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El sol empieza a ocultarse, también empieza a nublarse, y, por lo que huelo, la humedad del ambiente me indica que va a llover. Mi ropa, casi en su totalidad rasgada, permitía que el frío se colara poco a poco en mi piel. Llevaba tanto tiempo tirado ahí, que el barro hasta se había secado... Ya casi ni el dolor lo siento, solo un frío que me hace cada vez más difícil respirar. Seguramente tengo hipotermia.

Todo este tiempo, tirado en el suelo, me ha dado de qué pensar; sobre cómo se tomarán la noticia de mi muerte.

Temo por mi familia y mis amigos, y me dá especial tristeza, obligar a David y a Noel a dar esa noticia.

Creo que es lo peor de esta pesadilla, él no poder parar mis pensamientos al respecto, es como un virus.

Siento de pronto, como poco a poco la gotas caen en mi pelo y cuerpo; está lloviendo y me empieza a entrar sueño de nuevo; no sé si sea bueno pero me siento muchísimo cansado. El frío ya no lo soporto; comienzo a mojarme cada vez más con la lluvia; el agua está helada.

Creo que si duermo otro poco, tal vez pase todo rápido e indoloramente porque ya no quiero sufrir; sufrir por él; sufrir por todo.

Cierro los ojos, sintiendo que el mundo se va apagando lentamente mi alred-

Siento algo ligero, como un suave toque, no sé lo que es, no tengo fuerzas ni para abrir los párpados, se me congelaron. Escucho algo, pero es como estática en mis oídos.

La sensación aumenta y es algo que se siente cálido, creo que son brazos, no sé con exactitud lo que es.

Sea lo que sea, me está despertando, incluyendo mis congelados sentidos.

Escucho que me llaman, ¿es David?

No, no lo es, su voz no es tan suave. El cruel frío que me envolvía, es interceptado por el calor de algo y los sollozos de alguien, me debilité y se escucharon más lejos sus llamados, pero algo me devuelvió y no entiendo que fue.

Ahora tenía una sensación cálida en mi cara, se sentía un poco más fuerte… Creo que era el aliento de alguien.

Luché contra mi propio cuerpo, solo para conseguir abrir los ojos, e incluso abiertos, no distinguí el rostro frente a mí, mis ojos también me dolían.

¿Quién podía ser?, ¿quién era capaz de encontrarme en esa zona perdida de la mano de Dios?

—¡Dios mío, Cristóbal!; ¡despierta por lo que más quieras!, ¡lo siento tanto, perdóname por favor!, ¡por favor! —exclama alarmado sin parar, dandome palmaditas en la cara. La lluvia apenas si me dejaba sentir el toque—. Está bien si no me amas y me odias, pero por favor, no me dejes, no lo hagas; si lo haces, entonces me voy contigo, ¿me entendiste?

Era un chico, sonaba a uno, y estaba desesperado, pero, ¿quién es?, ¿por qué dice esas cosas?

—Cristóbal, despierta; vamos, tú puedes. Te llevare al campamento, así que despierta. —Pasó mi brazo por su hombro y trató de levantarme. Gemí del acalambrado dolor que me atravesó por completo, con esa acción.

Y de pronto, como si el dolor me hubiese hecho recobrado lucidez, le entendí.

—¿Eres tú? —susurré entre la semiinconsciencia, pero luego me pareció estúpido e ilógico, no puede ser él— ¿N-Noel? —Me dolía hablar; me dolía el respirar; me dolía levantarme.

—¡Ven! Hay que llevarte al campamento. —Creí escuchar eso, no estoy tan seguro, tampoco estoy seguro de ver en su rostro lágrimas o si es solo la lluvia o alguna clase de alucinación.

Logra levantarme, pero estoy extremadamente débil y no puedo sostenerme de pie; el mundo me da vueltas sin parar; el dolor y el frío me nubla la mente; ni siquiera sé cómo es que no me he desmayado nuevamente.

—Ah. N-Noel... No puedo... —gemí adolorido. Noel gruñe por el esfuerzo porque soy practicamente un peso muerto.

Me arrastra con mucha difícil un par de metros y nos caemos, él recibe practicamente todo el daño para evitar que yo me golpee, pero igual el dolor me supera y pierdo la conciencia unos segundos.

Al siguiente momento, estoy recostado en otro árbol y Noel me está dando palmadas en el rostro y gritándome sin parar.

—Noel... Ve por... Ayuda —susurró con dificultad.

—¡No te voy a dejar solo!, ¡te voy a sacar de aquí!; los demás deben de estar por aparecerse —comentó, tratando de sonar optimista, aunque su rostro estaba alarmado, observándome.

—¿Por… Qué dijiste… Lo de hace… Rato? —pregunté con verdadera dificultad—; dijiste... Que morirías... Conmigo. —No sé cómo pude, pero logré colocar mi mano en su mejilla por unos segundos; perdí la fuerza y fue a caerse.

Pero él la sostuvo ahí, con fuerza.

No podía aclarar mi pensamientos, todo era un revoltijo; otra vez se me nublaba la vista, otra vez quería dormir

Pero no podía.

—Cristóbal... Tú... Tú me gustas —dijo nervioso, para luego tragar duro—. Ahora vamos, debemos movernos.

Pero yo estaba paralizado... ¿Gustar? ¿Yo le gustaba?

Noel soltó un gruñido y, tomándome por las piernas y la espalda, me levantó.

Aunque éramos más o menos de la misma estatura, yo ahora era mucho más grueso y pesado que él, pero igual me soportó, aunque todo su cuerpo temblaba por el esfuerzo.

Mi cerebro estaba revuelto... Pero las palabras de Noel seguían repitiéndose en mi cabeza sin parar.

—No me… Mientas… Tú estás… Con Rita —susurré débilmente, confundido. Esto era una broma, tenía que serlo; solo son delirios de mi mente antes de morir.

—Yo rompí... Con Rita ayer —soltó algo cabizbajo, con dificultad.

Sí… era oficial, yo estaba muerto.

—No podía seguir con ella, no sientiendo lo que siento por ti. —Dió un paso y trastabilló, casi caímos.

Mi visión se oscurecía cada vez más; me sentía como si estuviera en una caja o el fondo del mar.

—Porque… Ya no estoy enamorado de ella, yo solo… Tengo ojos para ti —susurró, elevándome un poco para juntar nuestras frentes.

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Te quiero —no pude evitar decirlo.

Y todo se volvió negro.

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Lo siguiente que sentí, fue calor mezclado con dolor.

Al abrir los ojos, noté que estaba en alguna especie de cuarto blanco, con olor a desinfectante y cloro.

Me sentía extremadamente débil, como si hubiera muerto y resuci-

—Cris, ya despertaste —dijeron de pronto. Dolió mucho, pero giré mi cuello solo para ver a un chico ahí.

Sin mis lentes y con la bruma del dolor, me costó mucho darme cuenta de que era David.

—David... ¿Estoy muerto? —le pregunté con dificultad. Él arrugó la cara para luego reír un poco y suspirar.

—No, bro, no estás muerto, estás en el módulo médico del campamento —se le escuchaba la voz afectada, pero se notaba feliz y aliviado—; pronto va a llegar la ambulancia a llevarte al hospital, mi Cris... Tienes un hematoma en parte del tórax y el abdomen, múltiples laceraciones y raspones, un codo dislocado, una contusión craneal y, aparentemente, dos costillas fisuradas. En pocas palabras, te partiste la madre, hermano —susurró con algo de preocupación.

No sé qué fue, pero había algo de ironico en la situación que nos hizo reírnos.

De pronto me llenó un dolor tal, que comencé a toser. David me sostuvo, alarmado.

—¿Y cómo... Llegué a aquí? —susurré cuando se me calmó la tos.

—Noel te llevó hasta el grupo de búsqueda —explicó—. Estaba tan cansado de llevarte, que tuvimos que recogerlo cuando te pusimos en la cami-

Ambos volteamos a la puerta, cuando esta se abrió y pasó él.

—Ho-hola —susurró con cuidado, observándonos a los dos; se sentó junto a David y sin decir nada, me tomó de la mano suavemente. Tenía los ojos rojos.

Y así me di cuenta, de que todo no fue un sueño o alguna clase de retorcida alucinación.

Yo le gustaba, de verdad le gustaba... Esto no podía estar pasando.

—N-Noel —susurré lentamente—, lo sien-

No pude reaccionar, cuando él se acercó mucho más y juntó nuestros labios.

En ese momento, me sentí morir.

Noel pegó nuestras frentes, frotándolas entre ellas; era una sensación muy relajante.

—En verdad lo siento, Cristóbal, lamento todo por lo que te hice pasar —su voz se rompió y me dió otro beso. Cerré los ojos, también afectado—. No sé exactamente, cómo comencé a sentir algo por ti.

Al principio sí fue solo amistad, pero desde que te conocí, siempre me había sorprendido por como eras, eres como una cajita de sorpresas que nunca se acaban —susurró suavemente, haciéndome reír pese al dolor. Era la misma frase que me dijo en el parque.

Noté como David nos observaba algo lejos, sin perderse detalle de nada. Pervertido.

—Siempre sentí... Esta intensa necesidad de acercarme más ti, pero por alguna razón no sabía el cómo hacerlo. Cada vez que lo intentaba, sentía como el estómago se me revolvía y mi corazón se volvía loco, así que siempre terminada desistiendo porque no lograba comprender, qué quería exactamente de ti.

Con Rita las cosas las sentía cada vez más insípidas y frías, incluso entes de conocerte, por eso se tornó caótico para mí, el día en el que conociste a David.

La verdad… Me enojaba y sentía celos de él, porque no podía soportar el ver que David, tenía todo lo que yo había querido tener contigo... Y cuando comenzaste a dejar de hablarme, simplemente no pude soportarlo. —Él miraba el suelo, no se atrevía a mirarme—. Entonces te ataqué en el parque y me dijiste todas esas cosas. No sabía que era lo que me pasaba, era muy extraño, nunca me había sentido algo así; cuando te fuiste del lugar, yo lloré bastante.

Intenté enfocarme más en Rita, porque quería recuperar la chispa que alguna vez tuvimos, y, llenar con ello, el vacío que me dejaba el que no me hablaras... Y cuando me pediste perdón por algo que yo había causado, ya no pude escapar de mis sentimientos hacía tí; me había dado cuenta de que tú me gustabas. —Frotó su frente con la mía y luego me besó, otra vez, para observarme fijamente.

Me estremecí al escucharlo.

—Estas vacaciones de Diciembre, me sirvieron para despejar mi mente y analizar mis sentimientos... Yo me decidí que lucharía por ti. —Yo comencé a llorar...

Esto no era un sueño, definitivamente no lo era.

—Pero quería separarte de David. El hecho de que rondara ese rumor de que ustedes andaban juntos, no ayudaba mucho a mí confianza, así que decidí hacer todo lo posible para que dejaran de ser amigos, pero… Yo, yo no sé qué me pasó, en verdad, discúlpame por hacer esas cosas yo… —No me miraba, estaba muy avergonzado y arrepentido, no encontraba las palabras para demostrarlo.

Pero no era necesario, no lo dejé hablar más.

Así sintiera como mi cuerpo se molía del dolor, subí mi mano y lo tome del mentón, lo acerqué a mí y lo besé; lo besé, de tal forma, que le transmití todo que sentía.

Todo el amor que le tenía, y, que había enterrado para fingir algo, que no era así.

Mi cuerpo se estaba debilitando y temblaba, todo mi ser gritaba por detenerme, pero no lo hice.

Y valió la pena.

Sus labios eran suaves, dulces y su aliento me reconfortaba, fue un beso simple, pero me llenó de una paz que jamás pensé experimentar; el dolor se marchó por unos segundos; quería quedarme así por siempre, pero no podía hacerlo más; me estaba quedando sin aliento.

—Cristobal —susurró cuando él se separó para recostarme de nuevo.

Por unos momentos acarició mi mejilla; en aquel pequeño mundo que habíamos creado.

—Yo también te quiero.

Continuará...

Bueno chicos!!!! Aquí está!!! El momento esperado por todos!!! Noel al fin mostró sus sentimientos por Cristóbal... Y así está historia empieza a llegar a su fin.

Y ustedes dirán "pero ficcion, dijiste que tenías no sé cuántos capítulos y que había historia para rato" y yo diré "pues claro que los hay, pero serán otra faceta, por lo que se llamarán distintos"

De hecho, a "él cambió mi vida", solo le quedan seis caps, o mejor dicho siete, porque planeo meter uno extra para complementar la falta de sexo en esta historia.

La segunda parte de la historia de Cristobal, se llamará "Él luchó por mi vida" y honestamente, esa es mi parte favorita de la historia, donde sale, perdonen mi indiscreción, pero a mi parecer, uno de los mejores personajes que he creado jamás, en serio, estoy enamorado perdidamente de ese hombre. Sé que se preguntarán de qué coño hablo, pero tranquilos 😏 ya está todo escrito y saldrá prontamente, con el favor de Dios, empezarán a leer sobre este enigmático en la historia de Cristobal, antes de Enero si mis publicaciones no de retrasan tanto.

Por último, para cockrin, sé que no le doy mucho estrellato a Noel en esta historia, incluso David tiene más desarrollo que él, pero recordemos que Cristóbal siempre trata de mantenerse alejado de él, así que en parte es justificado. Por otro lado, está historia es bastante antigua, y en ese tiempo, yo solo pensaba en mostrar exactamente lo esencial de cada historia. Si hoy en día, me pusiera a detallar está historia, tanto como lo hago en el tutor, fácilmente esta primera parte sería tan larga como el tutor en sí, aparte de la segunda parte, "Él luchó por mi vida", sería gigantesca.

Pero tranquilo cockrin; Noel tendrá su parte de la luz, no como todos creen, pero la tendrá 😏🤔😏

Cualquier comentario o pregunta que quieran hacerme, pueden hacerlo a traer de adeth.maldito@gmail.com, yo siempre respondo, a veces más rápido de lo que creen XD

Besos chicos y portense bien, feliz navidad nwn