El camarero del café 2

Dos hombres casados, disfrutando del mar y la noche.

Al principio quise escapar pero ni el estaba por la labor de soltar mi cabeza, ni yo queria realmente separarme de el, y los dos nos fundimos en un beso, donde sus carnosos y calientes labios, suavemente se abrieron y dieron paso a su lengua, que con una dulzura hasta entonces desconocida, hizo que lo rodease con mis brazos y le respondiera de la misma forma.

Pero me asaltaron toda clase de pensamientos y me retire de el, con suavidad y disfrutando hasta la ultima gota de saliva de su boca.

-Por favor, dejame salir- le dije

-No te vayas- respondio-

-Esto no esta bien, tu lo sabes, yo lo se, por favor abreme la puerta-

Jesús cambio la expresion de su cara, y sin oponer mas resistencia, abrio la puerta, levanto la persiana del local y cuando me disponia a salir, me cogió del brazo y me dijo:

-Por favor, no-

-Lo siento-

Durante los dias siguientes, mis pensamientos eran todos alrededor de aquel beso, y siempre acababa haciendome una paja pensando tan solo en lo calientes que tenia los labios, lo dulce de su lengua buscando la mia para tocarla, de su movimiento de manos acariciandome el cabello mientras me besaba.

Jesús, hacia todo lo posible por evitar mi mirada cuando me veia salir del portal, pero siempre acababamos cruzando las miradas para despues desviarlas conjuntamente y mirar hacia el otro lado. Dios, me moria por dentro de ir corriendo hacia donde estaba el, tan solo para besarlo, pero siempre se me agolpaban los prejuicios de nuestra situacion, estabamos los dos casados, teniamos hijos, en fin, no podia ser.

Llegó el verano, con todo lo que conlleva la calor y yo me disponia a llegar a casa de unas compras que habia hecho, y me lo encontre en la misma esquina en la que me lo encontre la otra vez, pero esta vez ninguno se dio cuenta de la presencia del otro hasta que estuvimos a punto de chocar. Y en ese momento cogi valor para intentar cogerlo del brazo y decirle:

-tendremos que hablar algun dia, digo yo-

y su respuesta me cayo como un jarron de agua fria:

-no hay nada de que hablar, no paso nada, no hay nada de que hablar-

y diciendome esto, se solto del brazo del cual yo lo habia cogido y con paso ligero se marcho.

Dios mio, que me pasaba. Estas palabras me habian hecho el mayor dolor que yo habia sentido en mi vida. Yo me moria por hablar con el y el ya no queria ni cruzar mirada conmigo, quizas el pensaba que me iba a mofar de el, o quizas a descubrirlo o ... tantos pensamientos se me vinieron a la mente.

Total, pasaron los dias, eso me lo tome como una anecdota que me habia sucedido y le quite el mayor hierro que le podia quitar.

Un dia me baje a las 10 de la noche a la playa, sin intencion de bañarme, por el calor que hacia y empece a caminar por la orilla con las chanclas en la mano, y no se porque se me vino a la mente Jesus y me dio tal calenturon que decidi meterme en el agua para que con el agua fria se me pasara, asi que anduve hasta llegar a una cala solitaria a esas horas, pues en el dia esta completamente llena y empece a desnudarme totalmente.

Me meti en el agua, ya con la noche encima, comence a nadar y desde las rocas veo que una sombra se mueve, dirigiendose hasta donde esta mi ropa arrojada y fue cuando observe de quien se trataba: de Jesus.

-Me dijiste que querias hablar conmigo-me dice

-No es el momento ni el lugar para hablar, ademas, creo recordar que no habia nada de que hablar-le conteste

-Comprendelo, era la primera vez que besaba a un hombre y me dejaste de hielo al ver que me correspondias con el beso pero despues te ibas sin ni siquiera, hablarlo.

Por favor sal del agua, hablamos y zanjamos el tema, pues no hay nadie y podemos hablar libremente.-

-No puedo.- le respondi, estoy desnudo

-Ya, crees que eres el primer hombre desnudo que veo, venga hombre sal del agua y hablamos-

-No puedo, creeme.-

Y entonces entendio porque le decia que no podia salir del agua, tenia la polla mas dura aun si cabe, desde el momento que lo vi acercarse vestido con aquella camiseta sin mangas, unas bermudas muy ajustadas y con unas chanclas, hasta donde estaba mi ropa.

-Como no salgas del agua entro yo, y creeme si te digo que no he dejado de pensar en ti todo este tiempo y puede pasar cualquier cosa bajo el agua.

-No te atreveras.-

-Joder, tu lo has querido, pero luego no salgas corriendo como la ultima vez.-

No habia acabado de decir esto, cuando se empezo a desnudar, y el muy cabron lo hacia poquito a poco, para que lo viera bien, primero las chanclas, luego la camisa y entonces hice lo mas tonto que he hecho en mi vida, me meti debajo del agua y comence a bucear, sin darme tiempo a verlo completamente desnudo. Estuve bajo el agua hasta que ya no me quedo aire en los pulmones y sali a la superficie para respirar y ver donde estaba Jesus, pero no lo vi.

-Se ha ido, el muy cabron se ha ido- dije en voz alta y con una desilusion increible.

-¿que se ha ido quien?- me gire por el susto y lo veo justamente detras de mi.

-¿que se ha ido quien?- me vuelve a preguntar.

-Pense que te habias ido al meterme en el agua-

-Antonio, (Asi es como me llamo), no voy a perder la oportunidad de estar contigo, aunque sea bañandonos en mitad de la noche, pero tu, lo unico que quieres es hablar, entonces dime, ¿que es lo que me quieres decir?

Quise responderle, pero se me vino a la mente el beso que me dio y le contesté:

-Jesus, besame.-

-¿como? ,no te he oido.- me responde

-joder, no me hagas repetirlo, bueno, tienes razon, no puede ser.-

Y entonces me gire direccion la orilla de la playa dispuesto a salir del agua, cuando Jesus me agarra un brazo me arrastra hasta el, con suavidad de pone la mano en la cara, acariciandomela y me dio un beso, en los labios

-Me habias pedido un beso ¿no?-

Ya no me pude controlar mas y me lance contra él.

Lo bese, buscando esa dulce lengua y la encontre, tan caliente como la recordaba. La buscaba, le pasaba la lengua por los labios, se la introducia, la saboreaba.Nuestros cuerpos se habian unido y notaba todo su calor contra el mio, y en ese momento note una durez junto a mi ingle. Su polla estaba junto a la mia acariciandose la una a la otra, igual que nuestras lenguas. De pronto el paró, yo pense que me iba a hacer lo mismo que le hice yo: irse. Y le dije:

- Por favor, no-

El me miro extrañado, entendiendo por que le decia eso y entonces se metio bajo el agua, cogio mi polla y se la introdujo en la boca. Joder, me estaba mamando la polla y que bien lo hacia- yo tenia el rabo que me explotaba, el me pasaba la lengua por el capullo, se la metia en la boca, me pajeaba y todo esto bajo el agua.

Salio del agua y me dice:

-Besame para que sepas a que sabe tu polla, y no me lo pensé. No tuvo que rogarme que le besara, que le metiera la lengua en la boca, que le succionara la saliva.

No se de que modo, pero llegamos a la orilla y nos adentramos hasta las rocas mientras nos besabamos, nos abrazabamos. y entonces le dije que yo nunca me habia comido un rabo pero que queria comerselo, y que me tendria que enseñarme. El me cogio de los hombros, me empujo hacia abajo hasta ponerme de rodillas y me puso delante de su polla y fue entonces cuando la vi. Tenia la polla grande y gorda, con unos huevos bien agarrados pero grandes, y con las venas a punto de estallarle en el rabo. Y no me tuvo que decir nada, la cogí me la meti en la boca y comence a mamarsela.

-¿que no has comido polla antes? joder, pues si llegas a comer, no se de lo que serias capaz.

Alternaba mi lengua con mi boca, la sacaba la metia, jugueteaba con ella, le lamia los huevos, le lamia la ingle, cosa que cuando le pase la lengua por la ingle hizo que se corriera en mi espalda.

El quiso apartarme, pero yo no lo deje, yo segui chupando aquella polla que se puso flacida en mi boca y entonces me levante, le bese, y vi que a el empezaba a ponersele otra vez morcillona.

-¿Otra vez?- le pregunte

-Si tu supieras la de pajas que me he hecho pensando en ti... te deseo.

Cuando acabo de decir esto le mire otra vez a su rabo y la tenia totalmente erecta, dura y pidiendome que se la comiera otra vez, cosa que me disponia a hacer por que no tenia hartura, y me frenó diciendome:

-Quiero follarte- el no paraba de besarme, de lamerme

-No me han follado nunca- le respondi

-Tampoco antes habias comido una polla y mira como me la has puesto, como un tronco en 5 min. mediendotela en la boca, lamiendome los huevos, la manera de mover esa lengua, que de pensarlo me pongo malo de calentura. Quiero meterte el rabo en tu culo, y usarlo como un coñito, hasta que me ruegues que pare.

Esas palabras me pusieron pero de lo que ya estaba, y no tenia repuesta para el asi que me giré, esperando que me metira esa descomunal polla en mi culito virgen, pero no fue eso lo que recibi. Note algo humedo y caliente de golpe. Su lengua se habia echo con mi agujerito y me lo hacia dilatar nada mas que con su calor y sus lenguetazos.

-No pares, cabron, no pares-

Continuará