El Camarero

La mejor cerveza que nos pudimos tomar.

EL CAMARERO

Era el camarero, del bar de toda la vida de mi pueblo, donde mis padres desde que yo tenia 6 años van cada viernes a cenar y tengo 28... Imaginaros a la cantidad de camareros que he conocido, pero ese era diferente, tenia 26 años, era muy atento pero especialmente al principio no me llamó la atención, ya que yo no iba tanto con mis padres.

Una noche de verano mis padres estaban allí cenando, iba vestida normal pero con el pelo recogido, tengo que decir que me queda mejor el pelo recogido que no suelto. Al llegar, el estaba de espaldas.

  • Hola Javi, que tal? - y le sonreí, educadamente.

  • Hola bien, aquí trabajando un poco jejeje

En ese preciso momento salía una pareja mayor, así que él aguantó la puerta para que pudieran salir y yo me quedé en el otro lado esperando a que salieran, cuando levanté la vista ví que me miraba, así que le aguanté la mirada hasta qué él la retiró, la verdad, que no fue una mirada normal como las de siempre.

Fui hablar con mis padres y cuando salía, estaba aguantándome la puerta, por lo que entendí que estaba atento a lo que yo hacia, cuando pasé por su lado me despedí y me preguntó:

  • No te quedas?

  • No, voy a la playa a cenar con unos amigos.

  • Vaya que suerte tienen algunos de gozar de tu compañía- Y me guiño un ojo.

La verdad, que me sorprendió. Fui varias veces con mis padres a cenar y notaba su mirada en mi nuca. Una de las noches, que estaba el bar con poca gente, fui a sacar tabaco, cuando me giré estaba apoyado en la barra mirándome embobado así que le sonreí picaronamente, la verdad que me puse cachonda nada mas mirarlo. Me sorprendía ya que llevaba muchos meses trabajando allí y ni él se había fijado en mi ni yo en él.

Un Lunes por la noche, que yo volvía tarde de cenar de casa de mi hermana, me quedé sin tabaco, al ver que en el bar había luz y me conocían de sobras, bajé por si tenia suerte de que me abrieran. Piqué al cristal, con miedo porque el dueño era bastante borde, para mi sorpresa estaba él solo, cargando las neveras y sin camiseta. Cuando me vio sorprendido se empezó a reír, conforme me acercaba, yo me fijaba en su cuerpo, abdominales bien marcadas, la V muy definida, espalda ancha… En definitiva engañaba mucho con el uniforme. Yo iba con una minifalda, el bikini, una camiseta y sin sujetador, porque mi intención no era pararme y venia de la piscina de mi hermana.

  • Hola… eh… puedo sacar tabaco?

  • Solo quieres sacar tabaco??? Vaya… una lastima pero si, va entra.

Empecé actuar con normalidad, no quería que se me notara nada, aparte que él no sabia nada de mi ni yo d él, no sabia si tenia novia o no.

  • Si… es que me quedado sin ninguno y el ultimo cigarro antes de irse a la cama es sagrado y como he visto luz, he probado. No te molestaré mucho, que mañana tienes fiesta - cierran todos los martes- y no quiero entretenerte.

  • Jjejee para nada, encantado! De echo… porque no nos tomamos algo? Mis compañeros se han ido y como sabes mi jefe esta de baja, así que bajo persiana y una cervecita no nos la puede quitar nadie no? - y me guiño un ojo.

Dude bastante pero como no me esperaba nadie y estaba de vacaciones…

Mientras él bajaba la persiana, yo sacaba tabaco, mientras me decía que podíamos fumar dentro. Cuando se acercaba a mi, yo me había dejado el mechero en mi coche, así que él me dio fuego, acercándose mucho a mi, después de un día de trabajo, olía especialmente bien.

La tensión sexual se palpaba en el ambiente, y si no me lo follaba esa noche me iba a volver loca, así que no me corté ni un pelo.

  • Que te pongo? Voll dam, coronita, estrella…

  • Cachonda!!! Porque no pasamos de las cervezas y follamos? Ya si eso luego fumamos, y nos tomamos una, te parece?

  • Me parece perfecto, métete dentro de la barra.

Me metí dentro de la barra y me acerque a él, sin besarme y sin nada, se agachó delante de mi y me quito el bikini, empezó a recorrerme las piernas con la yema de los dedos, subió hasta las nalgas que las apretó fuerte hacia él, con lo cual mi coño quedó en su cara, literalmente, ya que la falda, como era ancha me la quité por arriba. Comenzó a besarlo entero, él tenia la mano metida dentro de la nevera de cubito, la sacó con un cubito en la mano y empezó a recorrerme el coño entero con el cubito, me tuve que agarrar a la barra, para no caerme porque el placer que me causo el cubito frío y seguido su lengua caliente, era un placer que nunca había sentido. Luego paso el cubito por todos mis pezones, dejándolos mas duros de lo que estaban, me metió 2 dedos, en el coño, al seguir fríos siguió el placer de antes.

  • Para… estoy apunto de correrme!

Se levantó y me beso, pero no soltó ni mi culo ni mis tetas…

  • No… aun no quiero que te corras.

Le desabroche el pantalón dejando su polla al aire, le hice que se tumbara y me la metí en la boca, comiéndomela con muchas ganas ya que llevaba desde Enero sin meterme una en la boca y estábamos a Julio, os podéis imaginar las ganas de polla que tenia. Cogí el cubito que él había utilizado conmigo y me lo metí en la boca, ya que como se había derretido, se había hecho pequeño, y se la empecé a chupar con el cubito dentro, por sus gemidos supe que tampoco se lo habían echo, me puso su mano encima de mi cabeza, para que no parara.

  • Si, nena… sigue así, como se nota que te encantan las pollas, sigue… uffff mmmm sigue, no pares! Que luego te la voy a meter hasta el fondo…

Sus palabras me ponían mas cachonda todavía y mas rápida iba, recorriendo toda su polla y cogiendo los testículos con mi mano, no me había soltado las tetas en ningún momento y mis pezones no se podían poner mas duros.

Me paró de golpe y nos pusimos de pie, no podíamos parar de tocarnos, me subió encima de las neveras, y me echo un poco de cerveza por todo mi cuerpo, para él seguidamente y rápidamente bebérsela.

  • Es la mejor cerveza, que me voy a beber en mi vida… quieres un trago?

Pegó un trago de la botella y me lo paso dándome un beso, que bien sabia esa cerveza!!!

  • Creo que ya estas suficiente mojada, no? Preparada para disfrutar?

  • Si por favor… follame entera no aguanto mas!

Se puso el preservativo y jugo un poco con la punta de la polla en mi coño, mojándome mas…

  • Joder Javi… métemela ya coño!!! No puedo mas!

  • Ahí es donde te la voy a meter en tu coño! Jejje

Y me la metió poco a poco, con suavidad, haciéndome estremecer de placer, al principio fueron embestidas suaves y lentas, para ir acostumbrándonos el uno al otro, cuando yo no podía mas…

  • Mas rápido, y fuerte! VAMOS!

  • Si, nena… lo que tu me pidas!

Y empezó fuertemente a follarme, poniendo sus manos detrás para que no me hiciera daño en la espala y yo agarrada a su espalda fuerte, sin poder evitar el clavarle las uñas. Nos corrimos los dos a la vez, parando cansados y sudados encima de la barra.

  • Madre mía… menos mal que solo venias a comprar tabaco y yo quería acostarme pronto.

  • Jajajja nos bebemos la cerveza?

  • Y nos fumamos un cigarro que el polvo lo ha requerido…

Nos vestimos los dos y nos sentamos en una de las mesas a beber y a fumar.

  • Me has hecho sangre con las uñas, que me encanta por eso eh? Pero joder… mañana ya veras las heridas.

  • Lo siento, pero… el polvo lo requería jejeje

Me miró con esa mirada que me ponía muy cachonda, recorriéndome de arriba abajo, con la mirada.

  • Espero que te haya gustado!

  • Y tanto, pero sabes lo que me ha faltado?

Puso cara de sorprendido en plan “el que? Si tengo tus uñas clavadas a causa del placer!”

  • Que te corrieras en mi boca… - Y puse sonrisa picarona, indicándole que la noche no había acabado.

  • Jajjaaj no… no serás capaz? En serio? Tienes mas ganas?

Le puse la mano en la polla que ya se le empezaba a notar que él también queria mas.

  • Bueno… creo que no soy la única que tiene mas ganas.

Me puse de rodillas, le desabroche el pantalón y la polla ya había pasado a ser una tremenda erección! Se lo comencé a chupar de nuevo.

  • Pues… ufff… no, no eres la única que tiene… joder… otra vez ganas! Eres increíble, nena!

Y seguí hasta que se corrió en mi boca, y escupí su semen en mi cerveza, que ya había terminado.

Ese fue el primer polvo de muchos, cada martes él se quedaba solo, al principio solo era polvo y punto, luego empecé ayudarle a rellenar las neveras y así nos íbamos conociendo y seguido follabamos. Cuando volvió su jefe, ya pasamos a quedar a la luz del día.