El calor y el supositorio
Madre e hijo tienen una relaciòn incestuosa en un torrido verano
Estoy que voy a contar sucedió hace tiempo cuando no habia Internet, y para masturbarte utilizabas la imaginación y si tenias suerte disponías de una revista porno o algún vídeo que te habían pasado los amigos. Tenia la edad de estar casi todos los días haciéndome pajas, siempre pensando en las mujeres que tenias cerca, alguna profesora, conocida, mi tía..... incluso mi madre. Esta ultima eran pocas veces ya que luego sentía una especie de culpabilidad por pensar así de mi madre.
Me llamo Pedro, por aquel entonces tenia veintiún años y mis padres estaban separados, en aquella época tener los padres separados era poco menos que ser una familia “rara”, “problemática” o como queráis llamarlo, no habia muchas separaciones y menos divorcios.
Mi madre Ana y mi padre Carlos era abogados, y tras un matrimonio lleno de infidelidades y amargura decidieron separarse, fue un matrimonio de postín de dos familias acomodadas que eran la pareja perfecta de puertas para afuera y preocupadas por “el que dirán”. Aun siendo pequeño era consciente de la situación hasta cierto punto aunque habia cosas que no entendía, cuando se separaron según cuenta mi madre me convertí en un adolescente callado, seco y siempre borde y mis estudios bajaron mucho. Nunca fui un gran estudiante, pero iba sacando los cursos aunque fuese muy vago. Incluso alguna asignatura me medio aprobaron por tener “problemas” en casa.
Me tuvieron tras finalizar la carrera, mi madre tendría unos 23 entonces, estuvo unos años a mi cuidado y luego se incorporo al mercado laboral. Cuando todo esto ocurrió mi madre tenia 44, yo la veía una mujerona que se conservaba bien, a diferencia de la mayoría de las madres de mis amigos que las veía mayores y casi sin ningún atractivo. Era alta para su generación, 174 cm y un cuerpo cuidado, siempre le dio importancia a la imagen no era mucho de ir a la moda le gustaba ser sobria pero con un punto sensual. Tenia una melena negra preciosa, ojos marrones oscuros, unos pechos medianos con unas buenas caderas y un culo grande, pero con unas piernas largas y firmes.
Tras finalizar los estudios de bachillerato y repetir dos cursos mi madre se empeño en que cursara una carrera, a mi la verdad no me apetecía nada antes prefería estudiar una formación profesional, pero para mi madre eso era impensable aunque se lo habían recomendado mis profesores. Al final me matriculo en una carrera de letras en una universidad privada. Tuvimos una charla, me animo a estudiar y sacar la carrera, si no funcionaba podía hacer un FP, pero que me esforzara fuese maduro, bla, bla, bla....
La verdad sea dicha desde el principio me gusto, el ambiente de la universidad era muy distinto del instituto, la mayoría eramos desconocidos, nos daban libertad en las clases y las materia impartidas me parecían muy interesantes. El estudiar no me costaba y fui sacando las asignaturas, el primer cuatrimestre suspendí solo una, pero en junio termine limpio. Mi madre estaba encantada, decía que me habia cambiado el carácter y era mas responsable, me dijo que tendría un premio si terminaba con todo aprobado, no sabia que seria pero por mi mente ya pasaba el carnet de conducir, un ordenador, incluso un coche de segunda mano.
Tras mirar las dos ultimas notas que faltaban por publicar fui corriendo al despacho de abogados en el que trabajaba, le di la noticia y pego un grito de alegría, me abrazo comiéndome a besos y se lo contó a sus compañeros. Todos me dieron la enhorabuena, incluso su jefe que era una persona que imponía respeto me estrecho la mano. Nos fuimos a comer, mi madre estaba radiante de felicidad por la calle iba cogida de mi brazo y contándome que nos íbamos los dos juntos de vacaciones donde yo quisiera, a mi eso me desilusiono un poco, le comente lo del carnet de conducir y tras una negociación acepto. Yo si que estaba contento.
Pero algo se tenia que torcer..... el jefe de mi madre cogió la baja, hubo mas problemas en la oficina y tuvimos que cancelar el viaje. Me pille un buen cabreo, discutí con mi madre y tuve unos días en que volvió mi carácter arisco, ella se preocupo y trato que yo no volviera a esa etapa de mi vida. Según fueron pasando los días el carácter se me suavizo entre las clases del carnet de conducir y las salidas con los amigos. Estaba disfrutando del verano, pero todavía estaba por llegar lo mejor.
Durante unos días tuvimos una ola de calor, el termómetro durante el día no bajaba de los cuarenta y a la noche se suavizaba un poco. La casa siempre estaba con las persianas bajadas y solo durante la noche las abríamos para que entrase un poco de aire. Esos días los pasaba sin salir de casa por el calor insoportable, iba vestido solo con unos bóxer intentando aplacar el calor, bebiendo mucha agua y duchándome. Mi madre también iba ligera de ropa, con unas bragas y una camiseta fina. Cuando coincidíamos a la tarde noche me gustaba estar cerca de ella y me fijaba en su cuerpo, los pechos se le movían con el movimiento de las caderas y cuando se sentaba en el sofá se le notaba lo abultado de su entre pierna. Ver las gotas de sudor sobre su muslo me excitaba tratando de controlar las erecciones, era una situación rara, allí encerrados en casa con las persianas bajadas, como si no existiese nada en el exterior, solo una madre y un hijo.
Una tarde agobiado del calor me desnude por completo, ya me molestaban hasta los calzoncillos, me puse una toalla sobre el sofá y me tumbe a ver una peli del vídeo club. La puerta se abrió y oí a mi madre quejándose y maldiciendo el calor que hacia.
- Pedro!!-Exclamo con cierta sorpresa al verme de esa guisa- Que haces desnudo?
- Buuffff, ya no aguantaba mas el calor....
Se acerco para darme un beso intentando no desviar la mirada a la polla. Se quito la ropa y se puso como siempre con unas bragas y una camiseta, esta vez las dos prendas eran blancas.
- De que te ríes?- Me dijo sonriendo.
- Nada, que hoy te has puesto a juego.
- Ayyy... que tonto.
Se sentó junto a mi viendo el final de la película. Sudábamos del calor y ella no hacia mas que quejarse entonces no se por que se me ocurrió una brillante idea. Me fui a la cocina, mi madre oía ruidos y me preguntaba “que hacia”, pero por no moverse ni se levanto. Cogí un pulverizador de limpieza después de vaciarlo lo lave varias veces y lo llene de agua, y me eche sobre el cuerpo... que alivio!!.Entre en la sala desnudo con el pulverizador en la mano mientras ella no pudo resistirse a mirar mi polla.
- Mira!! he llenado esto de agua y da bastante fresquito.- Dije entusiasmado, como si hubiese descubierto la penicilina, mientras me echaba agua sobre el torso.
- Anda que bien!! funciona?
- Si, si claro.- Mientras me acercaba a ella le eche un poco y soltó un grito de sorpresa.
- Iiii!!!
Me senté junto a ella y le pregunte:
- Te echo un poco?
- Si, si, dale. Que me muero de calor.
Empece por las piernas, fui llenando de gotitas de agua los muslos y baje hasta los pies donde rio por que decía que le hacia cosquillas. Subí por la parte interna de las piernas y cuando llegue a los muslos los abrió ligeramente. Nunca habia visto a mi madre en esa posición, recostada en el sofá con los ojos cerrados y las piernas abiertas enseñando las bragas, creo que fue de manera inconsciente, pero me recorrió un hormigueo por el estomago.
- Ahora te doy en la cara.
Puso gesto de estar esperando el agua, y en cuanto sintió las gotitas por el rostro y el cuello saco la lengua como si fuese a beber, en ese momento note que la polla tenia dura no estaba empalmada pero si estaba algo mas tiesa. Ante la situación me anime, tampoco sabia el final pero baje a sus pechos y moje concienzudamente la camiseta, la tela no tardo en absorber la humedad y se pego a las tetas de mi madre, se tras lucían unas aureolas medianas con los pezones grandes y duros. Arqueo la espalda resaltando aun mas las curvas, me estaba excitando demasiado, me dieron ganas de soltar el pulverizador y tocar las tetas. Baje hasta la tripita y dude un momento, pero ya que habia llegado hasta allí me arriesgue, le moje los muslos dejando gotitas que junto al sudor le hacia brillar la piel, la braga se se fue empapando dando forma al vello oculto, lo que hubiese dado en ese momento por meter la cabeza entre sus piernas.
- Ya esta mami, estas mas fresquita?
Tardo un instante en reaccionar, abrió los ojos y me toco la pierna de forma cariñosa.
- Gracias hijo, algo me ha refrescado, aunque con este calor enseguida se seca la piel.
Sono el teléfono, se fue a la cocina y por la conversación deduje que hablaba con su hermana. Según salio de la sala tuve una erección instantánea, como si mi miembro no pudiese disimular mas tiempo, la notaba muy dura y no me bajaba y aun poniéndome el bóxer seria bastante evidente. Me fui a mi cuarto para no ser visto, ya tendría tiempo para bajar la erección por que las conversaciones de mi madre con mi tía eran eternas, pasaron unos minutos y la polla seguía igual de dura, me venían las imágenes de su cuerpo mojado con esa postura erótica y eso no me ayudaba. Pensé en hacerme una paja, pero y si justo entraba? Podría ser peor.
- Pedro!! pero que haces?.-La entrada en la habitación fue tan repentina que me quede bloqueado. Estaba de pies junto a la ventana, lo que le daba mas dimensiones a la polla.
- Nada....-Dijo con voz suave y un poco sorprendido.
- Te estas haciendo una paja?- Pregunto
- No!!, mama!-Exclame
- Entonces que haces así?
- He tenido una erección... y no se me baja.- Dije en forma de excusa.
- Bueno, ya se te bajara.
Dio media vuelta y se fue a la sala, pasaron los minutos sin que la polla perdiera tamaño y ya que me habia visto me fui a la sala con ella, igual viendo la tele se me pasaba.
- Pedro!, todavía sigues así?
- Joe mami, que no se me baja.-Proteste.
- A tu edad es normal, no te preocupes. Siéntate y ya se te pasara.
Mi madre me miraba sin ningún tipo de disimulo elevando mas la excitación, la punta se fue lubricando adquiriendo un tono sonrojado y brillante. A ella le entro la risa tonta, creo que estaba algo nerviosa con la situación, hizo algún comentario jocoso pero se la veía incomoda. Busque el modo de excitarla, pero me daba miedo a su reacción, si la tocaba seguramente iba ser rechazado pero y si le intentaba convencer de que me tocase ella a mi? Podía ser algo brusco pero no mas que el intentar tocar su piel. Intente pensar en las palabras exactas y las posibles respuestas para estar preparado y que pareciera los mas natural posible. Pero no pensaba con claridad así que me lance.
- Y si para quitar la erección y el dolor que me esta dando me tocas un poco?- Dije de forma acelerada, pero con la cara que puso lo entendió perfectamente.
Se quedo asombrada de la propuesta, en su cara no se vio rechazo, tampoco aceptación, mas bien fue de incredulidad.
- Que te haga una paja?- Respondió en un tono suave.
- Eee... si.
- Pero eso puedes hacerlo tu sólito.
- Si, ya se. Pero ya que estas aquí conmigo y me has visto pensé que igual podías ayudarme.
- Pero cariño soy tu madre, como voy hacerlo?
- Por eso mismo, así es mas natural queda en familia...y encima al verte con poca ropa.... me ha pasado esto.
Le eche mucho morro al asunto por que no veía tampoco que me dijera que no.
- Ademas mira, toca esta muy dura y siento algo de dolor.
Y bingo!!, se acerco un poco, estiro el brazo y con dos dedos toco el tronco.
- Si que esta dura.
Tenia unas manos pequeñas pero con dedos largos y finos, que nunca olvidare cuando agarro el miembro con la mano subiendo y bajando despacio por el tronco.
- Espera, que así estoy incomoda, ponte de pies frente a mi.
Se sentó en la esquina del sofá mientras yo apuntando con la polla me puse frente a ella, con la mano empezó a pajearme, subía y bajaba el pellejo, pasaba el dedo por el capullo y lo apretaba mientras yo soltaba pequeños gemidos. Era lo único que se oía en la sala, mi propia madre me estaba haciendo la paja de mi vida, se notaba que era una mujer experimentada, con una mano me masajeo los huevos y pasaba el dedo por el perineo mientras con la otra no paraba de jugar con el glande. El cuerpo se fue tensionando mientras mis gemidos aumentaban, intente aguantar lo que pude pero la eyacualacion fue rápida. Me agarre la polla y dirigí la corrida sobre las tetas, sintió mi semen en su camiseta sobre las tetas soltando un gemido disfruto del momento, estaba sudada y en su cara vi el placer de lo que habíamos vivido. Tras unos chorros mas, la camiseta quedo empapada, se apoyo en el respaldo y me miro con cara de picara.
- Ya se te ha pasado?
Efectivamente, la polla perdió volumen, pero no del todo y en el capullo colgaban restos de semen. Tenia una gran sudada, pero no dude en agacharme y abrazarla.
- Gracias mami!.- Y le di un beso en la mejilla.
- Venga, venga no seas pelota.
Se levanto y mientras se dirigía hacia el váter se quito la camiseta, dejo la espalda al descubierto y vi como se contoneaban sus caderas y su culo se movía al compás. Tenia un cuerpo bello, la edad le hacia mas atractiva, no era el de una chica de mi edad con las tetas firmes y el culo prieto sin grasa, pero me comería cada centímetro de su cuerpo.
El calor fue remitiendo y paso a un par de días con tormentas, no se si fue de los cambios bruscos de temperaturas o algo que le sentó mal pero mi madre tubo un corte de digestión y le entro la diarrea. Llamo a la oficina para decir que no podría ir ese día y me pidió que le acompañara al medico. En aquella época nuestro medico de cabecera que era de la antigua escuela le receto lo de siempre, arroz hervido, tortilla francesa, zumo de limón, mucha agua y unos supositorios para cortar la diarrea. Parece que no fue para tanto, la ultima vez que paso por el váter fue a primera hora de la mañana, aun así insistió en que le pusiera el supositorio. Tras comer un poco de arroz hervido y asentar el estomago se dio una ducha.
- Pedro me ayudas? Que nunca me ha gustado esto de los supositorios y no creo que pueda yo sola.
- Si claro....
Respondí con toda la naturalidad del mundo, la propuesta me produjo un cosquilleo de excitación, podría ver el culo de mi madre como nunca antes y palpar las nalgas en un “descuido”. La situación no era normal y mi madre estaba nerviosa mientras yo intentaba aparentar calma. Fuimos a su cuarto, bajo la persiana y encendió la luz de la mesilla intentando que le viese lo menos posible.
- Mami con esta poca luz lo voy a tener difícil, no veo nada.
Miro con cara de circunstancia, sabia que tenia razón pero el pudor le podía, la abrace y le di un beso en la mejilla.
- No seas tonta, que solo va ser un momento.
- Esta bien... enciende la luz.
Se subió a la cama como si fuera una gatita, la toalla le cubría lo mejor del cuerpo desde los pechos hasta los muslos. Se puso a cuatro patas mirando a la colcha intentando evitar su pudor, el culo quedo al descubierto mientras sacaba el supositorio del envoltorio. Me acerque e intente introducir el supositorio, pero me fue difícil, el ano no lo tenia a la vista y aun apartando una nalga no era capaz.
- Mami, no puedo.... no llego a ver el ano.-Dije con toda la naturalidad del mundo intentando quitar tensión.- Por que no pones el culo un poco en pompa.
Separo un las piernas y echo el cuerpo hacia atrás apoyando la cabeza en la cama, el culo parecía que le habia crecido se veía grande mientras se estrechaba en su cintura, el ano cerradito y limpio con una hilera de vello negro que llegaba y rodeaba la vulva y se hacia mas abundante. Apoye la mano en una nalga e instintivamente intento apartarse.
- Tranquila mami.- Dije con voz suave.
- Perdona, pero es tan bochornoso...
- Pero si tu me lo has hecho un montón de veces cuando era pequeño.- Respondí con una sonrisa.
Acerque el supositorio intentando introducirlo con suavidad, en cuanto sentía el contacto se ponía en tensión y no podía, tras intentarlo un par de veces le pedí que se relajara.
- Relaja el culete, que así no puedo.
- Esta bien lo intentare....
- Mira no pasa nada, vamos a ir poco a poco....
Le puse la mano en la nalga derecha y le acaricie con suavidad, luego con la otra mano en la otra nalga al unisono, las caricias subieron de intensidad hasta casi el sobeteo.
- Pedro, que haces?-Pregunto de forma que parecía que desaprobar mis métodos.
- Relájate, estoy intentando que te relajes.
Le puse un dedo en el cetro de la cintura y fui bajando despacio por la raja, haciendo formas imaginarias, cuando mi dedo se topo con el ano hice un par de circulitos y seguí bajando sin llegar a tocar el sexo. Mientras le hablaba con voz suave.
- Mira... así, eso es relájate, intenta relajar el cuerpo... vamos a masajear un poco...
Volví acercar el dedo al ano, jugué un poco con el y le apreté con el dedo varias veces hasta que metí media uña.
- Ahora vamos a intentar dilatar un poco el ano.
Me metí el dedo indice en la boca y lo moje de saliva, lo acerque al ano y fui introduciendo suavemente varias tandas. Metí hasta la uña, luego movía adelante y hacia atrás abriendo camino e introducía un centímetro mas. Cuando tuve un tercio dentro con el pulgar le acaricie el perineo.
- Así... muy bien mami, ya casi terminamos.
Estaba muda, no sabia si estaba disfrutando o me iba montar una bronca después por tomarme esas confianzas, pero hasta que no dijese nada ese culo iba ser mio. Saque el dedo y agarre de las nalgas para separarlas entonces ocurrió lo que estaba deseando, una señal!. Se incorporo levemente para acercar un cojín se lo puso en la tripa y apoyo la cabeza en la almohada, separo un poco mas las piernas y con las manos se separo las nalgas. El labios vaginales se abrieron dejando el color carne sonrosado del sexo, mientras se hacia un hilito de sus flujos entre los labios. Apoye mis manos abriendo mas las nalgas y deje caer saliva sobre el ano.
- Vamos a lubricar un poco....
Pase el dedo otra vez por el ano, y fui introduciendo suavemente hasta tener la mitad dentro, eche un poco mas de saliva mientras metía y sacaba y ella se sujetaba las nalgas. El sexo se le iba lubricando por lo que deduje que estaba disfrutando de aquellos masajes.
- Ya casi esta mami, casi hemos terminado...- Dije con voz suave y placentera.
Acerque la cara y desde la parte baja de la raja del culo le pase la lengua varias veces, hasta detenerme en el ano, lo bese de forma cariñosa y pase la punta de la lengua un par de veces. Puse la boca sobre el y jugué un rato con la lengua mientras ella comenzaba a mover ligeramente las caderas, comenzaba a dar muestras de disfrute eso me dio mas confianza a seguir. Toda la zona tenia de babas de mi boca y aproveche a meter la lengua por el agujero.
- Aaaaahhhh....- Soltó un gemido largo que habia estado aguantando que me hizo estremecer y avivo mi excitación.
Mi polla sobresalía desde hace un rato del calzoncillo, la toalla se le habia escurrido por el cuerpo y podía ver su espalada mientras hacia movimientos con el culo hacia delante y hacia detrás para sentir mi lengua dentro del ano.
- Vaya culo que tienes.... me encanta comértelo.-Adivine a decir por la excitación, fueron las primeras palabras que me salieron.
- Aaaah... aahhh...aaahhhh....- Ella solo gemía.
Tenia la polla a punto de explotar, dura muy dura, se me paso por la cabeza intentar penetrarla, estando en esa situación de éxtasis por parte de los dos no era descabellado, pero no me atreví a dar ese paso así que seguí comiendo el maravilloso agujero de mi mami mientras le metía el dedito y ella gemía con voz suave.
- Pedro, Pedro... ya.. ya esta... aahh....
- Te pongo el supositorio?- Pregunte desilusionado por que vi que aquello se acababa.
- Si, por favor.
Después de la comida de ano que recibió mi madre el supositorio entro muy fácilmente.
- Ya esta!.
Se dio la vuelta y se acomodo en la almohada, la toalla se habia desprendido de su cuerpo que se mostraba desnudo en su totalidad, a mi madre si le habia visto fugazmente desnuda alguna vez pero no de esa manera, tumbada hacia arriba y con las piernas medio abiertas donde se le veía la raja del coño medio abierto y los pelos negros a su alrededor algunos húmedos del sudor y sus jugos. Las tetas aunque no muy grandes caían hacia el exterior y los pezones tenia duros, su cuerpo brillaba por las gotitas de sudor mientras se pasaba la mano por el vientre. Me quede como un pasmarote con la erección fuera del calzoncillo mirando fijamente esperando alguna palabra.
- Como te has puesto eehh?- Dijo en un tono burlón.- Te has puesto las botas.
- Si...me emocionado un poco.-Intente justificarme y halagarla.- Tienes un culo muy bonito y sensual.
Ella rio, por un momento me sentí un poco tonto por mis palabras.
- Gracias cariño, pero intenta bajarte esa erección.
- Te importa si lo hago aquí?
- No.- Mientras se bajo una mano al sexo.
Me baje el calzoncillo, me quite la camiseta y con la mano derecha comencé a masturbarme.
- Hazte mas despacio.- Mientras no me quitaba ojo.
Baje la intensidad, sentía el palpitar de la polla en mis manos mientras se tocaba su rajita y con los dedos se abría los labios y me mostraba el sexo oculto. No tardaron en salir gemidos de mi boca, se sobo las tetas, se las apretaba y se pellizcaba los pezones mientras los estiraba hacia fuera. Empezó a meterse los dedos y masturbarse, allí estábamos los dos solos, en una situación inimaginable yo de pies y ella tumbada con las piernas abiertas y ligeramente flexionadas masturbándonos. Baje mi intensidad, mi madre la subió se frotaba dos dedos por el clítoris buscando el placer que le llevara al orgasmo. Preferí ver como se corría y terminar después. Su cuerpo se movía de placer, los gemidos eran cada vez mas fuertes, apoyo las piernas y levanto la pelvis mientras se metía cuatro dedos. La cara que ponía era de éxtasis, sus gestos cambiaban continuamente mientras abría y cerraba la boca con gestos que parecían de dolor.... un dolor muy placentero. Soltó tres gritos uno tras otro fueron bajando de intensidad mientras contraía la espalda. Luego con respiración entrecortada se puso en posición fetal y se acariciaba el sexo intentando recuperarse.
Con aquella imagen imborrable en mi memoria, sin tocarme note que me venia la corrida.
- Me corro ya... me corroo..
Con un movimiento rápido se incorporo y se sentó frente a mi poniendo sus dos manos juntas, indicándome que me corriese sobre ellas. Con la mano la la puse sobre ellas, note un espasmo que me recorrió la espalda, arquee la columna y solté un primer chorro de semen. El placer fue tan intenso que perdí el equilibrio y tuve que apoyar un brazo sobre el hombro de ella, con la boca abierta y con unos sonidos sordos llene sus manos y le impregne parte de los hombros y el cuello. Me senté junto a ella recuperando la respiración mientras le tocaba una pierna. Ella solo sonreía, parecía contenta con su “trofeo” entre las manos.
- Que cantidad de leche ha soltado mi niño.
- Buufff mama... ha sido... muy guay.- Y le di un beso en la mejilla.
- Pasame el platito del sinfonier.
Tenia un platito traído de algún viaje que hacia decorativo y dejaba alguna cosa sobre el. Se lo acerque y vertió mi semen que tenia en las manos. Los restos que quedaron los acerco a la nariz y los olio.
- Siempre me ha gustado este olor....-Y con la punta de la lengua se metió un poco en la boca y lo saboreo.- Ummm, esta calentito.
No daba crédito a lo que veían mis ojos, no sabia que mi madre fuese así, tan desinhibida para el sexo y menos conmigo. Me acerco un poco de semen con los dedos y me dijo:
- Prueba cariño.
Creo que con cualquier otra chica no hubiese accedido pero mi madre me daba un morbo especial y quería que siguieran aquellos “juegos”, deje que me metiera el dedo en la boca, al fin y al cabo era mi semen.
Se acerco el plato y lamió mas cantidad, saco la lengua con semen,juego un poco con el y se lo trago.
- Que rico....
Me rodeo con un brazo el hombro y acerco su boca a la mía. Nos besamos, fue un beso profundo su lengua se junto con la mía y jugamos un rato. Se dejo caer sobre la cama, me tumbe junto a ella y nos besamos durante un largo tiempo, era una sensación rara pero agradable estar besándome con ella, por una parte era un sentimiento de amor, cariño hasta un poco inocente, pero por otro era morboso sentir el calor de su boca y su lengua. Con la mano le acariciaba la teta, puse la palma sobre ella y apreté, soltó un gemido dejo de besarme y se quedo inmóvil con la boca abierta y los ojos cerrados mientras le metía la lengua. Le apreté el pezón y volvió a soltar otro gemido esta vez saco la lengua y deje caer saliva sobre ella. Volvimos a besarnos, era tan placentero sentir su boca que estuvimos un buen rato como dos amantes, hasta que me separe y tumbado junto a ella con las manos cogidas nos quedamos en silencio hasta que me dormí.
- Pedro, cariño despierta.- Sentí la voz de mi madre y como me tocaba el brazo- No duermas mas que a la noche no vas a pegar ojo.
- Cuanto me he dormido?
- Un rato, te ha llamado Juan que le llames que va a ir al pueblo y si querías ir con el.
Quede en pasar por su casa cuanto antes, el pueblo no estaba a mas de hora y media en coche. Íbamos con el tiempo justo llegaríamos a cenar y luego a la verbena de las fiestas. Me di una ducha rápida y coji ropa para unos días, mientras me vestía mi madre hacia un repaso a la maleta y yo pensando si era buena idea marcharme ahora con lo que habia ocurrido entre los dos. Nos despedimos en la puerta de casa, me dio un beso en la mejilla y me dijo que me lo pasara bien, que me portara bien y tuviera cuidado.
- No te preocupes son unos pocos días.
Me rodeo con sus brazos y nos besamos en la boca, aproveche a tocar su culo y me puso contra la pared, restregó su cuerpo contra el mio, sentí sus pechos y la respiración entre cortada mientras me daba besos y lametones en el cuello. Bajo su mano y me toco el paquete dando fe de mi empalmada. Con un susurro me dijo al oído:
- No te olvides de mi, de tu madre, te estaré esperando.
Se separo de mi cuerpo desabrocho el nudo de la bata, que se escurrió del cuerpo. Le toque un pecho mientras ella sonreía. Se arrodillo y me bajo los pantalones, mordisqueo la polla sobre los calzoncillos mientras me miraba, me los bajo me la agarro con la mano derecha y se la metió en la boca sintiendo su cálida boca y empezó una mamada rápida. La veía por el espejo arrodillada ante mi, eso me puso mas cachondo y solté mis primeros gemidos. Le agarre de la cabeza y se dejo llevar, cogí yo el ritmo se la metía hasta el fondo una y otra vez sin sacarla mientras me miraba.
- Me voy a correr... aaahhh, ahhhh.... me corro...
Ni se inmuto, sentí soltar mi semen dentro de su boca caliente, se quedo inmóvil mientras tragaba. Me quede apoyado contra la pared hasta soltar mi ultima gota, cuando termine de eyacular se saco la polla, estaba limpia sin un resto de semen al igual que su boca, se lo habia tragado todo. Le ayude a levantarse y me beso otra vez.
- Te ha gustado?
- Si mucho... ha sido genial.
- Te estaré esperando.
En el pueblo de Juan no paraba de pensar en mi madre, estaba deseando volver y después de lo ocurrido estaba todo el día caliente. Tuve que desfogarme y me folle a una chavala mayor que yo del pueblo, no era muy guapa y tenia algún kilo de mas pero fui a lo fácil. La idea era quedarnos cinco días, pero para suerte mía a Juan le llamaron para un trabajo de sustitución, así que el viernes a la mañana volvimos. El viernes por la mañana estaba en casa, deshice la maleta y me pegue una ducha, bajo el agua me entraban cosquilleo y me excitaba pensando en mi madre, lo buena que estaba y la suerte que tenia, se la veía una mujer caliente, que le gustaba disfrutar del sexo y tenia experiencia....sabia complacer a un hombre. Me tumbe desnudo en su cama, pensando en ella, luego abrí el cajón donde guardaba las bragas, habia de todo unas mas sexys y otras mas de diario las blancas de toda la vida, alguna la puse sobre la mesilla y la toque con la yema de los dedos imaginando que las llevaba puestas. Tenia ganas de masturbarme pero preferí esperar por si acaso a la noche hacia algo.
- Uy! cariño! Ya estas aquí? Pensé que vendrías el domingo.- Dijo según me vio entrar por la puerta de la oficina, se levanto y me dio un beso en la mejilla.
Estaba estupenda, llevaba un vestido fino de verano estampado con colores blancos hasta las rodillas, el vestido caía sobre su cuerpo marcando ligeramente las curvas. Llevaba el pelo negro recogido con una coleta que resaltaba su bonita cara.
- Han llamado a Juan para un trabajo, el de los autobuses municipales. Pensaba que no le llamarían pero ha tenido suerte, le han dicho que seguramente este hasta octubre haciendo una baja.
- Que suerte! Me alegro por el. Oye, que te parece si vamos a comer por ahí, que no tengo nada preparado en casa,
- vale, genial!!
Fuimos a un chino, por aquella época me encantaban, ademas era de los pocos restaurantes que me podía permitir cuando iba con los amigos o alguna chica. Fue estupendo, la comida fue muy agradable disfrute de su compañía, habia surgido una química especial entre nosotros, charlamos un poco de todo, y me invito al cine. Fuimos a la sesión de primero hora de la tarde, por las fechas que estábamos y la película que ponían estábamos muy poca gente, nosotros, unos chavales u cuatro personas mas solas. Cada uno nos pusimos en sitios separados, nosotros estábamos en la ultima fila por el medio era el sitio perfecto para meterle mano. Vimos la primera parte de la película agarrados de la mano, parecíamos dos adolescentes. La película fue perdiendo intensidad y se volvió monótona. Me empece a aburrir y creo que ella también.
- Es un poco aburrida no?- Me susurro al oído intentando no molestar a nadie.
- Si.- Le respondí.
Teníamos las cabezas tan juntas que por inercia nos besamos, me encantaba sentir su boca húmeda mientras jugábamos con las lenguas.
- Te quiero.- Dijo en voz baja mientras se separaba de mi.
Le toque la pierna de forma cariñosa, la tenia suave y hacia agradable al tacto. Fui subiendo poco a poco la mano hasta el muslo por debajo del vestido hasta alcanzar el trozo de tela de entre las piernas que emanaba calor, apreté los dedos sintiendo el bulto del sexo. Los dedos recorrieron la ingle húmeda y sudada sintiendo parte del vello que sobresalía fuera de la braga. Puse la palma de la mano sobre el sexo y fui apretando ligeramente, levanto un poco el culo y se subió la falda cuando se volvió a sentar se deslizo un poco hacia abajo y abrió las piernas. Con la poca luz que habia pude distinguir el color claro de las bragas donde metí la mano y toque la rajita húmeda y caliente. Primero la palpe con la mano, luego busque el agujerito y le metí un dedo, una vez dilatado y que mis dedos tenían parte del liquido viscoso le metí dos dedos mientras con el pulgar le apretaba el clítoris y le masturbe. Todo esto intentando mantener la compostura y amparados en la oscuridad sin movimientos bruscos, el sonido de la película habia pasado a un según plano, solo oía su intensa respiración mientras me agarraba fuerte del brazo transmitiendo el placer que sentía.
Pare unos segundos, mire que nadie se habia dado cuenta de la escena y me escurrí entre los asientos poniéndome frente a su coño, me hizo gesto para que no siguiera pero hice caso omiso. Le baje las bragas y metí la cabeza entre sus piernas y cubriendo el sexo con la boca y con movimientos suaves le comí el coño embriagándome de su olor y tragando sus flujos vaginales, intentaba meter la lengua hasta el fondo, se la pasaba por el clítoris y por las paredes, con sus manos empujaba mi cabeza contra el sexo, sus movimientos eran cada vez mas cortos y fuertes soltó unos gemidos suaves relajo el cuerpo y se quedo inmóvil mientras termine de “limpiar” el coño. Sigilosamente volví a mi asiento mientras ella se ponía las bragas y recobraba la compostura.
- Hijo no queda mucho de película, vayámonos no vaya a ser que nos haya visto alguien.
- Vale, primero salgo yo, y al de un rato tu.
Le espere a unos metros de la entrada del cine, cuando se acerco a mi no dijo palabra me miro y nos reímos como tontos, me agarro del brazo y fuimos caminando a casa. Fue cerrar la puerta y empezar a besarnos con los cuerpos uno contra otro, la apoye contra la pared le subí la falda mientras le lamia el cuello entre gemidos.
- Aaayy,,, hijo como me pones...
- Te deseo....
- Yo también....quiero sentirte dentro de mi....hazme el amor....haz el amor a tu madre.....
- Quiero tu coño.... quiero follarte...
- Soy toda tuya...
Por el pasillo nos fuimos besando y desvistiendo hasta llegar a mi habitación. Se tumbo sobre la cama, se abrió de piernas y las levanto enseñando el coño abierto, jugué un rato con la polla sobre la rajita restregándome en los jugos, gemía de placer mientras me miraba.
- Métela.... quiero sentir tu polla...aahhhh, quiero que me folles hijo.
Soltó un gemido suave al sentir la polla dura dentro, los gemidos subieron de intensidad mientras la penetraba.
- Aaahhh..... aahhh...aahhhh....
- Te gusta? Te gusta que te folle tu hijo?- Pregunte poniéndola mas cachonda.
- Siii... me encanta..... me gusta follar contigo..... que rico....
- A partir de ahora te voy a follar todos los días!
- Sii, sii!! voy a ser tu amante.... aaahhhh... dale duro..... aahhh voy a ser tu putita.... solo me vas a follar tu.... aaahhh....
Estiro los brazos hacia arriba, las tetas se movían al vaivén de las embestidas y veía su coño abierto emanando fluidos mientras mi polla entraba y salia polla.
- Aaahhhh.... dime guarradas.... aaahhhh.... dile guarradas a tu mami.
- Tu propio hijo te esta follando....sientes la polla dentro....
- Siiii...
- Eres una cerda....
- Si soy tu cerda....aaaahhh.....dame....dame....
La agarre del cuello sin parar de penetrar aquel maravillosos sexo.
- Que madre se deja comer el culo por su hijo.....- y le pegue una torta, su primera reacción fue de sorpresa que cambio a una sonrisa con un gesto de agresividad.
- Eso es dale duro a tu madre!! follame cabrón!!! así... aaahhh!!!
Subió el tono de la follada, le gustaba el sexo duro (en realidad le gusta todo tipo de sexo) e intente dar lo que pedía. Pare y le dije:
- Eres muy puta.- Mientras nos besamos.-Levanta!.- Y le agarre del pelo poniéndola a cuatro patas en el suelo.
Y empece a penetrarla, para ella es la posición mas placentera y no tardo en chillar de placer mientras a mi me llevaba al éxtasis con sus gritos y el culo en pompa.
- Me voy a correr, aaahhh.... me voy a correr...
- Quiero tu leche!! dale a tu madre su leche.- Dijo entre gritos de placer.
Se la saque y mientras me la sujetaba, se puso de rodillas con la boca abierta y le inunde la cara, le colgaba semen por la cara pero aun así se puso a chupármela.
- Ummm... que rica es tu polla...
- Chupa, sigue chupando....
La agarre del brazo y la lleve a su cuarto frente al espejo y agarrándola del pelo le mostré como tenia la cara.
- Te gusta? Te gusta tener semen de tu hijo en la cara?
- Me encanta....-respondió con una sonrisa mientras se pasaba la lengua por los labios.
Me senté en la esquina de la cama con ella sin dejar de mirar al espejo, manejaba su cabeza con facilidad y con la otra mano le recogía semen de la cara y se los metía en la boca, parecía que disfrutaba especialmente de ese momento. Baje la mano a su entre pierna y le metí los dedos.
- Aaaahhh.... si.... haz que me corra...
El cuerpo se le tensionaba y se le relajaba entre los jadeos sin dejar de mirarnos por el espejo, subí de intensidad, el sexo lo tenia lleno de fluidos que hacían ruido y salían disparados, la mano estaba completamente mojada. Le estire del pelo dejando el cuello a la vista para besarle. Se puso tensa, la cara tenia roja, con la boca abierta de placer emitía gemidos sordos.
- Dios!!! que bueno!... que bien lo haces...me voy a correr....
Grito de placer, se dejo caer sobre mi. Yo caí hacia atrás, pero no deje de masturbarla mientras seguía sobre mi y con las piernas abiertas, de los movimientos por el placer de ella no pudimos mantener esa posición mucho rato, cayo a un lado, rápidamente me incorpore y le volví a meter los dedos.
- Aaaaaaahhhhhh....!!!!-Grito, puso en tensión las piernas, levanto la pelvis y del coño le salio un pequeño reguero de meada que no pudo contener. Se retorció sobre si misma jadeando entre espasmos.
Quedo inmóvil en posición fetal, me acerque a sus piernas mirando a su cara, intentaba recuperar la respiración puso cara de incredulidad intentando de asimilar lo ocurrido. Le beso en el muslo, luego en el empapado sexo mientras me acariciaba el pelo. El olor era fuerte y penetrante, olía a “sexo” una mezcla entre sudor y fluidos corporales. No me pude resistir y le lamí la rajita, esta vez lo hice suave, jugaba con la lengua sobre el sexo. No tardo en gemir:
- Mmmmm... así... que bien.... como quieres a tu mami.... aaahhh...dale cariño....
Seguí comiendo el coño hasta que se volvió a correr, esta vez fue mas pausado parecía mas un sentimiento de amor y cariño que puro sexo. Caímos rendidos sobre la cama nos quedamos dormidos, al despertar tuvimos mas sexo, nos pasamos el fin de semana follando, al día lo hicimos cuatro o cinco veces, dormimos juntos por las noches me desvelaba pensando en ella y nos poníamos a follar. Todo cambio, de puertas para dentro nos convertimos en amantes insaciables, llevamos 25 años follando, con el tiempo la intensidad de nuestros encuentros han bajado pero aunque yo me haya casado y tenga familia sigo yendo dos veces por semana a comer a su casa.