El calor de una mañana
La novia de Rubén no está y aprovechamos para cerrar cuentas pendientes. Qué alegría cuando se nos une su amigo Dani. Van a destrozarme el culo entre los dos.
Me acabo de levantar. Son pasadas las once de la mañana de un sábado bastante caluroso. Me pongo mis gayumbos y salgo de mi habitación para ir a comer algo. Sí, yo necesito comer algo cuando me levanto, lo que sea. Paso por la puerta de Raquel, mi compañera de piso. No está en su habitación porque este finde lo pasaba con unos familiares. Aunque al estar la puerta cerrada deduzco que Rubén sí está. Este ya está más aquí que allí. Entro en la sala y me quedo de piedra cuando veo un tío desconocido durmiendo en el sofá. ¡Pero bueno! ¿y esto qué coño es?. Desde la barra americana de la cocina observo al desconocido. Su ropa está en el suelo por lo que duerme solamente con sus gayumbos. Vaya, parece que tiene buen cuerpo. Está tumbado boca abajo con la cara medio aplastada por lo que no le puedo ver muy bien. Por lo poco que se deja ver diría que es bastante guapo, alto y con buen físico. Vamos, para una mamadita o algo así. Sí yo mismo me basto para crearme mis propias películas, pienso. Miro en la despensa a ver qué puedo comer. Cojo una magdalena. Mientras me la como aprovecho para observarle de nuevo. Tiene unos buenos brazos. Sì, está cañón. Los gayumbos le marcan un culito bien apretadito. Ya me estoy poniendo cachondo. Definitivamente, tiene un culito para comérselo. Tardo un poquito más en comerme la magdalena para seguir observando a aquel adonis. Con mi otra mano empiezo a sobarme el pene. Acabo de comer. Me imagino a mí mismo tocándole el culito por encima de los gayumbos al desconocido. Acariciándole la espalda y los brazos de acero. Restregando nuestras pollas.
- ¿Luis?
Mierda. La voz de Rubén.
- ¿Si?
Hago como si nada y me volteo hacia él.
- ¿Qué haces?
Dirige su mirada a mi entrepierna. Yo sigo con mi mano ahí.
- Nada.
Mientras dejo caer muerta la mano.
- ¿qué coño? Te estabas sobando la polla.
- Que va.
- Pero si te he visto desde el final del pasillo. Te la estabas sobando mirando a mi colega.
- Bueno, ¿qué quieres? Me traes a casa a pivones como este y no puedo evitarlo. No le hago ningún daño a nadie, ¿no?
- ¿Qué pasa, que no te bastó la mamadita del otro día?
Se acerca muy sigilosamente hacia mi dejando nuestros labios muy cerca. Nunca sé cómo reaccionar con él. Todavía no tengo muy claro qué tipo de relación quiere que tengamos. Y yo, pues claro, no quiero cagarla. Y menos teniendo a mi mejor amiga de por medio.
- Pensaba que querías repetir.
Seguidamente me mete la lengua en la boca y nos fundimos en un apasionado beso matutino. Su boca todavía huele a alcohol. Pegamos nuestros cuerpos bien fuerte. Siento su polla, pues solamente lleva sus gayumbos también. Si es que hace mucho calor. Me pilla desprevenido, pero no tardo en reaccionar y llevo mis manos a sus glúteos y los aprieto fuertemente. Jugamos con nuestras lenguas en nuestras bocas. Muevo mi cadera de un lado a otro para rozarle la polla con mi polla. La mía ya estaba dura de antes y ahora noto como la suya no deja de crecer.
- Quiero repetir y que me folles el culo.- Le digo entre besos.
Como respuesta me mete las manos por debajo de los gayumbos y, suavemente, me abre los glúteos. Siento un pequeño cosquilleo en la entrada de mi culo. Respondo con un pequeño gemido de placer. Me pongo de puntillas sacando el culo para afuera para facilitarle el trabajo. Mientras, acerca un dedo a mi ano y empieza a acariciarlo. El sudor hace que lo pueda deslizar fácilmente. Le beso todavía más fuerte. Apretamos nuestras caderas todavía más fuerte. Y él hace lo mismo con su dedo índice que poco a poco se está introduciendo por mi culito.
- Sigue joder.- Le suplico.
Mi culo recibe su dedo fácilmente. Me relajo para que pueda pasar sin problema. Hacía semanas que no echaba un polvo y necesitaba que alguien me diera un poco de cariño ahí abajo. Apoyo mi cabeza en su hombro. Me quedo abrazado a él. Ahora ya lo está intentando con un segundo dedo. Yo muerto de placer. Intento contener mis jadeos.
- ¿te gusta eh?¿te gusta sentir mis dedos en tu culito?
Muy poco a poco los mete lo máximo que puede y los saca, y repite el movimiento una y otra vez. De repente me siento como si me estuvieran follando, yo que me acabo de despertar y comer una magdalena.
- Me encanta tu culo joder. Que ganas de follarte. Hacía tiempo que quería probarlo.
Seguimos un buen rato así. Metiendo y sacando sus dos dedos de mi culito mientras nos morreamos.
- ¿Ves al tío que está ahí durmiendo?- Me dice susurrando al oído.- Me lo follé anoche.
Joder, de repente estoy descubriendo que el lado gay de mi colega es mayor de lo que pensaba. Y yo que creía que había sido su primera experiencia homosexual.
Estamos muy cachondo los dos. Los jadeo van en aumento y las ganas que tenemos el uno del otro también. Nuestros cuerpos, calientes y sudados, se rozan una y otra vez. Mi pecho contra su pecho. Mi cadera contra su cadera. Y lo mejor de todo, nuestras pollas rozándose entre ellas. Nos besamos jugando con nuestras lenguas. Le beso el cuello y las orejas. Él me hace lo mismo. Con mis manos le acaricio la espalda y el culo, ese pedazo de culo que tiene. Me atrevo a ir un poquito más allá y voy metiendo mis manos bajo sus gayumbos. Con mis dedos voy acercándome a su agujerito. Con una mano abro ligeramente la nalga y con la otra empiezo a presionar sobre su ano. Rubén sigue metiéndome los dedos muy lentamente dándome un placer irresistible. Veo que no dice nada ante mi intento de meterle los dedos por lo que avanzo un poquito más. Esta vez preisono con el dedo índice con la intención de que entre. Su culito no pone resistencia de lo húmedo que se encuentra. Se le escapa un gemido, lo que me dice que le está gustando. Ahora mismo estamos cuerpo a cuerpo, pegados y morreándonos, y cada uno metiéndole los dedos al otro. Parece estar disfrutando de mi masaje anal por lo que me atrevo con un dedo más. Este segundo le cuesta un poco pero veo que hace fuerza para atrás para ayudar a que entre. Me confirma que le está gustando. Qué puto placer estar así. Haciéndonos un dedo cada uno a la vez. Y encima le como los labios. Y nuestras pollas buscándose la una a la otra.
- ¿Pero qué coño es esto?. Hace unas horas me estabas follando, y ¿ahora te tiras a otro en mi cara?
Nos deshacemos el uno del otro dejando vacíos nuestro culos. De repente esa voz nos hace volver a la realidad. Es el chico que estaba durmiendo en el sofá, el que hacía unas horas se había tirado Rubén. Nos quedamos los dos con cara de habernos pillado in fraganti.
- Tío no te enfades. Ha sido el calentón del momento.
- No pasa nada joder, ni que fuéramos novios. Pero al menos iros a otra habitación.
Se pone de pie y lo contemplo de cuerpo entero. Se confirman mis suposiciones. El tío está brutal. Cuerpazo para lamerlo entero. Fibrado, de gimnasio. Tiene todo el brazo izquierdo tatuado. Pectorales duros y firmes. Y va depilado. Y, por lo visto, se habrá puesto cachondo con la escena que le hemos regalado ya que se le marca un bulto enorme bajo los gayumbos blancos.
- Luis, este es Dani. Dani, Luis.
- Encantado.- Le digo mirándole de cuerpo entero.
Me fijo en que tiene una cara muy varonil, es muy atractivo.
- Vaya, parece que llevabas un rato viéndonos.- Dice Rubén señalando a su entrepierna.
- Pues sí la verdad. Debo admitir que estábais muy morbosos cada uno metiéndole los dedos en el culo al otro.
- Quizá ayer te quedaste con ganas de follar un culo.- Le digo.
Me mira sin saber bien qué decir. Y una media sonrisa se dibuja en su cara.
- Yo no tengo ningún problema en compartir culo.- Dice Rubén.
Nos acercamos los dos al sofá donde se encuentra Dani. Rubén me agarra de la cadera y me da la vuelta.
- Mira esto.- Le dice a Dani refiriéndose a mi culo.
Con una mano me presiona en la nuca para que me agache un poco y con la otra me abre un poco una nalga. Mi agujerito sigue húmedo del dedo que me estaba haciendo Rubén hace unos segundos. Dani me baja los gayumbos y yo me los acabo de quitar del todo. Me pone la mano bajo los huevos y va subiendo hasta pasar por el ano. Joder, qué puto placer que ese pivón con sus grandes manos me toque de esta forma. Como respuesta me agacho todavía más poniéndome de puntillas.
- Pero mira que gatita más buena que tenemos aquí.- Suelta Dani.
- No sabes tu bien.- Responde Rubén.
Y se echan los dos a reír mientras mi nuevo amigo Dani repite el movimiento una vez más. Esta vez se ha echado saliva en la mano. Arrastra la mano desde los huevos hasta el ano. Y una tercera vez. Pero ahora haciendo un poquito más de presión. Y una vez más. Hasta que, casi sin querer, su dedo corazón se introduce un poco dentro de mi agujero. Rubén le ayuda abriéndome un poco las nalgas. Empieza a meter y a sacar. Añade un dedo. Y otro más. Joder, está aumentando el ritmo. Empiezo a gemir más alto. Arqueo mi espalda y sigo de puntillas. Me está follando el culo con su mano. Va a toda hostia. No puedo más que resoplar para aguantar la follada que me está metiendo. Rubén se pone delante para observarnos. Se desnuda y empieza a masturbarse frente a mí. Hasta que Dani para de joderme el culo de golpe. Respiro tranquilo y aliviado. Al fin ha parado. Pero joder, me encanta que me lo hagan así. Me ha dejado el culo perfecto para que me lo follen.
- Va, empieza tú a follártelo.- Le dice Rubén.
Rubén se tumba en el sofá y me indica que me ponga sobre él. Apoyo mis rodillas en el sofá. Mi cara queda a la altura de la polla de Rubén. Y, por detrás, se acerca Dani para meterme la polla. Yo voy directo a mamarle el pene a Rubén, que está allí apuntando al techo, duro como una piedra, pidiendo a gritos que alguien se lo coma. Dani decide comerme un poco el culo antes de follármelo y empieza a darme lametazos desde los huevos hasta la entrada de mi agujerito. Al poco se incorpora de nuevo y, sin ninguna dificultad, empieza a meterme el tronco que tiene como polla. Poco a poco pero sin parar.
- Joder.- Digo gritando.
Me duele pero me puto encanta. Inicia un mete-saca a pelo que me está poniendo muy burro. No me habían hecho gemir así antes. Estoy en la puta gloria. Y encima le estoy comiendo la pedazo de polla a mi colega Rubén. La polla de Dani va entrando y saliendo poco a poco, buscando cada vez un poco más de profundidad. La sensación es increíble. Relajo lo más que puedo mi culo levantando mi cadera y arqueando mi espalda para facilitar la follada. Mi culo se traga perfectamente la polla de Dani que está durísima. Mientras tanto, Rubén pone sus manos en mis nalgas para separarlas y así facilitar el trabajo de Dani. Va aumentando el ritmo lentamente. De vez en cuando aprovecho para mamarle la polla a Rubén que la tengo frente a mi cara. Le paso la lengua por sus abdominales, su pubis y sus huevos. Me encantan sus huevos, unos cojones bien grandes. Intento metérmelos en la boca. Primero uno y después otro. Y vuelvo a lamerle la polla. Primero el glande y bajo por el tronco.
Dani ya empieza a coger ritmo y me cuesta más centrarme en la polla de Mi compañero de piso. Va relativamente rápido y no puedo evitar sentir algo de dolor en mi agujero. Aunque me encanta y no dejo de rogarle que siga follándome.
- Sigue follándome, joder.
Le digo entre gemidos.
- ¿te gusta eh, perra?
Me pregunta Rubén, que desde su privilegiada posición nos está observando. En primer plano tiene mi cara de dolor/placer. Y por detrás puede ver cómo su amigo me está taladrando el culo. Lleva una mano a su polla y la otra me la mete en boca. Empiezo a lamerle los dedos como si de una polla se tratara. Dani no deja de acelerar, ahora la follada que me está dando es épica. Nuestros cuerpos están sudando. Estamos muy calientes y cachondos y con ganas de sexo. Su polla ya se desliza perfectamente por mi culo. De vez en cuando Dani echa un lapo para que pueda entrar mejor.
- Joder vaya culo tienes cabrón.
Dice Dani nada más dejar de penetrarme. Me doy la vuelta para mirarle.
- Y tú vaya polla tienes, casi me destrozas el culo.
Le digo mientras le sonrío. Él está exhausto, sudado de arriba abajo y con cara de satisfacción, de haberle dado duro al tema, de haber disfrutado taladrándome el culo. Me incorporo para acercarme a él y poder comerle la boca. Nos fundimos en un apasionado beso en el que jugamos con nuestras lenguas y nos pasamos nuestras salivas de una boca a la otra. Le paso la lengua por sus labios y él hace lo mismo con los míos. Nos damos mordisquitos.
De repente se nos une Rubén. Sin darme cuenta se ha levantado del sofá y se ha puesto a nuestro lado buscando nuestras bocas. Ahora somos los tres que nos estamos comiendo las bocas. Me separo un poco y les observo besarse. Intento meter mi lengua entre sus bocas como puedo. Y, sin darme cuenta, ya les tengo a los dos metiendo sus lenguas en la mía. Muy guarro y muy sexual todo. Cada uno tiene su mano en su polla. Dejo que se besen entre ellos y me agacho para encargarme de sus pollas. Una polla frente a la otra. Se me cae la baba solo de verme en esa situación. Le doy unos cuantos lametazos a la de Dani primero. Es ligeramente más larga que que la de Rubén. Cambio a la de Rubén y le paso la lengua de abajo a arriba unas cuantas veces. Vuelvo de nuevo a la de Dani para comerle el glande. Hago lo mismo con la de Rubén y así sigo durante un buen rato. Primero me como una y después otra. Ellos van buscando mi boca y pidiendo turno todo el tiempo. No quieren que mi boca se quede sin polla ni un solo momento. Siguen comiéndose las bocas mientras disfrutan que les esté comiendo la polla. En un momento dado me llevo los dos glandes a la boca. Está claro que no me caben los dos troncos pero jugar con las dos pollas a la vez en mi boca me pone muy cachondo y muy guarro.
- Dame tu culo que quiero follarte ya joder.
Dice Rubén desesperado por meterme su falo. Así que apoyo mis rodillas en el sofá de manera que mi torso queda sobre el respaldo. Coloco mis brazos en la parte superior del respaldo y simplemente relajo mi culito para Rubén. Separo bien las rodillas y ya noto un dedito de Rubén dando caricias a mi agujerito. Mi ano sigue estando caliente y húmedo de tanta matraca, por lo que su dedo se desliza maravillosamente. Entra y sale provocándome un masaje increíble. Suma un dedo más y otro más. Sus dedos se pasean por mi culo como si nada.
Mientras tanto, por el lado de atrás del sofá se presenta Dani con su majestuosa polla. La mete directa en mi boca para comenzar a follarme la boca sin piedad. Casi sin darme cuenta, y al mismo momento, Rubén aprovecha para meterme su tronco de una sola estocada. Entra fenomenal pero no deja de provocarme cierto dolor. La saca entera y me la vuelve a meter con fuerza hasta el fondo. Cada vez que lo hace no puedo evitar que se me escape un quejido.
- ¿tienes algún problema?, ¿perdona?, no te entiendo. Jajaja
Dice Rubén con tono sarcástico. Los dos se ríen. Yo no puedo contestar ya que Dani no deja de follarme la boca. Se me cae la saliva por los lados. Se me escapa alguna lágrima de los pollazos que me están metiendo. A todo esto a Rubén le ha dado por cogerme los brazos por detrás de la espalda por lo que estoy indefenso totalmente. Siguen así un buen rato. Follándome por los dos lados. Metiendo sus pollas bien al fondo.
Tras estar así un buen rato de repente noto como Dani me está llenando la boca de leche. Él sigue con la follada mientras se está corriendo en el interior de mi boca. Su leche está caliente y así como puedo me la voy tragando. Está deliciosa. Al fin me saca la polla de mi boca y con mi lengua acabo de recoger los últimos lefazos que se han quedado por el camino. Acabo tragando toda su leche. Le limpio la polla como puedo y nada más acabar se agacha para meterme la boca y besarnos con el sabor de su leche. Todavía me queda un poco en la comisura de los labios, cosa que Dani aprovecha para recoger con su lengua y pasármelo a mi para seguir besándonos.
Mientras Dani y yo jugamos con nuestras lenguas, Rubén aprovecha para llegar al orgasmo y correrse en el interior de mi culo.
- Me corro joder.
Grita Rubén entre jadeos y gemidos mientras noto cómo me está preñando el interior de mi culo. Su leche caliente hace que su polla se deslize todavía mejor. No deja de penetrarme hasta que le ha salido la última gota de lefa. Me da la vuelta y me sienta en el sofá con fuerza. Dirige su boca a la mía y me mete la lengua en la boca con fuerza. Nos comemos nuestras bocas con ganas, intercambiándonos nuestras salivas y jugando con nuestras lenguas. Se levanta y me agarra de una mano para que me levante con él. Nos abrazamos juntando nuestros torsos sudados y continuamos comiéndonos las bocas. Por detrás se acerca Dani que se pega a mi espalda. Noto su polla a media asta en mi culito húmedo. Empieza a besarme el cuello. Lleva una mano a mi agujerito y mete un dedo en búsqueda de la leche que me acaba de dejar su amigo Rubén. Yo le facilito el camino relajando mi culo y levantando un poco la cadera. Saca su dedo con la lefa de Rubén y lo lleva directo a mi boca. Lo recibo encantado. Rubén también quiere un poco y busca con su boca el dedo de Dani. Este repite la operación de ir en busca de leche en el interior de mi culo. La gravedad ha hecho efecto y ya tengo la zona anal chorreando de semen. Hay mucha leche calentita que Dani se encarga de recoger con sus dedos y repartirla por nuestras bocas. Nos besamos los tres, el uno con el otro y el otro con el uno. Intercambiando nuestras salivas y la leche de Rubén de una boca a otra.
Mientras intercambiamos fluidos llevo mi mano a mi polla y empiezo a pajearme. Qué ganas de correrme joder. Y qué mejor ahora que me estoy comiendo la boca con estos pivonazos. Y más después de que me hayan destrozado el culo. Y más cachondo todavía es que nos estemos tragando la leche de nuestro colega Rubén. Leche que ha depositado en el interior de mi culo. Joder, tan solo pensar esto me provoca el orgasmo. Empiezo a disparar leche hacia todos lados. Los chorros van a parar sobre las pollas de mis compañeros de trío, ya que seguimos besándonos. Acabo de pajearme bien, hasta el último lefazo. Me separo un poco de ellos y les contemplo. No pueden dejar de comerse las bocas. Les veo las pollas, están repletas de lefazos míos recién exprimidos. Me pongo de rodillas y voy directos a comerles las pollas para dejárselas bien limpias. No están tan duras como lo estaban hace un rato pero siguen estando irresistibles. Primero el pollón de Dani, donde más lefa ha ido a parar. Paso la lengua desde la base hasta la punta. Unas cuantas veces para así recoger toda la leche. Paso al tronco de Rubén y repito la acción. Y así unas cuantas veces hasta que veo que no queda nada de semen.
- Qué bien te has portado, lo has hecho muy bien.
Dice Dani mirándome desde arriba a la vez que con una mano me da pequeños pollazos en una mejilla.
- Así me gusta, que des buena impresión a la gente que acabas de conocer.
Me dice Rubén mientras me acaricia la otra mejilla con una mano.
Esto solo ha sido el principio de un largo fin de semana en el que hemos aprovechado que Raquel no está para poder conocernos a fondo.
Muchas gracias a todos por vuestros correos. Los leo todos e intento responderos a todos. Aprecio muchísimo vuestras valoraciones, tanto por aquí como por privado.