El calor de un prostituto (parte 7)

Un día que Aiden se había tomado de descanso, un chico le propone algo que no podrá dejar pasar.

El calor de un elfo

Pasaron varios días desde que visité el salón erótico de Yuooa. Con ayuda de Zeul empecé a aprender a moverme por la ciudad y a conseguir buenos clientes que pagan mucho más que el más rico de mi pueblo, incluso se notaba que me estaba ganando un nombre, pues aveces llegaban más clientes de los que podía atender en la taberna. Además, también me visitaba Roan y los mercaderes que trabajan para él.

Zeul aprendía rápido, actuaba como una especie estratega sexual y me decía, solo con ver a mis clientes, qué iba a ser lo que les diera más morbo y, además, se encargaba de comprar todo tipo de productos eróticos y afrodisiacos que hacían que mis sesiones fueran más espectaculares e intensas de lo que solían ser. Me había acostumbrado a trabajar con él. Tenemos pactadas diferentes señas que me ayudan a hacer que cada cliente reciba el polvo de su vida.

Hoy me había tomado el día libre y después de comprar ropa nueva estaba comiendo en una posada que me recomendaron por sus platos de salsas especiadas. Estaba ya sentado y, en lo que esperaba la comida, me daba cuenta cómo más de uno de mi alrededor me miraba con sorpresa o morbo. Había un par con los que había follado pero a la mayoría no les había visto, así que parecía que mi renombre estaba creciendo más de lo que parecía. En concreto, había un soldado que me miraba muy indiscretamente mientras comía, en su mirada se podía ver todas las forma de follarme en las que estaba pensado.

  • Eres Aiden, ¿verdad?- Me dijo un elfo sorprendiéndome por detrás- ¿Puedo hablar contigo?

  • Sí claro- le dije ofreciéndole un sitio. Me sonaba su cara pero no sabía de qué.

  • Soy Yiriu, ¿me recuerdas? … ¿Del salón erótico?- me dijo susurrando al ver que dudaba.

  • Ah, cierto, con el que follé después de los gemelos.- le dije con tranquilidad al recordarle, la verdad que me daba bastante morbo recordarle con aquellas telas semitransparentes.

  • Sí… bueno… - respondió ruborizado. -Quería hablar contigo…

  • Dime, no tengas vergüenza - le contesté confiado.

  • Verás… yo… -respiró profundamente  y continuó con confianza. - Soy familia de Yuuoa y siempre he querido trabajar en los salones, pero no quiere que me dedique a ello… Así que después de nuestro hermoso encuentro y de todo lo que he oído escuchar de tí de otros chicos…

  • ¿Sí? - le dije para que continuara ya que había parado de los nervios.

  • ¡Me gustaría aprender de tí! ¡He incluso trabajar contigo! - lo dijo con tanto ánimo que casi me hizo reir. No esperaba esta propuesta, pero no entendía bien por qué me la proponía a mí.

  • ¿Y no hay algún otro local o alguna manera de convencer a Yuuoa?

-Olvídate - me contestó tajante- Nació en otra cultura… literalmente. Nunca permitiría que trabajara en este arte....

  • Y qué pasará cuando lo descubra? Porque lo descubrirá. - le dije con sinceridad.

  • Pues es lo que he elegido… Y yo cargaré con la culpa. - respondió bajando la mirada. Mientras me quedaba un momento pensado, no tiene mal cuerpo, su culo era paretadito y con buena forma y no es usual encontrar elfos que quieran prostituirse.

  • Pues por mi perfecto, una ronda rápida. ¿Cuánta experiencia tienes? ¿Qué puedes hacer? ¿Hasta dónde puedes llegar?

  • Creo que puedo hacer de todo, todo me da morbo y…nunca lo había hecho...por detrás... ya sabes...-respondió con timidez- pero tú el otro día me dejaste claro que me encanta que me lo hagan... No tengo mucha experiencia, pero algo he hecho por mi cuenta y con los chicos del local.

  • Vale, intenta ser directo al hablar de las cosas y luego hablamos de profundidad, pero... ¿por ahora quieres tu primer cliente?- le dije mirando al soldado que seguía mirándonos. Le guiñé el ojo.- Sígueme.

Lo mejor era probarle en una situación de verdad, así que le pedí a la posadera una habitación libre seguidos por el soldado que había entendido mi gesto. Mientras íbamos, expliqué algunos conceptos básicos a Yiriu, que parecía que había aprendido bastante de los chicos del local de Yuuoa. Al llegar a la habitación le dije que se preparara para el soldado. Yo me quedé afuera para hablar con él un momento.

  • Hola guapo- le dije al soldado- Tienes dos opciones, o follar conmigo pagando el doble que hoy no estoy de servicio, o follarte a ese elfito que acaba de pasar gratis.

  • Me quedo con el elfo y a tí ya te probaré a tu precio normal- me dijo mientras abría la puerta.

  • Sólo una cosa, mira bien qué te parece, y al salir me comentas tus apreciaciones.

Me senté cerca a esperar que salieran. Me di cuenta que otro soldado también nos había seguido. Le guiñe el ojo y le hice un gesto para que se acercara. Era de mediana edad y bastante delgado.

  • ¿Te apetece algo rápido?- Le dije.

  • Túmbate y bájate el pantalón.- se notaba que estaba bebido pues parecía que poco le importaba hacerlo en medio del pasillo.

Le hice caso, me tumbé en el suelo de madera con la polla fuera. Él se sacó la suya bajándose lo justo el pantalón, se quitó las botas y puso su pie desnudo sobre mi polla. Lo tenía caliente y algo áspero pero hacía la fuerza justa para masturbarme y sentir toda su fuerza en mi polla. Mientras movía el pié rítmicamente, se inclinó sobre mí y empezó a tocarse con fuerza. Empezó a respirar con intensidad mientras me miraba desnudo, aumentó la presión de mi pene y al rato una lluvia de semen empezó a caer sobre mi. Se guardó la polla con calma mirándome y me pasó el pie por la cara acariciándome.

  • Buen trabajo- me dijo mientras dejaba caer unas monedas y se marchaba.

Recogí el dinero, me limpié en el baño y volví a esperar a que Yiriu acabara. Se escuchaba perfectamente cómo estaba follando. Era bastante enérgico, pues se distinguía bien el sonido de cómo le estaba reventando el culo mientras le decía algunas expresiones que, aunque no terminaba de distinguir, parecía que lo estaban disfrutando. Quizás debería haber dicho que solo mamadas o algo suave. Durante un rato hubo silencio y al momento salió el soldado.

  • ¿Qué tal? - le dije intrigado.

  • Muy muy bien, como querías que le probara le follé boca, culo y de todo. Culito prieto, sabe moverse. Quizás las mamadas… le queda. Pero le pegué la follada padre- me respondió mientras se recolocaba el paquete.- Bueno te dejo.

  • ¡Gracias! - le dije despidiéndome y entrando en la habitación.

-Cuéntame- le dije sentándome en una silla mientras veía a Yiriu aún desnudo sobre la cama.

  • ¡Buah! ¡Genial! Esto me da más morbo de lo que pensaba y eso que el hombre no me parecía guapo. Pues… - siguió incorporándose-  Entró y yo ya estaba desnudo, así que se acercó quitándose la ropa y me puso la polla delante. Le empecé a mamar, me folló la boca un rato, me giró y empezó a comerme el culo para luego follarme… fuimos cambiando de posturas, pero la última que fue en misionero no pudo más y se corrió.- me dijo mirándose el culo donde se veía aún algo de corrida.

  • Mira - le dije acercándome al ver que se le estaba empalmado…

Me puse delante de la polla arrodillado y empecé a comérsela lo mejor que sabía.

-Fíjate en mis movimiento- le dije mientras empecé comiéndosela exagerando un poco los movimientos. -Juega con la lengua en su cabezón, rodealo, haz algo de fuerza, succiona y ten cuidado con los dientes. Disfrútalo mientras tratas de hacerle disfrutar lo máximo. Sube, baja, y cuando estés arriba juega solo con el cabezón, tómate tu tiempo. Que la sientas toda, y si no es muy grande, baja y hasta los huevos. La clave es la lengua, la presión y el ritmo, pero ya lo irás descubriendo y practicando.

Seguí comiéndosela recalcando los movimiento que le había explicado y justo cuando la comí entera noté como se corría en mi garganta.

  • Bueno… -dije mientras me limpiaba la boca. - Intenta controlarte cuando explicandotelo.  ya te enseñaré como hacer garganta profunda.

-  Lo siento, es que lo haces tan bien que no pude…- respondió incómodo

  • No pasa nada. Intenta practicarlo con los siguientes.

  • ¿!Entonces me aceptas¡?

Me quedé pensando, había confirmado que, aunque le faltaba práctica y maña en muchas cosas, no era nada que no se pueda arreglar con una buena explicación. De cuerpo estaba bien, atraerá bastantes clientes y parece que aunque el soldado era feo no tuvo problemas en hacer de todo en él. Hasta me estaba dando morbo la idea de hacer algún trabajo conjunto. Tenía que comprobar si la elasticidad de los elfos es buena para dobles penetraciones.

  • Sí. Creo que al lado de mi habitación no hay nadie, puedes pedirla y trabajar allí. - le dije después de reflexionarlo.

  • Perfecto- me contestó. Los ojos le brillaban de la emoción.

  • Desde que vengas por la tarde-noche le diré al tabernero que deje pasar clientes.Si te eligen a tí, estaré mirando y Zeul también. En los espacios muertos te enseñaré técnicas y cosas que creo que deberías mejorar.

  • ¿Zeul?

  • Sí, un amigo que me ayuda en el negocio, no tengas verguenza ni conmigo ni con él. Ah, -le dije pensando rápido-. La mitad de lo que saques va para mí, y luego si va bien ya podemos plantearnos algo más serio.

  • ¡Sí, perfecto!

Se notaba que no cabía de la emoción, incluso de pensarlo se estaba empalmando de nuevo. Siempre me había llamado la atención la suavidad y fragilidad que transmitía la piel de los elfos. Pocas veces había tenido la oportunidad de mirar a uno desnudo tanto tiempo y su cuerpo, bajo la luz del atardecer remarcaba de tonos cálidos, sus elásticos músculos y su polla semi empalmada.

  • Empezamos mañana- le dije saliendo de la habitación. - Pero por ahora, vamos a que veas dónde está la tabern y a que conozcas a Zeul.

Fuimos caminando hasta la taberna y, aunque de vez en cuando Yiriu me comentaba algo, no podía dejar de darle vueltas a su propuesta. Tenía entendido que los elfos eran muy orgullosos y selectivos con el sexo debido a su cultura, ya que lo ven como una conexión mucho más mística entre individuos. Por eso es raro verles en los prostíbulos. ¿Por qué Yiriu no cumplía con esto? Aunque es cierto que se dice que los elfos que viven en ciudades humanas están perdiendo esas costumbres, me parece curioso que este chico quiera trabajar de esto. Quizás está explorando. Quizás sea rebeldía contra Yuuoa por algo. Quizás vaya en serio. Sea lo que sea, aunque está verde, tiene potencial y la idea de crear un grupo de prostitutos de élite me estaba atrayendo. Zeul me la propuso hace tiempo, me dijo que eligiera a los mejores chicos, nos entrenáramos y fuéramos de ciudad en ciudad como hacen los mercaderes. Pero por ahora todo eso sentía que quedaba lejos y lo importante es ver si Yiriu es capaz de dedicarse a esto.

Al llegar a la taberna, Zeul estaba preparando cosas  y limpiando, les presenté y aproveché que justo Zeul había comprado diversos productos para, entre los dos, explicarle a Yiriu el uso y tipos de cremas, lubricantes y aromas afrodisíacos para el sexo. Al acabar, le dije a Zeul, el cual se notaba que estaba emocionadísimo por la idea de tener a alguien más en el grupo, a que fuera a explicarle al tabernero que tenía un acompañante.

Como nos quedamos solos, aproveché para enseñarle a Yiriu cómo llevar un correcto aseo y que ningún cliente se llevara una sorpresa al follarle. Lo bueno es que parecía que a medida que le explicaba cosas, se iba soltando y perdía la vergüenza. Realmente me estaba convenciendo de que no solo quería dedicarse a esto, si no que lo deseaba con todo su ser.

Al rato Zeul tocó dándonos las buenas noches, se nos había pasado el tiempo volando y ya era muy tarde, así que nos despedimos y Yuriu recogió sus cosas para irse a su casa.

  • ¿Crees que sirvo para esto? - me comentó antes de irse.

  • Por lo que he visto por ahora sí, pero mañana lo comprobaremos.- le contesté pensativo.

  • ¡Buenas noches! - respondió alegre marchándose.

Me quedé mirando cómo desaparecía al bajar las escaleras. Tenía potencial y parecía que le encantaba, pero mañana sería la prueba de fuego. Sobretodo porque cuando aparecen nuevos chicos en este oficio, no tardan en salir hombres con ganas de probarlos. Y en esta ciudad las noticias vuelan como la pólvora, y apuesto a que el soldado que le folló ya había prendido la mecha.

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Continuará!

Como siempre, gracias por leerme.

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