El calor de un prostituto (Parte 6)
Aiden llega a la ciudad. Allí recibe numerosas ofertas y una gran follada
Me desperté por todo el ruido que escuchaba de fondo. Estábamos parados y Zeul descargaba las mercancías de la carreta. Al darme cuenta de dónde estábamos me levanté de golpe y salí. Nos encontrábamos en un terraplén lleno de carretas y carruajes de todo tipo rodeados de casas de dos y hasta tres pisos que alcanzaban hasta donde me llegaba la vista. Entre las casas y el terraplén pasaba una calle llena de gente, nunca había visto tantas personas juntas y de variedades tan diferentes.
- Bienvenido a Uruta - me dijo Zeul en un tono divertido al verme con los ojos como platos.- Roan pasó antes a explicarte un par de cosas, pero estabas durmiendo tan profundamente que me dejó el recado a mí.
La verdad que anoche había caído rendido, normal que no me hubiera enterado de nada.
Y... ¿Qué te dijo? - le comenté aún contemplando a todas las personas ir de un lado para otro.
Él y alguno más tienen que arreglar cosas en el gremio de mercaderes para poder vender y comprar mercancía sin problema- me explicó señalando al edificio que más cerca estaba. En su adornada fachada, entre las numerosas ventanas habían banderas colgando con todo tipo de insignias, entre las cuales pude reconocer la de la compañía de Roan.
Nosotros vamos a mover mercancía, así que estaremos un par de días bastante ocupados. - continuó Zeul- Siguiendo esta calle,hay una gran posada donde ya tenemos habitaciones reservadas para cada uno, la tuya incluida- me recalcó guiándome un ojo-Así que recoge tus cosas de la carreta y déjalas allí. “El Descanso del Dragón” se llama, tiene una fachada verde, no creo que te pierdas.- acabó de decir con tono burlón.
Recogí mis cosas y me dirigí a donde me había indicado. Al ir por la calle y dejar atrás el terraplén, la calle se ensanchó y empecé a ver muchos puestos de exuberantes colores donde se vendía de todo. La mitad de las cosas que veía no sabía ni qué eran, y los olores eran de lo más variado ya que la mayoría de puestos eran de comida. Me parecía curioso que muchas de las personas que veía tenían cuerpos poco musculosos o sin curtir, imagino que debido a que no trabajaban en cosas de esfuerzo físico. También, había bastante presencia de soldados, los cuales no paraban de gritar que buscaban reclutas. La verdad que las armaduras ligeras que llevaban les remarcaban la musculatura, y varios de los soldados me parecieron de lo más atractivos.
Al poco de caminar, encontré la posada, destacaba entre el resto de edificios por su aspecto bien cuidado, parecía que no era precisamente barata y al entrar habían tantas mesas y personas vociferando, riendo y bebiendo que ya le gustaría a la posada de mi pueblo tener solo la mitad de la mitad de lo que había allí. Y eso que no estaba lleno. Me acerqué a la barra esquivando a camareros y camareras que no paraban de llevar y traer comidas y bebidas mientras notaba como los elfos que comían en una de las mesas me miraban, quizás por mis ropas o porque parecía que andaba perdido y ellos eran bastante perspicaces.
Bienvenido al Descanso del Dragón me dijo un cocinero detrás de la barra mientras mezclaba unas bebidas- ¿Qué te sirvo?
Me dijeron que había una habitación reservada para mí - le contesté- Soy del grupo de Roan- le insistí al ver que me miraba extraño.
Ah perfecto perfecto, sube por esas escaleras, arriba te dirán mejor.- me contestó señalando las escaleras de un lateral.
Subí, y al llegar arriba, un hombre de mediana edad hurgaba en un mueble macizo. En sus manos llevaba múltiples anillos con piedras preciosas, que destacaban con su ropa algo sucia. Detrás suyo pude ver un pasillo que pasaba por las múltiples habitaciones.
- Ah sí sí, vienes de la compañía de Roan, ¿cierto? - me dijo excudriñándome nada más verme.- Y debes ser el chapero, o puto que les acompaña, ¿cierto?
-Si… Sí-le respondí nervioso.
Tranquilo tranquilo - empezó a decir al ver que desconfiaba- La posada es el núcleo de la ciudad aquí, con buenos odios y buenas bebidas podemos saberlo todo. Ni el ejército está tan informado jajajaja - acabó de decir riéndose de manera extraña.
Ya veo - le comenté mientras aún se reía- Venía a dejar mis cosas en la habitación.
Claro claro,la número 25. ¿Sabes leer números, o leer? - me preguntó con preocupación mientras me daba la llave.
Me cuesta, pero me defiendo.- le dije confiado y empecé a caminar por el pasillo.
Ah, por cierto.- me dijo alzando ligeramente la voz. - Sé que acabas de llegar y estarás cansado, pero voy a estar ocupado y tendré que proponerte un interesante negocio ahora.
Claro dime - le dije interesado.
Como veo que eres guapillo, no estás mal de cuerpo y me han dicho que tienes un aguante insaciable… había pensado que puedo mandarte a clientes a tu habitación y yo me quedo con el 40% de lo que pagen por tí.
20% -le dije rápido.
-30% y te dejo beber gratis abajo- me dijo examinándome con cuidado.
Hecho, pero solo por la noche, las mañanas quiero descansar a no ser que alguien ofrezca una suma interesante y… hay un chico que le gusta mirar mientras follo, no sé si les importará.
Maravilloso, maravilloso. Eso es cuestión de que le digas a los clientes, pero de resto trato cerrado. - Me contestó bastante contento.
Después de esa extraña conversación fui a mi habitación, y nada más abrir la puerta me quedé boquiabierto. Estaba perfectamente ordenada y limpia. Olía a flores, la ventana dejaba entrar la luz que iluminaba toda la estancia. Y lo mejor, aparte de múltiples muebles de buena calidad, era una cama acolchada. Era la primera vez que veía una así que lo primero que hice fue ir corriendo y tumbarme en ella. Era perfecta ni muy dura ni muy blanda. Se sentía como si flotara, suave y cálida. Ahora me quedaba claro que tenía que ahorrar para poner una así en mi casa. Y sin darme cuenta me quedé dormido.
Me despertó alguien tocando en mi puerta. No sabía cuánto tiempo había pasado ni quién podría ser, así que me recoloqué un poco el pelo y la ropa y fui a abrirle. Me encontré de frente a un esbelto y refinado semielfo. Vestía ropa elegante de finos tejidos y por cómo me miraba con aires de superioridad diría que era de alguna familia noble o rica.
Eres el nuevo de la ciudad ¿verdad? - me dijo entrando sin esperar mi invitación.
Eh… sí, llegué hoy- parece que todo el mundo sabía de mí y yo de nadie.
Bien bien, eres guapillo.-dijo mirándome atentamente mientras se sentaba- desnúdate, con sensualidad por favor.
Me quité la ropa con suavidad, moviéndome lo más sexy que podía. Me detuve al llegar a los pantalones que me quité poco a poco dejando asomar mi miembro por partes. Me seguía mirando con una mirada de aprobación. Y al quedarme completamente desnudo me hizo un gesto como para que girara sobre mi mismo. Así que empecé a girar despacio mostrándole todo. Al darle la espalda incliné ligeramente el culo dejándole ver mi ano.
- Maravilloso. ¿Te importa si yo miro mientras te prueba uno de mis chicos?
Al ver que asentía, dió unos golpes en la mesa que tenía detrás y por la puerta entró un chico algo mayor que yo con un cuerpo trabajado pero impecable, solo iba con pantalón y un chaleco abierto por lo que se venía que en su musculoso torso no había ni cicatrices ni marcas de trabajo.
Te presento a Juliu, es nuestro catador oficial. Su gusto es el mío, así que esfuerzate. - me dijo mientras el chico venía hacia mí.
Mmm vale. - Contesté. Imaginaba que esto sería algún tipo de rol.
Juliu se quitó los pantalones pero se dejó el chaleco. Al llegar a mi lado, pude ver una polla flácida pero bastante gorda y larga.
- Hazle una mamada por favor.- Comentó el medioelfo.
Me arodillé y empecé a lamer su polla para metérmela con suavidad en la boca y jugar ahí con mi lengua. Noté como crecía dentro, así que aproveché para hacer garganta profunda saboreándola entera. Él empezaba a moverse suavemente sin llegar a follarme la boca, noté que su polla seguía creciendo, así que para ayudarle empecé a masajearle los huevos con una mano y el pezón con otra, lo que hizo que se terminara de empalmar y era tan grande que me cabía con dificultad en la boca hasta que llegó un punto donde prácticamente no me cabía. La saqué para verla y no podría creerlo. Nunca había visto una polla así, enorme y gruesa, descomunal .
- Jajaja ¿podrás con eso?- dijo el señor refinado al ver mi cara de sorpresa.
Como respuesta empecé a mojarla bien de saliva, pasando mi lengua y labios por toda su polla y al acabar, me giré poniéndole el culo en su polla. Obviamente no iba a entrar así pues no me había dilatado, pero mi intención era irme dilatando con su propia polla. Empecé a moverme haciendo presión en mi ano para que se fuera acostumbrando. Juliu me hizo fuerza para que me levantara se agachó y empezó a comerme el culo con una habilidad que no había visto en mi vida. Jugaba con la lengua haciendo presión en el ano y a su alrededor y de vez en cuando frotaba sus dedos dilatándome con maestría. Estuvo así un rato hasta que consideré que era suficiente. Se la comí de nuevo dejándola bien mojada, me giré y fue metiéndome su enorme rabo poco a poco. Fue entrando con suavidad, me molestó un poco, no era normal que me molestase una polla en mi culo, pero nunca había tenido una de este tamaño. Aguanté un poco el dolor y siguió metiéndola. Notaba como me entraba a la perfección llenando todo mi interior.
-Ahora -dijo con una voz morbosa.
Hizo un movimiento en seco y entró todo lo que quedaba de golpe. Tuve un punto de dolor pero al momento desapareció inundándome una sensación de placer y calor muy intensa. Esperó un poco, lo cual agradecí para acostumbrarme a su polla y empezó a moverse con suavidad como mirando si me provocaba dolor y molestia. Al ver en mi cara solo placer empezó a aumentar la velocidad con la que follaba. Pasamos de estar los dos de pie a cuatro patas sin que me sacara la polla. Se notaba que sabía lo que hacía. Me agarró del pelo, tiró de él y empezó a follarme a lo bestia. Me había quedado mirando directamente al medioelfo que seguía sentado, aunque ví como se relamía. Se movió ligeramente, manteniendo la postura de 4 empecé a sentir orgasmos de placer. En medio de uno, sacó su polla, me dió la vuelta poniéndome acostado mirando al techo, la volvió a meter en esta postura, notaba toda su polla lo que hizo que me llevara cerca del clímax. Me masajeó los pezones y me corrí con un profundo orgasmo en medio de sus sonoras estampidas. Al verlo, paró empezó a sacar la polla.
-¡No! Sigue dale, no pares- le dije de lo que lo estaba distrutando.
Así que con una sonrisa siguió follándome. Al rato, noté como el señor le indicaba algo a Juliu y este cambió a movimientos rápidos pero cortos hasta que noté como me llenaba de semen, creo que nunca había notado tanto la corrida de alguien. Sacó la polla con cuidado y fue a por sus pantalones.
- ¿Te importa si hablo con mi catador afuera un momento? - me dijo el medioelfo levantándose y saliendo al ver que le asentía mientras me incorporaba.
Me senté y me tomé un momento para recuperarme, fui a levantarme y noté como las piernas me fallaban del placer. Esperé un poco más y cuando se me pasó fui a vestirme. Al momento tocaron la puerta y entró solo el señor.
Maravilloso, ¿Cómo tienes ese increible culo?- me dijo con aspavientos.- Son pocos los que consiguen meterse entera la polla de Juliu, que además me ha dicho que lo disfrutó como hace años que no lo hacía. Se acercó mucho y me olisqueó. Es como si tuvieras algo especial.
Viene de familia creo- le contesté automáticamente.
Interesante, pues cuando quieras puedes empezar a venir. Tranquilo que te reservaré a los mejores clientes, no tendrás que soportar a los que no son finos.
¿Eh? - No sabía de qué estaba hablando
Estabas interesado en trabajar para mí… ¿o estoy equivocado? - me dijo confundido al ver mi cara.
No sé ni quien eres, yo solo estoy aquí de paso.- le respondí algo seco.
Sí sí, sé que vienes con la caravana de comerciantes que llegó hoy y que el posadero te ofreció dejar pasar clientes, pero… ¿No le dijiste que querías trabajar para mí? - Al ver mi silencio continuó- Bueno bueno, habrá sido un error, pero uno muy hermoso. Yo soy Yuuoa, dueño de los balnearios y salas eróticas más importantes de la capital y de todo este territorio.
Aiden - le dije asombrado, no sabía qué decir.
Pues si te interesa, estás interesado en trabajar para mí. Con tu cuerpo y capacidad te aseguro tener los mejores clientes y un muy buen sueldo. Pero tendrías que trabajar exclusivamente para mí.
Tengo que pensarlo, me gusta mucho ir por libre.
Piénsalo, si quieres mañana o pasado pásate por la sala erótica más cercana y vete a ver qué te parece. Dí que vas de mi parte y puedes probar lo que quieras o a quien quieras. No tengas prisa y disfruta. Yo tengo que irme, así que espero verte y que nuestros caminos se entrelacen.
Y nada más acabar salió despidiéndose con un elegante gesto. Al mirar en la mesa me di cuenta que había dejado una buena cantidad de monedas.
Me quedé en la cama, tumbado y pensando en todo, era una buena oferta, y si es cierto que era el dueño de tantos lugares… ganaría bien de por vida. Pero me no me gustaba estar a lo que él diga, prefería buscarme mis clientes por mi mano la verdad y poder moverme cuándo y por donde quiera.
Esa noche, entraron un par de hombres, algunos borrachos para follar conmigo, algunos pidieron solo mamada y se corrieron en mi boca y otros al ver mi culo abierto me follaron a cuatro patas hasta que se corríeron. Pero todo me sabía a poco, no me podía quitar de la cabeza la polla de Juliu, aún el mega orgasmo que tuve me recorría el cuerpo. Sin duda, si Yuuoa era tan selectos con sus putos, me gustaría pasarme para ver que maravillas podía encontrar.
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Continuará!
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