El calor de un prostituto (Parte 11)
Entre mamadas y alguna que otra follada de los soldados Aiden recibe una carta de Yiriu.
Me desperté el primero, habían pasado creo que cuatro o cinco días ya, las primeras luces del alba entraban por una rendija de la tienda e iluminaban el torso desnudo de Luio y Areo. Por un momento los había confundido con Yiriu y Zeul. Tenía ganas de verles, o al menos de saber de mis amigos. Al pensar en ellos y, sobretodo en el delicado cuerpo de Yiriu, me había empalmado, pero llegaba tarde, así que me preparé con cuidado de no despertar a los soldados y cuando iba a salir ví como uno de ellos estaba sentado mirándome.
Luego te haré una visita que hoy tengo un buen descanso entre medio. ¿Me reconocerás por mi polla? - me susurró con voz dormida para no despertar a su compañero.
Seguro que sí- aunque no solía olvidar un buen pene, me da que, si hoy iba a ser como los otros días, iba a estar difícil reconocerlo entre tantos.
Fui a mi puesto de trabajo y empecé a contabilizar los baúles. Al rato, empezaron a aparecer las primeras pollas, para lo cual me desnudé y me puse a mamarlas lo mejor que podía. Los soldados no tardaban en correrse, muchos incluso se animaban a follarme la boca mientras escuchaba cómo presumían de sus rabos con sus compañeros.
-En polla no hay quien te gane, pero combatiendo… jajaja- escuché con claridad detrás de la tela
Mejor ponte el último Dakarg, que le vas a destrozar la boca. - dijo otro con tono de burla.
Siendo medio-orco cualquiera, heredaste lo mejor de los tuyos
Callaos y dejadme disfrutar. Si no queréis que os rompa el culo con mi polla. Que el capitán nos tiene contentos hoy y no estoy de humor.
Y también su temperamento - dijo alguien riéndose al fondo
Y mientras lo decía, apareció la polla de ese soldado. Ya la pude catar anteayer, si no me equivoco fue de los últimos que tuve. Una polla inmensa perfectamente recta donde las venas se le marcaban dando una sensación de grosor aún mayor. Me hubiera gustado compartirla con Yiriu, o que Zeul la viera. Era de las pollas más grandes que había visto. Tanto que me causó molestias en la mandíbula después de mamarla, por suerte anteayer encontré un punto donde podía comérsela bien sin atragantarme. Sin pensármelo, me la metí en la boca y me la fui comiendo poniendo en práctica mi nueva técnica, parecía que le gustaba, pues notaba su respiración fuerte y como la polla se endurecía en mi boca aún más.
¿Dónde habrán encontrado a este puto? Es todo un maestro.- Comentó ya de mejor humor
Sí sí, los anteriores no podían con la tuya y te quedabas con las ganas ¿eh?
A este le puedo hasta reventar la boquita- y junto a sus palabras empezó a follarme la boca.
La sensación era brutal, su polla me llenaba entero, y emanaba mucho calor. Podía notar como se movía en mi garganta, lo que me daba una sensación orgásmica. Subió la intensidad de la follada de boca y por unos momentos pensé que me corría del gusto. Pero el que se corrió fue él, inundándome la boca de un semen de intenso sabor. Tuve que sacarla de mi boca para no ahogarme pero él se siguió corriendo. El semen salía con tanta fuerza de su polla que parecía que me golpeaba la cara, lo que hizo que me corriera del morbo.
- Ojalá nos dure este puto- dijo mientras se alejaba y aparecía otra polla por el hueco que no era ni la mitad que la anterior.
Pasaron las horas y cuando ya había perdido la cuenta de cuántos penes había comido entraron un par de soldados dejando cajas.
- Tranquilo tranquilo, no molestamos. - me dijeron al verme desnudo con semen por todos lados chupando emocionado.- Sigue que si no nos matan al salir jajaja.
Llevaron y trajeron material durante un rato mientras no dejaban de mirarme. Cuando acabaron se acercaron y uno de ellos se puso a tocarse mientras me miraban mamar.
Deberíamos irnos, tenemos que ir ahora a la parte oeste.- dijo uno de ellos.
No me cortes el rollo. Mira que maravilla, no ha parado de comer polla y está lleno de lefa.- Relájate y disfruta- le dijo dándole una palmada en la espalda mientras no dejaba de tocarse.- Y mira que culito, ¿Alguien te lo ha follado ya?
No, aún no- le contesté como pude con otra polla en la boca.
Ponte a cuatro y tu sigue a lo tuyo.- me dijo mientras se acercaba.
Me puse a cuatro y justo la polla que estaba mamando se corrió al moverme y me llenó la cara de un líquido semen que no tardó en gotearme por la barbilla. Pero no tuve ni tiempo de limpiarme, pues otra polla ya había ocupado su lugar. Mientras, el soldado de detrás mío se empapaba la polla con su propia saliva y jugaba con sus dedos en mi culo. No tardó en meterla, aunque no la pude ver diría que no era muy grande pues entró con facilidad y empezó a follarme con suavidad.
Venga tío, que nos vamos a meter en un lío, ya sabes que hay mucha tensión, en nada habrá una batalla- dijo el otro soldado inquieto.
Ya va pesado, eres un aguafiestas, córrete en la espalda del chico y así me corro antes que ya sabes que soy de tardar. - le contestó
Escuché como uno de los soldados suspiraba mientras se acercaba a mi. Empezó a tocarse con fuerza a mi lado y al momento pude notar como caía su semen por toda mi espalda, a lo que lo acompañó la corrida de su compañero en mi culo mientras me follaba a toda velocidad. Salió de mi culo con rudeza, y sin decir mucho más se fueron de la tienda dejándome aún a cuatro patas trabajando las pollas que iban asomando por la tela.
- Ah espera -dijo el que me había follado volviendo a entrar- me dijeron que te diera esto.
El soldado sacó de su pecho una carta algo arrugada y tan rápido como me la dio, volvió a irse. Creo que era la primera vez que me enviaban una carta, podía imaginar de quién era y de la emoción la abrí y empecé a leerla tal cual estaba.
Querido Aiden,
Espero que te llegue esta carta, pues aunque Zeul y yo hemos estado intentando dar contigo, ha sido imposible por el control del ejército. Por suerte uno de mis clientes es un soldado que a cambio de algún polvo gratis, me aseguró que te llegaría esta carta.
No sé si lo sabrás, pero Yuoa fue el que te envió ahí por mi culpa ya que no quiere que me dedique a la prostitución. Yo me conseguí escapar y con ayuda de otros putos estoy trabajando escondido en los barrios rojos. Me has enseñado bien y aunque sigo practicando las mamadas, tengo bastantes clientes. Zeul me ayuda mucho, y he dado con otros chicos que se han apiadado de mí y me enseñan a moverme por estos lugares. Además de que hacemos algunos trabajos conjuntos que ojalá pudieras ver, seguro que nos corregirías muchas cosas, pero me da mucho morbo trabajar junto a otros chicos como yo. Ayer mismo, dos hombres, uno de ellos, con un tatuaje de dragón en la espalda, nos follaron a mi y a mi compañero a la vez dejándonos una buena propina y felicitando mi trabajo con el culo. Espero que dentro de lo malo te vaya lo mejor posible.
Cuídate y espero que estés bien, nosotros, Roan incluido, estamos haciendo todo lo posible por sacarte de ahí.
Un cálido abrazo… Yiriu.
No pude evitar emocionarme al leer. Aunque no me podía quejar porque me daba morbo follar con soldados, tenía unas ganas inmensa de volver con mis amigos. Pero ahora mismo mi única posibilidad es que Roan tuviera algún contacto con la suficiente influencia para sacarme de aquí. Cosa que veía difícil la verdad.
Guardé la carta al escuchar pasos y vi cómo un soldado entraba en la tienda. Estaba nervioso y no paraba de mirar para todos lados. Era corpulento y tenía un aspecto bastante agresivo, sensación que incrementaban las cicatrices que se veían por su cuerpo.
¿Eres Aiden verdad? - dijo susurrando
Sí- le contesté extrañado.
¿Te importaría follarme discretamente y rápido?- me preguntó directamente mientras miraba con morbo mi cuerpo desnudo.
Claro, ven por aquí.- le dije mientras le guiaba a una esquina de la tienda escondida entre cajas. Como siempre, en el ejército se buscaba el placer rápido pero intenso.
Al llegar, miró alrededor confirmando que estuviéramos bien escondidos y se bajó los pantalones dejando su culo al aire.
- Métemela de golpe, ya me dilaté para no perder tiempo.- me dijo mientras con sus manos separaba los glúteos dejando su ano perfectamente visible.
Sin dudarlo le penetré, mi polla entró con suavidad. Había hecho un buen trabajo dilatándose pues se la metí hasta el fondo y de su boca solo salieron gemidos de placer.
- Dale dale duro, no te contengas.- me dijo
Empezé a follarle con fuerza. Su culo se notaba duro y musculoso, lo que facilitaba que pudiera follarle con intensidad. Se separó más los glúteos e inclinó el culo hacia mí para que pudiera meterle el pene más profundo aún. Se tapó la boca pues casi se le escapa un sonoro gemido, aproveché para follarle lo más rápido y fuerte que podía y al momento pude ver como se corría sin tocarse, manchando las cajas que tenía delante. Saqué con cuidado mi polla de su culo y él, viendo que no se había manchado, se subió los pantalones y se recolocó la ropa.
Perdona por manchar- Me dijo.
Tranquilo, Yo me encargo. Vete si tienes prisa.- le dije al ver que seguía mirando nervioso hacia todos lados.
Gracias, y más gracias por la follada. - Me dijo mientras se iba.
Siempre me había parecido una pena que los hombres que hacían de pasivos fueran mal vistos. Este no era el primero que venía a mi muríéndose por una follada, pero tenía que venir a escondidas. Limpié el semen de las cajas y al ver dos pollas por los agujeros fui hacia ellas. Empecé a mamar una y a masturbar la otra, pero no podía quitarme de la cabeza ese pensamiento. Si conseguía salir de aquí y volver mis amigos, les propondré intentar difundir el mensaje de que no está mal hacer de pasivo. Al contrario, hay mucha gente que está perdido mucho placer y morbo por todas estas mierdas de la sociedad. E interrumpiendo mis pensamientos, las pollas se corrieron a la vez, una en mi boca y otra en mi brazo. Ya era tarde y se notaba porque cada vez tardaban más en aparecer penes por allí. Así que aproveché para irme limpiando y ordenando cosas de la tienda.
Cuando pensaba que ya no aparecerían más penes por allí, me di cuenta que había uno en el agujero, me pareció raro pues era ya bastante tarde. Pero igualmente me agaché a comerle la polla.
- La mamas tan bien como siempre putito.- dijo desde detrás de la tela.
Su voz me sonaba y al pensar por qué me di cuenta que era uno de mis clientes habituales de cuando estaba en la ciudad.
Ahora voy a poder follarte gratis. ¡Esto es maravilloso!- dijo mientras empezaba a follarme la boca
Y sabes lo mejor, hoy me follé a tu putito, el elfito ese. Se está haciendo bastante famoso en el barrio rojo, aunque cuesta dar con él, algo de que se oculta de un familiar o no se qué cojones. Pero la reventada que le pegué fue buena. ¿Y sabes lo mejor? Ha conseguido unos compañeros de puta madre. El otro día me follé a dos de ellos a la vez. Uno al lado del otro les iba reventando hasta que me sacaron toda la lefa. Menudos culos. Mañana que tengo que volver a la ciudad voy a ir con otros dos soldados. Vamos a dejarle de lo lindo.
Intenté decirle algo, pero me estaba follando la boca con tanta intensidad que era imposible. Además estaba soltando bastante presemen, lo que hacía que tampoco es que tuviera ganas de sacarla de mi boca. En uno de los movimientos, me embistió con fuerza y pude notar como se corría, no fue abundante la verdad.
¿Puedes decirle que estoy bien, contarle mi situación y que le echo de menos?- le dije relamiéndome.
Claro, se lo diré mientras le reviento ese culazo que tiene. No te preocupes.
Le fui a decir algo más pero se marchó, dejándome pensando sobre Yiriu. Releí la carta y no pude evitar imaginarme la escena que había. Ahora mismo hubiera dado lo que fuera por verle mientras le follan, pero por ahora esto es lo que había, y para lo que podía haber sido, no me puedo quejar. Pero por ahora, en breve me iría a dormir que la verdad que hoy estaba cansado.
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Continuará...
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