El Callejón
Excitacion a 1000 x hora. Espero les guste. Nota: leerse mientras se escucha: "El Apagon" de la cantante Mexicana Yuri.
El Callejón
No sé cuanto tiempo llevo parado aquí, quizá 1 hora, pero estoy dispuesto a conseguir lo que busco: Un hombre.
Según me han comentado, aquí se reúne la gente con las mismas orientaciones que yo, homosexuales hambrientos de sexo, buscando vergas duras, jugosas y dispuestas a darle placer a quién lo requiere, y toda la acción debe comenzar a las 8:30, pero creo que me tocó mal día pues son las 9:00 PM y aún no veo a alguien de mi agrado a quien le pueda llamar la atención, si bien no soy un hombre en exceso atractivo, debo admitir que "tengo lo mío." 1.75 mt. De estatura, piel morena, expresivos ojos negros, labios carnosos y gruesos, nariz ancha, cabello corto rizado, cuerpo fuerte, musculazo, piernas largas, fuertes y duras, y coronando el centro de mi cuerpo, una verga que a muchos les ha encantado, 20 cm. Gruesos a los cuales les cuelgan un par de bolas peludas y rellenas de sabroso y espesa leche.
Creo que ya empieza a haber movimiento, si, ahí hay una pareja de chicos me parecen algo jóvenes, se están besando, por lo que veo son de la misma estatura, 1.70 a lo mucho, y por la oscuridad no puedo ver la definición de sus cuerpos ni sus rostros, pero parecen atractivos.
Se están moviendo a una parte más oscura del callejón, parece que están muy calientes uno le va agarrando el culo al otro, se ve riquísimo la manera en que intenta meterle el dedo por la hendidura de su culo, parece que ay encontraron lugar, desde aquí los puedo ver, aunque la oscuridad me sigue ocultando su rostro, pero no sus cuerpos.
Uno es más blanco que el otro, y ambos tiene buen cuerpo, se ve que hacen algún tipo ejercicio, no están marcados, pero sí bien definidos, se ven delicioso, el más blanco tiene un culo respingadito que invita a comérselo, el culo del otro no puedo verlo porque está pegado a la pared, pero tiene un abdomen exquisito, el blanco le está bajando el pantalón, ¡madre mía! Tiene una verga enorme, parece mucho mayor que la mía, calculando desde mi perspectiva debe medir unos 23 cm. que se ven muy gruesos con una cabezota brillante, supongo por su lubricación, se me ha antojado muchísimo tenerla en mi boca.
El blanco se mete las bolas a la boca, las saborea, juega con la base hasta llegar al principio de la gruesa tranca del moreno, les pasa la lengua, se las mete y saca de la boca, el moreno se ve que está encantado porque lanza gemidos leves, pero desde aquí puedo distinguir y escuchar, mientras el blanco empieza a recorrer con sus lengua el largo tronco, llega a la punta de la verga y empieza a succionar suavemente la cabeza gruesa del moreno, es increíble la manera de chupar del jovencito blanco, y mucho más la manera en que está gozando el moreno pues el otro le está dando una de las mejores mamadas que he visto, mucho mejor que las que he visto en películas porno gay, el blanco es un maestro con su lengua, sube y baja por el tronco, y se detiene en el frenillo de la riquísima verga que está mamando, la cual está sacando una cantidad impresionante de presemen, el cual el otro seguro debe estar disfrutando de su agridulce sabor, sorbiendo con su lengua cada guota de ése néctar de los dioses.
No aguanto, tengo que jalármela porque está empezando a dolerme de tanta excitación, aunque no conseguí quien me la mamara a mí, creo que con éste espectáculo es suficiente.
Tomo un poco del lubricante que llevo a en las bolsas de mis pantalones y lo unto en mi verga la cual se encuentra muy dura mientras masajeo mis bolas y mi verga, trato de pensar que mi mano era la de alguno de esos chicos, y que lo lubricado de mi verga, es porque su boca había derramado su saliva encantadora sobre ella.
Deslizo mi mano un poco hacia mi culo, lo acaricio sin introducirme un dedo, pues no me gusta mucho esa acción, pero, deseaba muchísimo sentir una verga rompiéndome el culo como desde hace mucho no lo siento, mientras imaginé que la punta de mis dedos, es la punta de la verga del chico moreno, mientras acaricio mi culo, masajeaba mi verga, mi abdomen trabajado por mi oficio, abrí los ojos y me fijo en lo que hacían los jóvenes, el blanco ha volteado al moreno y le estaba lamiendo el culo, mete su lengua en su hendidura y llena de saliva su hoyo que imagino es tan delicado como se veía aquel chico, imagino que no ha tener muchos vellos, que se trata de un culito rosada y suave, el blanco se ha de estar dando el agasajo de su vida con semejante manjar; continúo con mi labor masturbatoria, mojo mis labios, como si se tratara de un rico beso, con una mano me masturbo y con la otra acariciaba mi cuerpo que se muere por estar en los brazos de un hombre.
He cerrado los ojos por un momento y me sorprendo con ver que el moreno ahora está chupando la verga de su compañero, un tanto más corto, quizá unos 17 cm., normales, y con abundante vello, el blanco bombea la boca del moreno, el cual sigo sin distinguir de rostro, el blanco es atractivo, supongo que el moreno también lo ha de estar, pero mientras yo me ocupada de mi labor con las manos, el moreno también le propina gran placer su amigo, al cual voltea y empieza ahora a chuparle ahora su ano, de él imagino que ha de tener una ligera cantidades de pelos, pero los cuales se han de sentir deliciosos a toparse con la lengua y hacerle cosquillas a la nariz.
Le pide que se levante, el moreno se coloca un condón en la punta de su verga y lo desliza hábilmente por todo su tronco, mantiene a su compañero de espaldas quien se prepara para ser embestido por esa suculenta y antojadiza verga.
Tal situación me excita aún más y meneo mi verga con un ritmo mucho más rápido controlando mi venida, pues quiero disfrutar por completo éste delicioso espectáculo de dos jóvenes sexys fornicando en pleno callejón, ante la vista de un pequeño número de visitantes, algunos espectando, otros ya en acción con compañeros, me he distraído tanto observando a estos jóvenes que he olvidado encontrar a lo que me trajo aquí.
El moreno mete suavemente su verga dentro del culo de su amigo, el cual no parece poner mucha resistencia, creo que por su excitación y al buen trabajo que hizo el moreno en su culo con sendas chupadas, mordidas en sus nalgas y el trabajo de su dedo provocando que su culo se dilatara.
Se trata de un mete-saca suave, despacio, con ritmo lento, buscando con éste meter poco a poco los más centímetros que se puedan, la cara del niño blanco hace notar el disfrute de la penetración, del chico moreno sólo se puede escuchar sus gemidos.
Estoy tan concentrado observando al los chicos cogiendo que no me he dado cuenta cuando es otra la mano que sacude mi verga, separo mi mano de mi verga y dejo que el delgadísimo y afeminado chico que está a mi lado continúe con la labor mientras yo disfruto de que él me masturbe y observo el magnifico show que ofrecen los jovencitos.
El ritmo del moreno ha aumentado, el blanco a levantado una pierna y la ha puesto sobre una lata de manera que facilita la penetración de esa verga deliciosa, se la meten hasta el fondo y no son gemidos de dolor los que se escuchan, son de placer indescriptible que el blanco ha de sentir con tremenda tranca en su culo.
El flaco que me sacude la verga se ha detenido, volteo a ver la razón y veo que saca un pañuelo para limpiar mi verga, la quita el lubricante y se mete mi verga a su boca y empieza a darme una rica mamada, nada espectacular, pero la cual me va perfecta mientras sigo observando a los chicos, debo admitir que el flaco chupa bien, pone especial énfasis con mi glande.
Parece que los jóvenes están a punto de terminar, los movimientos del chico parecen simular que le saca por completo alberga y se la vuelve a meter hasta el fondo, me imagino que se ha de sentir la gloria con una verga de semejante tamaño, como cada centímetro entra de tu cuerpo, como va alisando cada pliegue del ano, el placer parece interminable hasta que la sientes toda dentro de ti haciendo tope con alguna parte de tus entrañas.
No aguanto más, voy a terminar, le aviso al flaquito que terminaré, pero el continua con su mamada y termino en su boca, él recibe la gran cantidad de leche caliente que emana de mi palo, "Mamas Rico" es lo único que alcanzo al decirle, el se levanta y me dice: "y tu tienes muy buena verga y deliciosa leche", se va caminando hasta perderse en la oscuridad del callejón.
Los chicos están a punto, el moreno se mueve frenéticamente dentro del culo de su amigo, el otro empieza a gemir mucho más fuerte llamando la atención de algunos de los amantes que estaban concentrados con sus compañeros sexuales del momento, el jovencito de blanca piel empieza a mover su cuerpo con espasmos que indican que está terminando, con cada espasmo se introduce aún más la gran verga del moreno.
Cuando ha terminado de derramar su lechita sobre el sucio asfalto del callejón, el moreno saca su durísima verga del hambriento culo de su compañero y su masturba con sus dos manos, es tan grande su verga que no puede con una sola, el blanquito se agacha y abre su boca para recibir la leche del moreno que no tarda en legar, sus gemidos se escuchan contenidos, la leche sale disparada y me causa un poco de gracia ver que algunos chorros llegan a los ojos del joven blanco y los demás directamente a su boca, en éste momento me dan ganas de correr, empujar al muchachito y ser yo quién recibe todo ése néctar que deseo tanto.
El moreno termina y deja caer la última gota en el suelo.
Los amantes se besan, se abrazan y se dan u ultimo beso, cada quién va en dirección contraria, el jovencito blanco pasa a mi lado y sonríe, es en verdad atractivo, y se nota que no es del barrio, pues la vestimenta dista mucho de ser ropa de trabajo cotidiano, se ve de buena marca y sus ojos verdes, su perfil casi perfecto así como su castaña cabellera, me dice que es claro que el blanquito es de buena cuna.
Pero aún siento la curiosidad de conocer al morenito que me ha fascinado por la redondez de su culo, lo largo de su verga y su maravillosa forma de coger, empiezo a caminar con paso acelerado, paso justo al lado del rincón donde los amantes tuvieron semejante sesión de placentero sexo, lo veo a lo lejos, está adelantado a dos cuadras, le veo mover cadenciosamente su culito rico, caminar con soltura y seguridad, como un hombre satisfecho lo hace, cual cazador con la mejor de sus presas.
Sigue caminando y dobla en la esquina donde se encuentra mi casa, me pregunto si será el hijo de algún vecino, lo veo detenerse frente a la puerta de mi casa, voltear hacia ambos lados, primero a su izquierda y cuando ve a su derecha, levanta la mano saludándome. Es mi hijo.