El Cadejo (07)

Mi amigo Julio me confieza toda la verdad sobre su esposa, no me lo podía ni imaginar, ella es en verdad una esclava sumisa, y mi amigo tiene que pagar para poderla tener (Gay, dominación y bondage).

Capítulo VII

Desperté al día siguiente, dormí mal, pasé casi toda la noche pensando qué hacer, vi a la mujer de mi mejor amigo actuar y ser tratada como una vulgar perra en un espectáculo de sexo en vivo. ¿Debía contárselo o callarme? Ella se dio cuenta de mi presencia, sería lógico pensar que buscaría la manera de hablarme, que trataría de explicarse y justificarse. Pero eso no era seguro así que volvía a lo mismo, ¿le decía o no? Pamela me vio muy callado y meditabundo esa mañana, me preguntó que qué me pasaba, si tenía algún problema, yo le inventé que acababan de despedir a un compañero que me caía muy bien, Me sentí mal, odiaba mentirle.

Ese día era uno de esos sábados inusuales en donde no tuve cliente, así que me quedé en la casa todo el día, al lado de mi mujer y mis hijos. Por la tarde recibí una visita muy inesperada.

Hola vos, ¿cómo estás? – era Julio, que venía con una visible cara de nerviosismo..

Bien mano, bien… ¿cómo andás?

Ahí, pasándola… mirá, acompañame a la tienda por una cervecita que quiero hablar con vos de un negocio. – lo dijo alto para que Pamela, que estaba cerca, lo oyera, lo cierto es que no había negocio de qué hablar.

Bueno… ya vengo mi vida… – le dije a mi esposa y me fui con mi amigo.

Creo que ya te imaginarás porqué vengo… – me dijo mientras destapaba las cervezas, yo asentí, estaba seguro que Evelyn ya le había dicho todo – Bueno mano, no soy bueno para los rodeos… ya sé que viste a Evelyn en un club nocturno anoche… teniendo sexo. – asentí, no estaba seguro de qué reacción estaba teniendo – Bueno… yo ya sabía de eso, desde hace mucho tiempo. – ahora si me quedé con gesto de idiota, ¿cómo estaba eso? – Te lo voy a explicar Fer… conocí a Evelyn en un viaje que hice a Cancún, un viaje que me gané cuando trabajaba en una empresa exportadora de café. Quedé prendado de su belleza, de su hermosura… y cuando la conocí de su forma de ser, tan tierna, alegre y sincera. Era prostituta, y para poder estar con ella la contraté por todo el fin de semana, aun gastándome casi todos mis ahorros. Ella también se enamoró de mi… como una loca… pero no podía ser, ella ya tenía dueño

Una marido o un novio me imagino

No… lo digo literalmente, ella tenía dueño.

¿Cómo una esclava? – Julio dijo si con la cabeza y yo no lo podía creer.

Yo no lo comprendí en ese momento, era algo impensable para mi, ¿una esclava? Pero así era, su amo la había sometido, domado y entrenado en su natal Suiza.

Entonces te la trajiste contigo, se escaparon juntos.

No Fer, no… aun me cuesta mucho comprenderlo, pero estoy seguro que es cierto. Ella es una esclava consumada, totalmente entregada a su amo y dispuesta a hacer por él lo que fuera, sin importar qué. Por más que la rogué no aceptó, sencillamente no podía hacerlo, su vida no era de ella, sino de alguien más y así tenía que ser

¡Tiempo mano, eso no tiene sentido, nadie puede ser dueño de la vida de nadie!

Eso mismo pensaba yo… pero ahora ya no estoy tan seguro.

¿Cómo así? No entiendo Julio

Es complicado… la cosa es que ella, en lugar de escaparse conmigo habló con su amo, le dijo lo que sentía por mi y le rogó que me dejara estar conmigo, aunque fuera de vez en cuando.

¡No puedo creer eso!

Pero es la verdad… el amo aceptó, pero me puso una condición

¿Cuál? – pregunté aun incrédulo.

Me dijo que no me la entregaría a cambio de nada, que me la "alquilaría" mientras yo estuviera dispuesto a pagar por ella.

¡!… – no lo podía creer, ni siquiera atinaba a decir algo.

Sé que te parecerá una cosa increíble, una aberración, pero es la verdad. Acepté ya que pensé que solo le había lavado el cerebro, que una vez a mi lado su sano juicio se impondría y escaparíamos si fuese necesario, pero no, ella de verdad era su esclava. Acabé pasándole la cuota a ese hombre puntualmente

Pero… ¿y lo de anoche qué fue entonces?

Al amo de mi esposa le gusta jugar con las personas, me la entregó pero obvio decirme un detalle. Cuando la sometió en Suiza, le dio un entrenamiento especial, la convirtió en una perra viciosa, literalmente adicta a ser usada y vejada. Por más que trató de serme fiel al final no lo consiguió, no sé qué clase de entrenamiento le hallan dado, pero acabó dejándose coger por un hijo de puta… decime ahora ¿qué debí hacer? – me vio con los ojos cargados, pero yo no le pude responder nada – Como te imaginarás, no tuve el valor para dejarla a pesar que fue sincera conmigo confesándome que nunca iba a poder dejar esa vida, que si su amo se lo ordenaba, cogería con quién el le dijera.

Pero… entonces… ¿lo de anoche fue porque su amo se lo ordenó?

No… no… – Julio tomó aire, le costaba mucho seguir hablando – el club si es de él, pero no la obliga a trabajar allí, eso fue algo que yo decidí.

¡¿Vos?!

Si, yo… como comprenderás, si su amo no está, Eve me es completamente obediente. Tomé una decisión sobre ella, una decisión muy difícil pero que fue lo único que al final salvó mi matrimonio y nuestro amor. Mi esposa es una puta, una puta sumisa

¡¿Cómo?, no lo puedo creer!

yo soy su padrote. Se prostituye dentro de la red de su amo, así lo decidí porque era la única forma de contenerla y de protegerla… y de mantenerla conmigo.

¡Pero Julio, eso no puede ser, es tu esposa, la madre de tu nena!

¡Lo sé Fernando, lo sé! ¡Pero si no soy yo será otro el que la use, porque su amo no hará nada para impedirlo, ya me lo dijo! Así por lo menos puedo controlar con quién lo hacer y con quién no… por lo menos puedo protegerla. Yo sé que te parecerá ilógico, pero esa fue la única solución Fer, la única. Y aunque sé que así corro el riesgo de perderla algún día, es la única forma que tengo de mantenerla a mi lado hoy

¡Dios mío! – exclamé, luego guardo silencio para asimilar lo que mi amigo me acababa de decir, al final logré articular palabra – ¿Y quién es su amo? – la cara de Julio se torció en una hosca y torva sonrisa, me vio a los ojos y me soltó el nombre de ese amo

Es Jean Bertrand Ochrier… el hermano mayor de Jean Phillipe Ochrier… – me volví a quedar de piedra, mudo y sin saber qué decir

¿Entonces Ochrier tiene familia? – pregunté aun perplejo.

Si, su padre y una hermana mayor

¿Y aun así vos me mandaste con él? – volvió a preguntar, pero ahora molesto.

Bueno… necesitabas dinero y aceptaste… y, él era el único que conocía dispuesto a eso.

¿Y vos no ganaste nada a cambio?

Bueno, no negaré que gané algunos puntos con el a mi favor. Pero le hice prometer que no te propondrían ninguno de sus negocios

o sea convertirme en su esclavo

Si, exactamente… no son tan malos como se ven, eso si, su código de valores es muy distinto a los de los demás, pero muy a su modo observan un código de honor.

Platicamos otro rato, le conté lo que vi y se molestó, conocía al Pirata y, por lo visto, era de lo peor, le tenía prohibido a Eve trabajar con él. Luego se despidió y se fue y me quedé solo en esa tiendo con mi cerveza a medias, sin poder creer aun lo que mi amigo me contó, pero bueno, cada quien su vida.

Las cosas continuaron con su marcha, mi trabajo de puto cada día me dejaba mejores dividendos a la par de una soledad más profunda y áspera. En casa mi mujer se desvivía por atenderme y eso me hacía sentir peor. Por otro lado, mi relación con mis amigos mejoró mucho, nos hicimos muy íntimos, creo que por el hecho de conocer su secreto más grande. Para mi era muy raro, pero acabé por acostumbrarme a esa situación, la verdad también me hacía bien, su compañía me ayudaba. Con Evelyn era especialmente raro, al principio se sonrojaba cuando me veía llegar y hacía lo imposible por actuar con la normalidad de siempre. Luego se fue acostumbrando y dejó de fingir… por completo.

Me explico, Eve era una esclava, en TODO el sentido de la palabra, no había nada que le gustara más que sentir que lo era, que estaba bajo el sometimiento de alguien más. Poco a poco fue dejando de aparentar, le encantaba llamar Amo a Julio frente a mi, le gustaba desvivirse por cumplir hasta el más mínimo e ínfimo de nuestros deseos. Hasta comenzó a ir por su casa con un collar de perro en el cuello y una correa, invitándome a someterla cuando yo quisiera, siempre bajo el permiso de su esposo.

Al principio me sentía mal por Julio, los 2 nos sentíamos incómodos, pero con el paso de los días como que nos hicimos a la idea. Claro, no pasó nada ahí, tan solo veíamos a la bella esposa comportarse con toda la sumisión y docilidad que una buena esclava debía mostrar. La cosa cambió un viernes, el día estuvo flojo así que estuve de regreso en mi casa antes de las 7. Como ya se nos había hecho costumbre, los Rojas Wegl (tal era el nombre de la familia) llegaron a mi casa para pasar una agradable velada, traían a su hermosa nena. Entonces recibí una llamada a mi celular, era para una fiesta bastante peculiar:

¿Aló?

Aló… – contesté a mi interlocutor.

¿Se encontrará el Cadejo?

Para servirle

¿Cómo está? Le habla David Vaca-Spross, no sé si me recuerda

Si, si, cómo no… cuénteme, ¿en qué le puedo servir? – lo admito, me entusiasmó recibir esa llamada, el culito hasta se me frunció, el muchacho me gustaba mucho.

Pues que me gustaría contratar sus servicios nuevamente

Si, por supuesto, solo nos ponemos de acuerdo en los horarios y en el servicio

Bueno, es que se trata de algo "diferente" a lo que hicimos la última vez. Con algunos amigos estoy organizando una fiesta tipo rave/bondage y queríamos que usted fuera la atracción principal. – yo no sabía qué era eso pero quise disimularlo.

A ver, a ver… explíqueme eso de rave/bondage.

Bueno, como usted sabrá un rave es una fiesta de música electrónica, pero en este caso queremos ponerle algunos elementos de bondage.

Mmm… eso qué implica, ¿qué es lo que tendré que hacer?

Bueno, queremos que el rave se convierta en una orgía. Usted lo abriría con un show de dominación y sodomía, en donde una dominatriz lo someterá frente a todo el público. Se le pagará muy bien por eso. Luego, una vez iniciada la orgía todos querrán coger con usted, obviamente, si no lo desea, puede pasar a las áreas privadas a descansar o irse.

Por supuesto que si deseo coger con alguien, eso será pagado también

¡Por supuesto! La casa le dará una comisión por cada uno de los hombres con los que coja, pero pagaremos por tiempo y no por cogida.

Mmm… me parece bien

Entonces, ¿acepta?

Si… supongo que si… ¿y quién será la dominatriz?

Bueno, tenemos a algunas mujeres en mente pero pensé que talvez le sería más cómodo llevarla usted… ya sabe, alguna mujer que sea de su total confianza

Mmmm… veré si hay alguien disponible, si no le aviso

Bueno Cadejo, entonces nos seguimos platicando

Colgamos, me quedé pensativo, aun no estaba seguro de qué era un rave, lo de bondage si lo entendí. Y sobre todo, no tenía ni idea de a quién llevar, pues aun no había hecho amistades con otros sexo servidores, hombres o mujeres. Decidí consultarlo con Julio:

Un Rave, o como es llamado en inglés, Rave Party o Free Party, es una fiesta de música y baile que dura toda la noche y, a veces, parte del día siguiente. – Julio hablaba como un experto a un alumno de primaria – En estas fiestas son comunes los DJs, mezclando todo tipo de sonidos electrónicos que algunos llaman música. – hizo una mueca de desagrado – Tienen mala fama por la disponibilidad de drogas como el LSD y el ÉXTASIS.

Mmmm… muchas gracias profesor, ahora la otra cuestión, ¿de dónde saco a una puta que me acompañe en esto, no quiero que me pongan a cualquiera.

No mano, definitivamente no… pero ¿quién se podría apuntar?

Yo… bueno, si mi amito quiere… – contestó Evelyn y los 2 nos quedamos.

Pero Evelyn… sos la mujer de mi amigo y eso querría decir que vamos a coger

Soy su puta y su perra… si mi amito quiere yo lo hago… ¿Julio? – Julio guardaba silencio, solo veía fijamente a su mujer y creo que vio un brillo extraño en los ojos.

Bueno… mirá Fer, vamos a hablar seriamente de esto. Ya te hablé de mi mujer así que no hay nada nuevo que decirte sobre eso. Me molestó mucho que Evelyn hiciera ese show con el hijo de puta del Pirata – la mujer bajó la mirada avergonzada – y espero que no lo halla vuelto a hacer

¡No amor… ha querido contactarme otra vez pero tu ya me ordenaste que no le hable!

Sin embargo – continuó Julio – yo sé de qué pata cojea mi amor. Fer, hemos sido amigos casi toda nuestras vidas y sos la persona en la que más confío. Sé que mi mujer nunca podrá dejar esa vida y lo acepto, yo la amo y la quiero como sea, – la cara se le iluminó a Eve – pero necesito protegerla. Hace tiempo que te lo quería proponer y creo que es el momento adecuado. Quisiera que mi esposa se convirtiera en tu pareja de armas, que trabajaran juntos como socios, eso me daría mucha seguridad. - quedé sin saber qué decir, no podía creerlo, pero Julio hablaba muy en serio, si su esposa no cambiaría, entonces por lo menos quería que alguien la cuidara, al final no importó ninguna excusa que pude dar, tuve que decir si.

Bien, no me quedaba más que comunicarme nuevamente con David y decirle que ya tenía a la dominatriz. Además puse algunas condiciones, como que llevaría una máscara para no ser reconocido y que nadie nos hiciera nada que no estuviera estipulado previamente. De igual manera estaba estrictamente prohibido que los comensales de la fiesta participaran en el show ni que me golpearan en los testículos y pene.

David Vaca-Spross aceptó mis términos así que solo faltó esperar a que llegara el día. El rave tendría lugar en su casona de la Antigua Guatemala, en la que limpiaron su gran patio en la entrada y el amplio salón de adentro, en donde instalaron un escenario especialmente dispuesto para el show. Evelyn y yo llegamos 45 minutos antes para prepararnos, realmente ella no daba la impresión de ser una mujer dominante, mucho menos violenta, su aspecto muy femenino, delicado, y hasta dulce y tierna, hablaban de todo lo contrario.

Había pasado a una sex shop a comprar un atuendo adecuado a la ocasión. La verdad es que no sabía bien ni qué comprar, así que ella misma me asesoró. Compré unas chaparreras de cuero, sujetas a la cintura por un cinturón de cuero también, ambos color negro. Debajo de eso no había nada, tan solo mi carne cubierta por una tanga roja abrochada a los lados para podérmela sacar. La tirita trasera desaparecía por completo entre mis redondas y carnosas nalgas dibujando a penas un triangulito. Por arriba solo llevaría un collar de cuero negro y una máscara que me cubría la parte superior de la cara, dejándome expuesta la boca.

Evelyn vestía un traje rojo con un generoso escote que comprimía, levantaba y mostraba sus pequeños pero apetecibles senos. Zapatos de aguja amarrados en los tobillos y pijazos a los lados de la falda, se veía muy sensual. Como máscara llevaría solo un antifaz brillante.

La verdad no me parecía que nosotros fuésemos necesarios para provocar una orgía en ese lugar, ni siquiera para iniciarla, casi todos los presentes se veían más que calientes, las parejas se volvían borrosas, pues uno miraba un hombre y una mujer tomados de la mano, pero besando a alguien más. Hombres con mujeres, mujeres con hombres, mujeres con mujeres y hombres con hombres, solo faltaba que alguien entrara con un caballo creo yo.

El griterío no se hizo esperar cuando entramos al salón por la puerta principal, pasando en medio de todos. Eve caminaba al frente llevándome como a un perro, en 4 patas y con una cadena unida a mi collar de perro. Avanzaba contoneándose sensualmente a cada paso y con mucha seguridad. Y yo, en esa posición tan humillante iba con la verga tiesa como un leño. Lo admito, el temor que inicialmente sentía pronto se transformó en una fuertísima excitación. Y el hecho de avanzar con la verga ya afuera de la tanga, colgando dura y bamboleándose como un péndulo, puso a mi público más efervescente todavía. Podía sentir manos intrusas rozando mis nalgas, pellizcándolas y hasta nalgueándome.

Llegamos al escenario, allí Eve me amarró al tubo que pusieron en el centro y empezó un calentísimo baile, dejando caer cada una de sus prendas al son de la música electrónica. Me impresionó su gran habilidad y agilidad, la manera en que se trepó por el tubo y se dejó caer dando vueltas varias veces. Me usó como potro, restregando su cuerpo contra el mío repetidamente, manoseándome, tocándome cada rincón de mi piel sin ningún pudor, todo en aras del placer y gozo de los enfermos presentes.

Terminó su erótico baile quedando únicamente con un corsé rojo sin sostén ni tanga, por lo que sus senos se movían libremente y su cintura se veía exageradamente reducida. En ese momento empezó mi show. Eve me jaló de la correa y yo me puse de pié mansamente, la cadena fue asegurada a unos ganchos en el suelo mientras mis brazos fueron encadenados en alto a sendas cadenas pegadas al techo, dejándome completamente inmóvil. Luego ella, sacando una fusta de caballo, empezó a azotarme sin mucha fuerza sobre la nalgas, las que también mordisqueaba a veces.

Todos los presentes empezaron a gritar "¡Dale duro, dale duro!" y ella empezó a darme más duro. Yo no me oponía, es más, casi le pedía que lo hiciera. Pero lo más fuerte vino cuando me trató de meter 2 dedos, como encontró algo de resistencia, se los embadurnó con vaselina. Pronto tuve 3 dedos al mismo tiempo adentro, esa mujer era una maestra, una diosa del placer. Puedo decir que gozo de bastante resistencia, pero no con ella, se sabe unos trucos que solo experimentándolos se podrían creer.

Mi pene latía al máximo, y cuando comenzó a masajearme la próstata fue el acabose, pocos minutos después me estaba viniendo en largos borbotones de leche que deposité en un vaso que ella misma sostenía bajo la cabeza de mi verga. Recuerdo haber gemido y gritado del placer, nunca había eyaculado tanto ni tan rico. Posteriormente mostró el vaso medio lleno a todo el mundo y luego volvió a la carga, otra vez masajeó mi próstata hasta que terminé por segunda vez en medio de un potente gruñido que alebrestó todavía más a todos los presentes. Y lo hizo por tercera vez, casi llené el vaso a tope. Y como broche final al acto, me soltó de las cadenas, me arrodilló a sus pies y derramó gota por gota el contenido del recipiente dentro de mi boca abierta.

La orgía que David deseaba estaba en pleno apogeo, casi nadie se dio cuenta de cuando me estaba retirando, excepto por el anfitrión claro, que me tomó desde atrás y me arrimó su paquete contra las nalgas.

¡Cadejo, eso fue increíble! – me dijo – ¿No tiene ganas de más?

Mmmmm… es que esta perra me dejó vacío

Pues yo lo vuelvo a llenar.

Me volteó y me besó con lengua, al momento estuve arrodillado mamándole la verga, aun no me había quitado la máscara, ni me la quitaría en toda la noche, así que la chupada se me dificultaba un poco por eso.

Me sodomizó con fuerza luego de que le pusiera un condón, en 4 patas frente a todo el mundo. No me sentía mal, ni siquiera extraño, todos estaban cogiendo por todos lados. Él me sujetaba de la cintura y del collar, hincándome hasta el fondo su verga belicosa. De pronto otra talega trataba de entrar por mi boca, y cuando me di cuenta, había una larga cola detrás del joven esperando su turno para partirme a la mitad.

Esa noche chupé y cogí como nunca, me dieron duro y recibí un baño de semen por parte de todos. Al final terminé encharcado en el centro del salón, al lado de una Evelyn en mis mismas condiciones, bañados de sudor y de semen, jadeando felices y satisfechos. Aun nos fundimos en un beso mojado y pegajoso. Huelga decir que todo eso se vio reflejado en el jugoso cheque que recibimos de pago al final de todo.

No tengo que explicar lo mal que me sentí al salir de allí, había caído muy bajo. Y la cara de mi compañera puta, tan mortificada como la mía, me consolaba un poco. La llevé a su casa y luego me fui yo a la mía.

Continuará

Garganta de Cuero

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