El Caballero de los Cuervos 5.5

La invasión del luchador... Las respuestas tan buscadas... El resplandor de un abrumador poder... La sonrisa de un joven exiliado... Y la conclusión de una espada...

Con la salida del sol, Persival abrió los ojos; encima de él, podía sentir el liviano peso de Gale y sus suaves respiraciones chocar con su piel.

El chico de cabellos rubios, dormía plácidamente sobre su pecho, y, era algo que le gustaba mucho... Demasiado.

Él frunció el ceño, al darse cuenta que la noche anterior, había sido totalmente arrollado por sus sentimientos y había terminado diciéndole a Gale que lo amaba, aunque este no escuchó, ya que se había quedado dormido.

Ese grave un error, un muy grave error.

"... ¿Qué estás haciendo, Persival? Sí sigues así, todo va a ser un maldito desastre" Susurró seriamente su consciencia.

Persival observó el techo de la cabaña entonces, suspirando.

Gale simplemente... Era hermoso, todo de él, era hermoso, de lo dedos de los pies hasta la punta de los cajeros, y era imposible que no se sintiera atraído por eso... Pero como guerrero, y sobre todo, como el celestial que era, estaba absolutamente mal el sentir algo tan profundo, o por lo menos, el expresarlo tan libremente... Lo ocurrido en el muro de la sinceridad era una prueba de ello.

Por amor, Persival estuvo a un paso de cometer un cataclismo a costa de todo... Solo por amor; y un día, él podría terminar de verdad matando Gale accidentalmente, todo por amor.

—... ¿Qué debo de hacer con esto que siento por ti? —murmuró algo afectado, volviendo a observa al chico que dormía en su pecho y por el que lo daría todo.

Él realmente no sabía que hacer con su amor; lo que sí sabía, es que no podía permitirse más errores de ese tipo, no podía volver a darle prioridad a sus deseos por encima de los deseos Gale; su señor, ya había demostrado en varias ocasiones que siempre tenía la razón y que todo saldría bien si seguía sus instrucciones.

—No sé... Hasta dónde pueda acompañarte en tu camino, pero juro, delante del omnipotente Cryoge, y, por el acto de devoción que nos tenemos, que yo seguiré tus órdenes sin dudar nunca más. En mi señor confío con toda mi alma... Con todo mi amor —murmuró mientras acomodaba a Gale a un lado, besándole suavemente la frente y luego los labios.

Persival se colocó su acostumbrada camiseta gris sin mangas y sus pantalones de cuero y se dispuso a cocinar el desayuno.

Cuando terminaba de preparar algo de arroz y carne asada del venado que había casado en la mañana anterior, sintió como su señorito se levantó, se adecentó y salió a su encuentro en la cocina-comedor.

—Buenos días, Persi —comentó Gale animado, sentándose a comer. Él se sirvió su ración y se sentó también.

—Buenos días, señorito —asintió luego de rezarle a los Dioses—. ¿Ha decidido qué hacer cuando salgamos de aquí? —preguntó directamente.

Gale se congeló a medio camino de llevar una cucharada de arroz a su boca y sonrió algo incómodo.

—Vaya, eso fue un poco... Directo —comentó su señorito, algo nervioso. Persival sonrió levemente aunque frunció el ceño.

—Creí que eso le gustaba de mí —comentó divertido ante de comer un trozo de carne. Gale se sonrojó hasta las ojeras.

—S-sí... Me gusta mucho —admitió su amo en un susurró.

Persival no iba admitir lo mucho que le gustaron esas palabras.

—¿Y bien? ¿Qué planea hacer, señorito?

Gale observó la mesa, cabizbajo.

—Estaba pensando en volver a la capital y tratar de hablar con el rey Kasio, para así limpiar el nombre de la familia y terminar con esta absurda persecución —explicó lentamente. Persival asintió lentamente.

—Bien, entonces iremos —indicó simplemente. Su amo lo observó con la boca abierta, durante unos segundos.

—¿Eh? ¿S-seguro? —preguntó Gale, todavía en shock. Persival comenzó a comer.

—He decidido, no volver a ir en contra de sus deseos y cumplir en su totalidad lo que me pida, incluso aunque lo odie. —Observó la mesa—. Se supone que nuestro acuerdo es el ir juntos de la mano... Pero al final día, yo soy su sirviente, así que, ¿Eso cómo nos deja? —Antes de que Gale dijera algo, prosiguió—. Yo seguiré cada una de sus órdenes, señorito, pero a cambio, yo le indicaré lo que haré al respecto.

Si vamos a la capital de nuevo, existe una muy alta posibilidad de los traidores intenten asesinarnos, así que yo mataré a cualquiera que trate de atravesarse en su camino.

—E-espera Persival, e-eso es un poco-

—Y si yo muero en mi deber —prosiguió— lo sacaré con un último hechizo del continente, probablemente lo envíe hacía el continente del norte o el sur, siguiendo las corrientes de aire.

Y si usted muere sin que yo pueda hacer algo, entonces, con mi último aliento, pienso borrar del mapa a este maldito y corrupto reino.

Gale lo observó sorprendido... Persival incluso podría decir que hasta con miedo...

—Persi...

—Por el amor que le tengo, planeo llevármelos todo a la tumba; y nada ni nadie, podrá cambiar ese deseo. —Persival tocó su pecho—. Lo juro por mi hornor como guerrero y por los Dioses mismos.

Gale le dió una mirada seria y dijo:

—... ¿Esas serán tus condiciones para todo? —preguntó lentamente. Persival asintió.

—Por ahora, sí.

Gale entonces observó la mesa antes de asentir. Persival no lo mostró, pero en realidad estaba bastante nervioso por lo que diría su señorito ante esta conclu-

—No me gustan tus condiciones, pero las aceptaré si es lo que en verdad deseas, y, no necesito preguntarte para ver que es así. —Su señor asintió seriamente, para luego sonreír—. Bien, vamos a comer ahora sí.

Persival lo observó unos segundos, antes de seguir comiendo.

Gale era alguien demasiado bueno; él podría, simplemente no haberle escuchado y usar su acto de devoción para anular todos esos deseos y hasta impedirle cometer tal genocidio. Pero en cambio, lo había aceptado todo, y estaba seguro, que su señor ahora estaba pensando qué hacer de ahora en adelante, tomando en cuenta sus palabras.

Persival ahora no tenía duda alguna, Gale se volvería en alguien extremadamente fuerte.

"Amo Brimhal, su hijo será alguien digno del apellido" Persival cerró los ojos y tomó un bocado de arr-

De pronto, toda la casa vibró con fuerza, aunque ningún objeto se movió de su sitio. Gale soltó un grito ahogado, sosteniéndose a la mesa, asustado.

—¡¿Q-q-qué fue e-eso?! —La casa vibró con tanta fuerza, que Gale trató de levantarse pero no pudo, parecía mareado.

Persival al contrario, se levantó sin problemas y chasqueó los dedos.

—Señorito, vistase lo más rápido que pueda y recoja todas las provisiones que pueda. Yo voy a lidiar con este problema mientras lo hace —indicó, amontonándose sobre él, un río de partículas de luz, que tomaron la forma de su brillante armadura.

—¿Qué? ¿Problema? —espetó Gale confkndido, levantándose al fin. Persival asintió.

—Así es, alguien se metió en los terrenos de la cabaña.

______°______

A Nerie se le había hecho difícil encontrar nuevamente el portal de la cabaña y mucho más el violentarlo, pero al fin había logrado pasar a las tierras de Persival.

Él había encontrado este lugar, más o menos el verano pasado,, cuando su nivel de acoso había llegado al extremo de seguir a Persival, día y noche sin siquiera dormir. Le había costado lo indecible, debido a que Persival de alguna manera podía sentirlo todo a su alrededor, pero su obsesión dió frutos cuando descubrió cómo saltar la infranqueable percepción del lancero, y más aún, cuando lo siguió hasta ese portal en medio del bosque Our, ubicado entre las ciudades esquina superior e inferior del este, Barbalia y Zurmania.

El cómo Persival lograba mantener aquel diminuto horizonte, o el cómo era capaz de ubicar un portal que no tenía presencia y que se movía erráticamenre por toda la zona, era un misterio que hasta el día de hoy, Nerei no era capáz de deducir, pero lo importante en su momento, era que ya sabía dónde encontrar al lancero y que tenía que averiguar, cómo atravesarlo sin que el dueño se diera cuenta.

O al menos ese había sido su plan en aquellos hermosos y pacíficos días.

Nerei atravesó una pequeña planicie llena de árboles quemado y cortados, dirigiéndose directamente hacia la cabaña que se veía a lo lejos; él calculó que tardaría unos cinco minutos en lle-

Patinó sobre el suelo al detenerse se golpe. Persival apareció por encima del techo de la cabaña para luego caminar a paso firme hacía él. La respiración de Nerei se desestabilizó unos segundos al verlo.

Ahí estaban las respuestas, caminando directo hacia él.

"¿Amigo o enemigo?... ¿Amigo o enemigo?..." Pensaba sin parar, sintiendo su corazón bombear rápidamente.

El rostro de Persival se mostraba totalmente neutro ante él, por lo que Nerei no sabía que pensar al respecto, aparte de sentirse ansioso.

Cuando el lancero estuvo a diez metros de distancia. Nerei dió un paso hacia delante.

—¡P-Persival! —exclamó nervioso, dando otro paso—. ¡Debemos de ha-!

Sus palabras murieron, cuando su mejor amigo se puso en guardia y le apuntó con la lanza. Nerei se quedó sin habla.

Persival le estaba apuntando, a él.

—P-Persival, ¿qué estás haciendo? —preguntó confundido.

El lancero solo cerró los ojos, para luego lanzarle una mirada acerada.

—Nerie, no quiero pelear contigo; por favor, vete —indicó suavemente.

Los pensamientos caóticos de la joven espada, se congelaron.

Nerei, inconscientemente, dió un paso hacia adelante. Persival en respuesta, se cuadró aún más, flexionando un poco las piernas y afirmando su agarre.

—Persival, somos amigos, ¿por qué me estás diciendo esto? —inquirió sin entender nada.

—Precisamente, porque somos amigos, te estoy dando esta advertencia —indicó lentamente—. Aunque te tengo aprecio, debo de proteger a mi señor, por el honor de mi acto de devoción.

Nerei negó con la cabeza, confundido.

—¿Señor?, ¡¿pero si el señor de Brimhal murió?! —señaló confundido. Persival frunció el ceño.

—Tengo un nuevo señor, uno tan honorable como el amo Román —explicó orgulloso, antes de suspirar—. Por favor, Nerei, no quiero herirte, solo... Déjanos ir.

Nerei lo observó unos segundos, sintiendo la ira y la decepción, crecer lentamente dentro de él. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Persival, ¿eres amigo o enemigo? —preguntó simplemente.

Su juramento a él mismo, su juramento hacía Tytus y el dolor, lo invadieron, llenando con ello, sus venas de hielo y decisión.

Persival suspiró.

—Nerei, lamento que las cosas sean así, yo no quise que esto fuera así, pero mi señor tiene un camino que seguir, y yo le abriré el paso, cueste lo que cueste.

Un par de lágrimas salieron de los ojos de Nerei... Y levitaron en el aire.

—Lo siento, Persival, pero eres un prófugo, yo tengo que detenerte; por mi honor como espada, debo de capturar te a ti y al chico Brimhal.

Su mejor amigo lo observó unos segundos para luego asentir.

—Lo comprendo... Lo lamento mucho, Nerei.

—Yo también lo siento... Persival.

El maná dentro de Nerei se revolvió como una furiosa marea; su cabello comenzó a flotar levemente, sus guantes cobraron brillo al ser activados y se colo-

De pronto, Persival se agachó hasta casi tocar el suelo en una fracción de segundo y salió disparado hacia él en una estela blanca que lo cegó debido al brillo de su armadura al reflejar el sol.

Era la técnica por la cual, Persival Bladesky era reconocido por el título "El Destello Blanco".

Nerei, uso sus instintos acuáticos y bloqueo con el dorso de sus guantes, la punta de la lanza que estuvo a punto de empalarlo por el riñón izquierdo, saliendo disparado unos diez metros. Él se aferró con las manos y las puntas de los pies del suelo, deteniendo su impulso.

Apenas se detuvo, tuvo a Persival sobre él, dando un salto de cabeza. Nerei rodó sobre la tierra mientras las apuñalas de la lanza caían como meteoritos y destruían el suelo.

El chico terminó de rodillas al mismo tiempo que Persival terminó su salto. Nerei se paró de mano y abrió las piernas por completo, haciendo un perfecto split y girando como un trompo.

De la punta de sus pies, el agua se acumuló de la nada y salió disparada una cuchilla circular que fue a todas direcciones.

Persival giró a velocidades sónicas su lanza frente a él, deteniendo la navaja de agua de golpe, para de nuevo lanzarse hacia él como un haz brillante.

Pero Nerei ya lo había captado.

Como un contorsionista, Nerei hizo literalmente una "n" con su cuerpo y se paró de puntillas de pies y manos, para luego impulsarse con fuerza y lanzar una patada parado de manos; sus pies automáticamente se cubrieron de agua, lanzando un tajo de agua.

Persival salió disparado hacía el lado derecho de golpe, teniendo que esquivar la cuchilla de agua, el lancero se apoyó de un árbol que explotó cuando salió disparado de nuevo hacia él.

Nerei hizo un salto mortal, golpeando con la punta del pie, la punta de la lanza que viaja a gran velocidad hacia su cara.

Persival dió un salto hacia atrás, Nerei se mantuvo agachado en el suelo. Ambos se vieron unos segundos.

—... Has mejorado bastante, Nerei —Admitió Persival de pronto. Sorprendiendo a Nerei.

—¿E-en serio? —preguntó incrédulo. El lancero asintió.

—Has mejorado tu elasticidad y tu sensibilidad, y ahora, veo que puedes seguir mi golpe centelleante e incluso bloquearlo. Todavía recuerdo cuando te acabé con mi primer golpe en aquel duelo de las espadas... Comparado a eso, has mejorado bastante. —Persival cerró los ojos. Nerei asintió.

—Gracias, Persi.

—Aun así —prosiguió el lancero—, vas perder esta pelea, lo sabes, ¿no?

—Eso no lo sabes todavía —negó Nerei, levantándose, dándole una fiera mirada a su amigo.

Al fin, Nerei levantó los puños a la altura del rostro y flexionó ligeramente las piernas; su cabello comenzó a flotar en el aire y se envolvió en una suave aura aguamarina.

Persival se colocó de costado y flexionó las rodillas, inclinándose hacia adelante y señalándole con la punta de lanza.

Por diez parpadeos, solo el viento y los árboles se movieron.

Solo diez...

Nerei lanzó un golpe hacia Persival, haciendo que un enorme torpedo de agua saliera disparado frente a él, directo a su amigo.

El lancero de pronto salió disparado hacia él en un parpadeó.

Lo siguiente que supo Nerei, fue que el torpedo explotó en el aire; que un mediano corte que escurría agua, apareció en su clavícula derecha y que Persival estaba detrás de él, de espaldas a él.

"¿Q-qué-?"

Nerei controló sus pensamientos y saltó en el aire, justo cuando Persival pivoteó su cuerpo y le lanzó una patada giratoria.

En el aire, manobrió su cuerpo, girando sin parar, usando la punta de dedos para rodearse con un velo de agua.

El lancero atravesó el tornado limpiamente.

Pero Nerei ya no estaba ahí.

El chico, simplemente apareció de la nada detrás de Persival. El lancero, apenas volteó y le lanzó un golpe con la punta roma del otro extremo de la lanza.

Nerei rugió y respondió con un golpe con la palma abierta.

Cuando la lanza colisionó con la palma, el agua explotó por todo el lugar, llenando todo con gotas de agua que permanecieron en el aire.

Pero esto no le hizo ningún daño a Persival.

El lancero apenas sintió el golpe en la lanza, la giró entre sus dedos y lanzó un corte descendente que partió por la mitad a Nerei.

Pero este simplemente explotó en más agua.

De pronto, todo el lugar se llenó de imágenes de Nerei.

Persival, apenas sintió al primero aparecer, giró sobre sí mismo, haciendo molinetes sin parar, girando la lanza entre sus dedos, parar cortar limpiamente a cada imagen... Pero estas, solo volvían a explotar en agua, llenando el lugar, cada vez de más y más agua.

Esta era una técnica que Nerei había creado única y exclusivamente para pelear con Persival; llamada "Tierra Acuática", era una técnica convocaba clones de agua en el ambiente, y que se aprovechaba de las habilidades y reflejos del enemigo para crear más y más clones de agua; mientras más fueran destruidos, más agua sería reunida y esparcida en el aire, y mientras más agua hubiera, más clones saldrían. Era una técnica sin fin, hecha para detener a alguien que no podía ser detenido ni vencido en una batalla de resistencia.

Persival siguió acelerando su movimiento, golpeando cada vez más y más rápido a los clones que salían cada vez más rápido.

Rápidamente, todo la zona se cubrió de una densa capa de agua que impedía incluso el respirar, pero Persival no tenía problemas con ello.

Él siguió golpeando los clones sin parar, impidiendoles hacer algún movimiento, incluso cuando ahora estaba dentro de una enorme gota de agua. Sus movimientos se mantuvieron iguales. No, de hecho, se movía más rápido incluso; el agua detro de la gota parecía un tifón de lo rápido que se movía.

Fuera de la gota de agua que crecía cada vez más, Nerei lo observó fijamente. Persival no saldría de eso, era una técnica que había creado en secreto y que había pensado seriamente para detener al indetenible. Tierra Acuática consumía un montón de maná, pero gracias a sus guanteletes, Pulsos Profundos, y su habilidad para recolectar agua del ambiente, no gastaba ni un cuarto del maná que debería de gastar en crear el agua, los guanteletes lo hacían todo por él.

Nerei observó en silencio, sintiéndose triste por su viejo amigo.

—Lo lamento Persival, pero te he enfrentado muchísimas veces; lo sé todo sobre ti, no podrás salir de esto —murmuró antes de comenzar a cantar suavemente con la voz del viento. Al terminar...— Oh. Pristino rocío de la mañana, apaga la voluntad de mis enemigos. —Metió las manos en la burbuja de agua. Un sello mágico apareció debajo de él—. ¡Prisión de a-!

De pronto, la burbuja de agua explotó con una brillante luz. Nerei salió disparado en el aire, hasta chocar con un árbol. Gimió de dolor y cayó al suelo.

—Ese fue un buen truco —dijo Persival, sacudiéndose el agua de su cabello—, pero al fin y al cabo eso, un buen truco. Si quieres acabarme, Nerei, necesitarás una buena técnica, algo más parecido a esto...

Antes de que Nerei pudiera reaccionar, Persival lanzó su arma al cielo.

La lanza giró en el aire unos segundos... Antes de detenerse y levitar, apuntándolo directamente cuando Persival lo señaló con el dedo.

—Luz Divina.

—¿Q-?

La lanza soltó un sello mágico parpadeante y disparó un rayo de luz.

La explosión envolvió todo en una nube de polvo que Persival dispersó al caer su lanza en su mano y agitarla con fuerza.

Nerei quedó al descubierto, con un enorme hoyo en su pecho que soltaba agua y vapor sin parar.

No lo podía creer.

"¡¿Persival usó magia?!" Pensó desesperado, reuniendo el agua y tratando de cerrar la herida.

Había sido una luz tan fuerte, que evaporó el agua de la zona afecta... Si el rayo lo hubiera cubierto entero, o si hubiese tardado un milisegundo en convertirse en agua, habría muerto.

Nerei se levantó, terminando de sanar la herida.

—Nerei, eres demasiado lento todavía como para enfrentarme; tu fuerza no es suficiente. —Persival negó con la cabeza—. Rind-

—¡Cállate! —gritó desesperado—. ¡Tú nos traicionaste!, ¡me traicionaste! Y eso nunca te lo voy a perdonar. —Sus ojos se llenaron de lágrimas. Persival observó el suelo.

—Nerei, por favor, déjano-

Él no lo escuchó y se lanzó al ataque.

Cuando entró en el rango de Persival, este lanzó un aluvión de puntazos. Heridas de agua se mezclaron con su propia sangre mientras atravesaba el espacio que los separaba, tratando de esquivar o anular la mayor cantidad de puntazos que podía.

Cuando notó que los cortes en su cuerpo se hacía más profundos, lanzó un golpe con la palma abierta, soltado una explosión de agua salpicada que salió disparada como agujas, hacia la cara de Persival.

El lancero rápidamente se fue hacia atrás, esquivando el golpe e hizo un salto mortal, soltando una parada, justo como lo hizo en su momento Nerie.

Solo que diez veces más rápido.

Nerei solo pudo bloqueado, solo que cuando sintió el pie en contacto con su brazo, lo volvió agua y atrapó el pie. Persival pareció perder el equilibrio en el aire, pero de igual forma forzó el giro.

El pie que Nerei tenía sujeto, de pronto explotó en una luz que evaporó el agua que lo retenía, haciendolo perder el brazo que cayó al suelo y se disolvió en agua.

Antes de que pudiera regenerarse con agua, tenía frente a él la palma brillante de Persival.

El lancero le lanzó un haz de luz directo a la cara.

La explosión mandó a volar a Nerie, que rodó por el suelo con la cara totalmente destrozada y soltando agua sin parar.

Como tal, Nerei solo había sufrido unas pocas lesiones, ya que en su mayoría, los ataques habían sido anulados con su morfosis acuática... Pero era obvia la diferencia de poder y reacción, en cualquier momento, empezaría a sufrir verdaderas heridas.

Persival era totalmente superior.

Antes de que Nerei siquiera pudiera moverse, ya tenía a Persival sobre él, apuntándolo con la lanza que volvía a levitar.

—Quieto —Ordenó Persival. La lanza plateada, Lirio de Plata, se volvió en una brillante luz—. Sí te llegas a mover, disparé un rayo mayor al anterior y te evaporaré por completo —advirtió.

Nerei detuvo la regeneración de su rostro y su brazo.

Aunque no estaba completo, Nerei podía sentir el mundo a su alrededor a través del agua, así que vió a Persival unos segundos.

—Nerei, ríndete, por favor —pidió Persival suavemente.

En respuesta, el volvió a continuar regerándose.

—Nerei, ríndete.

—¡No pienso detenerme! —gritó frustrado cuando desarrolló sus labios—. ¡Yo soy la quinta espada del rey de Primura, Nerei Nimph!; ¡debo de atrapar al traidor, Persival Bladesky, aún a costa de mi vida!

Persival apretó la quijada y cerró los ojos.

Nerei aprovechó ese momento de debilidad y disparó el agua que todavía faltaba por recomponer su cuerpo.

—¡Aqua Vitae!

El agua se tornó de color negro.

Persival lo observó fijamente.

—Pilar Divino.

La lanza de luz soltó todo su poder.

Al mismo tiempo, de pronto alguien salió de entre los arbustos del bosque.

—¡Alto!

El mundo de Nerei explotó en un haz de luz.

______°______

Cuando Nerei volvió a abrir los ojos, sintió que estaba de camino ante el venerable Dios Mados, rumbo a su juicio final.

Pero en realidad, solo vió el borroso techo de madera de una cabaña.

Intentó levantarse de golpe, pero un dolor sordo le atravesó el cuerpo de pronto.

—¡Hey, hey!... ¡Detente! —le dijo alguien, soteniéndole del hombro. Nerei empujó la mano.

—N-no, debo de levantarme —murmuró agotado—, debo de detenerlo.

—¿A quién debes de detener? —preguntó otra voz.

—¡Debo de parar a Per...! —Nerei se detuvo.

Esa segunda voz era de Persival.

Nerei se levantó de golpe, envolviéndose en agua, cando sintió un bajón de maná en su cuerpo al tener que crear el agua, notó que no tenía sus guantes.

La burbuja de agua reventó y cayó nuevamente en la cama, agotado, seguramente por haber usado esa técnica prohibida y tener que regenerarse tantas veces.

—¡A-ah! Todo está mojado —dijo la otra voz algo confundida, era de un chico.

Los ojos de Nerei rápidamente recuperaron su nitidez, mostrándole a un chico de cabellos rubios, casi dorados, y ojos ambarinos que lo miraba con preocupación.

Detrás de él, Persival estaba apoyado en la pared, apuntándolo con la mano abierta, que brillaba levemente.

—Has un movimiento en falso, en contra del señorito, y de asaré vivo —advirtió lentamente. Nerei frunció el ceño con la mirada llena de odio.

El chico levantó las manos entre ellos y dijo:

—Vamos, chicos, calmaos; la cabaña es zona neutra.

—¿Y tú quién diablos eres? —le preguntó al chico en cuestión.

—Ten más respeto con el hombre que te salvó la vida —gruñó Persival. Nerei le devolvió el gruñido.

—¡Cállate, maldito trai-!

—¡Basta! —gritó el chico con fuerza.

Nerei no supo porqué, pero automáticamente se tragó sus palabras.

Casi pudo ver una leve aura dorada alrededor del chico, quien solo suspiró, calmándose.

—Bien. Tú eres Nerei Nimph, la quinta espada del rey, ¿no? —preguntó el chico lentamente—. Es un placer conocerte, soy Gale Brimhal, el sucesor de... Bueno, solo Gale Brimhal —se presentó algo incómodo. Entonces Persival suspiró.

—Señorito, usted es un desastre —espetó el lancero, aún apuntándole a Nerei.

—¡Hey! ¡No he hecho nada malo! —se quejó el chico, Gale Brimhal.

—¿Por qué rayos es tan amable con el enemigo? Es completamente antiestético.

—¡¿Cómo no voy a ser amable con tu querido amigo, idiota?!

Automáticamente esos dos comenzaron a pelear. Nerei solo pudo parpadear cansado, observando a los dos; parecían ser muy cercanos.

—Son los traidores —murmuró él inconscientemente, haciendo que esos dos se detuvieran. Gale Brimhal observó el suelo, algo incómodo.

—No somos traidores... Yo nunca traicionaría el reino que mi padre tanto amó —negó Gale; parecía triste. Nerei frunció el ceño.

—Tu padre era un vulgar traidor —espetó, molesto—, hay pruebas de ello; él iba a entre-

—¡Eso es mentira! —exclamó Gale Brimhal con desición, negando con la cabeza—. Mi padre amaba al rey, él nunca traicionaría a nadie, ¡él fue asesinado por los verdaderos traidores! —suspiró— ¿Qué tengo que hacer para que lo entiendas?

Nerei apretó las manos y lo miró serio.

—Entreguense y vengan conmigo al Palacio de los Letargos. Estoy seguro de que si en verdad son inocentes, todo se arreglará.

Gale lo observó unos segundos antes de darle un incómoda sonrisa.

—Lo siento, pero no puedo hacer eso, es muy peligroso volver.

Las palabras del chico Brimhal, parecieron morver algo en Persival, que dió un paso al frente.

—¿Ya lo pensó mejor? —preguntó el lancero. Gale Brimhal asintió.

—Tienes razón, Persi, si volvemos a la capital, seguramente moriremos a manos del enemigo; lo mejor que podemos hacer, es seguir con la misión que nos cedió mi padre —explicó Gale volteándose a ver al lancero. Nerei se terminó de sentarse y mirarlos a los dos.

—¿Misión?, ¿cuál misión? —preguntó algo confundido. Persival lo observó como si se hubiera dado cuenta de que estaba ahí, y frunció el ceño.

—No te diremos cuál es nuestro...

—Planeamos ir a Armus a buscar al Caballero de los Cuervos, Hannibal Crow, y negociar con él, para que nos ayude a purgar el reino y así, poder eliminar la amenaza de la seguidores del imperio Smart —explicó Gale Brimhal con una suave sonrisa.

Nerei parpadeó unos segundos. Persival se dió un golpe en la frente.

—... ¿Eh? —espetó simplemente, sin lograr entender qué pretendía ese chico, al decirle semejante estupidez.

—Señorito Gale... Usted y yo tendremos una muy seria conversación, respecto a decirle a cualquiera nuestros planes tan a la ligera —gruñó lentamente Persival, fulminando con un gélida la mirada a Gale Brimhal; este simplemente se rió levemente.

—Pero, Persi, de alguna manera, tengo que mostrarle a tu amigo que no somos traidores; además, él no parece ser un traidor, de lo contrario, habría mostrado algo más que simple incredulidad por mis palabras —señaló Gale suavemente.

Persival, sorprendido, abrió la boca como si fuera a comentar algo, pero al final se abstuvo.

Nerei trató de entre ver más allá del rostro sonriente, del tono amigable y las palabras absurdas de Gale Brimhal, trató de deducir o encontrar, cualquier señal de alguna intención oculta o de una mentira... Pero era imposible; hacía mucho que no veía a alguien con personalidad tan trasparente y cristalina como un lago en total calma.

Ese chico le hacía recordar a sus amadas madres, las Nayades.

"Él... ¿Realmente es un traidor?" Pensó con dificultad, empezando a dudar sobre toda la situación en sí.

—Oye, Persival, ¿Por qué no me mataste? —inquirió algo nervioso, observándo las arrugas de la sábana—; sé que pudiste haberlo hecho, esa luz se movió mucho más rápido que mi ataque —señaló, recordando el momento claramente.

Por respuesta, el lancero observó a Gale Brimhal, quién sonrió levemente.

—Yo lo detuve —indicó el chico.

Nerei entonces recordó que alguien gritó un alto cuando intercambiaron el último golpe.

—¿Por qué?, ¿por qué lo detuviste?

Gale se rascó la mejilla, nervioso.

—A-ah. Bueno, tú eres un amigo muy preciado para Persi, ¿no? Una parte de él se hubiera perdido para siempre, si hubiera permitido que te asesinara, así no podía dejar que eso ocurriera —señaló—; además, eres un chico muy joven y se nota que eres un noble guerrero... Mereces algo muchísimo mejor que sufrir esa clase de desesperación.

Ante esas palabras... Algo dentro de Nerei resonó suavemente. Él se acostó en la cama de nuevo y uspiró.

—Bien... Piensan ir al norte, ¿no? —inquiró frunciendo el ceño. Sintió como Gale Brimhal y Persival se observaron.

—Sí, a Armus —respondió Gale.

—Está bien... Cuando recupere un poco de mi maná, saldré a buscar a las demás espadas y les diré que marcharon al sur, a refugiarse en territorio Smart —indicó suavemente—. Voy a comprarles algo de tiempo, para que hagan lo que sea que vayan a hacer.

—Espera, Nerei —inrervino Persival—, esa idea tuya es peligrosa; podrían haber infiltrados entre las espadas. Troya entre ellos.

—¿Lo dices por qué te atacó con su gato? —Persival asintió—. Veré qué puedo hacer con eso; no te preocupes mucho, tendré la ayuda de Tytus de ser necesario. —El lancero gruñó algo inteligible ante sus palabras, pero al final asintió.

—Muchas gracias por ayudarnos, realmente no tengo palabras para expresar mi gratitud hacía tí, Nerei —dijo Gale con una agradecida sonrisa, inclinándose profundamente como agradecimiento.

Que un noble le agradeciera de una manera tan humilde y transparente, causó que Nerie frunciera la boca al sentir sus mejillas calentarse sin control alguno.

"Este chico... Realmente sabe llegarle a las personas" Pensó inquieto, aunque en el exterior solo frunció el ceño y dijo:

—No lo estoy haciendo por caridad —Se cruzó de brazos—, solamente hago mi trabajo de espada. He juzgado la situación y por ahora actuaré a tu favor. No voy a prometer que la distracción durará mucho, así que más les vale haber demostrado su inocencia para ese momento, o se arrepentirán —advirtió seriamente, señalando al par.

—Tranquilo, si todo sale bien; para cuando vuelvan las espadas, ya habremos aclarado todo —aseguró Persival, bajando al fin, la mano con la que le apuntaba. Nerei solo asintió, pensativo.

Él iba a apostar por esos dos y pensar seriamente sobre el hecho de que Troya, tal vez era una traidora. Si Persival se lo decía, entonces era algo que debía de tomar en cuenta seriamente.

Nerei duró otro día encerrado en aquella cabaña, siendo atendido efusivamente por el chico Brimhal. No sabía cómo tomar tanta amabilidad de alguien así, por lo que se mantuvo en silencio al respecto, pero igualmente agradecido.

A la mañana siguiente, al salir el sol, Nerei Nimph partió a toda velocidad hacia el punto donde deberían de encontrarse con las demás espadas.

Continuará...

Hola chicos!!! Lamento el retraso, pero al fin volvió la diva que todos tanto quieren "chasquea dedos y suelta brillitos" XD okey no 😂🤣 pero sí, aquí estoy. Ya terminaron las fiestas así que puedo comenzar a publicar con normalidad de nuevo.

Como verán, Persival se empieza a soltar un poco más solo un poco, a la vez que Gale ya empieza a mostrar sus dotes como futuro señor, sin contar con que están recibiendo la ayuda de Nerei, así que por extensión de Tytus.

Nerei va a distraer a las demás espadas e investigar sobre Troya, en qué quedará eso?

En el próximo capítulo, Persival y Gale al fin cruzarán el muro pacífico, conocerán a Emill, un antiquísimo elfo que los ayudará; Nerei alcanzará a las demás espadas y se desatará el infierno entre ellas...

Por último, para los que siguen "Él cambió mi vida" dentro de dos días, más tardar tres, publico el siguiente capítulo. Hasta la próxima chicos nwn