El bus del placer
Tio en bus que descubre como iniciar al sexo a sus acompañentes de viaje.
Hola me llamo Carlos, y quiero que sepan una de mis tantas historias, a esta la he titulado:
El bus del placer.
Todo comenzó cuando se acababan las vacaciones de verano, estaba con mi novia llamada Tania (nosotros le decíamos tetania, por tener las más grandes y hermosas tetas que se puedan imaginar). Esa noche íbamos de regreso a la capital donde ambos estudiábamos, yo odontología y ella arte dramático. Cogimos un bus el cual llevaba mas o menos unos 10 pasajeros, nos hicimos en el ultimo puesto el puesto era para 6 pasajeros. Nos toco al lado de una hermosa rubia, hicimos amistad con ella, nos contó que se dirigía a la costa y pensaba vender productos afrodisiacos, yo no creía en esto y se lo exprese, mi novia un poco incrédula me apoya. EL ticket del bus, incluía un trago por cabeza, la mona recogió nuestros tragos y en un descuido mío, le echo 3 gotas en cada copa de un afrodisiaco para animales.
Después se hace la única parada del camino, donde nos detuvimos a comer y las mujeres como siempre a mear. Yo compre algo de comida rápida y me subí al bus, mi novia orino y me siguió. Ella me comento que al limpiarse en el banho sintió un gran placer y estaba ansiosa de llegar para hacerla mía, además de esto que noto que la mona la había estado mirando de una manera desnudadora, que se sintió incomoda pero excitada ala vez.
Yo, con lo que ella me contó, las gotas y 3 días sin pichar que llevaba, me arreche mucho, estaba tan parolo que olvide la comida, voltee a mirar, a mi lado derecho y vi mona, estaba dormida pense, la detalle vi sus hermosas piernas desnudas, llevaba una cortisima falda, casi podía ver sus bragas, recordé que cuando se bajo del bus, tenia un culo de película.
Me arreche mas, y me dije a mi mismo yo no aguanto hasta la capital, esto hay que terminarlo aquí, me saque la verga y le dije a mi novia que me la mamara ya, las gotas habían surtido efecto en ella y no dudo un segundo en empezar a besarla, se saca la blusa y desabrocho sus sostén empezó a frotar mi verga con sus senos, como ella llevaba una minifalda, yo le había ensenhada que cuando se las colocara no se debía poner bragas, ella me hacia caso en todo.
Ella empezó a sentir una mano en su conchita, cálida y mojada, y decía que se sentía muy feliz, me pidió que se la besara al darme yo cuenta la mona ya estaba en eso. No tuvimos mas alternativa que invitarla a disfrutar con los dos. Cuando de un momento a otro el bus cogió un camino destapado y el brincar del bus produjo en ellas un deseo inaguantable de cabalgar sobre mi pene, no sabia que hacer, pero la mona toma la iniciativa, mi novia mientras tanto gozaba de nuestras lenguas en sus jugos, yo me centraba en su jugo vaginal, mientras la mona chupaba de su ano. La mona estiro la mano y saco de maletín un consolador, que procedimos a meterle a mi novia por su vagina, lo cual la arrecho tanto que pidió mi verga en su culo, yo no perdí tiempo meterla, por el culo es mi favorita, quite la mona de encima mío y procedí al ano de mi novia estaba bien cerrado como me gustaba a mi, hace un mes no lo usábamos. Fue cuando la mona empezó a besarnos las partes intimas, a mi novia la cuca y a mí los huevos. Fue cuando sentí un deseo desaforado de venirme, y ellas dos querían que fuera dentro de su boca, entonces mientras se besaban, metieron mi verga entre sus bocas, el semen fue para las dos.
Y desde ese momento me pusieron me medio de dos asientos y se pusieron a mamármela todo el camino, y así me vine y me vine una y otra vez, cuando llegue a la capital quede con ganas de mas gotas.
Me di cuenta que si servían.
La mona debió seguir su camino a la costa norte, cada que voy de regreso a mi ciudad en verano hacemos una parada para hacerlo los tres juntos.