El bukkake de Andrea

Una chica muy caliente disfruta con un equipo de futbol rápido.

Espero que les guste este relato

Hola, mi nombre es Andrea, soy de México y tengo actualmente 19 años, lo que les contaré a continuación me paso hace tres cuando estaba en los dulces 16.

Les contaré primero que soy de la clase llamada media alta, mi papá es un hombre de negocios al que le ha ido bien y nos conciente a mis hermanos y a mí casi todos nuestros antojos, mi mamá se conserva bien pues cada tercer día va al gimnasio y acostumbra a hacer yoga. Soy la menor de tres hermanos, tengo una hermana mayor llamada Beatriz, como mi madre, y un hermano sándwich de nombre Tomás, como mi padre. Vivimos juntos en una casa decente en un municipio conurbano al DF.

Ha sí, mis padres son "jóvenes" a sus 45 años ambos, mi hermana B (léase en inglés Bi) tiene actualmente 23 y Tom 20.

Yo mido solo 1.66, y peso 47 Kg., tengo el cabello liso y castaño claro con unos "rayitos" de color rubio, por debajo del hombro, lo que más me gusta de mi cuerpo son mis caderas, son amplias pero sin caer en lo exagerado, mi culito es un poco respingón y causa de muchos elogios y miradas de hombre y mujeres. Uso brasiere 34 C por lo que mis pechos no son muy pequeños pero me gustaría que fueran más grandes. De cara pues mis labios son finos, mi nariz es pequeña y en forma de bolita, mis ojos son de color miel y uso dos aretes en cada oreja.

Bien, pues basta de introducciones, comenzaré con una historia de casi el principio pues es la que más me gusta y cada que la recuerdo provoca en mí sensaciones muy placenteras a tal grado que cuando me doy cuenta, mi ropa interior ya esta mojada.

Como les dije al principio, esto sucedió cuando yo tenía 16 añitos, era un fin de semana y mi hermano se había largado a su partido de fútbol rápido, mis papás y B se habían ido a una fiesta la cual era con unos amigos de mi padre que no me caían nada bien por bien portados. Así que me quedé en casa solita, en la noche me preparé un poco de botana, una cuba y un cigarrito de marihuana. Como siempre mi hermano se va a tomar con sus amigos después de cada partido y regresa ya hasta las 2 o 3 de la mañana y mis padres no regresarían sino hasta esa hora más o menos me preparé para pasar una noche inolvidable pero no pensé que fuera tanto como lo fue.

Mi hermano salio a eso de las 7 de la noche pues pasaría por unos de sus amigos para ir al partido y antes partieron mis padres y B. Primero me aseguré que ninguno fuera a regresar y después de media hora de que mi hermano no volvió yo me encontraba ya bañadita y desnuda frente al espejo de mi cuarto, durante la ducha me había repasado un poco el corte del vello púbico, siempre lo uso corto y en forma de una pequeña tira sobre mi vulva, con los labios totalmente rasurados y pues me queda bien, mi mamá me enseño y ella lo usa igual.

Bien, pues me mire frente al espejo mientras tomaba de mi cuba y después de pensarlo un poco decidí mi vestuario, me pondría un brasiere negro casi transparente, una tanga de igual color que se metía muy rico entre mis nalgas y unas calcetas de colegiala pero del mismo color que lo demás, ya una vez vestida así me tome como era costumbre unas fotos con mi cámara digital para luego subirlas a la red o presumir mi cuerpo entre amigos y amigas del colegio.

Me fui desvistiendo poco a poco y cuando me tome la ultima foto desnuda lo hice dando las nalgas a la cámara y metiendo un dedito en mi vagina, la verdad es que esa foto me quedo genial, la luz y los colores son exactos y la posición en que quede prende a cualquiera.

En mi casa desde que era pequeña siempre hubo televisión de cable y con todos los canales, ahora con el SKY en casa pues era diario ver por lo menos unos minutos de la programación para adultos así que puse el canal de Venus y me dedique a ver una película, en ese momento fue cuando prendí mi cigarrito y le di dos sorbetes, solo tenía pensado esos dos pero mi vagina se volvió muy sensible y fume más de lo que siempre hago. A media masturbada tuve que sacar uno de mis consoladores, uno metálico que siempre tengo a la mano, es mi favorito pues es el que me trae más recuerdos y al momento de sentirlo dentro de mí, sentía delicioso, no sé como pero me quede dormida entre fuma y fuma y orgasmo y orgasmo.

Me desperté cuando oí risas y voces a mi alrededor, lo primero que vi fue una polla gruesa a pocos centímetros de mí cara y cuando aclaré mejor mi visión, estaba rodeada por 12 hombres y todos se la estaban pajeando alrededor de mi cama, mi hermano estaba entre ellos con su polla depilada a mis pies (siempre le han gustado mis pies) y solo me lanzó una de esas sonrisas de complicidad.

  • Miren, ya despertó la princesa.- menciono uno de ellos.

  • Justo a tiempo.- dijo el que estaba más cerca de mi cara al tiempo que se corría sobre mí.

Su venida fue mediana, su semen era algo espeso y me corría lentamente por la frente y mi mejilla derecha. Sonreí, sabía lo que tenían pensado y me deje llevar

  • ¡Quiero su leche, toda en mi cara, todos! – Les ordene con una sonrisa.

Todos se mostraron cooperativos y así como sentían que terminaban se acercaban a mi carita inocente pero cachonda llena de semen, el tercero en venirse fue mi hermano y le dije que tomara fotos de lo que estaba sucediendo con mi cámara digital que anteriormente estaba utilizando.

Con mi hermano tomando fotos me dedique a disfrutar y a dar un espectáculo inolvidable. Ellos se venían en mi cara y yo me esparcía su crema por toda mi cara. La mayoría eyaculaba cantidades entre normales y grandes pero 2 de ellos eyacularon muy fuerte y mucho, uno hizo que abriera la boca y casi me atraganto con los chorros que lanzo dentro de mi cavidad y el otro llego hasta mi cabello, a cualquiera tal vez le daría asco pero a mí me encanto, entre todas esas vergas y llena de semen tuve dos o tres orgasmos. Y otros tantos se vinieron sobre mí dos veces.

Cuando ya a nadie le salía ni una gota de semen les ordene a todos que pusieran atención y cuando así lo hicieron recogí con mi mano todo el semen de mi carita y me lo lleve poco apoco a la boca, era tremendo, ahí tuve otro orgasmo.

Al final les di a todos las gracias y cuando se retiraron me vi en el espejo, en mi cabello aun había rastros de semen, mi cara estaba cubierta como por resistol, un poco reseca y en mi cuello y pechos había señales de aquella batalla en la que me enfrente a 12 y salí ganando; mi garganta se sentía un poco rasposa peor el sabor que tenia en mis labios era inigualable, siempre me ha gustado el sabor del semen y en esta ocasión probé tantos como quizás pocas lo han hecho.

Las fotos que tomo mi hermano, las mande una a cada hombre que se vino sobre mí y en un CD las tengo grabadas junto con otras aventuras. Tiempo después vi en Internet que esa práctica se llama bukkake y me gusto tanto que tuve otras oportunidades de hacerlo.

Espero que al leer este relato se hayan excitado tanto como yo al escribirlo y recordarlo. Este relato se lo mande a un amigo por Internet para que lo pusiera en una página de relatos eróticos. Él me prometió que solo corregiría los errores de ortografía así que espero verlo pronto exhibido así como sus comentarios.

Nota del transcriptor: Gracias a Andrea que es una chica muy guapa y cachonda.