El brujo del pueblo 2

Pilo, que hondas, ¿Qué buscas?, creí que te habías ido, pues no, responde Pilo: lo que pasa es que si quiero que alguien hable sobre lo ocurrido y quiero que seamos nosotros dos.

EL BRUJO DEL PUEBLO 2

Hola, Hola, en voz baja se escucho en la ventana; Yo abrí la ventana al momento que Don Augusto salía cerrando la puerta tras de sí.

Pilo, que hondas, ¿Qué buscas?, creí que te habías ido, pues no, responde Pilo: lo que pasa es que si quiero que alguien hable sobre lo ocurrido y quiero que seamos nosotros dos.

Bueno, pasa le indique y dando un salto se introdujo por la ventana sintiendo el fresco que la noche le dije: ¡ A ver dime, como es eso de la hablada !, no te preocupes que Yo no diré nada Pilo, fue por las cervezas y el guarito que se ponen alegres. Jjajajajaja

Mira José, Yo no se que me pasa hoy, bueno, hace algunos días realmente; fíjate que … (hace un silencio), fíjate que últimamente me la paso pensando en ti, sintiendo en mi nariz ese olor tuyo pero no tu perfume, no, es algo diferente; un olor que solo a ti te lo he sentido, todo esto hablando muy serio y con cara de cachorrito perdido.

Hay mi Dios, que lindo ver a un hombre machote así como perdido en sus adentros y queriendo abrirse para ti…

Continua diciendo Pilo: José, tu sabes que soy macho y que tengo mi novia y un chingo de mujeres que me lo prestan cuando Yo quiero, pero no se porque he comenzado a sentir algo que siento es muy tierno por ti y eso nunca lo he sentido por otro guevón igual a mi.

Joder, creo que me estoy volviendo marica o quien sabe que.-   Yo estudiando la situación le digo: Pilo, lo que ocurre es que tu ves en mi a un amigo muy querido porque platicamos mucho y de todo, además hemos tenido confianza y nos contamos de todo, hasta como lo hacemos y todo eso.

Pero Yo quiero contarte algo Pilo que tu no sabes y debes saberlo ahora mismo y es que Yo soy Gay.-  Pilo volviendo a verme se quedó cayado y con cara de susto, no sabía como iba a reaccionar, pero después de su confesión y de unos 30 segundos de suspenso  miré una sonrisa de lo más encantadora y era dirigida a mi.

Sin decir agua va, se acercó a mí y me planto un cálido beso en la boca, de esos que duran segundos pero que los recuerdas por siempre.

Atiné a cerrar los ojos y sentir esos ricos labios carnosos, suaves, jugosos, sentir como se apretujaban contra los míos y como una leve separación de ellos se realizaba para solo cerrarse con un poquito de presión casi imperceptible sobre mi labio inferior y soltarse.

Separó su cara de la mía unos centímetros, luego tomó mi cara entre sus manos grandes y gruesas de dedos redondos y carnosos, podía sentir esas callosidades en mi cara y no dolían al contrario era excitante, lujurioso saber a un macho que me tomaba así para verme unos instantes y volver a juntar nuestras bocas, pero ahora era diferente era tierno, firme y comencé a sentir su lengua que punteaba en mi boca para introducirse suave y áspera a la vez, una sensación de tener allí con migo y para mi al hombre que me gusta, mmmmm ese aliento tan rico y especial, un manjar para mis papilas que emoción estar así.

Nunca creí que esto pudiera ser así de sabroso, mis manos se posaron al costado de su cintura y pude ir palpando su contorno sobre su camisa, como se volvía grande, grueso, como palpaba sus aletas y pasaba mis manos por su pecho para extenderme a su espalda mientras Pilo me besaba, que rico, que sabroso sentía como nuestras lenguas jugaban juntas en mi boca, nos tocábamos y sentíamos esa corriente eléctrica que nos recorría por toda la Columna para darnos esa sensación de ser traspasados por un rayo fundiéndonos en un primer beso pasional.

No supe cuando o en que comento mi manos estaban sacando la camisa de su pantalón tirando hacia arriba y sintiendo por vez primera esa piel que calentaba como braza, una piel tersa pero firme, cubriendo esa espalda que se dibujaba en mis manos ancha y fuerte de músculos formados por el trabajo que se inflaban con su respiración.

Que sensación más salvaje el sentir como sus manos se metieron en un segundo por mi camisa tomándome fuertemente y juntando nuestros cuerpos sin soltar el beso intenso que nos dábamos.

Yo suspiraba y me separaba milímetros para tomar aire y continuar, por la ventana entraba la luz de la luna y el frio de la noche, nuestros cómplices en ese cuarto que seria testigo de un primer encuentro tan deseado.

Sabroso sentí como sus manos forcejeaban por entrar entre mi pantalón y Yo, rico papi dije Yo, Si José estas rico también, sus dedos encontraron esa división en donde la espalda pierde el nombre y toma uno a escoger.

Yo aflojé la faja, y luego mi pantalón para permitirle entrar hasta donde su imaginación quisiera llegar.-  Yo no perdí un segundo y su faja ya no estaba y su camisa se abría para mostrar ese pecho de tetillas grandes y puntiagudas, sabrosas para mamar.

Soltando nuestro beso, comencé a pasar mis labios por su cuello, oliendo esa mescla de perfume y sudor caliente por la excitación, esa pequeña capa de sudor que brota sin pedir permiso al subir tu sangre y que hacia palpitar las venas de su cuello bajo mis labios soltando unos sonidos bajos y graves que me exaltaban, sonidos guturales de placer y apretando su cuerpo sentía un ligero temblor con un movimiento de restregarse más hacia mi, Yo estaba que no sabia a que llegaríamos pero si lo que quería en ese momento, tenerlo desnudo allí solo para mi y así fue, fui bajando con mi boca por su cuello y directo a su pecho, con mis manos tiré de su camisa sacándola hacia atrás y haciendo que él se sentara en sus talones para exponer esos pezones grandes y oscuros con unos clavos que indicaban que estaba excitado a mas no poder.

Al pasar la lengua por su contorno y posar mi boca en ellos succioné firme, sintiendo ese botón en mi lengua, jugando con el, a lo que Pilo tomó mi cabeza por la nuca y dijo: “sigue así,  no pares papi, sigue que rico quiero más” y así seguí unos segundos para pasar a su otro pezón que ya me esperaba erecto para ser saboreado, degustado y succionado por mi boca.

Pilo se tiró hacia atrás, entregándome sus abdominales y ombligo para que con mi boca fuera palpando cada milímetro de su piel, recorriendo sus contornos con mi lengua, pasando sobre los abdominales tenues pero firmes y llegando al ombligo, mmmm;  jugué con ese agujero a medio entregar y seguí un camino marcado por un pelambre suave pero continuo que me indicaba la selva que encontraría allí.

Su pantalón ya estaba desabotonado, el elástico del bóxer estaba como una frontera pronta a cruzar, mis manos tomaron ambos y tiré de ellos hacia abajo, Pilo levantó un tanto las caderas ayudando para que salieran y luego estiró sus piernas para completar su labor; fui deslizando despacio para ver poco a poco como surgía ante mi ese pelambre que estando sin cortar la naturaleza los brindó de buen tamaño y grosor, pronto asomó la base gruesa y firme de ese poste camuliano culpable de mis anhelos y pensamientos más lujuriosos esa noche, Yo no respiraba, soplaba de la excitación, de ver y oler ese aroma a hombre que emana de la zona privada y prohibida hasta ahora para hombre alguno; porque esa verga que asomaba nunca fue ofrecida a otro solo a mi, a mi que la estaba destapando como si fuera un regalo ofrendado y su dueño solo cerraba los ojos con un pecho que se elevaba e inflaba por el morbo del momento.

Que pedazo de verga fue saliendo, a medida bajaba las prendas, sus piernas se estiraban y un aroma a macho y jabón de baño llegaban a mi nariz, es algo que solo un gay y algún que otro hetero afortunado han podido sentir…  no tenía apuro, mas bien parsimonia para disfrutar el momento muchísimo más y grabarlo en mi mente ya la verga salió con un empalme que al brotar rebotó contra su vientre dando un sonido solido y fuerte, que hermosura de pene, largo, grueso y coronado con una cabeza que un tomate o un hongo son su mejor descripción, bajé mi cabeza lo suficiente para pasar mi nariz por todo su largo iniciando por sus guevos, llegando al glande y bajando nuevamente sin rozarlo siquiera, solo permitiendo que Pilo sintiera mi respiración y mi aliento sobre ella, besé su ingle al lado de ese miembro y bajé besando las piernas para toparme con sus zapatos que saqué uno a uno teniendo el pantalón atorado en sus tobillos, luego saque un calcetín para desnudar un pié grande nervudo con un arco bien pronunciado y un talón ancho y firme de piel gruesa y suave con unos dedos largos bien formados, que delicia de pié, no pude esperar y besé su arco pasando suavemente la lengua a su contorno, oliendo esa piel que despedía un olor suave a piel y talco de hombre, sabroso .

De igual forma proseguí con el otro pié que fue desenfundado de la misma forma y olfateado y besado por igual, pasando la punta de mi lengua por su tobillo mientras con mi otra mano fui sacando el resto de pantalón y bóxer atorado en los tobillos descubriendo las pantorrillas gruesas y cubiertas de pelos que me hacían cosquillas en la lengua.

Que hombre mi Dios, es así como lo pedí, rico y sabroso; sus ropas cayeron de lado y subí con mi lengua por sus pantorrillas, muslos internos hasta llevar antes de ese hermoso saco que cubriendo un apetitoso par de guevos no dejaba de mostrar lo cargados que estaban.

Esta vez si, posé mi boca en cada uno de los guevos de mi macho saboreándolo metiéndolo dentro de mi boca para acariciarlo con la lengua, succionar y soltar que rico par de bolas para mi jugar.

Que olor compadre, mmmm  un bocado di cardenale, subí por su tronco grueso con la lengua y posándome en su frenillo lo succioné y palpe y seguí dando rápidos lengüetazos haciendo que Pilo se retorciera del gusto y me acariciara la cabeza con sus manazas alentándome a seguir más, muchísimo más y así fue, despacio succioné su cabeza que forzada entraba en mi boca para degustar sus contornos y poder al unísono descapullarla de esa fina tela de su piel que la protege y mantiene suave y tersa; este tipo lo que tenía allí no era la cabeza del pene, sino, una braza ardiente que comenzaba a eructar néctar transparente para darme un entremés de sabores, que delicia le dije y solo daba sonidos guturales por respuesta todo tirado de espaldas y en medio de sus potentes piernas de futbolista de campo de tierra y praderas.

Bajé por su tronco haciendo que su glande fuera haciendo camina por mi boca y degustando en mi lengua sus primeros jugos que se servían para mí.

Nada parecido había sentido antes, estiré mis brazos para alcanzar ese pecho y estrujar entre mis dedos esos pezones duros y puntiagudos, grandes como una moneda antigua e imperdibles al tacto, tras su primer retorcijón sentí su reacción de gusto en el salto que su pene dio en mi boca y así con los otros que ofrecí.

Desde mi posición miré hacia arriba y vi como serpenteaba del gusto mientras comencé mi mamada y succión a placer, que sabrosa verga tenía para mí.-  A medida seguía con la felación subía y bajaba y cada vez que me la ensartaba entraba un poco más y más y más hasta que sentí como traspasó mi boca y siguió su camino ensanchándome y haciendo que disfrutara muchísimo más.

Muchos minutos fueron los que disfrutamos así, sopesando esos guevos y esas piernas que se entrelazaban en mi espalda que a medida jugaba con la verga me desnudé casi sin tocarme como acto de magia y sintiendo que me hacía metérmela hasta el fondo para resurgir.

Pilo se incorporó y me jaló a su altura, besándome apasionadamente, con su lengua repasando los lugares que su verga acababa de dejar degustando sus propios jugos en mi boca y tirándose sobre mi me colocó de espaldas en la cama, fue bajando con su boca por mi cuello hasta mis tetillas que estaban firmes como guardias esperándole para recibir ese ataque de su boca que tanto anhelaba, eran lametones, chupadas fuertes que sentía como si quisiera arrancarlos pero me producía una corriente enorme de placer que recorría mi columna y terminaba su recorrido en la entrada de mi ano que palpitaba por si solo mismo que no tardó Pilo en palpar con su mano y jugar con sus dedos.

Que delicia, Sentir esos dedotes que vendrían a ser casi una verga para mi, resistencia no había, solo tuvo que presionar y el primero de ellos entró mmmmmmmmmmm mm m, que sabroso y el segundo lo acompañó.

COJEME cógeme por favor, no podía más, besándole miré esos ojazos y le volví a decir.

Sin siquiera mediar palabra colocó mis pantorrillas en sus hombros y sin siquiera tocarse la verga la colocó en la entrada y presionando ayudado por sus jugos que brotaban a cantaros fue entrando ese poste de carne taladrando firme y seguro hacia el interior de mi ano que como mantequilla se abría a ese cuchillo de carne que pronto encontró mi próstata y siguió su camino a mi interior.

Que salvaje cogida me vas a dar pensé y no me engañé pronto su verga estaba la mitad adentro y el resto pujando por entrar, abrazando a Pilo lo atraje a mi y besando sus oreja le murmuré: “Dale papi, que soy todo tuyo y todo eso que tu tienes es solo para mi”.

No se hizo de rogar, de una sola estocada me ensartó su espada y la empuñadura que serian sus guevos rápidamente chocaron contra mis nalgas que produjeron un sonido de palmadas celebrando nuestra unión.

Mi mente estaba volando, como observándonos desde arriba y viendo a ese hombre pujando y taladrándome a sus anchas gozando y resoplando como caldera haciendo crujir la cama que seguro se oiría hasta la calle por la ventana abierta y esa brisa nocturna con la luz de la luna cubriéndonos dándonos un aspecto salvaje pero erótico de esas nalgas pronunciadas elevándose a medida casi un pié de carne en cilindro me entraba a lo mas hondo de mi ser.

Madre mía, que delicia, nací y morí allí mismo y vuelto a resucitar, no supe cuanto tiempo fue, pero pudieron ser horas o minutos no importa todo era genial, sentía a mi Pilo resoplando en mi oído, sintiendo su lengua estrujarlo al entrar y sus dientes en mi cuello acariciándolo y marcándolo sin importar como quedaría, todo era gozar, gozar sintiendo el camino recorrido por ese hongo que era su cabeza que entraba por mi canal y salía casi en los esfínteres de mi entrada para volver a entrar.

Estaba a punto de acabar sin tocarme por culpa del tronco grueso y venoso que rosaba mi próstata a su paso y que con cada empellón lo empujaba haciéndome sentir en la gloria, fantástico sin dudar, luego de no se cuanto siento en mi ano que su verga se engrosa y se tiempla muchísimo más, su cuerpo comenzó a volverse resbaloso por una capa de sudor y un calor que quemaba mi pecho y brazos su resoplido en mi oído fue mayor y solo dijo: “Me voyyyyyyyyyy” aaaahhhhhhhhhh              su aliento se soltó como avalancha en mi cuello y su verga vibró, vibró lanzando fuertes chorros de semen que sentía realmente depositándose en mi interior y que no paraban de salir, fueron unos 6 o 7 para que su cuerpo haciendo balance en sus codos a mis costados me hicieran sentir su peso sobre mi, aplastándome cayendo de frente unas gotas de sudor al levantar su cara sonriente, quedando unos segundos allí sobre mi, frente a mi para luego fundirse en un beso rico como solo un hombre a otro se lo puede dar y luego dice: “ gracias hoy al fin hice el amor”.

Fue hermoso, nunca me habían dicho algo siquiera similar; se tiró a mi lado y me atrajo a su pecho, nos abrazamos sin decir nada, refrescándonos con la brisa de la madrugada para ir notando que el cielo cambiaba de colores y de unos tonos azul marinos y negros se tornaba blancuzco y amarillo oro… estaba amaneciendo, ¿Cuánto tiempo lo habíamos hecho?

Pilo, no te duermas, está amaneciendo y tienes que salir de aquí, si se entera tu novia puede disgustarse y quien sabe que dirá.-  No importa, no te preocupes dijo Pilo, déjame a mi, que Yo soy el del pedo con ella y a mi me importa estar con tigo y nada más.

Luego descansó un par horas, cuando despertó ya estaba el desayuno listo y salió del cuarto en bóxer como si en su casa estuviera el muy galán, Don Augusto no se inmutó ante aquello pero si me serró el ojo al descuido y en complicidad y dirigiéndose a Pilo dijo:

“Hey Pilo, ¿que tal dormiste, no te escuche llegar?, a lo que Pilo le respondió: Mire Don Augusto estoy en su casa y perdone la facha mañanera pero usted ya me conoce si hasta en pinga me ha visto por la sobada que me dio el otro día, pero la neta es que ayer salimos con José y no se como, pero tenía que hablar con él de algo muy importante y ahora la tengo clara…. Hiso un silencio, tomó aire y soltó: “Me gusta el amigo aquí presente y la neta la pasé re bien, nunca antes estuve con un buey, pero con este man quiero seguir como novios, amantes o como putas quiera llamar pero juntos hasta el final.”

Don Augusto se aclaró la garganta, tomó de su café e invitó a mi hombre a sentarse a la mesa y prosiguió diciéndole: Pilo, solo un hombre sabe como realmente satisfacer a otro pues sabe como siente su amante, pero tu no es que te casabas y esas vainas ¿o ya no? Y Pilo dijo: Mira José, dame un par de días para terminar esa vaina a mi manera, se que te quiero y tu a mi, Yo estoy dispuesto a seguirte a Tegucigalpa si me comprendes tu a mi.

Me quedé pasmado y con la boca abierta, papo mano, esa era toda una petición de mano junto con juntada fija y sobre todo con el hombre que me gustaba, quería y deseaba, no espere y me lance a sus brazos lo besé y dije sí.

¿Me gradué como brujo o qué?

Espero les haya gustado, como siempre recuerden que los nombres, lugares y esas cosas ya saben que…

Este envío fué tardado pero era que no había sido aceptado en otras ocasiones ó no publicado no se porque.- Hay lo tienen pués.

mi email para sus comentarios piscis03ma66@yahoo.com

FIN