El bote de cloroformo III

Ya no hizo falta más cloroformo.

La verdad es que mi madre apenas tardó en volver, si hubiéramos tardado un poco más nos hubiera pillado con toda seguridad. Me coloqué algo de ropa y salí a darle un par de besos, había ido a la peluquería, me sorprendió, estaba radiante, le dije lo guapa que estaba y lo bien que olía. Mi hermana también había salido de su cuarto, se la quedó mirando, parecía algo celosa. Mi madre me soltó de su abrazo, pero al hacerlo me dijo algo que me dejó pensativo, sobre todo porque me lo había dicho pegado a mi oído, sin que mi hermana la escuchara.

.-Me he puesto guapa para ti, corazón!!

Me dió un beso en la mejilla muy cerca de la comisura de los labios, eso me turbó más todavía. Me quedé atontado, sin saber como reaccionar, las miraba a las dos, pero me había quedado pillado. Mi madre siguió su camino a su dormitorio y fue cuando mi hermana se acercó.

.-Mamá está en pie de guerra!! Seguro que se dió cuenta que fuiste a follártela anoche!!

Me lo dijo sobándome la polla por encima del pantalón de chándal que me había puesto. Rió a carcajadas.

.-A ver como te las apaña para tenernos a las dos contentas!!

Me guiñó un ojo, me sacó la lengua, y volvió a reír. Dejándome solo en la entrada de casa. Me metí en mi cuarto, seguía asimilando las palabras de mi madre, las palabras de mi hermana, y el beso de mi madre. La única que asimiló todo perfectamente fue la “bestia”, ya estaba dura como un palo, deseando volver a entrar en el agujero que lo pidiera. Aún quedaba una hora para la cena. Ese tiempo me quedé tendido en la cama, intentando pensar en todo lo que había pasado en ese fin de semana. Intenté pensar en todas las veces que me había corrido y era incapaz de hacer números, daba igual, mi polla seguía dura, quería decir que aún podía con otro más.

Intenté relajarme, no quería tocarme, quería esperar a ver que pasaba. Mi madre no tardó en llamarnos a mi hermana y a mí para la cena. Cuando llegué al salón, me quedé con  la boca abierta, había sido el primero. Mi madre llevaba puesto un camisón, no dejaba nada a la imaginación, se veían sus dos increíbles tetazas, no llevaba sujetador, el camisón se transparentaba por completo, se veían sus dos grandes areolas y sus dos duros pezones, grandes, desafiantes. Era casi imposible no mirar esas tetas. Abajo llevaba un pequeño tanga blanco, debía ser igual de transparente que el camisón, porque se veía perfectamente la abundante mata de vellos de mi madre en su bajo vientre. Las tiras del tanga subían por sus caderas, se giró para darme una visual de lo que había detrás, el tanga era solo un hilo que se metía entre sus nalgas, movió las nalgas para que viera como se movían. En ese momento hizo aparición mi hermana. Se quedó mirándola con la boca abierta. Dió un pequeño quejido, resopló.

.-Pero que puta eres mamá!! ¿Qué quieres que tu hijo salte sobre ti? ¿Qué quieres follar con él?

Mi madre ni siquiera la miraba, miraba mi polla que había despertado y me la tenía que tocar de lo dura que se me había puesto.

.-Él follara conmigo si quiere!!

Eso sin dejar de mirarme, y mirando a mi hermana.

.-No se de que te quejas!! Si tu ya te lo has follado, puta!! Ahora tendrás que compartirlo conmigo!! Además, creo que Ángel tiene polla para satisfacernos a las dos. ¿verdad, hijo?

.-Sí mamá!!

.-A mi me duele el coño de esta tarde!! Paso de ustedes!!

Mi hermana se fue dejándonos solos en medio del salón.

.-Mamá yo no quiero que Loli se enfade conmigo!!

.-Tranquilo cariño, ya te ha probado!! Ese enfado no le va a durar mucho!! Mañana la tienes follando otra vez contigo!! Pero esta noche te quedas a dormir conmigo!! ¿Quieres?

Me tendió la mano, la cogí y nos dirigimos los dos a su dormitorio. Nada más entrar me dijo.

.-Sácate la ropa y tiéndete en la cama!! Mamá te va a enseñar lo que tiene para ti!!

No tardé ni un segundo en sacarme toda la ropa y tenderme en la cama con la “bestia” apuntando al techo, me la tocaba con la mano despacio, mirándola.

.-La tienes más grande que tu padre!! Tu padre de verdad!! Llevo toda la vida esperando este momento!! Y la otra noche cuando viniste a comerme las tetas, supe que había llegado el momento!!

Tiró del camisón y se lo sacó por la cabeza. Se había quedado en braga, se veía perfectamente los vellos y eso me la ponía aún más dura, y ver lo duros que estaban esos pezones. Se subió en la cama, se colocó encima de mis piernas dejando mi polla apretada con su coño, se dejó caer colocando las manos a cada lado de mi cabeza y sus tetazas botaron delante de mi cara.

.-Vuélvetelas a comer como la otra noche!!

No me lo tuvo que decir dos veces, me abalancé por ellas, sus pezones estaban muy duros y sus areolas muy rugosas, se notaba que estaba muy excitada.

.-Apriételas con fuerza!! Tira de los pezones como la otra noche!! Con fuerza, cariño!! Me gusta mucho que tires de ellos!! Muerde!! Muerde!! Saca la leche de mami!!

Esas tetas no tenían nada que ver con las tetas de Paula, las de mi hermana podían competir en tamaño, pero los pezones y las areolas rugosas de mi madre no tenían nada que ver con las de mi hermana. No se cuanto tiempo estuve mamando esas tetas, no me cansaba de chupar y desde luego ella parecía que no se cansara que chupara de ellas, estaba muy excitada, sentía como su coño estaba mojando el tronco de mi polla, sentía como se movía frotándose por él. Había apartado el tanga y tenía sus gordos labios menores abiertos tocando todo el largo de mi dura polla, sentía el calor de su interior, esos labios eran como si abrazaran el contorno de mi polla, me la estaba mojando toda con sus fluidos. Yo seguía apretando sus tetas, tiraba de sus pezones, las mordía, y ella no dejaba de gemir, ni de moverse encima de mi polla. Hasta que por fin una de las veces que llevó su coño hasta mi capullo, este se enfiló en su interior, entró hasta los huevos, de una sola vez, no paró hasta que mis huevos toparon con la entrada. Soltó un fuerte gemido. Yo tuve que dejar de chupar esas tetas, la sensación de entrar en mi madre, fue alucinante, estaba hirviendo, su interior quemaba mi polla, nos quedamos los dos un momento quietos, ella me sonrió.

.-Estás dentro de mi cariño!! es muy grande!! la siento muy adentro!! ¿te gusta?

.-Sí mamá!! Es alucinante!! Está muy caliente!! Me estás quemando!! Me gusta mucho!!

La dejó salir y la volvió a meter, lo hizo varias veces, gemía con cada sentada que se daba, cerraba los ojos y sonreía. Había arqueado la espalda, sus tetas se movían delante de mi cara, botaban, era una pasada ver como se movían esas tetas. Sus pezones estaban casi negros, lo mismo que sus areolas.

No tenía nada que ver follar con mi madre, con cada una de ellas había sido diferente, muchos me decían que cuando has probado un coño lo has probado todos, pero no es así, cada uno es diferente, huelen diferentes, saben diferentes, y se sienten diferentes, y que decir de los culos, ninguno es igual a otro, sobre todo el sabor.

Había conseguido distraerme, mi madre seguía gimiendo y parecía que iba a correrse de un momento a otro. Su corrida fue brutal, gemía con mucha fuerza y se sentaba y levantaba con verdadera fuerza, parecía que le gustara con mucha fuerza, y su cara era todo un poema, era una pasada ver a mi madre gozar así, iba a conseguir que me corriera sino paraba ya. Por suerte para mí, paró en seco y se dejó caer a mi lado. Me había mojado todo, tenía incluso el culo y la espalda mojada de la cantidad de jugo que había soltado. Se sacaba la braga mientras me hablaba.

.-Hacía mucho tiempo que no me corría así!! La verdad es que hacía mucho tiempo que no entraba una polla dentro de mí!! Llevo años soñando con la tuya. Siempre pensé que ibas a tener una polla grande como la de tu padre, solo fue una vez, pero nunca pude olvidarla!! Cuando Paula me contó que follabas con ella y como la tenías, me moría de ganas de probarla.

.-¿Tu sabías que follaba con Paula?

.-Si hijo!! Y me moría de ganas de ir a tu cuarto y comértela cuando venías de su casa, sabiendo que venías de follártela!! Estaba deseando sentir tu corrida en mi garganta!!

Mi madre no se hizo esperar, se giró en la cama, me colocó de lado y comenzó a chupar mi polla. Lo hacía como si fuera un helado, me la tenía cogida con su mano y pasaba la lengua. No tardó en metérsela en la boca y comenzar la mejor mamada que me habían hecho hasta ese día, estaba fuera de sí, se la metía hasta sentir como mi capullo se encajaba en su garganta, aguantaba las arcadas y se la sacaba toda llena de babas, se la volvía a meter en la boca y mamaba todas esas babas hasta dejarla bien limpia, y volvía a encajársela en la garganta. Tuve que apretar mi cara en sus vellos.

.-Mamá!! Me voy a correr!!

Se la sacó un momento, siguió moviendo su mano por el tronco y cogiéndome los huevos con la otra mano.

.-Ven!! levántate!! Quiero que te corras de una manera!!

Me hizo levantar de la cama, ella se tendió boca arriba y dejó la cabeza en el borde, como si le estuviera colgando.

.-Ven!! Folla la boca de mamá!!

Me coloqué de pie, tenía la cabeza colgando, se acomodó de manera que fuera fácil para los dos, tardó en encontrar la postura, pero cuando lo hizo y me deslicé, mi polla se coló en su boca hasta que los dientes hacían tope en la base y su nariz se apretaban a mis huevos. las primeras veces empujé despacio, me daba miedo hacerle daño, veía como su cuello se hinchaba con la presión de mi polla, sentía la campanilla por la parte baja de mi polla, era una pasada, nunca había sentido nada igual. Pero lo mejor vino cuando sus manos dejaron de tocar mi polla y mis huevos y las colocó en la parte de atrás de mis muslos, ella misma comenzó a tirar de mí para que entrase más polla en su boca, no sé cómo conseguía respirar, ni como hacía para que mi polla se acoplara a esa garganta. Además podía ver el cuerpo de mi madre, veía sus tetazas moverse como flanes con mis embestidas, veía las pequeñas onditas que se formaban en la barriga, veía la mata de vellos rubios, mojados y como asomaban unos labios menores grandes, arrugados y abiertos.

Comenzó a mover la garganta y no pude aguantar más. No recuerdo una corrida más abundante y más placentera. Sentía como salían chorros y chorros de mi lefa e iba directamente a la garganta de mi madre. Lo más alucinante era sentir las contracciones de la garganta, los dientes clavados en la base de mi polla y su respiración en mis huevos. Había sido la corrida más intensa que recordaba de mi corta vida. Cuando saqué la polla de su boca le costó volver a hablar, nos tendimos los dos en la cama. En sus ojos había lágrimas que le corrían hasta los oídos.

.-Mamá estás llorando!!

.-Es de placer hijo!! No te puedes imaginar la sensación de sentir la leche directamente en la garganta!!

.-Me ha gustado!!

.-Si!! Dá mucho placer, pero no todas las mujeres saben meterse una polla así tan honda!! Tienes que tener cuidado de no ahogarlas. Tu la tienes muy grande!!

Nos abrazamos y me quedé plácidamente dormido rodeados por sus brazos y tocando sus duros pezones.

Estaba casi amaneciendo cuando desperté, me despertó algo caliente en mi polla, mi madre se había vuelto y me la estaba chupando otra vez. Apenas unos segundos y mi polla estaba de nuevo dura como un hierro.

.-Cariño que rica la tienes!! Me voy a pasar la vida chupando este manjar!!

.-Si mamá!! Y yo te la voy a dar cada vez que tu la quieras!!

Mi madre dejó de chupar, me empujó hasta hacerme quedar boca arriba y se movió en la cama hasta colocar su culo encima de mi cabeza. Tenía las rodillas a cada lado de mi cara, llevó sus manos a sus nalgas, se las abrió con las manos y bajó hasta dejarme el agujero de su culo pegado a la cara. Ese agujero era grande, llenos de estrías que se perdían en el interior, todo el contorno más oscuro que el resto de su cuerpo. Si hubiera querido me habría ahogado con solo sentarse sobre mi cara.

.-¿Quieres chuparle el culito a mamá?

.-Lo estoy deseando!!

Bajó despacio, pude colocar la nariz en esa entrada y oler con fruición, los olores se mezclaban, pero predominaba el olor a culo, ella se soltó las nalgas, llevé mis manos a esas blanditas nalgas y se las abrí para poder llegar con mi lengua. Un sabor amargo invadió mi boca, era el sabor amargo predominante en todos los culos que me había comido, me gustaba ese sabor, hoy podía sentir con mucha más facilidad las estrías del agujero de mi madre, notaba ese agujero grande, fácil de meter la lengua, me gustaba, sentía a mi madre gemir, parecía que le gustara. Se lo estaba haciendo muy despacio, lo estaba saboreando.

.-Si cariño!! Métele la lengua en el culo a mamá!! Llénalo todo con tu saliva!! Quiero que metas tu polla dentro y que te corras muy adentro!! Quiero sentir tu leche en mi tripa!!

Yo le comía el culo tranquilamente mientras ella se metía los dedos en el coño, le cabían tres de su mano derecha perfectamente. Me sentía la polla muy dura, solo pensar que iba a meterla en su culo hacía que se tensase hasta dolerme. Estuve mucho rato comiendo ese culo, ya lo tenía muy dilatado, además de mi lengua había metido mis dedos, le entraban tres perfectamente. Me había parecido que había llegado a correrse metiéndose los dedos en el coño. De pronto paró y echó su cuerpo para abajo, solo veía ese culo alejarse de mi cara. Paró cuando estuvo encima de mi polla, pensaba que se la iba a meter antes en el coño, pero no era su idea, agarrando mi polla con su mano, y con esas nalgas apretadas a ella buscó la entrada, en ese momento giró su cabeza para mirarme.

.-Cariño!! Abre las nalgas de mamá!! Quiero que veas como se va a meter toda tu polla!!

Abrí sus nalgas con las manos, mi capullo estaba justo en esa entrada. Sentí como movía un poco mi capullo y de una sola vez se la encajó hasta verla desaparecer por completo. los dos soltamos un fuerte gemido. No había sentido dolor, pero había estirado mi pellejo por completo, la sentía muy dura, la sentía muy apretada, sentía todo ese conducto muy caliente y como palpitaba alrededor de mi polla. Ella dejó caer la cabeza, solo emitía un gemido lastimero, tenía que haberle dolido, pero parecía que le gustaba el sexo fuerte, el sexo con dolor. Volvió a gemir cuando se la sacó hasta tener solo la punta abriendo la entrada y se volvió a sentar de nuevo haciéndola desaparecer otra vez, esto lo hizo muchas veces, le gustaba, yo me la sentía muy grande, asustaba ver como ese culo se la tragaba, ver como esas estrías se estiraban hasta casi desaparecer. No tuvo que hacerlo muchas veces más, cuatro o cinco y sentí como se corría, soltando incluso varios chorritos de pis sobre mis huevos. Volvió a girar la cabeza, le costaba respirar, estaba extasiada.

.-Me he corrido!! Y ahora quiero que me rompas hasta que te corras tú!!

.-Si mamá!! pero así no!! Quiero darte yo!!

Mi madre me descabalgó y me dejó salir de debajo suya.

.-Quiero que te pongas como los perritos en el filo de la cama!!

No dijo nada, se colocó y hundió los riñones y el pecho en la cama, su cara descansaba entre sus brazos. Tenía la polla muy sensible, me la tocaba y casi me dolía de lo dura que la sentía. Me costó conseguir la altura idónea, pero al final el culo abierto de mi madre quedó a la altura de mi polla. No lo pensé, coloqué mi capullo y empujé fuerte metiéndola de una sola vez, ella levantó la cabeza y se acomodó mejor en la cama, saqué y metí fuerte, ella no tardó en comenzar a gemir cada vez más fuerte.

.-Si cariño!! Rompe a mamá!! Dame fuerte!! Dame hasta que te corras en mis entrañas!!

Le estaba dando mucha caña a mi madre, nunca había follado un culo tan fuerte, nunca me habían dejado ni yo lo hubiera intentado, sentía el ruido de mis huevos golpeando el cuerpo por debajo, sentía el ruido que hacían mis muslos golpeando los suyos y las ondas que se formaban en las nalgas que las recorrían por completo. Me gustaba como gemía y como volvía la cabeza para mirarme, tenía cara de puta, no se cuanto tiempo conseguí aguantar, pero una de las veces que le di fuerte y seguido paré en seco y comencé a correrme, nunca había sentido nada igual, mi madre se estaba meando, sentía su pis caliente entre mis muslos y golpeando mis huevos. El conducto se cerraba y abría, succionaba mi polla como queriendo exprimirla. le había dejado marcados los dedos en la cadera de lo que había apretado. Cuando saqué mi polla, dejó escapar un sonoro pedo y veía como su esfínter palpitaba desbocado. Me temblaban las piernas, mi madre se tendió en la cama y yo lo hice a su lado. Ella seguía ronroneando, dejaba escapar pequeños gemidos y a mí me dolía toda la polla, ni me la podía tocar, y lo peor es que la seguía teniendo igual de dura. No recuerdo nada más. Me quedé dormido a su lado y cuando desperté por la mañana ya no estaba en la cama.